Ser médico hoy

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Hace algunos años, el ejercicio de la medicina en nuestro país estaba asociado con prosperidad económica. Los médicos formaban parte, en su gran mayoría, de una clase socioeconómica media-alta. El haberse graduado de una escuela de medicina proporcionaba el acceso a un “status” no sólo en lo económico, sino que también socialmente se escalaba a un mejor nivel.

Para las familias era un orgullo que uno de sus hijos quisiera dedicarse a la profesión médica, pues el médico era una persona muy valorada y apreciada dentro de su comunidad, de alguna manera era una forma de recompensar los grandes sacrificios que se enfrentan durante los años de la formación y del ejercicio profesional.

Las cosas han cambiado mucho en nuestro país, las condiciones laborales y la dificultad para ejercer la profesión han aumentado, ha aumentado también la exigencia de parte de la población hacia el médico. Cada vez es más difícil ejercer la profesión y vivir dignamente del trabajo. Los requisitos académicos y laborales cada vez son más estrictos, esto aunado a la persecución fiscal por parte del gobierno han vuelto un verdadero martirio el ejercicio de la práctica médica en México. Me propongo escribir una serie de artículos para explicar la situación, en este artículo intentaré describir brevemente algunos de los problemas que enfrentan los médicos durante su formación.

Cada vez es más difícil ejercer la profesión y vivir dignamente del trabajo. Los requisitos académicos y laborales cada vez son más estrictos, esto aunado a la persecución fiscal por parte del gobierno han vuelto un verdadero martirio el ejercicio de la práctica médica en México.

Dejando a un lado los 6 años de formación en la carrera, que incluyen el cambiar todos los hábitos de estudio, familiarizarse con terminología técnica, soportar a algunos profesores frustrados que descargan sus complejos con los estudiantes, adquirir libros de texto con costos de $2,000.00 pesos en promedio para cada una de sus materias, volverse expertos en descifrar los exámenes más antipedagógicos posibles, depender económicamente de la familia obligadamente por este período, trasladarse con sus propios medios a los hospitales y el estar dispuestos a soportar el trato despótico de médicos externos y residentes, entre muchas otras lindezas.

El último año de la carrera (365 días completos, el llamado: Internado Rotatorio de Pregrado) se cursa en un hospital, realizando guardias de 36 horas consecutivas cada 3 días (los días intermedios también se trabajan), atendiendo pacientes todo el turno, realizando además toda la papelería y tramitología burocrática imaginable y cumpliendo con horarios estrictos. Cabe destacar que en la mayoría de los casos los médicos no cuentan con áreas de descanso y los servicios de comedor tienen horarios rígidos (si tuviste algún paciente o urgencia a la hora de la comida o cena, pues ni modo el comedor se cierra).

Al terminar los 6 años de estudio, el médico está obligado a prestar un año de Servicio Social, este año como ya se dijo es obligatorio y requisito indispensable para obtener el título. El servicio social, en la mayoría de los casos, representa trasladarse a vivir un año a una comunidad (ciudad pequeña, pueblo o ejido) a desempeñarse como médico y a realizar otras tareas sanitarias (como: vacunar perros, inspeccionar casas, realizar reportes epidemiológicos, promocionar las campañas de salud, dar pláticas en las escuelas y dar apoyo a las autoridades locales en caso necesario. A simple vista es una gran experiencia pero, el salario es simbólico y no incluye apoyo para los traslados.

El último año de la carrera (365 días completos, el llamado: Internado Rotatorio de Pregrado) se cursa en un hospital, realizando guardias de 36 horas consecutivas cada 3 días (los días intermedios también se trabajan), atendiendo pacientes todo el turno, realizando además toda la papelería y tramitología burocrática imaginable y cumpliendo con horarios estrictos.

Uno de mis exalumnos me contó el año pasado que, él tuvo que renunciar por 6 meses a su servicio social porque: la comunidad en el sur del estado que le tocó cubrir se encontraba a varios kilómetros de la entrada de la carretera y, para llegar desde la carretera hasta ese ejido las camionetas que dan servicio de transporte le cobraban $ 1,400.00 pesos cada viaje, o sea $2,800.00 cada semana, que era más de lo que él ganaba al mes.

Este año de servicio social, además de costoso en términos económicos, es un año en el que se corren riesgos para la integridad de los médicos, en particular para las mujeres. Lamentablemente no es raro saber que una doctora sea acosada sexualmente durante este año, en algunos casos incluso ha habido ataques sexuales graves en contra de doctoras que prestan su servicio social en condiciones de inseguridad.

A pesar del humanismo de nuestra profesión, generalmente las autoridades de salud desprotegen a los médicos pasantes, no sólo no les brindan condiciones de seguridad sino que culpabilizan a las víctimas. En el año 1995 supe de varios casos de acoso sexual grave y todas las compañeras recibieron la misma respuesta por parte del jefe de enseñanza de SSA. La respuesta era: “Ustedes tienen la culpa, si no quieren tener problemas procuren no provocar a los hombres, procuren no vestirse provocativamente”, yo personalmente escuché al Doctor decirle esto a una compañera que denunciaba acoso sexual y amenazas. La misoginia y violencia de género eran parte de la política de salud, lamentablemente. Los médicos pasantes estábamos obligados a aguantar porque si no lo hacías, simplemente no te liberaban el servicio social y no podías tramitar tu título y cédula.

Por razones de espacio esta columna se realizará en varias partes, la próxima semana continuaremos con este tema, muchas gracias.

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Violencia obstétrica…(¿Qué?)

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Al momento de hablar de violencia obstétrica lo primero que la mayoría de las personas piensan es: ¿violencia qué?, y se debe a la falta de información que se tiene sobre el tema, pero sobre todo por el desinterés social y la poca empatía que se presentan respecto a él.

A veces tenemos una idea de que el embrazo son los meses más maravilloso de las mujeres (y aunque claro para muchas así lo es), hoy en día existen muchos casos de violencia obstétrica, en los cuales, mujeres pierden a su bebé en el transcurso del parto por negligencia médica o falta de infraestructura de los hospitales.

El Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) cuenta la historia sobre tres mujeres que sufrieron y fueron víctimas de violencia obstétrica; la primera de ellas se identifica con el nombre Rosa y perdió su embarazo de 15 semanas, pidió orientación para el uso de métodos anticonceptivos y la respuesta que obtuvo fue un simple: “el mejor es decirle no al palito”; a Mildren a pocas horas de haber dado a luz la forzaron a ponerse el dispositivo intrauterino, sin esperar a su recuperación; Verónica, en el Estado de México, exigió que se le atendiera y la respuesta de los médicos y enfermeras fueron risas y burlas, que resultaron en la pérdida de su bebé [1].

Casos como estos los vemos en las noticias muy frecuentemente, a una mujer no la atienden en un hospital, el resultado es un bebé muerto. Hay que recordar a la mujer indígena Oaxaqueña que dio a luz en el jardín del hospital, pues la hicieron que se aguantara (como si fuera algo que te pudieras aguantar). Así como estas historias existen más de 6 mil 800 mexicanas que sufren algún tipo de maltrato durante su embarazo, al momento de dar a luz, o hasta en su casa después del parto [2].

Hay que recordar a la mujer indígena Oaxaqueña que dio a luz en el jardín del hospital, pues la hicieron que se aguantara…Así como estas historias existen más de 6 mil 800 mexicanas que sufren algún tipo de maltrato durante su embarazo, al momento de dar a luz, o hasta en su casa después del parto.

GIRE manifiesta en su último informe: “Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos” que, la violencia obstétrica surge a partir de la institucionalización de los partos, al momento en que el parto dejó de ser algo natural para convertirse en una práctica médica [3]. Ahora bien, esto no quiere decir que la institucionalización no haya traído grandes beneficios, sino que también se han ido formando abusos y conductas que han generado discriminación y violencia en contra de la mujer [4].

La violencia se puede manifestar de diversas formas: regaños, insultos, amenazas, burlas, aplazamiento de la atención médica, intervenciones quirúrgicas mal realizadas, así como en el parto natural métodos arcaicos los cuales ocasionan perjuicios en la madre (no aceptados por la Organización Mundial de la Salud), para poder “sacar rápido” al bebé; ente otras.

El Informe contempla por una parte la violencia física, la cual está relacionada con el suministro de medicamentos no justificado, cuando se aplaza o no se atiende a la madre en el momento oportuno a la hora del parto [5], no obstante también se habla sobre la violencia psicológica a la que se le somete, la cual está basada principalmente en el trato discriminatorio, violento, y humillante hacía la madre [6].

La violencia se puede manifestar de diversas formas: regaños, insultos, amenazas, burlas, aplazamiento de la atención médica, intervenciones quirúrgicas mal realizadas, así como en el parto natural métodos arcaicos los cuales ocasionan perjuicios en la madre…

Ahora bien, replanteo la pregunta de Estefanía Vela Barba en su columna titulada: “La violencia obstétrica”: ¿cómo, cuando se supone que la maternidad y la vida prenatal son tan valiosas, se permiten semejantes abusos?. Algo que por más que pienso no logro entender, porque es cierto que nuestras madres son unas guerreras, pero eso no significa que tengan que sufrir más después de todo lo que tienen que pasar para traernos al mundo.

La violencia obstétrica claramente es un problema de género y como otros, está estructurado, es decir no depende solamente del personal que labora en el hospital, sino de la institución misma, los recursos que el gobierno otorga al sector salud y la ineficacia de acciones y políticas publicas que se han hecho al respecto.

Con esto no quiero decir que todos los médicos y/o enfermeras(os) sean responsables o toleren este tipo de conductas, yo personalmente estoy consciente del trabajo, dedicación y entrega que tiene muchos de ellos [7], lamentablemente vivimos en un país en donde la corrupción, el desvió de fondo, la falta de educación, los estereotipos y sobre todo la violencia y discriminación han dejado a la mujer en un plano sumamente preocupante de indefensión en un proceso como el parto.

[1] GIRE, Violencia Obstétrica, 2015. Disponible en: http://www.gire.org.mx/nuestros-temas/violencia-obstetrica
[2] Id.
[3] GIRE, Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos. Disponible en: http://gire.org.mx/images/stories/Informes/informeviolenciaobstetrica2015.pdf, 2015, pág. 8.
[4] GIRE, Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos. Disponible en: http://gire.org.mx/images/stories/Informes/informeviolenciaobstetrica2015.pdf, 2015, pág. 9
[5] GIRE, Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos. Disponible en: http://gire.org.mx/images/stories/Informes/informeviolenciaobstetrica2015.pdf, 2015, pág. 12
[6] GIRE, Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos. Disponible en: http://gire.org.mx/images/stories/Informes/informeviolenciaobstetrica2015.pdf, 2015, pág. 12
[7] Para mi hermana que sé que será una gran ginecóloga y esta por presentar el ENAR.

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Resignificar la violación

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Revisando diferentes definiciones de la palabra “violar” me encuentro con variables como: “tener acceso carnal con alguien en contra de su voluntad o cuando se halla privado de sentido o discernimiento”, tal vez la definición con la que la mayoría estamos familiarizados. También está la de “profanar un lugar sagrado”, aunque refiriéndose a cuestiones religiosas y finalmente una que llama mi atención: “ajar o deslucir algo”, que quiere decir: maltratar, manosear, tratar mal de palabra a alguien para humillarle o hacer que alguien o algo pierda su lozanía (orgullo o altivez). De aquí parto para mi planteamiento.

¿Cuánto peso tiene para un ser humano que alguien vaya más allá del espacio al que se le ha permitido cruzar, sea en contra de su voluntad o por falta de discernimiento? Hacer que alguien pierda su lozanía, su orgullo, humillarle. Es desmoralizante. Es atentar contra su integridad psíquica y psicosexual —no digamos ya física—. Qué peor manera de hacerle sentir y qué gran daño hay implícito.

Violar es todo aquello que transgrede el espacio íntimo y personal. En ese sentido el acoso, un piropo, una mirada lasciva, también son violar. Cruzar al espacio íntimo y privado de alguien es un derecho privilegiado que debe surgir únicamente del consentimiento de la otra o el otro. Ser otorgado la intimidad ajena debe ser algo sagrado, no profanado y malbaratado en las calles. Veo la necesidad de dar un nuevo valor al espacio personal: físico, visual y auditivo.

El Código Penal del Estado de Nuevo León, en su artículo 265, dice que “comete el delito de violación, el que por medio de la violencia física o moral tiene cópula con una persona, sin la voluntad de ésta, sea cual fuere su sexo”. No estoy de acuerdo. Violamos con actitudes, con miradas, con exhibicionismos, con manipulaciones, abusando de nuestro poder sobre otros u otras, en cualquiera de sus formas. ¿Cuántos atentados contra la integridad psicológica se pasan por alto por un simple “no te tocó” o “no te penetró”? Resignificar la violación es aquí reconocer un sin fin de delitos que hoy no son tomados en cuenta como tal y atender una patología social hoy para muchos ojos invisible.

La violencia es también una violación. Ambas palabras tienen sus raíces latinas en la palabra vis, de la que se derivan tanto violare, como violentus, que las hacen parte del mismo acto de ejercer fuerza sobre otro. Hay quienes dicen que de la violencia sexual o de cualquier tipo al feminicidio hay sólo un paso. Como generalización me parece exagerada, pero sé que es, ha sido y seguirá siendo todavía por años. La pregunta es ¿de dónde viene?.

Violamos con actitudes, con miradas, con exhibicionismos, con manipulaciones, abusando de nuestro poder sobre otros u otras, en cualquiera de sus formas. ¿Cuántos atentados contra la integridad psicológica se pasan por alto por un simple “no te tocó” o “no te penetró”? Resignificar la violación es aquí reconocer un sin fin de delitos que hoy no son tomados en cuenta como tal…

Vivimos en una sociedad que le dice al hombre “tienes que conseguir sexo”, pero no le dice cómo. No nos sorprenda que exista este sinnúmero de expresiones violentas y acosadoras, producto de la frustración ante tal ordenamiento implícito y a las que apenas comienzan a ponerles límites culturales. Está en juego la hombría y ello nos pone frente a la ineludible tarea de resignificar también el ser hombre.

Y no podemos pasar por alto el papel que juega en este asunto la educación sexual. Cuánta falta nos hace una que sea adecuada, profunda, integral y comprensiva. Si en México no hubiera ese tabú primero y esos mitos después, alrededor del sexo, ambos producto de la ignorancia en ese y otros temas, la historia sería diferente. Y jamás justificaré un acto de violencia sexual hacia otro cuerpo, pero eso no significa que no tenga causas muy puntuales.

Entonces, démonos cuenta de la gravedad de un acoso o del ejercicio de la violencia sexual; estamos violando el espacio de alguien, a veces físicamente, a veces moralmente, pero ambas de forma transgresora con cierta fuerza sobre otro u otra y en ese sentido profanación de un espacio sagrado, que es su cuerpo, su integridad psíquica, psicosexual y su vida.

Y no podemos pasar por alto el papel que juega en este asunto la educación sexual. Cuánta falta nos hace una que sea adecuada, profunda, integral y comprensiva. Si en México no hubiera ese tabú primero y esos mitos después, alrededor del sexo, ambos producto de la ignorancia en ese y otros temas, la historia sería diferente.

El llamado es a hacer consciencia de las implicaciones de andar por ahí metiéndonos en vidas ajenas —o permitiendo que otros lo hagan— creyendo que no pasa nada; sí pasa algo: el hecho marca, hace cultura, crea secuelas de comportamiento que serán arrastradas por generaciones.

Empaticemos con la humanidad ajena y dejemos algo constructivo en vez de lo contrario. Y me encuentro frente a un dilema aquí:

Pareciera que estamos al borde de la ajenidad, de no volvernos a ver y tocar por precaución, por miedo a “ser acosadores”, a transgredir; es una línea delgada que puede llevarnos a extremismos estilo estadounidense. Estamos en un momento en que le tenemos que dar otro significado a la profanación del espacio íntimo y otorgarle un valor supremo al mismo. Es momento a la vez de plantear relaciones de amor y respeto al prójimo en las que una mirada o un roce no tenga por qué tener una connotación sexual. Escribo esto entre testimonios desgarradores de #MiPrimerAcoso —parte importante de los cuales inició a edades tan tempranas como los nueve años y antes— y no puedo más que asumirme responsable: de dejar de reproducir estas conductas, como de evitar que más mujeres sean acosadas, una tarea monumental que tenemos como sociedad.

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Mujeres en peligro, Siempre sí al bróker y los 28 gramos

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De octubre a la fecha han muerto de manera violenta seis mujeres al mes en Nuevo León… Se escucha escalofriante, pero es una realidad, triste, pero realidad, donde por culpa de desequilibrados ignorantes o perfectos ejemplos de la barbarie machista, esto se da en pleno siglo XXI; y lo peor es que la mitad de estos homicidios han sido a mujeres menores a los 21 años, tan jóvenes, lo más indignante es que han sido victimadas por sus parejas “sentimentales”.

Un grupo de hombres (si se les puede llamar así) ya sea por celos, locura o simplemente por su machismo ridículo le han arrebatado la vida a sus parejas. Se abre un debate entre la autoestima de las jóvenes para aguantar todo el abuso por parte de ellos, con toda la información de prevención que hay para evitar la violencia; y del otro lado, la falta de valor y en la mayoría de los casos, la ignorancia de qué hacer cuando se presentan estos cuadros de violencia, desde la nalgada hasta las palabras altisonantes usadas despectivamente hacia la pareja.

De octubre a la fecha han muerto de manera violenta seis mujeres al mes en Nuevo León… Se escucha escalofriante, pero es una realidad, triste, pero realidad, donde por culpa de desequilibrados ignorantes o perfectos ejemplos de la barbarie machista…

Un caso sonado fue el de una menor asesinada por su novio, que al momento de ser detenido, el angelito portaba un arma de fuego y cínicamente se entrego a las autoridades. Los últimos casos registrados fueron los asesinatos a manos de sus ex novios, de dos adolescentes de 14 y 17 años. En lo personal condeno la violencia en cualquier presentación, pero sé que con condenarlo se hace muy poco, casi nada, ya que es tarea de todos concientizar a mujeres en una clara alerta de posible violencia por parte de su pareja, porque celos de los buenos, no existen, empujones jugando, mucho menos. Si tienes una hermana, hija, amiga, prima, tía, madre, que por miedo a la opinión pública o a su pareja no denunciarían, infórmalas de las herramientas para utilizarlas en caso de emergencia a las que pueden recurrir.

Unirnos en pro de la erradicación de la violencia hacia las mujeres es muy importante, ya que todos somos iguales e importantes, un genero biológico, no determina las capacidades ni limitaciones de una persona. Hay que protegerlas, respetarlas y cuidarlas por ser fuente de vida y simplemente por ser personas. Porque a los que se sienten muy machos, les informo que la empresa Heineken acaba de becar completamente a cuatro estudiantes del Tec de Monterrey, para estudiar en la reconocida Universidad de Yale, por su alto desempeño académico y de investigación…Y si para que les cale a los poco hombres: orgullosamente los cuatro alumnos regios que estarán preparándose son mujeres. Justo en el “si no trapea, no me sirve”.

Y ya que tocamos la famosa frase del nada célebre “músico”, solo diré al respecto que: Es Julion Álvarez, ¿qué respuesta queríamos o cual esperábamos?, si sus canciones misóginas y falta de arte son reflejo de lo que sabe. No hay que adentrarnos en estas declaraciones porque como fue en una revista de telenovelas, eso denota la lectura que tenemos. No me quiero imaginar que le pregunten sobre el calentamiento global o los precios del petróleo, tómenlo de quien viene. En fin.

Unirnos en pro de la erradicación de la violencia hacia las mujeres es muy importante, ya que todos somos iguales e importantes, un genero biológico, no determina las capacidades ni limitaciones de una persona. Hay que protegerlas, respetarlas y cuidarlas por ser fuente de vida y simplemente por ser personas.

Lo que se viene para nuestro Estado, en primer lugar es un nuevo bróker, o lo que quiere decir, una nueva reestructuración de la deuda y que desde el inicio de su sexenio, el Bronco, en uno más de sus arranques de ignorancia y necesidad de llamar a atención, declaró que no usaría este tipo de movimientos, pero como lo ha demostrado desde el inicio también, no cumple lo que dijo. Ahora hasta tapar baches pone a los ciudadanos en vez de asignar y liberar fondos a los municipios para realizar estas tareas y no exista el pretexto “es que no hay lana”, “uy el otro alcalde se llevo todo” cof* Ivonne Alvarez cof*.

Fuera de Nuevo León, la nueva discusión para la portación de drogas en nuestro país, siembra la duda, tanto que huele a gato encerrado, y no, el gato encerrado no es una droga, porque de ser legal la portación de 5gr de marihuana, nuestros legisladores proponen 28gr para la portación de uso personal de estos narcóticos, pero cuando pensábamos que todo mundo iba a estar en la luna, literal, el viaje no puede despegar aún, ya que la portación estaría considerada legal… pero la venta y producción no. Así que si te detienen con 28gr de marihuana no sabremos que pasará, porque es legal portarla si la regulación entra en vigor, pero como está prohibida su producción y venta al público, pues vas al bote. Definitivamente necesita un ajuste porque si así se queda, se hará mas largo el camino al fin de la violencia generada por esa actividad. Mejor di no a las drogas.

Pd. Fuerza a nuestros hermanos que están pasando momentos de angustia después de la explosión en el Complejo Pajaritos. Nuestras oraciones serán más notorias que el photoshop de EPN.

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Carta a una mexicana

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Estimada mexicana:

La pluma ha decidido escribir las siguientes líneas como muestra de admiración a tu espíritu luchador. Porque ser mexicana hoy en día significa convertirse verdaderamente en una guerrera que debe pelear en distintos frentes. Hablo del combate que día a día libras en los senderos de la cotidianidad: la batalla contra la desigualdad histórica de los sexos. Quizá la fuerza motora de esta carta también provenga del hartazgo de la doble moral que con vehemencia azota a nuestra sociedad.

Porque cuando una sociedad reduce a la mujer a sólo ser pulcra y pura, y que al tiempo condena de indecentes y mancebas a quienes no lo son (aun siendo éstas conductas deseadas en los rincones de todo hombre), no queda opción más que unirse a la lucha de transformación. Pareciera que conforme avanzan las manecillas del Tiempo, como un horizonte en lontananza, la moral distorsionada, se aleja conforme se persigue.

Todo esto tiene sustento, por supuesto, en convencionalismos arcaicos y poco racionales. Toda la percepción de tu género, mexicana, debe ser erradicada desde los adentros de uno mismo. Considero que los mexicanos somos los responsables de crear esa imagen divina, pulcra, y pura de la mujer. Por ello, considero que somos nosotros también quienes debemos destruirla. Esta carta es una declaración de mi lucha para ello. Escrita con cierta literatura para no prescindir del poder de la estética, espero mueva a algún otro mexicano, y te dé consuelo a ti mexicana, de que no eres la única. Sí hay quienes cargamos el estigma de una sociedad discriminatoria y superficial; sí hay quienes acariciamos las cicatrices del Tiempo como una herida permanente en la piel mexica que quisiéramos borrar.

Porque cuando una sociedad reduce a la mujer a sólo ser pulcra y pura, y que al tiempo condena de indecentes y mancebas a quienes no lo son (aun siendo éstas conductas deseadas en los rincones de todo hombre), no queda opción más que unirse a la lucha de transformación.

Estigmas que permean los cuerpos normativos del país, limitando libertades, coartando derechos, propiciando inseguridad. Cicatrices que obligan a la mujer a seguir un curso ordinario y monótono en su vida. Como si por decreto del destino, la mujer no pudiese ser tan libre como el hombre; vivir en soledad (qué es a veces la mejor compañía); disfrutar de su sexualidad abiertamente; vestir tantas (o tan pocas) prendas como desee; expresarse con tosquedad. A ti mexicana, te digo: ten la seguridad para no envejecer por decreto. Sólo el río debe seguir sus cursos y solo el ocaso debe repetir los ciclos. Los humanos somos partidarios de una libertad absoluta, aún y cuando ciertas conductas obliguen a descreer de ella.

No abandones las esperanzas de un país mejor por los tragos insulsos de los crímenes mexicanos. Ser parte de México no significa ser parte de ellos, sino ser parte de sus múltiples facetas que ensalzan la beldad de nuestra historia y tradiciones, a la par de reflejar nuestro espíritu enigmático de lucha. Después de todo, somos el ombligo de la luna; los versos de Octavio (y quizás algunos de Borges); los miles años de migración de Aztlán hasta el Águila; somos Tenochtitlán. Somos el abrazo maternal de la Malinche, no el pecado de Cortes. Somos mestizaje, no anclajes en mares dormidos.

No eres migrante en vuelo, sino las alas de un Ave que no aterriza. No eres una costilla de Adán, pues no eres despojo orgánico, ni musa divina, eres tu propia creación, divina por sí sola. Ensalzo así tus cualidades, mexicana, para que no desistas de tu lucha. Para que no observes los defectos de nuestro México, sino sus virtudes.

Y tú, mexicana, eres parte de ello. No eres el ego erguido en curules doradas, sino la esperanza radiante en las esquinas. No eres setenta pesos diarios, sino el cimiento de tres centenarios de constante lucha. No eres el alarido previo al asfalto tintado escarlata, sino el grito de un cura. No eres migrante en vuelo, sino las alas de un Ave que no aterriza. No eres una costilla de Adán, pues no eres despojo orgánico, ni musa divina, eres tu propia creación, divina por sí sola. Ensalzo así tus cualidades, mexicana, para que no desistas de tu lucha. Para que no observes los defectos de nuestro México, sino sus virtudes. Para que no dejes de luchar contra la violencia de género que trasciende a mucho más que eso. Espero que México se convierta en tus ideales…espero que ser mexicana, sea ser mexicano.

Y es que en realidad, estés percatada de ello o no, querida mexicana, traspasas una simple lucha de género. Englobas un conjunto de ideales tan necesarios para tu país, que no dan tregua más que aplaudir tú noble y necesaria encomienda: un país libre de todo perjuicio. Comprendo que no se trata de exigir derechos, sino de moldear el mundo. Tu voz inconforme no es solo eco de la injusticia mexicana, sino un verdadero rayo luminoso de esperanza. Por ello, expreso mi solidaridad desde mi trinchera.

Antes de despedirme, quisiera que disculparas a estas líneas y que concedas el perdón a su humilde interprete. Cierta hipocresía las permean y empapan cual rocío al jardín. Hipocresía que emana de arrabales extraños y ajenos: son los estigmas sociales que formaron al humilde autor. Por ello advierto, mexicana, que debes crear en las letras, siempre tan mágicas y coherentes (cual talismanes, como diría nuestro Octavio) y no en su autor -tan plagado de congojas y defectos.

Sostengo que el cambio siempre ha residido en el lenguaje (oral y escrito). ¿Que no derivan de ahí las percepciones? Por ello, aunque deseo que las letras que te escribo sirvan de aliento, espero que el Tiempo las convierta en patéticas y absurdas. Sólo así sabré que habrán borrado nuestras cicatrices.

Atentamente,
Un mexicano.

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#24A: Por un domingo de acción y reflexión feminista.

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Este domingo 24 de abril se llevará a cabo la marcha “Vivas nos queremos” una movilización contra las violencias machistas. Es una iniciativa de organizaciones de la sociedad civil y feministas mexicanas que se realizará en más de 40 ciudades de México, te invito a que este domingo te unas a esta manifestación nacional. En Monterrey la cita es a las 4:30 pm en la Macroplaza (En la fuente de Neptuno).

Atrévete a escuchar las historias y las demandas de las mujeres víctimas de la violencia, intenta comprender su sufrimiento y su dolor. Creo que no hay otra formar para llegar a la compresión de este problema más que involucrándote y acercándote a este movimiento. Te comparto algunas razones por las que considero que todos deberíamos estar presentes en la marcha este domingo.

1- El número de feminicidos y casos de violencia de género en México son alarmantes. De acuerdo con el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), en nuestro país hay un promedio de 7 mujeres asesinadas al día. Mientras que el 50% de la población tenga menos oportunidades de desarrollo y mayor riesgo a ser víctima de la violencia, difícilmente alcanzaremos un desarrollo sostenible en nuestro país.

2- El machismo no es un gen con el que se nace y no es un mal social irremediable, la violencia de género puede y debe erradicarse. Dejemos de justificar el machismo y definir que así “somos los mexicanos”, “que es nuestra cultura” o “es muy difícil cambiar”. El machismo es una serie de ideas, creencias, actitudes y prácticas sociales aprendidas, el cambio está en cada persona.

3- La realidad es que nadie está exento de la violencia ni hombres ni mujeres. Si no has sido víctima de violencia asume tu privilegio y comprende que hay muchas personas que han vivido y viven una realidad muy distinta a la tuya. Tu posición no tiene por qué limitar tu activismo en el tema o callar tu voz.

Dejemos de justificar el machismo y definir que así “somos los mexicanos”, “que es nuestra cultura” o “es muy difícil cambiar”. El machismo es una serie de ideas, creencias, actitudes y prácticas sociales aprendidas, el cambio está en cada persona.

4- Necesitamos que más personas se sumen a denunciar la violencia de género. Las víctimas no suelen denunciar, sino vivir en silencio y cargar con su dolor por diversas razones. Si crees que no te corresponde denunciar estás equivocado, si sólo a las víctimas les correspondiera alzar la voz probablemente nadie estaría hablando de la violencia de género.

5- Es momento de abandonar el mito de que la lucha en contra de la violencia hacia las mujeres (y la lucha por la igualdad de género) es una lucha únicamente de mujeres, de víctimas de la violencia o de feministas y por lo tanto no te corresponde hacer nada. Al contrario, necesitamos que tanto mujeres como hombres, de todos los sectores sociales, edad, género se sumen a esta lucha. ¡ÚNETE!

Necesitamos que más personas se sumen a denunciar la violencia de género. Las víctimas no suelen denunciar, sino vivir en silencio y cargar con su dolor por diversas razones. Si crees que no te corresponde denunciar estás equivocado…

6- La violencia contra las mujeres se da en diversas formas no sólo es física, puede ser psicológica, sexual, simbólica, económica y patrimonial. Se puede manifestar en diferentes ámbitos como: el domestico, institucional, laboral y/o mediático. Debido a las diversas formas de violencia y los distintos espacios en los que se manifiesta la violencia, es probable que tu también la hayas perpetrado sin darte cuenta (al reforzar un estereotipo, encasillar a una mujer en un rol, discriminar por género o identificar a la mujer como un objeto sexual).

7- Todos tenemos una madre, abuela, amiga, maestra, compañera de trabajo, hermana o conocida que valoramos y que no nos gustaría que fuera víctima de la violencia.

Quizá estos siete puntos no han sido suficientes para convencerte y todavía no encuentres una razón por la que debas marchar el domingo y sumarte a este movimiento; pero te pido que recuerdes que no son necesarias tantas razones ni explicaciones. Las mujeres por el simple hecho de ser personas tienen derecho a vivir una vida libre de violencia y todos debemos contribuir a que esto sea una realidad.

#YoVoy24Amty

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Vagones Exclusivos para Mujeres en el Metro de Monterrey: ¿Una medida de prevención, o simple segregación?

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El acoso sexual en México es una realidad crítica. Nacionalmente, “63 de cada 100 mujeres de 15 años y más han padecido algún incidente de violencia ya sea en el ámbito público o privado.” (Amnistía Internacional, 2015). La Procuraduría General de la República, reportó que en el 2012 se realizaron alrededor de 14,000 denuncias por violación ante los Ministerios Públicos. Sin embargo, Pablo Navarrete, de INMUJERES (2013) afirma que solo 1 de cada 9 delitos de violación, son revelados antes las autoridades.

Fue apenas en el 2007 cuando el gobierno mexicano publicó la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (reformada por última vez en el 2015). Fue hasta ese año cuando se reconoció el acoso sexual como una forma de violencia que forma parte de la vida laboral y docente de los mexicanos; en la mayoría de los casos, las víctimas son las mujeres.

¿Y por qué son las mujeres las víctimas? Antes de caer en la errónea idea de que los hombres tienen un “apetito” sexual mayor que el de las mujeres, y que por eso llegan a tener estas actitudes hacia las mismas, hay que pensar un poco más en la cultura de nuestro país. El mismo sitio web de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (2014) establece que el acoso sexual puede ser la “expresión de una cultura en la que se han normalizado la violencia y discriminación sustentada en los estereotipos y roles de género, y en la existencia de roles desiguales de poder entre mujeres y hombres.”

¿Hasta que punto podremos sentirnos seguras en nuestra ciudad? Existen varias medidas que pueden disminuir los casos de violencia en contra de las mujeres… Una de estas medidas, que ya fue aplicada por la Ciudad de México, así como ciudades en Brasil, Egipto, India y Japón, es la implementación de transporte público exclusivo para mujeres.

La idea de que está en nuestra “naturaleza” seguir ciertos patrones sexuales (dominación masculina y subordinación femenina), el acoso sexual es más bien una construcción social que nace de la libre práctica del machismo en nuestro país, sin repercusión alguna de parte de nuestras autoridades, o de nuestra misma comunidad.

Ahora bien, existen diferentes esferas privadas y públicas en las que se puede dar el acoso sexual, como el hogar, el trabajo, la escuela, el transporte público y en las calles de la ciudad. Edith Flores Pérez (2014), de la Universidad Autónoma Metropolitana, escribe un artículo académico para la Revista “Ángulo Recto”, sobre lo que significa ser mujer en la Ciudad de México. Entre los muchos relatos que ella nos comparte, se leen historias de vulnerabilidad, riesgo e inseguridad de parte de todo tipo de mujeres, sin importar edad, ocupación, o apariencia física: la mayoría de ellas han pasado por una situación de acoso, o conocen alguna otra mujer a la que le ha pasado.

¿Hasta que punto podremos sentirnos seguras en nuestra ciudad? Existen varias medidas que pueden disminuir los casos de violencia en contra de las mujeres, específicamente el acosos sexual en la esfera pública. Una de estas medidas, que ya fue aplicada por la Ciudad de México, así como ciudades en Brasil, Egipto, India y Japón, es la implementación de transporte público exclusivo para mujeres. Existen diferentes argumentos a favor de esta medida, así como existen en contra.

…es cierto que la medida de restringir a las mujeres a ciertos espacios para que eviten situaciones de acoso sexual puede parecer superficial. Sin embargo, no me parece justo que en el tiempo que toma cambiar la mentalidad machista que se observa en la mayoría de la sociedad mexicana, las mujeres tengan que seguir soportando estas manifestaciones de violencia, sin ninguna medida preventiva o correctiva.

Al realizar encuestas generales sobre que tan seguras las mujeres se sienten, o se podrían sentir, con transportación exclusiva para mujeres, se encontraron resultados positivos. De una muestra de 6,300 mujeres encuestadas por Thompson Reuters Foundation y YouGov en el 2014 (Adler et al, 2015), en 15 diferentes grandes capitales en el mundo (400 mujeres por ciudad aproximadamente), se reportó que 7 de cada 10 mujeres afirmaron que se sentirían mas seguras en trenes y autobuses exclusivos para mujeres.

Sin embargo, también existen los argumentos en contra de dicha implementación. Algunas de las culturas más progresistas en cuánto a la equidad de género, piensan que esta medida es otro tipo de discriminación sexual, y la verdadera medida con la que las mujeres podrán viajar seguras por la ciudad, se basa en la educación y el respeto humano (Adler et al, 2015).

El … sitio web de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (2014) establece que el acoso sexual puede ser la “expresión de una cultura en la que se han normalizado la violencia y discriminación sustentada en los estereotipos y roles de género, y en la existencia de roles desiguales de poder entre mujeres y hombres.”

Esto es lo que yo opino al respecto: es cierto que la medida de restringir a las mujeres a ciertos espacios para que eviten situaciones de acoso sexual puede parecer superficial. Sin embargo, no me parece justo que en el tiempo que toma cambiar la mentalidad machista que se observa en la mayoría de la sociedad mexicana, las mujeres tengan que seguir soportando estas manifestaciones de violencia, sin ninguna medida preventiva o correctiva.

Mi equipo y yo, quienes proponemos la implementación de vagones exclusivos para mujeres en el Metro de Monterrey, no pensamos que esto sea lo único por hacer por nuestra comunidad. Crear espacios así, si bien de forma práctica podrían disminuir los incidentes de acoso sexual contra la mujer, también pueden utilizarse para promover la equidad de género, la libre denuncia y el resto a los derechos humanos fundamentales.

…nosotros queremos preguntarle a la comunidad: ¿son necesarios los vagones exclusivos para mujeres en el Metro de Monterrey? Nuestra propuesta es que si se deben de implementar estos vagones, pero también queremos tomar en cuenta la opinión de los demás regiomontanos. Contesta nuestra encuesta aquí.

Monterrey aun no tiene la magnitud que tiene la Ciudad de México en cuánto a población y necesidad de transporte público. Sin embargo, tampoco hay que dejar que lleguemos a la magnitud de casos de violencia contra la mujer. Algunos podrían argumentar que en nuestra ciudad no se dan tantos casos como en la capital. Sin embargo, yo quisiera saber…¿Cuántos casos serán suficientes? ¿Cuántas más mujeres tendrán que sufrir un abuso para que se tome en serio esta problemática? La prevención puede ser la clave para Monterrey.

Es por eso que, nosotros queremos preguntarle a la comunidad: ¿son necesarios los vagones exclusivos para mujeres en el Metro de Monterrey? Nuestra propuesta es que si se deben de implementar estos vagones, pero también queremos tomar en cuenta la opinión de los demás regiomontanos. Contesta nuestra encuesta aquí y compártenos lo que piensas.

COLABORACIÓN TAMBIÉN POR: ALEJANDRA MONCADA, MARIANA RINCÓN Y GUILLERMO GONZÁLEZ.

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Mi vida también tiene valor

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“Caminar por la calle sin que nos disparen. Estar en el trabajo, sin que nos asesinen. Estar en casa, en casa, sin que nos maten”
Estefanía Vela Barba

El 13 de diciembre del 2013 fue uno de los mejores días de mi vida, viaje a la Ciudad de México para ver a The National (el grupo que me ha robado todas mis noches desde hace más de siete años), fui con Pandy mi mejor amiga la cual también estaba llena de emoción por ver a sus tan queridos y esperados Foo Fighters. Todo apuntaba a que iba a ser una noche especial, y así fue, aunque marcada por un amargo momento. Al estar esperando, entre más se adentraba la noche y el sol se escondía por completo, un par de sujetos se acercaban cada vez más a nosotras, por más que empujábamos no lográbamos hacer nada para que se fueran, hasta que al fin intentaron tocarnos, mi primera reacción fue gritarle y estaba a punto de pegarle, sin embargo Pandy, como siempre distraída, emocionada y brincando, apenas tuvo oportunidad de percatarse de lo ocurrido. Cuando le conté ;su reacción, valiente y tierna, fue intentar protegerme, se colocó atrás de mí, intentando evitar que nadie se me acercara, su método por más noble que fuera no funcionó, pues terminamos siendo acosadas las dos.

Quisiera que la sociedad entendiera que mi cuerpo es mío y yo decido que hacer con él. Mi vestimenta y los lugares que frecuento no justifican un posible abuso ni mi muerte. Las mujeres somos el único grupo mayoritario en estado de vulnerabilidad constante por el simple hecho de ser, ¿Hasta cuándo?

Considero que la mayoría de las mujeres a lo largo de nuestra vida hemos sufrido acoso sexual, en diferentes maneras, tal vez un día cuando nos subimos al metro, al otro cuando vamos pasando por la calle y un par de sujetos se nos quedan viendo de pies a cabeza, el miedo en que nos sumergimos cuando vamos solas por un lugar obscuro, cuando un taxista se intenta pasar de listo, o hasta el caso más extremo, cuando intentan o logran abusar sexualmente de nosotras. A lo mejor es cierto que un par de mujeres en este momento estén pensando: “yo nunca he sufrido acoso sexual, yo sí me sé vestir, yo sí sé donde andar”, probablemente sea cierto y nunca han sufrido violencia de género, pero quizá a la mejor no saben realmente qué es la violencia de género, pues ésta se ha convertido en algo implícito dentro de la convivencia social.

En el año 2001 un caso emblemático marcó la historia de la mujer en México, se encontró en un campo algodonero en Cd. Juárez a tres mujeres identificadas con el nombre de Esmeralda, Claudia y Laura, sus cuerpos estaban desgarrados, violentados, ultrajados y con fuertes indicios de violación sexual. En México no solamente se mata a las mujeres, sino que antes la violan, la torturan, la destrozan, la asfixian, le rompen los huesos, la mutilan, la queman, y deciden hacerle todo lo que ellos quieran. A final de cuentas es sólo una mujer, piensan algunos absurdamente.

La Corte IDH atinadamente sentenció a México por hacer caso omiso de la grave situación de discriminación, violencia y vulnerabilidad en que se encontraban las mujeres, dejándolas en un plano de inseguridad y peligro. Las mujeres en todo México estaban siendo desparecidas, masacradas, violentadas sexualmente, y el gobierno no había hecho nada.

En noviembre de 2009 la Corte Interamericana de Derechos Humanos -Corte IDH- condenó al Estado Mexicano por las graves violaciones cometidas a los derechos humanos de Esmeralda, Claudia y Laura. El Estado reconoció parcialmente su responsabilidad internacional, alegó que efectivamente en Cd. Juárez permeaba un ambiente de discriminación hacía la mujer. Los hombres estaban enojados porque las mujeres eran contratadas por las fábricas (su mano de obra era más barata), empero esos hechos no eran imputables para el Estado, pues no los habían cometido agentes estatales [1]. La excusa de nuevo como manejo de crisis. La Corte IDH atinadamente sentenció a México por hacer caso omiso de la grave situación de discriminación, violencia y vulnerabilidad en que se encontraban las mujeres, dejándolas en un plano de inseguridad y peligro. Las mujeres en todo México estaban siendo desparecidas, masacradas, violentadas sexualmente, y el gobierno no había hecho nada.

Las noticias que he leído en las ultimas semanas me han hecho entristecer, llenarme de coraje, ira, indignación, hasta el punto de preguntarme ¿Y cuándo me va a tocar a mi? Si alguien me hubiera dicho antes de nacer que por ser mujer iba estar expuesta a los golpes, a las miradas, a que quisieran utilizar mi cuerpo como propiedad pública, a las etiquetas de “zorra y puta”, a que me violaran y todavía se me incriminara a mí – los hombres tienen instintos, tu los incitas – o me mataran, prometo que se me hubieran quitado las ganas de ser mujer, y ahorita mi madre tuviera un hijo.

En noviembre de 2009 la Corte Interamericana de Derechos Humanos -Corte IDH- condenó al Estado Mexicano por las graves violaciones cometidas a los derechos humanos de Esmeralda, Claudia y Laura.

Recuerdo cuando se tipifico el delito de feminicidio muchos decían “las feministas lograron lo que querían tener su propio tipo penal”, y siempre pensé: ¿Querían un tipo penal? Las feministas no querían un tipo penal, necesitamos un tipo penal, lo que realmente queremos es vivir.

A veces, debo admitir que se me quitan las ganas de luchar, tengo mis 5 minutos de más enojo, de más tristeza, de más frustración, pero luego recuerdo a todas las mujeres que han sufrido, que han muerto, que han marchado, que se han manifestado y luchado, que han denunciado, recuerdo a Andrea, Gabriela, Daphne, Esmeralda, Claudia, Laura, Lydia, Rosa, Mariana, Elvia, Alicia, Marta ; recuerdo que aproximadamente 5 mujeres mueren en México al día por razones de género [2]. Se me pasa y decido indudablemente unirme a su lucha, a buscar la equidad en un mundo de desigualdad social.

Las noticias que he leído en las ultimas semanas me han hecho entristecer, llenarme de coraje, ira, indignación, hasta el punto de preguntarme ¿Y cuándo me va a tocar a mi?

Quisiera que la sociedad entendiera que mi cuerpo es mío y yo decido que hacer con él. Mi vestimenta y los lugares que frecuento no justifican un posible abuso ni mi muerte. Las mujeres somos el único grupo mayoritario en estado de vulnerabilidad constante por el simple hecho de ser, ¿Hasta cuándo?

Incluso mi Word como el Estado Mexicano no reconoció la palabra feminicidio.

[1] Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Disponible en: http://www.bjdh.org.mx/interamericano/doc?doc=casos_sentencias/CasoGonzalezOtrasVsMexico_
ExcepcionPreliminarFondoReparacionesCostas.htm

[2] INGEI, Estadística a propósito del día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, datos nacionales, 2015. Disponible en: http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/aproposito/2015/violencia0.pdf

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Después del 8 de Marzo

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El 8 de marzo es uno de los pocos días en los que me atrevo a expresar a través de mis redes sociales sobre la realidad de las mujeres. Este año pensé evitar mi publicación y aprovechar la plataforma de Altavoz para expresarme. Por diferentes razones no terminé de escribir mi opinión, esto me produjo un poco de frustración y enojo; y es que el 8 de marzo es uno de esos pocos días en el que mis “declaraciones o reclamos feministas” son mejor recibidas y menos criticadas. Sentí que perdía mi oportunidad de publicar en un día tan importante, ya no tendría sentido hablar de la realidad de las mujeres un día después. ¿A quién le importaría? ¿Quién estaría hablado de las mujeres?

Esto me llevó a reflexionar sobre el Día Internacional de la Mujer y su impacto. Me quedó claro que el 8 de marzo, es un día de reconocimiento mundial para las mujeres en México y en el mundo. Éste reconocimiento puede ser por un motivo correcto u incorrecto. El incorrecto,considerar que hay que felicitar a las mujeres por el hecho de ser mujeres; o el correcto, conmemorar los avances logrados por las mujeres y exigir el pleno goce de los derechos fundamentales de ellas, lo cual sólo se garantizará con la igualdad de género.

Aunque se promueve el empoderamiento económico de las mujeres mexicanas, aún contamos con más obstáculos en la esfera laboral y menor participación en la economía mexicana, de acuerdo al Gender Gap Report del World Economic Forum, ocupamos el lugar 126 de 145 en cuanto a oportunidades y participación de la mujer en la economía.

Concluí, que sin importar los motivos, el 8 de marzo las mujeres son protagonistas. Activismo en redes sociales, seguimiento en los medios masivos de comunicación, eventos y manifestaciones, declaraciones políticas e incluso descuentos y promocionales en tiendas o restaurantes; todo debido a las mujeres. La atención mediática y social de este día es impresionante, el mundo se detiene en torno a la mujer. Pero pareciera que a media noche se acaba el efecto mágico y los asuntos de las mujeres pasan a un segundo plano. Se nos olvida que la mera existencia del día denota la urgencia e importancia que debería tener este tema. ¿Por qué hablamos tan poco de la realidad de las mujeres? ¿Es un día suficiente? Intentando responder a mis cuestionamientos me di cuenta que quizá en nuestro país nos conformamos sabiendo que en la constitución se reconoce la igualdad entre los sexos, pero, ignoramos que esto no lo ha garantizado en la realidad. Si nos detuviéramos a analizar lo que pasa con las mujeres en México, nos daríamos cuenta porque para hablar de la realidad de las mujeres un día no es suficiente.

Aunque se promueve el empoderamiento económico de las mujeres mexicanas, aún contamos con más obstáculos en la esfera laboral y menor participación en la economía mexicana, de acuerdo al Gender Gap Report del World Economic Forum, ocupamos el lugar 126 de 145 en cuanto a oportunidades y participación de la mujer en la economía.

Los roles de género afectan negativamente a las mujeres que en su mayoría desempeñan una doble rol: productivo y reproductivo. De acuerdo a cifras del INEGI el 77.5% de las horas dedicadas a tareas domésticas y cuidados a familiares, no remuneradas, son ejecutadas por una mujer; incluso aunque estas mujeres tengan un empleo remunerado. Forbes México reveló que si estas horas de trabajo se comercializarán, su valor monetario ascendería a 3.1 billlones de pesos y equivaldría al 18% del PIB; superando a sectores productivos como la industria manufacturera (16.7%) o el comercio (15.5%) .

Si nos detuviéramos a analizar lo que pasa con las mujeres en México, nos daríamos cuenta porque para hablar de la realidad de las mujeres un día no es suficiente.

En cuanto a la violencia de género el reporte Global Burden of Armed Violence (2015) señala que México está entre los 25 países con mayor tasas de feminicidios del mundo; como si esto fuera poco somos parte de los 5 países con el mayor crecimiento en las tasas de homicidios de niñas y mujeres .

Estos son sólo algunos datos que nos revelan porque un día no basta, porque el marketing/propaganda del 8 de marzo no basta. La igualdad de género se alcanzará mediante la movilización política y social, más que cambios en las leyes, requiere un cambio de mentalidad y actitudes que se deben vivir los 365 días del año. Se requieren cambios estructurales, romper con prácticas y valores tradicionales. Los esfuerzos por alcanzar la igualdad de género no son fáciles y los cambios no serán inmediatos, pero son posibles. Confío en que la generación actual de jóvenes, puede contribuir a que vivamos en un planeta 50-50 para el 2030, donde las mujeres tengan los mismos derechos y oportunidades que los hombres.

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Si eres mujer no existes

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“Otra nota más de la captura del “Chapo” Guzmán” es lo que pienso por la mañana al ver la atención que tiene éste acontecimiento. Pues claro, podrían pensar si es la persona más buscada, es lógico que opaque las demás notas “no tan relevantes” del mundo, ya no digo de México; ¿y qué pasa los 365 días restantes?

Nuevo León es la segunda entidad en trata de mujeres para explotación sexual.

Les cuento, Nuevo León es la segunda entidad en trata de mujeres para explotación sexual. Irma Alma Ochoa de Artemisas por la Equidad expresó su preocupación por éste tema: “Aquí hay demanda de sexo comercial, por eso llegan aquí cada año más de 400 mujeres para ser explotadas sexualmente”. Ese futuro no sólo es para las mujeres provenientes de otras entidades de la república, ya que, se han entrevistado neolonesas desde los 11 hasta los 26 años, víctimas de la explotación sexual. Aunque puede sonar muy alarmante, para Nuevo León no y es que todavía hay más…

El tema de violencia de género nos incumbe a todos y es preocupante que esta institución le de la espalda a la comunidad neolonesa. Me queda la sensación de que en el Estado si eres mujer no existes.

La violencia contra la mujer se ha disparado en los últimos años, tenemos un 45% más de violencia de género. De acuerdo a la Procuraduría General de Justicia del Estado, se han contabilizado más de 14 mil 492 denuncias por este tipo de violencia. Durante el 2015, hay registro de más de 500 violaciones. No parece que se detenga pronto esta situación en Nuevo León, ya que, no existe una alerta de violencia de género. Desde el 2012, se solicitó emitir una alerta de violencia de género, pero fue negada por diferentes institutos, entre ellos uno cuyo fin máximo es la protección de la mujer: El Instituto de la Mujer. El tema de violencia de género nos incumbe a todos y es preocupante que esta institución le de la espalda a la comunidad neolonesa. Me queda la sensación de que en el Estado si eres mujer no existes.

¿Por qué queremos ocultar la dolorosa verdad de esta violencia de género? ¿Qué se está haciendo mal? ¿Hemos normalizado la violencia y en particular la de género? Todos los días vivimos con el riesgo latente de ser desaparecidas por el crimen organizado con fines de explotación, y lo peor es que las cifras demuestran que hay poca gente dentro del gobierno que busca solucionar o prevenir éste delito. Sin mencionar que no existe ayuda integral para los familiares, empezando por el término legal de “desaparecida/o”, no existes y es literal. Para la ley no existes. Las familias se quedan en un limbo sentimental y legal. ¿Qué pasa con los hijos, hijas, esposas, esposos, deudas, negocios, propiedades, etc? Nadie sabe y es que la ley tampoco tuvo a bien contemplar los efectos colaterales.

¿Por qué sigue existiendo la trata? Porque hay personas que siguen considerando a las mujeres y niñas un objeto sexual, cuyo fin único es dar placer al hombre.

Por qué seguimos tolerando esta violencia, ¿Qué les enseñamos a nuestros/as niños/as y jóvenes? Por qué la sociedad sigue inmersa en un sistema machista. No existe un trato digno para todas las personas sin importar su género, seguimos encasillando en base a los roles. ¿Por qué sigue existiendo la trata? Porque hay personas que siguen considerando a las mujeres y niñas un objeto sexual, cuyo fin único es dar placer al hombre. Porque la violencia de género en todos los niveles sigue afectando el presente de las niñas o mujeres y determinando el futuro de la sociedad. Es problema de todos.
En el Estado debemos tratarlo como un tema de suma urgencia, a Nuevo León le urge emitir la alerta de violencia de género, le urge restablecer la paz perdida hace mucho tiempo, le urge sensibilizar a la sociedad sobre temas de género. Nos urge dejar de discutir sobre quién sufre más violencia de género, nos urge el hacer.

A Nuevo León le urgen feministas.

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