#Kleroterion: “Felipe, el oscuro”

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Felipe, el oscuro. El más reciente libro de la escritora argentina Olga Wornat debe ser lectura obligada para cualquier que quiera comprender la espiral de violencia y degradación política en la cual se sumergió México con las administraciones panistas y que se ahondó de manera vertiginosa durante el llamado calderonato. 

El libro, por el cual la periodista denuncia haber sufrido censura y una persecución que la puso al borde de la locura durante el sexenio de Calderón, hace un recuento de las figuras claves y el papel que tuvieron en ese sexenio marcado por la guerra contra el narco.

La argentina arranca su obra con el capítulo titulado “El mariscal de la destrucción”. En este devela el supuesto pacto entre Vicente Fox y Martha Sahagun con Felipe Calderón para que éste les asegurará no sólo impunidad por supuestos actos de corrupción en el sexenio foxista sino que además les habría dado manga ancha para seguir operando. 

El capítulo resucita la alianza de Calderón con Elba Esther Gordillo, a quien señala como la operadora que le permitió hacerse con la Presidencia a la vez que deja claro que la guerra contra el narcotráfico emprendida en enero del 2007 fue la estrategia usada para legitimarse y disipar la sombra de que él no había sido el candidato que había ganado.

En esas pagina Wornat hace un recuento de la vida del Michoacano, el largo periplo dentro de acción nacional hasta llegar a Los Pinos en donde de acuerdo a lo que escribe la argentina, Calderón solapó actos indebidos de su gabinete y se perdió en el poder… 

Hay una declaración que Manuel Espino, Presidente del PAN en aquella elección, le hace a la periodista en la cual desnuda de forma lapidaria que en el sexenio de Calderón se hicieron cosas malas.

En “El topo”, capítulo dedicado a Genaro García Luna, se narran las casualidades siniestras que acompañaron durante su carrera como súper policía del panismo a quien ahora se encuentra preso en Estados Unidos en espera de ser juzgado.   

Según este capítulo, García Luna no iba a ser coordinador de inteligencia de la PFP con Vicente Fox, puesto que lo catapultó a las grandes ligas y a la fama. El elegido era Juan Pablo Tavira quien fue asesinado en circunstancias extrañas.

Se da cuenta también de la cancelación de último momento que supuestamente hizo García Luna para asistir a aquella gira que devino en el accidente de avión en el que murieron Juan Camilo Mourhino, Secretario de Gobernación, y Santiago Vasconcelos, funcionario de la PGR,  en quien supuestamente, a diferencia de García Luna, las autoridades estadounidenses si confiaban.

El libro toca las actividades de espionaje en contra de opositores al Presidente Calderón presumiblemente llevadas a cabo por García Luna y su equipo. Y como era de esperarse hace eco de las supuestas relaciones con el crimen organizado.

La acusación más grave de este capítulo es que de acuerdo a la información recabada por la periodista argentina, Felipe Calderón siempre supo de las andanzas de García Luna. De ser cierto cabe preguntarse:

¿Por qué lo permitió? ¿Por qué era tan imprescindible Genaro García Luna para el entonces Presidente de México al grado de permitirle hacer lo que le diera la gana?    

En el tercer capítulo Olga Wornat lo dedica a Margarita Zavala. Destaca su papel como principal apoyo de Calderón, la historia de su familia, su paso como estudiante destacada de la Libre de Derecho y su periodo como una diputada federal competente en asuntos técnicos en la cámara de diputados.

Luego relata la metamorfosis que sufrió en Los Pinos, no con un protagonismo mediático como su antecesora sino con un perfil más de operadora política y de consejera del mandatario.

En Profetas de la guerra santa y los negocios millonarios Olga Wornat retrata la influencia y el poder desmesurado que llegaron a tener en el sexenio calderonista dos fundamentalista evangélicos que literalmente se colaron al círculo de poder más alto.

El matrimonio formado por Rosa María de la Garza Orozco, quien incluso llegó a ser diputada federal en ese sexenio y candidata al Senado, y su esposo Alejandro Lucas Orozco Rubio quien fungió algún tiempo como director del INAPAM, se convirtieron en los asesores espirituales del matrimonio presidencial.

Desde ahí supuestamente se aprovecharon para no sólo tener grandes cargos públicos sin experiencia que ameritara sino que además se habrían favorecido con contratos y hecho negocios al amparo de los puestos que ostentaron.

Quizás la escena que más sacude este capítulo es la recreación de las lectura sagradas que el matrimonio de evangélicos le hacía a Felipe Calderón. En esas sesiones, según el libro, lo convencieron de que era un predestinado por Dios y que era orden diva emprender la guerra contra el narco.  

En el capítulo Ivan el santo y la muerte en Los Pinos se narra el origen de Juan Camilo Mouriño, de dónde venía, cuáles eran los negocios de su familia y el motivo por el cual decidió entrar en política y su rápido ascenso ligado a Felipe Calderón con quien mantenía una relación de hermanos.

Wornat desentierra aquel escándalo en el que Juan Camilo se vio envuelto por firmar contratos millonarios para una empresa de su familia siendo él mismo el funcionario público encargado de asignar los contratos.

El paso efímero por la política del amigo más cercano de Calderón no justifica los honores que se le rindieron después de aquel trágico accidente. El libro documenta que un columnista escribió en aquella época que los honores nos correspondian al personaje pues se le daba un trato de héroe superior al de Hidalgo o Juárez.

En cualquier caso, el capítulo deja abierta la sospecha de que aquel accidente no fue tal, sino un atentado del crimen organizado contra el hombre más cercano al mandatario.

En el capítulo de La favorita Olga Wornat relata el ascenso de Patricia Flores Elizondo, a la que identifica como “señora 10%” de una posición administrativa en la cámara de diputados hasta convertirse en la Jefa de la Oficina Presidencial.

El libro documenta que desde esa posición Flores Elizondo supuestamente incrustó a familiares suyos en altos puestos de la administración calderonista y relata los supuestos actos de corrupción, que luego le costaron ser despedida, como encargada de la construcción de la Estela de Luz. 

Pero en ese capítulo hay una escena en particular que, de ser cierta, debería investigarse. En plena pandemia de influenza A1H1, Flores Elizondo detiene la compra de unos ventiladores, ¿la razón? La empresa ganadora del contrato no es la que ella quiere que gane. 

La compra de los ventiladores se retrasa semanas hasta que La favorita, como la llama Olga Wornat, cede a cambio de que el 50% de los ventiladores se le compren a la empresa que ella quiere y el resto a la que ya se los habían asignado.

En los capítulos Feos, sucios y malos y El capo del sexenio Olga Wornat devela el papel de la DEA y la influencia estadounidense en la política de seguridad seguida durante el calderonato.

Entre otros episodios se desentierra el operativo Rápido y furioso, como este fue una violación a la soberanía del país y las amargas consecuencias que conllevó dejar que los narcotraficantes se hiceran de más y más armas.

Como era de esperarse la argentina hace un relato de la influencia del narcotraficante más famoso de aquellos años. Su ascenso vertiginoso durante los dos sexenios panistas a los que alguna vez el escritor Juan Villoro se refirió como “La docena trágica” 

Por último la periodista le dedica un capítulo a todas las víctimas de aquellos tiempos aciagos.  

En “Los nadies”, así se llama el capítulo, Wornat documenta testimonios estremecedores.

Los llamados daños colaterales a los que alguna vez hizo referencia Felipe Calderón. Soldados desaparecidos o que se suicidaron, estudiantes ejecutados, activistas secuestrados, periodistas asesinados. 

Todos víctimas de una guerra por la cual el pueblo de México no votó. Como siempre pasa, los políticos toman las decisiones, pero el pueblo es quien pone las bajas.

Si bien el libro es un documento periodístico y no un expediente judicial ni mucho menos una sentencia legal… lo que no cabe duda es que los hecho sucedieron y que le toca al lector contrastar para entender y juzgar a sus protagonistas 

Sólo de esa forma, conociendo nuestra historia y meditando sobre ella podemos asegurarnos que tragedias como las que han ocurrido en la historia de este país no vuelvan a pasar.

El presidente no es el gobierno

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Escuchar el discurso con motivo del Segundo Informe de Gobierno del presidente fue extraño. El presidente abrió y cerró fuerte con el tema de la corrupción (como era de esperarse), pasó por los temas de la austeridad, los efectos y futuras soluciones para la pandemia; habló sobre los apoyos a comunidades indígenas, jóvenes y campesinos, la economía y la seguridad. En esencia, cubrió todo, pero había algo que no cuadraba.

¿Y por qué? Porque el enfoque con el que se abordaron los temas siguió siendo desde la óptica triunfalista del proyecto de nación de AMLO y porque se sigue priorizando el abordaje de los temas desde una postura que le favorece, pero que no es necesariamente la realidad que viven los mexicanos. En pocas palabras, porque choca escuchar que el presidente dice que todo va bien cuando, si miramos a nuestro alrededor, vemos que la cosa no va así. Y si las cosas no van bien, ¿por qué su popularidad se mantiene por encima del 50%? Aquí está el tema.

La respuesta es que hay dos elementos que juegan en esta historia: uno es Andrés Manuel y otro es el gobierno. Por ejemplo, cuando lo oímos decir que el gobierno no será recordado por corrupto, lo que verdaderamente se intenta hacer es asociar su la historia personal del presidente con la manera en que él dirige la administración. Andrés Manuel sabe que los mexicanos estamos acostumbrados a pensar que el presidente es quien tiene la última palabra en todo, pero si esto fuera así, ¿dónde quedarían los gobernadores, legisladores, jueces, tribunales y otras autoridades locales?

La popularidad que tenga o no el presidente no debería ser indicativo del desempeño de la administración, pero tendemos a creer que es así. Si bien la loza que ahora carga Morena producto de los videoescándalos protagonizados por David León y Pío López Obrador es grande, la realidad es que una cosa es lo que haga o dejen de hacer los morenistas y otra lo que él haga directamente.

Por supuesto que sería ingenuo suponer que los “apoyos en efectivo” sólo fueron una acción estratégica en exclusiva para la campaña de 2015 y que no se repitió en 2018, pero como dicen por ahí, “alienación que gana, repite”. Eso sí, mientras no haya evidencia de que esto también tuvo lugar en campaña presidencial y que él participara directamente, todo queda en el terreno de las sospechas.

El presidente podrá asegurar que México cuenta con el mejor gobierno en tiempos tan malos como los que estamos viviendo y que ya no hay funcionarios corruptos como García Luna, pero hasta que el relato no sea congruente entre ambas partes (persona y gobierno), de poco le sirve afirmarlo. Pretender que con base de imposiciones discursivas las cosas a nivel administrativo serán diferentes es casi como creer que uno se puede ganar la lotería sin comprar boletos.

Por cierto, ¿ya compraron su cachito para la rifa/no rifa del avión/no avión? No cabe duda que la congruencia es una virtud.

Principios para garantizar elecciones democráticas durante la pandemia

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El 1º de abril el INE suspendió los procesos electorales y la jornada electoral en Coahuila e Hidalgo. Casi cuatro meses después, el 30 de julio, el INE reanudó dichos procesos y fijó para el 18 de octubre la fecha de la jornada electoral. Entre ambas fechas la tasa de personas contagiadas por el SARS-CoV-2 o la de personas fallecidas ha ido en aumento. 

¿Por qué decidió el INE reanudar las elecciones? Esbozo la hipótesis de que hemos llegado a reconocer, aunque sea implícitamente, que la celebración de elecciones es esencial en términos de estabilidad política y que la suspensión indefinida de las elecciones produce un daño social irreparable. No obstante, el virus y la enfermedad no se han ido. Las elecciones en el país deben llevarse a cabo, pero bajo los principios materia de esta colaboración.

Primer principio: El derecho a la salud de todas las personas que participan en los procesos electorales debe ser protegido por todos los agentes del Estado mexicano, incluidos el Instituto Nacional Electoral (INE) y los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES). 

Efectivamente, la protección del derecho a la salud de la ciudadanía no es una opción para las autoridades electorales: Es una obligación. Así se reconoce en los artículos 4º, párrafo cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y 10 del Protocolo de San Salvador. Esto significa para las autoridades electorales que siguiendo tanto las indicaciones de las autoridades sanitarias como las recomendaciones de las organizaciones internacionales de salud, y las mejores prácticas de los organismos electorales de otros países y entidades, deben tomar las medidas sanitarias que protejan los derechos de participación política de las y los nuevoleoneses en las mejores condiciones posibles para su salud. 

Segundo principio: La celebración de elecciones libres, auténticas y periódicas es también un derecho humano de participación política que debe ser garantizado en un Estado constitucional democrático de derecho. 

El derecho a elecciones libres, auténticas y periódicas está reconocido expresamente en los artículos 35, fracciones I y II y 41, párrafo tercero de la Constitución Mexicana; en el 25, inciso b] del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y en el 23.1.b] de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. No proteger este derecho por parte de las autoridades electorales significaría una afectación muy grave al régimen democrático de nuestro país, de ahí la decisión del INE de reanudar los procesos en Coahuila e Hidalgo.  En este sentido, se afirma que cualquier modificación a la fecha de la celebración de las elecciones democráticas afecta al principio de periodicidad (Alivizatos, Bílková, Cameron, Kask & Tuori 2020: 19-20).

Es por ello que tanto el INE como los OPLES, siguiendo todas las precauciones sanitarias posibles, deben asegurar que las elecciones de junio del 2021 se llevarán a cabo en la fecha y con las condiciones que exige un régimen democrático. No solamente se trata de un posicionamiento de naturaleza mediática, y menos aún de confrontación con las autoridades sanitarias, se refiere, más bien, al cumplimiento de su deber de garantizar el derecho humano con el que cuentan las y los ciudadanos a la celebración de elecciones libres, auténticas y periódicas. Uno de los pilares para el éxito de elecciones legislativas en Liberia en medio de la pandemia del Ébola en 2014 fue la coordinación con las autoridades de salud de ese país e, incluso, con las autoridades internacionales (IDEA Internacional 2020).

En este tema la OEA ha señalado que “[l]a multiplicidad de desafíos para organizar elecciones en tiempos de pandemia excede las competencias y capacidades de la autoridad electoral. Se requiere del compromiso y apoyo de otros actores. La coordinación con otras entidades gubernamentales es más que necesaria para celebrar elecciones seguras”. (OEA 2020: 20).

Tercer principio: Las medidas que se adopten por los órganos electorales deben implicar un proceso de coordinación y diálogo con las autoridades sanitarias y con los partidos políticos.

El diálogo constructivo con las autoridades sanitarias es obligado para las autoridades electorales porque tanto la Secretaría de Salud federal como el Consejo de Salubridad General tienen competencia constitucional para dictar las medidas preventivas inmediatas frente a epidemias, como es el caso del SARS-CoV-2 (Art. 73, fr. XVI Constitución Política). Además, en la Ley General de Salud (art. 4º) se establece que los gobiernos de las entidades federativas son también autoridades sanitarias. Resultaría imposible que las autoridades electorales organizaran correctamente las elecciones y protegieran el derecho a la salud de las y los ciudadanos sin una coordinación estrecha con las autoridades sanitarias del país. Es indispensable que las autoridades electorales del país logren “[i]dentificar y mantener los canales de comunicación abierta y permanente entre las autoridades electorales y las encargadas del tema de salud pública en cada país”. (IIDH-CAPEL 2020: 6).

El diálogo y la colaboración con los partidos políticos es siempre un activo muy valioso para la buena marcha de los procesos electorales. Ahora, en tiempos de pandemia, resulta una condición sine qua non de la gestión de las elecciones mexicanas. (Thompson 2020).

Cuarto principio: Las estrategias que tomen los órganos electorales deben buscar reducir hasta el máximo de los recursos disponibles la probabilidad de contagio de las personas que participan en todas las etapas del proceso electoral.

Se han contabilizado que “[m]ás de 40 puntos en el proceso electoral implican la reunión de personas o la transferencia de objetos y, por lo tanto, presentan riesgos de transmisión de virus si no se toman medidas preventivas. Estas interacciones comunes ocurren durante todas las fases del ciclo electoral y no se limitan al día de las elecciones”. (Buril, Darnolf & Aseresa 2020: 4). Desde esta perspectiva, los órganos electorales deben buscar reducir los posibles puntos de contagio en (i) las interacciones persona a persona, por ejemplo, durante las campañas electorales o las capacitaciones a las y los funcionarios de casilla; (ii) la contaminación de las superficies y objetos comunes del proceso electoral para que las personas no estén expuestas a dichos objetos, verbigracia  durante la jornada electoral y los cómputos electorales. (id.)

Quinto principio: Las personas tienen derecho a la información clara, objetiva y sustentada en evidencia científica, hasta el alcance de la información y datos objetivos con que se cuente sobre la pandemia y su impacto en las actividades electorales.

Tanto el INE como los OPLES están obligados a difundir información veraz, clara y objetiva sobre todas las etapas del proceso electoral 2020-2021, así como de las medidas sanitarias y estrategias necesarias para garantizar el derecho a la información de las y los electores y que permitan, en la mayor medida posible, construir un ambiente democrático y seguro para el ejercicio del derecho de voto de las personas, así como el cumplimiento de los deberes cívicos de las personas integrantes de las mesas directivas de casilla. Esto es, las autoridades electorales están obligadas a proporcionar información fiable a las personas, porque el ejercicio de sus derechos políticos se da en un contexto de pandemia y las personas requieren dicha información (ONU 2020) al efecto de tener confianza en su participación en todas las etapas y actividades del proceso electoral.

Sexto principio.  Finalmente, en el contexto de la pandemia, la armonización y la protección de los derechos a la salud y a la participación política implican presupuestos crecientes para la organización de las elecciones. (OEA 2020).  

Los organismos electorales deben contar con presupuestos responsables pero que reflejen su deber de protección de la salud de las personas. El costo mayor para la organización de las elecciones 2021 se evidencia porque no solamente se deben asegurar elecciones de calidad y confiables, sino que simultáneamente debe garantizarse que los insumos y los bienes destinados a la salud de las personas involucradas con la administración del proceso electoral (i) estén disponibles a tiempo, de calidad y en número suficiente, (ii) que estén al alcance de la población -particularmente de quienes pertenecen a grupos en situación de vulnerabilidad o de mayor riesgo sanitario- y (iii) que sean los más apropiados desde la perspectiva cultural, científica y médica. Todo lo cual, sin duda, implica costos mayores a los que una organización electoral se enfrenta regularmente.

Como señalé en una colaboración previa, las elecciones mexicanas están a prueba. Considero que el seguir estos seis principios hará posible que dicha prueba obtenga las mejor de las calificaciones.

Referencias bibliográficas

Alivizatos, Nicos; Bílková, Veronika; Cameron, Iain; Kask, Oliver y Tuori, Kaarlo. (2020). Report – Respect for democracy, human rights and the rule of law during states of emergency, reflections, taken note of by the Venice Commission on 19 June 2020 by a written procedure replacing the 123rd plenary session. CDL-AD(2020)014. Estrasbugo: Comisión de venecia.

Buril, Fernada et al.. (2020). Cuidando la salud y las elecciones. Arlington, VA.: International Foundation for Electoral Systems.

IDEA Internacional. (2020). Democracy IDEAS Podcast, entrevista a Parvinder Singh -asesor técnico de la Comisión Electoral de Liberia en 2014, 07:04. 

IIDH-CAPEL. (2020). Consideraciones para el establecimiento de un protocolo para celebración de elecciones en el contexto de una crisis sanitaria. S.l. de ed.: IIDH-CAPEL.

OEA. (2020). Guía para organizar elecciones en tiempos de pandemia. S.l. de ed.: OEA.

ONU. Consejo de Derechos Humanos. (2020). Las pandemias y la libertad de opinión y de expresión. Informe del Relator Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, 23 abril, A/HRC/44/49.

Thompson J., José. (2020). Dimensiones que inciden en la organización de procesos electorales en tiempos de pandemia. S.l. de ed.: IIDH-CAPEL.

Mentiroso, mentiroso, AMLO mentiroso

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Martes 1 de septiembre. El Presidente de México dará su Segundo Informe de Gobierno desde Palacio Nacional. Para anunciarlo, ha lanzado varios spots en cadena nacional. 

Spoiler Alert: Están llenos de mentiras. Mentiras sucias, descaradas, cínicas. El Presidente de la República sigue en campaña a juzgar por esos spots.

Revisemos.

En un video, nos cuenta que “ya están levantando la economía popular”. Pero la semana pasada su Secretario de Hacienda dijo que México está por vivir la peor crisis desde 1932. Casi el peor momento económico para el país en el último siglo, en palabras de Arturo Herrera.

En otro spot le escupe directamente a la figura del Estado Laico en México. “El Papa Francisco nos ha dicho que ayudar a los pobres es el centro del Evangelio.”

Estamos de acuerdo en que ayudar a los pobres es necesario, urgente y es evidentemente bueno. Pero es preocupante que el mismo Presidente ignore las propias bases de nuestra Nación al dar declaraciones así.

Tercer spot (uno hasta pensaría que está posicionándose rumbo al 2021, ¿no?)

Aparece en su oficina. Dice primero, que ya no hay fueros ni privilegios. El señor, que vive en un palacio, dice que ya no hay privilegios.

Comenta que “ya no hay corrupción arriba”, pero el lunes 31 de agosto fue electo Presidente del Senado el exsecretario de gobierno de Manuel Velasco, al que se le han encontrado fotos en reuniones privadas con David León y Pío López Obrador.

“El 70% de los mexicanos apoyan la transformación”, pero las encuestas en promedio calculan su aprobación en un 53.8%, número más alto que el 47% que presentaba en abril.

Otros datos, como siempre.

Y por último, no nos podemos olvidar de la rifa del avión presidencial. Ese tema que hace parecer que el Gobierno de México es un chiste.

AMLO aparece en un spot arriba del avión, donde dice “habiendo tanta pobreza, esto es un insulto”. Tiene razón. Según datos del CONEVAL, la pandemia del Covid-19 hará que el número total de personas en situación de pobreza aumente entre 6.1 y 10.7 millones. Este país tiene muchísima pobreza, es cierto. Pero el Gobierno, en vez de establecer rutas viables para apoyar a la economía de las familias, ayudar con el cobro de los servicios, o simplemente ocuparse de la situación trágica que vivimos, están rifando un avión.  Eso sí es un insulto, para los que votaron por él y para todo México, que necesita con urgencia un líder que esté a la altura. 

Todas estas declaraciones suenan emocionantes cuando las dice el AMLO candidato, aquél que se ganó la confianza de más de 30 millones de mexicanos. Mismas declaraciones que son vergonzosas cuando son dichas por el AMLO presidente, que está cercano a cumplir dos años de mandato, en el que cada día, evidentemente, estamos peor. Ya de nada sirve maquillar cifras, modificar datos y lanzar culpas a los antecesores. En muchos aspectos y en MUCHO menos tiempo, ya es peor que algunos de los que gobernaron antes.

Todavía está a tiempo de enderezar el rumbo y gobernar para todas y todos, no sólo para aquellos que (a pesar de todo) lo siguen apoyando. Esperemos que así sea. Este país necesita políticos que gobiernen, no que vivan permanentemente en campaña.

Políticos sin ideología ni principios

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La política solía ser la búsqueda del bien común a través de principios e ideología que caracterizaba el pensamiento y el accionar de los personajes que se dedicaban a este oficio. ¿Dónde están los principios y la ideología de actores, (no merecen el nombre de políticos) como Karina Barrón, cuya afiliación fluctúa en función de su propio interés, nunca en función de los electores que la enviaron al Congreso del Estado de Nuevo León.?

Frustrados y desilusionados han de haberse quedados dichos electores que la eligieron para representarlos bajo el estandarte del PAN y que, ahora, después de haber cambiado de membrete  cuatro veces, se ve ofrecer la presidencia del Congreso para el último año de representatividad, por parte del PRI, al cual acaba de rejuntarse. 

Que bajo ha caído la diputada (¿diputada de quien?) Karina Barrón; que bajo ha caído lo que queda del PRI en dónde todo se compra con el tesoro heredado de los años Medinistas. ¿Cuánto habrá exigido la seudo diputada para vestir la camisa roja? Vergüenza para ella, para el partido y para el estado de Nuevo León que permite estas maniobras de bajísimo nivel. 

¿Cuántos diputados cambiaron de etiqueta durante sus 3 años en el H(¿?)CNL? ¿Cuántos personajes que juegan en la vida pública están dispuestos a revestir la camisa del color que les  ofrecen, con tal de agarrar posiciones de mayor consideración? 

Sigo sin entender la postura de la alcaldesa de Escobedo, Clara Luz Flores, que espera a conocer la mejor oferta para ella (y para los intereses de su marido) para definir si vestirá de azul o de morena. ¿Son idénticos los objetivos de estos dos partidos? ¿No son más bien antagónicos? ¿Le da igual adoptar cualquier discurso con tal de lograr posiciones de poder y de influencia?  

¿Y qué decir del diputado Gerardo Fernández Noroña, comprando voluntades a diestra y siniestra  para ser electo presidente de la Mesa Directiva en San Lázaro?  Seguramente, reinventará un lenguaje digno de Tepito para dirigir los debates de la Cámara. Si el presidente de la República puede violar a diario la Constitución es porqué los representantes del Poder Legislativo están demasiado ocupados procurando su parcela de poder, sin importarles la suerte de la propia República. 

La democracia mexicana, de haber existido algún día, está ahora podrida y abriendo el camino a la dictadura que se avecina. El cambio de régimen se dará por desaparición del anterior bajo la presión de interese particulares  y bajo la evidencia de la falta de interés en la defensa de la República y de México.

La guerra del agua en Chihuahua

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Es difícil no hablar de noticias relacionadas con el coronavirus a estas alturas de la contingencia, pero eso no quiere decir que México no está pasando por otras situaciones. Desde febrero de este año, Andrés Manuel López Obrador, la CONAGUA y agricultores de Chihuahua han tenido roces y discusiones por el cumplimiento del Tratado de Aguas Internacionales de 1944. 

Este Tratado regula el agua de los ríos Bravo, Colorado y Tijuana entre México y Estados Unidos, y acuerda que cada país tiene que otorgarle al otro cierta cantidad de agua al año. Sin embargo, este año, de los estados que tienen que coordinar el transporte del agua, Chihuahua ha sido el que ha tenido más problemas debido a que las presas no cuentan con el suficiente recurso para cumplir con el Tratado y abastecer al mismo tiempo a los agricultores de la región.   

En julio, el gobierno federal mandó a la Guardia Nacional a resguardar la presa “Las Vírgenes” para realizar la extracción del agua, y esto desató conflictos físicos entre la policía y los agricultores que se oponían a este acto. También hubo manifestaciones en la capital del estado para llamar la atención del gobierno de Chihuahua y pedir la intervención de Javier Corral ante el presidente. Fue hasta hace dos días que Corral se reunió con los representantes de los módulos de riego y pidieron públicamente a CONAGUA una respuesta a las peticiones de la detención de la extracción del agua. Y de no obtener esta respuesta, Corral y los representantes irían a la Ciudad de México a hablar con López Obrador. Por otro lado, Andrés Manuel afirma que nadie se va a quedar sin agua y que México tiene que cumplir con el Tratado a toda costa.   

A pesar de que si se tiene que cumplir el Tratado o no, lo que está pasando entre los chihuahuenses, el gobierno estatal y el gobierno federal es una clara falta de comunicación, coordinación y cooperación. Cuando AMLO decide mandar a la Guardia Nacional sin prestar atención a los llamados de los agricultores, o si quiera consultarlos, como tanto le encanta hacer, está demostrando que no cree en lo que él alguna vez dijo: “el pueblo es sabio”. 

Declarar sin evidencias que sí va a haber agua mientras las presas están prácticamente vacías, es obligar a la gente a creer ciegamente en su discurso y poner en riesgo los ciclos de cultivo que sostienen una gran parte de la economía del estado. Y no solo es poner en riesgo la economía, sino también el sustento de miles de productores y agricultores que probablemente no tengan otra manera de ganar dinero. Javier Corral tiene que asegurarse de que la reunión con AMLO sí suceda, y que se pueda llegara un acuerdo pensando siempre primero en los chihuahuenses. Claro que cumplir con Estados Unidos también es de suma importancia, pero cuando se tiene de por medio a tu propia gente no puedes ignorarlos sin tener un plan de respaldo en caso de que las promesas de bienestar no se cumplan. 

La vacuna que producirán México y Argentina con el apoyo de Carlos Slim

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Esta columna es parte del análisis Altius Consultores para orientar en la toma de decisiones. Consulta este y otros temas haciendo clic en https://bit.ly/Reporte19 

El presidente López Obrador señaló que laboratorios de México y de Argentina participarán en la producción y distribución en la región de la vacuna que desarrollan la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford.

De acuerdo con Animal Político, esta vacuna encabeza la carrera para la inmunización en la lista oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El presidente argentino, Alberto Fernández, informó que AstraZeneca firmó un acuerdo con la Fundación de Carlos Slim para producir entre 150 y 250 millones de vacunas, que estarían disponibles para el primer semestre de 2021, teniendo en cuenta los resultados de los estudios de fase III y aprobaciones regulatorias.

El subsecretario de Salud Hugo López-Gatell informó que la vacuna sería universal y gratuita en el país. 

Sin embargo, se estima que el costo de la vacuna ronde entre los 3 y los 5 dólares. 

De los 140 grupos que la OMS se encuentra monitoreando para el desarrollo de la vacuna, hay 3 que están más avanzadas: la vacuna experimental Sinovac Biotech (China), la desarrollada por la compañía Moderna (Estados Unidos) y la llamada ChAdOx1 nCoV-19 de la Universidad de Oxford y AstraZeneca.

Considerando que América Latina se ha convertido en el epicentro del coronavirus en el mundo, con más de 5 millones 800 mil casos y 228 mil muertes de acuerdo al conteo de la Universidad Johns Hopkins, el anuncio de la vacuna para la región es una gran noticia. 

Si bien esas 250 millones de dosis estimadas para la primera etapa no cubrirán a toda la población latinoamericana, sí reducirían notoriamente la tasa de contagios y por consiguiente, de fallecimientos. 

A pesar de la noticia positiva, la vacuna no llegaría antes del primer trimestre del próximo año. Por tanto, Latinoamérica deberá enfrentar cuando menos seis meses más de la pandemia y sus efectos.

En el caso de México, donde recién se está viviendo una etapa de disminución de casos por primera vez en meses, la cercanía de la temporada de frío -con las enfermedades respiratorias asociadas- puede provocar que el país continúe pasmado por la pandemia, teniendo como posibilidad escenarios donde el encierro y los cierres totales o parciales de las actividades cotidianas y económicas se vuelvan a presentar. 

Corrupción y Cooperación

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Cuando el presidente de la República afirma, sin convencer, que hay de corrupción a cooperación, no hace más que darle la razón a Gabriel Zaid quien sentenció hace más de 30 años, que en México, la corrupción es El sistema. 

No hay corruptos ni cooperadores , menos corruptibles y cooperativos. Solamente un sistema que desde siempre ha funcionado a base de someter a los demás por medio de dadivas que en algunos casos se llaman becas, pensiones, y en otros casos mordidas o sobornos. En algunos casos son de miles de pesos, en cada vez más ocasiones, son de millones de pesos, lo que ofende todavía más en un país de pobres.  

Ya se está desmoronando el sostén ideológico del combate a la corrupción, más si se analiza el juego perverso que, en 2015,  llevaba a David León, entonces operador “político” del gobernador Verde de Chiapas, Manuel Velasco, a entregar dinero a Pio López Obrador, para apoyar la causa y el partido Morena. Manuel Velasco era aliado del PRI, pero apoyaba a Morena por debajo del agua, probablemente con dinero público. 

Las dobles caras tienen todo de una intriga de espionaje y contra espionaje, con espías dobles o triples y finalmente, 5 años después, sale a relucir la “cooperación”, motivo por el cual, el presidente establece la diferencia entre corrupción y cooperación (¡a la causa justa y buena de Morena!). No hay defensa por ningún lado, a menos de reescribir las leyes sobre financiamiento de los partidos. 

Este episodio demuestra que el sistema está podrido; ¿saldrán más videos? Todo depende de hasta donde está dispuesto a exponerse el presidente, y hasta donde creerá que el pueblo bueno y sabio diferencia entre corrupción y cooperación. 

Después del tema salud, de propias declaraciones de López Gatell, ya se rebasó el escenario catastrófico, se cae el tema anticorrupción, pilar de la campaña del 2018. ¿Qué quedará? Queda el tema económico y la relación con Estados Unidos. Ya no se podrá disimular más tiempo la crisis profunda resultante del desempleo, y las transferencias de los paisanos no serán suficientes para colmar los huecos en las finanzas familiares de los desempleados. Las finanzas públicas tampoco aguantarán el trancazo, y se pueden esperar medidas desesperadas con consecuencias fatales sobre la economía del país. 

Para rematar, en los próximos dos meses de campaña en Estados Unidos, no habrá otra sopa que el silencio helado del candidato demócrata y las rodomontadas irónicas y sarcásticas de Trump  a expensas de México y de los mexicanos. Panorama complicado para AMLO: necesitará de mucha “cooperación” para sobrellevar esta tormenta.

#Kleroterion: “¿Quién dividió a México?

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Casi todos los días quienes están en contra del Presidente López Obrador y de su gobierno critican las acciones del mandatario y lo acusan de dividir al país con las cosas que dice y hace sobre todo en su conferencia mañanera.

De entrada quienes hacen esa crítica pasan por alto que las mañaneras son un ejercicio de comunicación y transparencia nunca antes visto. Pero también, las mañaneras es pasar al presidente al escrutinio público de manera diaria y evitar que esté aislado en ese monte del olimpo donde se toman decisiones y nunca se tiene contacto con la población.

Parece que extrañan el secretismo y la opacidad con la que se conducían otros presidentes a los cuales era imposible cuestionarlos por nada y cuando salían a los medios era, en la gran mayoría de los casos, en escenarios controlados y entrevistas a modo.

PERO lo más lamentable de la postura de esos críticos es que pretendan atribuirle a López Obrador el clima de división y polarización que impera en México. 

¡ESTÁN EQUIVOCADOS!

No es el discurso de Andrés Manuel López Obrador el que dividió al país y le engendró tanto rencor a la gente.

Los culpables de esa división, de ese rencor fueron los políticos corruptos que por décadas saquearon a México. 

Esos que al llegar a un puesto público se asumían de la realeza y se comportaban de forma prepotente mientras se paseaban en coches de lujo y con su séquito de guaruras, todo pagado con los impuestos de la gente.

Lo que dividió a México fueron los Presidentes frívolos y alejados de la gente, inaccesibles como si fueran estrellas de televisión.

Esos que nunca se dignaron a abrir las puertas de su oficina para recibir peticiones de la gente, pero que aprovechaban cualquier ocasión para ofrecer fiestas suntuosas a sus “amigos poderosos”.

O para brindar con otros miembros destacados de sus partidos o departir con opinólogos y comentaristas a modo mientras salían en la tele.  Esos que pensaban que la política y el país era un legado. Que tener un apellido rimbombante, clasista pero sobre todo de origen político implicaba pasarle al hijo, al nieto, el poder político porque finalmente qué… El país les pertenecia. No es el Presidente López Obrador quien divide al pueblo de México. 

Quienes lo dividen, quienes siembran odio, clasismo y rencor entre los mexicanos son los golpistas que inventan un día sí y otro también mentiras para dañar a México

Como esa de señalar a López Obrador de comunista. Aunque ni ellos sepan qué significa eso.

Lo que dividió a México fue el saqueo, la corrupción voraz, la impunidad, el capitalismo de cuates, los acuerdos “en lo obscurito”, la oposición vendida, los periodistas y medios de comunicación comprados. 

Los culpables de la polarización y división entre los mexicanos son los políticos que tras perder el poder se han empeñado en una campaña de manipulación y mentiras aprovechándose de la ignorancia y desinformación de quienes los siguen.

Porque los que tachan de comunistas, ignorantes, peje zombies y demás adjetivos peyorativos a quienes siguen al Presidente son en verdad los más ignorantes y manipulados. 

El país está dividido, eso es inobjetable…

Pero la división más lacerante, la que más duele, es la que existe entre quienes ya despertaron y no están dispuestos a permitir que los políticos de antes, que tanto daño le hicieron a México, vuelvan a gobernar.

Del otro lado están los que siguen con una venda en los ojos, los que todavía creen en el pasado y a todos esos partidos y políticos que por años les fallaron.

No hay peor ciego que el que no quiere ver, no hay peor odio y división que el que engendran los que por décadas fomentaron y toleraron el saqueo y la impunidad.

En ese contexto Andrés Manuel López Obrador tiene claro que su obligación moral es compensar el abuso histórico llevado a cabo por los pocos que todo pueden contra los muchos que nada tienen… 

Si lo logra México a la larga la sociedad mexicana se volverá a unir y regresará la paz social.

Esa es la vara con la cual medirá la historia López Obrador, ese es el legado que el Presidente aspira a lograr. 

¿Politización de la justicia o judicialización de la política?

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Desde tiempos inmemorables, en nuestro país se ha afirmado que existe una politización de la justicia, por este término referencia a un viejo vicio en el sistema político mexicano que consiste en utilizar los aparatos del Estado para señalar, perseguir o sentenciar atendiendo a incentivos meramente político-partidistas sin importar los fines de la justicia y el derecho, y son sólo para construir narrativas ad hoc a la situación política del momento. Desde Cárdenas, Salinas, Peña Nieto a López Obrador, en distintos episodios históricos y ante periodos complejos y plagados de corrupción, los sucesores de diversos ámbitos ideológicos, han utilizado los efec tos naturales de políticas un asunto para aumentar legitimidad pública y mediática, que no resuelve el fondo del asunto. Esto contraviene la constitución y tratados internacionales en la materia, ya que el ánimo es una rentabilidad en lugar de la búsqueda de la justicia sustantiva. 

Armando Regil Velasco escribió en el 2015: “México es un país de muchas leyes y poco estado de derecho”, y esto viene a colación ante la constante selectividad de la rendición de cuentas. El caso Lozoya es ejemplo de esto, a pesar de las reformas que generaron el Sistema Nacional Anticorrupción así como diversas modificaciones jurídicas e institucionales para su operación, esto ha tenido pocos resultados. En este asunto de gran trascendencia nacional, al estar ante un innegable caso de corrupción de la empresa Odebrecht y su influencia en reformas que la habrían beneficiado,  somos testigos de cómo las redes sociales, los medios de comunicación y el debate público, se han convertido en el lugar donde se están señalando involucrados, construyendo presuntas teorías del casos, desahogando pruebas y dictando sentencias. 

Filtraciones de documentos, filtraciones de videos de exfuncionarios recibiendo fajos de miles de pesos en efectivo y hasta de familiares del mismo presidente Andrés Manuel, demuestra cómo esta oportunidad de llevar ante la justicia a individuos y redes de corrupción del más alto nivel, está siendo desperdiciada por la Administración Federal actual y la Fiscalía General de la República, tal y como escribieron los profesores Juan Jesús Garza Onofre y Javier Martín Reyes “las filtración no busca una exitosa judicialización del caso, sino su mera politización”. 

Es fundamental que un gobierno que aspira a ser democrático, pueda tener en cuenta la importancia de encauzar asuntos cómo el caso Lozoya ante las instituciones de procuración e impartición de justicia, ya que la argumentación para llegar a una determinación judicial (sentencia, autos, etc) requieren de una formación lógica basada en evidencia y construcción fáctica, cuestión distinta a una índole política que responde a intereses específicos. Como bien escribió Francesc de Carreras en el diario español El País: “[…]Politizar la Justicia no significa que los políticos sean juzgados por incumplir las leyes sino que los jueces, en el ejercicio de su cargo, tomen decisiones que son propias de los políticos, de los representantes del pueblo, vulnerando así un principio clave del Estado de derecho, el de la independencia judicial, según el cual la función judicial consiste únicamente en aplicar la ley y sólo así puede justificarse que el poder de los jueces es democrático” (2017). 

Estas viejas y tan arraigadas prácticas de evitar una verdadera búsqueda de la justicia ante casos que involucren políticos mexicanos, nos permite reflexionar sobre la necesidad de transitar a una nueva forma de concebir la justicia ante este tipo de casos. Esto es muy importante para establecer precedentes y detectar flagelos en las instituciones públicas para garantizar una no repetición de hechos de corrupción, pero es igual de relevante exigir desde la sociedad que estos asuntos no se queden en la “justicia mediática” que erosionan los argumentos y la esperanza de construir una verdadera democracia y estado de derecho.