Los jóvenes y la izquierda

Comparte este artículo:

¿Qué significa hoy en día ser de izquierda en México? ¿Significa seguir a López Obrador en su desprecio hacia las instituciones? ¿Justificar la vandalización de la propiedad privada por parte de los normalistas de Ayotzinapa? ¿Apoyar a la CNTE en sus bloqueos? Las posibles respuestas y la mera formulación de estas preguntas me dejan insatisfecho.

La concepción actual de la izquierda entre la población me parece errónea, y en gran medida el malentendido se debe a que no tenemos verdaderos representantes de ella.

Octavio Paz en alguna ocasión fue más lejos al afirmar que: “En México no hay una izquierda ni una derecha en el sentido ideológico. Llamamos de derecha a quienes sólo ven por sus intereses, y de izquierda a los que les gritan, queriendo estar en el poder”.




La “izquierda” como vemos, es un concepto difuso. Por ello en la actualidad hay quienes abogan por una actualización de los polos Izquierda – Derecha, a Liberal – Conservador (sin embargo, no son traducciones del todo).

En un intento por clarificar el concepto “izquierda” y su relación con los jóvenes (motivo de posterior análisis), opinan dos figuras un tanto atípicas en el contexto político de Monterrey (típicamente de derecha/conservador): la diputada local de Movimiento Ciudadano, Concepción Landa, y el diputado federal del PRD Waldo Fernández.

Para usted, ¿qué significa ser de izquierda?

Concepción Landa (CL): Para mí significa ser progresista, ver por el bien público y común, antes que los intereses individuales. Ser responsable con los que menos tienen, brindar un desarrollo humano y cultural con oportunidades para todos, asumir el compromiso de legar un mundo mejor para las generaciones futuras y el cuidado del medio ambiente

¿Hay un partido político que actualmente represente a los jóvenes?
CL: No, creo que los jóvenes se sienten más identificados con los ciudadanos sin afiliación partidista.

¿Por qué los partidos políticos de izquierda están tan fragmentados en México?
CL: Porque no piensan en que hay que unir esfuerzos y que nadie tiene la verdad absoluta. Hay una arrogancia ideológica enorme.

¿Por qué los partidos políticos de izquierda no tienen peso en Monterrey?
CL: Por el gran individualismo que existe en donde las acciones colaborativas y colectivas son de “comunistas” o “populistas”. Además de un esquema de verticalidad.




¿Para usted qué significa ser de izquierda?
Waldo Fernández (WF): Ser de izquierda, es respetar los derechos y libertades de todos. Ser tolerantes, ser incluyentes, respetar la pluralidad.
Soy un hombre que cree que todos nacemos libres y con igualdad de oportunidades, defender el derecho de todos a alcanzar sus metas sin hacer distingos, eso es para mí ser de izquierda.

¿Hay un partido político que actualmente represente a los jóvenes?

WF: Todos los partidos tienen espacios dedicados a los jóvenes, depende de ellos militar o participar activamente. Todos los partidos políticos actualmente han incorporado criterios de elegibilidad de jóvenes y han adoptado discursos y políticas encaminadas a este sector.
Lo importante es que los jóvenes participen sino en un partido político, en una asociación civil, en sus escuelas o como ciudadanos a construir un mejor país.

¿Por qué los partidos políticos de izquierda están tan fragmentados en México?

WF: Porque existen diferentes ideologías dentro de la izquierda. No sólo en el país sino en el mundo; algunas son más progresistas y otras más radicales.
Ante la pluralidad política, social y cultural que cohabita en el país, es común la dispersión de posicionamientos y con ellos la simpatía del electorado.

¿Por qué los partidos políticos de izquierda no tienen peso en Monterrey?

WF: En Monterrey tenemos una cultura y una idiosincrasia diferente al resto del país, aquí la cultura del esfuerzo que generalmente es identificada con el centro-derecha es muy bien vista y las políticas que implementa la izquierda no siempre son del agrado de la ciudadanía. El ciudadano tiene una idea equivocada de lo que es ser de izquierda. La izquierda también busca el progreso económico y social.

Podemos observar un elemento común en ambas definiciones de “izquierda”: el respeto a las libertades individuales implícito en la tolerancia y la pluralidad. Se añaden también como distintivos el combate a la pobreza y el cuidado del medio ambiente.

Me interesa ahora hacer un vínculo entre los expuesto sobre la “izquierda”, y los jóvenes porque los jóvenes somos mayoría, no sólo demográficamente sino también socialmente, es decir, tenemos cada vez mayor peso en la sociedad, en gran medida, gracias a que somos quienes mejor dominamos las nuevas tecnologías, lo que tiene 2 implicaciones directas:

1) Estar mejor informados.
2) Tener más vías de expresión.

Aunque entre los jóvenes hay diversas corrientes ideológicas, se tiende cada vez más al liberalismo (entiéndase por liberalismo el desarrollo y protección de las libertades individuales) y creo que es tiempo de aclarar y asumir lo que significa dicha postura ideológica para así encausarla hacia una auténtica representación política. Lo considero particularmente importante para evitar un mayor atraso social.




Esta tendencia al liberalismo por parte de los jóvenes no es exclusiva de México, se presentó antes con Joshua Wong (19 años) en Hong Kong, fundando el Demosistō (partido de centro izquierda pro-democrático), con Pablo Iglesias (38 años) en España fundando Podemos (izquerda), con Alexis Tsipras (42 años) en Grecia y su partido Syriza (coalición de partidos de izquierda e izquierda radical), Justin Trudeau (44 años) en Canadá con el Partido Liberal y Bernie Sanders en los Estados Unidos con su búsqueda de transformar al Partido Demócrata, todos estos casos teniendo en común un mensaje y agenda liberal dirigida a los jóvenes.

Para el caso de México, no creo que la solución sea crear un partido político, ya hay más que suficientes, lo que hace falta es depurarlos para que se conviertan en auténticos mecanismos de representación.

Para ello, será necesario que primero los jóvenes conozcan en qué consisten los posicionamientos de izquierda/liberales y escojan si deciden asumirlos como propios, la representación política vendrá por añadidura.

______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

No, Hillary no ganó

Comparte este artículo:

El pasado 26 de septiembre se llevó a cabo el primer debate presidencial entre el candidato republicano, Donald Trump, y la candidata demócrata, Hillary Clinton. Durante este primer encuentro se abordaron diversos temas, y pudimos oír un poco sobre sus respectivas posturas en economía, seguridad cibernética, defensa nacional, el uso innecesario de violencia por parte de la policía, entre otros.

Inmediatamente después del encuentro, los análisis que buscaban definir al ganador no se hicieron esperar. Los comentaristas de ABC afirmaron que, aunque Trump estuvo a la cabeza durante los primeros 20 minutos, el resto del debate había sido de Clinton. El noticiero The Young Turks llegó a una conclusión similar [1], así como el periodista Jaime Bayly [2]. Por otro lado, Trump presumió su victoria haciendo alusión a varias encuestas ilegítimas de Internet [3].

Durante el debate, Trump no proporcionó soluciones reales a la mayoría de los problemas que se plantearon, por ejemplo: cuando se habló sobre racismo, se limitó a describir lo terrible que es esta situación una y otra vez; y cuando se habló sobre el Estado Islámico, dijo tener un “plan secreto”. Además, contra toda evidencia, negó varias de sus polémicas declaraciones previas, y se dedicó principalmente a interrumpir y descalificar a su contrincante.

Las propuestas y la elocuencia de Clinton fueron contundentes y superiores, pero la verdadera victoria debe reflejarse en un incremento en las encuestas de popularidad generales. Promediando los resultados de varias encuestas, el Huffington Post señala que, un día antes del debate, Clinton lideraba con un 47.3%, mientras que Trump seguía con un 42.5%; al 3 de octubre, la encuesta le daba a Clinton un 47.2%, y a Trump un 41.2% [4]. Cuando se ve desde esta perspectiva, el desempeño de Clinton en el debate no fue suficiente.




La falta de un cambio importante en las tendencias nos lleva a una conclusión deprimente: poco importan las estupideces que salgan de la boca de Trump, porque ante los ojos de quienes lo apoyan, no puede perder. No nos ceguemos ante lo obvio, la popularidad de Trump depende precisamente de ese tipo de actitudes que nos resultan tan reprobables.

Sus partidarios no esperan un argumento inteligente, sino insultos que diviertan y una voz que valide posturas políticamente incorrectas. Partiendo de ahí, para Clinton –quien es percibida como la representación de los políticos de siempre– sería casi imposible disuadir a quien ya se ha decidido por Trump. La buena noticia es que esta misma lógica funciona también en la otra dirección.

El verdadero reto es ganarse los votos de quienes no están seguros, quienes pretenden abstenerse, y quienes se inclinan por el Partido Libertario o el Partido Verde. Estos factores son tan relevantes, que hasta Obama ha declarado que el voto nulo, o un voto para Gary Johnson o Jill Stein, terminarían beneficiando a Donald Trump [5]. Este argumento también había sido expresado previamente por el senador Bernie Sanders [6].




Por ahora nada es seguro, debemos esperar a ver cómo se desenvuelven los candidatos en los debates del 9 y 19 de octubre. Seguramente Trump y Clinton tendrán oportunidad de expresar sus posturas y opiniones sobre otros temas relevantes, y de sacar otros trapitos sucios que inspiren más apoyo.

Pero antes de definir al ganador con base en los mejores y más lógicos argumentos, recordemos que muchos de los votantes no se fijan en eso. Sigamos monitoreando las tendencias en las encuestas de popularidad, y preparémonos para la posibilidad de que este año Halloween caiga en noviembre.

[1] The Young Turks, “Presidential Debate | Who Won?” YouTube. 26 de septiembre del 2016. https://www.youtube.com/watch?v=8OUrNzJI2WI.

[2] Latin Signal, “Jaime Bayly Show 09.26.16” YouTube. 27 de septiembre del 2016. https://www.youtube.com/watch?v=KK1FnFc73wc.

[3] Jessica Taylor, “No, Donald Trump Didn’t Win Post-Debate Polls.” NPR. 28 de septiembre del 2016. http://www.npr.org/2016/09/28/495805190/no-donald-trump-didnt-win-post-debate-polls.

[4] “2016 General Election: Trump vs. Clinton.” The Huffington Post. 29 de septiembre del 2016. http://elections.huffingtonpost.com/pollster/2016-general-election-trump-vs-clinton.

[5] Sam Levine, “A Vote For A Third Party Is A Vote For Trump, Obama Says.” The Huffington Post. 28 de septiembre del 2016. http://www.huffingtonpost.com/entry/obama-third-parties_us_57ebce9be4b0c2407cdaa0a7.

[6] Chris Sanchez, “Bernie Sanders: Don’t vote for a third-party presidential candidate in this election.” Business Insider. 17 de septiembre del 2016. http://www.businessinsider.com/bernie-sanders-dont-vote-third-party-gary-johnson-jill-stein-2016-9.

______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Una elección presidencial diferente a las demás

Comparte este artículo:




Durante la semana pasada se llevó a cabo la Convención del partido demócrata en Filadelfia, Estados Unidos. Durante dicho evento Hillary Clinton fue oficialmente nominada para ser la candidata del Partido Demócrata para las próximas elecciones presidenciales. Incluso su ex rival de las elecciones primarias, Bernie Sanders, apoyó a Clinton invitando a sus seguidores a votar por “la mejor elección”, la cual sería Clinton según este.

Uno de los más notables oradores de la noche fue el actual Presidente de los Estados Unidos Barack Obama. Su discurso se enfocaba principalmente en legitimar a Hillary Clinton como la candidata mejor preparada, así como enlistar las razones por las cuales él pensaba eso.

Por otro lado, después de que Trump hiciera –más- comentarios controversiales sobre Rusia, Crimea y de familias de musulmanes, recientemente el Presidente Barack Obama ha vuelto a hablar sobre las próximas elecciones. Pero esta vez hablando de una manera más drástica; aclamando que Donald Trump era “unfit” (no apto, o incapaz) para ser el próximo presidente de los Estados Unidos.

Por otro lado, también hay personas que han criticado el pasado de Hillary Clinton; el ataque en Bengasi, sus emails perdidos, y el hecho de que su esposo sea un expresidente, han sido algunas de las críticas que la candidata presidencial ha recibido.

Esto podría parecer una elección normal de Estados Unidos, e inclusive una elección presidencial común en cualquier país con Democracia presidencial en el mundo, una simple guerra entre candidatos. La guerra entre los candidatos contendiendo: una guerra sucia entre ellos, sus familias y vida íntima siendo atacada, y sus pasadas decisiones siendo criticadas por su oponente.




Si bien la guerra entre estos dos actuales candidatos podría tener ciertas similitudes entre guerras de elecciones pasadas, hay factores importantes que hacen a esta elección ser la excepción. Las ideas y problemas que están en juego en esta elección han sido expuestas de una manera muy diferente a cómo se habrían expuesto en años pasados.

Donald Trump llamando violadores y asesinos a todos los inmigrantes mexicanos –y latinos-, tomando parte en conflictos internacionales con Rusia en relación a Crimea y Ucrania, descalificando a minorías como las de los chinos y musulmanes, intenciones de negar la admisión a refugiados de países “terroristas” (calificados así por el mismo Trump), son sólo algunos de los asuntos que han sido tratados y nombrados por Trump de una manera atroz y sin miedo alguno a las repercusiones que sus paabras podrían causar.

Ver a un candidato que habla sobre estos temas, y los presenta con tanta soberbia, orgullo y odio es una cosa, pero ver a un presidente de un país tan importante como lo es Estados Unidos ya es una situación totalmente diferente.

Lamentablemente esta es una de esas elecciones en las cuales lo importante no es votar por el “candidato ideal”, sino votar por el candidato menos destructivo y menos malo. Ambos candidatos ya han sido nombrados por sus respectivos partidos como los candidatos oficiales a la presidencia, esto ya está hecho.

El quejarse porque ningún candidato llena las expectativas que los votantes quisieran ya no es lo primordial, pero no permitir que el candidato más destructivo llegue a ser presidente sí.

Más que una actitud mediocre y pesimista creo que es una de eficiencia y de inteligencia para que lo mejor –o sea, lo menos malo- pase en los Estados Unidos. Sólo queda ver qué reacción y decisión tomarán los votantes estadounidenses en las próximas elecciones.

______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Bernie Sanders: El hombre que quiso ser Presidente

Comparte este artículo:

Hace un año aproximadamente, en medio de la controversia desatada tras las declaraciones xenofóbicas del (en ese entonces) pre-candidato a la presidencia del partido republicano, Donald Trump, tanto los estadounidenses, como las personas de otros países al tanto del proceso rumbo a las primarias de Estados Unidos, fuimos testigos de la creciente popularidad de un hombre que, prácticamente fungía como la antítesis del ahora candidato presidencial republicano; me refiero a Bernie Sanders.

Político independiente desde el 79 hasta el 2015, activista en su juventud y testigo del legendario discurso de Martin Luther King Jr.I have a Dream”, Sanders optó por competir por la candidatura presidencial del partido demócrata, teniendo por consecuente, a Hillary Clinton y Martin O’ Malley, como sus rivales.

A lo largo de su campaña por la nominación demócrata, se pudo observar en Sanders, una clase de político que no se había apreciado desde hace tiempo; gracias a los discursos temerarios, a los mensajes incluyentes hacía las minorías del país, así como las propuestas contrarias al tradicional capitalismo feroz que impera en su nación, el pre candidato demócrata comenzó a ganar una simpatía descomunal para un político que abiertamente se considerara “socialista”.

Asimismo, dentro de los debates con Hillary, cada televidente y espectador directo del mismo pudimos observar la capacidad de Bernie al momento de defender sus ideales frente a la esposa del expresidente Bill Clinton.

Dentro de este tiempo que Sanders luchó por la candidatura presidencial del partido demócrata (y estoy seguro que más de uno concordará conmigo) pudimos apreciar lo que es un político verdadero, pues en medio de la siempre política exterior intervencionista de EUA, vimos a un hombre cuestionándose dicha costumbre; en medio de situarse en un país donde lo privado supera enormemente lo público, vimos a un hombre defender la idea de apostar por un sistema de salud público, así como la implementación de universidades de la misma naturaleza.

Cualquiera que pudiera apreciar el sistema económico y político estadounidense, no encontraría otra palabra mejor para calificar a Sanders que, “rebelde”. O bien, ¿de qué otra forma se le puede decir a un hombre que defiende sus ideales en un país donde dominan los de carácter opuesto? ¿Qué otra palabra puede ser usada para definir al individuo que se atreve a plantar cara a las ya añejadas costumbres políticas del sistema de su gobierno?

Como mencionaba el filósofo Albert Camus, el hombre rebelde es aquel que da un sí y un no, aquel que, después de atestiguar las injusticias de su época, se decide a cambiar su realidad por medio del combate por la transformación de la misma.

Es eso mismo lo que define a Sanders, y es también ese el motivo de las protestas que se han dado luego de anunciar su apoyo a Clinton, pues un hombre rebelde no puede darse el lujo de dar soporte a políticos como la antes mencionada, aun cuando se esté enfrente de la concepción física del racismo (Trump).

Confío en que Sanders retomará el rumbo, y nos seguirá dando catedra de lo que es un verdadero político que se preocupa por su pueblo y que no cae en los males que han aquejado a Estados Unidos desde su fundación, como lo es el racismo y el vicio a ser el “policía del mundo”.

______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Lo siento Mr. Trump, esto no se acaba hasta que se acaba

Comparte este artículo:

Durante las últimas semanas, muchos me han preguntado sobre las elecciones en Estados Unidos. Por el Partido Demócrata, Hillary Clinton y Bernie Sanders, mientras que de los Republicanos están Donald Trump y Ted Cruz, como los nombres más mencionados en medios, círculos de electores y entre los mexicanos preocupados de que gane el magnate estadounidense. Aunque todavía están en las elecciones primarias por Estado, la decisión de quién será el candidato de cada partido se toma en la Convención de Delegados que se estará llevando a cabo el 18 de julio en Cleveland (Ohio) para los republicanos y una semana más tarde para los demócratas en Philadelphia (Pensilvania).

Entre los analistas políticos de Estados Unidos ha surgido la posibilidad de una Convención Abierta para el Partido Republicano, esto pasa cuando dos candidatos tienen un número de delegados muy cerrados (entre 100 y 150 de diferencia) y que no están de acuerdo en apoyarse mutuamente. Los tres elementos clave en una convención abierta es que 1) tienen dos candidatos a la cabeza de las elecciones, 2) campos irreconciliables y 3) una nominación eventualmente comprometida.

Es decir, al configurarse estos tres elementos existe la posibilidad que Donald Trump o Ted Cruz queden fuera de la nominación republicana y salgan nuevos liderazgos electorales. Las diferencias entre Trump y Cruz, los resultados de algunas encuestas de los posibles candidatos de ambos partidos, así como las constantes declaraciones en medios, pueden hacer que los dos candidatos republicanos sean bajados de la contienda y apostar por un mejor jugador para la carrera electoral.

Algo que digo (y confirmo) es que “no hay que subestimar al electorado” a veces nos pueden sorprender y posiblemente esta vez no sea la excepción. Lo siento Mr. Trump, esto no se acaba hasta que se acaba.

Hay quienes todavía dicen que ésta posibilidad le abre la puerta a John Kasich; aunque sigue en la contienda, allá en un tercer lugar, ciertamente nunca ha mostrado un esfuerzo en ganar la nominación interna. Aunque no tiene el dinero de Cruz o la exposición mediática de Trump, no se ve que pueda tener auge en otras elecciones primarias como en Ohio, estado que gobierna.

Sin embargo, ha resaltado un nombre en particular entre las filas republicanas: Paul Ryan. ¿Lo habían escuchado? Les platico un poco de este personaje que puede agarrar vuelo en la próxima convención republicana. Paul Ryan es un abogado y político que en 2012 fue compañero de fórmula presidencial (como Vicepresidente) con Mitt Romney y actualmente es el Presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.

Apenas el pasado 2 de febrero de este año, se reunió con Barack Obama para evaluar las oportunidades durante su último año en la Presidencia y trabajar en colaboración entre el Ejecutivo y el Congreso, a pesar de sus diferencias políticas e ideológicas. Ryan ha declarado en varias ocasiones que no está de acuerdo con el liderazgo de Obama, la forma en que dirige el país y lo ha llamado el “presidente más polarizado”.

…ha resaltado un nombre en particular entre las filas republicanas: Paul Ryan. ¿Lo habían escuchado? … es un abogado y político que en 2012 fue compañero de fórmula presidencial (como Vicepresidente) con Mitt Romney y actualmente es el Presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.

Por todas estas declaraciones, Paul Ryan es considerado un político activo dentro del Partido Republicano y que tiene la posibilidad de unir liderazgos hacia el interior, algo que Trump y Cruz no han logrado y que al contrario han generado una ruptura durante los últimos meses.

Pocas veces ha mencionado a los candidatos punteros en su discurso, pero asegura que “La política puede ser una batalla de ideas, no de insultos”. Ustedes concluyan a quien se refiere. La última vez que se dio una Convención Abierta en el Partido Republicano, fue en 1920 cuando los dos candidatos a la cabeza no decidieron apoyarse mutuamente; los delegados después de diez rondas eligieron al candidato que iba en un distante cuarto lugar y que finalmente logró una victoria contundente en noviembre de ese año y llegó a la Casa Blanca.

Por lo tanto, el Partido Republicano y sus delegados tienen que elegir con la cabeza fría y no visceralmente, para encontrar a un candidato que pueda darle batalla electoral a Hillary Clinton o Bernie Sanders, ambos con sus grupos bien definidos; y que al mismo tiempo, sea un candidato con las ideologías e imagen del partido conservador.

Algo que digo (y confirmo) es que “no hay que subestimar al electorado” a veces nos pueden sorprender y posiblemente esta vez no sea la excepción. Lo siento Mr. Trump, esto no se acaba hasta que se acaba.

______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Guerra contra el Alcohol y sus Lecciones

Comparte este artículo:

“Daña las células del cuerpo, especialmente las del cerebro,” “causa pobreza y criminalidad,” “frena el progreso,” “disminuye la esperanza de vida un 11%,” “causa inmoralidad,” “reduce la eficiencia de los trabajadores.” [1] No, no estamos hablando de las drogas. Todas estas consignas fueron utilizadas a principios del siglo XX durante la campaña contra el alcohol en Estados Unidos, y que logró su cometido en enero de 1920 con la Ley Volstead. Esta ley declaraba el consumo de cualquier bebida con más de .05% de alcohol ilegal.

La Profesora Lisa McGirr, narra en su recuento [2] como en contra de toda expectativa, la Prohibición no logró frenar el consumo del alcohol en ningun momento. El precio del alcohol subió en el mercado, enriqueciendo a las organizaciones criminales que decidían sumarse al negocio, mientras que la gente más pobre optaba por fabricar una versión casera o moonshine. Las mafias se volvieron tan poderosas que llegaron a entablar relación con miembros de la policía y el gobierno. Aunque el consumo era generalizado, los arrestos solo afectaron a las clases vulnerables, y no a la gente blanca de clase media y alta. La violencia en las calles aumentó por conflictos territoriales entre mafias y se romantizaron las figuras de sus jefes, como Al Capone. ¿Suena familiar?

No es extraño notar el paralelismo que existe entre la guerra contra el alcohol y la guerra contra las drogas. México ha experimentado los mismos problemas; el negocio de las drogas ha beneficiado a decenas de cárteles y la corrupción nos define culturalmente a nivel mundial. Los enfrentamientos entre cárteles enemigos, sumados a los que se dan contra la policía y el ejército, han normalizado una atmósfera de violencia en las calles. La sociedad también ha romantizado figuras como la del Señor de los Cielos y El Chapo a través de música y series de televisión. La diferencia entre ambas guerras es que ya hemos aceptado que la del alcohol fue un fracaso.

¡Sorpresa! En 2014, la droga ilícita más consumida no ocasionó ninguna muerte en EU – la marihuana [6]; un estudio reciente reveló que el uso excesivo de esta droga solo afecta la memoria de corto plazo [7].

Actualmente el consumo regulado de alcohol es algo que se ve normal. Pero, ¿Por qué no es lo mismo con las drogas? La lógica nos diría que debe ser porque son más peligrosas que el alcohol, pero la realidad es que la bebida sigue siendo una importante causa de mortalidad. En EU se estima que cada año 88,000 muertes están relacionadas con su consumo [3]. En México a diario se encuentran notas sobre accidentes de auto ocasionados por conductores intoxicados, y no es raro conocer gente que padece de alcoholismo. A pesar de esto, resulta impensable su prohibición, y se opta por fomentar un consumo responsable.

Aún más letal que el alcohol, es el consumo de tabaco; otro vicio legal que cobra 480,000 vidas al año en EU [4] y 130 al día en México [5]. ¡Sorpresa! En 2014, la droga ilícita más consumida no ocasionó ninguna muerte en EU – la marihuana [6]; un estudio reciente reveló que el uso excesivo de esta droga solo afecta la memoria de corto plazo [7]. Ese mismo año 17,465 decesos fueron ligados al consumo de cocaína y heroína [8], números que siguen siendo inferiores a las muertes ocasionadas por el alcohol, el tabaco y la violencia derivada de la misma guerra contra las drogas.

México ha experimentado los mismos problemas; el negocio de las drogas ha beneficiado a decenas de cárteles y la corrupción nos define culturalmente a nivel mundial.

Vendría siendo hora de cambiar la estrategia y optar por hacer de éste un tema de salud pública y no de seguridad. Rubén Aguilar V. y Jorge G. Castañeda argumentan que “una legalización de facto permitiría suprimir parte de la criminalidad vinculada al narco; cobrar impuestos; reducir las impurezas y el carácter tóxico al máximo; además de facilitar el tratamiento a quienes sean adictos, para desintoxicarse si así lo desean” [9].

Cada vez más personas apoyan la legalización de -por lo menos- la marihuana, por ejemplo José Mujica y Bernie Sanders. Otros, como Felipe Calderón, sostienen que esta no sería la solución para eliminar la violencia, ya que el principal problema es la existencia del crimen organizado en sí [10]. Y es cierto, en especial considerando que tienen otras fuentes de ingreso, y éstas van desde secuestros, extorsiones y piratería, hasta la venta ilegal de crudo y hierro. Esto quiere decir que aunque el tráfico de drogas deje de ser rentable, la desaparición de las organizaciones criminales no está garantizada.

Habría que mirar más a fondo entonces, ¿Cuáles son las problemáticas sociales que empujan a la gente a la criminalidad y la violencia? La falta de oportunidad en educación y trabajo, la marginalidad en la que viven tantas comunidades, el racismo evidente que sufre la población indígena, entre muchas otras… Está claro que para resolver el problema se deben atender varias cuestiones, de las cuales revalorar la ilegalidad de las drogas es solo una. Pero la experiencia dicta que estas cuestiones tienen menos que ver con armas y más que ver con una sociedad igualitaria.

[1] “Anti-Saloon League Collection,” Westerville Public Library, http://www.westervillelibrary.org/antisaloon.

[2] Lisa McGirr, The War on Alcohol: Prohibition and the Rise of the American State, (W.W. Norton & Company, 2016).

[3] “Facts about alcohol,” National Council on Alcoholism and Drug Dependence, julio 25, 2015, https://www.ncadd.org/about-addiction/alcohol/facts-about-alcohol.

[4] “Tobacco related mortality,” Center for Disease Control and Prevention, agosto 18,2015, http://www.cdc.gov/tobacco/data_statistics/fact_sheets/health_effects/tobacco_related
_mortality/.

[5] “En México mueren 130 personas a diario por consumo de tabaco,” El Financiero, mayo 30, 2015, http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/en-mexico-mueren-130-personas-a-diario-por-consumo-de-tabaco.html.

[6] Kim Bellware, “Here’s How Many People Fatally Overdosed on Marijuana Last Year,” The Huffington Post, diciembre 28, 2015, http://www.huffingtonpost.com/entry/marijuana-deaths-2014_us_56816417e4b06fa68880a217.

[7] Christopher Ingraham, “What happens when you get stoned every single day for five years,” The Washington Post, febrero 1, 2016, https://www.washingtonpost.com/news/wonk/wp/2016/02/01/what-happens-when-you-get-stoned-every-single-day-for-five-years/.

[8] Bellware, “Here’s How Many People Fatally Overdosed on Marijuana Last Year.”

[9] Rubén Aguilar V. & Jorge G. Castañeda, El Narco: La Guerra Fallida, (Punto de Lectura, 2009), p. 118.

[10] Montserrat Mauleón, “Legalización de mariguana no acabará con la violencia: Calderón,” Milenio, marzo 07, 2014, http://www.milenio.com/politica/legalizacion_de_la_mariguana-Felipe_Calderon-Tec_de_Monterrey_campus_Guadalajara_0_257974748.html.

______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Hillary Clinton, descafeinada y sin azúcar…

Comparte este artículo:

La Secretaria Clinton, precandidata a la presidencia de los Estados Unidos, se perfila como la elegida para ser la candidata del Partido Demócrata en las elecciones venideras. Favorita de la prensa, la señora Clinton representa el ala moderada de los Demócratas, sin embargo, es una candidata que no ofrece mucho a los norteamericanos.

Ese odio generalizado hacia los políticos tradicionales que tanto ha capitalizado Donald Trump es algo en lo que tiene que trabajar el equipo de Clinton porque ella encaja perfectamente en lo que la gente no quiere.

Ese apoyo de los poderosos, de los lobbys, de los grandes capitales que tienen más voz y voto que el ciudadano promedio, es su principal debilidad actualmente.

Hillary Clinton representa ese político de siempre, con las ideas de siempre y que no vislumbra ningún cambio trascendental, un perfil descafeinado y sin chispa. El gran lobby de la prensa la favorece por la influencia política de su marido y por los grandes millonarios que financian su campaña. Ese apoyo de los poderosos, de los lobbys, de los grandes capitales que tienen más voz y voto que el ciudadano promedio, es su principal debilidad actualmente.

El tema fundamental de su campaña es que ofrece poco o nada, propuestas que sólo garantizan el status quo de las políticas de Obama y una parálisis legislativa por el rechazo público, cínico y declarado de la facción republicana en el Congreso hacia la señora Clinton.

Si bien es cierto, un político no debe dar gusto a todas las facciones, y es parte de la democracia el que existan diferentes maneras de ver las cosas. La terquedad de los ultra conservadores republicanos que han llegado al cinismo al cuestionar el acta de nacimiento de Barack Obama o al negar la existencia del cambio climático, es un duro obstáculo político, el cual —por más que Clinton tenga tacto político— los republicanos no cederán por el simple hecho de que sea ella.

Hillary Clinton representa ese político de siempre, con las ideas de siempre y que no vislumbra ningún cambio trascendental, un perfil descafeinado y sin chispa.

Clinton, que nadie duda de su inteligencia, también carga a cuestas las decisiones buenas, malas y hasta los escándalos sexuales del marido. Sin embargo, tiene en su historial varios comentarios pocos progresistas en el tema de la migración como aquel de que los niños centroamericanos debían ser deportados inmediatamente.

¿Usted quiere saber por qué Bernie Sanders ha tenido tanto éxito como su rival interno para la candidatura? Porque ofrece cambios radicales, que viables o no, el ciudadano común quiere escuchar.

Si la elección estuviera entre Trump (porque va a ganar Trump…) vs Sanders, estoy seguro de que Sanders ganaría, si fuera entre Trump y Clinton, no apostaría.

Algunos comentan que es mejor tener a Clinton que a Trump o Sanders, y que Estados Unidos no está para cambios radicales que no funcionarían y por lo tanto es mejor una política más relajada y progresiva que no genere sobresaltos alrededor del mundo… ¿Será?

Lo dicho, dicho está.

______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Donald Trump™: política ‘a la gringa’

Comparte este artículo:

El día de ayer se dio un paso muy importante sobre el rumbo que podría tomar el país más poderoso del mundo y que vivirá elecciones en noviembre próximo. Estamos muy cerca de conocer qué es lo que sucederá en Estados Unidos durante los siguientes cuatro años y todo el mundo ha puesto su atención en ello. Desafortunadamente, en quien más se ha puesto el ojo es en Donald Trump; quien en un principio parecía estar candidateándose él mismo, hoy es una realidad dentro del Partido Republicano.

Trump, fiel a su forma de ser y a su estilo arrogante, prepotente y confianzudo, se ha ganado la simpatía de muchos estadounidenses que ven en él una alternativa real para modificar la forma en la que el sistema político estadounidense funciona.

Muchas personas lo consideran como un hombre decidido a ganar y que utilizará todos los medios necesarios para hacerlo, sin pensar por un instante que la supremacía de Estados Unidos en el mundo no funciona de la misma forma que funciona el dinero en este país, sencillamente porque el mundo no es Estados Unidos.

Pareciera ser como si el mundo supiera que EEUU está a punto de dar un paso en falso y todo mundo le advierte, pero ellos, sumergidos en su propia esfera y creyendo que el mundo debe estar a sus pies, hacen caso omiso a las críticas globales y no atienden a las señales respecto al candidato que podría convertirse en Presidente. Hay que entender que si desacreditas a las dos religiones más grandes del mundo y que si consideras que tu vecino del sur (quien te provee de trabajadores, recursos naturales y con quien tienes una buena relación comercial) como un país de criminales y violadores, muy probablemente las cosas van a andar mal en el futuro.

Afortunadamente, la crítica existe también desde el interior del país. El pasado fin de semana, el comunicador John OIiver dedicó un gran segmento a hablar acerca de Donald Trump y de las cualidades que, según los mismos ciudadanos estadounidenses, lo perfilan como ser el principal candidato para asumir la presidencia. Lector, sin afán de arruinar tu experiencia al ver este video, me permito compartir algunas de las principales impresiones acerca de los temas a tratar.

Efectivamente, la supremacía de Trump tiene origen en elementos tanto tangibles como intangibles, pero son los segundos los que más sirven como arma de doble filo y a través de los que se puede desenmascarar al personaje que vemos en las ruedas de prensa y los mítines. Trump es una marca. Trump es branding. Trump es la ilusión del ‘sueño americano’ para los estadounidenses mismos. Tal como John Oliver lo ha dicho:

Trump y todas sus empresas y negocios son exitosas por sí mismas y porque la gente así lo cree. Donald Trump es la mascota de esta multimillonaria empresa así como Ronald McDonald es de la hamburguesera.

La pregunta: ¿A quién le gustaría haber heredado una compañía multimillonaria? ¿A quién le hubiera gustado tener un préstamo de un millón de dólares por ‘pequeño’ que pudiera ser? La respuesta: a cualquiera. Y es que si cualquiera tuviera el poder y la confianza que Trump tiene en sí mismo, muy probablemente tendríamos a muchos más candidatos a participar por la presidencia de Estados Unidos, pero lo más preocupante es que existiría una ‘crisis de la verdad’.

Aunque no en nuestro país, las elecciones por la presidencia de Estados Unidos nos deben importar y mucho. Lo que también nos debe importar es la veracidad, credibilidad y la precisión tanto en cada uno de los argumentos presentados como en sus presentadores. Así que, #MakeDonaldDrumpfAgain.

______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

¿Bush y Clinton? ¡Trump y Sanders!

Comparte este artículo:

Hace poco menos de un año se daba por sentado que la pelea por ser el próximo inquilino de la Casa Blanca iba a ser entre familias titanes de la política estadounidense. Por el lado republicano, los Bush, y por el demócrata, los Clinton.

Muchas cosas han cambiado desde entonces y hoy tras el arranque de las elecciones primarias en Iowa y New Hampshire estamos hablando de dos favoritos que en ese tiempo pocos nos imaginábamos. ¿Qué sucedió? ¿Qué efectos ha tenido en Estados Unidos? Intentemos darle respuesta.

Jeb Bush, ex Gobernador del estado naranjero de Florida, pintaba como un favorito al inicio de las precampañas del Partido Republicano. Pocos esperaban la llegada de Donald Trump, empresario neoyorquino y personaje de televisión, que supo dar en el punto del votante republicano.

Desde el primer día habló sobre el “desastre” que es actualmente Estados Unidos, acusó a los mexicanos de “violadores, rateros y asesinos”. Sus propuestas, aunque suenan imposibles, son lo que muchos estadounidenses quieren escuchar.

¿Qué sucedió con Jeb? Bush seguramente abandonará pronto la carrera por la candidatura republicana y su sueño de ser Presidente como fueron su papá y su hermano.

George W. Bush dejó a Estados Unidos con un problema económico y otro de relaciones públicas con el mundo tras sus dos guerras innecesarias. Si le sumamos que a Jeb le falta carácter al momento de debatir, eso es pavimento para que candidatos como Trump, Ted Cruz y Marco Rubio lo superen hoy en los debates y las primarias.

En el lado demócrata, Hillary Clinton, ex Primera Dama y ex Secretaria de Estado, pintaba como la favorita para llevarse todo. La llegada de Bernie Sanders, Senador por Vermont y con un perfil más izquierdista (si le podemos decir así), derrumbó este pronóstico tras casi dar la sorpresa en Iowa y ganar en New Hampshire.

Las propuestas de Sanders van desde aumentar los salarios mínimos, cobrarle más impuestos a la clase alta y hasta que el Estado tenga más control sobre la educación y la salud.

A Clinton, como a Bush, le afecta su pasado. Hillary ha sido muy cuestionada por su papel al frente del Departamento de Estado del 2008 al 2012. También el año pasado sufrió el golpe del escándalo por utilizar en comunicaciones oficiales el servidor de las cuentas de correo electrónico personal en lugar de los servidores más seguros del Gobierno federal.

Para muchos, Clinton puso en peligro los intereses de Estados Unidos durante ese tiempo, pues fácilmente las comunicaciones secretas se pudieron haber filtrado.

Tanto a Bush como a Clinton les afectaron factores externos y cercanos. El desgaste político entre los dos lados es muy claro y esto mismo ha causado que candidatos no tradicionales como Trump y Sanders estén más cerca de conseguir su boleto hacia la Casa Blanca.

Cabe mencionar que Trump es hoy por hoy un peligro para el mundo. Su retórica hacia las minorías es muy peligrosa, sólo provoca más odio y racismo. De hecho la membresía al Ku Klux Klan ha ido en aumento y en algunos eventos de Trump gente del público ha gritado cosas como “White Power!”.

Bernie Sanders, por su parte, parece el más sensato, el que habla con la cabeza y el que tiene bien fundamentadas sus propuestas. Eso sí, para que Sanders pueda ganarle a Trump tendría que subir a su barco a Hillary, pues de no hacerlo corre el peligro de dividir más el voto demócrata.

Sea cual sea el resultado en julio próximo, cuando se deciden los candidatos, y el 8 de noviembre, cuando es la elección general, va a ser muy interesante ver qué pasa en el panorama político de ese país.

Al final del día ambos candidatos están cambiando las reglas de lo que el público estadounidense usualmente elige, algo como el fenómeno de los independientes en México. ¿Podría ser éste un reflejo de lo que veremos en el 2018 en nuestro País?

Teorías de conspiración política: Super Bowl vs Super Tuesday

Comparte este artículo:

Estamos a escasos dos días de que se lleve a cabo la fiesta grande del futbol americano: el Super Bowl. No sólo los periódicos o secciones televisivas de deportes le han dedicado tiempo y espacio a este evento, también las revistas de sociales y de gastronomía escriben sobre el partido del próximo domingo entre las Panteras de Carolina y los Broncos de Denver.

Así como el Super Bowl 50 ha invadido muchas áreas de nuestra vida cotidiana (al menos por estos días) y muchos que no son fans de este deporte ya los tenemos hasta la coronilla con la emoción que nos genera, las teorías de conspiración en la política no se han hecho esperar.

Recuerdo que hace unos años sacaron una teoría entre el Super Bowl y el Super Tuesday. Para los que no están familiarizados con este último término, se le conoce así al martes (este año será el 1ro de marzo) en donde el mayor número de estados tienen elecciones primarias y se elige el mayor número de delegados y que podrían decidir el candidato de uno o de los dos partidos más fuertes en Estados Unidos (Republicanos y Demócratas).

¿Qué tiene que ver el Super Bowl y el Super Tuesday?

Pero ¿qué tiene que ver el Super Bowl y el Super Tuesday? Aparte de coincidir en la palabra “super”, aquí va un poco de esta teoría. El 03 de febrero de 2008, se jugaba el Super Bowl XLII en Glendale, Arizona; los equipos que se disputaban el Vince Lombardi eran los Patriotas de Nueva Inglaterra contra los Gigantes de Nueva York.

Las apuestas tenían como favoritos a los Patriotas, por tener toda la temporada como invictos. ¿Cuál fue la sorpresa? Que los Gigantes y su quarterback Eli Manning, les ganaron por una diferencia de tres puntos. Aún recuerdo estar sentada en un restaurante y estar en shock por los últimos minutos de ese partido.

En el Super Tuesday de ese año (05 de febrero de 2008), los dos partidos grandes de Estados Unidos decidían sus candidatos a la presidencia para las elecciones de noviembre. Por el lado Demócrata, Hillary Clinton se posicionaba como la favorita, ante el candidato joven Barack Obama. Mientras que los Republicanos daban como favorito a Mitt Romney, comparado con John McCain.

Dicho y hecho, como en el Super Bowl XLII, los dos candidatos favoritos quedaron en segundo lugar en el Super Martes. La sorpresa de todos no se hizo esperar cuando Barack Obama y John McCain se enfrentarían para llegar a la Casa Blanca.

¿Coincidencia? Posiblemente, pero que bonitas (o tristes) coincidencias.

Este año, el Super Bowl 50 tiene como favoritos a las casi invictas Panteras de Carolina y su quarterback Cam Newton, mientras que Peyton Manning llega a su cuarto Super Bowl y los Broncos como el equipo con más derrotas en la historia de los super tazones.

En las elecciones primarias en Estados Unidos, se ha visto que la favorita (otra vez) Hillary Clinton ha quedado a escasos puntos arriba de Bernie Sanders y el de mayor preferencia republicana Donald Trump, se rezagó a segundo lugar por debajo de Ted Cruz (y hasta alegando que fue fraude).

No dudemos que el próximo domingo y el super martes, puedan tener alguna relación y una que otra sorpresa.

Por lo tanto, no dudemos que el próximo domingo y el super martes, puedan tener alguna relación y una que otra sorpresa. Mientras tanto sigamos viendo como un puercoespín, un manatí o hasta un juego de video (Madden NFL) predicen el ganador del Vince Lombardi.

¿Se volverá a repetir la historia? ¡Hagan sus apuestas!

______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”