La indiferencia del pueblo mexicano hacia la política

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El problema del pueblo mexicano es la falta de interés que tienen por la política. Tanto los jóvenes como los adultos están más interesados por los partidos de fútbol o por la vida de las celebridades que no tienen ni la menor idea de lo que sucede en su propio país. Esto no es solamente culpa de los ciudadanos, sino de los medios, ellos eligen poner temas sobre quien gano el partido o que celebridad se casó que hablar sobre las leyes que se reformaron o aprobaron en el congreso.

Los medios deciden que temas les favorecen y sola hablan de política para crear polémica. Ellos eligen a que le dan más publicidad y evidentemente les conviene abarcar y evidentemente van primero los temas deportivos o sociales que los temas políticos, debido a la ciudadanía a la que le proporcionan información les interesan más estos temas.

El dilema de esta situación es que al exigirle más a un director técnico o a un jugador de futbol, le damos el poder a los gobernantes de hacer su trabajo de la forma que ellos elijan, esta puede ser buena o de mala ya que no tendrán ninguna represalia de parte tanto de la ciudadanía como de los medios.

Esto ha afectado en tal magnitud que las personas se quedaron en la comodidad de solamente abordar temas sin verdadero impacto. Hablan y conocen más tanto a las celebridades como a los jugadores de su equipo favorito. Es impresionante el hecho de que las personas realmente no estén conscientes ni de quien es su diputado local pero que ellos te puedan decir hasta el remplazo del portero de su equipo. Las conversaciones de las personas entre sus familiares, amigos o compañeros abarcan estos temas debido a que se consideran como temas quizás con mayor importancia para estos individuos. Lo podemos notar con el simple hecho de que las personas les exigen más a los futbolistas que a los gobernantes, alcaldes, diputados e incluso a su presidente. Es más común escuchar a la gente exigiendo y reclamando errores que cometió el equipo de futbol en un partido que escuchar a individuos discutiendo de las personas con cargos públicos sobre las cosas que ha hecho mal o incluso bien.

Es impresionante el hecho de que las personas realmente no estén conscientes ni de quien es su diputado local pero que ellos te puedan decir hasta el remplazo del portero de su equipo. Las conversaciones de las personas entre sus familiares, amigos o compañeros abarcan estos temas debido a que se consideran como temas quizás con mayor importancia para estos individuos.

La política se ha tomado como un tema no agradable, e incluso se escuchan comentarios diciendo que la política y la religión no se deben de tocar porque cada quien defiende su punto de vista en forma extremista, consideran el color blanco o el negro, sin intermedios y esto crea una discusión en lugar de un análisis. Son pocas las personas que hablan de política y el problema de cuando este especifico tema se abarca es que la mayoría de los ciudadanos hace opiniones sin fundamentos debido a que es mínima el área de la población que realmente está informada y que puede hacer opiniones con argumentos que los respaldan.

El dilema de esta situación es que al exigirle más a un director técnico o a un jugador de futbol, le damos el poder a los gobernantes de hacer su trabajo de la forma que ellos elijan, esta puede ser buena o de mala ya que no tendrán ninguna represalia de parte tanto de la ciudadanía como de los medios. La sociedad necesita dejar de darle importancia a los partidos y a las celebridades y aportar más a la discusión política. Al hacer esto estaremos exigiendo más a las personas con cargos públicos y estos harán su trabajo de una forma en la cual nos favorezca como ciudadanía.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

¿Por qué no tenemos políticos como Justin Trudeau?

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Justin Trudeau es prácticamente el it boy de la política… carismático, amante de los animales, comprometido con la defensa de los derechos de los indígenas, impulsor de la equidad de género… en fin, el escenario internacional se vuelca en demostraciones de aprobación, afecto y afición hacia el Primer Ministro canadiense quien desde su campaña, demostró tener un perfil muy diferente al del político convencional.

Pero, ¿por qué en México no tenemos a un político como él? O por lo menos, uno que no tenga miedo de hablar de frente sobre temas como el feminismo, cambio climático, y la mariguana. Muchos podrán ser los motivos, pero me permito enlistar algunas de las razones por las cuales considero que en nuestro país, no vemos un liderazgo que busque romper paradigmas:

1. Por que no queremos.
Así, simple y llanamente no queremos. Nos gusta pensar en que necesitamos una irrupción en el orden establecido. Nos sentimos cómodos con el estereotipo de político que ha permanecido por varias décadas en México y que, para bien o para mal, nos ha llevado hasta donde estamos actualmente.

…es muy válido no compartir la idea de que el Primer Ministro canadiense es una figura política la cual debemos aspirar tener. Más bien, el objetivo de este ejercicio es invitarlos a la reflexión de que es posible divorciarnos de la idea que impera sobre el político como un ser egoísta, corrupto y vergonzoso…

2. Porque no nos la creemos.
O bueno, tal vez sí queremos tener a alguien con el liderazgo como el de Trudeau, pero ¿cómo? si “somos muy corruptos” y “es diferente porque es Canadá”. Y muchos otros argumentos pueden surgir… sin embargo, no olvidemos que desde el lenguaje inicia la construcción del mundo que percibimos con nuestros sentidos. Mientras que no nos creamos dignos de tener algo diferente, mantendremos el resultado constante.

3. Porque desconfiamos de los demás.
Relacionado al punto anterior, no solo nos falta creer que podemos tener líderes diferentes, sino que cuando surge un perfil preparado y dispuesto a hacer las cosas bien, la envidia de quienes hacen las cosas mal y la desconfianza del público general se encarga de opacar ese acenso. Justos pagando por pecadores y así el cuento de nunca acabar… o, aprendamos a observar y analizar antes de criticar y opinar.

4. Porque nos gusta que nos digan qué hacer.
Lamentablemente, este rasgo se puede trazar desde nuestro sistema educativo. Nos enseñan a seguir órdenes y ponernos límites que muchas veces están por debajo de nuestra capacidades reales. Lo peor de todo esto es que no solo nos subestimamos, sino que tomamos una actitud pasiva y nos deslindamos de nuestras responsabilidades, ya que estamos esperando a que ese líder mesiánico nos diga qué hacer, y nosotros contestarles “Sí, Lic.” “Sí, Inge” “Sí, señor presidente”.

Nos falta agudizar nuestro sentido crítico, y entender que la participación ciudadana va más allá de ir a votar o de ningunear a un político en las redes sociales, sino de vigilar, exigir e incluso trabajar en conjunto con ellos para que salgan adelante los proyectos que apoyen al bien común.

5.Por que nuestras instituciones son débiles.
Desde las electorales hasta las de procuración de justicia y de derecho… el común denominador de las instituciones en nuestro país es que la mayoría se doblegan ante los intereses de ciertas élites. Como consecuencia, se crea un ecosistema ideal para que lleguen al poder antes y más rápido personas incapaces pero picudas, que las capaces pero rectas. Fortaleciendo nuestras instituciones podemos evitar tener malos liderazgos, o liderazgos interesados solo en su beneficio (y en el del padrino que los llevó al poder).

6. Por que nos falta madurar nuestra participación ciudadana.
Si bien, es digno de reconocerse que en los últimos años se ha visto un aumento en la participación ciudadana, esto para nada es suficiente. Nos falta agudizar nuestro sentido crítico, y entender que la participación ciudadana va más allá de ir a votar o de ningunear a un político en las redes sociales, sino de vigilar, exigir e incluso trabajar en conjunto con ellos para que salgan adelante los proyectos que apoyen al bien común.

Como mencionaba, estos no son los únicos factores que influyen en el surgimiento de una figura como Justin Trudeau. E incluso me gustaría resaltar que es muy válido no compartir la idea de que el Primer Ministro canadiense es una figura política la cual debemos aspirar tener. Más bien, el objetivo de este ejercicio es invitarlos a la reflexión que es posible divorciarnos de la idea de que impera sobre el político como un ser egoísta, corrupto y vergonzoso; y por el contrario, sí podemos tener algo diferente, alguien a quien respetar, y que nos motive a trabajar en conjunto, siempre y cuando permitamos que las condiciones se den.

Por que lo merecemos.

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Política: mucho de qué hablar, mucho más por hacer

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Una de las realidades de este país es la siguiente: se habla mucho de la política, pero se hace poco para cambiarla. Pocos son los que pasan de las palabras a las acciones. Los temas más polémicos de hoy en día parecen ser sencillos cuando hablamos y discutimos sobre estos; además uno sólo escucha quejas y reclamos mediante los cuales no muchos logran analizar objetivamente lo que está sucediendo alrededor.

Un comentario que compartió hace unos días una compañera de clase me hizo reflexionar mucho: “Es increíble la cantidad de leyes que existen y lo poco que le importan a las personas”, —dijo. En parte, lo anterior nos pone a pensar en la cantidad de gente que se toma enserio las leyes, y no hablemos sólo de los ciudadanos, sino de la autoridad misma, que se dice ser “fiel a la ley”. Es interesante analizar este comentario y preguntarnos ¿De verdad yo como ciudadano estoy interesado en lo que me rodea? ¿Conozco y respeto la ley, o prefiero quedarme en la ignorancia y seguir viviendo en una burbuja de cristal?

¿Qué más tiene que suceder para que la ciudadanía crea que tiene voz en las decisiones de gobierno? ¿Qué otra tragedia debemos enfrentar como país para que nos demos cuenta de que el cambio depende de nosotros y no solo de los políticos?

La historia de México está llena de héroes y batallas, donde la sociedad salía a las calles, ejercía sus derechos y alzaba la voz. Veo con tristeza el que hoy en día solamente una minoría sea la que protesta y trata de hacer vigentes sus derechos. Desgraciadamente este grupo es solo eso, una minoría. Ante esto frecuentemente me pregunto: ¿Qué más tiene que suceder para que la ciudadanía crea que tiene voz en las decisiones de gobierno? ¿Qué otra tragedia debemos enfrentar como país para que nos demos cuenta de que el cambio depende de nosotros y no solo de los políticos?

¿De verdad yo como ciudadano estoy interesado en lo que me rodea? ¿Conozco y respeto la ley, o prefiero quedarme en la ignorancia y seguir viviendo en una burbuja de cristal?

Me encuentro inconforme con la situación que ocurre en mi estado y en mi país. Las actitudes que uno toma como ciudadano van de la mano con las acciones que las autoridades realizan; si alguien coopera para que estas actividades perjudiquen al bien común no debería estar inconforme. Si uno mismo no realiza su labor como ciudadano, poco podemos esperar de las autoridades. En otras palabras, la situación de Nuevo León —y la de México en general— no pude atribuirse únicamente a las autoridades, sino también a los ciudadanos que no usan su voz. Por ende, es necesario estar informado sobre las situaciones que el estado enfrenta hoy en día.

Me gustaría llegar a pensar que la falta de apoyo por parte de la ciudadanía tiene una fecha de caducidad. Toda esta controversia es generada por la falta de interés que existe en mí alrededor hacia temas de política, la cual nos abarca y nos pertenece a todos. Finalmente, le hago yo al lector la siguiente pregunta: ¿Qué harás hoy para combatir la ignorancia e impunidad que te rodea?

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Incongruencia política, Diputados aumentan Predial en Nuevo León

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Incongruencia política monumental, la que demuestran los diputados del Congreso de Nuevo León, que con tanta enjundia y convicción lucharon por eliminar totalmente el pago de tenencia el primer año, echar abajo la verificación vehicular a pesar de la grave situación ambiental de Nuevo León (al grado de que algunos salieron a las calles a pegar calcomanías en los coches oponiéndose a la medida), entre otros medios de ingreso para el Gobierno del Estado que tacharon de “recaudatorios”, y que por otro lado decidieron aprobar sin problema alguno, y prácticamente sin debate, aumentos a los valores catastrales de algunos municipios que implicarían un aumento sustancial en el pago de los impuestos del contribuyente neoleonés, como es el caso específico del Predial.

Vaya sorpresa que se llevarán los ciudadanos de Monterrey, San Pedro, Apodaca, Santa Catarina, Escobedo y San Nicolás que pensaban que los Diputados (y Ayuntamientos) estaban genuinamente preocupados por la cantidad de impuestos que pagaban, pues con una mano se rasgan las vestiduras por una verificación vehicular de 450 pesos (que aún estaba abierto a considerarse un subsidio u otros apoyos), y con otra aumentan el costo del Impuesto Predial hasta en un 30%. Si bien la primera tenía una finalidad ambiental y repercutía en los propietarios de automóviles, la segunda no tiene finalidad más que recaudar y repercute en TODA la población; parejo.

Esta incongruencia que para algunos puede no quedar muy claro al hacer cosas diametralmente distintas, puede explicarse con lo sucedido el 7 de junio del año pasado: Perdieron la elección y con ello, el control de las arcas del Gobierno Estatal.

Esta incongruencia que para algunos puede no quedar muy claro al hacer cosas diametralmente distintas, puede explicarse con lo sucedido el 7 de junio del año pasado: perdieron la elección y con ello, el control de las arcas del Gobierno Estatal. Pero la elección no fue una derrota total, pues 50 de los 51 municipios aún conservan gobiernos de mayoría partidista. Si bien antes de la ola independiente los partidos controlaban todo el dinero público, ahora solo administran los recursos municipales y, por ende, están actuando de conformidad.

Si bien la estrategia de regocijarse en los municipios tras su derrota electoral podrá funcionarles, la pregunta es: Al paso en declive que van los partidos políticos, ¿para dónde se van a hacer en 2018 cuando además de haber perdido la gubernatura, pierdan ahora a los municipios?

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¿Dónde están las mujeres?

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Recientemente, la revista TIME reveló la lista de las 100 personas más influyentes del año 2015. Esta lista la encabeza una mujer: Angela Merkel. El nombramiento de Angela como la personalidad más influyente se convirtió en gran noticia pues es la 4ta. mujer reconocida individualmente con este título, a pesar de que existe el reconocimiento desde el año de 1927. Revisando la lista histórica de galardonados me doy cuenta que han predominado principalmente los presidentes de Estados Unidos de América y otros distinguidos hombres; esto llevó a preguntarme: ¿dónde están las mujeres?

Me respondo que la ausencia de las mujeres quizá sea consecuencia de que antes del año de 1999 se reconocía al Man of the Year, y que hasta que se cambió por Person of the Year, este reconocimiento se volvió inclusivo. Después me quedo pensando que en muchas ocasiones el título se ha otorgado a los presidentes. Revisando el número de mujeres que han alcanzado ese puesto a nivel internacional, resulta fácil entender la ausencia de mujeres designadas como persona del año.

ONU Mujeres indica que hasta Agosto de 2015, de los 193 Estados miembros, sólo en 13 Estados mujeres ocupan el cargo de Jefas de Estado, y en otros 12 se desempeñaban como Jefas de Gobierno.

ONU Mujeres indica que hasta Agosto de 2015, de los 193 Estados miembros, sólo en 13 Estados mujeres ocupan el cargo de Jefas de Estado, y en otros 12 se desempeñaban como Jefas de Gobierno (estas cifran han cambiado ligeramente ahora que Cristina Fernández ha dejado el poder en Argentina y que Bidhya Devi Bhandari llegara al poder en Nepal).

Buscando una explicación a estas cifras tan bajas, concluyo que esto se debe a la participación desigual de mujeres en la esfera política y a la connotación masculina que la política exterior y las relaciones internacionales siempre han tenido. J. Ann Tickner describe a la política exterior y a las relaciones internacionales como un mundo de hombres. Un mundo donde los asuntos de las mujeres han sido poco visibilizados y las mujeres han sido insuficientemente representadas. La alta política y las relaciones internacionales, en su esencia, se asocian con la “masculinidad”, lo que ha hecho que cualitativa y cuantitativamente éste sea un espacio no competitivo para la mujer.

En la alta política, se aprecian valores que son considerados “masculinos” como fortaleza, poder, autonomía, independencia y racionalidad; valores que no son asociados con las mujeres.

En la alta política, se aprecian valores que son considerados “masculinos” como fortaleza, poder, autonomía, independencia y racionalidad; valores que no son asociados con las mujeres, que suelen ser catalogadas como conciliadoras, frágiles e ingenuas. Esto lleva a la discriminación de género en la política y el sexismo de los medios de comunicación.

Podemos apreciar la discriminación de género en la política más allá de las cifras, que son evidentes, en los puestos de alto rango que las mujeres alcanzan. Suelen asignársele a las mujeres puestos en áreas de desarrollo social, salud, educación y turismo; poco en áreas de defensa y seguridad, materia económica, asuntos legales; espacios con mayor peso en la toma de decisiones políticas.

El sexismo de los medios de comunicación es evidente al analizar el contenido de las noticias que se emiten de las mujeres en el poder. Cuando hay mujeres líderes en la política, como en su tiempo fue Margaret Thatcher o ahora Angela Merkel, se les califica como bossies, bitches y se dice que actúan como hombres, porque rompen con el paradigma de lo que “debería ser y hacer” una mujer. A estas mujeres se les critica severamente y se les describe erróneamente. El sexismo en los medios resulta indignante, ¿qué tan constante se califica a un hombre como bossy o se le dice que tiene corazón de hielo por tomar una decisión política o emitir una declaración?; acusaciones con las que Thatcher lidió, y Merkel lidia.

Me percato que los medios no juzgan igual a un hombre que a una mujer en un alto mando. Esto me lleva a pensar de que otra forma se desvalora a las mujeres en la política y se me ocurre en la vestimenta. ¿Cuándo se ha hablado tanto de la vestimenta de un presidente hombre? Haciendo un ejercicio rápido, para confirmar el sexismo de los medios, decidí hacer una búsqueda rápida en Google con “Angela Merkel’s outfits”. Puedes encontrar hasta artículos de la BBC, Wall Street Journal o Forbes; criticando su vestimenta, los resultados de búsqueda son bastos. Al hacer el mismo ejercicio con Barack Obama (“Barack Obama’s outfits”), encontrarás algunos links de blogs o tabloides a partir del séptimo resultado encontrarás referencias a la vestimenta de Michelle Obama y sus hijas, no más de él.

Una mujer que se inserta a la vida política se ve en la necesidad de combatir más obstáculos, soportar críticas sexistas y romper paradigmas sociales para ser reconocida por su trabajo.

Es un claro ejemplo de que los medios de comunicación son sexistas, pero también la sociedad. No se juzga igual a una mujer que a un hombre en la política, se aprecian diferente los mismos valores y atributos de su personalidad. La mujer en la esfera internacional y en la política sigue sin ser reconocida como igual. Una mujer que se inserta a la vida política se ve en la necesidad de combatir más obstáculos, soportar críticas sexistas y romper paradigmas sociales para ser reconocida por su trabajo.

Regreso al título de persona del año, que se otorga en reconocimiento a la(s) persona(s) que tuvo gran influencia en la esfera internacional y tuvo gran efecto en las noticias del año. Entonces, el nombramiento de Angela más allá de ser inconcebible por el hecho de ser mujer, es todo lo contrario; su nombramiento como persona del año no es más que justo y en cierto punto lógico. Angela Merkel es mujer, pero también es canciller de Alemania, voz de Europa y líder de la escena internacional por más de diez años. Aspiro a que veamos muchas más mujeres reconocidas como personas del año y electas en la alta política.

Si hemos permitido que miles de hombres hayan llegado y se hayan equivocado, ¿por qué no podemos permitir que una mujer se equivoque o que nos demuestre lo contrario? Esto no es decir, que hay que elegir a mujeres por el hecho de ser mujeres, sólo hay que darles la de oportunidad de llegar, juzgarlas como a cualquier hombre y de confiar en su preparación más allá de su sexo.

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Juicio justo e imparcial a Arturo Escobar

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Hace ya aproximadamente siete meses, lancé una petición en la plataforma Change.org para exigir al Consejo General del Instituto Nacional Electoral que le retirara el registro al Partido Verde Ecologista de México por las graves y sistemáticas violaciones a la normatividad electoral. Recibí el importante apoyo de más de 165,000 mexicanos de todas partes de la República que, al igual que yo, están hartos y cansados de la impunidad.

Para la difusión de la petición digital y para la elaboración de la petición formal ante el INE, recibí la invaluable ayuda de la Sen. Martha Tagle, del Dr. Alfredo Figueroa, del Dr. Sergio Aguayo, del Dr. Eduardo Huchim, de la Lic. Paulina Arriaga, del Lic. Carlos Brito, del Lic. Genaro Lozano, del Lic. Alberto Serdán, del Lic. Alfredo Lecona, entre otros muchos expertos que supieron elaborar un impecable escrito para la solicitud formal.

Apelamos la decisión ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quien desde hace aproximadamente tres meses no ha siquiera abierto el expediente para estudiarlo.

Lamentablemente, la solicitud fue resuelta en sentido negativo por el INE. Esto denotó parcialidad y subordinación con el Gobierno Federal, puesto que pruebas abundaban y argumentos sobraban. Además de que no supieron fundamentar y motivar satisfactoriamente su decisión. Por ello, apelamos la decisión ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quien desde hace aproximadamente tres meses no ha siquiera abierto el expediente para estudiarlo.

A la par de esta situación, se estaba realizando una investigación en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales en contra del hasta hace cuatro días Subsecretario de Prevención del Delito, Arturo Escobar, por la firma de contratos ilícitos, en su calidad de representante del PVEM, para la compra y entrega de tarjetas denominadas “Premia Platino” con el fin de atraer votos.

Santiago Nieto, titular de la FEPADE, expresó:

“Recibí la instrucción de la Procuradora General de la República de que actúe con absoluta imparcialidad. Mi ejercicio no es contra el partido político, sino contra las personas físicas que han incurrido en una conducta delictiva; buscamos mandar un mensaje, con independencia, de quiénes son los sujetos activos.”

Con base en la investigación de la FEPADE y las pruebas que tienen, la PGR solicitó a un juez federal que gire una orden de aprehensión contra el ahora ex funcionario de la Secretaría de Gobernación y ex vocero del PVEM.

Con base en la investigación de la FEPADE y las pruebas que tienen, la PGR solicitó a un juez federal que gire una orden de aprehensión contra el ahora ex funcionario de la Secretaría de Gobernación y ex vocero del PVEM. El juez tiene un plazo de diez días para dictar o no dictar la orden, el cual vence el cinco de diciembre.

El PVEM ha respaldado enérgica y públicamente a su ex vocero. Parece ser que Arturo Escobar no es más que el “chivo expiatorio” del Gobierno Federal. ¿Qué quiere decir esto? Que seguramente los de arriba decidieron rodar su cabeza para recuperar algo de credibilidad en la ciudadanía.

Eso no significa que vamos a prescindir de exigir que se lleve a cabo un juicio justo, con un juez imparcial, para procesar y, de ser probada en juicio su culpabilidad, para condenar a Arturo Escobar por ser un delincuente electoral.

Muchos ciudadanos nos damos cuenta de esto, no nos engañan. Pero eso no significa que vamos a prescindir de exigir que se lleve a cabo un juicio justo, con un juez imparcial, para procesar y, de ser probada en juicio su culpabilidad, para condenar a Arturo Escobar por ser un delincuente electoral.

Ante esta situación, la asociación civil llamada Cauce Ciudadano ha iniciado una petición en Change.org en la que exige a la FEPADE y a la PGR que hagan su trabajo. Nada más. Y cito:

“Es hora de que como ciudadanas y ciudadanos exijamos nuevamente a las autoridades que hagan lo que tienen que hacer: un expediente impecable por parte de la FEPADE, para que las pruebas sean sólidas, y un juez autónomo del poder político para tener un juicio totalmente justo, para que no ocurra como en otros casos (como el caso Cassez) que por un pésimo actuar de las autoridades la verdad nunca salió a la luz.”

Me uno a esta petición de Cauce Ciudadano, e invito a quienes también estén cansados y hartos de la impunidad y de la simulación, que apoyen su petición con su firma. Link: change.org/p/juicio-a-arturo-escobar-por-delitos-electorales-snietocastillo-arelygomezglz

Asimismo, invito a Cauce Ciudadano y a los mexicanos que no se han unido aún a continuar la exigencia de que #QuitenRegistroAlVerde. Las investigaciones por delitos electorales en contra de su entonces representante legal demuestran que sí hubieron graves y sistemáticas violaciones a la ley.

Invito a Cauce Ciudadano y a los mexicanos que no se han unido aún a continuar la exigencia de que #QuitenRegistroAlVerde.

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Política y Espiritualidad: una intersección a explorar

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Pense ta vie. Vis ta pensée”.
(Piensa tu vida. Vive tu pensamiento.)
– Jean Luc Lieval

Es con profunda gratitud a mi amigo Luis Garnica y a su equipo en Altavoz que inicio con este texto una serie de reflexiones en torno a la política como un territorio de transformación social, invariablemente ligado al proceso de desarrollo humano de todos nosotros, como individuos y comunidades que, con cada acción, interacción y decisión, forjamos el destino, carácter y cultura de nuestra polis.

Reconozco en el reciente nacimiento de Altavoz un acto ciudadano valiente con ánimos de mejorar la construcción de la democracia en Nuevo León.

Reconozco en el reciente nacimiento de Altavoz un acto ciudadano valiente con ánimos de mejorar la construcción de la democracia en Nuevo León. Son estos mismos ánimos los que me llevan a explorar la intersección entre dos territorios de aprendizaje que, dentro de nuestros paradigmas tradicionales de pensamiento, solemos mantener distantes entre sí: el sendero de la espiritualidad, como palanca de desarrollo individual, y el campo de la política, como territorio donde se acuerdan las pautas de nuestra convivencia social.

¿Es deseable acortar la distancia entre ambas esferas, “espiritualizando la práctica política, y politizando la práctica espiritual”?

¿Qué relación pueden tener la espiritualidad y la política? ¿De dónde nace la idea de pensar esta relación y hacer de ese inesperado encuentro un camino de prácticas que pueden orientar nuestro quehacer ciudadano y hacernos ver la realidad con otros ojos? Seamos estudiantes o empresarios, artistas, académicos o funcionarios públicos, deportistas, formadores de familia o trabajadores sindicalizados, ¿a qué lugar nos puede conducir el reconocimiento y el desarrollo de nuestra espiritualidad como agentes políticos de transformación social? ¿A qué me refiero con espiritualidad y con política? ¿A quiénes tengo como referencia en esta exploración teórica-práctica? ¿Qué puede aportarnos la integración de esos mundos y qué síntomas tenemos hoy en día de su creciente unicidad? ¿Es deseable acortar la distancia entre ambas esferas, “espiritualizando la práctica política, y politizando la práctica espiritual”? ¿Qué riesgos, costos y ganancias traería a nuestro proceso de transición democrática? Y, sobre todo, —la pregunta del millón—, ¿cómo hacerlo dadas las condiciones actuales de nuestro México y nuestro Mundo?

A todas luces, múltiples son los ángulos de entrada a estas inacabables interrogantes. Múltiples también los debates, las polémicas y los cursos de acción. Varios quizás también los legítimos cuestionamientos a estos planteamientos poco ortodoxos y escasamente presentes en los medios y la agenda pública de nuestro país.

Sin dejar de celebrar la creciente apertura a pensar relaciones inusitadas y escuchar voces respetadas que llaman a repensar nuestra política desde nuevos paradigmas, me atrevo a confesar —muy en línea con la enseñanza de Jean Luc Lieval, mi profesor de filosofía en el último año de la preparatoria—, que el camino que recorro con este proyecto es también una vía de sanación personal. Es un acto que nace al tocar el espacio de mi integridad interior.

Es en esa sabiduría, como fuente posible para la toma de decisión política, que yacen interesantes puertas para la construcción de un paradigma de política de alta conciencia.

Siendo hijo de múltiples luces y sombras del mundo gubernmental, donde el Estado ha sido becario de mi educación preparatoria y universitaria, y varias figuras ancestrales están vinculadas al oficio del servicio público, me siento heredero de una tradición que ve en los asuntos públicos un llamado personal. Por otro lado, he vivido distintas experiencias espirituales que me han dado la convicción de que la esencia, naturaleza e identidad más real, verdadera y profunda del ser humano es ANANDA —dicha— con sus múltipes facetas, como son el Amor, la Alegría, el Contentamiento y la Paz. La experiencia directa de estas virtudes está a la mano de cualquier ser humano, y son expresiones de las cualidades de nuestro Ser esencial. En la capacidad de cualquier ser humano para aprender a reconocer y acceder a ese estado de plenitud florece también su sabiduría. Y es en esa sabiduría, como fuente posible para la toma de decisión política, que yacen interesantes puertas para la construcción de un paradigma de política de alta conciencia.

Infinitos son los territorios de inspiración, acción y compartir entre nosotros. Para Nuevo León y para Oaxaca. Para la Ciudad de México y para Siria. Francia, Australia, Colombia y los Estados Unidos. Gracias nuevamente a Altavoz por abrir este foro de reflexión que nos permite tomar iniciativas de cambio para sanar las heridas sociales de nuestro México y restituir la dignidad de nuestro ser como ciudadanos activos y conscientes que reclaman el desarrollo de su máximo potencial.

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En la política y en la cancha

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En los periódicos abundan las notas con referencias a la política y la economía. Abundan las notas sobre cómo el país (dependiendo el caso) se desploma y sobre cómo las problemáticas globales tienen relevancia en nuestro contexto actual. Sin embargo, y a pesar de que los principales actores en las noticias suelen ser políticos, secretarios, empresarios y activistas, hay otros actores que, aunque no los tomamos en cuenta con frecuencia, tienen una influencia mucho más trascendente en nuestras vidas: los deportistas.

Si nos ponemos a pensar, la vida de un deportista profesional realmente podría tener el mismo impacto en la vida de un individuo, que una decisión política. ¿Y por qué? Porque la industria del entretenimiento deportivo genera más expectativa en la vida de las personas que lo que la vida política de un país puede hacerlo. ¿Por qué? Porque los deportistas despiertan emociones en las personas que, con mucha seriedad puedo decir, el contexto político no puede hacer. Sin embargo, me parece que la combinación de ambas prácticas hace una estupenda combinación.

¿Cómo explicar que México fue el primer país a nivel mundial que albergó la Copa Mundial de la FIFA por dos ocasiones, pero nuestro combinado nacional jamás ha logrado trascender de manera importante en esta competición?

El documental Ilusión Nacional de Olallo Rubio hace este vínculo y presenta la historia de la Selección Mexicana de Fútbol desde su origen y pone en contraste cómo el fútbol ha sido una herramienta de uso político para lograr objetivos y para atraer (o alejar) a la población en torno a una situación de índole nacional. ¿Cómo explicar que México fue el primer país a nivel mundial que albergó la Copa Mundial de la FIFA por dos ocasiones, pero nuestro combinado nacional jamás ha logrado trascender de manera importante en esta competición? Espero que para este punto las preguntas comiencen a surgir en el pensamiento de muchos.

¿Por qué suspendemos nuestras actividades académicas y laborales cada que juega la Selección Mexicana en el mundial?

¿Por qué el Presidente de la República se despide de los jugadores de fútbol en una ceremonia protocolaria que se transmite en los noticieros más importantes del país cada vez que el equipo sale a disputar la justa mundialista? ¿Por qué el Presidente de la República se refiere a los jugadores de la misma manera que probablemente se podría referir a su ejército? ¿Por qué suspendemos nuestras actividades académicas y laborales cada que juega la Selección Mexicana en el mundial?

Seguramente esto sucede porque los federativos —y el gobierno— saben que este pueblo mexicano sigue teniendo la esperanza de trascender en la competición; o saben que los mexicanos queremos triunfar y sobreponernos ante toda situación, o que los mexicanos queremos sentirnos orgullosos de formar parte de una estadística positiva que no hable sobre lo corruptos que somos, lo poco transparente que es nuestro sistema de rendición de cuentas, o que nuevamente estamos en la parte baja de cualquier estadística de la OCDE.

Casos como el de Diego Maradona, Pelé, Zlatan Ibrahimović, Didier Drogba o Samuel Eto’o lo avalan. Sobre los hombros de estos hombres ha descansado, al menos en alguna situación de la historia, todo el peso y la imagen de un país.

¿Qué pasará por la cabeza de los futbolistas? ¿Estarán conscientes sobre todo el poder que tienen en sus botines? ¿Se darán cuenta de que la población entera los ve como héroes y líderes? Lo curioso —por darle algún adjetivo— es que el endiosamiento hacia ellos como figuras públicas se replica en todo el mundo. Casos como el de Diego Maradona, Pelé, Zlatan Ibrahimović, Didier Drogba o Samuel Eto’o lo avalan. Sobre los hombros de estos hombres ha descansado, al menos en alguna situación de la historia, todo el peso y la imagen de un país. Las voces de estos individuos mueven a la población de maneras en que muchos líderes políticos ya quisieran hacer. Sus hazañas deportivas se comparan con las hazañas de los revolucionarios más entrañables de sus países, ganándose toda la autoridad moral de un pueblo que simplemente ama el fútbol, ¿o es que acaso hemos olvidado que el Papa Francisco, en más de una ocasión, ha recibido como regalos las camisetas del uniforme de varios equipos del mundo?

La próxima vez que escuchemos a alguien decir que el fútbol es sólo un deporte, hagamos la corrección: el fútbol, además de ser el deporte más popular del mundo, es pasión, entrega, coraje, ilusión, y una herramienta de uso estratégico a la que los actores políticos de hoy recurren. Aprendamos a distinguir los usos que tiene el deporte en nuestro día a día y hagámonos conscientes de cómo nuestras administraciones buscan influir en nosotros a través de muchos canales. No nos debe de sorprender que esta actitud se haya materializado en la victoria de Cuauhtémoc Blanco como presidente municipal de Cuernavaca o que veamos a Paola Longoria y a Antonio de Valdés fomentando que nos vacunemos contra la influenza. Señoras y señores, como siempre acostumbro a decir, “en política no hay nada que no esté planeado”.

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LA ERA DE LAS MUJERES

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En 2014, en México había casi 120 millones de personas: 51.2% mujeres y 48.8% hombres (CONAPO). De las más de 60 millones que son en México el 47% se dedica al trabajo doméstico, esa es la situación en grandes números del papel que juegan las mujeres en la era actual.

Estamos en un país hecho para los hombres, un sistema educativo que instruye para que la mujer tenga la “maravillosa” y única función de cuidar la casa, mantenerla ordenada y dedicar su atención a la familia. Hasta hace poco lograron su derecho al voto, y en los últimos años han demostrado que son igual o más capaces que nosotros de realizar acuerdos políticos, negocios con transnacionales o dirigir cualquier organización.

Las mujeres sufren del lenguaje sexista, de la discriminación de género y del poco equilibrio laboral que se les ha otorgado, y aun así persisten en su derecho a competir.

La era de las mujeres ha llegado, y esto me encanta. Mujeres capaces de construir imperios en los negocios, emprendedoras sociales con el tacto suficiente para solidificar proyectos e incluso tan hábiles para lograr escalar montañas en el sistema político de México. Como hombre me encanta, porque soy un fiel admirador de la inteligencia natural de la mujer, de su capacidad para ser extremamente sensible y de usar esa misma sensibilidad para comandar los sectores más importantes del país, donde se toman decisiones.

En negocios sabemos que la experiencia es sinónimo de obstáculos satisfactoriamente superados, de problemas efectivamente resueltos y sobretodo de la fortaleza para sobreponerse a circunstancias adversas. ¿Hay alguien más calificado entonces para ocupar estos puestos? Las mujeres sufren del lenguaje sexista, de la discriminación de género y del poco equilibrio laboral que se les ha otorgado, y aun así persisten en su derecho a competir.

Como hombre me siento obligado a usar pluma y escribir en favor de su lucha. No por tener beneficios superiores sino porque la arena de lucha tenga igualdad de oportunidades, en las mismas circunstancias y con los mismos recursos.

Como hombre me siento obligado a usar pluma y escribir en favor de su lucha. No por tener beneficios superiores sino porque la arena de lucha tenga igualdad de oportunidades, en las mismas circunstancias y con los mismos recursos. Vaya, también lo hago porque sé lo que pueden, y desde ya aportan al crecimiento de este país que tanto amo.

En México tres de cada cinco pequeñas y medianas empresas que se abren (recordando que esta es la fuente principal de empleo en el país) son lideradas por mujeres. Se ocupan de temas de especial relevancia como el sector educativo y de salud en un 78% de ellas. Son, además, las que tienen un grado superior de preparación que los hombres de este país.

Para que este país crezca deberá entender primero que en nuestro equipo necesitamos, urgentemente, uno de los miembros más capaces del planeta: la mujer. No por hacerles un favor sino por hacernos el favor a nosotros mismos.

Para que este país crezca deberá entender primero que en nuestro equipo necesitamos, urgentemente, uno de los miembros más capaces del planeta: la mujer. No por hacerles un favor sino por hacernos el favor a nosotros mismos.

Con afecto, un hombre que se ha desarrollado gracias a la inteligencia y habilidad de dos mujeres.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Las 5 estrategias del boxeo para la política

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Un combate se gana o se pierde muy lejos de testigos: en el gimnasio, mucho antes de bailar bajo las luces.
Muhammad Alí

La indignación deportiva ha invadido mi corazón: México no ganó ni una medalla en el Mundial de Boxeo, que culminó hoy en Catar; y días antes vi fotografías de la Selección Mexicana de Boxeo pidiendo dinero en camiones y plazas públicas para poder asistir al evento. Nuestros campeones más prometedores—Joselito Velázquez, Lindolfo Delgado y Marvin Cabrera—fueron eliminados. Y cómo no iba a pasar esto, si un par de días antes no tenían asegurados los recursos para asistir a la competencia y dependieron de la generosidad de boxeadores profesionales para cubrir los gastos de su campamento de preparación. Hago este ejercicio de reflexión en defensa de la disciplina del boxeo pues, este deporte al que no se le asigna dinero suficiente de nuestros impuestos, puede aportar lecciones valiosas.

Funcionarios que acaban de tomar posesión de sus cargos (sí, ustedes gobernadores, alcaldes, jefes delegacionales, diputados federales y locales): suena la campana ¡ding, ding, ding! y como dice Michael Buffer: Let’s get ready to ruuuuumbleee!

Funcionarios que acaban de tomar posesión de sus cargos (sí, ustedes gobernadores, alcaldes, jefes delegacionales, diputados federales y locales): suena la campana ¡ding, ding, ding! y como dice Michael Buffer: Let’s get ready to ruuuuumbleee!

Nota: Si no les encanta el boxeo, agárrenle un poco de cariño porque se invirtieron al menos un millón de dólares de nuestro dinero en “la pelea del siglo” entre Manny Pacquiao y Floyd Mayweather. Aunque no lo crean, la Secretaría de Turismo de México ahora también patrocina eventos boxísticos internacionales. Mientras la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) argumenta la falta de recursos para apoyar a atletas en competencias internacionales, otras instituciones de gobierno invierten en eventos deportivos donde no hay mexicanos compitiendo. Qué paradoja ¿verdad?

TeamMexico

Bueno, regreso a nuestro tema porque esto de los recursos públicos puede ser muy frustrante.

Lecciones hay muchas, pero aquí propondré las 5 más necesarias. Aclaro: no quiero ver políticos tirándole upper cuts y ganchos al hígado a sus rivales. Me gustaría ver a profesionales tomándose sus cargos públicos y batallas políticas con disciplina, estrategia, honestidad y pasión. Intento pintarles a los mejores boxeadores profesionales—Pacquiao y Mayweather—no como seres infalibles, sino como guerreros que innovan constantemente y de los cuales hay mucho que aprender.

Round 1: conducirse con disciplina, y ser sancionados de no ser así
Contrario a lo que algunos piensan, en el boxeo no solo se requiere fuerza bruta sino una combinación de gracia, inteligencia y estrategia. El boxeo es el arte de adaptarse rápidamente e imponerse en un marco de reglas fijas. Es un deporte donde la responsabilidad de cumplir con las reglas es individual. Los peleadores tienen un peso límite, pruebas antidoping en orina y sangre, y detalles específicos de vendaje y peso de guantes como requisito para subir al ring. Las consecuencias del mínimo incumplimiento pueden ser multas millonarias, suspensiones de meses o años del deporte y cancelación de peleas.

¿Se imaginan qué pasaría si los políticos cumplieran las reglas y recibieran sanciones ejemplares de no hacerlo, si se les exigiera disciplina y compromiso con su profesión?

Entre los boxeadores hay un respeto a la profesión. Por ejemplo, en 19 años de carrera Floyd Mayweather—considerado el mejor boxeador libra por libra—ha fallado en el límite de peso una sola vez: contra Juan Manuel Márquez en el 2009. Qué decir del compromiso y la disciplina con sus rutinas de entrenamiento. Correr diario, entrenar más de 8 horas continuas, estar en campamentos de concentración, respetar un régimen alimenticio estricto, no tomarse días libres en momentos estratégicos de preparación, etc.

¿Se imaginan qué pasaría si los políticos cumplieran las reglas y recibieran sanciones ejemplares de no hacerlo, si se les exigiera disciplina y compromiso con su profesión?

Round 2: rodearse de un equipo de verdaderos expertos
Mayweather y Pacquiao están rodeados del mejor talento disponible en cada área de expertise que requiere su profesión. Freddie Roach, entrenador de Pacquiao, ha sido nombrado entrenador del año en varias ocasiones y es reconocido por crear su propio equipo de entrenamiento para desarrollar fortalezas a partir de las debilidades de sus pupilos. Otro ejemplo es Alex Ariza—antiguo preparador físico de Pacquiao, hoy en las filas de Mayweather Promotions—quien es considerado de los mejores por promover la diversificación del trabajo muscular y diseñar entrenamientos acuáticos para propiciar la regeneración de articulaciones.

Como ven no todo es perfecto, en el boxeo como en la política también hay chapulines. Sin embargo, lo que no se puede perder de vista es que en la conformación del equipo hay un estándar claro de excelencia y de especialización.

¿Qué pasaría si nuestros políticos se rodearan de los mejores profesionales y no sólo de un séquito de compadrazgos que no tienen la preparación necesaria para hacer con excelencia el trabajo que requiere su cargo?

Round 3: ser sujeto de evaluación continua
La estrategia para enfrentar cada compromiso boxístico no proviene de ocurrencias. Todo, absolutamente todo, está basado en evidencia sólida y en el estudio cuidadoso del estilo del oponente y de nuevas tecnologías de entrenamiento. Recientemente Freddie Roach declaró que estudió 5 años a Mayweather para poder diseñar el entrenamiento de Pacquiao. Los objetivos alcanzados en cada contienda son resultado de procesos de aprendizaje constante. Una combinación de habilidades, práctica y tecnología que se monitorean y se rediseñan en cada periodo de entrenamiento.

¿Qué pasaría si nuestros políticos instauraran procesos serios de monitoreo y evaluación de desempeño, si utilizaran bien la tecnología para hacer mejor su trabajo?

¿Qué pasaría si nuestros políticos instauraran procesos serios de monitoreo y evaluación de desempeño, si utilizaran bien la tecnología para hacer mejor su trabajo?

Round 4: tener respeto por el público
Tanto Pacquiao como Mayweather vienen de infancias difíciles, llenas de carencias. El primero comenzó a boxear para llevar comida a su casa, y el segundo puso su atención en el boxeo para enfrentar el encarcelamiento de su padre por venta de drogas. Ambos han expresado abiertamente que, debido a lo que vivieron, quieren ser un ejemplo a seguir y que respetan a su público. En la última conferencia de prensa que dieron en Las Vegas agradecieron a sus seguidores por impulsar su carrera y tenerlos en la posición privilegiada en la que ahora están.

¿Qué pasaría si los políticos honraran a quienes votaron por ellos, si también quisieran ser un ejemplo, si entendieran que son empleados de los ciudadanos?

Round 5: hacer entrenamientos y pesajes públicos
Como entusiasta de la transparencia y la rendición de cuentas, todo lo que sea abierto al público es bienvenido. Más allá de la aglomeración de periodistas que producen los entrenamientos públicos, la señal valiosa que emiten es que los boxeadores quieren demostrar que están en forma y que van a llegar al combate con la mejor preparación física. Pasa lo mismo con los pesajes, todo el trámite se hace frente a cientos de periodistas, cámaras y promotores, sin nada que esconder.

¿Cómo ven políticos? ¿Quién se apunta a un entrenamiento intensivo de boxeo? ¿Quién se da a la tarea de asignar dinero suficiente a deportistas con mérito? ¿Quién se atreve a tomar las lecciones provenientes del boxeo y cambiar las reglas del juego actual?

¿Qué pasaría si todos los políticos fueran abiertos, si nos enseñaran públicamente sus pertenencias, intereses y números fiscales, si por ejemplo todos presentaran sus #3de3? (si no sabes qué es esto, puedes revisar el link porque es muy importante que sepas)

Es tanta la conexión entre las características y estrategias que requieren un boxeador y un político, que la combinación de ambas profesiones ya ha sido probada con éxito (por favor no piensen en Kahwagi porque ese es un mal ejemplo). El año pasado el campeón mundial Vitali Klitschko se retiró invicto del boxeo para ser electo como alcalde de Kiev, Ucrania en un momento de grandes tensiones políticas; y Emmanuel Pacquiao ha sido electo dos veces al Congreso de Filipinas.

¿Cómo ven políticos? ¿Quién se apunta a un entrenamiento intensivo de boxeo? ¿Quién se da a la tarea de asignar dinero suficiente a deportistas con mérito? ¿Quién se atreve a tomar las lecciones provenientes del boxeo y cambiar las reglas del juego actual?

**Gracias a Luis Macías Lam por contribuir a este texto y a Ángel Gutiérrez, entrenador de la Escuela de Boxeo Satélite Querétaro, por guiarme en mi amor por el boxeo.

*Perfil: Karina Sánchez es una geek de las políticas públicas, fan del boxeo, la música y la comida. Es maestra en administración pública y está obsesionada con lograr que las mejores ideas de gobierno se traduzcan en beneficios tangibles para las personas más vulnerables de México. Actualmente trabaja para Fundación Este País (@FundacionEP)

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”