“No se puede hablar de futuro, de avance, de un nuevo Nuevo León sin coordinación metropolitana”, Samuel García

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Durante la tercer reunión rumbo a la coordinación metropolitana, los alcaldes y gobernador electos de Nuevo León acordaron hacer de la movilidad, desarrollo urbano y seguridad los principales ejes de su gobierno. 

En el tema de movilidad, dijeron que se solicitarán recursos federales para poner en marcha el Sistema Integral de Tránsito Metropolitano (Sintram), un programa que busca la sincronización del transporte público en el estado, además de auxiliar en el tema de seguridad.

“…el proyecto del Sintram, que básicamente consiste en tener una Zona Metropolitana inteligente, donde los mil 100 cruces más transitados de la ciudad puedan estar conectados con inteligencia, con fibra, cámaras, sensores (…) donde haya tecnología que nos ayude con los temas de movilidad, tráfico, confinamiento de carriles para el transporte público y más importante aún, ayudar a los elementos de seguridad a que tengan un respaldo, video de muchos de los delitos que se cometen en nuestra ciudad y quedan impunes por falta de pruebas”, explicó Samuel García.

Así mismo, García aprovechó para dar una actualización de los proyectos del tren suburbano, la carretera interserrana y la Gloria-Colombia. Además, aseguró que buscará trabajar en conjunto con los 14 municipios que integran la mesa.

“No se puede hablar de futuro, de avance, de un nuevo Nuevo León sin coordinación metropolitana”, expresó.

A la reunión asistieron, de manera virtual o presencial, todos los alcaldes y alcaldesa de la Zona Metropolitana de Monterrey. Como moderador fungió Jose Antonio Torre.

Nuevo León 21: movilidad

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En Nuevo León tenemos un sistema de movilidad altamente ineficiente y que resulta muy costoso para las vidas de las y los neoloneses. Esto ocurre en varios sentidos: es costoso para los bolsillos de las personas y es costoso para su calidad de vida ya que, es un sistema que degrada el medio ambiente e impacta en el recurso más valioso de la gente: su tiempo. 

De acuerdo con los últimos resultados de la encuesta Cómo Vamos Nuevo León, en promedio una persona en el Estado tarda 1 hora con 13 minutos en llegar a su destino principal, que, por lo general, es su trabajo. Si usas transporte público, en promedio te tardas casi 2 horas (115 mins) y si usas automóvil, un poco más de 1 hora (63 mins).

Si comparamos, por ejemplo, la movilidad en transporte público de la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM) (115 mins) con datos de otras ciudades importantes de México, como Guadalajara y Ciudad de México (CDMX), vemos que viajar en la ZMM es extremadamente tardado, pues en Guadalajara y CDMX el tiempo promedio de traslado es 56 y 66 mins, respectivamente (Moovit Insights, 2021). 

Esta problemática tiene una relación directa con el intenso crecimiento de la mancha urbana de nuestro Estado en los últimos años. Si recordamos la columna pasada, sobre derecho a la ciudad, la zona periférica de Monterrey se ha vuelto más densa en un 40% entre 2000 y 2010, y su zona céntrica se ha despoblado en un 15%, durante el mismo período (CONL, 2016). 

Las soluciones ante esta problemática giran en torno a un desarrollo urbano compacto y un sistema de movilidad integrado y eficiente. En este sentido, estas elecciones de 2021 deben hacer que nuestros y nuestras candidatas nos ofrezcan opciones factibles y creativas que pongan solución a este problema que tanto afecta el bienestar social y ambiental de nuestro Estado. 

Yo, que por más de 8 años viajé continuamente en el sistema de transporte público de la ZMM, conozco de primera mano las deficiencias de este sistema y cómo este puede afectar significativamente tu vida de manera directa. 

Afecta tu salud física y mental; imagínate viajando durante casi 4 horas al día, estando expuesto a lugares de pésima calidad del aire y en unidades con un alto nivel de hacinamiento. Perjudica tu rendimiento en el trabajo o en tus estudios; nuestro transporte público es tan tardado e incierto (en horarios) que no te permite llegar a tiempo a tus compromisos. Y afecta tu libertad personal; ¿quién no ha sabido de alguien a quien le robaron durante su trayecto en el camión?

Nuestro sistema de movilidad tiene que cambiar y es responsabilidad de todas y todos exigirlo en las actuales elecciones 2021. Si Nuevo León quiere ser un lugar sostenible y resiliente, con un alto nivel de calidad vida, debemos aspirar hacia un sistema de movilidad integrado y altamente eficiente, que esté centrado en mejorar la vida de las personas. 

Mucho se habla actualmente de recuperar la grandeza de Nuevo León o de crear una nueva era para el Estado… Creo que un primer paso para lograr eso es pensar en cómo mejorar la calidad de vida de las personas en sus dimensiones más cotidianas y elementales y la movilidad es una de estas.  

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Nuevo León 21: derecho a la ciudad

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En los espacios anteriores de esta columna de opinión hemos hablado sobre la importancia de las próximas elecciones en Nuevo León, debido a que el contexto actual representa una gran oportunidad para transitar hacia un Estado que sea más sostenible y resiliente. 

Un tema toral para el futuro de Nuevo León es el que tiene que ver con el desarrollo urbano. En los últimos años, la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM) se ha convertido en un espacio urbano de gran insostenibilidad en términos sociales, ambientales y de movilidad. Las y los candidatos deben ser sensibles ante esta realidad y proactivos, proponiendo soluciones creativas y factibles que puedan conducirnos hacia una Zona Metropolitana con mayor bienestar para toda su población.

Uno de los principales retos que enfrenta la ZMM se relaciona con el crecimiento de la mancha urbana. De acuerdo con la OCDE (con base en datos del INEGI), la zona periférica de Monterrey se ha vuelto más densa en un 40% entre 2000 y 2010, mientras que la zona céntrica se ha despoblado en un 15%, durante el mismo período (CONL, 2016). 

Esto va en contra de la sostenibilidad de la Zona Metropolitana ya que, una de las condiciones necesarias para que una ciudad sea sostenible es que esta tenga un desarrollo urbano compacto y no disperso, como lo muestra la tendencia en Monterrey. A su vez, esto afecta directamente la vida de las y los neoloneses debido a que, al haber una organización urbana dispersa, las distancias se alargan, los tiempos de viaje se incrementan, el uso de medios de transporte motorizados se intensifica y la calidad del aire se deteriora aún más. 

Por ejemplo, de acuerdo con los resultados de la encuesta Cómo Vamos Nuevo León 2019, el lugar de trabajo es uno de los sitios menos cercanos a la vivienda. San Nicolás y San Pedro son los únicos municipios con mayor accesibilidad a comercios y servicios. 

Existen casos ejemplares alrededor del mundo sobre los beneficios de un desarrollo urbano compacto y con mayor densidad poblacional. Cabe mencionar que este tipo de desarrollo se traduce en un aumento en la productividad y eficiencia del gasto público, al ser este más concentrado; asimismo, se acortan los tiempos de viaje y se promueve el uso de medios de transporte no motorizados, lo cual tiene un impacto directo en la mejora de la salud pública y la calidad del aire (CONL, 2016).  

Además de ser compacto, el desarrollo urbano de Nuevo León debe de tener una perspectiva de Derecho a la Ciudad. Este tipo de derecho implica que todas las personas, sin discriminación de género, edad, condiciones de salud, ingresos, nacionalidad, etnia, condición migratoria, orientación política, religiosa o sexual, tienen derecho a disfrutar de todos los beneficios de la ciudad (Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad, 2004). 

Sería bueno preguntarnos, en Monterrey y su Zona Metropolitana, ¿quiénes tienen su derecho a la ciudad garantizado?… Es interesante ver lo que pasa, por ejemplo, en el caso de las mujeres. De acuerdo con el trabajo de Zúñiga Elizalde (2014), la configuración espacial y social de las ciudades afectan el derecho a la ciudad de las mujeres debido a que, en la mayoría de las ocasiones, los espacios públicos propician la violencia verbal y/o física hacia ellas. 

Si las mujeres, para hacer uso de la ciudad, tienen que hacerlo de forma privada y/o dependiente, porque para viajar deben hacerlo preferiblemente en automóvil o si es en transporte público deben hacerlo acompañadas de alguien más, de preferencia un familiar masculino, ¿realmente es garantizado su derecho a la ciudad? 

¿Qué pasa con las y los migrantes? Quienes arriesgan sus vidas en una Zona Metropolitana repleta de calles y avenidas diseñadas principalmente para los automóviles. 

¿Realmente existe el derecho a la ciudad en la ZMM?  

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Reflexiones sobre el transporte público en la ZMM

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El transporte público en la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM) se caracteriza por ser un sistema con importantes deficiencias que hacen que este sea una opción de movilidad no recomendable o, en todo caso, nada cómoda. Si revisamos los resultados de la encuesta Así Vamos 2019, organizada por Cómo Vamos Nuevo León, encontramos que el transporte público en la ZMM es tardado, inseguro y costoso [1].  

Por ejemplo: el tiempo promedio que la gente hace al realizar un viaje redondo en camión urbano es de 115 minutos (1 hora 55 minutos; casi dos horas), el 60% de las y los usuarios no se siente seguro al viajar y el 67% de las personas considera que la tarifa no es adecuada [1]. 

A pesar de todas las deficiencias, una gran cantidad de usuarios lo utilizan diariamente; alrededor de 1.5 millones de personas. Con el inicio de la pandemia, aproximadamente 260,000 estudiantes dejaron de utilizarlo, debido a las medidas de confinamiento, sin embargo, una importante cantidad de personas lo ha seguido utilizando debido a que representa su principal medio de transporte para salir y ganarse la vida [2]. 

Esto es importante ya que, en medio de una pandemia, el transporte público puede convertirse en una desventaja, si es que no se toman las medidas de prevención adecuadas. Asimismo, esto toma relevancia en el contexto de las recientes declaraciones del Secretario de Salud del Estado, Manuel de la O, quien, el pasado 04 de noviembre, minimizó el riesgo de contagio en las unidades de transporte público [3].

Durante esta pandemia, he tenido el privilegio de trabajar y tomar mis clases de maestría desde casa, sin embargo, en dos ocasiones recientes tuve la oportunidad de utilizar el transporte público. A partir de estas dos experiencias me pude percatar que muchas personas no toman las medidas de prevención adecuadas; usan el cubre bocas en la barbilla, no guardan sana distancia, hay amontonamiento y la gente platica mientras viaja.

Al reflexionar sobre esto, no creo que sea correcto minimizar el riesgo de contagio en las unidades de transporte público en la ZMM. Dado que muchas personas tienen que salir de sus casas para trabajar y generar ingresos, se deben de buscar alternativas que den certeza de que el transporte público no está siendo un foco de contagio considerable. 

Existe evidencia internacional que indica que el transporte público puede ser seguro y evitar la propagación del COVID-19. Puede ser fácil culparlo, sin embargo, se sabe que, por ejemplo, en Manhattan, en donde existe la mayor densidad de líneas de metro, se cuenta con la menor incidencia de casos de COVID-19. Todo depende de las medidas que se implementen y la forma en la que se lleven a cabo [4]. 

Entre las medidas necesarias para evitar la propagación del virus en el transporte público se encuentran la adecuada ventilación y la constante sanitización, no obstante, las dos más importantes son las del uso adecuado del cubre bocas y la sana distancia, las cuales, a juzgar por mis observaciones, no están siendo garantizadas [4].

En ese sentido, se deben buscar los medios de garantizar que la gente use adecuadamente el cubre bocas, así como se deben reducir los índices de capacidad de los camiones urbanos y el metro. Por ejemplo, en Colombia se redujo la capacidad a un 35%, mientras que en Reino Unido lo hicieron a un 10% [4]. 

Es evidente que implementar acciones como la reducción de las capacidades, lo cual implica aumentar las frecuencias del servicio y el número de unidades, entre otras cosas, no son medidas sencillas, sin embargo, ¿qué se debe hacer cuando miles de personas se reúnen diariamente durante 115 minutos, por necesidad, sin sana distancia y con mal uso del cubre bocas, en medio de una pandemia, con un virus letal y altamente contagioso? Aquí hay una cuestión ética que se debe considerar. 

Instagram/Twitter @toniuniversal 

[1] Cómo Vamos Nuevo León (2019). Así Vamos 2019. Encuesta de Percepción Ciudadana. Recuperado de http://datos.comovamosnl.org/api/v1/uploads/5e67e03cc2e5c86e6ea402f6 

[2] Publimetro (2019). Nuevo León presenta uno de los porcentajes más altos en traslados de sus ciudadanos, según el INEGI. Recuperado de https://www.publimetro.com.mx/mx/destacado-tv/2019/02/11/nuevo-leon-presenta-uno-de-los-porcentajes-mas-altos-en-traslados-de-sus-ciudadanos-segun-el-inegi.html 

[3] Altavoz México (2020). De la O minimiza contagios en camiones. Recuperado de http://altavz.com/2020/11/04/de-la-o-minimiza-contagios-en-camiones/ 

[4] Ardila-Gomez, A. (2020). In the fight against COVID-19, public transport should be the hero, not the villain. World Bank Blogs. Recuperado de https://blogs.worldbank.org/transport/fight-against-covid-19-public-transport-should-be-hero-not-villain

Centennials y Separatismo

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En los últimos días distintas expresiones han estado surgiendo en redes sociales, muchas de ellas de broma, que Nuevo León o el norte del país debería independizarse parcial o plenamente de la República Mexicana. Vale la pena recalcar que muchos de los que más comparten esta idea haciendo memes y otros contenidos al respecto son los Centennials, la generación de los nacidos entre 1994 y 2010 que a diferencia de sus primos los milennial no solamente añora la libertad sino también el orden. ¿Debería de preocuparnos? En el corto plazo talvez no porque son pocos los elementos de identidad lo suficientemente fuertes para generar un verdadero sentimiento separatista en Nuevo León o en la mayoría del norte del país, fuera de la carne asada, los equipos de futbol y la narrativa que producimos más económicamente que otros estados, no hay grandes diferencias que nos hagan identificarnos como parte de una nación distinta. 

Nuevo León además es un estado con muchísimos ciudadanos de otros estados del centro y sur de país que emigraron a la Zona Metropolitana de Monterrey en búsqueda de un mejor empleo y mejores condiciones de vida por lo cual siguen manteniendo muchas tradiciones y costumbres de sus entidades de origen. ¿Porqué en el mediano o largo plazo pudiese representar un riesgo? Pudiera parecer lejano que Nuevo León, Tamaulipas o Coahuila busquen su independencia, pero dentro de no muchos años la generación Centennial estará en su totalidad en edad para votar y junto con la generación Milennial representarán más de la mitad del padrón electoral del país. Recordando que son una generación que alaba a los perfiles políticos disruptivos pero nacionalistas como el partido de Bolsonaro en Brasil o el partido de ultraderecha Vox en España. 

Un ejemplo de expresiones que demuestran este sentimiento es la añoranza de una historia independiente reflejado en que algunos jóvenes se les haga fácil compartir en redes sociales mapas, banderas y otro tipo de publicaciones haciendo alusión a la fallida República del Río Grande de 1840, un intento de un grupo de filibusteros para independizar y luego anexar a Estados Unidos los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila. La rebelión no tuvo todo el apoyo ni militar, ni social ni político de los 3 estados y fue suprimida rápidamente. Es ridículo tomar este intento como referencia para un nuevo movimiento separatista parcial o total y quien lo haga además de ignorante también es un traidor. 

Ojo, estas expresiones en redes sociales no deben confundirse con los reclamos de estados y ciertos actores políticos de tener un acuerdo fiscal más beneficioso con las entidades que más aportan el PIB del país, al final es una petición valida que valdrá la pena analizar y discutir en su momento. Talvez valga la pena que la federación apruebe partidas extraordinarias de presupuestos para los estados y dejar una posible renegociación del pacto fiscal para después de la crisis.

Por otro lado hay que tomar en cuenta que Nuevo León no sería lo que es hoy si no fuera por el resto del país que dota de insumos y mano de obra a las industrias y comercios de nuestro estado, además que desde un punto de vista histórico han sido inversiones federales como la construcción de las líneas de ferrocarril a finales del siglo XIX las que detonaron que años después comenzaran a surgir los primeros industriales que dieron pie al estado que hoy somos. 

México y la mayoría de los países en el mundo no estaban preparados para afrontar una crisis de esta magnitud pero la dificultades económicas y sociales que viviremos como consecuencia de esta pandemia no deberían dar pie a expresiones que busquen dividir a la sociedad ni mucho menos a un país, el norte de México ha logrado tener los niveles de crecimiento y desarrollo que tiene porque se ha poblado conforme ha avanzado la industrialización cuyo ritmo de expansión ha sido impulsado por nuestra cercanía con los Estados Unidos.

En resumen, soy un convencido que ante una crisis de tal magnitud tenemos que mantenernos unidos como mexicanos y no tomarnos a la ligera expresiones como el #Nortexit o el hacer una nueva república ya que para muchos podría parecer una broma pero para algunos de los más jóvenes podría representar un sentimiento real que podría convertirse en un problema cuando aumente el rencor social que vendrá como consecuencia de la crisis económica por el Covid-19. 

#PulsoUrbano: “Las banquetas con sangre entran”

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Si algo aprendí de mis maestros Antanas Mockus y Sergio Fajardo es a privilegiar la ética por sobre todo interés personal o colectivo. Me queda claro que la Zona Metropolitana de Monterrey con su cultura “cochecentrista” pone aprueba nuestro comportamiento ético.

Por eso es importante que a la hora de implementar programas de cultura vial entendamos cuál es el sentido de lo que se quiere cambiar. O de otra forma seguiremos viendo escenas donde las personas pueden perder los estribos.

El programa #pintaturaya de San Pedro Garza García como idea es muy buena. Se trata de no permitir que los automovilistas usen el espacio público peatonal (llamado banqueta) como estacionamiento público gratuito. Por eso, insisto que como idea es estupenda.

Sin embargo, siendo tan delicado el tema -no debería pero en Monterrey lo es porque el “auto es primero”- no se puede dejar en manos de quienes creen que abusando del poder o haciendo uso excesivo de la fuerza van a transformar los comportamientos de las personas.

Lo que se debe esperar es la multa correspondiente. Lo que debería pasar es que te la entreguen sin “petición de moche” de por medio. Explicarte basándote en el reglamento. Este escenario dista mucho de bajar a golpes a un conductor, evidentemente prepotente, de su auto.

He leído hasta el cansancio justificaciones de ese acto por la defensa del policia a quien minutos antes el mismo conductor le echó el auto. Sin embargo, tenemos que aspirar al mejor comportamiento de ambas partes y no irnos con la finta de creer qué hay que ponerse de parte de alguien cuando vivimos en un país con tanta impunidad que a quien menos le confías es a la policía.

Si vemos más allá, encontraremos que debería ser innecesario llegar a ese punto en donde el respeto por la banqueta con sangre entra. No estamos en Texas (¡qué bueno!) y deberíamos aspirar a más civilización que Ciudad. Porque sin esa sociedad que no entienda que el espacio público no es sinónimo de estacionamiento gratuito y sin esa sociedad que no entienda que ninguna autoridad tiene que bajarte de tu auto golpeándote, poco se puede hacer para la transformación.

La perspectiva de todo cambio tiene que estar en la reeducación de las personas, seamos autoridades o no. Esto lo he aprendido no sólo de mis maestros, sino de la experiencia. Hubo un día que me cansé de hacerla de policía de tránsito, de pegar stickers de “te estacionas como pendejo”, de viodeograbarlos, de subir las fotos con las placas visibles de sus autos, de agresiones que con el tiempo aprendí que no llevan a nada. Absolutamente a nada. Más que a la persona incluso le valga más o lo haga más a propósito de rebelarse al regaño público o la multa.

Ese programa no debió salir sin que estos policías estuvieran capacitados. Porque igual que en el Turismo, en el espacio público, el uso de la fuerza es más bien una oportunidad perdida para la ética, la educación urbana y la convivencia social… No, las banquetas con sangre jamás van a entrar.

La propaganda gubernamental también es cultura; dice Bronco.

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Monterrey (2 de julio de 2017).- Jaime Rodriguez Calderón, El Bronco, ante conferencia de prensa, sostuvo que los cambios decididos para Radio Nuevo León son porque se necesita un espacio para la propaganda gubernamental.

Justificando que la creación de la radio, con el nombre ahora de Radio Libertad, y el cambio de la estación cultural Opus 102 a la frecuencia AM, aseguró que la sociedad necesita conocer lo que realmente hace el gobierno del estado, con información adquirida propiamente del estado.

“Decidí empezar a hacer los cambios que se requieren porque se requiere que la sociedad se entere a través de la institución del Gobierno”, comentó el Bronco.

“Los medios de comunicación son demasiado caros (cuando se compra publicidad) y yo decidí ya no pagarles más que lo necesario, cuando vaya a hacer alguna campaña que implique que tengamos que hacerlo”, agregó.

Jaime comentó que dicha propaganda que sea emitida por la estación de Radio no tendrá carácter político, y añadió que ofrecería a los Alcaldes de todos los municipios les otorgaría espacios en este espacio.

“Hoy tuve una reunión con los Alcaldes para ofrecerles espacios, para que también aprovechen las estaciones de radio del Gobierno, que aprovechen Radio Gobierno para que comuniquen a la sociedad las cosas, no solamente en la diatriba o la critica, no tendremos ningún programa político, todo será cultural”, mencionó.

También comento acerca de las criticas que ha hecho algunos locutores de Opus 102, acerca de estos cambios que se están haciendo en la estación de radio y dejo ver que no se detendrán en cuanto a decisiones.

“Los locutores tienen que hacer lo que el Gobierno diga”, dijo, “Son empleados del Gobierno”, “Cuando veamos el tema de sus prestaciones se quejan”.