25N: Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

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Este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, 25N, nos obliga a mirar de frente las historias de quienes han sido víctimas de un sistema que las abandona, las criminaliza y, muchas veces, las olvida. El caso de Esmeralda, una adolescente de 14 años víctima de violencia sexual y revictimización institucional, es un ejemplo doloroso de cómo el Estado y la sociedad siguen fallando a las mujeres en México.

En este contexto, las cifras que rodean la violencia de género son más que números: son una evidencia de la deuda histórica que arrastramos. Globalmente, 1 de cada 3 mujeres experimenta violencia física o sexual en algún momento de su vida, y cada 10 minutos una mujer es asesinada. En México, el 70.1% de las mujeres mayores de 15 años ha sufrido algún tipo de violencia, y casi la mitad ha sido víctima de violencia sexual (49.7%). No es normal que el 90% de los abusos sexuales contra niñas sean cometidos por familiares o personas cercanas, ni que México ocupe el primer lugar en embarazos adolescentes entre los países de la OCDE, con casi 1,000 nacimientos diarios en menores de 19 años. Estas cifras no son inevitables, son el resultado de un sistema que perpetúa la desigualdad y la violencia.

El 25N nos invita a recordar que la violencia de género no es un problema individual, sino estructural, y que detrás de cada cifra hay historias como la de Esmeralda. Aunque su caso parece haber llegado a una conclusión con la desestimación de los cargos en su contra, sigue siendo un recordatorio de que, para muchas otras mujeres, niñas y adolescentes, la justicia no llega. Es precisamente por ellas que este día importa.

El Caso de Esmeralda: Un Ejemplo de Criminalización y Revictimización

Esmeralda fue violada por un primo tres años mayor que ella. Sin saber que estaba embarazada, tuvo un aborto espontáneo y acudió al hospital buscando ayuda médica. En lugar de recibir apoyo, fue denunciada por el personal de salud y acusada de homicidio doloso por la Fiscalía de Querétaro, que no solo pidió tres años de prisión para ella, sino que exigió que pagara más de 500,000 pesos como “reparación del daño” al agresor. Este acto de revictimización extrema es una evidencia del machismo que no solo vive en los agresores, sino también en las instituciones que deberían proteger a las víctimas.

El trato que recibió Esmeralda refleja las profundas fallas de un sistema de justicia insensible y prejuicioso. En lugar de investigar a su agresor, la Fiscalía centró sus esfuerzos en construir un caso contra ella, ignorando su calidad de víctima y violando principios fundamentales de justicia y derechos humanos. No se respetó el principio del interés superior de la niñez, no se realizaron peritajes especializados, y la actuación de las autoridades estuvo plagada de prejuicios y estigmas.

La Indignación Colectiva que Despertó un Cambio

El caso de Esmeralda se volvió viral, generando una ola de indignación que llegó al poder ejecutivo federal. La presidenta Claudia Sheinbaum y Citlalli Hernández, secretaria de las Mujeres, intervinieron directamente, exigiendo que la Fiscalía de Querétaro desestimara los cargos. Bajo esta presión mediática y política, el fiscal general anunció que se retirarían todas las acusaciones contra Esmeralda.

Sin embargo, este desenlace no borra el daño causado. Esmeralda enfrentó un año de criminalización y mensajes de odio que dejaron marcas profundas en su vida. Su caso no se resolvió gracias a la voluntad del sistema, sino al trabajo de su equipo de defensoras, como Adax Digitales, y a la indignación conjunta de la sociedad. Esto nos deja una pregunta fundamental: ¿qué pasa con las niñas, adolescentes y mujeres cuyos casos no llegan a los titulares?

El 25N: Justicia para Todas, No Solo para las Visibles

Aunque el caso de Esmeralda haya concluido, su historia nos recuerda que, para muchas otras mujeres, niñas y adolescentes, la justicia sigue siendo inaccesible. El 25N importa porque evidencia que el problema no es solo la violencia individual, sino un sistema que perpetúa la desigualdad, criminaliza a las víctimas y protege a los agresores.

Esmeralda representa a los miles de niñas y adolescentes que enfrentan violencias múltiples en México: abusos sexuales por parte de familiares, falta de acceso a educación sexual, criminalización del aborto, y un sistema de justicia que las revictimiza. Solo 1 de cada 10 mujeres en México denuncia una agresión, y la mayoría de quienes lo hacen enfrentan el mismo trato que Esmeralda: cuestionamientos, desprecio y negligencia.

La Lucha que Nos Deja el Caso de Esmeralda

El caso de Esmeralda nos deja reclamos claros y urgentes:

  1. Educación sexual integral: Es imprescindible garantizar que todas las niñas, niños y adolescentes tengan acceso a información que les permita prevenir abusos y ejercer sus derechos. La falta de educación perpetúa la violencia y la vulnerabilidad.
  2. Despenalización del aborto: Querétaro y otros estados deben homologar su legislación con los criterios de la SCJN, que desde 2021 estableció que ninguna mujer puede ser criminalizada por abortar. La penalización no solo viola derechos humanos, sino que también perpetúa la persecución de las víctimas.
  3. Justicia con perspectiva de género: Las fiscalías deben ser capacitadas para garantizar que las víctimas no sean revictimizadas. Es fundamental que operadores de justicia actúen con sensibilidad y respeto a los derechos humanos.
  4. Protección integral para las víctimas: El sistema debe ofrecer apoyo, seguridad y reparación integral, no criminalización ni linchamientos mediáticos.

El 25N No Termina Aquí

El caso de Esmeralda es un recordatorio de que el 25N no es solo un día para reflexionar, sino para exigir. La justicia no puede depender de la viralización de un caso ni de la presión política. Debe ser un derecho garantizado para todas las mujeres, niñas y adolescentes, sin importar su contexto o visibilidad.

En este 25 de noviembre, Esmeralda nos recuerda que la lucha contra la violencia de género es una deuda pendiente. Porque, aunque el sistema falló a Esmeralda, no podemos permitir que siga fallando a todas las demás.

Jornada Laboral Flexible

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La vida de los padres de niños con discapacidad o condiciones del neurodesarrollo en México está marcada por una doble lucha: garantizar el sustento económico de la familia y proporcionar los cuidados especializados que sus hijos necesitan. Esta realidad, que afecta a miles de familias en todo el país, es una de las caras más invisibilizadas de la desigualdad laboral y social.

En México, actualmente existen 899,000 niños y niñas con alguna discapacidad, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Sin embargo, las políticas públicas en materia de conciliación entre la vida laboral y la atención de las necesidades de estos menores han sido hasta ahora insuficientes.

Los padres y tutores de estos niños enfrentan diariamente una ardua tarea, que no solo implica cubrir las necesidades emocionales, físicas y educativas de sus hijos, sino también gestionar una serie de cuidados médicos y terapéuticos que suelen ser imprescindibles para su desarrollo integral.

Los tratamientos y terapias que los niños con condiciones del neurodesarrollo requieren, como la fisioterapia, la psicoterapia, la terapia ocupacional, entre otros, son, además de una cuestión médica, una necesidad que forma parte del proceso de formación y bienestar de los menores. Todo ello demanda, además de recursos económicos, un tiempo significativo que, en muchos casos, que en la mayoría de los casos suele ser incompatible con un horario laboral de ocho horas.

En esta situación ¿cómo pueden los padres o tutores cumplir con sus obligaciones laborales sin descuidar la salud y el bienestar de sus hijos e hijas?

En México, las políticas laborales no han dado respuesta adecuada a las necesidades de los padres que, por razones de cuidados de sus hijos, requieren jornadas más flexibles. En muchos casos, los padres se ven obligados a elegir entre asistir a los trabajos y asegurarse de que sus hijos reciban la atención que necesitan.

Preocupado por esta realidad, desde el Senado de la República propuse una iniciativa de Ley que permitiría a los padres y madres de niños con discapacidad o condiciones del neurodesarrollo contar con jornadas laborales flexibles de seis horas.

Esta medida no solo tiene como objetivo aliviar la carga emocional y económica de las familias, sino también fomentar un ambiente laboral más inclusivo que favorezca el equilibrio entre el trabajo y las responsabilidades familiares. La propuesta busca dar respuesta a una necesidad urgente que han señalado miles de familias mexicanas, y lo hace reconociendo el papel esencial de los padres y tutores como cuidadores primarios de los niños con discapacidad.

Nadie puede negar que si lograr un equilibrio entre el trabajo y la vida familiar es un reto para muchos, para los padres de niños con discapacidad, este reto se multiplica debido a los cuidados especializados que requieren.

Este esfuerzo constante no puede ni debe seguir siendo invisible para la sociedad ni para los legisladores.

La flexibilidad laboral, entonces no solo implica la reducción de horas, sino también la posibilidad de organizar los horarios de manera más adaptable, permitiendo a los padres asistir a las terapias y médicos sin tener que sacrificar su estabilidad económica.

La iniciativa que propongo no es nueva, sino que se inspira en experiencias exitosas en otros países de la región, como Chile, donde ya se han implementado políticas similares que permiten jornadas laborales más flexibles para los padres de niños con discapacidad. Ahí, se ha comprobado que estas medidas no solo han favorecido la vida de las familias, sino que también han demostrado ser una estrategia efectiva para mejorar la productividad laboral. Al brindar a los padres un mayor control sobre su tiempo, se les permite equilibrar mejor sus responsabilidades laborales y familiares, lo que a su vez genera un ambiente laboral más sano y menos estresante.

Confío en que esta reforma será apoyada por las y los senadores de todas las bancadas, ya que el bienestar de nuestros niños y niñas y el respeto a la familia deben ser prioridades más allá de los distingos partidistas.

La implementación de una jornada laboral flexible para estas familias es un paso hacia la construcción de una sociedad más inclusiva y solidaria, en la que todos los niños, sin importar sus condiciones, tengan las mismas oportunidades de desarrollo y bienestar.

¿Por qué fracasan las naciones?

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Dentro de unas décadas, ¿miraremos al comité Nobel de Economía con la misma sonrisa burlona con la que miramos a las respetadas instituciones “científicas” de la Edad Media que promovieron (contra toda evidencia observacional) la idea de que el corazón era un centro de calor? Hemos estado haciendo cosas mal en el pasado y nos reímos de nuestras instituciones pasadas; es hora de entender que debemos evitar consagrar las actuales. – Nassim Nicholas Taleb

El 20% de los países más ricos del mundo es hoy aproximadamente 30 veces más próspero que el 20% más pobre. Aunque las naciones más desfavorecidas han logrado generar cierta riqueza, la brecha de ingresos entre ambos extremos persiste, y todo indica que no será cerrada bajo el actual status quo.

La Real Academia de las Ciencias de Suecia tomó este argumento como base para otorgar el Nobel de Economía de 2024. Los galardonados de este año, según el comité, presentaron evidencia convincente de que una de las razones detrás de esta brecha de ingresos radica en las diferencias en las instituciones que configuran una sociedad.

Pseudo-Ciencia Económica

Resulta, cuando menos, contraintuitivo considerar a la economía una ciencia, especialmente con lo polémico que ha sido el incluirla para los premios Nobel. Los galardonados suelen presentar modelos complejos y probados en “experimentos controlados” como si todo fuera a comportarse “manteniendo todo constante”. Sin embargo, el Banco Central Sueco hizo bien en reconocer a Acemoğlu y compañía, pues, comparten algo que no se había hecho en ediciones anteriores: propuestas concretas.

¿Estará Alfred Nobel retorciéndose en su tumba al saber que los economistas comparten mesa con físicos, médicos y químicos? Quizá. Sin embargo, es innegable que la economía impacta profundamente en la sociedad, y cuando se aplica correctamente (sea lo que eso signifique), puede transformar realidades tanto como las disciplinas científicas más reconocidas.

Un cuento de dos ciudades

La región de Nogales está dividida en dos mitades. Al norte, se encuentra el estado de Arizona en los Estados Unidos; hacia el sur, se ubica el poblado homónimo, pero del estado de Sonora en México. Acemoğlu, Johnson y Robinson utilizaron como ejemplo a estas dos ciudades hermanas para demostrar los mundos dispares y las realidades alternas que pueden vivir territorios separados por una frontera.

En Arizona, los ciudadanos disfrutan de altos ingresos, educación accesible y una expectativa de vida elevada. Existen mecanismos legales que protegen la propiedad privada, favorecen la inversión y permiten el cambio democrático de líderes políticos. En cambio, al sur del muro, en Sonora, las condiciones son distintas: menores ingresos, criminalidad organizada y una política marcada por la corrupción que inhibe el desarrollo y limita la movilidad social.

Para Acemoğlu, Johnson y Robinson, estas diferencias no son resultado de la geografía ni de la cultura compartida, sino de las instituciones. Mientras Nogales, Arizona, forma parte de un sistema político y económico que brinda oportunidades, Nogales, Sonora, está atrapada en un marco institucional que restringe el potencial de sus ciudadanos. Los galardonados de este año han demostrado que la dividida ciudad de Nogales no es una excepción. Por el contrario, forma parte de un patrón claro cuyas raíces se remontan a la época colonial.

Correlación no es causalidad

Acemoğlu y Robinson publicaron un libro a principios de la década pasada que es muy popular entre los economistas: ¿Por qué fracasan las naciones? Este texto es un resumen del trabajo que han realizado prácticamente toda su vida tratando de resolver la pregunta de: ¿Por qué algunos países con extensos recursos naturales son alarmantemente menos ricos que muchos otros que no tienen un solo metro cuadrado de tierra fértil?

Las respuestas son muy complejas y los autores lo contestan parcialmente. Para ellos, todo recae en la certeza de instituciones lo suficientemente robustas, imparciales y que garanticen el estado de derecho en niveles locales, regionales, nacionales e internacionales.

Argumentan que la calidad institucional no depende de la riqueza, sino que esta última se desarrolla en presencia de instituciones robustas. Para probarlo, utilizan contextos históricos en los que señalan cómo las colonias más ricas en recursos fueron, paradójicamente, las más empobrecidas tras la colonización. Los colonizadores establecieron instituciones extractivas en estas regiones, diseñadas para explotar recursos y mano de obra, mientras que en territorios menos ricos se asentaron y desarrollaron sistemas más inclusivos.

Además, al abandonar las colonias, las potencias dejaron instituciones frágiles, propensas a la corrupción y diseñadas para perpetuar la desigualdad. Este legado histórico sigue moldeando el desarrollo de las naciones.

Progreso en manos de voluntades

Las recomendaciones de los galardonados parecen obvias: crear instituciones sólidas y garantizar su imparcialidad. Suena a lo que diría un Santi cualquiera: ¿por qué no solo compras tres depas, vives en uno y rentas los otros dos?, ¿por qué no solo tenemos instituciones robustas, buenas y con reglas claras?

Sin embargo, el problema no es su creación, sino su operación. Las instituciones son administradas por personas, y estas suelen responder a intereses de élites que, al concentrar el poder, moldean políticas a su favor.

Como muchos problemas socioeconómicos, este es un tema de poder y la transferencia del mismo. Transferir el poder y garantizar la imparcialidad institucional requiere no solo voluntad política, sino también herramientas como la tecnología, que puede minimizar los sesgos humanos y garantizar una gestión eficiente. No obstante, lograrlo implica superar intereses establecidos y alinear objetivos en un contexto globalizado que añade nuevas complejidades.

Mientras tanto, desaparecemos instituciones

Si el gobierno mexicano estuviera siguiendo las recomendaciones de los Nobel de este año, definitivamente no se estarían desapareciendo instituciones. El paso debería ser fortalecerlas, blindando su autonomía y utilizar la tecnología para hacerlas más eficientes y transparentes. La concentración de poder es un obstáculo que perpetúa la desigualdad y la corrupción.

Por ahora, sujetándonos a un poco de esperanza, no queda más remedio que repensar nuestras estructuras políticas y económicas. Apostar por instituciones de manera decidida, atacando los sesgos intrínsecos al ser humano a través de, por ejemplo, el uso de la tecnología permitirá involucrar a todos los sectores de la sociedad, es posible transformar la decadencia en prosperidad compartida.

*Las opiniones descritas en este texto corresponden exclusivamente al autor y no a sus enlaces profesionales

Erradicar el Maltrato Animal

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Esta semana en el Senado recibimos una histórica reforma a la Constitución, que implica un paso clave para México en la protección de los animales. La reforma, ya aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados, busca modificar los artículos 3, 4 y 73 de nuestra Carta Magna para erradicar el maltrato animal y promover su bienestar.

Esta iniciativa establece que el Estado debe garantizar el respeto, protección, conservación y cuidado de los animales en todos los contextos, incluyendo el trato en la crianza, sacrificio, y uso de animales en espectáculos lucrativos. Además, plantea un cambio significativo en la educación: los planes de estudio deberán incluir contenidos que fomenten el respeto y la protección de los animales desde temprana edad.

¿Por qué es importante?

Desde que en 1970 comenzó el movimiento pro-derechos de los animales, la lucha ha llevado 54 años. Se ha logrado mucho desde ese entonces pero es hasta ahora que México da un gran paso al reconocer en su Constitución que los animales no son objetos o posesiones; son seres vivos que merecen compasión, respeto y una vida libre de abuso.

Las cifras reflejan una realidad devastadora.

Nuestro país ocupa el primer lugar en maltrato animal en América Latina y el tercero a nivel mundial; siete de cada diez animales domésticos sufren alguna forma de maltrato; y el 70% de los perros y gatos en nuestras calles son víctimas de abandono o violencia; cada año, 20% más de animales terminan en las calles; de cada diez perros que ingresan a albergues públicos, nueve son sacrificados; en seis de cada diez zoológicos se encuentran indicios de maltrato o irregularidades; y por último pero no menos importante, México ocupa un lugar alarmante en el tráfico ilegal de vida silvestre, una de las principales actividades del crimen organizado en el mundo.

Nuevo León no es ajeno a esta problemática. En nuestro estado, los casos de maltrato animal han incrementado un 64% en tan solo un año, según datos de la Fiscalía General de Justicia.

Estas cifras reflejan la urgente necesidad de que el Estado, de una vez por todas, tenga las herramientas para responder a esta crisis y prevenir el abuso animal.

A lo largo de la historia, los animales han sido esenciales no sólo para nuestra supervivencia física, sino también emocional. Hoy, las familias multiespecie son una realidad: el 69.8% de los hogares en México tienen mascotas, representando aproximadamente 80 millones de animales domésticos. Es nuestra, entonces, responsabilidad garantizarles una vida digna y respetuosa.

Esta reforma marca el inicio de un cambio positivo en la protección de los animales en México.

La verdadera modernidad de un país no se mide por sus rascacielos o su economía, sino por la manera en que trata a sus seres más vulnerables, sin importar su especie.

Como integrante del Partido Verde Ecologista de México, reafirmo mi compromiso de defender los derechos de los seres sintientes. Desde el Senado trabajaré todos los días para lograr una sociedad más justa, compasiva y respetuosa con todos los seres vivos.

Nuevo León: Leyes que sofocan la libertad de expresión

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En México ejercer el periodismo es una actividad de alto riesgo. Ante la complejidad de este problema, en Propuesta Cívica A.C. realizamos una investigación exhaustiva sobre el marco legal mexicano para identificar las leyes que afectan negativamente la libertad de prensa. Estos marcos normativos incrementan el riesgo al que se enfrentan los periodistas en su labor, exponiéndoles a mayores situaciones de vulnerabilidad en el ejercicio de su profesión.

Uno de los hallazgos más alarmantes es la persistencia de delitos contra el honor (difamación, calumnia e injurias) en los códigos penales estatales, incluido el de Nuevo León. Estos tipos penales, imprecisos y desproporcionados, históricamente han amenazado la libertad de expresión como herramientas de censura. Aunque el Comité de Derechos Humanos de la ONU ha instado a México a despenalizar estos delitos en todos los estados, la falta de acción revela la resistencia para proteger los derechos de las personas periodistas.

Como respuesta a lo anterior, el pasado 11 de noviembre Propuesta Cívica A.C., la Red de Periodistas del Noreste y el Colegio de Comunicación y Periodismo de Nuevo León A.C. presentaron un paquete de iniciativas en el Congreso del Estado. El objetivo es impulsar cambios urgentes para que la legislación estatal cumpla con los estándares mínimos de protección al periodismo y a la libertad de expresión, derechos fundamentales en cualquier sociedad democrática.

En Nuevo León, la situación es especialmente crítica: la ambigüedad de la legislación permite que se utilice la ley para amenazar e intentar silenciar a periodistas, ya que carece de un marco claro de responsabilidad y protección. Esta falta de claridad fomenta la autocensura y limita el ejercicio pleno del periodismo.

La presentación de estas iniciativas en el Congreso de Nuevo León es un primer paso hacia la creación de un entorno más seguro para las personas periodistas. No obstante, se requiere voluntad política y compromiso real de las y los legisladores para que estas propuestas se traduzcan en leyes efectivas que protejan a quienes ejercen una labor esencial para la sociedad.

Las experiencias de otros estados y las recomendaciones de organismos internacionales han demostrado que la despenalización y la creación de estándares claros no solo protegen a las y los periodistas, sino que fortalecen la democracia y el derecho a la información de toda la ciudadanía.

Mariana Rodríguez y Capullos Nuevo León

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Todos deseamos llegar a este mundo rodeados por amor y en un lugar donde nuestra presencia sea lo más importante para quienes nos dieron la vida, eso es lo que todos deseamos aún sin comprender todo lo que nos rodea.

Sin embargo, al llegar al mundo terrenal nos enfrentamos como simples seres humanos inocentes e ignorantes a una realidad muy distinta. Es ahí cuando se necesita urgentemente la acción del Estado para rescatar a todas aquellas niñas y niños que aún sin pedir nacer, llegan a este mundo sin que nadie pueda cuidarlos, amarlos, defenderlo.

Admiro la misión y vocación que ha tenido Mariana Rodríguez para acoger y buscar un final diferente al que habían sido destinado miles de niñas y niños que, sin cometer ni un solo error, estaban destinados a vivir en el abandono.

Nuevo León ahora tiene una nueva realidad para el futuro de nuestras niña y niños a través de la adopción. Hogares que vengan a dar todo aquello que no se dio. Un espacio donde el amor, la comprensión, la simple presencia se dan. Esa es la nueva realidad que se vive en una institución como el DIF, en algo tan especial como lo ha hecho Mariana en CAPULLOS.

Abrir el Senado a las y los nuevoleoneses

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El primero de noviembre marca los primeros dos meses del comienzo de la LXVI Legislatura del Senado de la República y por lo tanto, los primeros dos meses de mi compañera Judith Díaz y yo como representantes de Nuevo León ante el Pacto Federal.

Han sido meses de muchísimo trabajo y de la satisfacción de saber que estamos avanzando con los compromisos que asumimos durante la campaña.

Sobre todo, hemos abierto las puertas del Senado para las y los nuevoleoneses como tanto soñamos.

Al asumir mi responsabilidad en la Cámara Alta, fuimos claros en nuestra convicción de que la política debe ser de hechos, no de palabras. Dos meses después, puedo decir con orgullo que hemos cumplido con distintos compromisos.

Durante el primer mes votamos a favor de la Reforma al Poder Judicial y hemos iniciado con impulsar iniciativas de las leyes secundarias para establecer los cómos. También aprobamos la iniciativa la Reforma a la Guardia Nacional, para consolidar esta institución, garantizar su permanencia y mejorar su capacidad operativa, así como el incremento al salario mínimo, y el reconocimiento a los derechos indígenas.

También presentamos la iniciativa de Seguros Justos, para frenar los incrementos desproporcionados en las primas de seguros.

Luego, en octubre, le devolvimos el carácter de empresa pública a la Comisión Federal de Energía y Petróleos Mexicanos, para que el acceso a la electricidad sea un derecho y no un privilegio. Igual de importante fue la aprobación de la reforma en materia de vivienda digna, igualdad sustantiva y el reconocimiento de los programas de bienestar en la Constitución.

También se instaló la Comisión Ordinaria de Seguimiento a la Implementación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), donde mis compañeros legisladores me hicieron el enorme honor de designarme como su Presidente. Desde ahí he recibido a empresarios nacionales e internacionales de todos los sectores productivos del país para dialogar sobre los retos y las necesidades que cada uno de ellos tiene y que nos servirá para asegurarnos que éstos sean tomados en cuenta en la revisión del T-MEC.

Quizás lo más importante ha sido la enorme comunicación que hemos mantenido con las y los nuevoleoneses. Desde el día uno compartí mi teléfono de Whatsapp. Desde ahí he recibido cientos de quejas y peticiones de los ciudadanos con las que con mi equipo y yo estamos trabajando para traducirlos a mecanismos legislativos, tanto en el Senado como en el Congreso de Nuevo León.

Tan sólo durante octubre atendimos a 71 ciudadanos, generamos 41 oficios para trámites, otorgamos 17 asesorías legales y apoyamos en 7 solicitudes de salud.

Lo he dicho desde la tribuna, en los recorridos por las calles y en las reuniones que he tenido: hoy y siempre, tendrán una vía de comunicación con nosotros en mi WhatsApp 811800357.

Crisis de identidad

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“Qui perd els orígens, perd identitat” – Frase que se hizo célebre gracias al cantautor español ‘Raimon’.

El que olvida sus raíces pierde su identidad porque sin saber de dónde viene, difícil es saber a dónde va.

El pasado martes 5 de noviembre se celebraron (si es que ese es el verbo correcto) unas de las elecciones más controversiales de la época moderna en los Estados Unidos. Trump resultó electo como el presidente número 47, convirtiéndose en el segundo en cumplir una reelección no consecutiva, algo que no sucedía desde que Grover Cleveland fue presidente 22 y 24 en 1892.

Para quienes seguían la política americana y su carrera a la presidencia desde el año pasado, cuando la elección parecía más bien una portada para un consultorio geriátrico, se hubiera pensado que estas elecciones serían una de las más apretadas, con un cierre fotográfico.

Hasta el resultado más actualizado, Trump obtuvo 295 de los 538 votos posibles del Colegio Electoral, siendo esto equivalente a 32 estados y más de 50.8% de la votación total. Un resultado mucho más holgado para la candidatura Republicana de lo que cualquiera (seamos sinceros, aunque las apuestas daban a Trump como claro favorito) hubiera pensado.

Desde la elección pasada, Associated Press se ha dado a la tarea de generar gráficos muy interesantes a partir de más de 120,000 entrevistas con votantes, esto con el fin de entender la orientación política y su voluntad a través de distintos cortes demográficos. Un poco de reflexión nos ayudará a crear una narrativa para explicar el por qué de estos resultados, justificando cómo es que sucedió uno de los escenarios menos claros.

No me llames frij*lero

La población hispana lidera el crecimiento demográfico de Estados Unidos: los latinos representaron casi el 71% del incremento total de la población en el último año. Según el último informe de la Oficina del Censo, de los 1.64 millones de personas añadidas en 2023, 1.16 millones eran hispanos.

Aunque los blancos no hispanos siguen siendo el grupo mayoritario en Estados Unidos, el rápido crecimiento de la población hispana la ha convertido en el segundo mayor grupo con el 19.5%, superando a la comunidad afroamericana. Uno de cada cinco residentes es latino.

Estos números se reflejan también en la población votante, donde no sorprende que los blancos no hispanos representen alrededor de tres cuartas partes del padrón electoral, seguidos de cerca por afroamericanos e hispanos. A primera vista, parecería que Kamala Harris tendría una ventaja lógica, considerando la retórica de la campaña de Trump, ¿no es así?

Trump, sin embargo, apostó por una campaña directa y sin filtros, fiel a su estilo, en la que mantuvo un discurso marcadamente racista y xenófobo. Sorprendentemente, este enfoque no alienó al voto hispano; de hecho, pareció atraerlo en buena medida. ¿Por qué?

Send them back

Según un estudio del Pew Research Center, más del 60% de los latinos en Estados Unidos son de segunda o tercera generación, y la proporción de aquellos que hablan español en casa ha disminuido de 78% a inicios de este siglo a 68% en 2021. Esto revela una progresiva pérdida de identidad hispana en el país. De hecho, un 8% de la segunda generación, es decir, la primera nacida en EE. UU., ya no se identifica como hispana. Esta tendencia aumenta a medida que las generaciones avanzan; para la cuarta generación, más del 50% de los hispanos ya no se consideran como tales.

Existe un sector de la población latina que ya no se siente parte de la comunidad, no quiere sentirse parte de una narrativa en la que se les agrupa con los inmigrantes actuales. Sobretodo con el estigma perpetuado en las campañas Republicanas. Hoy la población latina esta completamente “americanizada” y se asimila como tal, el bloque votante latino es menor a 50-60 años, nacido en los Estados Unidos y ya no habla en español. Todo esto como argumento desde la corriente de Trump en la que señala a una comunidad latina a la que ellos se sienten completamente ajenos. Hoy esa población latina se considera y asimila como americano, más bien nativo. Ellos también escuchan y repiten las frases de Trump: “Send them back” y no se sienten referidos.

El voto latino ha cambiado de manera significativa en los últimos años. En 2020, el 63% de los latinos votaron por Biden, mientras que en esta elección solo el 56% apoyó a Kamala Harris. Esta caída, aunque moderada, marca una diferencia crucial en el panorama electoral.

¿Qué preocupa a los americanos?

El voto latino ha cambiado de manera significativa en los últimos años. En 2020, el 63% de los latinos votaron por Biden, mientras que en esta elección solo el 56% apoyó a Kamala Harris. Esta caída, aunque moderada, marca una diferencia crucial en el panorama electoral.

Según Pew Research Center, un 73% de los estadounidenses considera que la economía es una prioridad. Aunque la inflación en EE. UU. se ha reducido al 6% tras alcanzar cifras históricas a principios de 2023 y el PIB ha mostrado signos de recuperación, la mayoría sigue preocupada por los altos precios de los alimentos y la vivienda. En abril de 2023, solo un 28% de los encuestados consideraba que la economía del país estaba en buen estado, aunque esta cifra representa un aumento de 9 puntos respecto al mismo mes del año anterior.

La percepción de experiencia de Trump también ha jugado a su favor. Un estudio de CBS News encontró que el 65% de los estadounidenses consideraban que la economía durante su mandato (2017-2021) funcionaba “bien”, mientras que solo el 38% tiene la misma percepción bajo la administración Biden. Los expertos sugieren que esta diferencia se debe, en parte, a la nostalgia por la situación económica previa a la pandemia y a las narrativas mediáticas divergentes entre demócratas y republicanos.

Este resultado electoral deja entrever una inquietante crisis de empatía y decremento en el tejido social hacia la identidad hispana en Estados Unidos, donde la urgencia por abordar temas económicos con poca memoria histórica, falta de su entendimiento y con un profundo egoísmo ha eclipsado la relevancia de otros factores sociales y culturales. La comunidad latina, a pesar de su creciente peso demográfico, sigue siendo tratada de manera instrumental y relegada a los márgenes del discurso político. La elección de Trump representa una aparente solución a problemas económicos inmediatos, aunque no está claro si sus propuestas cumplirán con esas expectativas o si, al final, contribuirán a una mayor desigualdad. Mientras las promesas económicas resuenan, el compromiso con una sociedad inclusiva y respetuosa de su diversidad parece cada vez más lejano, dejando a la identidad hispana en un segundo plano, en un país que sigue dividido en su búsqueda de progreso y pertenencia.

*Las opiniones descritas en este texto corresponden exclusivamente al autor y no a sus enlaces profesionales

Por un Instituto Catastral Ciudadano

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En las últimas semanas, los alcaldes de diversos municipios de Nuevo León han sorprendido a la ciudadanía con anuncios de aumentos al predial que van del 10 al 30 por ciento, un incremento muy por encima de la inflación, la cual apenas ronda el 4 o 5 por ciento este año.

Estos aumentos exorbitantes no son nuevos; cada ciertos años, y sobre todo, cada cambio de administración municipal se convierte en una oportunidad para ajustar este impuesto a conveniencia, sin importar las repercusiones en la economía familiar.

Lo que esto refleja es que hay una falta de regulación en los valores catastrales, donde parece no haber reglas claras que limiten los incrementos y protejan a los ciudadanos de decisiones arbitrarias.

Hace tres años, cuando la economía apenas se recuperaba del impacto devastador de la pandemia por COVID-19, se hablaba de incrementos que llegaban hasta el ¡40 por ciento!

En ese momento como diputado local voté en contra de todos los aumentos, con la firme convicción de que la situación económica de las familias debía ser prioritaria y desde ese entonces planteé que era necesaria una regulación que impidiera estos abusos.

El predial debe aumentar, sí, pero no de acuerdo a caprichos ni como solución inmediata a problemas financieros de los municipios.

A lo largo de los años, los gobiernos municipales han utilizado los mismos argumentos, culpando a la “falta de aumentos previos” o a “las finanzas públicas limitadas” como justificación, cuando en realidad son resultado de la irresponsabilidad y demagogia de administraciones pasadas. Es un ciclo de decisiones políticas, no de omisiones de la ciudadanía.

A esto se suma el hecho de que la mayoría de los municipios apenas logran recaudar el 50 por ciento del predial actual. Entonces, ¿no debería el esfuerzo estar enfocado en ampliar la base de recaudación antes que en imponer nuevos aumentos?

Esta es una pregunta que los alcaldes y la ciudadanía deben considerar: ¿hasta cuándo las familias en Nuevo León tendrán que pagar por las insuficiencias de sus gobiernos?

Como diputado local propuse la creación de un Instituto Catastral autónomo y ciudadano que determine los valores catastrales con transparencia y en función de las necesidades reales de cada municipio, no de los intereses de quienes ocupan los cargos.

Pese a que han pasado tres años, esta iniciativa sigue siendo vigente y urgente, y es mi compromiso volver a plantearla con los diputados locales de la bancada de Morena, PT,PVEM en el Congreso Local.

No hay justificación para estos aumentos, ni hace dos años ni hoy.

Harris vs Trump: Una batalla por el alma de América

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Faltan solo un par de días para que EE. UU. vuelva a enfrentarse a uno de los espectáculos políticos que retoma viejas tensiones y abre nuevas divisiones. Kamala Harris y Donald Trump son la encarnación de dos visiones políticas muy distintas, pugnando por la atención de un país cuyo electorado ya se encuentra fuertemente polarizado.

Harris, con su mensaje de unidad y justicia social, y Trump, con su “Make America Great Again” y un combo de políticas nacionalistas, se dirigen a diferentes segmentos del espectro político. Sin embargo, es un hecho que las últimas tendencias reflejan un electorado que ha ido desplazándose hacia extremos más determinantes, particularmente desde la contienda del 2016.

Trump sin duda sigue siendo una figura altamente polarizada y, durante sus dos candidaturas anteriores, demostró ser capaz de movilizar una base sólida de electores que se sienten identificados con su postura nacionalista y autoritaria. Para sus seguidores, Trump significa una postura en contra de un grupo de poder político que perciben como el responsable del débil desempeño político de la nación y de políticas progresistas que amenazan con destruir los valores tradicionales del país.

Por otro lado, Kamala Harris, representa la renovación del partido demócrata hacia una postura inclusiva y progresista, especialmente en materias de justicia racial, de derechos civiles y salud pública. Su historial como exfiscal de California y primera mujer afroamericana y de ascendencia asiática en la vicepresidencia le da una fuerte identidad que resuena en los sectores progresistas del país quienes buscan una narrativa de cambio e igualdad de oportunidades.

Sin embargo, en esta elección, la capacidad de persuasión sin duda será crucial, y los dos candidatos están recurriendo a la retórica para fortalecer su mensaje central. Trump se ha mantenido su enfoque en redes sociales y eventos de campaña que recurren al descontento de ciertos sectores, con un discurso que posiciona a los demócratas como una amenaza directa a la libertad individual y los valores tradicionales. Esta retórica busca reforzar la lealtad de sus seguidores y persuadir a los indecisos a través de un enfoque de “nosotros contra ellos”, aprovechando los temores y resentimientos que persisten en temas como la inmigración y el manejo de la pandemia.

En cuanto a Kamala Harris, ha optado por una estrategia persuasiva que pretende acercarse a las mujeres y jóvenes que se han convertido finalmente en un bloque importante. Su núcleo se basa en la justicia social y la inclusión. Utilizando su posición como Vicepresidenta para posicionar su trabajo en temas de impacto social y polarización que su rival ha contravisto.

Trump sigue una estrategia que ha dado resultados en el pasado: movilizar a votantes desencantados, especialmente en estados clave del medio oeste y el sur del país. En elecciones anteriores, el voto rural y el de clases trabajadoras blancas le otorgaron una ventaja en el Colegio Electoral, incluso cuando perdió el voto popular. Las encuestas más recientes muestran que este patrón se mantiene en 2024; muchos de sus seguidores ven en él un defensor de sus intereses en contra de la “élite” política de Washington.

En cambio, Harris necesita construir una coalición diversa que incluya a las minorías raciales, mujeres, jóvenes y votantes urbanos progresistas. Esta es una estrategia que depende no solo de movilizar a estos grupos, sino de asegurar un índice de participación alto, especialmente en estados como Florida, Arizona y Georgia, donde la demografía ha cambiado y el voto de estos sectores puede inclinar la balanza. Sin embargo, esta es una tarea compleja, pues estos votantes suelen tener poca participación en las urnas, lo que representa un desafío para la campaña de Harris.

Basado en las tendencias actuales, el resultado de las elecciones de 2024 dependerá de la capacidad de ambos candidatos para movilizar a su base y ganar la confianza de los indecisos en estados clave. Trump sigue teniendo una ventaja en cuanto a la lealtad de su base, y su retórica populista ha demostrado ser efectiva en momentos de crisis. No obstante, los esfuerzos de Harris por presentarse como una figura de cambio e inclusión podrían resonar en un electorado que está cansado de la constante confrontación y busca una salida más unificadora.

Es difícil predecir un resultado con precisión, pero la historia actual ha demostrado que Trump posiblemente podría recuperar los estados que perdió en 2020 si logra mantener su participación. Y Si Harris logra movilizar a los votantes jóvenes y progresistas, probablemente podrá lograr una victoria bastante ajustada.

Al final, esta contienda se ha convertido en un reflejo de un país dividido en el que no solo se están disputando los votos, sino también la legitimidad de su visión del futuro.

La pregunta que queda es si los votantes finalmente optarán por un líder que promete estabilidad y continuidad, o si preferirán un líder que ofrezca cambio al enfrentar de manera directa e incisiva al sistema, sin duda ideologías que penetrarán para el futuro de Estados Unidos.