De la democracia electoral a la democracia participativa

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Desde que se nos ha inculcado sobre el significado de la democracia, se ha tendido a poner todo el peso de la misma en el sufragio universal. Si bien esto ha llegado a contribuir en el sentido de comprometer a la ciudadanía a ejercer su derecho de votar por sus representantes, tanto del poder ejecutivo como legislativo, a la vez ha acortado el sentido democrático a esto mismo: al simple hecho de votar cada tres años, cuando la democracia significa muchísimo más que eso.

Esto, aunado a la hegemonía que actualmente poseen los partidos políticos sobre los procesos electorales y legislativos (los cuales deberían contar con una mayor injerencia de la sociedad civil), pone en evidencia el hecho siguiente: hoy, no contamos con la democracia representativa que estipula la constitución; desde el momento en donde el pueblo mexicano, queda a merced de unos funcionarios públicos que solo ocupan de este cada cierto tiempo, para legitimarse como agrupaciones políticas (reunir el porcentaje mínimo de votos para seguir existiendo como tales), la representación queda supeditada por una evidente democracia electoral.

Dicho en otras palabras, de cumplir con lo dictado por la carta magna, referente a la representación del pueblo, se anteponen los intereses particulares de los partidos políticos, los cuales únicamente alientan a la participación de la sociedad al momento de haber procesos electorales.

Ahora bien, ¿qué puede hacerse para enfrentar tal situación? ¿Cómo se debe consolidar una auténtica democracia, en donde intervenga la mayoría, más allá del voto?

Considero que, además de luchar por eliminar los privilegios de las agrupaciones políticas, así como de los funcionarios públicos, es necesaria la creación de una democracia que supere la representación; para ello, es imperdible la conformación de una democracia de carácter participativo. Pero ¿Qué habría de entenderse por “participativa”? Pues bien, entiéndase dicho término como aquella facultad del pueblo para tener una injerencia directa, en la elección de su propio destino.

Sea en nuestro caso, con la recientemente aprobada Ley de Participación Ciudadana, se podrán varios pasos para llegar a dicha meta; con ayuda de las herramientas establecidas en este cuerpo normativo, como la revocación de mandato, el presupuesto participativo o las juntas vecinales, se contribuirá a la organización social y con ello, a la consolidación de un auténtico poder del pueblo.

Queda claro que para cumplirse la realización de este ideal, se necesitará mucho esfuerzo, y probablemente, mucho esfuerzo por parte de cada uno de nosotros. No obstante, si auténticamente queremos, de una vez por todas, construir el México que soñamos, debemos tomar las riendas por nosotros mismos, y no permitir que los grupos de siempre se apoderen de este para sus propios fines.

Es hora de crear días mejores, donde se tengan los servicios públicos necesarios, donde se tenga un gobierno que merecemos, y donde cada mexicano pueda vivir dignamente sin tener que mendigarles nada a los partidos políticos que, él mismo financia por medio de los impuestos.

Es ahora o nunca, el momento para cambiar nuestro gobierno para nuestra gente del presente, del futuro, y en conmemoración para aquellos de días pasados que precisamente entregó su vida en favor de un mañana mejor.

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Las Tres Iniciativas del Gobernador

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Quiero hablarles sobre las tres iniciativas que se presentaron por instrucciones del Gobernador la semana pasada, pues como toda propuesta innovadora, han surgido aristas sobre dichos temas.

Aunque es la menos comentada de las tres, quiero comenzar por la iniciativa en materia electoral. La representación proporcional es la única posibilidad de que los ciudadanos que no obtuvieron la mayoría en una elección en la que se conforma un grupo (Regidores en caso de Ayuntamientos y Diputados en caso del Congreso) puedan tener representación (proporcional al número de votos emitidos y espacios disponibles) en dicho grupo.

Para que se den una idea de la importancia de esta figura en Nuevo León: Si en estas últimas elecciones no hubiera existido la representación proporcional, en el Congreso del Estado solo habría dos partidos: PRI y PAN; a diferencia de la conformación actual, de PRI, PAN, Movimiento Ciudadano, PVEM, PT y PANAL.

¿Cuál opción es la más plural? ¿Cuál es la más representativa de la voluntad del ciudadano? La voz de todos los que no votaron por el PRI o el PAN (su servidor, por ejemplo) hubiera sido aniquilada sin esta figura.

La propuesta del Gobernador es que la voz de quienes voten por candidatos independientes en la próxima elección no sea silenciada por un sistema que impide que los independientes (quien quiera que ellos sean) tengan igualdad frente a los partidos políticos, pues la Ley Electoral actualmente prohíbe que los independientes tengan representación proporcional (por esta razón no vemos a ningún Diputado que haya sido candidato independiente el año pasado en el Congreso, a pesar de que obtuvieron más votos que algunos partidos que sí están representados).

La propuesta sobre la Auditoría Superior del Estado es una iniciativa local que plantea (por medio de la Legislatura del Estado) una iniciativa de reforma a la Constitución Federal para que este órgano de fiscalización tenga la posibilidad de no depender en forma alguna de los Congresos Locales.

Siendo esta reforma el reto más grande de los tres en términos procedimentales (pues no solo la tienen que aprobar los Diputados Locales de NL, sino los Diputados Federales, los Senadores y hasta la mayoría de las otras Entidades Federativas), debemos impulsar lo más posible su éxito, pero sin perder de vista la posibilidad de iniciar otras acciones legislativas, que aunque menos contundentes, pueden contribuir fuertemente a impulsar la autonomía de este órgano sin necesidad de llegar a modificar nuestra Carta Magna para ello.

Por último, está la iniciativa que propone desincorporar del gabinete del Ejecutivo a la Procuraduría General de Justicia para darle absoluta autonomía e independencia, y no solo eso, sino que la forma de seleccionar al Procurador sea por medio del sufragio popular en comicios electorales. Sobre esta propuesta me llama la atención la crítica de algunos que no están de acuerdo que el pueblo vote por esta figura y quieren que sea electo por grupos de expertos.

No solo tenemos el antecedente de que en 43 de 50 estados en EEUU así se elige al Procurador (llamado State Attorney General) y funciona con éxito, sino que tomando en cuenta que el propósito de desincorporar del Gabinete Estatal esta figura es que tenga independencia y autonomía en su actuar para evitar que se corrompa por intereses ajenos a los ciudadanos, no existe procedimiento más apto para ello en un Estado Democrático que los comicios electorales.

No es casualidad que los gobiernos encabezados por grupos selectos de personas “expertas” (las Aristocracias) ya no existan en el mundo moderno, y hayan sido reemplazadas por la Democracia.

Cuidado con quienes piensen que los ciudadanos de Nuevo León no tenemos la capacidad e inteligencia para elegir a nuestro propio Procurador y digan que nos va a ir mejor con un grupo de personas ‘sabias’ que lo elijan por nosotros. El principio de que la voluntad de todos los ciudadanos mexicanos (expertos o no expertos) en una elección vale lo mismo, es un derecho alcanzado desde nuestra Independencia y yo no quisiera retroceder más de 200 años.

¿Ustedes?

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PAZ EN COLOMBIA: ¿COLOMBIA EN PAZ? DEL DICHO AL HECHO, HAY MUCHO TRECHO

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Y se hizo la paz… El 24 de agosto, representantes del Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de ColombiaEjército del Pueblo (FARC-EP) anunciaron la consecución, después de cuatro años de negociaciones, de un pacto final de paz. Son 52 años de conflicto, que probablemente generaron más de los 220,000 muertos, 45,000 desaparecidos, y 5 millones de desplazados contabilizados, los que hoy podrían estar terminando.

En esta tercera (y última) entrega de esta serie del Talón de Aquiles dedicado al proceso de paz en Colombia, detallo la descripción sobre lo acordado ya iniciada en el artículo anterior e identifico algunos de los retos más apremiantes en el corto plazo para avanzar en el camino del establecimiento de una paz sostenible.

El Acuerdo General de Paz, cuyo nombre oficial es “Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera” es el resultado de seis acuerdos parciales alcanzados a lo largo de los últimos cuatro años: el de “Reforma Rural Integral” (26/05/2013), el de “Participación Política: Apertura Democrática para Construir la Paz” (6/11/2013), el de “Solución al Problema de las Drogas Ilícitas” (4/05/2014), el de “Víctimas” (15/12/2015), el de “Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de las Armas” (23/06/2016), y el de “Mecanismos de implementación y Verificación” (24/08/2016).

En el acuerdo definitivo no aparecen los pactos parciales necesariamente en el orden cronológico en el que fueron firmados, lo cual se explica por el imperativo de dotar de coherencia al texto final. Conviene también recordar que la negociación fue compleja.

El acuerdo de cese del fuego, por ejemplo, contiene dos sub-acuerdos: el de “Reincorporación de las FARC-EP a la Vida Civil – en lo Económico, lo Social, y lo Político – de Acuerdo con sus Intereses”, y uno con un nombre un tanto largo: el de “Garantías de seguridad y lucha contra las Organizaciones Criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra Defensores de Derechos Humanos, Movimientos Sociales, o Movimientos Políticos, incluyendo las Organizaciones Criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del Paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz”. Los acuerdos son complementados por una serie de anexos. Declaran los negociadores que en su conjunto, este marco es un “todo indisoluble”.

¿Qué se firmó?

El acuerdo de desarrollo agrario se enfoca en corregir lo que las FARC-EP interpretan como las “causas históricas del conflicto”, ligadas a la necesidad de una reforma agraria. Por ello, crea una “Jurisdicción Agraria” para proteger derechos de propiedad, entregar predios a los “sin tierras”, formalizar las fincas de pequeños y medianos propietarios, e implementar programas de reconversión productiva (desarrollo con enfoque territorial).

Los planes tienden a borrar las brechas entre el mundo urbano y el rural, pues son guiados por lineamientos del uso del suelo y financiados por esquemas de crédito y estímulo a la productividad (entre ellos la economía social solidaria). El acuerdo también busca garantizar la seguridad alimentaria y nutricional.

El pacto de participación política abre el sistema a la participación de nuevas fuerzas. Resalta la aceptación, por parte de las FARC-EP, de la democracia como un sistema legítimo. También llama la atención el énfasis para promover la inclusión de las mujeres en la política activa y la idea de establecer sistemas de “alerta temprana” y “planes de evacuación” para salvaguardar la vida de la reinsertados.

Estas dos últimas medidas son comprensibles si se recuerda la masacre a las que fueron expuestos los líderes de la Unión Patriótica durante los años 1980. Además, crea el pacto “Circunscripciones Especiales de Paz” para que las regiones más golpeadas por el conflicto puedan elegir legisladores bajo un régimen especial.

Falta determinar cómo entienden las FARC-EP la “democracia”, si bien la referencia a la participación ciudadana comunitaria y regional, y a las veedurías ciudadanas, entre otros, sugiere una concepción más cercana a la democracia “participativa”.

El acuerdo sobre la cuestión de las drogas parte de la premisa que las causas del conflicto no tienen que ver con el narcotráfico. Dicha concepción se contrapone a la que se ha venido manejando por las autoridades gubernamentales al menos durante los últimos quince años. Además, el acuerdo propone un plan de sustitución y erradicación de cultivos ilícitos ideado por autoridades nacionales, regionales y locales, para que las comunidades inmersas en esta economía ilegal puedan reconvertirse.

Paralelamente, se plantea abordar el consumo de drogas como un asunto de salud pública (lo cual implica crear un sistema nacional de atención para favorecer la rehabilitación y reinserción social de los consumidores). Se propone también focalizar las políticas de lucha contra el crimen organizado en las altas esferas y en el lavado de activos. En una referencia implícita al Plan Colombia, señala el acuerdo que esta política debe estar guiada por los principios de soberanía nacional y de no intervención extranjera en los asuntos del Estado colombiano.

El acuerdo sobre víctimas crea una Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia, y la no Repetición. Se crea también una Unidad para la búsqueda de personas desaparecidas, se fortalece el programa de reparación integral para víctimas de la violencia y se establece una Jurisdicción Especial para la Paz. Dicho organismo es autónomo y, con la idea de contribuir a la verdad y la reparación, se concentra en indagar delitos de lesa humanidad, genocidio, y crímenes de guerra (toma de rehenes, tortura, desplazamiento forzado, ejecuciones extrajudiciales, y violencia sexual, entre otros).

En fin, las garantías de no repetición se relacionan con cambiar las condiciones sociales, económicas, y políticas que causaron el conflicto y que lo han alimentado durante décadas. Mención especial merece aquí la lucha contra la impunidad, tan presente en Colombia como en otros países de la región, y a la cual me referiré, con mayor detalle, en otra ocasión.

El acuerdo sobre el fin del conflicto establece una hoja de ruta para que el proceso de desarme y desmovilización, bajo la responsabilidad de la ONU y de representantes del Gobierno y de las FARC-EP, haya finalizado a más tardar 180 días después de la firma del acuerdo final.

Se autoriza el despliegue de observadores desarmados de países miembro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Se ordena a al Ejército reorganizarse para dejar pasar a las columnas de las FARC-EP hacia una de las 23 zonas de concentración designadas para la “transición y la normalización”.

Se trata de zonas desmilitarizadas en donde las ordenes de captura quedan sin efecto, y en donde se prohíben, salvo algunas excepciones, militares o guerrilleros armados. Y, por supuesto, se establece un mecanismo de solución de controversias. El pacto contiene también compromisos para facilitar la conversión de las FARC-EP en partido político (disposiciones legales, de financiamiento, acceso a medios, seguridad, representación, creación de un centro de pensamiento, etc.), clarifica el camino que deben seguir los niños soldados que salgan de las zonas de concentración, y otros.

En fin, se crean medidas de seguridad contra posibles sabotajes por parte de grupos ligados a los antiguos paramilitares, previsión comprensible si se recuerdan los sabotajes por parte de estos grupos a los que estuvo expuesto el proceso de paz impulsado por el Presidente Andrés Pastrana (1998-2002).

En fin, el acuerdo de implementación y verificación establece la “Comisión de Implementación, Seguimiento, y Verificación del Acuerdo Final de Paz y de Resolución de Diferencias”, la cual quedó instalada al día siguiente de la firma final de paz. Este acuerdo focaliza en los elementos logísticos del acuerdo de paz.

Lo difícil comienza ahora

Es momento de celebrar con optimismo. El acuerdo es inédito en múltiples aspectos. Hablar de “reforma agraria” en Colombia es, en sí, revolucionario, y constituye un cambio retórico profundo en las élites políticas del país. Proponer tratar el tema del consumo de drogas como un asunto de salud pública está en línea con las tendencias de buscar nuevos enfoques para tratar el tema sin “criminalizarlo” y alejándose de las restrictivas consideraciones de “seguridad”.

Indicar explícitamente que se requieren garantías de no-repetición equivale a reconocer implícitamente que de poco sirve pactar, desarmar, desmovilizar, y reinsertar si poco tiempo después hay rearme, movilización, y reactivación de grupos armados no-estatales. Y hablar de equidad de género, incluir una reflexión sobre el multiculturalismo en Colombia, y mencionar explícitamente los derechos de la comunidad LGBTI, constituyen, en mi opinión, innovaciones sustanciales en materia de diseño de acuerdos de paz.

La celebración, sin embargo, debe ser sobria, y el optimismo mesurado, pues lo difícil comienza ahora. El camino a la paz está plagado de violencia. El proceso, por supuesto, es vulnerable. Primero, existe una fuerte y dinámica oposición al mismo, la cual indica que la justicia transicional – el “Tribunal del Terrorismo” como lo llaman – dejaría crímenes sin castigar. Los acuerdos señalan que quienes admitan haber cometido delitos como secuestro y ejecuciones recibirían penas reducidas.

Crímenes menos graves, como el tráfico de drogas, podrían también ser amnistiados (si bien el pacto identifica casos en donde no aplica la amnistía). Se trata aquí del clásico vaivén de los procesos de paz, muy delicado por cierto, entre justicia y perdón. Todos no pueden ser encarcelados, pero tampoco se debe permitir que crímenes graves queden impunes.

La oposición también señala que la reinserción premia la militancia armada. Concretamente, el expresidente Álvaro Uribe indica que el proceso desacredita a la democracia y legitima a insurgentes que no tienen razón de ser, pues no lucharon contra un régimen autoritario como los existentes en la América Latina de antaño. La campaña del plebiscito se anuncia entonces intensa, entre un Gobierno creíble a nivel internacional pero impopular a nivel interno, y una oposición poco creíble a nivel internacional pero popular en el país.

En cuanto a las FARC-EP, uno de sus principales retos es salvaguardar su cohesión. En marcos de pacificación, no es extraño observar fraccionamientos internos entre aquellos que respetan lo negociado y los que no. Así ha sucedido en África, en Centroamérica, así sucedió en Colombia en el pasado, y puede volver a suceder.

El punto es garantizar que la mayoría adhiera al proceso, que la disidencia sea insignificante. Pero ello no es necesariamente fácil. Una guerrilla constituida hoy por los nietos de sus fundadores, por personas que nacieron, crecieron, y se educaron en la selva, en un ambiente militar, y cuyas redes sociales están intrínsecamente ligadas a la insurgencia, no se irán simplemente a un pueblo para fundar un restaurante o una zapatería.

O, más exactamente, tal vez es eso lo que el proceso de paz pide a muchos de estos exguerrilleros. La “reinserción” social nunca es fácil; aun menos lo es cuando más bien se trata, en muchos de los casos, de una “inserción”. Además, el peligro de ser asesinado en el proceso es real. Y, por supuesto, existe el reto de aprender a ser un “político”: no es lo mismo ser un guerrillero que lucha por un proyecto de sociedad revolucionario, que ser un político “insertado” en el sistema, y que busca reformas paulatinas. El Frente Primero de las FARC-EP (Provincia de Guaviare) ya indicó que una de sus facciones no se adhiere al proceso.

Procesos de Paz de Colombia (tercera parte)

Este proceso demuestra que en Colombia solo tienen éxito las iniciativas de paz en las cuales los insurgentes ya habían decidido dejar las armas antes de sentarse a negociar. En decir, la voluntad de desarmarse en este país no es un resultado de procesos de paz (como sí lo es en otros casos), sino un requisito para iniciarlos. Ahora, este proceso tiene especificidades que merecen ser mencionadas. El acuerdo tiene una programación clara, un rol bien establecido para la verificación internacional, y protocolos concretos que indican cómo implementarlo.

En ese sentido, se trata de una propuesta seria. Además, parece generar apoyo de las instituciones nacionales. El 19 de julio, la Sala Constitucional aprobó el plebiscito para la paz y se fijó su fecha de realización para el 2 de octubre. Indicaron los magistrados que el resultado es vinculante para el Presidente (no así para los otros poderes públicos).

A nivel financiero – uno de los retos de la reconstrucción en todo post-conflicto es el financiamiento – el Gobierno de Colombia suscribió un crédito externo con el Banco de Desarrollo Alemán de hasta USD 100 millones para financiar temas de paz durante diez años. La Unión Europea está también considerando la posibilidad de crear un fondo fiduciario para ayudar con las tareas de establecer una paz sostenible.

Como lo indiqué en mis anteriores entregas sobre este tema, no se entra a una etapa de “post-conflicto” hasta que no haya un acuerdo de paz definitivo con todos los actores armados, lo cual incluye en este caso al Ejército de Liberación Nacional (ELN), una guerrilla que hoy en día sigue activa.

En marzo, el Gobierno y los elenistas anunciaron el inicio de una negociación paralela al de las FARC-EP. Parece entonces haber conciencia sobre la importancia de evitar un escenario de “paz fragmentada”. En la actualidad, sin embargo, el proceso está en un punto muerto. De hecho, se sabe que algunos de los guerrilleros de las FARC-EP, que no aceptan la desmovilización, han decidido “pasarse” al ELN. En suma, si bien es cierto que del dicho al hecho hay mucho trecho, vale la pena aceptar el reto de convertir lo dicho en hecho, aunque haya que caminar con cuidado para no terminar maltrecho. Por una Colombia en Paz, si pudiera yo votaría “Sí”.

Fernando A. Chinchilla
Ciudad de México (Septiembre de 2016)

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La democracia distorsionada de Erdogan

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El pasado 15 de julio una facción del ejército turco realizó un golpe de estado fallido en contra del presidente Recep Tayyip Erdogan. Éste fracasó no solo por la falta de apoyo generalizada de los militares, sino también porque una parte importante de la ciudadanía – atendiendo las instrucciones del presidente – salió a las calles y se resistió a las fuerzas armadas.

A partir de ese día, e incluso ya habiéndose aprehendido a gran parte de los responsables, las multitudes siguieron ocupando las calles cada noche para demostrar su apoyo a Erdogan y evitar un rumorado segundo golpe. Estas marchas culminaron el 7 de agosto con el Rally por la Democracia y los Mártires, evento que reunió a cientos de miles en Estambul.

Como el nombre lo indica, el rally le rindió homenaje a los civiles que murieron a manos de los soldados, y al mismo tiempo tenía el objetivo de celebrar la prevalencia de la democracia. En teoría, este evento era apartidista; una manifestación generalizada en contra de una posible regresión a una dictadura militar.

Las fotografías muestran otra cosa: gente feliz, portando mercancía con el nombre y rostro de Erdogan; gente que lo aclama, y que lo respalda en su cacería ridícula que, lejos de los cuarteles, lo ha llevado a purgar las cortes, los medios de comunicación, los hospitales, las escuelas y hasta las caridades; gente que le aplaude cuando habla sobre restaurar la pena de muerte. En lugar de celebrar la democracia, se celebró la prevalencia del mandato de Erdogan, el cual está lejos de representar a una democracia ideal.

Aunque es un presidente democráticamente electo y cuenta con el apoyo de una parte importante de la ciudadanía, esto no es suficiente. Durante sus 13 años en el poder Erdogan ha protagonizado escándalos de corrupción (1), ha minimizado el rol de las mujeres (2), ha silenciado a la prensa (3) y a su propia ciudadanía, al suspender los accesos a YouTube, Facebook y Twitter cuando le place.




La ley gira alrededor de su vanidad, lo que genera eventos ridículos… como la vez que demandó a alguien por compararlo con Gollum (4), o esa otra vez en que demandó a un comediante alemán por burlarse de él (5), o aquella otra en la que llamó a testificar a un niño de 13 años por insultarlo en sus redes sociales (6).

Una democracia saludable no se caracteriza solo por elecciones; la inclusión, la libertad de expresión, la transparencia y la tolerancia son también algunos de los pilares que la sostienen.

Tristemente, estos otros factores se le han olvidado a la ciudadanía que hoy lo vitorea de una manera que nos remonta a cultos a la personalidad del estilo de Stalin.

Más trágico aún es que, a consecuencia del golpe, la política del país se ha visto simplificada: criticar el gobierno de Erdogan, ahora pone al crítico al nivel de los traidores golpistas. Estás con ellos o estás con nosotros; estás con la dictadura militar, o estás con la “democracia.” Y así de pronto, uno de los presidentes más antidemocráticos se está haciendo pasar por la encarnación de la democracia misma, y eso preocupa.

(1) Constanze Letsch, “Leaked tapes prompt calls for Turkish PM to resign,” The Guardian, https://www.theguardian.com/world/2014/feb/25/leaked-tapes-calls-erdogan-resign-turkish-pm.

(2) “Turkey’s Erdogan says childless women are ‘incomplete’,” Al Jazeera, http://www.aljazeera.com/news/2016/06/turkey-erdogan-childless-women-incomplete-160606042442710.html.

(3) Reuters, “Turkey shuts down media outlets in post-coup crackdown,” Newsweek, http://www.newsweek.com/erdogan-shuts-down-media-journalists-post-coup-crackdown-484828.

(4) Reuters Ankara, “Man who depicted Erdogan as Gollum given suspended sentence,” The Guardian, https://www.theguardian.com/world/2016/jun/23/rifat-cetin-erdogan-gollum-suspended-sentence-turkey.

(5) Philip Oltermann, “Merkel lets comedian face prosecution,” The Guardian, https://www.theguardian.com/world/2016/apr/15/angela-merkel-agrees-prosecution-comedian-erdogan-poem.

(6) “13-year-old boy testifies for ‘insulting’ Erdogan on Facebook,” Hürriyet Daily News, http://www.hurriyetdailynews.com/13-year-old-boy-testifies-for-insulting-erdogan-on-facebook.aspx?pageID=238&nID=79052&NewsCatID=341.

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La Evolución de la Democracia en México

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Firma la petición: https://goo.gl/2mzoxG

Hace ya más de un mes escribí un artículo de opinión que tuvo mucho éxito que se titula, “¿Quieres democracia? ¡Paga por ella!” donde abordo el tema del presupuesto que se le otorga a los partidos políticos en México, cada año.

En la columna también hablo de un debate que sostuve con un estadounidense que le parecía que nuestro sistema como más viable que el de su país, el cual consta de campañas de recolección de fondos y donaciones.

En esa columna mucha gente me hizo saber que la idea de cambiar la forma en la cual los partidos políticos se financian. También hubo quienes propusieron que hiciera una petición donde pudieran firmar que están a favor de que se hagan estos cambios en la estructura política electoral de nuestro país.

Nunca he sido “fan” de las peticiones en línea, ya que considero que muchas veces no llegan a ningún lado y logran poco. ¿Pero de qué otra forma podría llevar mi propuesta a otro nivel? Por lo tanto, he dejado mis juicios a un lado y decidí armar una petición y ver cuantos mexicanos les interesa que se cambie la forma en la que le regalamos nuestro dinero a los partidos políticos, muchos de ellos, negocios familiares.




La propuesta va más allá de solamente cambiar ese aspecto que me desagrada de la democracia en México y he decidido incluir otras ideas a la propuesta que detalló a continuación:

• El Instituto Nacional Electoral ya no destina dinero de su presupuesto anual a partidos políticos y queda solamente como institución que regula las elecciones estatales y federales.

• Evitar que existan candidatos únicos en los procesos electorales internos, es decir adiós al “dedazo”.

• Crear mecanismos eficientes de transparencia, esto con el fin de transparentar de donde vienen y en que se usan los recursos que reciben los partidos políticos. El fin de esto es combatir el debate de que sin financiamiento público, los partidos recibirán donaciones de procedencias dudosas, algo que ya sucede en realidad.

• Comité independiente que se encargue de la organización y formato para debates. El día de hoy los debates no aportan mucho, tenemos que cambiar esto ya que es la única manera en la que se puede lograr un voto consciente.

• Antes de ser candidatos, todos deben de presentar su 3de3 y curriculum, mismos que serán públicos.

Estoy seguro que esta es la única manera en la cual nuestra democracia puede evolucionar y no eliminaríamos partidos políticos que son parásitos del sistema como el Partido del Trabajo de Anaya, Partido Verde Ecologista de México de los González y muchos otros que nacen cada 3 años.

También lograríamos que el voto en México sea más consciente, mejor pensado y los candidatos de mejor calidad, que estoy seguro que hay muchos ahí afuera.

Dejo el hipervínculo a la petición y si en verdad creen que las cosas pueden cambiar en nuestro país fírmenla: https://goo.gl/2mzoxG

Estaré al pendiente de sus comentarios y/o sugerencias y los iré actualizando conforme vayamos incrementando el número de firmas.

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HILLARY CLINTON: LA OPORTUNIDAD DE DERRUMBAR LOS MUROS

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Durante los últimos meses hemos sido testigos del odio y la discriminación de grupos radicales que paulatinamente han causado miles de muertes, caos y terror en el mundo.

La humanidad está preocupada porque la nación más poderosa del universo tiene entre sus filas la posibilidad de proclamar, en vida real, lo que anteriormente solo veíamos en las películas de “The Purge“; muros y puertas cerradas para los que menos tienen y más lo necesitan.

Pero paralelo a esto, estamos siendo testigos de una convención democrática que brinda esperanza a millones de personas no sólo en Estados Unidos sino alrededor de toda Latinoamérica. Barack y Michelle Obama respaldaron absolutamente el proyecto de nación que Hillary Clinton, candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, impulsa mediante los siguientes ejes:

1.- Una economía para todos: El éxito económico se medirá conforme aumenten los salarios de las familias trabajadoras, mientras más niños salgan de la pobreza y cuando la clase media aumente exponencialmente en Estados Unidos.

2.- Empleos: Se promoverán la investigación y la tecnología como la fuente generadora de los ‘empleos del futuro’. Una economía de empleo completo que alcance su máximo potencial para que el crecimiento, los trabajos y la prosperidad que sea compartida en todas las comunidades en Estados Unidos.

3.- Educación: Se modernizará y profesionalizará el rol del profesor. La sociedad actual demanda profesionales de la enseñanza actualizados, de calidad y con la tarea de formar niños capaces de crear el futuro ideal para los Estados Unidos. A la par de esto, los profesores recibirán un mejor salario que les permita tener una vida digna y cómoda.

Pero sobretodo, Hillary Clinton es la opción para otorgar el valor a las reformas migratorias que tanto hemos impulsado los latinoamericanos. Con ella, será posible introducir la reforma migratoria integral que les entregue dignidad y abra paso a millones de inmigrantes en la economía formal.

Hillary pretende defender a las acciones ejecutivas del presidente Obama—conocidas como DACA y DAPA—en contra de los ataques partidistas. La decisión dividida de la Corte Suprema sobre DAPA es un desgarrador recordatorio de la importancia de esta elección.

Las estimadas 5 millones de personas elegibles para DAPA, incluyendo a los padres de estadounidenses y residentes legales, deberían ser protegidas bajo estas acciones ejecutivas. Hillary cree que DAPA está bajo la autoridad del presidente y promete no dejar de luchar hasta que se cumpla.

Busca expandir el acceso a la cobertura médica para todas las familias. Las familias que quieran adquirir seguro médico deberían tener el derecho de hacerlo. Lo que permitirá que, sin importar su estatus migratorio, puedan comprar seguro médico en los mercados de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA, en inglés).

Esta es una elección vital e histórica para los ciudadanos de Estados Unidos, pero tiene un énfasis muy especial para todos los latinoamericanos. Significa la oportunidad de obtener, como Barack Obama lo inició, un país dispuesto a construir puentes en lugar de muros, para seguir siendo una nación grande de la mano de ciudadanos provenientes de todo el mundo y permitir el encuentro de la paz en la capital de los sueños.

Hoy, un grupo de jóvenes destacados en toda Latinoamérica, está dispuesto a tomar acción y ejercer un rol importante en las elecciones de este año. Mediante el impulso de la campaña #LatAmWhitHer en redes sociales de distintas ciudades en el continente, alzaremos la voz para apoyar en unidad total a Hillary Clinton.

Como diría Michelle Obama en su inspirador discurso dentro de la convención demócrata: “Gracias a Hillary, mis hijas dan por hecho que una mujer puede ser la próxima presidenta de EE UU”.

A ti que lees esto y que no quieres muros entre nuestros países, es momento de alzar la voz y unirse a este gran movimiento. Como delegado de Monterrey en #LatAmWhitHer te invito a que logremos juntos, un triunfo histórico para todos.

http://www.latamwithher.org/

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Ni perdono ni olvido la Casa Blanca

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Después de una penosa actuación por parte del senado, respecto al aprobar una ley 3 de 3 la cual, no solo terminó por presentarse como no obligatoria para los servidores públicos, sino que también se presentó como mutilada, desfigurada y desconocida para los cientos de miles de mexicanos que firmaron dicha iniciativa, había llegado el día de la promulgación referente a las leyes anticorrupción (incluida entre ellas lo que quedó de la iniciativa 3 de 3).

Durante el evento, fue incluida la intervención de Enrique Peña Nieto; olvidando sus errores pasados en discursos previos, como llegar a confundir las entidades federativas con sus capitales respectivas, esta actuación destacó por estar nutrida del peor de los cinismos, además de una falta enorme de consideración para con todos los mexicanos.

Esto lo menciono no encontrando otras palabras para describir como el ejecutivo, en plena promulgación, se atreve a pedir perdón por lo ocurrido con el escándalo de la casa blanca.

Ahora bien, ¿qué clase de disculpas son aquellas, que se piden en la promulgación de un sistema de normas totalmente “rasuradas”? ¿Qué clase de disculpas pide EPN cuando jamás ha mostrado consideración alguna con los ciudadanos de la nación a la que representa? En cualquier país, con un gramo de democracia y de justicia, el escenario hubiera sido uno donde Peña Nieto pidiera disculpas, tal como lo hizo, solo que después de haber firmado su renuncia como ejecutivo, no en un evento de leyes “anticorrupción”.

Lejos de causar simpatía, su perdón llena de rabia a cada mexicano que ha sido testigo de la corrupción y la impunidad de los servidores públicos, entre los cuales, él se encuentra; asimismo, ¿Cuándo iremos a reaccionar? ¿Cuántos actos de cinismo en su máxima expresión faltan para que, como pueblo, nos levantemos y exijamos que se respete el estado de derecho?
Considero que esta expresión de disculpa es la gota que derrama el vaso, y que hacer ver, hasta al priísta más militante, que no hay nuevo PRI, pues el cinismo que expresó en su momento López Portillo, al jurar con lágrimas en los ojos que el peso no se devaluaría, y que lo defendería “como un perro”, sigue vigente.

Igualmente, el cinismo del ejecutivo va acompañado de la cobardía de su fiel escudero, que lo defendió cuando el asunto de la casa blanca estaba en su apogeo: Virgilio Andrade. Tras su renuncia, podemos observar la cobardía y el cinismo como estandartes de este “nuevo” PRI.

Finalmente, como sociedad no debemos seguir aceptando este tipo de burlas hacia nosotros, pues esa disculpa no es más que una burla; cualquier presidente con amor a su país hubiera renunciado a la investidura tras este tipo de escándalos, tal como lo hizo en su momento, el presidente de Islandia, luego del escándalo de los Panamá papers.

Por esto mismo, yo, al ver como EPN continua haciendo todo menos representar a su gente, al presenciar como busca saltarse la justicia a través de disculpas públicas, y al ser testigo de una de las más pobres administraciones públicas que se han tenido en los últimos años, le digo: ni perdono, ni olvido la casa blanca.

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Implementación de un jurado en nuestro sistema procesal: ¿Opción viable y necesaria?

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Desde el año 2008, en virtud de la notoria ineficiencia y corrupción del sistema procesal mixto empleado desde hace tiempo en nuestro país, se optó por iniciar un camino para modificar dicho sistema por uno de carácter acusatorio. Actualmente, se ha llegado al plazo límite en el que cada entidad federativa debió haber adecuado todos los elementos necesarios para que estos se acoplasen con las reformas planteadas.

Aspectos que radican desde la óptima capacitación de la policía, hasta la creación de nuevos espacios donde puedan llevarse a cabo los juicios orales, constituyen algunas de las piezas imprescindibles para asegurar la correcta aplicación del proceso de carácter garantista e igualitario que se decidió poner en marcha.

No obstante, luego de haberse cumplido el plazo para que cada estado modificara todo lo necesario, valdría la pena hacerse la pregunta: ¿Se incluyó todo lo necesario a las reformas de nuestro sistema procesal? ¿O acaso existen fundamentos que pasamos de largo y que deberíamos plantear, con el fin de acrecentar las posibilidades de éxito en lo que la administración de justicia se refiere? Dentro de las consideraciones que probablemente debieron contemplarse, considero la implementación de un jurado como una de las más urgentes; definido como una institución en la cual los ciudadanos contribuyen a la administración de justicia mediante la emisión de un veredicto que decide la culpabilidad o inocencia de un imputado en un juicio, la figura del jurado es aplicada actualmente en un diverso grupo de países (en los cuales es variable el rango de aplicación de dicha figura, por ejemplo: Brasil sólo utiliza al jurado para ciertos delitos) , entre los que son parte: España, Estados Unidos, Noruega, Escocia, Brasil, Italia, Suecia, entre otros. De esta forma, los países que cuentan con un jurado incluyen, de una forma mayor a la ciudadanía, en lo que la administración de la justicia se refiere.

Si bien hay actualmente objeciones a tal institución, bajo argumentos como la considerable posibilidad de persuadir a un grupo personas que no son precisamente conocedores del derecho, absolviendo así a individuos culpables de los delitos que se les imputan, habría que preguntarse ¿qué hay de los demás poderes de la unión? Pues se habla mucho del riesgo antes mencionado, sin tomar en cuenta que actualmente un gran número de nuestros legisladores no cuentan exactamente con una carrera afín a la creación de normas; lo siguiente tomando en cuenta que, son ellos los que pueden modificar nuestra ley suprema: la Constitución Mexicana.

Dicho esto, no se trata por otro lado, de sugerir la existencia de un poder legislativo donde imperen los conocedores del derecho y la política sobre la voluntad del pueblo, sino al contrario: habría que ampliar esa voluntad del pueblo hacia nuestro poder judicial, el cual hoy carece de democracia.

Igualmente, por el hecho de ser necesaria la progresividad de las leyes, entendiéndose esto como el llevar a cabo una reforma de proporción considerable por etapas, (tal como se llevó a cabo la transición del sistema mixto al sistema acusatorio) considero que la propuesta de crear un jurado debería implementarse por pasos, comenzando por implementar jurados para casos civiles, así como para delitos menores. Esto, con el fin de dotar a la democracia de un carácter progresivo, para que de esta forma los ciudadanos estemos más adentrados en los asuntos que nos conciernen.

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La ciencia y el Brexit

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En estos días hemos visto a todos los politólogos y comunicadores del mundo hablar del famoso Brexit. Bien cita Hector Aguilar Camín en Milenio a Borges diciendo “La democracia es la exageración de la estadística”.

Y cierto es, al final, el peso de unos cuantos decidieron por otros, algo intrínseco de la democracia. Ahora que el resultado ya está y el ultranacionalismo está en boga hay que analizar las lecciones que nos deja.

El primer punto es el abrir el debate sobre el mecanismo de contabilizar los votos en un referéndum de tan alta importancia. El simple hecho de que Inglaterra tenga una mayor población que Irlanda del Norte, Escocia y Gales pone a estos países más pequeños en una posición inferior y aunque si bien es cierto, el voto popular británico fue quien decidió el resultado, no tomó en cuenta que el voto del galés y el inglés no está supeditado a los mismos intereses aún y siendo británicos los dos.

Otra pregunta y quizá la fundamental es conocer el “mindset” del voto. Considero que el tema del Brexit debe verse desde el punto de vista de cada británico y no del que mejor le convenga a México o a determinado país. El ciudadano británico cayó en el discurso populista nacionalista de una Bretaña para los británicos, un discurso aislacionista que en pleno siglo XXI suena arcaico y retrógrada aun y con todas las consecuencias anunciadas que esto pudiera traer según expertos y analistas de todo el mundo.

Sin embargo, respecto a esto, Jesús Silva-Herzog escribe “Los tercos quieren pintar el voto británico como la victoria de los tontos, la imposición de los ignorantes, el triunfo del resentimiento”. En su perspectiva, que me parece válida, nos hace buscar entender el razonamiento del ciudadano común, en un concepto, el rechazo a las élites y a su ciencia. Se votó contra los dominantes, fue un triunfo moral para muchos negando la realidad científica planteada por expertos.

Silva-Herzog sentencia diciendo “El desprestigio de los datos abre la puerta a las peores demagogas”, una verdad contundente que resume esa negación de los datos, ese rechazo a los economistas y su mundo, ese rechazo a los analistas de la burocracia. El apego a la identidad, el nacionalismo, la desconfianza y la inseguridad minaron las conciencias de muchos votantes a tomar tan drástica decisión.

El Brexit constituye el hecho histórico más transcendental en Europa desde la caída del Muro de Berlín. Las consecuencias no me atrevo a pronosticarlas, ni para bien ni para mal, sigo pensando que la ciencia de la economía nos dará el mejor consejo, al menos ella no está sujeta ni a votos ni al gusto de nadie.

Lo dicho, dicho está.

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El empoderamiento ciudadano como la mejor solución

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“Todos roban”

“Los honestos se extinguieron”

“Los políticos son todos corruptos”

“El poder corrompe”

“Ningún honesto puede ganar elecciones”

Estos pensamientos están más arraigados de lo que pensamos en la ciudadanía latinoamericana. Ahora, la pregunta es, ¿la corrupción ha absorbido a la política y por ello hay un descreimiento generalizado o, por el hecho de que se ha arraigado una desvalorización de la política en general esta se ha podido ir alejando de cualquier regla ética o moral?

Jamás hay que olvidar que para que las instituciones democráticas funcionen como deben el ojo controlador de los ciudadanos no debe dar respiro, porque es cuando se mira para un costado que quienes tienen la obligación de gobernar en pos del bienestar común se sienten cómodos para actuar de forma indebida.

Si quienes depositan la confianza en un candidato sólo recuerdan que su participación en la vida democrática es necesaria cada cuatro años, luego no tienen derecho moral a reclamar o quejarse cuando dicho funcionario abandona su puesto con varios millones en su maletín y un desastre irreparable en su cartera.

Siguiendo con las frases populares podríamos recordar la famosa “La culpa no es del chancho sino del que lo alimenta”. ¿Por qué motivo se cree que aquel rostro que aparece sonriente en una boleta o en un spot propaganda será un ser angelado y honesto que se desvelará por las noches alimentando a los desnutridos y abrigando a los sin hogar?

Tal vez sería algo que nos podría responder un psicólogo o un sociólogo, tal vez responde a la misma necesidad que ha tenido la humanidad desde tiempos inmemoriales de adorar a Dioses perfectos capaces de recompensar o castigar a su antojo. Sobre todo, Dioses a los cuales se les pueda reclamar cuando las cosas tomen un curso diferente al esperado, a modo de deshacerse por completo de la responsabilidad propia.

En definitiva, no puede exigirse lo que uno no está dispuesto a dar, casi como en una relación amorosa. Difícilmente un funcionario se ocupe de lo que le preocupa a un ciudadano común si este no se involucra ni se informa esforzándose por comprender una lógica de poder en la que cada vez hay menos lugar para los desentendidos.

La clásica división entre el ámbito privado y el público ya queda obsoleta, hoy en día ya no pueden pensarse estas relaciones pendulares sin considerar el lugar, cada vez más influyente, de la ciudadanía y los medios masivos de comunicación. Estamos ante una ciudadanía que se empodera y exige, esta parece ser la única y la forma más efectiva para enderezar las instituciones democráticas de América Latina.

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