Elecciones Durango 2016 ¿Cómo, por qué, y qué sigue?

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Del 03 de abril al 01 de junio los duranguenses vivimos una jornada electoral histórica. Los resultados preliminares para la gubernatura dieron la victoria a la coalición PAN-PRD encabezada por el candidato Jose Rosas Aispuro Torres.

¿Cómo fue la jornada?

La contienda electoral fue peculiarmente diferente a la de hace 6 años. Aparecieron las figuras de los candidatos independientes, quienes forzaron a los órganos electorales a reajustar las reglas del juego, e invitaron a los ciudadanos a pensar en otras opciones. No obstante, los [pseudo]independientes no tuvieron juego ni vida electoral y los resultados preliminares lo confirmaron.

Por otra parte, una gran mayoría de ciudadanos vivieron el proceso electoral de 2016 a través de redes sociales y los candidatos duranguenses intentaron aprovecharlo. Pintas de bardas, grabaciones de los candidatos, entrega de despensas, calumnias y memes abarrotaron las cuentas de los usuarios. La desinformación figuró por arriba de las propuestas, haciendo de lo que pudo ser un nuevo tipo de campaña más de lo mismo pero en diferentes medios.

Pintas de bardas, grabaciones de los candidatos, entrega de despensas, calumnias y memes abarrotaron las cuentas de los usuarios. La desinformación figuró por arriba de las propuestas, haciendo de lo que pudo ser un nuevo tipo de campaña más de lo mismo pero en diferentes medios.

Los dos candidatos que encabezaron la jornada manejaron narrativas diferentes. Esteban Alejandro Villegas Villarreal, candidato a la gubernatura por la coalición PRI-PVEM-PANAL-PD, centró su campaña en el desarrollo económico de la entidad con propuestas concretas para hacerlo, pero constantemente cuestionadas. El discurso de generar 70 mil empleos a través de una armadora automotriz fue ampliamente criticado por la oposición, mientras que sus seguidores manejaron discursos desordenados sobre si era un hecho o una propuesta. La variedad de respuestas en redes sociales de seguidores priístas evidenció la desorganización e indisciplina dentro de un partido que históricamente tenía cero tolerancia a los errores.

La narrativa del candidato por la coalición PAN-PRD fue única y consistente. Esta campaña pareció estar más enfocada en evidenciar los errores de las administraciones priístas que en dar propuestas claras y bien fundamentadas. Los dos pilares de su narrativa fueron “no más PRI y no más corrupción”; mismas propuestas que ha manejado la oposición en Durango desde su origen. Cumplió con lo primero, falta lo segundo.

Contrario a lo que comenta su equipo, José Rosas Aispuro Torres no ganó por sus propuestas o campaña innovadora; ganó por ser la única alternativa. Es aquí donde radica la peculiaridad de los resultados. No ganó la propuesta, ganó el hartazgo de la población. Cerca del 57% de votantes acudió a las urnas en una votación sin precedentes, de los cuales un 58% no favoreció el nuevo proyecto priísta. Que de ese 58%, el 46% haya favorecido a Aispuro Torres, candidato que encabezó una campaña sin más estrategia que “no más PRI”, sirve para evidenciar que reinó el voto de castigo sobre el voto de propuesta. Hubo cambio de poder no por el trabajo de la oposición, si no por los errores de gobiernos pasados.

Contrario a lo que comenta su equipo, José Rosas Aispuro Torres no ganó por sus propuestas o campaña innovadora; ganó por ser la única alternativa. Es aquí donde radica la peculiaridad de los resultados. No ganó la propuesta, ganó el hartazgo de la población.

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¿Qué sigue?

Un cambio de partido no es sinónimo de transición democrática. Aispuro Torres tiene ahora el difícil trabajo de llenar los zapatos de la alternancia democrática. Tiene el gran peso de cumplir con las expectativas de múltiples sectores de la sociedad que depositaron en él su voto esperando un cambio.

Competir no es igual a gobernar y el nuevo gobierno debe estar preparado para ello.

El nuevo gobierno y Aispuro Torres deberán cumplir las expectativas de estudiantes universitarios que ven en su proyecto una oportunidad para regresar la autonomía a su casa de estudios. Deberán cumplir la expectativa del sector emprendedor, que conocen de primera mano las dificultades de avanzar contracorriente entre corrupción y burocracia. Deberán cumplir con el grupo empresarial, que buscará crecer homogéneamente y a mayor velocidad a como lo ha hecho durante los 12 años pasados. Deberá también cumplir con las exigencias de la “izquierda” (así, entre comillas) que le ayudó a ganar la gubernatura; así como con las demandas del grupo de priístas que, por berrinche o conveniencia, también decidieron apoyarlos. Será difícil cumplir con todo esto, pero más complicado será llenar la expectativa de todos los votantes libres que depositaron en él la esperanza de la alternancia democrática y el cambio. El zapato es grande y el tiempo es poco.

La expectativa fue grande para Obama, para Bronco y para Fox. Si alguna lección debe quedar para la ciudadanía debe ser que ningún nuevo gobierno puede garantizar los cambios de raíz que se esperan. Los índices de popularidad para Rosas Aispuro irán a la baja y tanto ciudadanos y como su gabinete deberán estar conscientes de ello.

El 15 de septiembre inicia un periodo diferente para Durango que representa el reto más grande para cualquier nuevo gobierno: llenar las expectativas que se acumularon durante 85 años de hegemonía priísta.

 

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Imágenes por Omar Berumen

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

El hombre que despertó a un pueblo

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Podemos asegurar que el Dr. José Rosas Aispuro Torres se convertirá en septiembre en el próximo gobernador del estado de Durango luego de que el Programa de Resultados Preliminares ha concluido el cómputo de las actas brindándole una ventaja del 4% y de que su principal rival, el candidato del gobierno estatal Esteban Villegas, se ha declarado perdedor en la contienda. Será pues Aispuro quien, finalmente, se convierta en el primer gobernador de la alternancia en el estado luego de más de 8 décadas de hegemonía priista que hoy han sido derrotados.

Pero lo que ha sido derrotado no solo es un partido político, es también un sistema completo que ha tenido a Durango hundido en los últimos lugares de crecimiento económico y en los primeros lugares en temas como corrupción e impunidad. Lo que ha sido derrotado ha sido un gobierno que controla hoy a muchos de los medios de comunicación indicando que sí y que no decir. Lo que hoy se ha destruido en Durango es una cadena que tenía atada a la sociedad impidiéndole elegir cosas tan simples como un presidente de alguna sociedad de alumnos sin que el gobierno tuviera su propio candidato en la elección. Hoy Durango despertó ante la voz valiente de un hombre que señaló los errores y los abusos de un grupo en el poder pero que tuvo también la capacidad de convocar a los ciudadanos en general entorno a un nuevo anhelo. Lo interesante es que Durango ha despertado, pero también ha recuperado la capacidad de soñar y ha votado precisamente así: con esperanza, con ilusión y con valentía.

Pero lo que ha sido derrotado no solo es un partido político, es también un sistema completo que ha tenido a Durango hundido en los últimos lugares de crecimiento económico y en los primeros lugares en temas como corrupción e impunidad.

Desde luego que en esta elección hubo compra de votos, intimidación policial, amenazas y un sinnúmero de intentos desesperados por lograr que las casillas no abrieran o tuvieran que trasladarse a otros puntos causando confusión entre el electorado. Hoy el grupo que ha gobernado a Durango los últimos años le tuvo miedo a que la gente saliera a votar y por eso aventó chapopote o hasta estiércol a las puertas de las casillas, encadenó las rejas de las escuelas, ordenó que se aventara ácido a las casillas o incluso bombas molotov, intentaron a toda costa que la gente dejara de ir a las urnas, pero fueron los ciudadanos quienes con valentía demostraron que somos más los que queremos un cambio.

Desde luego que en esta elección hubo compra de votos, intimidación policial, amenazas y un sinnúmero de intentos desesperados por lograr que las casillas no abrieran o tuvieran que trasladarse a otros puntos causando confusión entre el electorado.

Contra todos los intentos del grupo hegemónico, los ciudadanos fueron valientes y se encargaron durante todo el día de llenar las casillas y romper el record histórico de participación ciudadana demostrando que Durango no puede ser derrotado si contra cualquier fuerza nos unimos y luchamos de manera decidida.

La noche de este Domingo la esperanza con la que se ejerció el voto se convirtió en alegría. Conforme fueron dándose a conocer los resultados de las distintas casillas la gente fue congregándose en las principales calles y plazas de esta ciudad para festejar y poco después de las 22:30 en la Plaza IV Centenario los ciudadanos duranguenses recibieron con euforia y entusiasmo a José Rosas Aispuro Torres, al hombre que despertó a un pueblo.

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La ‘corona abollada’: El PRI

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Un intenso fin de semana fue el que se vivió a nivel nacional tras realizarse elecciones en distintos estados de la República. Haciendo cuentas, el PRI perdió más o menos la mitad de la elección, pues de las entidades donde hubo sufragios, siete fueron las que ahora se vistieron de azul, por cinco tricolores. Lo que hizo que el golpe se sintiera aún más fuerte tiene que ver con las pérdidas de Durango, Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas, entidades donde básicamente el priísmo había tenido control toda su vida: gobernaban ahí desde hace 86 años.

Sí, se habla de la gran pérdida que tuvo el PRI y esto de alguna manera para muchos representa la antesala de una nueva alternancia del poder en la presidencia. Sí, en redes sociales se armó la fiesta porque los dinosaurios nuevamente fueron castigados por el pueblo y, en visión de los facebookeros y tuiteros, la sociedad ha despertado nuevamente. En esta ocasión, lo mediático está cubriendo una realidad que podría no ser desagradable del todo para los priístas. Me explico.

Lo que hizo que el golpe se sintiera aún más fuerte tiene que ver con las pérdidas de Durango, Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas, entidades donde básicamente el priísmo había tenido control toda su vida: gobernaban ahí desde hace 86 años.

A juicio de su servidor, lo que realmente ha sucedido es que los focos rojos y las alarmas –las mismas que en 2012 mandaron guardar– únicamente se han vuelto a encender. Lectores, el PRI se sigue manteniendo como una fuerza política dominante, pues a pesar de lo sucedido, tiene el control del 45% de las entidades federativas. Preguntémonos: ¿alguna vez, en la historia de México, ha tenido tanto control algún otro partido político que no sea el PRI? La respuesta: jamás. Es más, ni durante el primer trienio de Vicente Fox, donde aparentemente se vislumbraba la nueva democracia mexicana, ni en ese entonces el PAN llegó a tener tanta fuerza política como la que el PRI hoy aún ostenta.

¿Por qué decir algo así? Porque nuestro sistema multipartidista es el primero que lo propicia. A pesar de la caída en números, el PRI sigue manteniéndose en lo más alto de la política nacional. Haciendo uso de la jerga futbolera, se puede decir que al PRI se le ‘abolló la corona’, lo que no significa que no siga siendo ‘el campeón’: el 55% del territorio que no controla está distribuido entre varias fuerzas –PAN, PRD, Morena (ni más ni menos que con la CDMX), y nuestro Bronco neoleonés– y sus poderes en lo individual siguen sin superar al ‘partido oficial’. ¿Quién tiene la mayor cantidad de escaños en el Congreso? La respuesta ya la saben.

Lectores, el PRI se sigue manteniendo como una fuerza política dominante, pues a pesar de lo sucedido, tiene el control del 45% de las entidades federativas. Preguntémonos: ¿alguna vez, en la historia de México, ha tenido tanto control algún otro partido político que no sea el PRI? La respuesta: jamás.

Muy probablemente por eso es por lo que Beltrones se encuentra muy tranquilo: su declaración sobre la ‘reflexión de lo que pasó’ no tiene cara de ‘derrotista’ y por ningún motivo se compara con la actitud de, por ejemplo, Gustavo Madero cuando el PAN también se vino abajo por primera vez. ¿Por qué será? Pues porque es la único tropezón grande que Manlio ha tenido como presidente del partido (recordemos que tomó la protesta en agosto de 2015), y porque su alta jerarquía y trascendencia histórica dentro de la institución lo avalan: no se puede achacar a este hombre, él mismo que fue uno de los principales impulsores de Zedillo y uno de los últimos herederos de la escuela salinista, la aparente ‘caída’ del PRI en estas elecciones.

Mucho se puede leer sobre lo que aconteció este fin de semana y mucho se puede especular sobre el futuro del país, pero lo cierto es que nuestra realidad sigue siendo un poco la misma: hoy nuestro México sigue pintado de los mismos colores de la bandera, pero no precisamente por hacer alusión a nuestra identidad nacional. No lo digo con orgullo ni con desdén, sino como mera aseveración a la realidad inmediata de los mexicanos. Sí, es positivo que el poder no se concentre en una sola fuerza, y poco a poco –o al menos así pareciera ser– se irá revirtiendo la tendencia, pero aún falta por hacer. Falta menos, pero todavía falta.

‘Gánale al PRI’, dicen por ahí.

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Intimidades Públicas: “Hasta pronto PRI, carta a los gobernantes”

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El pasado 5 de junio 12 estados de la república celebraron elecciones para elegir al que sería su próximo Gobernador. Los ciudadanos de Chihuahua, Tamaulipas, Durango, Sinaloa, Zacatecas, Aguascalientes, Veracruz, Tlaxcala, Oaxaca, Quintana Roo, Hidalgo y Puebla salieron a votar en esta importante elección que serviría como antesala de los comicios Presidenciales del 2018.

Los resultados son públicos, si bien el PREP no es considerado como un resultado oficial, en la mayoría de los casos existen ventajas suficientemente amplias para definir a un candidato ganador.

El PAN logró obtener la victoria en 7 estados, algunos de ellos donde nunca había existido la alternancia como es el caso de Tamaulipas, Veracruz y Quintana Roo. Mientras que el PRI logró la victoria en 5 de ellos, rescatando los estados de Sinaloa y Oaxaca que eran gobernados por el PAN-PRD.

El común denominador es el siguiente: existió la alternancia en los estados en los que el hartazgo de la ciudadanía era suficiente. En este sentido, pareciera que la victoria no es cuestión del perfil del candidato de uno u otro partido político, sino más bien un voto de castigo por el mal gobierno que imperó en muchos de éstos estados.

El común denominador es el siguiente: existió la alternancia en los estados en los que el hartazgo de la ciudadanía era suficiente. En este sentido, pareciera que la victoria no es cuestión del perfil del candidato de uno u otro partido político, sino más bien un voto de castigo por el mal gobierno que imperó en muchos de éstos estados.

El PRI fue el principal perjudicado por esto. La premisa de la democracia es clara: gobernar desgasta; pero desgasta más cuando gobiernas mal. Y eso fue lo que sucedió.

No hay forma de ocultar lo que se hizo mal por parte de los gobernantes en algunos estados como Veracruz, Chihuahua o incluso Quintana Roo. Tan es así, que la ciudadanía hizo lo propio y en forma de desprecio, emitió su voto hacia otra opción electoral con la esperanza de encontrar una forma de llevar mejor las cosas.

No hay forma de ocultar lo que se hizo mal por parte de los gobernantes en algunos estados como Veracruz, Chihuahua o incluso Quintana Roo. Tan es así, que la ciudadanía hizo lo propio y en forma de desprecio, emitió su voto hacia otra opción electoral con la esperanza de encontrar una forma de llevar mejor las cosas.

El mensaje por parte de la ciudadanía es claro: a quien gobierne mal, se le acabó la oportunidad. Esa es la realidad del siglo XXI, y aunque existan quienes no quieran aceptarlo, no se puede gobernar en este siglo como si aún fuera un partido hegemónico donde la pluralidad era ficticia.

Los partidos políticos tienen que repensar sus estrategias y formas de hacer política.

Sin duda, la pasada jornada electoral es una carta abierta a los políticos, y particularmente en esta ocasión a los priístas: si gobiernan bien se quedan, y si lo hacen mal, se van.

Espero y tomen nota al respecto.
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Qué hacer con los árbitros de las elecciones locales

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El próximo 5 de junio habrá elecciones en 13 estados: Baja California, Chihuahua, Durango, Sinaloa, Aguascalientes, Tamaulipas, Zacatecas, Oaxaca, Quintana Roo, Veracruz, Puebla, Tlaxcala e Hidalgo. Con excepción de Baja California, en todos ellos se renovará la Gubernatura del Estado. Además, en la Ciudad de México los capitalinos seleccionarán a una parte de las personas que redactarán la primera Constitución de la CDMX.

Sin considerar las elecciones constituyentes en la CDMX, las cuales fueron encomendadas directamente al Instituto Nacional Electoral (INE), en el resto de los estados ha sido una constante el cuestionamiento de los árbitros electorales: Secretarías Ejecutivas removidas (Veracruz y Durango); elecciones locales atraídas por el INE (Durango); denuncias de intervención de los Gobernadores en turno en las decisiones de las y los Consejeros Electorales de los Órganos Públicos Locales Electorales (OPLEs); inacción para sancionar, en suma, árbitros electorales sin confianza y sin legitimidad.

También es de mencionarse el caso de Chiapas, en donde la totalidad de sus 7 Consejeras y Consejeros fueron removidos de sus cargos por actuar fuera de la Ley (SUP-RAP-118/2016). De hecho, el próximo 31 de mayo concluirá el concurso para la designación de nuevos integrantes del Consejo General en el OPLE de Chiapas (también se designa en esa fecha a un nuevo Consejero de la CEE, aunque la vacante se deriva de la renuncia de una de sus integrantes, actual Presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Nuevo León).

Sin considerar las elecciones constituyentes en la CDMX, las cuales fueron encomendadas directamente al Instituto Nacional Electoral (INE), en el resto de los estados ha sido una constante el cuestionamiento de los árbitros electorales…

Recordemos que en la reforma constitucional de 2014, se expresó como razón para la construcción del nuevo modelo de la administración electoral en México que existía control por parte de los Gobernadores en los Institutos Electorales de los Estados. En este sentido, se aprobó otorgar la rectoría de ciertos procedimientos al nuevo INE (fiscalización, integración de casillas, capacitación, ubicación de casillas, Servicio Profesional Electoral Nacional…).

Una actividad esencial que se atribuyó al INE fue la de nombrar y, en su caso, remover, a las Consejeras y Consejeros en los OPLEs. Esta facultad correspondía antaño a los Congresos Locales en donde, se argumentaba, los Ejecutivos Locales operaban libremente para designar a personas afines a sus proyectos políticos. Ahora, con dos procesos de designación de Consejeros de los OPLEs bajo la conducción del INE (2014 y 2015), tal parece que los problemas siguen siendo los mismos.

¿Qué hacer, entonces, con los árbitros de las elecciones locales, con los OPLEs? Evidentemente, para quien escribe desde un estado de la Federación, desaparecerlos no es opción (aunque haya personas que así lo propongan: Consejero Electoral Roberto Ruiz y Magistrado Electoral Flavio Guzmán). La solución debe pasar por su fortalecimiento, no por su eliminación.

En ese sentido, lo primero que debe hacerse es reconocer que, igual que el INE, los OPLEs cuentan con una estructura de doble naturaleza: Una de corte profesional y de carrera. Y otra con una dimensión política. Para los servidores públicos de base profesional ya comienza a operar el Sistema Profesional Electoral Nacional. Para la segunda, aún con los procedimientos implementados por el INE, no se logra generar confianza.

¿Qué hacer, entonces, con los árbitros de las elecciones locales, con los OPLEs? Evidentemente, para quien escribe desde un estado de la Federación, desaparecerlos no es opción … La solución debe pasar por su fortalecimiento, no por su eliminación.

Por tanto, una segunda decisión que debe tomarse es asumir la profesionalización completa de quienes deseen ser Consejeras y Consejeros. Esto implica al menos dos decisiones normativas importantes: Por una parte, que la designación recaiga en la mejor opción posible, de acuerdo a parámetros objetivos; y, por la otra, la oportunidad de reelección hasta por un período más de Consejeras y Consejeros, con lo cual pueda garantizarse una trayectoria profesional medianamente estable.

En suma, la clave respecto a lo que se debe hacer con los árbitros electorales en los estados reside en aquello que hemos hecho en el IFE-INE desde 1989-90: La profesionalización y el espíritu de cuerpo que responda a la Constitución, a la Ley y a una ética pública de carácter democrático. En ese sentido, dejemos en el Consejo General del INE la dimensión política de las elecciones y en los OPLEs el aspecto técnico y operativo, bajo estándares profesionales y objetivos.

Si no tomamos ese paso adicional, seguramente en 2017 y 2018 sabremos de más cuestionamientos de los árbitros electorales, de más remociones de Consejeras y Consejeros en los estados, de más elecciones atraídas por el INE o, tal vez…, estaremos discutiendo la creación del Instituto Central Electoral (ICE).

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La discapacidad está en la ignorancia

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No están ustedes para saberlo, pero hace unos días sufrí un esguince en el pie izquierdo. No les cuento la historia larga porque se remonta más allá de 1998. Como parte de la recuperación me recomendaron una serie de medicamentos, cremas musculares y el uso de una férula ortopédica por 12 días.

Durante este período de recuperación/reposo, tuve la oportunidad de experimentar diferentes cosas y de reflexionar al respecto. Siempre he respetado los espacios para discapacitados… pero en esta ocasión pude percibir la indiferencia y la no-inclusión en la que vivimos. Con todo y férula (porque no pedí membrete de discapacitado ni credencial para uso del elevador) me estacionaba donde encontrara lugar, aunque eso significara caminar un poco más.

Estamos en una sociedad que no respeta; en un sinnúmero de veces vi que personas caminando “bien” se estacionaban en lugares para discapacitados porque “no se tardan mucho”, “es solo un segundo”, “nadie los ocupa”… todavía se indignan cuando los enfrentas y hasta recibí mentadas de madre. ¿En serio?

Según datos del INEGI, en México el 6% de la población (7.2 millones del total) tiene alguna discapacidad; mientras que las que están en riesgo de restricciones o limitaciones en sus actividades aumenta hasta 13.2%. Más de 39.1% de ellos participa en alguna actividad económica.

No sé si fue indignación o risa sarcástica al ver que personas bajaban un piso (sí, un piso) por el elevador con sus compras de reconocido centro comercial ahí por Gómez Morín y Vasconcelos, y a las personas que realmente necesitábamos hacer uso del elevador, nos dejaron pa’ la siguiente vuelta.

Más de una persona me veía de abajo para arriba como si fuera “extraño” ver a una persona con una férula. No quiero decir que me veían con “lástima” porque aún no aprendo a leer mentes, pero lo percibía en sus ojos. Ver como algunos hasta se reían por como caminaba, cuando desconocen el motivo de traer esa bota de robocop (como la bauticé).

Mi esguince es temporal (solo 12 días), pero ¿dónde dejamos a las personas que tienen una condición permanente? No solo estoy hablando de un tema motriz o físico, sino todos aquellos con discapacidades auditivas, visuales, intelectuales o psicosociales.
La discapacidad puede tener un gran número de causas: nacimiento, accidente, enfermedad, envejecimiento, violencia. Nada tiene que ver el nivel socioeconómico o género.

Según datos del INEGI, en México el 6% de la población (7.2 millones del total) tiene alguna discapacidad; mientras que las que están en riesgo de restricciones o limitaciones en sus actividades aumenta hasta 13.2%. Más de 39.1% de ellos participa en alguna actividad económica. Los estados que tiene mayor prevalencia son Nayarit (8.2%) y Durango (7.5%); Nuevo León se encuentra por debajo de la media nacional con 5.5% de personas con alguna discapacidad, igual que Sonora, mientras que Chiapas es el estado con menor porcentaje (4.1%).

…“Si enseñamos a los niños a aceptar la diversidad como algo normal, no será necesario hablar de inclusión, sino de convivencia”. Ciertamente, los niños no tienen esas barreras de rechazar a alguien por una discapacidad. Al contrario, aceptan a todos porque tienen la misma condición: son niños. ¿Por qué los adultos no podemos hacerlo?

Se han hecho intentos para ser una sociedad más inclusiva, pero ver que los trabajos para “personas con discapacidades auditivas, visuales o mentales” se limitan a empacar y armar cajas, cuando conozco personas con discapacidad auditiva o visual que son mucho más inteligentes que otros que ven y escuchan en su totalidad, eso no es inclusión.

Da mucho coraje cuando escuchas a alguien decir “es que está enfermito”. Una persona con una discapacidad no está “enfermito” es un sujeto con un nombre, derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, igual que todos. O cuando dicen “es que no es normal”, ¿quién dice que nosotros sí lo somos? Tenemos que enfrentarnos nuevamente a la ignorancia de las personas, porque aún no hemos aceptado la inclusión como parte de nuestro entorno.

En algún lado en redes sociales vi una imagen que decía “Si enseñamos a los niños a aceptar la diversidad como algo normal, no será necesario hablar de inclusión, sino de convivencia”. Ciertamente, los niños no tienen esas barreras de rechazar a alguien por una discapacidad. Al contrario, aceptan a todos porque tienen la misma condición: son niños. ¿Por qué los adultos no podemos hacerlo?

Reconozco los esfuerzos que muchas empresas, instituciones académicas y hasta los diferentes niveles de gobierno, tienen en el tema de discapacidad. Sin embargo, falta mucho por hacer.

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El gigante dormido

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De las treinta y dos entidades que integran la república mexicana, nueve no conocen la alternancia democrática. En Campeche, Coahuila, Colima, Durango, Estado de México, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz, el PRI ha gobernado a nivel estatal desde que existe como partido.

¿Habrán encontrado los priistas la fórmula mágica para seguir siendo la preferencia electoral de la mayoría en aquellos estados tras casi noventa años ininterrumpidos en el poder?

Es bien sabido —y se observa día con día— que gobernar desgasta el capital político de las facciones partidistas. ¿Habrán encontrado los priistas la fórmula mágica para seguir siendo la preferencia electoral de la mayoría en aquellos estados tras casi noventa años ininterrumpidos en el poder? ¿Existe un avance científico que ha incrustado en el ADN de los mexicanos el fervor revolucionario-caudillista, como un culto al partido tricolor? La respuesta a ambas preguntas es un categórico “no”.

En las democracias avanzadas, los cambios en el control político reflejan el natural y cambiante sentir de la sociedad que gobiernan. La cultura popular ha popularizado la idea de que, en la vida, el cambio es la única constante. Las preocupaciones ciudadanas se desencadenan en mayorías que llevan al gobierno a las fuerzas opositoras, ello ante la frustración causada por una mezcla de irresponsabilidad con el sentimiento de insatisfacción que dejan las limitaciones propias del actuar gubernamental.

Existen dos posibilidades: en esos nueve estados, que no conocen la alternancia, seguimos siendo una democracia de tercer mundo; o hemos encontrado una verdadera utopía en la que existe un fenómeno social sin precedentes, en el que el poder político no desgasta porque se ejerce bien, el sentir ciudadano de la mayoría es estático e inmutable, y las pocas exigencias colectivas cambiantes se desahogan y satisfacen a través de la burocracia.

¿Ha pasado la dictadura perfecta de la imposición a la aceptación? Recuerdo que alguna vez alguien me dijo: “El mexicano promedio toma cerveza, le va al América, ve Televisa y vota por el PRI.”

¿Ha pasado la dictadura perfecta de la imposición a la aceptación? Recuerdo que alguna vez alguien me dijo: “El mexicano promedio toma cerveza, le va al América, ve Televisa y vota por el PRI.”

¿El control de la prensa en Coahuila y Quintana Roo, habrá desincentivado el pensamiento crítico? ¿Estará dormido, en Hidalgo y Durango, el gigante, que es la conciencia ciudadana? ¿En Veracruz y Campeche, el yugo de la pobreza habrá desplazado la preocupación por el desarrollo democrático? ¿Las mafias criminales se habrán apoderado de Tamaulipas, y las sociedades secretas, del Estado de México? ¿Tendrá Colima la oportunidad de reivindicarse este domingo, en las votaciones de la elección extraordinaria a gobernador? ¿La desigualdad económica, se habrá acentuado tanto que ha alineado los intereses políticos de las clases altas y bajas?

Creo que para lograr prosperidad, estabilidad y un desarrollo balanceado y sustentable de todos los sectores de la sociedad, la alternancia entre las facciones políticas es necesaria.

Creo que para lograr prosperidad, estabilidad y un desarrollo balanceado y sustentable de todos los sectores de la sociedad, la alternancia entre las facciones políticas es necesaria. El Estado de Derecho en México tiene un arduo trabajo por terminar. Es necesario continuar pugnando por el fortalecimiento de nuestras instituciones para incentivar la participación ciudadana y el desarrollo social, para lograr una conciencia ciudadana más libre.

El PNR –la primera versión de PRI– se fundó en 1929. ¿Continuará gobernando el grupo político de los sindicatos, el clientelismo y el corporativismo ininterrumpidamente tres sexenios más en aquellos nueve estados? Dicen que no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante…

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