Sobre el municipio más pobre de México y una crítica a la liberalización injusta

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La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será” (Eduardo Galeano, Las Venas Abiertas de América Latina)

Haciendo un símil, si pensáramos en los países como si fueran seres vivos, la unidad más pequeña, la célula que forma los tejidos y estos a su vez los órganos de un sistema, serían los municipios y ayuntamientos. Se dice que el municipio libre es la célula básica, no solo de la división territorial y del organización política y administrativa de un gobierno, sino que también es el origen de la identidad y el desarrollo económico y social de las comunidades.

El rol de los municipios en el desarrollo de las regiones

El municipio, mediante su organización de gobierno en el ayuntamiento, incurre en el día a día de los ciudadanos administrando los asuntos públicos, tomando decisiones y estableciendo políticas que afectan a la comunidad.  También gestiona los servicios y recursos para el beneficio de los ciudadanos y el desarrollo de la localidad. Para economistas como Edward Glaeser, es a través de la óptica de las ciudades que se pueden superar los desafíos urbanos como a pobreza y la congestión, ejecutando políticas progresivas y planificación urbana inteligente. Glaeser habla también de la necesidad de invertir en educación, infraestructura y desarrollo económico local para aprovechar al máximo el potencial de las cuidades como motores del progreso. Los municipios, a su vez, participan en el desarrollo de las regiones, cumpliendo un rol particular en lo que se convertirá en su vocación económica.Rutas Mexicanas

Hablando ahora en particular, una región que ha cumplido las expectativas de crecimiento con creces desde que la industrialización se volvió norma a partir del inicio de la “integración de Norteamérica” es el Bajío. Esta región aprovechó su posición geográfica y la infraestructura construida a mediados del siglo XX derivado de la alta demanda de materia prima por parte de los Estados Unidos durante la época de Guerra y Postguerra (¿se han preguntado alguna vez por qué las principales calles de algunas ciudades del país están orientadas hacia el norte?).

La escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, reconocida por abordar temas de identidad, raza, género y política dice que el lugar donde naces y creces es un componente fundamental de tu ser. Y es por ello que, en el texto de esta ocasión, como leonés de nacimiento, me gustaría hablar de una seria problemática que hace un par de meses el CONEVAL (Consejo Nacional de Evalución de la Política de Desarrollo Social) dio a conocer.

León, Guanajuato ha sido noticia reciente debido a que es la ciudad con mayor número de pobres y la segunda con mayor cantidad en pobreza extrema. La realidad es que es tendencioso clasificarla como la ciudad más pobre del país, puesto que esto involucraría muchas más variables y consideraciones; lo que no se puede negar es que es un tema sensible y preocupante para el Bajío, puesto que el tener una problemática creciente como esta, dicta cierto patrón que podría repetirse en otras ciudades de la región. ¿Qué significa esta problemática y qué puede provocar?, ¿qué se ha hecho mal y quién es el culpable? Tomaré como excusa esta problemática para tratar temas de economía regional, desarrollo y crecimiento económico…

El Bajío Mexicano

El Corredor Industrial del Bajío Mexicano es una región estratégica que se ha convertido en uno de los principales motores de crecimiento económico del país. Se encuentra ubicado en la zona central de México, abarcando los estados de Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes, San Luis Potosí y Jalisco. Esta región tenía una vocación principalmente agrícola en un inicio, sin embargo, la llegada de las políticas de sustitución de importaciones en la década de 1960, y a partir de ello, la llegada de inversión, provocó que se experimentara un proceso de industrialización que sentó las bases para su desarrollo actual. En el contexto del comienzo de una industrialización en el país, motivado por la producción para satisfacer una demanda nacional e internacional, la ubicación geográfica del Bajío, en el centro de México y cerca de importantes ciudades como Ciudad de México y Guadalajara, jugó un papel crucial en su desarrollo como un importante corredor industrial. La región contaba con una infraestructura de transporte relativamente bien desarrollada, con carreteras y vías ferroviarias que facilitaban la conectividad y el movimiento de mercancías.

El desarrollo del Corredor Industrial del Bajío Mexicano se aceleró en la década de 1990 con la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que abrió oportunidades comerciales con Estados Unidos y Canadá. Muchas empresas multinacionales vieron en el Bajío una ubicación estratégica para establecer sus operaciones y aprovechar los beneficios del acuerdo comercial.

León, la ciudad de la manufactura

En torno a la política económica que le concierne a la región, en su momento tenía sentido el que la ciudad apostara en las últimas décadas del siglo XX a la industrialización como medio para impulsar la economía. Sin embargo, en medida que el tiempo ha pasado, las consecuencias negativas de esta dependencia se han vuelto evidentes. La competencia global ha reducido los márgenes de beneficio y ha llevado a la pérdida de competitividad debido al poco dinamismo de la economía y capacidad de adaptación, generando desigualdades socioeconómicas en la ciudad. A pesar de la generación de empleo, los salarios en la industria manufacturera suelen ser bajos, especialmente para los trabajadores no calificados; añadiendo que el crecimiento de dichos salarios ha sido en ritmos menores a la referencia: el crecimiento económico y la inflación. Esto ha resultado en una concentración de riqueza en algunos empresarios (en su mayoría, ni siquiera nacionales); además, esta falta de capacidad de adaptación también ha limitado las oportunidades de empleo en otros sectores.

Las desigualdades se reflejan en la calidad de vida de los habitantes de León. Existen disparidades en el acceso a servicios básicos como educación, salud, vivienda adecuada y servicios públicos. Las comunidades más vulnerables y marginales a menudo enfrentan dificultades para acceder a estos servicios, lo que amplía la brecha socioeconómica.

Crecimiento y desarrollo

Lo sucedido en la ciudad, y por consiguiente en la región, se asemeja a lo que para el economista turco, Dani Rodrik, sucede en contextos con alto desempeño, donde las consecuencias sociales se vislumbran al sobreponer el crecimiento a expensas de aspectos importantes de desarrollo. Sin afán de meterse en ideologías, es indispensable que consideremos que ambos aspectos de la economía no son excluyentes. El desarrollo no es una alternativa al crecimiento, sino que son complementos naturales. No existe un verdadero desarrollo económico sin una riqueza generada; y, por otro lado, no puede existir crecimiento en una economía sin un entorno apto para hacerlo.

Entonces, ¿en qué momento es que se perdió esta región y, particularmente la ciudad de León en el camino del desarrollo y el crecimiento? Mi diagnóstico muy particular (y que queda corto, será digno de profundizar en otros textos) es que la desesperación de quedarse atrás respecto a las grandes potencias del mundo hizo que México, durante el siglo XX, tratara de incorporar a sus regiones y ciudades a un sistema ignorando que se tendría un papel secundario, únicamente como un engrane trabajando en favor de la generación de riqueza de dichas potencias.

En su libro Kicking Away the Ladder Ha-Joon Chang cuestiona cómo los países desarrollados han utilizado estrategias proteccionistas y políticas industriales en su propio proceso de desarrollo, mientras desaconsejan a los países en desarrollo que sigan su camino. Siendo esto, por lo menos injusto.

Una vez conseguido este nivel de crecimiento y desarrollo avanzado, abogaron por la liberalización del comercio y la eliminación de barreras comerciales, involucrando (por no decir obligando) a cualquier otro jugador aprovechando una competencia desigual, vulnerabilizándolos ante los ciclos económicos internacionales y colocándoles una soga al cuello con las condiciones adversas en financiamientos.

¿Las regiones que han sufrido de las consecuencias de una apertura injusta están condenadas a la desigualdad?

Como cualquier respuesta complicada: depende. Dependerá de que acciones de política económica se tomen a partir de ahora. ¿Cuál es la respuesta? La realidad es que no creo que exista una fórmula exacta, sino que es necesario tener en cuenta la necesidad de ser flexibles y asertivos a la hora de implementar políticas económicas. Volviendo a lo que argumenta Chang, para ello, cada región, en línea con lo que dicte un Plan Nacional de Desarrollo, debe tener la libertad de adaptar sus políticas de desarrollo a sus circunstancias y necesidades; no se debe ver con malos ojos las políticas activas, inclusive rozando en lo proteccionistas y estratégicas para fomentar las industrias.

Si quisiéramos resumirlo, ciudades como León y, por ende, regiones como el Bajío, deben priorizar en sus acciones la implementación de políticas industriales selectivas que protejan y apoyen a las industrias locales en desarrollo; la inversión en educación y capacitación para fortalecer las habilidades y conocimientos de la fuerza laboral; la mejora de la infraestructura para impulsar el desarrollo económico; la adopción de políticas comerciales estratégicas que fomenten la diversificación económica y reduzcan la dependencia de los mercados externos; y el fortalecimiento del sector financiero para apoyar el crecimiento empresarial.

No a las ideologías

Yo no sé qué partido deba tomar la batuta para hacerlo. Lo que sí podría recomendar, especialmente para aquellos con una creciente preocupación por la desigualdad, inclusive sus consecuencias ambientales o en la seguridad pública de la región, es en exigir que estos temas sean tratados con seriedad. Si bien, las políticas implementadas en el pasado fueron ejecutadas con la mejor de las intenciones y con la información disponible dadas las circunstancias, es indispensable redefinir los objetivos de la ciudad y la región; de otra manera será condenada empeorar sus condiciones sociales, abriendo camino a gobiernos demagógicos, cada vez más populares… será que la reacción comenzó siendo a nivel federal (¿?)

 

*Economista, tuitero y consultor

Sobre ser migrante

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Adonde yo soy tú somos nosotros Octavio Paz (1957) en Piedra de Sol.

Pocos temas son tan sensibles y complejos como el de la migración. Tal vez en un mundo ideal no sea necesario buscar una mejor vida lejos de donde has crecido, o tal vez una perfecta movilidad haga que las regiones se desarrollen de acuerdo con sus capacidades y ventajas comparativas. Ambos puntos vistos desde teorías radicalmente distintas.

Para tener un poco de contexto local y dimensionar la importancia de este tema para nuestro país, de acuerdo con datos oficiales de organismos de las naciones unidas, la diáspora mexicana es la segunda más grande del mundo (13 millones), seguida únicamente de la India (15.6 millones). La mayoría de los connacionales mexicanos residen, como era de esperarse, en Estados Unidos (~12 millones), país con el que conformamos el principal corredor migratorio en el mundo y es motivo suficiente para ser un tema complejo desde un punto de vista político.

Me parece que hablar de migración desde un punto de vista externo es contraintuitivo para el ser humano. Somos una especie que si algo nos ha caracterizado a lo largo de la historia es la condición nómada. Realmente no somos ni de aquí ni de allá. Por lo tanto, tratar de juzgarla resulta hasta hipócrita.

Hablando de la situación migratoria en acciones políticas. No creo que exista un departamento o política migratoria a la cual le pueda dar mi afinidad. Secretarías ineficientes, políticas inexactas y políticos tomando decisiones desde la completa ignorancia son males que comparte cualquier país en temas de migración, ya sea en América, África, Europa o Asia.

La sensibilidad que nos da el vivir cerca de los Estados Unidos nos hace darnos cuenta del parecido que tienen estas problemáticas presentes en nuestro país y en el vecino del norte. Cifras oficiales aseguran que, durante inicios de la administración de Trump en Estados Unidos, alrededor de 2,500 menores fueron ubicados en albergues u oficinas de detención, siendo separados de sus familias a raíz de la política de Tolerancia Cero. Luego de un escándalo mayúsculo alrededor del mundo tras darse a conocer esta noticia, Trump decidió echar atrás dicha política, reuniendo a las familias en el 2018; no obstante, las ineficiencias burocráticas provocaron que alrededor de 700 pequeños no encontraran a sus familias puesto que habían sido ya deportadas semanas antes, quedando varados en un país ajeno, sin sus papás. Completamente desamparados.

Las imágenes que mostró el congresista Ted Lieu en una audiencia en 2018 rompen el corazón… Cientos de niños habitando en un albergue rodeados de rejas, cubiertos de papel aluminio haciendo las veces de cobijas. El representante demócrata también compartió algunos audios, los cuales son aún más desgarradores, dando a conocer la desesperación de los pequeños. Dichos audios e imágenes fueron tomados por agentes de ICE.

Instituciones y políticas débiles ocasionan grades tragedias. Es de conocimiento público, pero no está demás reafirmar que México sufre de los mismos males que se critican a los Estados Unidos. Tanto en inefiencias políticas y gubernamentales como falta de empatía en la sociedad.

El pasado lunes 27 de marzo un centro del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez registró un incendio, en el cual 40 personas perdieron la vida y otras 27 resultaron heridas. Asfixiados, calcinados y encerrados en celdas fueron los últimos minutos de estas personas que buscaban una mejor vida. El incendio demuestra las heridas de nuestra política migratoria, tan graves como las de nuestro vecino del norte. Decenas de hombres se ahogaron en el humo frente a cámaras de seguridad, justo en los ojos de los guardias encargados de vigilarles.

Entrar en detalles de cómo sucedió esta lamentable situación no vale la pena, pero sí recalcar las condiciones en las que vivían en este “albergue”, que más bien la CNDH describe como un “modelo de alojamiento tipo carcelario, similar al utilizado en los Centros de Reinserción Social, que conserva criterios de contención y represión de las personas en contexto de movilidad, como si se les atribuyeran conductas delictivas”. Recordemos que estas personas habían sido arrestadas y trasladadas al centro de detención por no tener papeles en regla, pero no estaban acusados de ningún delito. Cuestión que tampoco se había cumplido acorde a la ley puesto que por lo menos dos de los migrantes detenidos tenían permiso para residir en México. Uno de ellos falleció.

Associated Press publicó recientemente que un abogado acusa al delegado del INM en Chihuahua, el contraalmirante Salvador González Guerrero, de haber dado la orden por llamada telefónica de no abrir la verja de los migrantes “bajo ningún motivo” durante el incendio.

A una semana del suceso, poco se le ha dado seguimiento desde la escena pública. Y, por supuesto, pocas consecuencias ha habido. Toda tragedia en nuestro país tiene una constante, no habrá consecuencias y nada va a cambiar.

Leyes y políticas como lo son en el tema migratorio se han construido, como dice el sociólogo francés, Émile Durkheim, no desde el Estado, sino como consecuencias de la moral a raíz de las condiciones de la vida común del pueblo. Hoy las leyes reflejan las necesidades y valores de la sociedad en la que se crean, y que son una expresión de la conciencia colectiva de esa sociedad. Según Durkheim, las leyes se originan a través de la presión social que ejercen los miembros de esta para regular el comportamiento y mantener el orden.

Sin darle un juicio de valor, tal vez hoy esa moral la compartimos los países norteamericanos. Todas esas injusticias que hoy los migrantes viven en Estados Unidos, por ejemplo, bajo el Título 42, donde de acuerdo con Human Rights First se han identificado casi 10 mil casos de secuestro, tortura, violación u otros ataques violentos contra personas expulsadas; las viven los centro y sudamericanos en nuestras tierras. Por lo menos uno de cada tres migrantes sufren de cualquier tipo de violencia a su paso por México.

Si bien, existen asociaciones o grupos de la sociedad organizados en favor de derechos de los migrantes y condenando las condiciones a las que se deben de enfrentar. La presión que ejercen es insuficiente y han sido muy poco apoyados. En México hay alrededor de 96 albergues para migrantes, y en su mayoría son operados por la sociedad civil; contrastando con las 58 estaciones migratorias operadas por el INM.

En temas tan complejos y donde la misma sociedad es responsable del bienestar de minorías específicas, Durkheim nos ofrece un poco de claridad a la hora de sacar conclusiones. Así como en otros tantos temas, pareciera que el cambio para vivir en una armonía colectiva no vendrá hasta que exista una re-priorización de valores sociales. Me parece que el debate entre si el cambio en leyes surge por cambios en la moral social o es precisamente al revés, encuentra una solución dando una responsabilidad a la sociedad; sin embargo, el cómo llegar a ese cambio es digno de ser profundizado en otro texto.

*Economista, consultor y tuitero

Fallo de la Corte Penal Internacional

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Todo jurista familiarizado con el Derecho Internacional, sabe que los Organismos de Justicia Internacionales carecen de una fuerza coercitiva efectiva, pues su actuar requiere de la adhesión de la nación sancionada por medio de la ratificación y entrada en vigor de un tratado internacional.

En todo el mundo únicamente la Corte Penal Internacional (CPI), es capaz de castigar coercitivamente a “naciones”, específicamente a los líderes políticos de países dónde se hayan cometido crímenes de “lesa humanidad”, ejemplo de estos son el genocidio, tortura o esclavitud, los cuales están contenidos dentro del Estatuto de Roma.

Desde su creación en 1999 a 2023, la Corte solo ha inferido en 31 casos, de los cuales han surgido 33 órdenes de aprehensión y se ha detenido a 17 personas, lo cual significa que la Corte ha atendido un caso y medio por año desde su surgimiento.

A nivel internacional la imparcialidad de la CPI ha sido duramente cuestionada por juristas, tanto postulantes como académicos, ya que desde su creación tal organismo no ha atendido casos ajenos a países de África.

A esta crítica se suma que naciones con una posición clave dentro de la ONU, pues son miembros permanentes y del consejo de seguridad, ni siquiera han ratificado el Estatuto de Roma, por lo cual cualquier acción penal en su contra resultaría sin efectos, tales naciones son Estados Unidos, Rusia y China.

Ahora bien ¿por qué doy está introducción sobre la Corte Penal Internacional? Bueno, es con el fin explicar el transformado político que conyeva la orden de aprehensión contra Vladimir Putin, que hace unos días fue difundida por los medios de comunicación.

Rusia al no haber ratificado el Estatuto de Roma, queda sin efecto cualquier acción proveniente de la CPI dentro de este país. Esto significa que Putin solamente podrá ser detenido en los países en qué tal estatuto si haya sido ratificado y entrado en vigor.

En términos diplomáticos, tal acción representa un total retroceso a la posibilidad de que surja un ambiente de negociaciones y un descenso de ostilidades en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Pues el autocrata Vladimir Putin no podría ni siquiera salir de su territorio para celebrar un acuerdo de paz sin considerar una posible emboscada política por parte de sus contraparte occidental. Esto para el mandatario deja patente que es un intento de evitar la libre movilidad en búsqueda de aliados o cualquier otro refuerzo político y económico.

Otra acción que sorprendió a expertos en la materia, fue la expeditez de la CPI al emitir la orden de aprehensión contra un funcionario político de una nación de tal calibre, puesto que han existido escenarios similares en conflictos bélicos en donde ha estado involucrado Estados Unidos y la CPI se ha remitido en señalar la imposibilidad de efectuar acciones debido a la ausencia de ratificación del acuerdo anteriormente señalado.

Ejemplo de esto son los crímenes de guerra en Vietnam e Irak por parte de Estados Unidos o los Crímenes de “lesa humanidad” por China en la región de Xinjiang.

Lamentablemente hay muchos más ejemplo de países que son miembros del consejo de seguridad que han cometido crímenes de “lesa humanidad” como Japón (no permanente), Francia (permanente) y Reino Unido (permanente), etc. y no han sido atendidos por dicha corte.

Ahora bien, vemos que existía un antecedente de criterio legal para resolver tales denuncias, pero sorpresivamente este cambio para este caso en concreto.

En lo personal, espero dicho actuar sea sostenido en el tiempo, puesto que se deja un precedente para juzgar expeditamente a funcionarios públicos por crímenes atroces, pero desde una perspectiva objetiva veo otro escenario a futuro.

Este texto fue elaborado para presentar el doble discurso que existe en la esfera internacional, dónde cada vez es más evidente el debilitamiento de las Instituciones Judiciales Internacionales y la falta de imparcialidad de tales organismos.

Señalar que se han distanciado de la protección de derechos de las personas, de aquellos y aquellas que realmente se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. A su vez me gustaría recordar que es menester de las abogadas y los abogados ser críticos ante tales organismos y restablecer el principal rol de estos, ya que tal fenómenos no solo es a nivel internacional, sino que se ve replicado en el Poder Judicial de nuestra Nación.

LAS MUJERES EN EL MUNDO LABORAL. La brecha salarial y la desigualdad de género

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En México, la desigualdad y violencia de género son de las principales problemáticas que afectan la integridad de las mujeres. Por ello, cada 8 de marzo miles de mexicanas, a menudo separadas por estatus sociales y económicos, se unen, con el fin en común, de hacer valer sus derechos. 

Desde un punto de vista empresarial, existe también una considerable brecha de género. De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOE), al cuarto trimestre de 2022, en México residían 128.9 millones de personas, de las cuales 67.0 millones eran mujeres. Es decir, las mujeres representaban el 52.0 % de la población total del país. Por otro lado, según las estadísticas del ENOE en su comunicado de presentación núm. 141/23 del pasado 2 de marzo del 2023, en enero de este año, la Población Económicamente Activa (PEA) fue de 60.2 millones de personas de 15 años y más y, al hacer una distinción por sexo, la tasa de participación de los hombres fue de 76.4 % y del 45.9% en las mujeres. 

Sin embargo, la representación de las mujeres disminuye conforme al nivel jerárquico empresarial. De acuerdo con las investigaciones realizadas por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la participación de las mujeres en la plantilla laboral de las empresas listadas en la bolsa mexicana de valores corresponde al 36% y se reduce a 21% en direcciones de áreas jurídicas, a 10% en direcciones de finanzas y a 4% en la dirección general.

Si bien, las mujeres son mayoría en la población mexicana, su participación económica y representación en puestos directivos, se encuentran por debajo del porcentaje de los hombres.

El no involucrar a las mujeres en el mercado laboral afecta en el crecimiento económico del país. Por ello, es importante tomar las medidas necesarias para disminuir la brecha de género y sumar la participación femenina en el Producto Interior Bruto (PIB) de México. 

Como emprendedora y mujer, considero importante que las empresas generen políticas de contratación que prevengan la discriminación, así como implementar planes de carrera con perspectiva de género, pagar sueldos correspondientes al puesto, sin hacer una distinción por sexo y crear políticas para prevenir y/o hacer frente al acoso laboral.

El país en donde los delitos no se castigan

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La impunidad es la inexistencia de responsabilidad y sanción legal cuando se cometen delitos o violaciones de derechos humanos. Generalmente surge como consecuencia de la falta de prevención, investigación y sanción por parte de la autoridad, lo que termina por afectar a las víctimas, quienes muchas veces no obtienen una reparación integral del daño.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en su informe sobre la situación de Derechos Humanos en México (2015), asentó que la crisis de graves violaciones de derechos humanos que atraviesa el país es, en parte, consecuencia de la impunidad, la cual alcanza más del 98% de los delitos cometidos en México. En otras palabras, solo se sanciona el 2% de los delitos o violaciones de derechos humanos cometidas en el país. 

Por ejemplo, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, A.C. (CMDPDH), menciona que en el país se han abierto 15,848 averiguaciones previas y carpetas de investigación por el delito de tortura desde diciembre de 2006, no obstante, solamente se tiene registro de 8 sentencias condenatorias desde 1991 por ese delito. La CMDPDH también menciona que, en México, han sido desaparecidas de manera forzada más de 35,000 personas en los últimos años, sin embargo, se tiene conocimiento de que el poder Judicial Federal solamente ha emitido 9 sentencias por ese delito.

En nuestro país la impunidad tiene sus orígenes, por una parte, en la falta de denuncia de delitos, la cual es consecuencia directa de la falta de confianza en las instituciones. Por otra, la falta de procesos claros y transparentes, así como las barreras en el acceso a la justicia para todas las personas hace que las estadísticas se disparen, convirtiéndonos en uno de los países con mayor índice de impunidad. Al final, quien sufre las consecuencias es la sociedad y las víctimas. 

Si bien se han empezado procesos importantes de reformas legislativas y fortalecimiento de distintas instituciones para disminuir los índices de impunidad, es necesario que esos mismos esfuerzos se conjuguen con políticas públicas que generen más confianza en las instituciones y, además, impacten integralmente en la prevención, investigación, sanción y reparación de delitos y violaciones de los derechos humanos. 

Así arrancan las campañas de gobernador en Coahuila y Edomex

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Este 2023 es un año atípico electoralmente hablando. A diferencia de 2021 donde se eligieron 15 gubernaturas, 2022 donde fueron 5 o el próximo año donde se vota de nuevo al presidente y miles de cargos locales y federales, en 2023 únicamente tendremos 2 elecciones de gobernador: las de Coahuila y el Estado de México. 

Aún así, estos 2 comicios cobran relevancia porque son el preámbulo a la elección presidencial y marcarán la pauta de si la oposición en México será o no competitiva en 2024. En Poligrama, al igual que otros años, estamos llevando a cabo ejercicios estadísticos para medir el pulso electoral. 

En el caso del Estado de México, es por demás sabido que es la joya de la corona, pues electoralmente hablando agrupa a más de 12 millones de hombres y mujeres registrados para votar, lo cual representa un 13% del total en el país. Para dimensionar, Edomex tiene más electores que varios países centroamericanos y latinoamericanos. 

Al día de hoy, la candidata de la alianza que encabeza Morena, la maestra Delfina Gómez, se perfila para obtener el triunfo sobre su competidora del PRI-PAN-PRD, Alejandra del Moral. En las preferencias electorales Delfina se ubica en primer lugar con 47%, Del Moral en segundo con un 33% y un 19% de personas indecisas de por quién votar (cifras redondeadas). 

En Edomex cobra relevancia el peso negativo que arrastra el PRI como marca y la fuerza creciente que ha tenido Morena desde la elección pasada en 2017 y a raíz del triunfo presidencial en el 2018. 

En una campaña todo pasa, sobre todo si las opciones son únicamente 2, pero es un hecho que si Alejandra del Moral busca repuntar, las 2 primeras semanas de su campaña son claves. 

Ahora vayamos a Coahuila. Este estado norteño cuenta con la peculiaridad (al igual que el Edomex) de que en sus casi 100 años de vida electoral, ha sido gobernado por un solo partido: el PRI. 

Hablábamos en Edomex de una carga negativa, pues bien, en Coahuila parece no ser así. El PRI como marca política tiene casi las mismas simpatías que Morena, además de tener en Manolo Jiménez un candidato que aglutina juventud y experiencia pues ya ha gobernado en 2 ocasiones la capital del estado, Saltillo. 

Algo sucede en Coahuila que a diferencia de muchos otros estados, la marca PRI pesa en positivo. Algunos elementos para explicarlo son que el gobernador Miguel Riquelme cuenta con una aprobación positiva. También que a diferencia de otros estados del norte de México, los indicadores de seguridad en Coahuila son sumamente buenos y en un país donde la violencia es lo que impera, este elemento puede ser el diferenciador. 

Al día de hoy, Manolo Jiménez obtiene el 40% de las preferencias, seguido de Armando Guadiana con el 31% y en tercer lugar Ricardo Mejía, con el 15%. Es un hecho que la división de las izquierdas ha mermado el posicionamiento del senador Guadiana, habrá que ver en campaña si esto se mantiene o los simpatizantes del presidente López Obrador se encarrilan por la campaña de izquierda más competitiva. 

En el saldo final podríamos hablar de un empate, Edomex para Morena y Coahuila para la oposición, sin embargo es claro que en el plano nacional pesa más ganar el Estado de México. 

Aún así, la eventual victoria de la alianza PRI-PAN en Coahuila les puede dar una bocanada de aire fresco para mantener un discurso de que sí es posible ganarle a Morena y tratar de competir en la elección presidencial de 2024. 

¿Vladimir Putin irá a la cárcel?

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El pasado 17 de marzo de 2023 la Corte Penal Internacional (CPI) anunció que se giraron órdenes de aprehensión en contra del presidente de Rusia, Vladimir Putin y de Maria Alekseyevna Lvova-Belova[1]. La CPI consideró que existen motivos razonables para creer que las personas señaladas  son responsables por crímenes de guerra, específicamente  por la deportación ilegal y el traslado ilegal de personas desde las zonas ocupadas de Ucrania hacia territorio ruso, esto en perjuicio de niñas, niños y adolescentes ucranianos.

La principal pregunta que surge es ¿realmente van a detener al presidente ruso? Para responder lo anterior tenemos que entender que la Corte Penal Internacional basa su funcionamiento en el Estatuto de Roma y únicamente tiene jurisdicción sobre los países que han firmado y ratificado dicho tratado internacional. Rusia actualmente no acepta la jurisdicción de la Corte Penal Internacional.

Por su parte, Ucrania no es miembro del Estatuto de Roma, pero ha solicitado a la CPI ejercer su jurisdicción sobre presuntos crímenes de guerra cometidos en su territorio desde el 20 de febrero de 2014. Esto es lo que permite que actualmente la Corte tenga una investigación abierta sobre los hechos que suceden en Ucrania.

Lo anterior quiere decir que la Corte Penal Internacional no puede detener al presidente ruso mientras él siga dentro de las fronteras de su país pues, de acuerdo con información del Gobierno Ruso, ha quedado claro que dicho país no cooperará para ejecutar las órdenes de aprehensión de la CPI en contra de funcionarios de su gobierno.

Sin embargo, el presidente ruso sí podría ser detenido si entra al territorio de alguno de los 123 países que sí aceptan la competencia de la Corte Penal Internacional, ya que estos tienen la obligación de colaborar con el funcionamiento de la Corte.

Lo cierto es que mientras esto ocurre el conflicto armado entre Rusia y Ucrania sigue afectando a miles de personas de ambos países, quienes lo que más desean es que esta pugna llegue a su fin. Esperemos que los mecanismos internacionales puedan abonar a una solución pacífica del conflicto, asegurando que los crímenes cometidos no queden impunes.

La llegada de Tesla a Nuevo León

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A finales de 2021, Elon Musk, el magnate dueño de Tesla, visitó el estado para reunirse con el gobernador Samuel García y explorar la posibilidad de abrir una gigafactory en Nuevo León. 

A decir del gobernador y su esposa, Mariana Rodríguez, Musk terminó impresionado de muchas cosas que ofrece la zona metropolitana de Monterrey. A raíz de esa visita, se fraguaba una serie de negociaciones para darle viabilidad a Monterrey, como la zona donde Tesla construiría su siguiente mega planta. 

De aquella reunión hubo un par de imágenes filtradas que ponían la interrogante de lo que hacía Musk en el estado, fue en meses recientes cuando se habló de esta posibilidad que fue tomando fuerza, sin embargo, de parte del gobierno estatal no se daba una declaración oficial, debido a que las negociaciones continuaban. 

Es tan relevante la llegada de Tesla al estado, más en específico a Santa Catarina, municipio gobernador por el emecista Jesús Nava, que para dimensionar su tamaño, la inversión para construir la gigafactory, de acuerdo a datos preliminares, sería la más grande en la historia de Nuevo León. 

Incluso, la inversión que se estima que hará Tesla, de alrededor de 10 mil millones de dólares, es mayor que la de la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (4,500 millones de dólares), y similar a la de la refinería de Dos Bocas (12 mil millones), y cercana a los 15 mil millones que costará el Tren Maya, las 3 macro obras del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. 

Significa tanto que incluso provocó el involucramiento del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien buscó en principio que la planta fuera llevada al centro o sur del país. En las últimas semanas vimos cómo los gobiernos de Michoacán, Hidalgo, Tabasco, entre otros, armaron una campaña para tratar de ganar las simpatías de Musk. 

A final de cuentas la decisión final de la empresa transnacional fue mantener su postura inicial y elegir a Nuevo León, teniendo el aval de López Obrador. Recientemente fue el mismo presidente quien declaró que gran parte de la razón por la que Tesla llegará al estado, tiene que ver con la insistencia del gobernador Samuel García, quien un día sí y otro también, lo buscó vía telefónica para convencerlo de apoyar el proyecto. 

Datos que levantamos en Poligrama a nivel nacional, nos señalan que el 75% de las y los mexicanos están de acuerdo con que Tesla se instale en Nuevo León, y no solo eso, el 80% consideran que los gobiernos locales deben impulsar la llegada de este tipo de empresas a sus estados. 

Tomando todo con justa dimensión, esta es sin lugar a dudas una de las grandes victorias que se apunta el gobierno de Samuel García en sus poco menos de año y medio al frente del gobierno estatal, pues no solo se generan más inversiones y empleos en el estado, si no que impulsa la narrativa de que en efecto se está construyendo un nuevo Nuevo León. 

Después del anuncio de Tesla, la aprobación de Samuel García se encuentra en niveles cercanos al 70%, muy similares a los que presentó al inicio de su administración, y habiendo pasado ya por dos grandes crisis de gobierno (tema feminicidios y la escasez por agua). 

Veremos en las siguientes semanas y meses cómo se va desarrollando la historia de Tesla en el estado, y cómo esto beneficia o no a la aprobación del gobernador con respecto a sus ciudadanos.

La migración en México, un preocupante escenario

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En la actualidad México se caracteriza por ser un país de origen, tránsito, destino y, cada vez con mayor intensidad, retorno de personas migrantes. Debido a su ubicación geográfica, nuestro país se encuentra en una posición estratégica para toda clase de flujos migratorios y comerciales.

De acuerdo con información oficial de la Unidad de Política Migratoria del Gobierno Federal, durante el año 2022 se registraron más de 30 millones de entradas de personas extranjeras al territorio nacional. Es importante mencionar que el número probablemente sea mayor, dado que existe un alto índice de personas indocumentadas que entran al país sin ser detectadas.

Lo anterior nos lleva a entender que en México existen distintas caras de la migración. Por un lado, están las personas que llegan de Estados Unidos o Europa con una oferta laboral o para invertir  en México; por otro, tenemos a las miles de personas que todos los años salen de sus países en centroamérica para encontrar mejores condiciones de vida en Estados Unidos, pero que invariablemente tienen que atravesar nuestro país para llegar a su destino.

Sobre este último grupo de personas migrantes me quiero centrar, porque son ellas quienes viven una serie de violaciones a sus derechos humanos todos los días. De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, estas personas son víctimas de discriminación, agresiones, secuestros, violencia sexual, trata de personas, asesinatos y desapariciones. La mayoría de estos delitos son perpetrados por grupos del crimen organizado, pero también se ha tenido conocimiento de múltiples casos que involucran la participación de funcionarios públicos.

En México ha sido la sociedad civil quien más se ha preocupado por ayudar a las personas migrantes indocumentadas que se encuentran de paso por México, brindando hospedaje, alimentación e incluso asesoría jurídica. Si no fuera por las organizaciones civiles miles de personas migrantes quedarían en una total desprotección.

Es fundamental que las empresas y la academia se unan con las organizaciones de la sociedad civil para apoyar a las personas migrantes indocumentadas que atraviesan México en busca de una vida mejor. Todas y todos podemos ayudar desde nuestras trincheras y posibilidades, ya sea donando tiempo o recursos a organizaciones que trabajan en la atención y protección de las personas migrantes, o bien promoviendo políticas públicas más humanas y justas. La solidaridad y la empatía son valores que debemos fomentar como sociedad para construir un mundo más igualitario y equitativo para todas las personas, independientemente de su origen o situación migratoria.

Reflexiones de una oveja feminista

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El pasado miércoles marché por primera vez desde hace tres años en la marcha del Día Internacional de la Mujer aquí en Monterrey. La última vez había sido aquel domingo del 2020, días antes del fatídico 13 de marzo. El año siguiente, no salí a las calles debido al confinamiento y en el 2022 no estaba viviendo aquí.

Antes de seguir, quiero clarificar que esta no es una crónica del día. No sé las cifras exactas del número de mujeres que marchamos ese día (ya que la cifra varía en 24 mil y 30 mil personas, dependiendo del medio al que te remitas), ni conozco a ciencia cierta el itinerario establecido que debió haber seguido la marcha. 

Para mí, año tras año, este es un día emocionalmente desgastante; ver mis redes sociales plagadas de publicaciones mostrando las cifras de violencia exorbitantes (las cuales no son novedad, pero salen a relucir con la conmemoración del día), recibir mensajes de personas felicitándome (los cuales incluyen el esporádico mensaje de la clínica de depilación que frecuento sobre los descuentos por ser Día de la Mujer) y marcas y personas compartiendo palabras de “aliento” o “motivación” hacia las mujeres por primera y única vez durante el año. Todo me parece desgastante. Esto sin hablar de la montaña rusa de emociones que implica el decidir salir a marchar. Sin importar si es tu primera o tnésima vez, nunca te acostumbras del todo a lo que estás a punto de vivir.

Este 8 de marzo no fue la excepción-, Desde el momento en que me levanté me sentí exhausta. Entiendo perfectamente a la gente que decide no salir a las calles a manifestarse, no comentar ni compartir nada al respecto y no tener que lidiar con los comentarios y preguntas del día después. 

¿Y qué opinas sobre los destrozos? ¿Crees que es necesario? ¿Qué opinas sobre el incendio de la puerta de Palacio de Gobierno? 

Estoy harta de que se planteen las preguntas equivocadas. Sin embargo, al recibirlas, ¿cómo respondo de manera sincera? ¿Debería responder? ¿Cómo se puede externar una opinión crítica y honesta hacia personas escépticas del movimiento sin crear una percepción que desestime todo el trabajo de activismo que crea impactos tangibles en la sociedad? ¿Cómo digo que no me sentí segura en la marcha sin recibir miradas de desaprobación?

Hay algunos puntos que no cuestionaré sobre lo ocurrido el miércoles pasado. Primero, sí, faltó organización. No se respetaron los contingentes preestablecidos poniendo en peligro a las infancias y a otros grupos de mujeres vulnerables. Segundo, no fue una marcha separatista, había hombres sin importar el contingente del que se trataba, lo cual puede generar que la marcha no se palpe como un lugar seguro para quienes nos manifestamos. Tercero, la brutalidad por parte de la policía de Monterrey es inexcusable. Retener en Palacio de Gobierno sin el debido protocolo a 16 personas que estaban ejerciendo su derecho a la protesta es una violación innegable a sus derechos humanos. 

Ante mis ojos, elegir mantenerse al margen de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora es una estrategia de autocuidado, no de tibieza. 

Yo soy, y he sido por los últimos años, lo que coloquialmente se conoce como la “oveja feminista” entre mi familia y amistades. Para quienes no conocen el término, la analogía a la que hace referencia es bastante obvia: la oveja negra, aquella que destaca por crear disturbios y se vincula con aspectos normalmente percibidos como negativos, como la rebeldía. 

Por años, recibí miradas y comentarios respecto a que mis creencias políticas y sociales estaban infundamentadas, que se trataban de necesidades inventadas y reclamos innecesarios. Fueron más veces de las que puedo contar que se me pidió (o a veces suplicó) cambiar de tema durante una conversación. A muchos adultos, específicamente a aquellos bien entrados en su cuarta década o más, no les agrada que una adolescente intervenga en su diálogo de política en la sobremesa sacando a relucir temas de menstruación digna o aborto legal. 

Fue hasta hace algunos años que la evasión de temas para no generar incomodidad fue reemplazada por preguntas de genuino interés entre mi círculo de amistades. Fue hasta hace algunos años, que mis amigas y mi mamá empezaron a marchar conmigo. 

Definitivamente hubo un cambio cultural, paulatino e inesperado a la vez. Me di cuenta de esto el miércoles, cuando una amiga se acercó a mí y me dijo: “Hoy voy a salir a marchar por ti. Quiero que veas el impacto que tienes en la gente”. Mi pesadumbre y angustia se aligeraron un poco después de esa conversación. 

Ser la oveja feminista es cansado. Toma mucho tiempo poder vislumbrar los altos retornos de inversión que tienen todas esas horas en las que causaste incomodidad y todos los desacuerdos que ocasionaste. Sin embargo, he aprendido también que el costo de oportunidad de quedarnos calladas es muy alto. Sí, ser la oveja feminista de la familia casi siempre es difícil, pero siempre termina valiendo la alegría. Sí, valiendo la alegría en lugar de la pena, como diría mi mamá. 

De todo esto me di cuenta la semana pasada.

En medio de todo el caos y la confusión entre contingentes, cambios de ruta, grupos de feministas liberales y radicales; me di cuenta que iba marchando con mi propio (sub)contingente conformado por un caleidoscopio de mujeres con pocas cosas en común, pero unidas por su rabia: mi mamá, mi tía, mis primas, mis amigas, las amigas de mis amigas, amigas lejanas y otras que, por razones del azar, nos encontramos marchando después de cinco o seis años de no vernos. 

Todas tenemos razones distintas para salir a la calle y gritar. Leí un cartel que decía “Es tu historia personal la que te hace feminista” y no podría estar más de acuerdo. 

No pudimos terminar el recorrido. Al ir de regreso hacia Palacio de Gobierno, algo (no sé que) pareció bloquear la ruta y la gente comenzó a correr hacia los lados. No soy católica, pero sí creo que la mejor comparación para describir lo que vimos fue lo que la Biblia narra cuando Moisés partió el Mar Rojo. La multitud, unánimemente, se partió en dos permeando caos y creando un riesgo de estampida.

De un momento a otro, junto con todas, comenzamos a correr. En algún punto, me caí, me levantaron, solté mi cartel, lo dejé tirado e intenté que mi mamá saltara conmigo una de las bardas que cercan los espacios verdes de la Macroplaza. Mi mamá tiene un moretón gigante en su pierna para constatar lo sucedido.

Desconozco que sucedió. Duró poco, la gente detrás de nosotras sí pudo completar la ruta. ¿Lo más surreal de toda esta escena? Atestadas de adrenalina, vi a una de mis primas sacar nuggets de pollo del Mcdonald’s de su bolsa. Cuando vio que la miraba me dijo, “¿Quieres un nugget para el susto?” y todas nos atacamos de la risa, todavía no nos pegaba el cansancio.

La marcha de este año fue una marcha atípica por muchas razones: duró mucho tiempo, los medios atestiguan que atendió un número récord mujeres (y para muchas de ellas se trató de su primera manifestación), los chistes de “Samuel Teslabañas” abundaron y vimos a una mujer en moto que interrumpió la protesta y empezamos a vitorear como “Motomami”.

Me demoré en escribir esto porque tardé en procesar todo lo vivido esa noche del miércoles pasado. Sigo carente de voz, cansada y con las rodillas raspadas como salida de recreo en primero de primaria. 

Espero que para quienes haya sido su primera marcha, su experiencia haya sido plena y se sigan animando a salir a tomar las calles. Es nuestro derecho como ciudadanas, pero considero que es nuestra obligación como mujeres mexicanas.

Y para quienes se sintieron insatisfechas por la marcha debido al reggaeton, el glitter y la falta de solemnidad en todo momento. Creo que también tenemos que reconocer las formas de resistencia desde el arte y la ternura, que son igual de igualmente válidas que aquellas que nacen de la rabia y el coraje.

Sí, el 8M es un día sumamente desgastante, pero también es un perpetuo recordatorio de que no estoy sola y que la vida es un trago menos amargo acompañada de mi contingente, las mujeres de mi vida.