Insultar a las mujeres una forma de entretenimiento para Trump

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El candidato Republicano a la presidencia de los Estados Unidos, hizo una declaración donde el afirma que lo insultos dirigidos hacia las mujeres son meramente para el entretenimiento y que no existe persona que respete más a las mujeres que él.

El pasado 26 de septiembre se llevó a cabo el primer debate presidencia entre los dos candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, en el que Hillary Clinton destacó los insultos de Trump hacia la ex Miss Universo, Alicia Machado en donde él, se refería a ella como “Miss Peggy” (Señorita Cerdita) o “Miss housekeeping” (Señorita ama de casa).

Un día después del evento el candidato republicano hizo una declaración, alegando que la Srta. Machado había sido la peor Miss Universo (1966) que habían tenido, ya que después de la competencia ella ganó mucho peso estableciendo también que este era un verdadero problema.




Diez días después aproximadamente después de esto, Trump declara en una entrevista en Enderson, Nevada lo siguiente “Mucho de eso se dijo con el propósito del entretenimiento. No hay nadie que tenga más respeto por las mujeres que yo”. Una vez dicho esto el entrevistador le pregunto que “si estaba tratando de suavizar su tono ahora” a lo que simplemente el respondió “No se trata de intentar. Es muy sencillo”.

Para el Partido Republicano esto fue un disgusto, ya que se desea que el candidato se mantenga centrado en las soluciones a los problemas que realmente el pueblo quiere escuchar.




En cambio, Hillary Clinton ha utilizado como una estrategia de campaña las múltiples veces que el candidato ha insultado al sexo femenino, argumentado si esa la clase de persona que se desea que esté presente en la oficina oval.

Pero al parecer el Donald Trump no se abstiene de meter la pata o hablar de más, ya que pidió en pocas palabras a enfermos terminales “abstenerse de morir antes del 8 noviembre”, argumentando que no le importaba lo que el Doctor les haya dicho, que tan enfermos estén o inclusive si morían en dos semanas, tiene que aguantar hasta el 8 de noviembre, votar, y después se les dará las condolencias.

Estas fueron en breve y simplemente, las palabras del candidato.

No, Hillary no ganó

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El pasado 26 de septiembre se llevó a cabo el primer debate presidencial entre el candidato republicano, Donald Trump, y la candidata demócrata, Hillary Clinton. Durante este primer encuentro se abordaron diversos temas, y pudimos oír un poco sobre sus respectivas posturas en economía, seguridad cibernética, defensa nacional, el uso innecesario de violencia por parte de la policía, entre otros.

Inmediatamente después del encuentro, los análisis que buscaban definir al ganador no se hicieron esperar. Los comentaristas de ABC afirmaron que, aunque Trump estuvo a la cabeza durante los primeros 20 minutos, el resto del debate había sido de Clinton. El noticiero The Young Turks llegó a una conclusión similar [1], así como el periodista Jaime Bayly [2]. Por otro lado, Trump presumió su victoria haciendo alusión a varias encuestas ilegítimas de Internet [3].

Durante el debate, Trump no proporcionó soluciones reales a la mayoría de los problemas que se plantearon, por ejemplo: cuando se habló sobre racismo, se limitó a describir lo terrible que es esta situación una y otra vez; y cuando se habló sobre el Estado Islámico, dijo tener un “plan secreto”. Además, contra toda evidencia, negó varias de sus polémicas declaraciones previas, y se dedicó principalmente a interrumpir y descalificar a su contrincante.

Las propuestas y la elocuencia de Clinton fueron contundentes y superiores, pero la verdadera victoria debe reflejarse en un incremento en las encuestas de popularidad generales. Promediando los resultados de varias encuestas, el Huffington Post señala que, un día antes del debate, Clinton lideraba con un 47.3%, mientras que Trump seguía con un 42.5%; al 3 de octubre, la encuesta le daba a Clinton un 47.2%, y a Trump un 41.2% [4]. Cuando se ve desde esta perspectiva, el desempeño de Clinton en el debate no fue suficiente.




La falta de un cambio importante en las tendencias nos lleva a una conclusión deprimente: poco importan las estupideces que salgan de la boca de Trump, porque ante los ojos de quienes lo apoyan, no puede perder. No nos ceguemos ante lo obvio, la popularidad de Trump depende precisamente de ese tipo de actitudes que nos resultan tan reprobables.

Sus partidarios no esperan un argumento inteligente, sino insultos que diviertan y una voz que valide posturas políticamente incorrectas. Partiendo de ahí, para Clinton –quien es percibida como la representación de los políticos de siempre– sería casi imposible disuadir a quien ya se ha decidido por Trump. La buena noticia es que esta misma lógica funciona también en la otra dirección.

El verdadero reto es ganarse los votos de quienes no están seguros, quienes pretenden abstenerse, y quienes se inclinan por el Partido Libertario o el Partido Verde. Estos factores son tan relevantes, que hasta Obama ha declarado que el voto nulo, o un voto para Gary Johnson o Jill Stein, terminarían beneficiando a Donald Trump [5]. Este argumento también había sido expresado previamente por el senador Bernie Sanders [6].




Por ahora nada es seguro, debemos esperar a ver cómo se desenvuelven los candidatos en los debates del 9 y 19 de octubre. Seguramente Trump y Clinton tendrán oportunidad de expresar sus posturas y opiniones sobre otros temas relevantes, y de sacar otros trapitos sucios que inspiren más apoyo.

Pero antes de definir al ganador con base en los mejores y más lógicos argumentos, recordemos que muchos de los votantes no se fijan en eso. Sigamos monitoreando las tendencias en las encuestas de popularidad, y preparémonos para la posibilidad de que este año Halloween caiga en noviembre.

[1] The Young Turks, “Presidential Debate | Who Won?” YouTube. 26 de septiembre del 2016. https://www.youtube.com/watch?v=8OUrNzJI2WI.

[2] Latin Signal, “Jaime Bayly Show 09.26.16” YouTube. 27 de septiembre del 2016. https://www.youtube.com/watch?v=KK1FnFc73wc.

[3] Jessica Taylor, “No, Donald Trump Didn’t Win Post-Debate Polls.” NPR. 28 de septiembre del 2016. http://www.npr.org/2016/09/28/495805190/no-donald-trump-didnt-win-post-debate-polls.

[4] “2016 General Election: Trump vs. Clinton.” The Huffington Post. 29 de septiembre del 2016. http://elections.huffingtonpost.com/pollster/2016-general-election-trump-vs-clinton.

[5] Sam Levine, “A Vote For A Third Party Is A Vote For Trump, Obama Says.” The Huffington Post. 28 de septiembre del 2016. http://www.huffingtonpost.com/entry/obama-third-parties_us_57ebce9be4b0c2407cdaa0a7.

[6] Chris Sanchez, “Bernie Sanders: Don’t vote for a third-party presidential candidate in this election.” Business Insider. 17 de septiembre del 2016. http://www.businessinsider.com/bernie-sanders-dont-vote-third-party-gary-johnson-jill-stein-2016-9.

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Aciertos y desaciertos de Clinton y Trump

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El primer debate entre la candidata demócrata, Hillary Clinton, y el candidato republicano, Donald Trump, dejó entre ver algunas de las fortalezas y debilidades que ambos personajes tienen.

Mientras que Trump sigue demostrando un nulo conocimiento de cómo se maneja la política exterior en su país y mantiene un discurso lleno de contradicciones; Clinton no logra despegarse de la imagen del típico político, que hoy en día ha perdido bastante credibilidad en diversos segmentos de la sociedad estadounidense. Estos puntos negativos de ambos candidatos fueron los que estuvieron sobresaliendo a lo largo de la discusión.

Desde el comienzo del debate, el candidato republicano mantuvo un discurso en contra de la clase política al culparlos de haber negociado tratados de libre comercio, como el NAFTA o actualmente el TPP, que según Trump, solamente han dañado a la economía estadounidense y afectado principalmente a la clase trabajadora. Es evidente con esta declaración que su objetivo continúa siendo el segmento de la población que es económicamente más vulnerable. A su vez, al culpar este tipo de acuerdos como los responsables de los males económicos, trata de caracterizar a los enemigos a vencer, que en este caso son México y China. Esto solamente demuestra la necesidad de crear enemigos artificiales que fomenten un cierto temor y su vez unión entre la población, algo ya muy típico en la política estadounidense.

En el caso de Hillary Clinton, se pudo observar cómo su discurso iba totalmente dirigido a la clase media de Estados Unidos y a los jóvenes que han tenido el privilegio de gozar de una educación. A diferencia de su contrincante, ella considera que los males económicos están dentro del país al tener un sistema de recaudación de impuestos donde los más beneficiados pueden evadirlos fácilmente. Este mismo argumento lo utilizó en contra de Trump, al culparlo de generar su riqueza por medio de la evasión fiscal.

Por otra parte, la candidata demócrata logró proyectar de manera satisfactoria su experiencia política y congruencia en su discurso, algo que su contendiente carece. Además, de haber manejado correctamente el tema controversial de los correos electrónicos durante su periodo como Secretaria de Estado, aceptando total responsabilidad.

No obstante, Clinton tiene un gran reto por hacer: crear empatía con una parte de los votantes que hasta ahora Trump ha acaparado. Este segmento de la población no necesariamente busca un candidato con una gran carrera política puesto que estos últimos han sido incapaces de atender problemas, como el racismo, la falta de oportunidades, la inseguridad, etc. Es aquí donde el candidato republicano ha tenido éxito proyectándose como un outsider en la política y manteniendo su imagen como empresario “exitoso”.

Con este primer debate, se pudo ver cómo ambos candidatos se han mantenido con el mismo discurso que han llevado durante toda su campaña. Hillary Clinton, sigue sacándole ventaja a su gran trayectoria política y aprovechando las incongruencias de su oponente. Mientras que Donald Trump busca sacarle provecho a la constante polémica que genera y a los sentimientos irracionales de los votantes, como el miedo y el enojo.

Por lo tanto, es muy probable que las encuestas electorales sigan manteniéndose sin grandes cambios, lo que no quiere decir que ya haya un ganador definido.

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Visitas a México y su impacto en la campaña electoral

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La semana pasada el candidato Republicano a la Presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, hizo una visita privada a la Ciudad de México. Si bien, la visita fue presentada como una visita privada de un candidato –a la presidencia- a un mandatario de un país, la importancia que se le dio a esta visita fue mayor que a una visita privada con algún otro personaje, tomando en cuenta detalles protocolarios como el recibimiento a Trump por parte de políticos mexicanos.

El Presidente de México ha recibido, por medio de las redes sociales, mucha crítica por parte de la ciudadanía, debido a la –según ellos- errónea decisión de dicho mandatario. En respuesta a ello, el Presidente ha mencionado repetidas veces que la invitación para venir a México fue enviada a ambos candidatos estadounidenses (Donald Trump y Hillary Clinton).

Según un artículo del New York Times, Hillary Clinton ha dicho que tendría que “posponer” la visita a México, y que no le sería posible visitar México antes de las elecciones en Estados Unidos. Esto debido a que la candidata demócrata tendría que enfocarse más a la contienda por la presidencia.

Pero, ¿quién gana y quién pierde con el parcial rechazo de la candidata demócrata a una visita a México antes de las elecciones presidenciales?

Por un lado, tenemos un resultado negativo para Enrique Peña Nieto, una falla para el plan de dialogar con ambos candidatos. Después de tan desastroso encuentro que tuvo EPN con Trump, para el Presidente mexicano sería benéfico si pudiese persuadir a la candidata de venir a México.

Esto se debe a que una visita de Clinton podría ser un medio para que EPN mostrara –de manera sutil e implícita para guardar la neutralidad de su gobierno con las elecciones de otro país- su apoyo a la campaña de dicha candidata. Dicho apoyo sería una manera de limpiar –un poco- la imagen del presidente con los mexicanos en México, e incluso los que viven en Estados Unidos.

Por el lado de Clinton, una visita a México también sería benéfica para su campaña. Esto sería porque en su visita la candidata podría reafirmar su apoyo a los mexicanos en general, y esto podría reafirmar también los votos por parte de dicha población en Estados Unidos.

Por tanto, la visita de la candidata a México sería un gran apoyo para ambos, EPN y su misma campaña.
La decisión fue ya enviada, Clinton no vendrá –al menos por ahora- a México, y tanto EPN como Clinton tendrán que lidiar con las consecuencias de dicha decisión.

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Hillary Clinton y Jaime Rodríguez

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Ya salió Hillary a decir que muchas gracias pero que ella no viene a México. Claro estaba que la suma de dos negativos (Donald + EPN), no daría positivo. Las matemáticas son sabias. Y es que Clinton espero de manera inteligente a ver el resultado de la reunión de Trump y Peña Nieto para dar una respuesta a la invitación del Gobierno Federal, dicho esto, hoy por hoy no le reditúa electoralmente hacer una visita al país mexica.

Le conviene que en la memoria de los electores se quede la hipocresía y poca credibilidad del magnate en ambientes internacionales.

Mientras tanto en tierras regias, al que ya le gustó pegarle a la piñata es al personaje Bronco que tenemos de Gobernador. Primero salió a decir hace algunos meses que “a las niñas gordas nadie las quiere”, declaración que en principio causo confusión, y después, cuando trato de explicarse terminó peor. James, el detalle no es que la mujer salga embarazada porque no se cuidó, el problema es que seguimos viendo a ellas como las únicas responsables de lo sucedido. Sería recomendable que antes de decirle a mi hija que “gorda” nadie la va a querer, mejor le diga a mi hijo que si embaraza a alguien, él también se hará responsable de sus actos. ¿No crees?

El caso es que ahora Jaime se aventó chuza al decir que las madres que traen a sus hijos por parto natural ¡son más madres!, total que, si no es una, es la otra.

Y en otras cosas, pero siguiendo con lo mismo, mejor ni hablemos del famoso caso de los tacos Orinoco que sigue mostrando el lado oscuro de una sociedad morbosa y machista, la cual señaló y humilló única y exclusivamente a la mujer de la pareja en cuestión. Mientras que el hombre fue sacado entre porras y aplausos. ¡Nomás faltó que lo cargaran!

POSDATA: Lo único bueno que hay que contar del 4to informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto, es que solo nos quedan dos. Esperemos que el país logre aguantar 24 meses más las cuestionadas decisiones de un Presidente que no da pie con bola.

Si no nos vemos, pues nos escribimos.

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Mr. Muro en México

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Esta semana pasará a la memoria y probablemente a la historia de nuestra sociedad, ya que lo que parecía sin sentido, y hasta apocalíptico, sucedió, se reunieron las dos figuras que representan el repudio social de los mexicanos. El encuentro de Enrique Peña Nieto, el Presidente con la aceptación más baja de la historia moderna de México y por el otro lado Donald Trump, el racista #1 de Norteamérica, quien ha repudiado la aportación de los migrantes a su país, en especial a los mexicanos.

Si bien sus declaraciones desde el inicio despertaron la indignación nacional de propios, pero la despertaron más de extraños, lo que colocó rápidamente a Trump como una figura realmente conocida, y no por bueno. Ante sus polémicas declaraciones y la semilla de repudio y xenofobia que sembró en el lado republicano de los estadounidenses, distintas “figuras” del ámbito nacional se pronunciaron en contra de las declaraciones y posibles políticas internacionales del candidato de los elefantes americanos.

Desde atinadas declaraciones como las de Jorge Castañeda, hasta el ridículo de Eugenio Derbez, donde se magnificó de una manera exponencial la mala fama del rubio candidato; sin embargo, faltaba la cereza en el pastel de reclamos y repudio, faltaba la postura de la Presidencia de la República Mexicana con respecto a sus declaraciones.

Como cita en el IMSS, el momento llegó, tarde, pero llegó. Y antes que se muriera el tema, como en el IMSS, a EPN se le ocurrió la idea de abrir la invitación a los dos candidatos Hilary Clinton y Donald Trump, para conocer la postura de los aspirantes, a lo que sorpresivamente, Trump acepto dicha invitación y un día después, se encontraba ya en suelo mexicano.

Uno se imaginaría que después de todo el revuelo social que encendió, el nuevo repudio a su “Nueva América” y sus desatinadas opciones hacia nuestro país, nuestro comandante supremo, ósea nuestro Presidente, saliera a defender a sus compatriotas con el orgullo lastimado e indignados aun por la propuesta de su reunión… Pero no, en una nueva muestra de poca habilidad política, Peña Nieto no nos dijo más lo que ya sabemos, que si hay una co-dependencia comercial, que si somos vecinos, que si vamos por buen camino, que si Taco Bell no son tacos de verdad, todo, menos lo importante; y con justa razón, discutir sobre las políticas migratorias que propone, ¡lo tenía enfrente!, tenía la oportunidad de llevarse un aplauso después de tantos abucheos, y se quedó callado.

Entendemos las cordialidades y que un arrebato del Presidente podría entorpecer relaciones futuras, pero pedirle una disculpa al pueblo mexicano, además de ser políticamente correcto para ambos, se quedó en el aire.

Así una vez más EPN nos demostró que aquella despensa y votos comprados no garantizan un Gobierno con pantalones, además se posiciona como alguien en quien no nos sentimos representados, porque a la opinión de muchos de nosotros, el peor enemigo del Presidente siguen siendo sus asesores.

En voz de Jorge Ramos, periodista de Univison, orgullosamente inmigrante por cierto, Peña Nieto “desaprovecho una oportunidad única de enfrentar a Trump. Ni una sola vez lo cuestionó en público. Trump le comió el “mandado”.

Efectivamente así fue, ya que con un semblante serio y de comentarios sin relevancia en su intervención, Trump llego a uno de los países más lastimados por él, invitado por el presidente del mismo, y así como llego se fue. Sin penas, pero con la gloria de haberse impuesto en nuestro país.

Los dos políticos mantuvieron sus posturas, ya que ninguno toco el tema de la frontera más cruzada del mundo, salvo menciones escuetas, pero ambos se manifestaron por separado, y nuevamente Trump cerro con esta joya en twitter: “México pagara el muro”.

Del lado de la que no fue invitada y es la consentida de los mexicanos es la Señora Clinton, quien debemos saber o recordar, que la Iniciativa Mérida, la Operación Rápido y Furioso, y recientemente las Reforma Estructurales del Gobierno Mexicano, y ella tuvo algo que ver directa e indirectamente con la aplicación de estos sucesos en nuestro país.

Ahora ella maneja inteligentemente un mensaje de armonía y paz con los latinos, que junto con la cercanía con Obama, la posiciona como la dueña del apoyo latino, que cada vez más, domina las elecciones en estados como California, Arizona y la vital Florida para las aspiraciones de cualquier presidenciable.

Y así Donald Trump, llegó como cuando tu mamá invita a tu ex novia a comer a tu casa, se come el postre y pasa su nuevo novio por ella, así de lastimoso es para muchos mexicanos su visita.

PD. Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón se destapa para la Presidencia de 2018, que al cabo ¿Nuevo León qué? Aún no resuelve los problemas de nuestro estado, como el lo menciono muchas veces, entonces ni que se chifle.

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Una elección presidencial diferente a las demás

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Durante la semana pasada se llevó a cabo la Convención del partido demócrata en Filadelfia, Estados Unidos. Durante dicho evento Hillary Clinton fue oficialmente nominada para ser la candidata del Partido Demócrata para las próximas elecciones presidenciales. Incluso su ex rival de las elecciones primarias, Bernie Sanders, apoyó a Clinton invitando a sus seguidores a votar por “la mejor elección”, la cual sería Clinton según este.

Uno de los más notables oradores de la noche fue el actual Presidente de los Estados Unidos Barack Obama. Su discurso se enfocaba principalmente en legitimar a Hillary Clinton como la candidata mejor preparada, así como enlistar las razones por las cuales él pensaba eso.

Por otro lado, después de que Trump hiciera –más- comentarios controversiales sobre Rusia, Crimea y de familias de musulmanes, recientemente el Presidente Barack Obama ha vuelto a hablar sobre las próximas elecciones. Pero esta vez hablando de una manera más drástica; aclamando que Donald Trump era “unfit” (no apto, o incapaz) para ser el próximo presidente de los Estados Unidos.

Por otro lado, también hay personas que han criticado el pasado de Hillary Clinton; el ataque en Bengasi, sus emails perdidos, y el hecho de que su esposo sea un expresidente, han sido algunas de las críticas que la candidata presidencial ha recibido.

Esto podría parecer una elección normal de Estados Unidos, e inclusive una elección presidencial común en cualquier país con Democracia presidencial en el mundo, una simple guerra entre candidatos. La guerra entre los candidatos contendiendo: una guerra sucia entre ellos, sus familias y vida íntima siendo atacada, y sus pasadas decisiones siendo criticadas por su oponente.




Si bien la guerra entre estos dos actuales candidatos podría tener ciertas similitudes entre guerras de elecciones pasadas, hay factores importantes que hacen a esta elección ser la excepción. Las ideas y problemas que están en juego en esta elección han sido expuestas de una manera muy diferente a cómo se habrían expuesto en años pasados.

Donald Trump llamando violadores y asesinos a todos los inmigrantes mexicanos –y latinos-, tomando parte en conflictos internacionales con Rusia en relación a Crimea y Ucrania, descalificando a minorías como las de los chinos y musulmanes, intenciones de negar la admisión a refugiados de países “terroristas” (calificados así por el mismo Trump), son sólo algunos de los asuntos que han sido tratados y nombrados por Trump de una manera atroz y sin miedo alguno a las repercusiones que sus paabras podrían causar.

Ver a un candidato que habla sobre estos temas, y los presenta con tanta soberbia, orgullo y odio es una cosa, pero ver a un presidente de un país tan importante como lo es Estados Unidos ya es una situación totalmente diferente.

Lamentablemente esta es una de esas elecciones en las cuales lo importante no es votar por el “candidato ideal”, sino votar por el candidato menos destructivo y menos malo. Ambos candidatos ya han sido nombrados por sus respectivos partidos como los candidatos oficiales a la presidencia, esto ya está hecho.

El quejarse porque ningún candidato llena las expectativas que los votantes quisieran ya no es lo primordial, pero no permitir que el candidato más destructivo llegue a ser presidente sí.

Más que una actitud mediocre y pesimista creo que es una de eficiencia y de inteligencia para que lo mejor –o sea, lo menos malo- pase en los Estados Unidos. Sólo queda ver qué reacción y decisión tomarán los votantes estadounidenses en las próximas elecciones.

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ES ELLA

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Lo he pensado tantas veces. Desde hace algunos meses en los que Donald Trump tenía las mismas posibilidades que yo de ser doctor- yo no soy capaz ni de ver sangre- hasta convertirse en un candidato serio y peligroso rumbo a la presidencia de los Estados Unidos.

Debo confesar que, después de la derrota con Barack Obama, no pensé que Hillary Clinton repensará la posibilidad de contender de nuevo por la silla presidencial de mayor poder en el mundo.

En mi estancia en Nueva York el año pasado, tuve la oportunidad de visitar varias veces la sede de las Naciones Unidas. Dentro del recinto se respiran verdaderos esfuerzos por impulsar las relaciones entre países, por encontrar soluciones a los grandes problemas del mundo y sobre todo por mantener la paz, no como la ausencia de guerra, sino como la capacidad de ser ciudadano del mundo sin distinguir razas, colores de piel, estatus social, preferencias sexuales o religiosas.

Caminando por las calles de Nueva York- bajo la magnitud de sus edificios y la multiculturalidad que lo distingue- entendí que un candidato que pretendía construir muros y disfrazar su nacionalismo extremo por violencia no era en lo absoluto parte de la esencia del ciudadano estadounidense.

Desde ese momento comencé a seguir la propuesta de Hillary Clinton. Una persona que, a sabiendas de lo que representa para una mujer ser candidata a la presidencia, tomó el reto con la mayor entereza posible. Quisiera decir que es la antítesis del candidato showman que incita violencia y repudio, pero sería ofender a una mujer que lo tiene todo menos ser radicalista.

Hillary Rodham Clinton, la mujer que transmite elocuencia.

La sencillez de su personalidad y la elegancia para ofrecer sus discursos. La mujer preparada para hacer historia y lograr comandar a un país urgido de empleo. La política con convicciones de hierro y estrategia coercitiva en las reformas migratorias.




La madre de familia sensible y amorosa, la esposa fiel y tenaz. Hillary resulta la opción, así sin más, la opción.

Por todos los motivos anteriores, por las continuas guerras e invasiones, por la demagogia radical del oponente y porque ser presidente es cosa muy seria, votar por Hillary Clinton debería ser hasta un acto de lógica y un llamado de paz.

Los estadounidenses tienen la oportunidad de entregar los problemas de su país a una persona seria, preparada y con valores; o repetir el morboso episodio del Reino Unido que, abusando del nacionalismo extremo, votó en favor del brexit bajo la nula consciencia del impacto negativo que éste tendría en su economía, educación y calidad de vida.

Votar no es emitir una opinión escrita basada en la sensación de odio que me produzcan los musulmanes, latinos o cualquier otra raza. Votar es elegir el futuro que quiero para mis hijos, mis padres, vecinos, amigos y sobre todo para mi propio destino. ¿En manos de quién dejarías a tus hijos?, es ella, solo ella.

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#LatAmWithHer

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Algunos no contamos con voto, pero todos tenemos una voz, que unida, llama por una América que construya puentes en lugar de muros.

Philadelphia – En la Convención Nacional Demócrata lanzamos un movimiento para todos los latinoamericanos creyentes en una nación y región inclusiva en apoyo a la primera candidata mujer a la presidencia de los Estados Unidos. No permitiremos que otros candidatos discriminen a nuestro pueblo, raíces, cultura y valores.

Somos más de 625 millones de latinoamericanos en la región unidos con los 28 millones de latinos viviendo en los Estados Unidos que no son elegibles para votar. Quizá no podamos elegir directamente a Hillary Clinton, pero nuestra voz cuenta en esta decisión que nos afecta directamente a todos nosotros.

Nuestro mensaje ha resonado en todos los rincones de la región y en apenas cinco días, ya contamos con delegados en 15 países y 22 ciudades incluyendo Ciudad De México, Monterrey, Guatemala City, Buenos Aires, Panamá City, San José, Santo Domingo, Sao Paulo, Caracas y Madrid.

Nunca antes habíamos estado tan interconectados, contando con la posibilidad de expresar nuestros sentimientos y pensamientos de manera inmediata e impactante cruzando fronteras. Hoy en día, las redes sociales nos permiten cambiar el curso de la historia luchando en contra de la discriminación y la inequidad impulsando a Latinoamérica al apoyar a Hillary, esto nos ha permitido sumar a más de 3,000 voces provenientes de toda Latinoamérica en nuestra primera semana de lanzamiento.




Utilizando el #LatAmWithHer modelado a raíz del hashtag utilizado por millones de partidarios de Hillary #IAmWithHer podemos todos contribuir a la conversación de manera proactiva y constructiva. Nuestro grupo no solo busca apoyar la elección de la primera presidenta de los Estados Unidos en Noviembre, sino que también servirá como un vínculo para promover las relaciones multilaterales con los diferentes países latinoamericanos enfatizando la promoción de los derechos humanos en particular los derechos de la mujer, de los pueblos indígenas, de las personas con discapacidad y necesidades especiales, de los afrolatinos y de la comunidad LGBT.

En palabras del Presidente Barack Obama “Hillary es la persona más preparada en la historia de los Estados Unidos como candidata para la presidencia”.  De acuerdo al candidato a la Vicepresidencia, el Senador Tim Kaine, quien sirvió como misionero en Honduras “Hillary Esta Lista”.

Como se escuchó en la Convención Nacional Demócrata “Sí se puede”. Las voces de Latinoamérica tendrán eco desde cientos de ciudades hasta el corazón de la elección por la presidencia de Estados Unidos. Que se construyan puentes por encima de los muros.

gerardo@latamwithher.org / cesar@latamwithher.org / www.latamwithher.org /

Twitter/Facebook – @LatAmWithHer

HILLARY CLINTON: LA OPORTUNIDAD DE DERRUMBAR LOS MUROS

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Durante los últimos meses hemos sido testigos del odio y la discriminación de grupos radicales que paulatinamente han causado miles de muertes, caos y terror en el mundo.

La humanidad está preocupada porque la nación más poderosa del universo tiene entre sus filas la posibilidad de proclamar, en vida real, lo que anteriormente solo veíamos en las películas de “The Purge“; muros y puertas cerradas para los que menos tienen y más lo necesitan.

Pero paralelo a esto, estamos siendo testigos de una convención democrática que brinda esperanza a millones de personas no sólo en Estados Unidos sino alrededor de toda Latinoamérica. Barack y Michelle Obama respaldaron absolutamente el proyecto de nación que Hillary Clinton, candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, impulsa mediante los siguientes ejes:

1.- Una economía para todos: El éxito económico se medirá conforme aumenten los salarios de las familias trabajadoras, mientras más niños salgan de la pobreza y cuando la clase media aumente exponencialmente en Estados Unidos.

2.- Empleos: Se promoverán la investigación y la tecnología como la fuente generadora de los ‘empleos del futuro’. Una economía de empleo completo que alcance su máximo potencial para que el crecimiento, los trabajos y la prosperidad que sea compartida en todas las comunidades en Estados Unidos.

3.- Educación: Se modernizará y profesionalizará el rol del profesor. La sociedad actual demanda profesionales de la enseñanza actualizados, de calidad y con la tarea de formar niños capaces de crear el futuro ideal para los Estados Unidos. A la par de esto, los profesores recibirán un mejor salario que les permita tener una vida digna y cómoda.

Pero sobretodo, Hillary Clinton es la opción para otorgar el valor a las reformas migratorias que tanto hemos impulsado los latinoamericanos. Con ella, será posible introducir la reforma migratoria integral que les entregue dignidad y abra paso a millones de inmigrantes en la economía formal.

Hillary pretende defender a las acciones ejecutivas del presidente Obama—conocidas como DACA y DAPA—en contra de los ataques partidistas. La decisión dividida de la Corte Suprema sobre DAPA es un desgarrador recordatorio de la importancia de esta elección.

Las estimadas 5 millones de personas elegibles para DAPA, incluyendo a los padres de estadounidenses y residentes legales, deberían ser protegidas bajo estas acciones ejecutivas. Hillary cree que DAPA está bajo la autoridad del presidente y promete no dejar de luchar hasta que se cumpla.

Busca expandir el acceso a la cobertura médica para todas las familias. Las familias que quieran adquirir seguro médico deberían tener el derecho de hacerlo. Lo que permitirá que, sin importar su estatus migratorio, puedan comprar seguro médico en los mercados de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA, en inglés).

Esta es una elección vital e histórica para los ciudadanos de Estados Unidos, pero tiene un énfasis muy especial para todos los latinoamericanos. Significa la oportunidad de obtener, como Barack Obama lo inició, un país dispuesto a construir puentes en lugar de muros, para seguir siendo una nación grande de la mano de ciudadanos provenientes de todo el mundo y permitir el encuentro de la paz en la capital de los sueños.

Hoy, un grupo de jóvenes destacados en toda Latinoamérica, está dispuesto a tomar acción y ejercer un rol importante en las elecciones de este año. Mediante el impulso de la campaña #LatAmWhitHer en redes sociales de distintas ciudades en el continente, alzaremos la voz para apoyar en unidad total a Hillary Clinton.

Como diría Michelle Obama en su inspirador discurso dentro de la convención demócrata: “Gracias a Hillary, mis hijas dan por hecho que una mujer puede ser la próxima presidenta de EE UU”.

A ti que lees esto y que no quieres muros entre nuestros países, es momento de alzar la voz y unirse a este gran movimiento. Como delegado de Monterrey en #LatAmWhitHer te invito a que logremos juntos, un triunfo histórico para todos.

http://www.latamwithher.org/

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