Rumbo a las Elecciones del 2018

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El proceso electoral comenzó el 8 de septiembre de 2017, cuando el Instituto Nacional Electoral (INE) publicó de forma oficial el calendario electoral del año 2018, con ello se dio cumplimiento a lo que establece Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales en su artículo 225. El próximo año se celebrarán elecciones para elegir a nivel federal al Presidente de la República, 128 senadores, 500 diputados, y en lo local ocho Gubernaturas en Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán  y Morelos así como al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México; en ese marco en 30 estados de la República se elegirán diferentes cargos (con excepción de Baja California y Nayarit). En suma, en 2018, estarán en disputa 3 mil 326 cargos de elección en el país.

Hoy el PRI gobierna en 15 estados lo que lo posiciona como el partido con más gubernaturas aunque este número es su mínimo histórico; el PAN tiene siete estados de forma individual y cuatro más en alianza con el PRD; por su parte el PRD es titular de 4 entidades, los independientes tienen 1 estado y el PVEM uno también con un sistema de alianzas.  De acuerdo con Consulta Mitofsky las preferencias electorales rumbo al 2018 muestran en agosto de 2017 que el PAN lidera las preferencias con 18.6%, le sigue Morena con 17.7% y en tercer lugar el PRI con 16.6% esto sin mencionar candidatos o alianzas, es decir sólo votos por partido.

Sin embargo, al considerar alianzas entre partidos políticos, los resultados de la encuesta quedan así: PAN-PRD-MC obtiene una preferencia de 21.2% de los votos; en segundo lugar está la alianza de Morena-PT con 16.4% de los votos; y en tercer lugar la alianza PRI-PV-PANAL-PES con 14.8%. Cabe destacar que 39.7% de las personas encuestadas no declaró su intención del voto, es decir en términos de porcentajes ningún partido o coalición obtiene mayoría, por ese motivo es que se consideran nuevas formas de vincular a la ciudadanía y generar confianza.

El Partido Acción Nacional, el Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano presentaron el llamado Frente Ciudadano, con miras a postular candidatos para el proceso del próximo año, la vigencia de este frente terminará el 31 de diciembre de 2024 y busca establecer una agenda que abarca cinco puntos: 1. acabar con la corrupción; 2. terminar con la impunidad; 3. acabar con la violencia; 4. lograr el crecimiento económico para todos; y 5. terminar con la pobreza y la desigualdad.

El frente promete pluralidad de ideas, una coalición de gobierno y una alternativa ante el desasosiego que existe ante los partidos. Propone establecer un proyecto de país incluyente, integrado por fuerzas políticas de variada índole que responden a las demandas ciudadanas. El escenario es complejo porque aún no se eligen los candidatos y existen acontecimientos que pueden cambiar las preferencias electorales, entre estos: los recientes sismos, la respuesta de gobierno federal y gobiernos locales, y las acciones de apoyo de los propios partidos.

En este momento, es por complejo saber si se mantendrán las tendencias de voto hacia las coaliciones de partidos; habrá que estar atento a nuevas mediciones y ponderar qué segmentos de la realidad política se transformaron tras los sismos y las presiones ciudadanas hacia los partidos políticos. Para diferentes analistas hoy la circunstancia política nacional es otra, y se corre el riesgo de que la legitimidad de la elección del 2018 se fracture en el año 2017. Ahí están los temas del financiamiento público y los legisladores plurinominales, cambiar la agenda de percepción pública será por demás complejo, más aún porque impera la simplificación de la política y se acumularon una serie de procesos que agraviaron a la ciudadanía. Quien logrará sin lugar a dudas llevarse las preferencias del electorado, será quien abandere las causas ciudadanas y postule ciudadanos con libertad de agendas… Veremos quién se anima.

La ciudadanía ante el desastre

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El martes 19 de septiembre se conmemoró el 32 aniversario de uno de los eventos más devastadores en la vida contemporánea de nuestro país: un terremoto de magnitud 8.1 grados en la escala Richter a las 7:19 de la mañana alcanzó distintos estados de la República, la Ciudad de México fue la entidad federativa que resintió los mayores efectos. Poco sospecharían autoridades, ciudadanos y empresas que con la misma fecha, pero a las 13:14 de la tarde otro movimiento telúrico habría de presentarse, su epicentro fue a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan en Morelos con una magnitud de 7.1 grados Richter, con afectaciones mayores para los estados de Morelos, Puebla, Ciudad de México, Oaxaca y Guerrero.                                                                          

Los daños que causó el movimiento sísmico son incalculables, sólo en la Ciudad de México 321 edificios tienen daños irreparables; y al considerar en conjunto los efectos de los sismos del 7 y el 19 de septiembre de 2017, de acuerdo a diferentes informaciones, suman ya 140 mil edificios con daños, la muerte de 407 personas, y 50 mil casas con pérdida total.

El sismo dejó graves pérdidas para decenas de miles de familias, algunas irreparables, y sin duda, aún están presentes el temor y los efectos negativos de un hecho de la naturaleza de tan grandes proporciones; en ese mismo contexto, debe señalarse que al igual que en 1985, miles de personas salieron a ayudar a sus semejantes a no más de 10 minutos de terminar el sismo.  Por todas partes, y en todos los estados del país al mismo tiempo, la ciudadanía se volcó en ayudar, trabajar, acompañar y proteger a quienes sufrieron los daños del terremoto. La realidad es que algo existe en el código de lo nacional que concita la solidaridad y la organización social ante las crisis.

Los hechos de las movilizaciones ciudadanas fueron y son evidentes, cada persona ayudó con determinación y como consideró que mejor podía hacerlo, desde formar cadenas humanas para sacar escombros hasta internarse en los edificios caídos a riesgo de la propia vida, pasando por organizar el tráfico, llevar alimentos, agua, ropa y consuelo a las familias, y desde luego en abrir sus propias casas a familias que lo perdieron todo.

La actitud de hombres y mujeres jóvenes, rescatistas, bomberos, elementos de las Fuerzas Armadas, paramédicos, albañiles, médicos,  enfermeras y otros actores como arquitectos e ingenieros que participaron en las tareas de rescate muestran el cemento social del que están hechas las familias en México, la fortaleza de nuestros valores y la eficacia con que esos valores se convierten en acciones claras y contundentes.

La respuesta ciudadana fue contundente ante los agoreros del desastre nacional, a los vividores de la denostación, quedó claro que la ciudadanía conoce y percibe lo que hacen esos grupos que buscaron la división. Ni siquiera las mentiras que se fraguaron en algunos medios de comunicación y redes sociales para dividir y confrontar tuvieron eficacia. Las personas no se creyeron las historias, hubo sentido común en México.

La reconstrucción requerirá esfuerzo y compromiso de sociedad y gobierno, hay mucho que hacer y se requieren grandes recursos. Todo lo que ha significado la movilización ciudadana deja lecciones a la clase política nacional, que deberá reestructurarse para una sociedad que siempre estuvo ahí y que muchos no quisieron o no pudieron ver. Hoy las cosas son distintas para gobierno, partidos políticos y ciudadanía. El reto está en reconstruir casas, edificios y carreteras, pero también en reconstruir la confianza, la legitimidad y la credibilidad del sistema político mexicano.

Exposición “Identidad Nacional Fortaleza de México: Objetos que cuentan nuestra historia”

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El día 12 de septiembre de 2017 se inauguró la exposición “Identidad Nacional Fortaleza de México: Objetos que cuentan nuestra historia”, organizada en conjunto con Federico Pearl de la Galería Windsor. El evento se realizó en el Patio Sur del Palacio Legislativo de San Lázaro y contó la presencia de actores responsables del conocimiento, análisis y difusión de los temas históricos nacionales como la Dra. Patricia Galeana, Directora General del Instituto de Estudios Históricos de las Revoluciones de México; el Maestro Carlos Reta, Presidente del Instituto Nacional de Administración Pública, la Lic. Rosa Chávez Aguilar que representó al gobierno de Nuevo León, y del Lic. Sergio Martínez Chavarría Galindo delegado de SAGARPA. La exposición estará abierta hasta el día 22 de Septiembre en la Cámara de Diputados.
El que escribe estas líneas, tuvo el privilegio de participar en la inauguración, donde señalé que la responsabilidad como Presidente de la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional ha significado un mayor conocimiento de nuestro país y de la identidad nacional; sin duda la labor como Legislador es una oportunidad y un privilegio que permite trabajar para fortalecer las instituciones, las cuales distan de ser patrimonio o pertenencia de un partido, grupo o una persona, en cambio son de la ciudadanía; es deber de los servidores públicos fortalecer la disponibilidad estatal al ser fuente de bienes públicos, que habrían de ser para todos.
La exposición a que se hace referencia constituye una puerta hacia la historia de nuestra nación y de los personajes que al lado de grupos sociales, mayorías o minorías fraguaron lo que es la historia patria. La exposición contribuye a comprender cómo se crearon nuestras instituciones a partir de las decisiones que personajes clave tomaron en su tiempo y circunstancia, por ello en este espacio he de reiterar lo que asenté en la citada exposición “A cien años de la creación de nuestra Constitución Política, celebremos las cosas positivas de nuestro país, hay elementos heroicos de nuestras Fuerzas Armadas, amemos a México, pero también hagamos un esfuerzo por nuestra nación”.
Es tiempo de sacudirnos a los agoreros de la tragedia, la crisis, la denigración nacional, y la desintegración, esa sí fallida,  de la República, es tiempo de cerrar el paso a los grupos que concitan a la división, porque instituciones y ciudadanía tienen la capacidad de conducir a México a buenos puertos. México no es un Estado fallido con todo y que lo digan en la Casa Blanca y tampoco un narco-estado, cualquier cosa que eso signifique; más aún después de analizar las revelaciones de wikileaks que muestran el nivel de “conocimiento” de algunos sectores de la inteligencia extranjera.
Entre los objetos que se muestran en la exposición están los siguientes: una carta firmada por Don Miguel Hidalgo y Costilla; una carta del General don José María Morelos y Pavón; un escritorio que perteneció a Doña Leona Vicario; el último bando de Don Agustín de Iturbide dirigido al pueblo de México; el documento que anunciaba la llegada del Emperador Maximiliano; la espada del General Porfirio Díaz; un manuscrito “La Sucesión Presidencial” de Francisco I. Madero; la libreta personal de Don Justo Sierra así como estatuas de Emiliano Zapata y Francisco Villa sólo por mencionar algunos de una colección de más de 250 artículos históricos que permiten reencontrarnos con nuestro pasado y raíces nacionales.
Los objetos transportan memoria e historia, no hay neutralidad ni pasividad, en cambio aparecen el debate, los contrastes, las visiones yuxtapuestas y  también posiciones, más aún cuando se trata de la historia nacional. Cada objeto condensa un momento, una decisión, un plantarse ante el mundo para abrir, desarrollar o cerrar un episodio. Baste decir que las propias paredes de San Lázaro expresan en cada nombre de personas o instituciones una contribución, un recuerdo inmarcesible, y  también un silencio deliberado en la ausencia. Los esfuerzos responsables por enseñar, conocer, y difundir la historia patria son loables y necesarios, porque el conocimiento de los intereses y objetivos nacionales que se fraguan en nuestras leyes deben ser la guía para el presente y para la hechura del porvenir, los objetos de esa historia son sin duda una puerta de acceso.

Los desafíos del Paquete Económico 2018 para el país y Nuevo León

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Recientemente el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Dr. José Antonio Meade, llevó al Congreso de la Unión el paquete hacendario para el próximo año con lo cual se proyectará la dirección de distintos programas y el trabajo de las entidades federativas a partir de lo que se indique en esas páginas. Como cada año habrá un análisis en el Congreso, el cual tiene límites y expectativas, en los límites está el gasto programable en diferentes áreas, es decir los recursos necesarios para que las instituciones y servicios existentes se mantengan, están también los compromisos que en materia de deuda tiene nuestro país, y otros costos financieros que deben ejercerse como es el caso del porcentaje que corresponde al Estado erogar en materia de pensiones, por ello se dice, y con razón, que una parte significativa del gasto público está comprometido.

Recientemente el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Dr. José Antonio Meade, llevó al Congreso de la Unión el paquete hacendario para el próximo año con lo cual se proyectará la dirección de distintos programas y el trabajo de las entidades federativas a partir de lo que se indique en esas páginas. Como cada año habrá un análisis en el Congreso, el cual tiene límites y expectativas, en los límites está el gasto programable en diferentes áreas, es decir los recursos necesarios para que las instituciones y servicios existentes se mantengan, están también los compromisos que en materia de deuda tiene nuestro país, y otros costos financieros que deben ejercerse como es el caso del porcentaje que corresponde al Estado erogar en materia de pensiones, por ello se dice, y con razón, que una parte significativa del gasto público está comprometido.

Los últimos cuatro años han sido por demás complejos para los ingresos del país debido en esencia a la caída de los precios del petróleo, si bien las finanzas públicas se fortalecieron debido a la política hacendaria, el impacto es real en la capacidad de gasto del Estado mexicano. Ha de señalarse que durante las dos pasadas administraciones federales los recursos extraordinarios prevenientes de la venta del petróleo se destinaron a contratar más personal en diversas entidades federativas antes que destinarlo a proyectos de infraestructura, inversión pública o pago de deuda; así las cosas entre 2000 y 2012 se careció de una planeación estratégica nacional  para la inversión de los recursos extraordinarios y en su lugar hoy se tienen mayores compromisos de gasto corriente en sueldos y salarios.

En lo tocante al presupuesto que habrá de aprobarse en el Congreso, un elemento sustancial estipula que para el año 2018 el Estado Mexicano recibirá por concepto de ingresos la cantidad de $5,235,375.6 millones de pesos. Los ingresos presupuestarios del sector público representan el 22.7% del PIB, este porcentaje está a la baja respecto a los años anteriores ya que en 2013 fue de 23.6%, en 2014 de 23.1%, 2015 de 23.4% y 2016 de 24.8%, sin embargo, puede indicarse que la cifra de 2017 se mantiene dentro de los porcentajes que ha presentado la administración del Presidente Lic. Enrique Peña Nieto.

Estas cifras también pueden observarse a la luz de la deuda pública, de acuerdo con estimaciones del sector público, en 2018 equivaldrá al 47.3% de todo lo que se produzca en el año o del PIB, es decir casi la mitad de la producción. De mantenerse estos registros y al proyectar los requerimientos financieros del sector público en 2019 ese porcentaje disminuirá al 46.8% del PIB, en 2020 al 46.3%, 2021 al 45.9% y 2022 al 45.6%. Para que la deuda pública baje con mayor rapidez, el PIB nacional tendrá que empezar a crecer por encima de lo previsto, es decir se requiere mayor dinamismo económico en México. Un mayor crecimiento económico reduce la proporción de gasto, para una economía más grande los compromisos de deuda pueden ser menores si se maneja de forma estratégica y prospectiva.  En esa tónica cada entidad federativa buscará disponer de recursos de inversión, esto es, de los no comprometidos para realizar proyectos relevantes  que impacten en el bienestar de la población así como en el desarrollo económico.

En el caso de Nuevo León, y de acuerdo con el ramo 9 de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes tales recursos están valuados en 914.06 MDP, para las siguientes obras: 1] Libramiento oriente de Cadereyta, 2] Prolongación Av. Ignacio Morones Prieto, 3] Camino Real, libramiento a Pedreras, 4] Línea 3 del Sistema de Transporte Colectivo Metrorrey, y la 5] Construcción de paso vehicular Linares, N.L. También se consideran tres proyectos de Asociación Público-Privada (APP) de Nuevo León los cuales son: 1] Programa App de conservación plurianual de la red federal de carreteras (Matehuala- Saltillo) para el periodo 2017-2027, 2] Programa APP de Conservación plurianual de la red federal de carreteras (Saltillo – Monterrey  Nuevo Laredo) para el periodo 2017 – 2027 y 3] Construcción del hospital regional (HGR) de 260 camas en el municipio de García Nuevo León.

Se trata de proyectos relevantes para Nuevo León, y sin duda es importante que aparezcan en el PPEF 2018, pero nos toca a los diputados federales por Nuevo León trabajar en conjunto para que dichos proyectos se queden, y que incluso vengan más recursos, luego de las negociaciones que en breve sostendremos todas las bancadas en el Congreso. ¡A trabajar en ello!

La seguridad nacional y la ley de Seguridad Interior

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El Foro Internacional “La Seguridad Nacional de México: La perspectiva multidimensional y los retos del siglo xxi” que se llevó a cabo en la Ciudad de México los días 31 de agosto y 1 de septiembre del 2017 contó con la participación de actores del ámbito político y académico, unos expertos y conocedores de esta área del quehacer nacional, y otras con alguna responsabilidad en distintos ámbitos de la seguridad.
El que suscribe estas líneas, Presidente de la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional, señaló que al presidir esta comisión lo ha hecho sin una línea o compromiso político, y sólo bajo la convicción de avanzar en lo que más sirva a la nación mexicana, puesto que en esa Comisión debe construirse Patria. Uno de los factores que inciden de forma negativa en la capacidad para fortalecer nuestras instituciones de seguridad nacional e interior proviene, en parte, de sobreestimar factores políticos sobre la propia seguridad del país.
Esta expresión, no es gratuita porque la evidencia muestra que la mezquindad y la poca voluntad política tiene a los ciudadanos y las Fuerzas Armadas de México en la incertidumbre: no se querido aprobar un marco jurídico que regule el actuar de marinos y soldados. Tener una Ley brindarían garantías y certeza a ciudadanos y Fuerzas Armadas. Es complejo comprender cómo puede ser mejor que las Fuerzas Armadas actúen sin un marco jurídico claro, cómo puede ser mejor no tener metodologías que justifiquen su trabajo, tiempos y lugares definidos para que desarrollen las tareas que se les ordenan,  y generar tramos de decisión específicos.  La realidad es que nada hay que comprender, nuestras Fuerzas Armadas continúan en la indefinición porque hay intereses políticos que buscan comprometer su desempeño y la confianza pública que la ciudadanía les tiene. 
Durante once 11 años los gobernadores, diputados y senadores cuando hay algún foro o reunión con las fuerzas castrenses expresan su apoyo, pero al momento de aprobar las leyes los mismo Legisladores no han querido cambiar la situación en materia de seguridad nacional e interior. Algunas voces dicen que ahora, después de años de estar con lo mismo, el calendario no es el más adecuado, algunos ya piensan en dejar pasar esta temática porque “ya empezó el proceso electoral”, sin embargo, este tema debiera ser prioritario más allá de la coyuntura electoral.
 
Se trata de fortalecer nuestras instituciones, de generar patriotismo, de dar un mensaje contundente sobre que los políticos están con los buenos. La situación no es menor ante el grado de desconfianza que existe hacia los políticos, de acuerdo con la Encuesta nacional 2017 elaborada por del Gabinete de Comunicación Estratégica nueve de cada diez personas contestan que no “confiarían las llaves de su casa”, es decir se registra un déficit de confianza ciudadana.
El actuar político deja que desear, por ello es urgente establecer una agenda que trascienda la coyuntura política y que se proponga resolver los problemas reales de una sociedad real. Este nivel de reprobación contrasta con el de las Fuerzas Armadas ya que al preguntarle a los ciudadanos “¿con la presencia del Ejército en las calles usted se sentiría más o menos seguro?” el 62% de ellos contestó “Más seguro”, es decir la sociedad sí confía en nuestras instituciones castrenses mientras que los políticos con bajos niveles de aprobación no son siquiera para darles las leyes necesarias para trabajar mejor y generar certezas.
Un tema que interesa y preocupa a la ciudadanía es la seguridad, por ello deben aprobarse leyes que permitan articular las sinergias necesarias para construir una mejor seguridad, y en materia legislativa, se necesita mejorar las leyes de Seguridad Interior y de Seguridad Nacional. Dar seguridad a los ciudadanos y a la actuación de las fuerzas castrenses, correspondería a los actores políticos. Lo único que piden las Fuerzas Armadas del Legislador es regular con base en el Estado de derecho lo que hacen desde hace once años, eso no es mucho pedir.

El costo de la democracia en México

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El Instituto Nacional Electoral (INE) solicitará un presupuesto de 25.4 mil millones de pesos para el año 2018, según Ciro Murayama, consejero presidente de su Comisión Temporal de Presupuesto “México vivirá la elección más grande de su historia, porque van a concurrir tres elecciones federales y 30 procesos locales”; la suma tendría que ponderarse porque no es menor si se considera que el presupuesto íntegro en 2017 de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) fue de 69 mil 408 millones; de SEMARNAT 35 mil 978 millones; de CONACYT 26 mil 963 millones y de la SEMAR 26 mil 336 millones. Es decir, el presupuesto del INE para el proceso electoral de 2018 es equiparable a los recursos que se destinan a los gastos de inversión y operación de la Marina Armada de México así como a los salarios de todos los marinos del país en un año.

Indican las autoridades electorales que 18 mil millones serán para gasto operativo del instituto y 6 mil millones para el financiamiento de los partidos políticos. Estas cifras, dicen también,  que es en proporción el mismo que se aplicó en los años 2000, 2006 y 2012 en tanto que instituciones encargadas de regular los comicios electorales empleaban el 0.35% del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF); si se sigue esa declaración en futuras elecciones habrá más y más gastos, y sobra decir que no se traducen en mayor confianza para la democracia o en una mejoría en su calidad; habría de señalarse que tal proporción es equívoca: es hasta mediocre argumentar una relación lineal entre gasto público y gasto electoral.

En los últimos años el INE registra una disminución en la confianza pública. Los resultados de una encuesta del periódico Reforma revelaron que el 60% de los ciudadanos consideran que el INE no está preparado para organizar las elecciones federales y el 55% estima que el Instituto es poco independiente respecto al gobierno.  Ha de decirse que en todo caso el INE actúa de ese modo porque la ley así lo establece, aunque poco ha hecho para reducir costos de operación, salarios y otros gastos. Varios de  sus Consejeros pasaron del cubículo y de escribir libros a una responsabilidad nacional, algunos sin ninguna experiencia de mediano nivel en la administración pública, se les nota a la defensiva y sin saber qué hacer.

Tomando otros indicadores como referencia puede analizarse la situación que atraviesa la democracia mexicana; de acuerdo con Latinobarómetro el 49% de los encuestados respondió de manera positiva respecto al apoyo a la democracia: 49% de los encuestados considera que es preferible la democracia a otros sistemas políticos, y para 51 por ciento no es así, este dato es preocupante  para una democracia que se gasta 25 mil millones.

El Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova señaló en un foro en la UNAM que el INE tuvo responsabilidad al no diseñar una estrategia adecuada para informar a la ciudadanía sobre temas electorales y las propias atribuciones del INE, pero sí presupuestó en 2017 para su Coordinación de Comunicación Social 68 millones de pesos. Eso se llama incompetencia en cualquier parte. Sería sano que los partidos políticos y los Consejeros acordaran reducir el gasto de los partidos por lo menos en años no electorales, pactar una renuncia en bloque del Consejo del INE, reducir el costo operativo del instituto, y designar Consejeros con capacidad administrativa y operativa, gente sobra,  aunque no salgan en la tele.

Si bien el INE precisa recursos para sufragar los costos por organizar elecciones estatales, federales y fiscalización. Lo cierto es, que en un país con 50 millones de personas en la pobreza, donde se hicieron ajustes a todas las Secretarías de Estado Federales, donde la Secretaría de Hacienda generó un presupuesto base cero para revisar los éxitos que tienen los programas y con esa base asignar recursos, habría que preguntarse sobre la ética pública de solicitar los recursos que pide el INE, así como  la propia ley y los resultados que se tienen. Porque si bien hoy no sabemos quién ganará la próxima elección, podemos estar seguros que 25 mil millones después alguien alzará la voz alegando desconfianza en el actuar del Instituto Nacional Electoral.

En la renegociación del Tratado de Libre Comercio todos somos México

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De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, las exportaciones totales de México aumentaron en los años de vigencia del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica. En 1994 las exportaciones sumaron un total de 29 mil 843.7 millones de dólares hasta llegar a 197 mil 529.1 millones de dólares en el año 2017; de esa última cifra 165 mil 002.3 millones de dólares fueron exportados a Norteamérica y dentro de la región la cifra que se exportó a los Estados Unidos de Norteamérica fue de 159 mil 730.6 millones de dólares, es decir la mayor cantidad de nuestras exportaciones, poco más de 80 por ciento, se efectúan con socios comerciales en la región que cubre el TLCAN.

El Banco Mundial señala que en 1980 México tenía un volumen de exportaciones de 6 mil 338 mdd mientras que en 2015 tiene un volumen de exportaciones de 155 mil 162 mdd por lo que se puede asegurar el éxito económico de este tratado en términos económicos. Hoy México enfrenta una renegociación del TLCAN: desde la perspectiva del Gobierno de E.U.  que encabeza Mr. Donald Trump, resultó ser un tratado “terrible” para esa nación, dice que genera la pérdida de empleos norteamericanos y un déficit de 65 mil millones de dólares entre E.U. y México. La importancia del TLCAN o NAFTA es fundamental porque E.U. es el comprador mayoritario,  porque se exporta a la región más del 80% de las mercancías elaboradas en México, porque genera empleos y porque es un portal de crecimiento importante para nuestro país.

Como todo proyecto hay elementos que deben mejorarse, en especial en aspectos laborales y ambientales, así como en ramas económicas como el transporte, sin embargo los resultados del TLCAN muestran un balance positivo por lo que ahora, en el  momento de las negociaciones es necesario que México muestre una unidad básica dado que el TLCAN reporta mayores beneficios que aspectos negativos. Es momento de apoyar la negoción de la contraparte mexicana, que se integra  por políticos, empresarios y personas conocedoras del tema, para lograr mejores resultados, para reducir los costos de las presiones crecientes de los sectores de E.U., y para administrar el proceso de negociación.

Todos los temas que afectan al país son importantes, sin embargo, es necesaria una mayor verticalidad y una mejor postura de los actores políticos en la negociación del Tratado de Libre Comercio, y esto va desde la responsabilidad en las declaraciones, hasta la unidad política elemental cuando se entablan mesas de negociación con la nación más poderosa del mundo,  que dicho sea de paso se caracteriza por el pragmatismo en la toma de decisiones.  Hoy México no tiene un amigo en la Casa Blanca, tampoco las élites económicas que gobiernan ese país nos ven con buenos ojos, y los intereses de las grandes empresas presionan a la débil estructura decisional en los Estados Unidos.

México ha mostrado respeto, cautela, y conocimiento técnico en cada uno de los temas que se desarrollarán en la negociación, sin embargo, el equipo encargado de esta negociación precisa capacidad, apoyo y fortaleza política en la nación mexicana.  El momento político actual se define por las imprecaciones, los deslindes, las frases imprecisas, la tensión y hasta la falta al respeto más elemental entre los actores políticos. La ruta hacia el 2018 abre líneas de tensión en que pareciera que muchas cosas se subordinan a los lógicas de la política partidista y de los actores involucrados, antes de voltear a ver que nos estamos jugando el futuro tangible, concreto y efectivo del país.

En una negociación hay diversas mesas, una está en la capacidad de articular una estructura política sólida y posicionamientos razonables que muestren fortaleza política e institucional. Los partidos políticos son piezas estratégicas de conducción política nacional, y las diferentes asociaciones y grupos que existen en México también lo son, por ello,  hay que trabajar en construir unidad y confianza, hay cosas que nos toca hacer como actores políticos cuando lo que se negocia consiste en millones de empleos, inversiones y crecimiento económico, hay mucho que hacer cuando en la mesa del Tratado está un mejor futuro posible. 

Hoy todos somos México,  porque nadie, ningún partido y ningún gobierno o actor político va a suplir los empleos, las inversiones, las plataformas productivas y la interrelación con una de las tres regiones económicas más importantes del mundo. El futurismo político no puede realizarse a costo del desarrollo social y económico de millones de personas, por el contrario, la capacidad de nuestra política nacional es lo suficientemente madura para saber que gobierne, quien gobierne, al ciudadanía necesita trabajo, expectativas, desarrollo y paz.

México y Estados Unidos ante el conflicto en Corea del Norte

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En Corea hace años se desarrolla un conflicto que puede tener consecuencias humanitarias no vistas desde la Segunda Guerra Mundial. El problema central radica en la alta probabilidad de que Corea del Norte disponga de armas nucleares y que pueda utilizarlas, sin conocer o no su desarrollo y eficacia contra los Estados Unidos, país que más allá de las coyunturas de los últimos seis meses es nuestro vecino, es la nación que adquiere el 80 por ciento de nuestras exportaciones, donde viven millones de personas de origen o bien de nacionalidad mexicana, y con el que tenemos una compleja agenda de relaciones bilaterales, las cuales se inscriben en la frontera más grande del mundo.

La historia del conflicto en Corea inició en 1950 cuando en el marco de la bipolaridad los Estados Unidos y la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) se disputaban la hegemonía global. En ese contexto ambas potencias se dividieron Corea, quedando el norte bajo la influencia soviética y el sur bajo la norteamericana. El 25 de junio de 1950, Corea del Norte con apoyo de la URSS y China invadió el sur. Estados Unidos envió a sus tropas para ayudar y echar atrás la invasión comunista, en dos meses los norteamericanos habían logrado reconquistar la capital del sur, Seúl.

Bajo la amenaza norteamericana de invadir el norte y con ello unificar toda la península, China intervino de forma más directa y lo que parecía una guerra sencilla se convirtió, tres años después, en un escenario  que generó más de tres millones de personas muertas, 100 mil huérfanos, aproximadamente 10 millones de desplazados y una devastación en infraestructura, recursos naturales y cualquier otro medio humano para la vida y la sobrevivencia, fue una tragedia.

El 27 de julio de 1953 las dos partes firman un armisticio como medida para asegurar el cese de hostilidades, tras 60 años Corea del Norte y Corea del Sur siguen técnicamente en guerra, esto explica por qué razón el Ejército de Corea del Norte suma un millón de efectivos, quizá cinco millones en sus reservas y el enorme gasto militar que eroga cada año. Hoy día han crecido las hostilidades en la región, y el eventual uso de alguna arma nuclear contra los E.U. tendría consecuencias inequívocas para México. En estos momentos clave nuestra solidaridad con E.U. es relevante, con independencia a las tensiones de los últimos meses, lo que ocurre en Corea del Norte tiene otro sentido, y representa una amenaza latente y próxima por vecindad con E.U. que sigue siendo el país del mundo con el que tenemos la mayor relación económica, política, ambiental, social, cultural y de seguridad hemisférica. 

El coronel retirado del ejército de E.U. y analista del Centro de Estudios para la Seguridad de la Universidad de Georgetown, David Maxwell señala que “la zona desmilitarizada (aquella que divide a ambas Coreas) es una de las áreas más fuertemente armadas del mundo.”, y que del Ejército de Corea del Norte el “70% de las fuerzas están desplegadas entre Pyongyang y la zona desmilitarizada”; agrega que los actos recientes, donde Corea del Norte ha realizado pruebas nucleares y lanzado misiles han reactivado una zona que tiene mucha tensión; y que si se iniciara una guerra entre E.U. y Corea del Norte, tan sólo en el primer día de combate podría haber 64 mil muertos por los ataques de la nación norcoreana hacia Corea del Sur. Otro analista el profesor Bruce Bechtol del Departamento de Estudios para la Seguridad y la Justicia Criminal de la Universidad de Angelo State, en Texas, E.U., indica que las bajas en la primera semana serían entre 300.000 y 400.000 muertos tanto civiles como militares y quizá unos dos millones de muertos después de tres semanas.

En las últimas semanas el conflicto escaló en declaraciones y movimientos estratégicos en la zona, lo que comenzó con la prueba de un misil de alcance medio por Corea del Norte generó reacciones del Presidente de los E.U., y ahora de China, este país señaló que no intervendrá si Corea del Norte ataca primero pero que no será indiferente si lo hace E.U. y generó un mensaje con conceptos quizá tendentes a la disuasión militar de las partes: mano dura, intereses, riesgo militar, y que no permitirá un cambio de régimen. Así las cosas, los países se alinean para que no haya armas nucleares en Corea del Norte, para que este no inicie un conflicto y a la vez para que E.U. no lo haga tampoco, sin embargo, las presiones estratégicas crecen en China, Rusia y las dos Coreas, los puntos de diálogo son necesarios ante la magnitud de las consecuencias de un conflicto.  

La seguridad Pública Guanajuato y Querétaro

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En el marco de gira de trabajo Ruta Centenario de la Constitución, en que llevamos a diferentes puntos del país un Cortometraje sobre el 100 aniversario de la Ley Fundamental, y se impartirá una conferencia en la materia, estaremos esta semana en los estados de Guanajuato y Querétaro; es conveniente aprovechar las visitas a estos estados para exponer datos sustanciales sobre el estado de la seguridad pública a fin de informar a la ciudadanía y considerar acciones que sirvan al fortalecimiento del Estado de derecho.

La tasa de homicidios en el estado de Querétaro es una de las más bajas del país, en los últimos 17 años osciló entre los 3.03 y los 6.9, que en comparación con otras entidades lo coloca como un referente de seguridad. En términos absolutos equivalen a 139 homicidios dolosos en 2015, 119 en 2016 y 88 en lo que va del año 2017. Junio de 2017 presentó un pico inesperado al registrar 22 homicidios dolosos. El robo de vehículo en Querétaro va a la alza. En el periodo de enero- junio de 2016 se cometieron mil 740 robos de vehículo, mientras que en mismo periodo de 2017 se cometieron 2 mil 763: un incremento del 59 por ciento; este delito se ha colocado ligeramente por debajo del promedio nacional en los últimos meses, inclusive en algunos meses lo ha superado, por ello habría que poner especial atención a este fenómeno pues la incidencia de robos de vehículo contrasta con la ocurrencia de delitos en general.

En Guanajuato, su incidencia delictiva se ubica hace años por encima del promedio nacional, esto se debe en parte al alto índice poblacional (según el censo 2010, Guanajuato es la Sexta entidad más poblada del país), empero a partir del 2014 las cifras de incidencia delictiva escalaron, llegando en 2016 a las 106 mil 265 ocurrencias delictivas: la cifra más alta de la que se tenga registro.

Por otra parte, a partir del año 2009 los datos muestran que Guanajuato empezó a desplazarse hacia una dinámica criminal más intensa. Esta crisis se muestra al analizar el cálculo de la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes particularmente a partir del 2009 la tasa muestra una escalada que inició con 4.73 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en 2009 y pasó a los 16.39 en cinco años, un incremento de más del 250%. A junio de 2017 se cometieron 704 homicidios: un incremento del 39% con respecto al mismo periodo del 2016.

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en el documento “Incidencia Delictiva del Fuero Común” del año 2017 se tiene un total de 891 mil 747 de denuncias presentadas ante las agencias del Ministerio Público; a partir de ese dato, se puede indicar la siguiente información. En Guanajuato se han presentado 57 mil 613 denuncias ante las agencias del Ministerio Público y en Querétaro 25 mil 896 denuncias lo que representa el 6.4% y el 2.9% del total respectivamente durante el 2017. De las 891 mil 747 denuncias nacionales los delitos se dividen de la siguiente manera: 324 mil 244 son robos, 95 mil 068 lesiones, 20 mil 344 homicidios, 113 mil 222 a delitos patrimoniales y 331 mil 833 a otros delitos (entre los que se incluyen amenazas, estupro y otros sexuales por mencionar algunos).

Al considerar estos rubros y analizar los que presenta el estado de Guanajuato, se obtienen las siguientes cifras: en robos hay 19 mil 344 denuncias, lesiones 5 mil 744; homicidios mil 612 casos; delitos patrimoniales 6 mil 187 denuncias y 24 mil 557 en otros delitos. Contrastando ambos universos de análisis, el nacional y el estatal durante el 2017, se obtienen las siguientes ponderaciones: en robos Guanajuato representa el 5.9% del total nacional; en 6.04%; en homicidios el 7.9% total; en delitos patrimoniales representa el 5.4%, y en e rubro de otros delitos el 7.4% del total nacional.

Al ponderar las cifras nacionales que arroja el SESNSP con las aportadas por el estado de Querétaro se tiene que hay: 12  mil 009 denuncias por robo, 2 mil 830 lesiones, 238 homicidios, 4 mil 213 delitos patrimoniales y 6 mil 396 por otros delitos. Estas denuncias representan de acuerdo a las aportadas a nivel nacional los siguientes porcentajes: para robo, en Querétaro se denuncia el 3.70% del total nacional; lesiones representa 2.97%; homicidio el 1.1%; delitos patrimoniales 3.7%, y para otros delitos el 1.9% del total nacional. La seguridad debe seguir siendo una prioridad en ambas entidades y realizar acciones para reducir la escalada de violencia que se registra en país.

Seguridad, Medio ambiente y Clima

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Los estudios en materia de seguridad e inseguridad vertebran círculos académicos y de profesionales en la toma de decisiones. Estos estudios consideran múltiples variables que van de la marginación social al género, pasando por condiciones económicas y por la capacidad para generar riqueza, por sólo  enunciar algunas. Las investigaciones especializadas abordan la problemática de seguridad pública, humana, global y nacional desde perspectivas diversas y sus conclusiones son en múltiples casos divergentes, polémicas y contradictorias.                                        

En este marco de análisis y reflexiones sobre la seguridad pública, en fechas recientes se publicó un estudio de Paul A.M. Van Lange de la Universidad Vrije en Amsterdam,  en que propone un modelo para explicar las razones de la violencia. En esta investigación se explica que el clima es un factor primario que conlleva a la violencia. Bajo esta premisa existirían dos grandes tendencias en la población  en su relación con el tipo de clima.

Paul A.M. Van Lange denomina la primer tendencia “De vida lenta” (slow life de acuerdo con la investigación) en que existe una definición marcada de las estaciones del año y temperaturas bajas, aquí la población está más orientada hacia el futuro y valora de forma preponderante el autocontrol. La segunda tendencia expresada como “De vida rápida” (fast life) se asociaría con climas más calientes, las poblaciones se hallan geográficamente casi siempre cerca del ecuador, y su característica, indica el investigador, es más una propensión hacia actitudes violentas.

Antes de esta investigación, diferentes análisis habían establecido relaciones entre las temporadas de calor con el incremento de ciertos delitos como el homicidio, la violación y la violencia doméstica, fundamentalmente en entornos urbanos. Básicamente se trata de propuestas de corte ambiental, es decir, al entorno cultural, social, y también climático en que viven las personas, donde el incremento de la temperatura actuaría como un ambiente o circunstancia detonadora de ciertas conductas violentas, aunque no la única.

Tal vez los resultados que expone Paul A.M. Van Lange sean debatibles o en su caso la correlación que vincula un fenómeno con el otro sea un tanto novedosa; sin embargo permite plantear un hipótesis especulativa: si como indica el “Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente de la ONU habrá en el futuro un aumento entre uno y dos grados en la temperatura planetaria lo que tendrá como consecuencia zonas de mayor calor, entonces esto tendría como consecuencia que un mayor número de poblaciones tiendan a respuestas más violentas.

El medio ambiente sería por tanto, además de vida, flora y fauna, pensar en un tema de seguridad dado que los cambios climáticos pueden trastocar ecosistemas, provocar huracanes más fuertes, así como cambios bruscos en las temperaturas. Es decir, se transformaría a las poblaciones y el entorno en que habitan y, de ser cierta la investigación antes citada, tendría como consecuencia un aumento en la violencia ya que las zonas de calor ya no quedarían suscritas a la región ecuatorial sino que se ampliaría a todo el mundo.

El medio ambiente se posiciona en el análisis de la agenda de seguridad y sobre cómo sus cambios tendrán un impacto real sobre las personas y su conducta. Dicho en otros términos el cambio climático además de generar más calor afecta la relación de las personas con el medio en que viven,  lo que supone prepararse para fenómenos meteorológicos inéditos en sus comunidades, responder a la aparición de plagas, insectos y otros seres vivos que no se presentaban en su hábitat, y desde luego al cambio en su medida del tiempo y de las estaciones. La seguridad aparece ligada al cómo vivimos, con qué expectativas, con qué medida del tiempo, y hasta a la temperatura en que las personas y sus familias desarrollan sus actividades.