13 Reason Why: El @PRI_Nacional no vuelve a #LosPinos en el 2018 (Parte II)

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Esta es la segunda parte de la columna “13 reasons why”, para leer la editorial anterior da click aquí: http://bit.ly/2qlkTuy

Partido Revolucionario Institucional, si me estás leyendo, este texto es para ti. Espero que estés listo, porque lo que estoy a punto de escribirte son las 7 razones restantes por las que no regresarás a los Pinos en 2018.

  1. Poca credibilidad en las instituciones

De acuerdo a la Consulta Mitofsky el ranking de calificación de confianza en las instituciones en 2016 se acomoda la siguiente manera (Siendo 10 la calificación más alta): Suprema Corte de Justicia de la Nación5.8, Senadores – 5.2, Presidencia – 5.1, Policía – 5.0, Diputados – 5.0, Sindicatos – 4.9 y Partidos Políticos – 4.8.

En la política no existen casualidades sino causalidades. La falta de transparencia y rendición de cuentas empeoran la situación. La gente ya no confía en nadie y menos en el PRI.

  1. Reforma energética fracasada

LA REFORMA ENERGETICA FRACASÓ. Así, en mayúsculas y con todas sus letras. La empresa de petróleos mexicanos esta en términos prácticos “quebrada”. No genera, no produce, no vende, compra afuera, no es competitiva y el robo de combustibles está al alza. La apertura de PEMEX al mundo moderno llegó tarde y de golpe. En lenguaje tecnológico diríamos que el hardware no soporta el nuevo software.

  1. Luis Videgaray

La supuesta mente maestra detrás del presidente. Aquel que solo viene a aprender. Como si la relación con Estados Unidos hoy necesitara de practicantes y becarios. Llamó mucho la atención lo reactivo y poco proactivo del gobierno de Peña. Primero lo renuncia por invitar a Trump, después lo contrata porque este último ganó. Un poco de coherencia no le caería mal a este gobierno.

  1. Caída del peso frente al dólar

Desde la llegada de Trump a la candidatura republicana de los Estados Unidos, la volátil moneda mexicana ha sufrido subidas y bajadas que afectan gravemente al bolsillo del mexicano. Esto contrario a lo que la economista con especialidad en divisas, Andrea Legarreta, pudiera opinar. Ah, y agréguele que si nos sacan del TLCAN la cosa se pondrá peor.

  1. La mal llamada reforma educativa vs. SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación)

La falta de negociación y unidad con el SNTE. La distancia entre gobierno y maestros. La corrupción y la imposición de una autoritaria reforma que nació fracturada, fueron algunos de los motivos de los constantes conflictos a nivel nacional.

  1. Los Moreira

Después de haber sido acusado de vaciar las arcas públicas de Coahuila y si quieres seguir estando en las esferas políticas, sigue estos sencillos pasos de Humberto Moreira: Primero huye del país. Después haz que te atrapen y encarcelen en España. Regresa a México. Orilla a que te expulsen del PRI. Crea tu propio partido y, ¡LISTO! Ya te puedes lanzar otra vez por una diputación local plurinominal. No se ría que no es broma.

  1. Alternancia / Democracia

Por último y la principal razón por la que el PRI no llegara a los Pinos en el 2018 es porque ya se agotaron todo. Empezando por la poca confianza en las instituciones, los miles de millones de pesos que han sido robados en diferentes estados de la república, la fuga de sus ex gobernadores, las reformas que no funcionan, Ayotzinapa, la casa blanca y por supuesto, el terrible desempeño que ha tenido Enrique Peña Nieto al frente del gobierno federal.

La democracia le pondrá al PRI un ¡YA BASTA! Y con eso le diremos adiós. Váyanse de vacaciones y descansen, háganlo mientras México por fin progresa.

Si no nos vemos, pues nos escribimos.

Dimes y Diretes: “Pulido: La caja China en Tamaulipas”

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Yo no sé ustedes, pero el cuento del secuestro y luego liberación del futbolista Alan Pulido sigue sin convencerme del todo. Ya sea por el disque escape que tuvo, que supo en donde estaba localizado, como sometió a uno de sus captores o simplemente la historia en general hay algo que me huele a gato encerrado en toda esta historia.

Como ya todos sabíamos, Alan Pulido fue secuestrado el pasado domingo en la madrugada por hombres armados y que hasta ese momento se creía, involucrados con el crimen organizado. Desde ese momento, las fuerzas estatales y federales desplegaron un operativo de búsqueda, que nunca habían emprendido a pesar de que Tamaulipas es uno de los estados con mayor índice de secuestros a nivel nacional. Lo siento pero no les creo, en verdad siento más creíble el #ElPitodeMancera como una solución al acoso sexual que el secuestro de Pulido.

Desde ese momento, las fuerzas estatales y federales desplegaron un operativo de búsqueda, que nunca habían emprendido a pesar de que Tamaulipas es uno de los estados con mayor índice de secuestros a nivel nacional. Lo siento pero no les creo…

Ayer salió la PGJ que fue un familiar del jugador del Olimpiacos el que planeo todo el secuestro, ¡qué barbaridad! ¿En serio no se dan cuenta que nadie les cree su cuento de la caja china? Claramente el gobierno de Egidio Torre Cantú, que poco pudo hacer para controlar la delincuencia en el estado vecino de Nuevo León, está tratando de taparle el ojo al macho. Todo, absolutamente todo apunta a una estrategia electoral por parte del partido que ya no quiero mencionar, pues a pesar de que Baltazar Hinojosa se deslindo, muy tarde, de sus posibles antecesores, este partido tiene más que perdida la elección en Tamaulipas.

Todo, absolutamente todo apunta a una estrategia electoral por parte del partido que ya no quiero mencionar, pues a pesar de que Baltazar Hinojosa se deslindo, muy tarde, de sus posibles antecesores, este partido tiene más que perdida la elección en Tamaulipas.

Les cuento un chisme y rumor de café político, según cuentan las malas lenguas que el PRI sabe que la tiene taaan perdida que su siguiente estrategia es imponer miedo en la ciudadanía para que esta no salga a votar el próximo domingo, claro es rumor, nada confirmado, pero con la situación de ingobernabilidad en la que ha estado recientemente este estado fronterizo y costero, no nos sorprendamos que así sea.

Pero bueno, al final de cuentas es Tamaulipas y lamentablemente nuestros vecinos tienen varios años de no votar por un partido político sino al contrario, votan por el cartel que va a controlar por los siguientes seis años el estado. ¡Qué horror!

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Ser médico hoy

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Hace algunos años, el ejercicio de la medicina en nuestro país estaba asociado con prosperidad económica. Los médicos formaban parte, en su gran mayoría, de una clase socioeconómica media-alta. El haberse graduado de una escuela de medicina proporcionaba el acceso a un “status” no sólo en lo económico, sino que también socialmente se escalaba a un mejor nivel.

Para las familias era un orgullo que uno de sus hijos quisiera dedicarse a la profesión médica, pues el médico era una persona muy valorada y apreciada dentro de su comunidad, de alguna manera era una forma de recompensar los grandes sacrificios que se enfrentan durante los años de la formación y del ejercicio profesional.

Las cosas han cambiado mucho en nuestro país, las condiciones laborales y la dificultad para ejercer la profesión han aumentado, ha aumentado también la exigencia de parte de la población hacia el médico. Cada vez es más difícil ejercer la profesión y vivir dignamente del trabajo. Los requisitos académicos y laborales cada vez son más estrictos, esto aunado a la persecución fiscal por parte del gobierno han vuelto un verdadero martirio el ejercicio de la práctica médica en México. Me propongo escribir una serie de artículos para explicar la situación, en este artículo intentaré describir brevemente algunos de los problemas que enfrentan los médicos durante su formación.

Cada vez es más difícil ejercer la profesión y vivir dignamente del trabajo. Los requisitos académicos y laborales cada vez son más estrictos, esto aunado a la persecución fiscal por parte del gobierno han vuelto un verdadero martirio el ejercicio de la práctica médica en México.

Dejando a un lado los 6 años de formación en la carrera, que incluyen el cambiar todos los hábitos de estudio, familiarizarse con terminología técnica, soportar a algunos profesores frustrados que descargan sus complejos con los estudiantes, adquirir libros de texto con costos de $2,000.00 pesos en promedio para cada una de sus materias, volverse expertos en descifrar los exámenes más antipedagógicos posibles, depender económicamente de la familia obligadamente por este período, trasladarse con sus propios medios a los hospitales y el estar dispuestos a soportar el trato despótico de médicos externos y residentes, entre muchas otras lindezas.

El último año de la carrera (365 días completos, el llamado: Internado Rotatorio de Pregrado) se cursa en un hospital, realizando guardias de 36 horas consecutivas cada 3 días (los días intermedios también se trabajan), atendiendo pacientes todo el turno, realizando además toda la papelería y tramitología burocrática imaginable y cumpliendo con horarios estrictos. Cabe destacar que en la mayoría de los casos los médicos no cuentan con áreas de descanso y los servicios de comedor tienen horarios rígidos (si tuviste algún paciente o urgencia a la hora de la comida o cena, pues ni modo el comedor se cierra).

Al terminar los 6 años de estudio, el médico está obligado a prestar un año de Servicio Social, este año como ya se dijo es obligatorio y requisito indispensable para obtener el título. El servicio social, en la mayoría de los casos, representa trasladarse a vivir un año a una comunidad (ciudad pequeña, pueblo o ejido) a desempeñarse como médico y a realizar otras tareas sanitarias (como: vacunar perros, inspeccionar casas, realizar reportes epidemiológicos, promocionar las campañas de salud, dar pláticas en las escuelas y dar apoyo a las autoridades locales en caso necesario. A simple vista es una gran experiencia pero, el salario es simbólico y no incluye apoyo para los traslados.

El último año de la carrera (365 días completos, el llamado: Internado Rotatorio de Pregrado) se cursa en un hospital, realizando guardias de 36 horas consecutivas cada 3 días (los días intermedios también se trabajan), atendiendo pacientes todo el turno, realizando además toda la papelería y tramitología burocrática imaginable y cumpliendo con horarios estrictos.

Uno de mis exalumnos me contó el año pasado que, él tuvo que renunciar por 6 meses a su servicio social porque: la comunidad en el sur del estado que le tocó cubrir se encontraba a varios kilómetros de la entrada de la carretera y, para llegar desde la carretera hasta ese ejido las camionetas que dan servicio de transporte le cobraban $ 1,400.00 pesos cada viaje, o sea $2,800.00 cada semana, que era más de lo que él ganaba al mes.

Este año de servicio social, además de costoso en términos económicos, es un año en el que se corren riesgos para la integridad de los médicos, en particular para las mujeres. Lamentablemente no es raro saber que una doctora sea acosada sexualmente durante este año, en algunos casos incluso ha habido ataques sexuales graves en contra de doctoras que prestan su servicio social en condiciones de inseguridad.

A pesar del humanismo de nuestra profesión, generalmente las autoridades de salud desprotegen a los médicos pasantes, no sólo no les brindan condiciones de seguridad sino que culpabilizan a las víctimas. En el año 1995 supe de varios casos de acoso sexual grave y todas las compañeras recibieron la misma respuesta por parte del jefe de enseñanza de SSA. La respuesta era: “Ustedes tienen la culpa, si no quieren tener problemas procuren no provocar a los hombres, procuren no vestirse provocativamente”, yo personalmente escuché al Doctor decirle esto a una compañera que denunciaba acoso sexual y amenazas. La misoginia y violencia de género eran parte de la política de salud, lamentablemente. Los médicos pasantes estábamos obligados a aguantar porque si no lo hacías, simplemente no te liberaban el servicio social y no podías tramitar tu título y cédula.

Por razones de espacio esta columna se realizará en varias partes, la próxima semana continuaremos con este tema, muchas gracias.

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Resignificar la violación

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Revisando diferentes definiciones de la palabra “violar” me encuentro con variables como: “tener acceso carnal con alguien en contra de su voluntad o cuando se halla privado de sentido o discernimiento”, tal vez la definición con la que la mayoría estamos familiarizados. También está la de “profanar un lugar sagrado”, aunque refiriéndose a cuestiones religiosas y finalmente una que llama mi atención: “ajar o deslucir algo”, que quiere decir: maltratar, manosear, tratar mal de palabra a alguien para humillarle o hacer que alguien o algo pierda su lozanía (orgullo o altivez). De aquí parto para mi planteamiento.

¿Cuánto peso tiene para un ser humano que alguien vaya más allá del espacio al que se le ha permitido cruzar, sea en contra de su voluntad o por falta de discernimiento? Hacer que alguien pierda su lozanía, su orgullo, humillarle. Es desmoralizante. Es atentar contra su integridad psíquica y psicosexual —no digamos ya física—. Qué peor manera de hacerle sentir y qué gran daño hay implícito.

Violar es todo aquello que transgrede el espacio íntimo y personal. En ese sentido el acoso, un piropo, una mirada lasciva, también son violar. Cruzar al espacio íntimo y privado de alguien es un derecho privilegiado que debe surgir únicamente del consentimiento de la otra o el otro. Ser otorgado la intimidad ajena debe ser algo sagrado, no profanado y malbaratado en las calles. Veo la necesidad de dar un nuevo valor al espacio personal: físico, visual y auditivo.

El Código Penal del Estado de Nuevo León, en su artículo 265, dice que “comete el delito de violación, el que por medio de la violencia física o moral tiene cópula con una persona, sin la voluntad de ésta, sea cual fuere su sexo”. No estoy de acuerdo. Violamos con actitudes, con miradas, con exhibicionismos, con manipulaciones, abusando de nuestro poder sobre otros u otras, en cualquiera de sus formas. ¿Cuántos atentados contra la integridad psicológica se pasan por alto por un simple “no te tocó” o “no te penetró”? Resignificar la violación es aquí reconocer un sin fin de delitos que hoy no son tomados en cuenta como tal y atender una patología social hoy para muchos ojos invisible.

La violencia es también una violación. Ambas palabras tienen sus raíces latinas en la palabra vis, de la que se derivan tanto violare, como violentus, que las hacen parte del mismo acto de ejercer fuerza sobre otro. Hay quienes dicen que de la violencia sexual o de cualquier tipo al feminicidio hay sólo un paso. Como generalización me parece exagerada, pero sé que es, ha sido y seguirá siendo todavía por años. La pregunta es ¿de dónde viene?.

Violamos con actitudes, con miradas, con exhibicionismos, con manipulaciones, abusando de nuestro poder sobre otros u otras, en cualquiera de sus formas. ¿Cuántos atentados contra la integridad psicológica se pasan por alto por un simple “no te tocó” o “no te penetró”? Resignificar la violación es aquí reconocer un sin fin de delitos que hoy no son tomados en cuenta como tal…

Vivimos en una sociedad que le dice al hombre “tienes que conseguir sexo”, pero no le dice cómo. No nos sorprenda que exista este sinnúmero de expresiones violentas y acosadoras, producto de la frustración ante tal ordenamiento implícito y a las que apenas comienzan a ponerles límites culturales. Está en juego la hombría y ello nos pone frente a la ineludible tarea de resignificar también el ser hombre.

Y no podemos pasar por alto el papel que juega en este asunto la educación sexual. Cuánta falta nos hace una que sea adecuada, profunda, integral y comprensiva. Si en México no hubiera ese tabú primero y esos mitos después, alrededor del sexo, ambos producto de la ignorancia en ese y otros temas, la historia sería diferente. Y jamás justificaré un acto de violencia sexual hacia otro cuerpo, pero eso no significa que no tenga causas muy puntuales.

Entonces, démonos cuenta de la gravedad de un acoso o del ejercicio de la violencia sexual; estamos violando el espacio de alguien, a veces físicamente, a veces moralmente, pero ambas de forma transgresora con cierta fuerza sobre otro u otra y en ese sentido profanación de un espacio sagrado, que es su cuerpo, su integridad psíquica, psicosexual y su vida.

Y no podemos pasar por alto el papel que juega en este asunto la educación sexual. Cuánta falta nos hace una que sea adecuada, profunda, integral y comprensiva. Si en México no hubiera ese tabú primero y esos mitos después, alrededor del sexo, ambos producto de la ignorancia en ese y otros temas, la historia sería diferente.

El llamado es a hacer consciencia de las implicaciones de andar por ahí metiéndonos en vidas ajenas —o permitiendo que otros lo hagan— creyendo que no pasa nada; sí pasa algo: el hecho marca, hace cultura, crea secuelas de comportamiento que serán arrastradas por generaciones.

Empaticemos con la humanidad ajena y dejemos algo constructivo en vez de lo contrario. Y me encuentro frente a un dilema aquí:

Pareciera que estamos al borde de la ajenidad, de no volvernos a ver y tocar por precaución, por miedo a “ser acosadores”, a transgredir; es una línea delgada que puede llevarnos a extremismos estilo estadounidense. Estamos en un momento en que le tenemos que dar otro significado a la profanación del espacio íntimo y otorgarle un valor supremo al mismo. Es momento a la vez de plantear relaciones de amor y respeto al prójimo en las que una mirada o un roce no tenga por qué tener una connotación sexual. Escribo esto entre testimonios desgarradores de #MiPrimerAcoso —parte importante de los cuales inició a edades tan tempranas como los nueve años y antes— y no puedo más que asumirme responsable: de dejar de reproducir estas conductas, como de evitar que más mujeres sean acosadas, una tarea monumental que tenemos como sociedad.

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#VIVASLASQUEREMOS

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Hace un par de días se suscitó uno de los eventos que sentará precedentes en la lucha por la dignificación de la mujer en todo su esplendor; cientos de mujeres salieron a las calles en todo el país bajo el lema de “vivas las queremos” tendencia que siguió en redes sociales con el hashtag #MiPrimerAcoso donde las mujeres enunciaron los sucesos más negros que les hicieron vivir hombres sin un gramo de cerebro y corazón, hecho plausible porque gran parte de la impunidad en este tipo de violencia se debe a la falta de denuncia por miedo o falta de confianza en nuestras autoridades.

Lo que me sigue preocupando es la poca participación de los hombres en esta lucha, que considero es de todos, porque dignificar a la mujer es dignificar también a tu mamá, hermana, novia, esposa, amiga e incluso a ti mismo. Tampoco creo que los agresores representen un gran porcentaje del género masculino, más bien pienso que son pocos los que cometen los abusos en ocasiones repetidas y constantes.

En una época de mujeres brillantes, capaces y dispuestas a trabajar por sacar este país adelante debería ser un honor- como para mí lo es- el tenerlas en este equipo que busca regresar a México todo lo que ha perdido.

Me alegra en demasía vivir en la época donde las mujeres no solo se saben capaces de realizar cualquier actividad que anteriormente era considerada “para hombres”; me entusiasma que no solo exijan equiparar sus derechos en un ambiente igualitario cada una por su parte, si no que ahora lo hacen unidas y en un solo equipo.

Para poder convivir en la era de las mujeres y si como hombre no planeas participar activamente en apoyo a esta lucha, me gustaría que al menos tuvieras la amabilidad de leer el “Manual básico para no entorpecer” el esfuerzo:

1.- Las mujeres no se visten para nosotros los hombres y mucho menos lo hacen para provocarnos; ellas, como nosotros, se visten para sentirse cómodas y agusto consigo mismas.

2.- No te sorprendas por ver a una mujer al mando, en la obra, manejando un taxi o ganando más que tú porque es discriminación, igual de repugnante.

Lo que me sigue preocupando es la poca participación de los hombres en esta lucha, que considero es de todos, porque dignificar a la mujer es dignificar también a tu mamá, hermana, novia, esposa, amiga e incluso a ti mismo.

3.- Evita tus “piropos mexicanos” que lejos de ser agradables y parte de nuestra cultura, terminan siendo vergonzosos e incómodos.

4.- Las niñas pueden jugar con carritos y los niños con muñecas que eso no te asuste. Mejor preocúpate por darle los valores necesarios para que no dañen al prójimo y respeten la diversidad.

5.- La mujer no es un objeto sexual, deja de mirarla como si así fuera porque el enfermo entonces eres tú.

En una época de mujeres brillantes, capaces y dispuestas a trabajar por sacar este país adelante debería ser un honor- como para mí lo es- el tenerlas en este equipo que busca regresar a México todo lo que ha perdido. ¡Gracias, mujeres!, su lucha es nuestra lucha.

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Vagones Exclusivos para Mujeres en el Metro de Monterrey: ¿Una medida de prevención, o simple segregación?

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El acoso sexual en México es una realidad crítica. Nacionalmente, “63 de cada 100 mujeres de 15 años y más han padecido algún incidente de violencia ya sea en el ámbito público o privado.” (Amnistía Internacional, 2015). La Procuraduría General de la República, reportó que en el 2012 se realizaron alrededor de 14,000 denuncias por violación ante los Ministerios Públicos. Sin embargo, Pablo Navarrete, de INMUJERES (2013) afirma que solo 1 de cada 9 delitos de violación, son revelados antes las autoridades.

Fue apenas en el 2007 cuando el gobierno mexicano publicó la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (reformada por última vez en el 2015). Fue hasta ese año cuando se reconoció el acoso sexual como una forma de violencia que forma parte de la vida laboral y docente de los mexicanos; en la mayoría de los casos, las víctimas son las mujeres.

¿Y por qué son las mujeres las víctimas? Antes de caer en la errónea idea de que los hombres tienen un “apetito” sexual mayor que el de las mujeres, y que por eso llegan a tener estas actitudes hacia las mismas, hay que pensar un poco más en la cultura de nuestro país. El mismo sitio web de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (2014) establece que el acoso sexual puede ser la “expresión de una cultura en la que se han normalizado la violencia y discriminación sustentada en los estereotipos y roles de género, y en la existencia de roles desiguales de poder entre mujeres y hombres.”

¿Hasta que punto podremos sentirnos seguras en nuestra ciudad? Existen varias medidas que pueden disminuir los casos de violencia en contra de las mujeres… Una de estas medidas, que ya fue aplicada por la Ciudad de México, así como ciudades en Brasil, Egipto, India y Japón, es la implementación de transporte público exclusivo para mujeres.

La idea de que está en nuestra “naturaleza” seguir ciertos patrones sexuales (dominación masculina y subordinación femenina), el acoso sexual es más bien una construcción social que nace de la libre práctica del machismo en nuestro país, sin repercusión alguna de parte de nuestras autoridades, o de nuestra misma comunidad.

Ahora bien, existen diferentes esferas privadas y públicas en las que se puede dar el acoso sexual, como el hogar, el trabajo, la escuela, el transporte público y en las calles de la ciudad. Edith Flores Pérez (2014), de la Universidad Autónoma Metropolitana, escribe un artículo académico para la Revista “Ángulo Recto”, sobre lo que significa ser mujer en la Ciudad de México. Entre los muchos relatos que ella nos comparte, se leen historias de vulnerabilidad, riesgo e inseguridad de parte de todo tipo de mujeres, sin importar edad, ocupación, o apariencia física: la mayoría de ellas han pasado por una situación de acoso, o conocen alguna otra mujer a la que le ha pasado.

¿Hasta que punto podremos sentirnos seguras en nuestra ciudad? Existen varias medidas que pueden disminuir los casos de violencia en contra de las mujeres, específicamente el acosos sexual en la esfera pública. Una de estas medidas, que ya fue aplicada por la Ciudad de México, así como ciudades en Brasil, Egipto, India y Japón, es la implementación de transporte público exclusivo para mujeres. Existen diferentes argumentos a favor de esta medida, así como existen en contra.

…es cierto que la medida de restringir a las mujeres a ciertos espacios para que eviten situaciones de acoso sexual puede parecer superficial. Sin embargo, no me parece justo que en el tiempo que toma cambiar la mentalidad machista que se observa en la mayoría de la sociedad mexicana, las mujeres tengan que seguir soportando estas manifestaciones de violencia, sin ninguna medida preventiva o correctiva.

Al realizar encuestas generales sobre que tan seguras las mujeres se sienten, o se podrían sentir, con transportación exclusiva para mujeres, se encontraron resultados positivos. De una muestra de 6,300 mujeres encuestadas por Thompson Reuters Foundation y YouGov en el 2014 (Adler et al, 2015), en 15 diferentes grandes capitales en el mundo (400 mujeres por ciudad aproximadamente), se reportó que 7 de cada 10 mujeres afirmaron que se sentirían mas seguras en trenes y autobuses exclusivos para mujeres.

Sin embargo, también existen los argumentos en contra de dicha implementación. Algunas de las culturas más progresistas en cuánto a la equidad de género, piensan que esta medida es otro tipo de discriminación sexual, y la verdadera medida con la que las mujeres podrán viajar seguras por la ciudad, se basa en la educación y el respeto humano (Adler et al, 2015).

El … sitio web de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (2014) establece que el acoso sexual puede ser la “expresión de una cultura en la que se han normalizado la violencia y discriminación sustentada en los estereotipos y roles de género, y en la existencia de roles desiguales de poder entre mujeres y hombres.”

Esto es lo que yo opino al respecto: es cierto que la medida de restringir a las mujeres a ciertos espacios para que eviten situaciones de acoso sexual puede parecer superficial. Sin embargo, no me parece justo que en el tiempo que toma cambiar la mentalidad machista que se observa en la mayoría de la sociedad mexicana, las mujeres tengan que seguir soportando estas manifestaciones de violencia, sin ninguna medida preventiva o correctiva.

Mi equipo y yo, quienes proponemos la implementación de vagones exclusivos para mujeres en el Metro de Monterrey, no pensamos que esto sea lo único por hacer por nuestra comunidad. Crear espacios así, si bien de forma práctica podrían disminuir los incidentes de acoso sexual contra la mujer, también pueden utilizarse para promover la equidad de género, la libre denuncia y el resto a los derechos humanos fundamentales.

…nosotros queremos preguntarle a la comunidad: ¿son necesarios los vagones exclusivos para mujeres en el Metro de Monterrey? Nuestra propuesta es que si se deben de implementar estos vagones, pero también queremos tomar en cuenta la opinión de los demás regiomontanos. Contesta nuestra encuesta aquí.

Monterrey aun no tiene la magnitud que tiene la Ciudad de México en cuánto a población y necesidad de transporte público. Sin embargo, tampoco hay que dejar que lleguemos a la magnitud de casos de violencia contra la mujer. Algunos podrían argumentar que en nuestra ciudad no se dan tantos casos como en la capital. Sin embargo, yo quisiera saber…¿Cuántos casos serán suficientes? ¿Cuántas más mujeres tendrán que sufrir un abuso para que se tome en serio esta problemática? La prevención puede ser la clave para Monterrey.

Es por eso que, nosotros queremos preguntarle a la comunidad: ¿son necesarios los vagones exclusivos para mujeres en el Metro de Monterrey? Nuestra propuesta es que si se deben de implementar estos vagones, pero también queremos tomar en cuenta la opinión de los demás regiomontanos. Contesta nuestra encuesta aquí y compártenos lo que piensas.

COLABORACIÓN TAMBIÉN POR: ALEJANDRA MONCADA, MARIANA RINCÓN Y GUILLERMO GONZÁLEZ.

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No se quejen, les encanta

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Siempre he creído que el último recurso para los comediantes sin talento es “jotear”. Si no provocan risa, para “salvar” su show únicamente necesitan ponerse una peluca, una estola, hablar afeminados y repartir besos entre los asistentes. El homosexual es retratado como un pervertido insaciable que desesperadamente busca a cualquier ser del género masculino, no importa quién ni cómo sea. Necesita que le “hagan el favor” porque es un enfermo sexual al que le gusta ser penetrado y todo ser con gusto por ello es percibido como indigno y despreciable, sea hombre o mujer.

Y es que al mismo tiempo, las mujeres con gusto por el sexo son deleznadas y vistas como unas maniáticas a las que no hay que guardarles el mínimo respeto. Quizá sirvan únicamente como un entrenamiento antes de que nosotros encontremos a esa mujer virginal que merezca nuestra devoción y entrega. Esas percepciones naturalmente restringen la libertad sexual, llevando a muchos homosexuales a tener severas crisis de auto aceptación y a algunas mujeres a sentirse “usadas” después de un contacto sexual que no derivó en una relación formal o a exigir compromiso después de éste aún en casos en que no lo quieren realmente; “Que no piensen que soy una zorra más”.

El problema es que no son pocos quienes recurren a cuestionar la calidad moral de las víctimas o su orientación sexual y estos aspectos son completamente irrelevantes pues incluso si se tratase de una persona que se prostituye o que padeciera hipersexualidad (ninfomanía en mujeres, satiriasis en hombres) si éstas no están de acuerdo con el acto sexual, se tratará de una violación. Así de simple.

Paradójicamente, al tiempo que buscamos penetrar para saciar nuestras necesidades sexuales, despreciamos a quienes nos ofrecen saciarlas. Al receptáculo hay que encontrarlo y después desecharlo pues lo penetrado carece de honorabilidad. Tal vez por eso un hombre heterosexual violado es percibido como algo cómico mientras que para que consideremos que una mujer ha sido violada debe tratarse de alguien completamente inocente y pura; la violación no parece tener sentido en hombres homosexuales o en mujeres promiscuas porque a final de cuentas “les encanta” ¿de qué se quejan?.

Cuando se trata de nalgadas, “canasteos” o arrimones, para muchos parece exagerado hablar de agresión sexual pues estas conductas siempre han sido vistas como algo rutinario y casi cultural; sea quizá esa normalización de la agresión la que cause desconcierto en los propios agresores cuando de pronto son señalados por algo que siempre se les dijo que era inofensivo. Por ello, que unos sujetos suban a un automóvil a una mujer para manosearla, tal vez sea para algunos una simple cuestión anecdótica, un juego que se salió un poco de control, mientras que si se afirma que uno de ellos la violó, primero exigen que se prueba que la tipa era tan “santa” como dice ser.

Es cierto que sobre el caso de “Los Porkys” y los demás videos de violaciones que se han filtrado, sólo conocemos las versiones mediáticas. ¿Deben haber cuestionamientos sobre estos casos? Sólo serían admisibles aquellos que partieran de la presunción de inocencia y exigiendo a las autoridades que hagan un trabajo adecuado para analizar el material probatorio a fin de determinar si hubo agresiones sexuales y si existió consentimiento en el acto sexual. El problema es que no son pocos quienes recurren a cuestionar la calidad moral de las víctimas o su orientación sexual y estos aspectos son completamente irrelevantes pues incluso si se tratase de una persona que se prostituye o que padeciera hipersexualidad (ninfomanía en mujeres, satiriasis en hombres) si éstas no están de acuerdo con el acto sexual, se tratará de una violación. Así de simple.

Cuando se trata de nalgadas, “canasteos” o arrimones, para muchos parece exagerado hablar de agresión sexual pues estas conductas siempre han sido vistas como algo rutinario y casi cultural; sea quizá esa normalización de la agresión la que cause desconcierto en los propios agresores cuando de pronto son señalados por algo que siempre se les dijo que era inofensivo.

A la excesiva complicación que representa probar la existencia de consentimiento se suma el desinterés o el miedo a denunciar por parte de las víctimas sin olvidar la falta de eficiencia de las autoridades; el debate sobre los presuntos casos de violación salió de donde nunca debió salir y llegó a nuestras casas únicamente por la indiferencia del poder judicial. La ineptitud de las autoridades y el miedo al escarnio social han dejado libres a múltiples delincuentes y han originado que los activistas más radicales hayan llegado al espantoso desatino de sugerir la eliminación del principio de presunción de inocencia en casos de violación o a solicitar la aplicación de penas corporales con tintes de barbarie. Aun sin apoyar estas medidas e incluso repudiándolas, no parece muy extraño que se invoquen cuando suele no haber ninguna consecuencia negativa para quienes llevan a cabo actos tan abominables y tan a menudo.

Debemos exigir enérgicamente una eficiente persecución del delito y un perfeccionamiento en los métodos probatorios pero lo que nos toca a nosotros es entender realmente la violación y no juzgarla como una ridiculez o una consecuencia lógica de ningún tipo de comportamiento o estilo de vida. Nadie nunca debe ser forzado a llevar a cabo un acto sexual y quien sufra estas circunstancias, jamás deberá sufrir menosprecio sino recibir apoyo. Que “les encante” o no ser penetrados, es completamente irrelevante.

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¡Héctor Cruz, mejor cállate la boca!

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En lo que solo puede ser un desesperado intento por salvar su reputación, Héctor Cruz, padre de uno de los infames Porkys de Costa de Oro, concedió una entrevista a Ciro Gómez Leyva [1]. Seguramente el hombre ya se percató de que aunque la pobre excusa que Veracruz tiene por autoridad los solape, la condena y el rechazo social también pueden ser bastante pesados.

Como suele pasar cuando se trata de defender lo indefendible, sus comentarios delatan no solo inconsistencias, sino su propia ignorancia y franca estupidez. Por un lado se entiende que el hombre se niegue a ver la realidad, debe ser muy duro aceptar que un hijo es capaz de hacer algo así. Pero lo que no se le puede perdonar es que, en su ceguedad voluntaria y terca, decida atacar a la víctima.

La cultura machista de México se ve perfectamente reflejada en los argumentos del Señor Cruz, quien lamentablemente, no está solo en sus creencias. Las justificaciones ridículas que nos presenta hablan de una forma de pensar torcida, que sin duda tuvo una consecuencia en el desarrollo de sus hijos.

El padre de Daphne dice que entre los cuatro se la llevaron en contra de su voluntad, la incomunicaron y la tocaron. El Señor Cruz responde diciendo que su hijo Diego no hizo nada. ¿Nada? ¿De verdad, nada? ¡Ah, claro! Es que quien consumó la violación sexual fue Enrique Capitaine, y comparativamente, unas manoseadas por aquí o por allá no hacen gran diferencia ¿Verdad? No son nada.

El Señor Cruz habla como si nos estuviera confesando algo que cambiará toda la narrativa. Daphne se subió al carro por su propia voluntad y ella pidió cambiarse al frente. ¿¡Que hizo qué!? No bueno, Héctor Cruz, ¡Esto cambia todo! Ah no… no es cierto. No cambia nada porque meterse en el carro de alguien no quiere decir que deseas tener sexo con sus ocupantes. Si esa es tu forma de pensar, de verdad espero que nunca le des un aventón a nadie.

Por más ilógico que suene, ese es el proceso mental de mucha gente. Son personas como Héctor Cruz quienes normalizan los chiflidos en la calle, las manoseadas en el transporte público, y casos como los de Gabriela Nava [2] y de Andrea Noel [3].

Durante el resto de la entrevista, el Señor Cruz hace un esfuerzo sobrehumano por tratar de vender una versión en la que la familia de Daphne parezca culpable. Acusa al padre de Daphne, Javier Fernández , de haberlos amenazado con un arma para grabar las confesiones. Dice que antes de sacar conclusiones se necesita hacer “un estudio del señor Javier Fernández (…), en su vida anterior y su vida actual.”

¿Cómo te explico, Héctor Cruz? Aunque descubrieras que el Señor Fernández lleva una doble vida como asesino a sueldo, la realidad no va a cambiar: tu hijo fue partícipe de una agresión sexual. Tu hijo no se vuelve inocente solo porque incrimines al Señor Fernández. O a lo mejor lo que estás buscando es que sea su compañero de celda.

El Señor Cruz habla como si nos estuviera confesando algo que cambiará toda la narrativa. Daphne se subió al carro por su propia voluntad y ella pidió cambiarse al frente. ¿¡Que hizo qué!? No bueno, Héctor Cruz, ¡Esto cambia todo! Ah no… no es cierto. No cambia nada porque meterse en el carro de alguien no quiere decir que deseas tener sexo con sus ocupantes. Si esa es tu forma de pensar, de verdad espero que nunca le des un aventón a nadie.

La cultura machista de México se ve perfectamente reflejada en los argumentos del Señor Cruz, quien lamentablemente, no está solo en sus creencias. Las justificaciones ridículas que nos presenta hablan de una forma de pensar torcida, que sin duda tuvo una consecuencia en el desarrollo de sus hijos.

¡Ni si quiera he llegado a la parte más indignante! Y esto se remonta a la grabación de la segunda reunión. “Yo pienso, no sé, en el desprestigio de tu hija,” le dice el Señor Cruz al Señor Fernández [4]. Y vuelve a hacer alusión a este tema en su entrevista, diciendo: “creo que yo esto no se lo haría a Daphne, hacerla tan víctima, pobrecita – no que me dé lástima. Yo a mi hija no la expondría de esa manera.” Y concluye diciendo que haberla exhibido fue haberle destruido la vida.

Esa mentalidad es la que más me causa problema. Héctor Cruz, que no te preocupe el desprestigio y la exhibición del rostro y el nombre de Daphne, ¡Que te preocupe la de tu hijo! El rostro de Daphne representa la batalla contra la misoginia que ha plagado a nuestro país; su nombre se suma al ejército de miles de víctimas que, sin temor a las consecuencias, han levantado la voz para exigir justicia. Un rol que conlleva mucha más dignidad que a la que alguien como tu hijo pudiera aspirar.

No nos queda más que esperar a que el sistema judicial no vuelva a decepcionarnos. Pero también hay que fijarnos en nosotros. ¿Qué podemos hacer para mejorar las cosas? Empecemos por dejar de excusar a los hombres que violan y por romper con esa fea costumbre de culpar a las víctimas. Es que así son los hombres, es que estaba alcoholizada, es que llevaba mini falda, es que andaba afuera a deshoras… El análisis es mucho más sencillo: un avance sexual solo es aceptable cuando la otra persona deja en claro y explícitamente que también lo quiere.

Si has sido víctima de abuso sexual, denuncia, no te calles. La Secretaría de Salud de Nuevo León recomienda acudir a una de sus unidades dentro de las primeras 72 horas después de la agresión para prestar atención psicológica y física, además de información para evitar embarazos no deseados [5]. También puedes buscar organizaciones independientes y centros de atención que ofrecen asesoría legal [6].

[1] “Ciro Gómez Leyva entrevista a Héctor Cruz. Daphne no fue violada, el padre nos amenazó armado para grabar disculpa: Héctor Cruz, Con Ciro Gómez Leyva,” Grupo Fórmula, 11 de abril del 2016, http://www.radioformula.com.mx/reproductor.asp.

[2] “Joven de FES Acatlán identifica a su agresor,” El Universal, 08 de abril del 2016, http://www.eluniversal.com.mx/articulo/metropoli/cdmx/2016/04/8/agresor-de-joven-en-fes-acatlan-trabajador-de-la-unam.

[3] “Periodista denuncia agresión en La Condesa,” El Universal, 09 de marzo del 2016, http://www.eluniversal.com.mx/articulo/nacion/seguridad/2016/03/9/periodista-denuncia-agresion-en-la-condesa.

[4] Javier Fernández Gómez, “2 Reunión 290415,” YouTube, 27 de marzo del 2016, https://www.youtube.com/watch?v=XAYUKNRbMQo.

[5] “Prevención y Atención a la Violencia Familiar y de Género,” Secretaría de Salud de Nuevo León, http://www.saludnl.gob.mx/drupal/violencia-familiar-y-de-g%C3%A9nero.

[6] “Centros de atención para mujeres en situación de violencia,” Gobierno de Nuevo León, http://www.nl.gob.mx/servicios/centros-de-atencion-para-mujeres-en-situacion-de-violencia.

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