#ElPesoDeLaResponsabilidad: “Gobierno Abierto en México: ¿La Alianza que no fue?”

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En términos generales, Gobierno Abierto es un concepto que se emplea para caracterizar a aquel gobierno que inaugura un proceso de interacción con los ciudadanos, a través de una relación de doble vía, en la que éstos expresan sus opiniones sobre políticas públicas, coparticipan en la producción de bienes o servicios públicos, e intervienen activamente en el control y evaluación de la gestión gubernamental.

El concepto ha estado en el centro de numerosos estudios de Ciencia Política desde hace, por lo menos, una década. Quizás tomó su mayor proyección cuando en 2011 se creó la Open Government Partnership (Alianza para el Gobierno Abierto), con el propósito de construir la mayor instancia institucional global de intercambio y evolución conjunta en la materia. Precisamente, México fue uno de los ocho fundadores de esa alianza, junto a los gobiernos de Brasil, Estados Unidos, Filipinas, Indonesia, Noruega, Reino Unido y Sudáfrica. Actualmente son 75 países los que se han adherido a la Alianza, realizando más de 2500 compromisos para hacer que sus gobiernos sean más abiertos y responsables (para más información sobre la Alianza se puede consultar: goo.gl/MyqZ4n).

La importancia del tema –y, aún más, de la Alianza– radica en que los instrumentos de cualquier gobierno que se considere “abierto” deben estar basados en tres principios fundamentales: 1) transparencia y acceso a la información; 2) participación activa de los ciudadanos en los asuntos públicos; y 3) colaboración entre diferentes sectores (público, privado y sociedad civil), con el fin de incrementar la eficiencia de la gestión del Estado y mejorar los servicios públicos y la calidad de vida de toda la población, aprovechando las ventajas del uso de las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Así, resulta evidente que este modelo pretende establecer nuevos elementos sobre la manera en cómo los gobiernos se relacionan con los ciudadanos. Uno de esos elementos es, sin duda, el valor de la confianza. Valor que, por naturaleza, debe ir en dos direcciones: de los ciudadanos a los gobernantes, y viceversa.

Me interesa escribir sobre este tema debido a que apenas el pasado lunes 19 de junio diversos medios de comunicación informaron, con base en un reportaje de The New York Times, a su vez elaborado a partir en un estudio del Citizen Lab de la Universidad de Toronto, que diversos representantes de la sociedad civil habían sido espiados a través de sus teléfonos celulares por medio de un software conocido como Pegasus, desarrollado por la empresa NSO Group Technologies, cuyo capital y oficinas centrales se encuentran en Israel. Como lo escribió ayer Salvador Camarena, el artículo del diario estadounidense amplía los hallazgos del reporte “Gobierno Espía, vigilancia sistemática a periodistas y defensores de derechos humanos en México”, dado a conocer por la Red de Defensa de los Derechos Digitales (documento que se puede revisar en el siguiente vínculo: https://goo.gl/r8pt89).

Sin embargo, este no es el primer caso de espionaje contra integrantes de la sociedad civil que se da en nuestro país. Ya en mayo pasado, el Núcleo de Organizaciones de la Sociedad Civil (NOSC) determinó retirarse de los trabajos de la Alianza para el Gobierno Abierto en el plano federal, argumentando que han perdido la confianza en el Secretariado Técnico, institución tripartita en la que participan representantes del Ejecutivo y del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI), como órgano garante. En este sentido, organizaciones como Fundar, GESOC, Transparencia Mexicana y CIDAC, entre otras, censuraron la actitud asumida por las autoridades frente a evidencias de que se había violentado la privacidad de algunos de sus miembros. Sin confianza no pueden continuar participando en la Alianza, argumentaron.

Avanzar para que la construcción de los Sistemas de Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción incorporen las exigencias de organizaciones civiles, académicas y empresariales, es un elemento indispensable para restaurar la relación Estado-sociedad. Como lo mencionó Jacqueline Peschard en su toma de protesta como presidenta del Comité Ciudadano del Sistema Nacional Anticorrupción, no basta que los ciudadanos sepan qué hacen los gobiernos, por vía de la transparencia, sino que deben ser actores directos de las decisiones y políticas que aquéllos adoptan. Se trata, pues, de una nueva relación entre sociedad y gobierno, y para que prospere es indispensable que exista un dialogo basado en el respeto mutuo y la confianza de las partes.

El establecimiento de políticas relacionadas con Gobierno Abierto, construidas a partir de mecanismos transparentes y con aportaciones ciudadanas, ha demostrado ser eficaz en otras regiones del mundo. México no debe ser la excepción. Con todo –como se argumenta desde la Ciencia Política– se debe reconocer que Gobierno Abierto, como idea y como práctica, continúa siendo un concepto en construcción. Por desgracia, el contexto actual lleva a suponer que la idea difícilmente se podrá materializar mientras siga existiendo un déficit de confianza entre las partes. Toca ahora al gobierno actuar para recuperarla. Cuidado, si no lo hace, se puede perder una oportunidad que no regresará.

Presidencia niega espionaje a periodistas mexicanos

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El día lunes periodistas y activistas presentaron ante la Procuraduría General de la República (PGR) presentaron una denuncia de hechos por el caso de espionaje a sus teléfonos con un malware llamado Pegasus, que este lunes el diario estadounidense The New York Times presento en su primera plana.

La denuncia fue presentada por Mario Patrón, director del Centro Prodh; los periodistas Carmen Aristegui, Rafael Cabrera y Sebastián Barragán; Juan Pardinas y Alexandra Zapata, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), además de Alejandro Calvillo, Stephanie Erin Brewer, y Jorge Santiago Aguirre.

El diario The New York Times y las organizaciones Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), Artículo 19SocialTIC reportaron que periodistas y activistas mexicanos, como Carmen Aristegui, Mario Patrón del Centro Prodh, Juan Pardinas del IMCO, Carlos Loret de Mola, y Salvador Camarena de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) han sido espiados con un software adquirido por el gobierno, llamado Pegasus.

Aunque The New York Times señalo que no había pruebas definitivas que el gobierno de Enrique Peña Nieto fuera responsable del espionaje.

Presidencia asegura que no hay pruebas contra gobierno mexicano, ya que a través vocero de presidencia, Eduardo Sánchez, respondió a los señalamientos de los periodistas, con un comunicado en el que rechazó que existan pruebas que relacionen al gobierno mexicano con el uso del sofware de espionaje.

Ademas, Sánchez hizo un llamado a los periodistas y activistas que denunciaron haber sido víctimas de espionaje, a presentar la denuncia correspondiente ante PGR, tal como lo habían anunciado las organizaciones y periodistas.

Los rusos hackearon a Estados Unidos días antes de las elecciones presidenciales

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Se publicó el día de ayer en la página de noticias The Intercept, un reporte clasificado de cinco páginas de la Agencia de Seguridad Nacional en el cual se informaba que hackers provenientes de Rusia habían atacado días antes de las recientes elecciones presidenciales en EE UU a por lo menos un proveedor norteamericano de software electoral.

En el documento se implica que mediante el ataque cibernético relacionado con las elecciones presidenciales del 2016, se logró ingresar al sistema de votación de EE UU.

El reporte fechado 5 de mayo, documenta que individuos pertenecientes a la inteligencia militar rusa hackearon a una compañía de software electoral; así mismo, a finales de octubre y principios de noviembre, lograron enviar correos electrónicos a aproximadamente 100 funcionarios electorales  con el fin de obtener información clasificada.

A partir de esto, las autoridades suponen que los hackers están utilizando la información recolectada ilegalmente para poder generar cuentas de correo electrónico con el fin de crear una suplantación de identidades que afecte a las organizaciones gubernamentales de Estados Unidos.

Esta información se dio a conocer después de que se arrestara a una contratista de inteligencia, Reality Leigh Winner, ya que de acuerdo al Departamento de Justicia, la joven le comentó a un agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI en inglés) que había impreso el reporte de la Agencia de Seguridad el día que también lo compartió con The Intercept. 

Con información de The New York Times

 

Trump pidió a Comey detener la investigación sobre Flynn: NYT

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Según un memorando al que tuvo acceso un reportero del periódico The New York Times, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le solicito al entonces Director de la FBI, James Comey, detener la investigación contra Michael Flynn por supuestos nexos con Rusia.

El memorando escrito por Comey, después de su reunión con Trump en la oficina oval, específica que el presidente de los Estados Unidos le comento al entonces director lo siguiente, “Espero que pueda dar camino libre para dejar pasar esto”, al igual que le insistió que Flynn no había hecho nada y que era un “buen tipo” y por lo tanto esperaba que dejará pasar la investigación y detenerla.

El memorando filtrado por oficiales al parecer de la misma FBI, es parte de un documento que el ex director de la FBI, James Comey creó para documentar las presiones por parte de Trump para influir en la investigación en contra de Flynn por sus posibles nexos con Rusia. De hecho, según CNN, el mismo Comey quedo tan sorprendido por lo que le solicito el presidente, que comunicó la existencia de tal documento a otros oficiales dentro de la FBI.

Por su parte, en un comunicado, la Casa Blanca negó que Donald Trump tratará de intervenir en la investigación, a pesar de que considera que Michael Flynn es una persona integra y que sirvió y protegió a los Estados Unidos en su momento. De igual manera, mencionan que el presidente Trump tiene mucho respeto hacia la ley y la justicia.

Esta revelación se da después de que el Presidente Trump despidiera a James Comey la semana pasada y además amenazará al ex director de la FBI de tener cuidado con filtrar cualquier información, ya que puede que haya grabado el las conversaciones que sostuvo con el entonces director de la máxima agencia de investigación al interior de los Estados Unidos.

Con información de The New York Times y CNN.

 

CAPTURAS EMBLEMÁTICAS: AL RESCATE DE EPN

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Hace apenas unos días se informaba que el capo más buscado en el mundo había sido recapturado bajo un operativo de la Marina en conjunto con otras instancias de seguridad. El anuncio llegaba con bombo y platillo, tal era la euforia de la noticia que nuestro presidente decidió anunciarlo vía Twitter antes que hacerlo por los medios correspondientes. El encabezado de la noticia llevaba consigo el lema “Misión cumplida”, que a mi parecer fue una decisión errónea por los asesores del presidente.

¿Misión cumplida? Me atrevo a decir que si encuestáramos a los mexicanos sobre si consideran que, con la recaptura de Guzmán Loera, el presidente había “cumplido” con su objetivo de gestión la gran mayoría respondería que no.

¿Misión cumplida? Me atrevo a decir que si encuestáramos a los mexicanos sobre si consideran que, con la recaptura de Guzmán Loera, el presidente había “cumplido” con su objetivo de gestión la gran mayoría respondería que no. De hecho, considero que es una de las cuestiones que al ciudadano común le causa morbo más que seguridad.

En el transcurso de los días el debate entre si era o no una caja china como mandada a hacer en la dictadura perfecta; los críticos del gobierno aseguraban que era otra más de las novelas del gobierno federal, los defensores del sistema aplaudían y felicitaban honrosos la recaptura y los “intelectuales” cortaban cabezas por doquier en contra de los primeros a fin de validar la verdad, cuando en realidad no le pertenece a nadie.

El capo más peligroso caía en medio de una incertidumbre total entre los ciudadanos por la caída del dólar (cuestión que no es culpa del gobierno directamente), por la histórica baja de la mezcla mexicana, recientes homicidios de funcionarios municipales y estatales y el petróleo cayendo.

No creo en que todo es caja china o cortina de humo, pero sí creo en lo que Daniel Rodríguez Andonie señala en una entrevista que le hicieron The New York Times: capturas emblemáticas.

Personalmente escuché opiniones de expertos en materia de inteligencia, seguridad nacional, economía y análisis político. No creo en que todo es caja china o cortina de humo, pero sí creo en lo que Daniel Rodríguez Andonie señala en una entrevista que le hicieron The New York Times: capturas emblemáticas.

En vísperas de elecciones en Estados vitales del país y muchos de ellos bastiones del partido al que simpatiza nuestro presidente está de más decir que el trabajo del gobierno federal puede terminar por acabar o impulsar las elecciones estatales. Además, las alianzas que el PAN y PRD han formalizado para darle una fuerte oposición al PRI, aunado a la poca credibilidad que hasta antes de la recaptura de Guzmán Loera gozaba Enrique Peña Nieto, resultaban ideal para hacer valer dicha captura emblemática.

Para ser todavía más claros, las capturas emblemáticas no suponen que los actos de legitimidad hacia tal persona o gobierno sean “armados” o “negociados” previamente pero sí proponen que todos los esfuerzos del presidente fueran encaminados a recuperar una figura claramente perdida.

Dentro de la indudable labor de la Marina y las instituciones que colaboraron para la recaptura del capo, yo me quedo con la siguiente pregunta: ¿Atrapando al Chapo tendremos un país más seguro? Difiero.

Dentro de la indudable labor de la Marina y las instituciones que colaboraron para la recaptura del capo, yo me quedo con la siguiente pregunta: ¿Atrapando al Chapo tendremos un país más seguro? Difiero.

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