Seguro lo has visto, lo has escuchado o quizás tú mismo(a) te has enfrentado al deseo de hacerlo. Algunos creen que es para llamar la atención, que la gente que lo hace es porque “tiene problemas mentales” o porque quiere suicidarse.
Otros piensan que es una moda “entre adolescentes” que más tarde se les pasará y que por lo tanto “no” hay de qué preocuparse. Pero tú, ¿qué tanto sabes realmente sobre el cutting? Conoce la realidad sobre el cutting y cómo ayudar a alguien que lo esté practicando.
¿QUÉ ES?
El cutting, también llamado self injury o risuka se refiere a los continuos cortes en la piel que algunas personas se realizan de manera intencional sin el propósito inmediato de atentar contra su vida, en muchas ocasiones estos cortes se convierten en adicción.
Para algunos es un grito de ayuda, y podría resultar peligroso subestimar las consecuencias que pudieran tener dichos cortes, pues al fin de cuentas es un problema que hace referencia al control de los impulsos; en otras palabras, a la incapacidad para resistirse a actuar los pensamientos agresivos que aparecen de manera repetitiva y/o repentina.
Algunas personas se cortan todos los días, mientras que otros lo hacen sólo cuando están bajo mucho estrés, tristeza, enojo o tensión severa.
De acuerdo a un estudio publicado en una revista de Psicología y Psiquiatría Infantil en E.U.A., se encontró que cuatro de las motivaciones más comunes entre los cortadores para realizar el acto fueron:
1. Obtener alivio para un terrible dolor emocional. A través del cutting esperan manejar un profundo dolor psicológico que parece no tener cura; ya que no han encontrado la manera más adecuada de hacerle frente, crean expresiones externas de dolor con las que de alguna manera sí pueden tratar.
2. Sensación de control. El estrés, la carga estudiantil y/o laboral, los problemas de pareja, las emociones y sentimientos negativos y cualquier otro conflicto emocional cuando no son abordados de manera apropiada o el individuo no cuenta con los recursos de afrontamiento adecuados para ello, suelen causar un desequilibrio en la vida de la persona, por ello para algunos el cutting les brinda una sensación de control de sus propias emociones.
3. Deseo de morir. En realidad, hay un desacuerdo entre los especialistas en relación a si quien se realiza los cortes lo hace o no con la intención de acabar con su vida.
Sin embargo, lo que sí queda claro es que el deseo de morir (más no el objetivo del cutting) es al fin de cuentas uno de los motivadores principales para algunas personas.
4. Simpatizar con el grupo. Por último, algunos niños y adolescentes que practican el cutting han afirmado que lo hacen simplemente porque sus amigos también lo hacen, así que desean unirse al grupo de esa manera.
¿POR QUÉ OCURRE?
Cortarse la piel para calmar el dolor emocional puede parecer algo extraño y sin sentido, pero la realidad es que hacer esto no es tan diferente a la adición al alcohol o drogarse.
Aunque las cicatrices de las cortaduras son más evidentes, las tres como conductas adictivas están relacionadas al pobre control de impulsos puesto que se convierten en acciones repetitivas que se llevan a cabo para calmar, olvidar o asimilar un dolor emocional.
La pregunta es: ¿Pueden las cortaduras en la piel causar bienestar emocional? Tal vez quien lo hace no lo sepa, pero los cortes en la piel funcionan como un calmante. Al realizarlos se liberan endorfinas que son neuro-péptidos del cuerpo que minimizan el dolor proporcionando una sensación de bienestar; es decir, el cerebro libera endorfinas que ayudan a calmar y energizar al cuerpo.
El dolor pasa de ser emocional a físico, para la persona que lo hace es satisfactorio, pero sólo por un tiempo pues el dolor físico desaparecerá un rato mientras que el dolor emocional se seguirá sintiendo al menos hasta que se de tratamiento terapéutico al conflicto que lo está generando. Y es precisamente en esa explicación que podemos ver la similitud de esta adicción con el resto de las adicciones.
SIGNOS, SÍNTOMAS Y ÁREAS MÁS COMUNES DEL CORTE
Quienes practican cutting utilizan objetos filosos como alfileres, pedazos de cristal, tijeras, cuchillos o navajas para hacer incisiones poco profundas en cualquier parte de su cuerpo. Sin embargo, las áreas más comunes son: muñecas, antebrazos, muslos, abdomen y genitales.
Algunos signos son:
-Uso cotidiano (incluso en clima cálido) de camisas manga larga, pantalones, brazaletes o gran cantidad de pulseras para encubrir los cortes.
-Llevar consigo regularmente o tener en la habitación objetos afilados.
-Heridas “inexplicables” o cicatrices de cortes, contusiones o quemaduras.
-Manchas de sangre en la ropa, toallas o en la ropa de cama.
-Necesidad de estar a solas por largos períodos de tiempo, especialmente en el dormitorio o cuarto de baño.
-Aislamiento e irritabilidad sin motivo aparente.
RECOMENDACIONES
Recuperarse de la adicción al cutting no es tan simple, sobre todo porque las personas que lo hacen muchas veces no encuentran a alguien que pueda identificarse con su conducta y tienden a ocultar su comportamiento como si fuera algo vergonzoso. Pero existen tres enfoques terapéuticos que han demostrado tener éxito en el tratamiento del cutting:
La terapia cognitivo conductual (TCC). Se enfoca en identificación y tratamiento de los sentimientos negativos como el odio o la ira hacia sí mismo y el comportamiento auto-crítico. Ayuda a identificar y modificar las distorsiones cognitivas o percepciones irracionales de la realidad.
Terapia conductual dialéctica (DBT). Implica la celebración y el procesamiento de las emociones sobre el pobre control de impulsos de los cortadores.
Psicoterapia. Examina los temas que impulsan inconscientemente a los cortadores tales como: baja autoestima, fragilidad emocional, depresión, etc., ayuda a analizar más ampliamente el panorama de conflicto para encontrar alternativas de solución.
Si bien algunos medicamentos psiquiátricos se utilizan en el tratamiento de este problema, es preferible que sean prescritos por junto con la terapia psicológica con el fin de obtener un mayor éxito en el tratamiento.
Para los padres, descubrir que sus hijos están causándose una autoagresión puede hacerlos sentir tristes, enojados o incluso culpables. Y, aunque puede ser tentador gritarles, llorar o incluso castigar al hijo por su conducta, es importante recordar que éste realiza dicha acción debido a algún tipo de angustia emocional.
En lugar de reaccionar emocionalmente los padres o familiares deben de tomarse un tiempo para analizar sus pensamientos y que puedan ofrecer ayuda real a la persona que lo necesita. Dar un paseo, hablar con un amigo sobre la situación, tener un momento de llanto o aislarse unas horas para pensar pueden ayudar a aliviar la tensión momentánea de los padres/familiares para que les sea posible centrarse en la tarea de proporcionar acciones de ayuda verdadera a la persona que practica el cutting.
Si el propósito del tratamiento es conseguir que la persona cese esta práctica, el primer paso es hacer frente a ¿por qué se está cortando? A menudo, esto significa tratar de determinar si el individuo tiene una condición subyacente, tales como: depresión, estrés postraumático, trastorno obsesivo-compulsivo, ansiedad, etc.
Estos problemas emocionales pueden ser tratados todos de manera ligeramente diferente, pero a menudo, el asesoramiento profesional juega un papel importante en el proceso de curación.
Ponte en contacto con tus sentimientos. Si tú eres quien se realiza los cortes y estás teniendo dificultades para identificar los sentimientos que desencadenan tus ganas de cortar, considera trabajar terapéuticamente sobre tu conciencia emocional, esto significa saber lo que se sientes y por qué lo sientes de esa manera.
Poder identificar y expresar lo que se sientes en cada momento te ayudará a entender la conexión entre tus sentimientos y tus acciones.
Invierte tu tiempo en diferentes actividades. Pintar, dibujar, expresar tus sentimientos en un diario, componer un poema o una canción para decir lo que sientes, anotar en un papel el/los sentimiento(s) negativo que estás experimentando y luego romperlo, salir a correr al aire libre, hacer ejercicio de anaeróbico etc., son actividades útiles que puedes llevar a cabo para expresar tus sentimientos sin tener que recurrir a una acción dolorosa como el cutting.
Conocer las razones que tienen quienes practican el cutting te ayudará a evitar juzgar, etiquetar o reprochar anticipadamente un comportamiento que, por extraño que parezca, es adictivo y muchas veces incontrolable.
Solamente con la comprensión, paciencia y el apoyo adecuado podrás verdaderamente ayudar a que quien lo realiza detenga ese comportamiento de manera oportuna.
Si requieres mayor información o asesoramiento psicológico sobre este tema ponte en contacto con nosotros.
Lic. Mayra Aracely López García
Coordinadora del Departamento de Psicología CIC
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