Un fantasma en el partido republicano

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Visto en los medios, el Partido Republicano de los Estados Unidos decidió hace un par de días a su candidato para las elecciones presidenciales que será el famoso magnate Donald Trump.

Más allá de la popularidad del candidato y sus chances de ganar, el movimiento que encabeza Trump no es por él ni creado por él; es un fantasma ideológico que habita dentro del Partido.

Este fantasma es la salida oficial del “clóset” del ala ultra radical del partido, la cínica aparición del nativismo que busca frenar cualquier ápice de multiculturalidad, un movimiento racista, puritano, pro-evangélico, anticomercio, supremacista y armamentista que ahora camina libremente por los pasillos de la Convención Republicana.

¿A quién le importan los “negros”?, ¿A quién le importan los mexicanos?…esos solo construyen casas, ¿eres musulmán?, lo más seguro es que eres terrorista… hay que tener las armas listas, SIEMPRE. ¿Tratados de Libre Comercio? Al diablo… yo quiero mi pequeña fábrica en Cleveland aunque sea deficitaria… Hillary Clinton es adoradora del diablo… dijo el ex precandidato Ben Carson en una entrevista con CNN.

Este fantasma siempre estuvo ahí y quizás nunca se irá, pero existieron movimientos dentro del partido que trataban de quitarle peso a esta fuerza, ni el Tea Party era tan abiertamente radical la gente detrás del Trumpismo.

Lo peor del asunto es el capital político que se toma de aquí, el desempleo en Estados Unidos crece, la tasa de migrantes también y el descontento generalizado de la población con el gobierno hace que este tipo de ideas agarren fuerza.

Gente como Trump siempre ha habido y vendrán peores en el futuro, sin embargo, el cinismo del racismo público es una realidad donde la “corrección política” es solo una bonita fachada.

El electorado estadounidense está cansado de medidas tibias, de la “islamización” de la sociedad y de una posible legalización de los migrantes mexicanos ilegales. Es temprano para decir si Trump ganará o no, lo que sí está para quedarse es la proliferación en medios sin ninguna censura, sin ninguna pena de este tipo de ideas por demás racistas e intolerantes.

Amparados en la libertad de expresión se comenten muchos atropellos e injusticias, pero también es cobarde permitir que este tipo de ideas de choque tengan una difusión que no merecen.

Estados Unidos, quizás el país más vanguardista del mundo y de los últimos 200 años está en una crisis de identidad donde migrantes no quieren migrantes, donde política y religión son un juego de intereses de unos y otros, donde la “corrección política” llegó demasiado lejos y ahora nadie la quiere respetar…

Lo dicho, dicho está.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Los enemigos imaginarios en la política exterior de Donald Trump

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Mientras Donald Trump sigue avanzando como posible candidato a la presidencia de Estados Unidos por parte del partido republicano, son cada vez más los jefes de Estado que critican sus declaraciones populistas y xenófobas. En los últimos días el presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien hasta hace poco no había hecho ningún comentario al respecto, señaló que por medio del discurso que actualmente utiliza Trump, líderes como Adolf Hitler y Benito Mussolini llegaron al poder. Además de considerar, que este tipo de declaraciones solo demuestran la falta de conocimiento que el candidato republicano tiene sobre México.

Uno de los proyectos que más ha causado revuelo dentro de la campaña de Trump, es la construcción de un muro entre Estados Unidos y México para frenar la migración de indocumentados. Sin embargo, por medio de estas declaraciones, vuelve a ser evidente la ignorancia que este candidato tiene en materia de política exterior. De acuerdo a cifras de la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE), la frontera de 3,140 km es la más transitada del mundo, mientras que los estados fronterizos albergan a 83 millones, quienes en su mayoría se ven beneficiados por diversas actividades comerciales, así como el flujo de bienes y personas. Por lo que la construcción de un muro en vez de beneficiar a la economía estadounidense, como lo ha enfatizado el candidato republicano, traería consigo pérdidas importantes.

Enrique Peña Nieto, quien hasta hace poco no había hecho ningún comentario al respecto, señaló que por medio del discurso que actualmente utiliza Trump, líderes como Adolf Hitler y Benito Mussolini llegaron al poder.

Por otra parte, es importante mencionar que este tipo de declaraciones en contra de la comunidad hispana, tienen precedentes y apoyo inclusive dentro de la comunidad académica y política. Un caso ejemplar es el del reconocido académico de la universidad de Harvard, Samuel P. Huntington, quien escribió un artículo titulado The Hispanic Challenge, en el cual argumentaba que la migración de latinos amenazaba con dividir a Estados Unidos en dos sociedades, culturas e idiomas. Asimismo, no debemos de olvidar que en el año 2010 el estado de Arizona propuso la ley SB1070 o mejor conocida como la Ley Anti-inmigrantes, la cual permite a los policías interrogar a las personas que sean detenidas, sobre su estatus migratorio.

Como podemos observar, el discurso xenófobo ha estado presente en la política estadounidense desde mucho antes que Donald Trump se lanzara para la candidatura presidencial por parte de los republicanos. Sin embargo, lo novedoso del fenómeno Trump son sus propuestas incoherentes y la aprobación que estas han tenido en un sector de la población anglosajona que ha sido vulnerable a la turbulencia económica global, en la cual Estados Unidos también salió afectado. Utilizando esta misma vulnerabilidad de la población, el egocéntrico candidato, ha argumentado en contra del tratado de libre comercio de Norteamérica que ha estado en función desde la última década del siglo pasado. De acuerdo a su perspectiva, este tratado solamente ha beneficiado a México y por lo tanto si llegara a la presidencia, buscaría renegociarlo o inclusive terminarlo para garantizar un “comercio justo” entre ambas naciones. Es así como vuelve a poner entre dicho uno de los objetivos por excelencia de la política exterior estadounidense, el fomento a la globalización y al libre comercio.

…este tipo de declaraciones en contra de la comunidad hispana, tienen precedentes y apoyo inclusive dentro de la comunidad académica y política.

¿Y el resto de Latinoamérica? Durante el tiempo que lleva la campaña de Trump, realmente no ha existido alguna declaración clara sobre el resto del continente. Esto no se debe a que el candidato desconozca la región puesto que ha invertido en países como Panamá e inclusive México, además de demostrar cierto interés por hacer negocios en Colombia. No obstante, esto deja entre ver que su estrategia política la está basando en los miedos tangibles que enfrenta el sector de la población que lo apoya; siendo uno de ellos el típico estereotipo de migrante indocumentado que se ha convertido en la competencia de la clase baja y media baja anglosajona.

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