Las afectaciones económicas que han ocasionado la pandemia de Coronavirus (COVID-19) han indicado un hundimiento de 17.3% en la actividad económica durante el mes de abril, el primer mes de la Jornada Nacional de Sana Distancia que obligó a la suspensión temporal de actividades no esenciales.
Este es el desplome productivo más severo del que se tenga registro, ya que fue a partir de febrero del 1993 que se comenzó a publicar este indicador con variación mensual llamado Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), el cual el INEGI publicó esta mañana.
Con este resultado, la economía nacional acumula tres meses a la baja, pues desde febrero que tiene una tendencia negativa.
Por un lado, las actividades relacionadas con los servicios presentaron un descalabro sin precedente de 14.4% en abril, las cuales contribuyen con dos terceras partes de la economía y están asociadas al consumo de los hogares en el país.
Hablando del sector industrial, el cual es el que aporta la otra tercera parte de la economía y está más ligado con el comercio exterior, registró una contracción de 25.1%.
Por último, las actividades agropecuarias se redujeron 6.4%, estas representan menos del 4% de la economía nacional.
La paralización de la producción y el comercio exterior ocasionó importantes daños a la economía. El consumo y las inversiones se frenaron, ocasionando igual fin al crecimiento. Esto se reflejó en una pérdida de más de 555 mil empleos formales en el país solamente durante el mes de abril, esta habría sido la mayor caída en empleo de la historia.
La recesión actual, se argumenta, es la más profunda registrada en décadas, esto lo confirma el desplome de 17.3% en la actividad económica, el cual es cinco veces más profundo al registrado en enero del 2009 de 3.2%.
Inclusive, es tres veces más severa que el retroceso de 6% observado en 1995 cuando ocurrió el llamado ‘error de diciembre‘, que desencadenaría en el Efecto Tequila.
Con información de El Universal