El despertar de México

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El pasado domingo 5 de junio se llevó a cabo en nuestro país, México, una jornada electoral histórica, en la cual se eligieron, mil 819 cargos de elección popular, entre Gubernaturas, Alcaldes, Diputados locales y Asambleístas del Constituyente de la Ciudad de México. Destacan las gubernaturas de los 12 estados, en donde hubo algunas “sorpresas” para el partido oficial, el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Por lo anterior tenemos que realizar un breve análisis de lo que fue la participación ciudadana en la jornada electoral. La participación ciudadana o la posibilidad de participación ciudadana es la esencia de la democracia, que actualmente se ve exigida por una ciudadanía más consciente de sus derechos y obligaciones, plural y que busca presencia y participación activa en la formulación de soluciones para las problemáticas sociales. El político de hoy en día debe de modificar la estrategia de hacer política. Ya no se deben de convertir en personajes que salen a la calle para pedir el voto cuando son candidatos y posterior a la elección se transforman en personas inalcanzables para la sociedad y gobernantes solo para sus círculos cercanos o para beneficiar sus intereses partidistas.

El político de hoy en día debe de modificar la estrategia de hacer política. Ya no se deben de convertir en personajes que salen a la calle para pedir el voto cuando son candidatos y posterior a la elección se transforman en personas inalcanzables para la sociedad y gobernantes solo para sus círculos cercanos o para beneficiar sus intereses partidistas.

El político que exige la sociedad debe de conocer los problemas de la sociedad cuando tiene el poder de la toma de decisiones, para que pueda elaborar políticas públicas que solucionen los problemas o prevengan ciertas problemáticas que se pueden presentar en la comunidad, el municipio o el estado y que vengan a fortalecer el desarrollo del país. Nuestros políticos tienen que entender que ya no somos una sociedad pasiva, que poco a poco, los mismos políticos nos convertido en una sociedad activa, porque nos hemos dado cuenta que no han hecho bien las cosas.

Las participación ciudadana marcó la diferencia en las votaciones del pasado 5 de junio, lo que es un mensaje para los actores políticos y sus partidos de que se tienen que reinventar, o de lo contario, tienden a la desaparición. El ciudadano, hace algunos años, castigaba al político y partidos políticos, no participando en las elecciones, y eso en vez de perjudicarlos los beneficiaba, porque ganaba con porcentajes menores en las urnas.

Las participación ciudadana marcó la diferencia en las votaciones del pasado 5 de junio, lo que es un mensaje para los actores políticos y sus partidos de que se tienen que reinventar, o de lo contario, tienden a la desaparición.

El voto es la herramienta para la sociedad de reconocer el trabajo de los gobernantes o recomponer el camino a través de la alternancia en el poder. Es muy importante recalcar que la democracia no es solamente ir a votar y elegir a nuestros gobernantes o representantes, con esa acción solo se inicia con la democracia, tenemos que participar en la toma de decisiones y exigir que nos rindan cuentas de los recursos públicos que manejan y que salen de nuestros bolsillos.

Karl Marx aseguraba que toda forma de gobierno hasta la época representaba a una clase dominante, y esa clase dominante desde mi particular punto de vista, debe de ser la sociedad civil organizada. El político debe entender que se hace política para buscar el bien común. Al parecer el país empieza a despertar y entender que los funcionarios públicos son trabajadores de quien los elige.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Intimidades Públicas: “Hasta pronto PRI, carta a los gobernantes”

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El pasado 5 de junio 12 estados de la república celebraron elecciones para elegir al que sería su próximo Gobernador. Los ciudadanos de Chihuahua, Tamaulipas, Durango, Sinaloa, Zacatecas, Aguascalientes, Veracruz, Tlaxcala, Oaxaca, Quintana Roo, Hidalgo y Puebla salieron a votar en esta importante elección que serviría como antesala de los comicios Presidenciales del 2018.

Los resultados son públicos, si bien el PREP no es considerado como un resultado oficial, en la mayoría de los casos existen ventajas suficientemente amplias para definir a un candidato ganador.

El PAN logró obtener la victoria en 7 estados, algunos de ellos donde nunca había existido la alternancia como es el caso de Tamaulipas, Veracruz y Quintana Roo. Mientras que el PRI logró la victoria en 5 de ellos, rescatando los estados de Sinaloa y Oaxaca que eran gobernados por el PAN-PRD.

El común denominador es el siguiente: existió la alternancia en los estados en los que el hartazgo de la ciudadanía era suficiente. En este sentido, pareciera que la victoria no es cuestión del perfil del candidato de uno u otro partido político, sino más bien un voto de castigo por el mal gobierno que imperó en muchos de éstos estados.

El común denominador es el siguiente: existió la alternancia en los estados en los que el hartazgo de la ciudadanía era suficiente. En este sentido, pareciera que la victoria no es cuestión del perfil del candidato de uno u otro partido político, sino más bien un voto de castigo por el mal gobierno que imperó en muchos de éstos estados.

El PRI fue el principal perjudicado por esto. La premisa de la democracia es clara: gobernar desgasta; pero desgasta más cuando gobiernas mal. Y eso fue lo que sucedió.

No hay forma de ocultar lo que se hizo mal por parte de los gobernantes en algunos estados como Veracruz, Chihuahua o incluso Quintana Roo. Tan es así, que la ciudadanía hizo lo propio y en forma de desprecio, emitió su voto hacia otra opción electoral con la esperanza de encontrar una forma de llevar mejor las cosas.

No hay forma de ocultar lo que se hizo mal por parte de los gobernantes en algunos estados como Veracruz, Chihuahua o incluso Quintana Roo. Tan es así, que la ciudadanía hizo lo propio y en forma de desprecio, emitió su voto hacia otra opción electoral con la esperanza de encontrar una forma de llevar mejor las cosas.

El mensaje por parte de la ciudadanía es claro: a quien gobierne mal, se le acabó la oportunidad. Esa es la realidad del siglo XXI, y aunque existan quienes no quieran aceptarlo, no se puede gobernar en este siglo como si aún fuera un partido hegemónico donde la pluralidad era ficticia.

Los partidos políticos tienen que repensar sus estrategias y formas de hacer política.

Sin duda, la pasada jornada electoral es una carta abierta a los políticos, y particularmente en esta ocasión a los priístas: si gobiernan bien se quedan, y si lo hacen mal, se van.

Espero y tomen nota al respecto.
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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Encuestas de Salida, Desastre Electoral

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Ayer oficialmente acabaron los comicios de este año en 13 estados de la República Mexicana y ahora no tardamos en saber de las impugnaciones en varias de las mismas elecciones. Pero vaya jornada electoral que tuvimos el domingo, un desastre electoral donde tuvimos más de 20 nuevos gobernadores, tragedia para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), victoria para el Partido Acción Nacional (PAN) y un Morena que crece, pero no a las dimensiones esperadas.

Tan sólo marcaron las 6 de la tarde del domingo y todos los candidatos a la gubernatura de diversos estados y partidos políticos se declararon ganadores de las contiendas electorales, ¿su base para decir eso? Las famosas encuestas de salida que varios medios de comunicación compartieron al filo de la hora que cerraron las casillas. Nunca antes, en mi corta vida, había visto tal desastre electoral motivado 100% por los mismos candidatos, la pregunta es ¿qué fue lo que sucedió?

Elección tras elección hemos visto como las encuestas han sido mecanismos manipulados por medios de comunicación y casas encuestadoras que se prestan a los juegos políticos de los partidos. El domingo las encuestas de salida marcaban resultados que resultaron en varios casos 0% acertados. Por ejemplo en Veracruz se marcaba como ganador al candidato del PRI, Héctor Yunes, para más tarde saber que el verdadero ganador había sido el candidato del PAN, Miguel Ángel Yunes.

Elección tras elección hemos visto como las encuestas han sido mecanismos manipulados por medios de comunicación y casas encuestadoras que se prestan a los juegos políticos de los partidos. El domingo las encuestas de salida marcaban resultados que resultaron en varios casos 0% acertados.

Tras el desastre de las encuestas de salida, los institutos estatales electorales no mejoraron la situación, ya que en casos como en Quintana Roo el computo comenzó pasadas las 10 de la noche, cuando en realidad debería de haber comenzado a las 8 P.M. Los demás sistema de PREP tuvieron serias fallas técnicas y hasta uno podía ver en redes sociales como se comenzaba a cuestionar la legitimidad de las elecciones, hubo quien se atrevió hasta a decir que se había caído el “sistema” recordando el lamentable incidente en la elección de 1988.

En general hubo una falta de responsabilidad de los candidatos al autoproclamarse ganadores de las elecciones sin tener la más mínima idea de hacia donde se perfilaban los resultados. Claramente se necesitan mejores controles para evitar incidentes como los de hace dos días, ya que en el 2018 puede llevar a serios conflictos post electorales que nos lleven a un escenario parecido al que tuvimos en la elección presidencial del 2006.

Pero bueno, yendo a los resultados, fue la noche triste para el PRI. Aunque en algún momento el Presidente Nacional de este partido dijo que ganarían 9 estados, la realidad fue otra, soló ganaron 5 entidades, pero perdieron importantes bastiones como lo son Veracruz, Quintana Roo, Tamaulipas y Chihuahua. Un duro golpe para el partido que creía que iba a tener un 5 de junio lleno de éxitos. Aunque suene exagerado, los cuestionamientos de la permanencia de Beltrones comienzan a sonar duro en el mundo político, una salida de este tipo acabaría con las aspiraciones presidenciales del sonorense.

En general hubo una falta de responsabilidad de los candidatos al autoproclamarse ganadores de las elecciones sin tener la más mínima idea de hacia donde se perfilaban los resultados. Claramente se necesitan mejores controles para evitar incidentes como los de hace dos días, ya que en el 2018 puede llevar a serios conflictos post electorales que nos lleven a un escenario parecido al que tuvimos en la elección presidencial del 2006.

El ganador fue el PAN y su alianza en algunos estados con el PRD, que vio la luz con esta alianza. Acción Nacional le quitó los estados clave al PRI, adicionalmente mantuvo Puebla, lo que coloca al actual gobernador, Rafael Moreno Ovalle, en una muy buena posición para el 2018. El PAN junto con el PRD en algunos estados gana, por el voto de castigo, el hartazgo de malos gobiernos y tendrá ahora en adelante el trabajo de hacer buen gobierno y marcar la diferencia para que realmente este cambio surta efecto en el 2018.

Morena es el partido que crece y crece en cada elección, aunque no concretó ninguna gubernatura como se esperaba, logro obtener dos tercer lugares, un segundo lugar y ganar en la Ciudad de México en la conformación de la Asamblea Constituyente. Con estos resultados le arrebato la posición de tercera fuerza política al PRD. Aunque críticos creen que este partido desacelero su paso, debido a que no gano ninguna gubernatura, debemos hacer notar que es un partido relativamente nuevo.

Finalmente, tenemos a los independientes, que brillaron pero su ausencia. Fue un escenario muy diferente el que tuvimos este año al pasado, donde Jaime Rodríguez Calderón, ganó la gubernatura de Nuevo León. Parece que el furor por los independientes se apagó, o no hubo candidatos que llenaran a los ciudadanos, pero esto sí puede ser un reflejo de lo que veamos en el 2018.

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