La vacuna y los mercados

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La pandemia por la que esta atravesando el mundo nos tomó por sorpresa y detuvo, en su mayoría, las actividades económicas alrededor del globo. Sin embargo, el mercado de valores continuó sus operaciones y los inversionistas mostraron temor ante el panorama de incertidumbre que se presentó. En el mes de marzo los principales índices cayeron, por lo menos, un 20% de su punto más alto mostrado en el mes de febrero. 

Además, durante el mes de abril el índice de desempleo en Estados Unidos estuvo cerca del 16%, según el Buro de Estadísticas Laborales, siendo el sector manufacturero el más afectado. 

El impacto más significativo de la pandemia es para las economías emergentes y esto debido a que los países más desarrollados buscan reducir sus costos operativos y emplean a estos países para poder cumplir con sus demandas de productos. 

Un gran ejemplo de lo anterior es lo vivido durante la presidencia de Donald Trump, en dónde fracturo la alianza con China y así el país vecino volteo a México para hacernos su principal socio y mejorar nuestra balanza comercial en relación de exportaciones contra importaciones. 

Si las economías se detienen y las demandas en la cadena de suministro disminuyen y se recortan los empleos el efecto con la inflación es una tasa baja y es así los bancos centrales buscan incentivar su consumo interno reduciendo a su vez la tasa de préstamo a las instituciones financieras. 

En este sentido actualmente la tasa de referencia para México se mantiene en un 4.25%, mientras que la tasa de Estados Unidos se encuentra en un rango de 0% a 0.25%. 

Los inversionistas que buscan mejorar sus rendimientos en bonos de gobierno pudieran ver atractiva la diferencia de tasas entre las economías emergentes y las economías desarrolladas; sin embargo, ante lo que vivimos hoy en día la cautela se encuentra y lo hace migrar a monedas con mayor certidumbre política y económica. 

Los capitales en las bolsas de valores comenzaron a moverse a acciones de empresas denominadas “quédate en casa”, las cuales se esperaba que los resultados trimestrales fueran a favor dado que estas empresas, gran parte de ellas, se dedican al comercio electrónico como ejemplo: Netflix (NFLX) y Amazon (AMZN).

El movimiento cíclico se da principalmente entre los inversionistas que mantienen una gestión activa en el mercado y buscar maximizar el alfa (rendimiento) de sus portafolios aprovechando las tendencias macroeconómicas.

¿Dónde estamos el día de hoy?

Durante los primeros meses de Covid-19 se desconocía que empresa sería la que tuviera resultados sobre las pruebas para una vacuna que pudiera detener este virus. 

A 10 meses que empezarán los confinamientos en Asía y Europa, en la semana 46 del año los titulares se volcaron a los resultados de la posible vacuna de Pfizer (PFE). 

Este candidato por parte de la empresa norteamericana y en colaboración con su similar alemán BioNtech cuenta con un 90% de efectividad como tratamiento del SARS-CoV-2. 

Así mismo, esta semana la empresa de biotecnología Moderna (MRNA) también dio sus resultados de la última etapa de sus pruebas para la vacuna con un contundente 94.5%. 

Las vacunas BNT162b2 (Pfizer) y mRNA-1273 (Moderna) están en la mira de la comunidad cientifica, esto debido a que son las primeras en su tipo en tener la tecnología mRNA (mARN en español). El ARN, ácido ribonucleico, es lo que permite que la información de nuestro ADN sea comprendida por células, lo anterior (a mi entender) funciona como un código que es llevado al cuerpo del paciente sin tener que inyectar el virus. 

De esta manera el cuerpo recibe un código genético y comienza a generar anticuerpos contra el virus, lo que lo hace más seguro. 

Las principales diferencias de estos dos candidatos son: la dosis, almacenamiento, costo y eficacia. Te presento las diferencias a continuación: 

Pfizer / BioNtech Moderna
Dosis: 30 microgramos Dosis: 100 microgramos
Eficacia: 90% Eficacia: 94.50%
Almacenamiento: -70º centigrados Almacenamiento: -20º centigrados
Costo: $19.50 dólares /dosis Costo: $37dólares /dosis

Fuente: reportado en las páginas de las empresas.

Lo que aún no se tiene conocimiento en concreto es si las vacunas ayudan a prevenir la propagación del virus y el funcionamiento de las mismas en diferentes grupos de personas por edades. 

Las pruebas que realizo Moderna fueron a personas entre 18 y 55 años con un estado de salud reportado como saludable. 

¿Estamos en el fin de la pandemía? 

Aún no, si bien los resultados son prometedores y de continuar así pudieramos estar esperando vacunas para el mes de marzo. 

En conclusión, el mercado continua reaccionando ante las noticias venideras de los candidatos a la vacuna, por otra parte, los casos siguen en aumento y los inversionistas vuelven a colocar su dinero en los activos de resguardo (como el oro y bonos de gobierno). Las tasas de referencia a nivel mundial continúan bajando por la incertidumebre de quienes buscan esta seguridad. 

Lo más importante es mantener una visión objetiva sobre como serán los siguientes meses para las economías y tratar de minimizar los impactos en los portafolios. 

Pecando de inocentes: AMLO, Biden y EEUU

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La relación entre México y Estados Unidos es clave. Me inclino a pensar que es más clave para nosotros que para ellos, pero eso no implica que no lo sea. Las aguas están muy agitadas del otro lado del Río Bravo y de este lado también comienzan a moverse, y en ambos casos se trata de movimientos por temas electorales, lo que tiene a todos con las sensibilidades al por mayor y los nervios de punta. 

El presidente López Obrador se ha negado a reconocer la victoria del demócrata Biden y apela al principio de no intervención de la Doctrina Estrada; el mismo al que se ha recurrido en ocasiones anteriores cuando la postura del gobierno mexicano suele ser contraria a la predominante en el contexto internacional, por ejemplo, cuando nuestro país se negó a las invasiones en el medio oriente a principios de los 2000.

La negativa ha sido gasolina para críticas de la oposición, poniendo en duda la cualidad de estadista del presidente y recordándole cómo sí abrió las puertas del país al expresidente Evo Morales cuando fue exiliado de su país; todo ello en medio del clima electoral que hace que cualquier crítica sea magnificada sin importar si viene desde la derecha, desde la izquierda, desde el oficialismo o desde la oposición.

Como aclaración, es importante destacar que la situación de Morales se trataba de un caso de golpe de Estado y, sí, quizá hay una afinidad ideológica o de pensamiento, pero que AMLO no reconozca aún la victoria de Biden realmente no es tan grave como se ha manejado; sobre todo porque el proceso en el país vecino (estricto sentido) no ha concluido, aunque la verdad es que la congratulación no llega en buena parte porque en la mente de nuestro presidente habita el fantasma del 2006.

Visto desde una perspectiva estrictamente legal, el presidente hace bien en su proceder, pues no se adelanta a los hechos y maneja la diplomacia de una manera cauta. Pero justo aquí está el asunto: es verdad que el derecho internacional es de cuidarse, pero en este ámbito los gestos y las formas son muy importantes, y no reconocer a Biden incluso cuando ya una amplia mayoría de los protagonistas del ámbito internacional lo han hecho; y tomando en cuenta que compartimos una de las fronteras más grandes del mundo, por supuesto que es normal que genere controversia.

Hay que recordar que independientemente de si Biden gana desde ya o se va a la corte, Trump sigue siendo el presidente de Estados Unidos hasta el 20 de enero, lo que significa que las decisiones que tome aún podrían afectar a nuestro país. No hay que olvidar que Trump es una persona de impulsos y ya una vez amagó fuertemente con subirnos los aranceles de un día para otro, medida que si bien es muy poco probable que tome en los próximos días (pues, la verdad, en estos momentos somos su menor preocupación), no quita que haya otras similares que se le puedan ocurrir de repente.

No hay que pecar de inocentes, pero tampoco hay que meterse en camisa de once varas así de a gratis y por nomás. A veces hay que ser un poco más condescendientes y, sinceramente, nada de malo tiene festejar el fin de la etapa más oscura de la democracia contemporánea del (todavía) país más poderoso del mundo. 

¿Qué esperar con Joe Biden?

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El pasado 3 de noviembre los norteamericanos salieron a votar y decidieron que para los próximos cuatro años sea un gobierno demócrata liderado por Biden y Harris. 

Las elecciones fueron cerradas y con tonos de incertidumbre y controversia por algunos momentos, el ahora presidente electo tomará un gobierno dividido en cuestiones de energías renovables, un gobierno sin empatía social y además un gobierno con una deuda sin límite. 

Se espera que a la llegada del mandatario en el mes de enero parte de sus primeras acciones sean revertir diversos acuerdos del presidente actual, Donald Trump, entre esto se menciona la reincorporación al Acuerdo de París, lograr un acuerdo comercial con China y la revisión del TMEC. 

Los inversionistas mostraron agrado al pensar que Washington pudiera estar dividido, con la cámara de senadores en control de los republicanos. Esto porque en campaña Joe Biden mencionó que incrementaría el impuesto corporativo y el impuesto para los ciudadanos con ingresos por más de $400 mil dólares al año. 

En el 2017 el recorte de la tasa de impuestos corporativos por parte de Donald Trump fue de 35% al 21%, Joe Biden planea llegar a un 28%.

El sábado anterior en su discurso de victoria Biden mencionó que la prioridad se encuentra en controlar la propagación del Covid-19, hizo un llamado a la unión del país y mencionó que tendrá un gobierno para todos sin importar la decisión que hayan tomado los norteamericanos en las casillas. 

Bajo esta perspectiva las industrias más dañadas (aerolíneas, hoteles, restaurantes, etc.) por esta pandemia se encuentran a la espera del paquete económico.

Bloomberg Economics tiene pronósticos que si el senado continúa en representación por los republicanos el paquete económico puede ser de $500 billones de dólares, mientras que, por otra parte, de ceder el control a los demócratas esta cifra llegaría a los $2 trillones de dólares. 

Ahora bien, después de las elecciones se dio a conocer por parte de Pfizer que su vacuna para la prevención del virus obtuvo un 90% de éxito, lo que beneficio las perspectivas de los inversionistas moviendo sus capitales de los activos de menor riesgo (bonos) hacia las acciones cotizadas. 

En términos de economía la llegada de Biden pudiera no tener el impacto que se ha tenido con la presidencia en control de los republicanos, para bien o para mal Donald Trump puso por delante los intereses de los empresarios norteamericanos o al menos lo que para el era lo mejor para los negocios. 

Aunque para los demócratas el buen desempeño de la economía de Trump se debió a la continuación del gobierno de Obama, las empresas generaron mayores ingresos y la tasa de desempleo llego a un mínimo de los últimos 50 años ubicándose en 3.5% en febrero de este año.

La visión del que será el presidente número 46 es de alianzas, construir puentes no muros, creo que concentrará su presidencia en la igualdad de genero y esto se notó en cuanto eligió a su pareja de campaña Kamala Harris. 

La última vez que Joe Biden llego a la Casa Blanca, el país se encontraba en medio de una recesión económica, no de un virus. A demás el era el vicepresidente, la presión y obligaciones recaían en el primero al mando Barak Obama.  Esta vez el mandatario tomará la oficina oval con 78 años lo que lo hace el presidente con mayor edad. 

Por lo pronto lo que nos queda es esperar…. 

Agua post-electoral

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Había dejado pasar unos días después de la elección de los Estados Unidos para volver a tocar el tema en el cual nos quedamos hace unas semanas y que se vincula con dicha elección, el pago de agua hacia Estados Unidos.

Si bien, el pasado 24 de octubre, México sobre la hora y casi de último minuto cumplió con su cuota, lo que se vivieron fueron momentos de bochorno en política interna y estuvimos a nada de un conflicto diplomático.

Algunos expertos aseguran que la represalia pudiera haber llegado en forma de aranceles o de simple presión para cumplir sin importar afectados, incluyendo usuarios de riego. Lo que sí, es que este incidente además de demostrarnos la poca dignidad de la oposición para sacar rédito político y la ineptitud y complicidad de un gobernador, también nos mostró la fragilidad institucional en CONAGUA e instituciones relacionadas.

Un tema por demás técnico y que tiene más de 60 años en un proceso flexible, estable y binacional se complicó por malas administraciones de los recursos humanos e hídricos. Llegó el 2020 y el Presidente desde la Capital armado con su Guardia Nacional enfrentó al Gobernador y políticos oportunistas del PAN y PRI (como la alcaldesa de Chihuahua) interesados en las elecciones de 2021. El Presidente contó con el apoyo desde Washington para negociar con los intereses en Texas, ahora con Biden, no necesariamente será igual.

Pero regresando al lado mexicano, aquí es donde resalto lo de la fragilidad institucional, CONAGUA se hizo “bolas”, la directora hablaba sin dejar nada claro y ninguna parte le hizo caso. Los grupos agroindustriales movilizaron a sus jornaleros como “campesinos afectados”, las instituciones municipales y estatales también guardaron silencio y los responsables de los consejos de cuencas y distritos de riego daban mensajes confusos.

Esto es muy grave porque no solo el problema puede volver a ocurrir, sino que sin una CONAGUA sólida y un armado institucional fuerte, el agua se puede volver en un detonante de conflictos de mayor escala y conflicto. Aquí es donde, otra vez, tendrán que salir las habilidades diplomáticas de la SRE en turno para negociar con los intereses texanos y en Washington, en un contexto de desventaja de fuerzas.

La gestión del agua ha sido francamente pobre en Chihuahua con pozos sobrexplotados, corrupción en permisos en el Río Conchos y agroindustriales que demandan cada día más agua frente a la escasez en las calles de Chihuahua capital y Ciudad Juárez.

Se conjuntaron un débil armado institucional, políticos ventajosos, una subestimación desde la Capital y dejaron como saldo una persona fallecida, daños cuantiosos en instalaciones de CFE y una erosión mayor entre el Gobierno y la oposición. En este tema del agua, como siempre, quienes pagarán el plato roto serán los chihuahuenses y en cierta medida, el resto de los usuarios del agua transfronteriza desde Chihuahua hasta Tamaulipas.

Lo dicho, dicho está.

Sinergía en la reactivación económica

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Es claro el panorama económico que no solo México, sino el mundo entero está viviendo. Innumerables negocios han tenido que cerrar sus puertas por la imposibilidad de mantener los gastos fijos de sus empresas. El desentendimiento de empatía de los dueños de los locales en condonar rentas en apoyo e impulso a los pequeños negocios, quienes brindan empleo y estabilidad económica al país y un gobierno federal que ha dado la espalda al apoyo de las PyMes, quienes más necesitan de ese brazo de estabilidad en estos momentos de crisis, han tenido repercusiones impresionantes en el rubro económico.

Si bien es cierto, que al tercer trimestre de 2020 la economía refleja que podría estar en la senda de recuperación, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mencionó que, si no se logra contener la pandemia no habrá confianza para mantener este ritmo de reactivación económica. Así mismo, el INEGI mostró que el país efectivamente está en gráficas de recuperación económica, en especial en el número de empleos que se han recuperado tras la tasa más grande de desempleo que se ha tenido registrada en el país, sin embargo, un posible rebrote trae consigo un panorama que empeora la situación y las proyecciones de crecimiento económico.

Ahora, es vital que el gobierno diseñe políticas públicas con perspectiva estratégica, con visión a futuro. Si bien, el Fondo Monetario Internacional (FMI) indica que los países afectados tardarán 2-3 años en recuperar la pérdida o el declive económico, así como el aumento en la desigualdad económica-social, causadas por el COVID19. El gobierno mexicano debe tener visión en el diseño de programas o acciones que garanticen la reactivación económica con un ritmo inevitablemente “lento pero constante“. Es clave que el liderazgo del gobierno sea empático y pueda garantizar unidad entre los diferentes actores, para lograr un desarrollo económico y un impulso de la economía nacional, salvaguardando las medidas de distanciamiento social, pero poco a poco generando la trillada “nueva normalidad” para comenzar a recuperar lo que se ha perdido en estos últimos meses.

Después, con base a la situación que se vive en Europa y Estados Unidos, así como en México en los últimos días… de un rebrote significativo en el número de casos de personas contagiadas por el virus, el gobierno mexicano debe prever y no cometer el mismo error de “esperar” a que la tormenta llegue, así como lo hizo a principios de año al subestimar el virus del COVID19. Actuar de manera oportuna y evitar que este rebrote llegue a empeorar la situación actual es imperativo. Es clave que el gobierno mexicano actúe y fortalezca las medidas de distanciamiento social y accione en pro de la salud, sin embargo, pensando y actuando de manera empática en la situación económica que se está enfrentando, tomando un liderazgo político y social en todos los sentidos, sumando a la reactivación a todos los actores de la cadena productiva para trabajar de manera integral ¿suena complicado, cierto?, como anteponer la economía, antes de la salud, o viceversa. 

En este sentido, la cadena productiva se conforma por proveedores, productores, transformadores, distribuidores y al final, el consumidor. En México al parecer, hace falta empatía en esta cadena; es decir, nadie quiere aportar, ni sacrificar un poco para lograr la reactivación económica. La mayoría de la gente espera que “papá gobierno” solucione todo y al ser una pandemia mundial, algo inesperado y nuevo, sin precedente alguno que pueda darnos ese respiro y esperanza de una fecha estimada de recuperación económica y social… estamos buscando en cómo lograr esa recuperación lo antes posible y a costa de que el único afectado, sea el cliente final. Si bien es cierto que, el gobierno debe tomar una postura de apoyo y estímulo fiscal hacia los negocios, la parte de la iniciativa privada debe tomar en cuenta que el gobierno tiene gastos primordiales, como lo es la salud; entonces de manera empática y con sinergia, se debe colaborar para que tanto gobierno (Nacional, Estatal y Municipal) aporte su granito de arena, pero también las empresas y PyMes, deben trabajar en conjunto para lograr una reactivación económica integral en la cual se beneficie el cliente, la propia PyME y la economía en general vaya tomando fuerza y vaya recuperando los miles de empleos que se han perdido, así como el porcentaje tan elevado de millones de mexicanos que pasaron de pobreza a pobreza extrema, debido a la situación actual. 

Por otro lado, el FMI publicó una mejora del 8.1% sobre la contracción económica esperada a este año; es decir, la reactivación económica si tiene un efecto positivo en la economía mundial, en la generación de empleo, en el impulso de pequeños y medianos negocios. La reactivación económica depende del control que el gobierno llegue a tener sobre el esparcimiento del virus; por ello no hay que aflojar en las medidas de distanciamiento social, ni las medidas de salud. Sin embargo, reitero, hay que trabajar de manera integral, iniciativa privada y gobierno, tomando en cuenta y salvaguardando la salud tanto social, como económica de nuestros clientes. Si al cliente no le garantizas bienestar y tranquilidad de que se estás llevando a cabo todas las medidas de salud, no te va a comprar. Y aunado a esto, si buscas la reactivación económica oportuna y de manera rápida; sin ofrecer algún tipo de descuento o apoyo hacia el cliente, tampoco te va a consumir. Hay que tener en cuenta que la pandemia afectó a todas las carteras (gobierno, empresas y cliente final), de manera conjunta debemos colaborar para contribuir a una reactivación económica más rápida y eficaz que traigan consigo beneficios económicos y sociales a nuestro país.

Por consiguiente, el Banco de México (Banxico) enfatizó hace unos días que el Paquete Fiscal de México para el 2021 comprometerá el crecimiento potencial de la economía nacional. En este sentido, afirma que la asignación de recursos y la rentabilidad social de los proyectos que se desean financiar representa un riesgo para la economía. Así mismo, mencionan la necesidad de considerar una reorientación del gasto gubernamental y fortalecer los ingresos públicos de una manera empática y constante. En este sentido, considero que la falta de estímulos fiscales en apoyo a las PyMes garantiza un ambiente desfavorable para el crecimiento económico y la tasa de empleabilidad. Sin embargo, como emprendedores y empresarios no debemos esperar a que el gobierno haga todo, debemos dar ese primer paso de empatía y ser considerados con el cliente, buscando su salud física y económica. ¿Cómo? sacrificando un poco del porcentaje de la utilidad, pero garantizando una fidelidad de un cliente que te va a consumir constantemente al recordar que sacrificaste un poco para lograr esta reactivación social y económica durante tiempos difíciles. Y aunque parezca paradójico… “A veces es necesario perder para ganar“.

Finalmente, el tema de un posible re encierro podría ser fatídico para el sector económico del país. Es imperativo que el gobierno controle de manera efectiva y eficiente la pandemia y estimule fiscalmente a los negocios y empresas, para evitar una caída y una pérdida económica que comprometa al país a un declive y una recuperación que pueda llegar a tardar más de 10 años (Banxico, 2020). Y en este sentido, como empresas seguir esta cadena de valor, pensando no en el beneficio propio, al contrario, en el beneficio de todos. Pensar en mantener la nómina, aunque sea con menos sueldo garantizas la estabilidad económica de las familias mexicanas. Pensar en mantener los ingresos de la renta, aunque sea con un 50% de condonación, garantizas flujo y estabilidad a familias mexicanas. Todos somos mexicanos y es hoy, cuando debemos de actuar en equipo, siempre con sinergia y empatía, buscando el bien económico y social de todos. No debemos de esperar a un terremoto, o una pandemia para ser empáticos, debemos de apoyarnos e impulsarnos entre nosotros mismos día con día, ya que, si no trabajamos juntos y nos apoyamos como mexicanos, nadie más lo vendrá a hacer. 

Quintana Roo Feminicida

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Nuevamente una víctima  más de feminicidio en Cancún. El 7 de noviembre reportada como desparecida y la noche del 8 fue encontrada sin vida la joven Alexis (Bianca Alejandrina) quien había salido porque había vendido un cigarro electrónico. Nuevamente la omisión e incapacidad de las instituciones de procuración de justicia en Quintana Roo cobraron una víctima más. Ante una situación de violencia machista sistemática y generalizada surge la pregunta obligada: ¿Por qué existen tantos casos de violencia de género y Feminicidios en Quintana Roo?

Si bien, responder esta pregunta resulta sumamente complejo, existen datos e indicios que nos permiten determinar las características del fenómeno. En primer término, es importante analizar la impunidad en el sistema de justicia local, siendo que Quintana Roo es uno de las entidades federativas con mayores violaciones a derechos humanos en procedimientos judiciales penales (juicios penales), teniendo retrocesos importantes entre 2018-2019 en derechos humanos, de acuerdo con el Índice de Estado de Derecho en México 2019-2020 que realiza el World Justice Project. El principal objetivo del sistema de justicia acusatorio era reducir la omisión en las obligaciones de las investigaciones criminales, sin embargo, en esta entidad está lejos de cumplirse, cómo bien puede verse con el dato anterior. 

En segundo término, Quintana Roo tiene un enorme rezago judicial, lo que significa que la mayoría de los investigaciones penales no llegan ante un juez, y peor aún, se quedan simplemente en una Carpeta de Investigación sin actos de investigación, sin pronunciamientos de la autoridad, por lo tanto, no se resuelven, violentando el derecho a la verdad y  acceso a la justicia, teniendo un 96.9% de impunidad judicial, según datos de la organización México Evalúa. 

Quintana Roo es de los estados menos pacíficos del país, estando dentro de las 4 entidades con el mayor índice de violencia, conforme a datos del Índice de Paz México 2019, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, ya que no existen estrategias ni esfuerzos para atender y reconstruir un tejido social sumamente lesionado por la desigualdad, pobreza y discriminación generalizada.

En 2018, en Quintana Roo, las personas sólo denunciaron el 12% de los delitos cometidos, y de este porcentaje, sólo en el 63.9% de los casos se inició una Carpeta de Investigación, lo que refleja la gran desconfianza de la ciudadanía en las autoridades y la enorme ineficacia de las autoridades para atender los pocos delitos que se denuncian. Quintana Roo es el 5to estado con mayor índice de Feminicidios en mujeres menores de 30 años, de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2019 realizada por el INEGI. 

Un dato muy fuerte, conforme a la encuesta anterior, la mayoría de los Víctimas de violencia de género sufrieron violencia por parte de sus parejas (21.8%) y el 20.0% por personas desconocidas. Siguiendo la misma encuesta, de las víctimas de Feminicidio, el 57.2% fue asesinada con arma de fuego y el 18.3% mediante otras formas (ahorcada, estrangulada, sofocada, ahogada, quemada, golpeada con algún objeto o herida de arma punzocortante), reflejando una clara evidencia sobre la enorme violencia y crueldad que viven las mujeres a diferencia los hombres, los cuales en su mayoría mueren por arma de fuego; este dato resulta importante porque configura un panorama estatal de violencia de género de tal nivel de gravedad , equiparable a estados fallidos.  

Sumando todos los datos anteriores, en Quintana Roo no existen políticas públicas de prevención del delito ni campañas para atender la masculinidad tóxica, y las políticas actuales carecen de perspectiva de género. En ningún momento se le ha apostado a combatir los orígenes de la violencia machista o mínimo generar los datos para ubicarla, medirla y evaluarla constantemente.

Todos estos datos ilustran la magnitud y gravedad de la violencia Feminicida en Quintana Roo. Repitiendo la pregunta inicial: ¿Por qué se siguen cometiendo? De manera sencilla: Porque NO SE SANCIONAN NI SE INVESTIGAN NI SE PREVIENEN. Un sistema de justicia que no funciona cómo debería, y que no funciona en absoluto para las mujeres. Cambiar esto será una tarea enorme, pero las autoridades no pueden seguir perdiendo el tiempo. Cada día que pasa es una víctima más, una mujer, hija, hermana, amiga, madre, tía, sobrina. Esto no se acaba con una reforma o iniciativa que aumente penas o crea tipos penales, ni creando protocolos, ni poniendo cámaras de video; se soluciona cumpliendo la constitución, la ley, y los tratos Internacionales en la materia, junto con voluntad política y personal capacitado para atender una realidad que duele día a día.

Al momento de escribir estas líneas, durante las marchas de las colectivas feministas, la policía estatal reprimió la libertad de expresión de todas aquellas que salieron buscando justicia por Alexis, esto significa que estamos no sólo ante un Estado feminicida sino represor. Y es imperativo recordar las palabras de Alexis del 12 de diciembre de 2018 que describen perfectamente la situación de las mujeres en Quintana Roo: “tengo de salir de mi casa y no volver a ver a mi mamá”. 

La semana electoral en Estados Unidos

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El mundo miraba atento cómo se desenvolvían los conteos en Estados Unidos desde el martes hasta el sábado. Si bien a mediados del miércoles ya podíamos empezar a visualizar a un claro ganador, la incertidumbre permanecía en quienes seguían de cerca el proceso.

A las 11 de la mañana del sábado, se terminó de gestar lo ya inevitable: Joseph R. Biden era declarado ganador de la elección, convirtiéndose en presidente electo. A pesar de que el Presidente Trump no ha concedido la elección, argumentando un inexistente fraude, una gran cantidad de líderes del mundo ya han llamado a extenderle sus felicitaciones al presidente electo y a la vicepresidente electa Kamala Harris. Entre esos líderes se encuentran Emmanuel Macron, Justin Trudeau, Pedro Sánchez, por mencionar algunos.

Algunos de mis pensamientos respecto a esta semana histórica son los siguientes.

Joe Biden no llega a salvar a Estados Unidos o al mundo. Estamos viendo a un país profundamente dividido y lastimado. Trump, aún perdiendo, acumuló más de 70 millones de votos, siendo ejemplo claro de la polarización que su administración dejó.

Biden ganó de la mano de un discurso de unidad. Fue el candidato que prometió restaurar el espíritu de Estados Unidos, y de regresarle su decencia. Bajo este juramento a sus ciudadanos, deberá actuar para conciliar, para reunificar. Las divisiones no podrían ser mucho más profundas.

Los movimientos sociales y la pandemia moldearon la política de Estados Unidos. Los ciudadanos votaron por el Partido Demócrata buscando que se haga justicia y que se ponga en marcha algún plan concreto para controlar el aumento de casos en el país, que ya es de más de cien mil positivos diarios. 

La salida de Trump le hace bien al mundo. Justo esta semana Estados Unidos salía del Acuerdo de París, mismo al que Biden y Harris prometieron regresar al inicio de su administración. La cooperación de esta superpotencia es esencial para poder avanzar considerablemente en temas de protección ambiental. Es importante para todo el mundo contar con Estados Unidos en este tipo de esfuerzos.

También es un paso rumbo a gobiernos más diversos. Biden ha prometido construir el gabinete más diverso de la historia, para que se asemeje a la realidad social del país que gobernará. Además, Kamala Harris será la primera mujer, la primera persona de color y la primera descendiente de la India en ser vicepresidente de Estados Unidos.

Por fin, dejaremos de escuchar que el Presidente de nuestro principal aliado nos insulte constantemente en público. Si bien Andrés Manuel López Obrador no ha felicitado al ganador, esperamos que se pueda establecer una relación de cordialidad, cooperación y respeto.

Definitivamente no existe fraude, y te explicaré por qué.

En primera, los demócratas han invitado a sus simpatizantes a votar por correo durante meses, para minimizar el riesgo de contagio y poder agilizar su proceso de participación ciudadana. Por el otro lado, los republicanos siempre prefirieron votar el día de la elección, sin hacer uso de la opción por correo.

El conteo de los votos se hace de diferentes formas según cada estado. Por ejemplo, en Florida se contaron primero los votos por correo, razón por la cual Biden tuvo ventajas de cientos de miles de votos en ciertos puntos. Después se contaron los votos presenciales, con los que Donald Trump volteó la tendencia y se llevó los 29 votos electorales del estado.

En Pennsylvania, que fue el centro de atención de la elección, se contaron primero los votos presenciales y posteriormente los votos por correo, porque así lo decidió el Congreso de ese estado, de mayoría republicana. Por eso es que Joe Biden lentamente revirtió una desventaja de trescientos mil votos para ganar. Básicamente, al Partido Republicano le salió contraproducente la medida. 

Después, podemos recordar que en el recuento solicitado en Wisconsin en 2016, sólo hubo una variación de aproximadamente 130 votos más para Trump. Cosa que claramente no es suficiente para revertir desventajas como las que ya tiene. Si no hay pruebas sólidas e irrefutables de fraude, las cortes no podrán hacer nada por él. (Spoiler: no hay ninguna prueba concreta aún.)

Y por último: los demócratas no están teniendo un gran desempeño en las urnas. A pesar de ganar la presidencia, no lograron recuperar el Senado, que en el mejor de los casos acabará 50-50, y además perdieron muchos asientos en la Casa de Representantes. El gobierno a partir de 2021 estará aún más dividido que ahora.

Joe sabe que es un presidente de transición. Llegaría a la siguiente contienda con 81 años, por lo que se espera que sólo cumpla un término, en principio. Sin embargo, puede ser suficiente para establecer las bases de un proceso largo de unificación, de progreso y de estabilidad que, consecuentemente, impactará en México y en el mundo. 

Reflexiones sobre el transporte público en la ZMM

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El transporte público en la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM) se caracteriza por ser un sistema con importantes deficiencias que hacen que este sea una opción de movilidad no recomendable o, en todo caso, nada cómoda. Si revisamos los resultados de la encuesta Así Vamos 2019, organizada por Cómo Vamos Nuevo León, encontramos que el transporte público en la ZMM es tardado, inseguro y costoso [1].  

Por ejemplo: el tiempo promedio que la gente hace al realizar un viaje redondo en camión urbano es de 115 minutos (1 hora 55 minutos; casi dos horas), el 60% de las y los usuarios no se siente seguro al viajar y el 67% de las personas considera que la tarifa no es adecuada [1]. 

A pesar de todas las deficiencias, una gran cantidad de usuarios lo utilizan diariamente; alrededor de 1.5 millones de personas. Con el inicio de la pandemia, aproximadamente 260,000 estudiantes dejaron de utilizarlo, debido a las medidas de confinamiento, sin embargo, una importante cantidad de personas lo ha seguido utilizando debido a que representa su principal medio de transporte para salir y ganarse la vida [2]. 

Esto es importante ya que, en medio de una pandemia, el transporte público puede convertirse en una desventaja, si es que no se toman las medidas de prevención adecuadas. Asimismo, esto toma relevancia en el contexto de las recientes declaraciones del Secretario de Salud del Estado, Manuel de la O, quien, el pasado 04 de noviembre, minimizó el riesgo de contagio en las unidades de transporte público [3].

Durante esta pandemia, he tenido el privilegio de trabajar y tomar mis clases de maestría desde casa, sin embargo, en dos ocasiones recientes tuve la oportunidad de utilizar el transporte público. A partir de estas dos experiencias me pude percatar que muchas personas no toman las medidas de prevención adecuadas; usan el cubre bocas en la barbilla, no guardan sana distancia, hay amontonamiento y la gente platica mientras viaja.

Al reflexionar sobre esto, no creo que sea correcto minimizar el riesgo de contagio en las unidades de transporte público en la ZMM. Dado que muchas personas tienen que salir de sus casas para trabajar y generar ingresos, se deben de buscar alternativas que den certeza de que el transporte público no está siendo un foco de contagio considerable. 

Existe evidencia internacional que indica que el transporte público puede ser seguro y evitar la propagación del COVID-19. Puede ser fácil culparlo, sin embargo, se sabe que, por ejemplo, en Manhattan, en donde existe la mayor densidad de líneas de metro, se cuenta con la menor incidencia de casos de COVID-19. Todo depende de las medidas que se implementen y la forma en la que se lleven a cabo [4]. 

Entre las medidas necesarias para evitar la propagación del virus en el transporte público se encuentran la adecuada ventilación y la constante sanitización, no obstante, las dos más importantes son las del uso adecuado del cubre bocas y la sana distancia, las cuales, a juzgar por mis observaciones, no están siendo garantizadas [4].

En ese sentido, se deben buscar los medios de garantizar que la gente use adecuadamente el cubre bocas, así como se deben reducir los índices de capacidad de los camiones urbanos y el metro. Por ejemplo, en Colombia se redujo la capacidad a un 35%, mientras que en Reino Unido lo hicieron a un 10% [4]. 

Es evidente que implementar acciones como la reducción de las capacidades, lo cual implica aumentar las frecuencias del servicio y el número de unidades, entre otras cosas, no son medidas sencillas, sin embargo, ¿qué se debe hacer cuando miles de personas se reúnen diariamente durante 115 minutos, por necesidad, sin sana distancia y con mal uso del cubre bocas, en medio de una pandemia, con un virus letal y altamente contagioso? Aquí hay una cuestión ética que se debe considerar. 

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[1] Cómo Vamos Nuevo León (2019). Así Vamos 2019. Encuesta de Percepción Ciudadana. Recuperado de http://datos.comovamosnl.org/api/v1/uploads/5e67e03cc2e5c86e6ea402f6 

[2] Publimetro (2019). Nuevo León presenta uno de los porcentajes más altos en traslados de sus ciudadanos, según el INEGI. Recuperado de https://www.publimetro.com.mx/mx/destacado-tv/2019/02/11/nuevo-leon-presenta-uno-de-los-porcentajes-mas-altos-en-traslados-de-sus-ciudadanos-segun-el-inegi.html 

[3] Altavoz México (2020). De la O minimiza contagios en camiones. Recuperado de https://altavz.com/2020/11/04/de-la-o-minimiza-contagios-en-camiones/ 

[4] Ardila-Gomez, A. (2020). In the fight against COVID-19, public transport should be the hero, not the villain. World Bank Blogs. Recuperado de https://blogs.worldbank.org/transport/fight-against-covid-19-public-transport-should-be-hero-not-villain

La (In)Justicia Mexicana

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A inicios de los años 60s, el activista y premio Nobel de la Paz, Martin Luther King, dijo que “la injusticia en cualquier lugar es una amenaza para la justicia en todas partes”, esto me parece íntimamente ligado con uno de los grandes pendientes en nuestro país: el acceso a la justicia y la impunidad. En ese sentido y ante la relevancia del fenómeno, la organización México Evalúa publicó los hallazgos 2019 del seguimiento y evaluación del sistema de justicia penal en México. 

Dicho estudio resulta fundamental para saber cuales son los retrocesos o avances en la consolidación del sistema de justicia penal acusatorio y adversarial o llamados comúnmente como “Juicios Orales”. Ello tiene como origen una reforma constitucional en el año 2008 que tenía el objetivo de transformar profundamente los principios, procesos, operadores y prácticas del sistema penal mexicano, para establecer uno que disminuya los altos estándares de impunidad y violaciones a derechos humanos tanto de víctimas como de acusados y procesados. 

Del mencionado estudio, resalta que en 2019 afirma que existe un rezago a nivel nacional en la consolidación de este sistema de justicia penal, ya que de los datos recabados en cada entidad federativa, ninguna pudo alcanzar los estándares mínimo para el cumplimiento de dicha reforma y el objetivo o intención de este modelo judicial. Me parece fundamental que el principal indicador que este estudio utiliza son los índices de impunidad, ya que esta ausencia de actos de investigación y una incapacidad del Estado en resolver los máximos conflictos en una sociedad, que generan diversas violaciones a derechos humanos. Cabe mencionar que la media nacional del índice de impunidad en 2019 fue de un 92.4%, uno de los mayores de continente en términos comparativos, reflejando la gravedad del problema así como el fracaso rotundo de este nuevo sistema penal. 

Un dato preocupante fue la reducción del presupuesto en el sistema de procuración de justicia en 2019 asignado a las entidades federativas que de $172,036,947,408.02 pesos, el cual tuvo una disminución del 15% respecto al año pasado, lo cual generó que las instituciones no puedan contar con los recursos suficientes para alcanzar las metas, si bien, el estudio hace énfasis en que un presupuesto no garantiza el éxito, también se plasma que estos recursos deben ir orientados a obtener mejores resultados a través de un ejercicio racional. Este problema también se repite en los presupuestos de los poderes judiciales y las comisiones estatales de atención a víctimas. 

Un retroceso grave fue el sentido garantista sobre la prisión preventiva, ya que  debe ser vista como una medida extraordinaria que no debe violar la presunción de inocencia, sin embargo, en el Diario Oficial de la Federación el 12 de abril de 2019 se publicó la reforma al artículo 19 constitucional con la cual se anexaron 10 delitos graves más para la prisión preventiva, ello como una supuesta respuesta, sin embargo, aumentar el catálogo de delitos graves no está ligado al mejoramiento del sistema de justicia y sólo concibe la prisión ante la falta de una política de paz, justicia y prevención del delito. Esto genera que existan enormes cargas de trabajo, como bien plasma el estudio, por cada defensor, el promedio nacional fueron 163 asuntos, y en asesor jurídico son 95 asuntos por cada uno, lo que tiene como consecuencia tasas elevadas de carpetas de investigación saturaras con el 44.5% en promedio que no tienen respuesta. 

También hay que señalar las llamadas “señales de esperanza” mencionadas en dicho informe, ya que al momento de la detención de una persona, sólo el 27.9% fueron calificadas como ilegales, que en comparación con el año anterior, presupone una tendencia de avance en este rubro. De la misma manera, los estados han hecho mayor de uso de la justicia alternativa, como la mediación para arreglar un asunto entre las partes y no tener que llegar a un juicio. Otro dato esperanzador esta la duración promedio de un proceso penal, ya que en promedio nacional es de 291 días para una persona imputada, lo cual a diferencia del anterior sistema resulta un avance significativo. 

Sin duda estos datos invitan a tomar medidas urgentes, ya que los niveles de impunidad son más que cifras y son vidas de millones de personas en nuestro país a la espera del derecho a la verdad, a la certeza jurídica, a que se respeten sus derechos humanos, y términos generales, a una justicia efectiva y no sólo simulaciones. Más allá de reformas, necesitamos cambiar las malas prácticas de los operadores del sistema de justicia penal para que sus actos atiendan cabalmente a la ley y el reconocimiento de los derechos que se ven involucrados en este tipo de asuntos. Urgen estrategias locales y coordinación entre los estados para compartir prácticas exitosas con el ánimo de compartir con otras entidades federativas, conformando redes exitosas para mejorar y consolidar nuestro sistema de justicia penal. También los poderes legislativos deben frenar esta corriente política de engrosar los códigos penales y catálogos de delitos graves de manera innecesaria, esto sólo nos deja ver la ausencia de una política criminal real que atienda a los orígenes y prevención del delito, así como políticas públicas para reducir la impunidad y garantizar el acceso a la justicia. No podemos dejar que el tiempo siga corriendo, dejando pasar miles de crímenes en la total impunidad, porque la injusticia en México parece la regla. 

Candidaturas sin violencia #3de3

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Triste que vivamos en un país donde se tenga que reglamentar que ningún acosador sexual, agresor de mujeres o deudor de pensión alimenticia sea postulado a una candidatura para ocupar un cargo público. Algo que debería ser lógico, de darse por sentado, necesita estar plasmado en papel para garantizar que se deje de “premiar” a quienes ejercen violencia de género, o bien, se deje de pensar que, para un puesto político, valen más otros aspectos del perfil del candidato que su pasado violentador de mujeres.

El día de ayer, el Instituto Nacional Electoral aprobó sus “Lineamientos para que los Partidos Políticos Nacionales prevengan, atiendan, sancionen, reparen y erradiquen la violencia política contra las mujeres en razón de género”, que, precisamente, incluyeron el “3 de 3” para buscar que ninguna candidatura sea asignada a quienes han sido condenados o sancionados por violencia familiar y/o doméstica, delitos sexuales, o bien, sean deudores alimentarios.

Su aprobación supone pasar del discurso a la acción congruente para evitar perpetuar el machismo en las instituciones de nuestro país, obstaculizando la llegada de más acosadores y violentadores a puestos de poder, en donde abusen de más víctimas o desde donde tomen decisiones en detrimento de las mujeres y sin perspectiva de género. 

Esta aprobación, sin duda, representa un gran logro para las mujeres que desde sus distintas trincheras se unieron para impulsar la iniciativa. Es un primer paso y uno muy necesario. Cabe destacar, sin embargo, que esto no implicará la garantía de que quienes acosan y violenten no lleguen al poder, pues recordemos que vivimos en un país en donde la impunidad reina, en donde las mujeres que se atreven a alzar la voz son revictimizadas por la sociedad, por los medios y por el mismo funcionariado público que carece de una atención con perspectiva de género, y donde muchas otras deciden mejor no acudir a denunciar.

Al menos, quienes han sido sancionados o cuentan con alguna condena al respecto, no podrán insertarse más en las estructuras de poder y en los puestos de toma de decisiones. Toca seguir construyendo sobre ello y celebrar este pequeño pero importante paso para acercarnos a alcanzar una vida libre de violencia de género en todos los ámbitos.