El presupuesto que no es presupuesto

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La semana pasada, fue aprobado por la Cámara de Diputados, con 305 votos a favor y 151 votos en contra, el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021. Desgraciadamente, pese a que hubo una infinidad de reservas por parte de los opositores a la bancada de Morena y sus aliados, estas no fueron atendidas. Dando como resultado, una vez más, otro fracaso en cuanto al establecimiento del diálogo y la pluralidad de ideas dentro de la Cámara. Fue así, como se decidió que el gasto a ejercer este 2021 por parte de la Federación sería de 6 billones 295 mil 736 millones de pesos. Dentro de los aspectos más trascendentes a contemplar que surgieron de esta decisión, se encuentra una reducción presupuestal evidente a los estados y municipios y un aumento característico a los programas de carácter asistencialista que hemos venido viendo a lo largo de esta nueva gestión de la administración pública federal. 

Cómo bien se había proyectado con antelación, el recorte presupuestal a estados y municipios ronda los 182 mil millones de pesos. Cabe destacar, que esta cifra es menor al gasto federalizado que se tuvo por aprobado en términos de participaciones en el presupuesto correspondiente al año en curso. A pesar de que hubieron múltiples oportunidades de dialogar por parte de la alianza federalista hacia el gobierno federal, estas fueron rechazadas en innumerables ocasiones. Resultando así, exactamente lo previsto: una Cámara que lejos de actuar con autonomía actuó por una mayoría no representativa, este es un peligro evidente del cual muchos críticos estaban conscientes desde que la Cámara de Diputados quedó conformada prácticamente sin contrapesos. La única respuesta que se tuvo por parte de gobierno federal, fue que esta era una de las tantas estrategias de austeridad y que garantizarían una mejor distribución de recursos. Sin embargo, esta afirmación no descarta las repercusiones que se darán a manos de este recorte. Creer que la austeridad soluciona la corrupción y redistribuir los recursos de forma dudosa, a través de la centralización de los mismos, hace a muchos cuestionar su procedencia y por ende su transparencia. 

La 4T no es ajena y mucho menos inmune a la corrupción. Ya se ha tenido conocimiento de grandes escándalos en materia de corrupción, provocando incluso el desistimiento de algunos representantes de Secretarías que solían integrar el movimiento morenista. Con estas acciones tan repentinas, poco a poco se defrauda mas al pueblo mexicano y lejos de ser la 4T la representación que muchos deseaban, se está convirtiendo exactamente en lo mismo que pretendía combatir. Creyendo que la reducción en cuanto al presupuesto estatal y municipal es ahorro, esta gestión está dejando entrever que a su percepción el uso de las contribuciones para la atención del ciudadano a través de las instancias que tiene a mayor proximidad, representa un gasto cuando en realidad se trata exactamente de lo contrario: una inversión. Por otra parte, el que estos recursos se remitan a las instituciones de nueva creación y a sus programas de carácter asistencialista no garantiza necesariamente que la calidad de vida de los mexicanos haya mejorado. Si bien es cierto, desde que empezaron a funcionar estos mecanismos no ha habido como tal una rendición de cuentas respecto a los apoyos entregados y sobre todo en cuanto al impacto que han tenido los mismos en la población mexicana. 

Alejar el presupuesto de quienes lo solventan en su carácter de contribuyentes, peso por peso, día a día, es una nueva modalidad de transgredir los derechos de los mismos. Si bien no existe una figura progresista que asemeje la función del salario mínimo vigente aplicable a esta materia, sería óptimo que existiera. Ya que esta podría ubicar y hacer exigible un mínimo en cuanto a la distribución de los rubros que cubre el presupuesto de egresos de la federación. Una figura como tal debiera considerarse a efecto de la distribución que se hace año con año, fijando así metas de progreso y no de retroceso. De esta forma, se tendría un candado que evitaría que estas situaciones se produjeran en un futuro a la llegada de una nueva gestión. Es importante reflexionar que centralizar los recursos jamás será sinónimo de transparencia ni mucho menos un intento de querer ayudar al grueso poblacional, en medio de una pandemia, si no se tiene ni la confianza ni las instituciones suficientes para demostrar a la población, su uso. 

Aprueba la Cámara de Diputados, en lo particular, Presupuesto de Egresos Federal 2021

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La Cámara de Diputados aprobó, en lo general y en lo particular, el dictamen al proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2021, cuyo gasto total previsto asciende a seis billones 295 mil 736.2 millones de pesos.

La Cámara de Diputados, tras una larga sesión de más de diez horas, aprobó en lo particular el presupuesto federal para 2021 y remitió el Paquete Económico al Ejecutivo.

“La Cámara de Diputados aprobó, en lo general y en lo particular, el dictamen al Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2021, cuyo gasto total previsto asciende a 6.29 billones de pesos”, informó la Cámara Baja en un boletín.

El documento, enviado al Ejecutivo federal para sus efectos constitucionales, fue avalado en lo particular, por 305 votos a favor, 151 en contra y cero abstenciones, en sesiones presencial y semipresencial.

En términos del dictamen quedaron los artículos: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 36, 37 y 38 del proyecto de decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2021.

También se aprobaron en términos del dictamen los Anexos: 1 Ramo 01 y Ramo 03, 2, 4, 5, 5-A, 6, 10, 11, 11.1, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23.11.1, 25, 26, 28, 29.1, 30, 31, 32, 34, 35 y 36.

De igual modo, los transitorios: Tercero, Cuarto, Sexto, Décimo, Décimo Segundo, Décimo Tercero, y Décimo Sexto.

En las diversas sesiones se desahogaron más de mil reservas presentadas por diputadas y diputados de los grupos parlamentarios.

Desde que se aprobó en lo general el presupuesto el pasado 11 de noviembre, se desahogaron más de mil reservas presentadas por diputadas y diputados de los grupos parlamentarios.

Finalmente, se aprobaron con algunas modificaciones aceptadas por el pleno, en esta sesión que fue semipresencial debido a la pandemia de coronavirus.

El Paquete Económico aprobado supone una reducción del gasto del 0.3 por ciento frente al Presupuesto del pasado año, y es considerado el más austero del siglo XXI.

Conforme al dictamen, se propone un gasto neto programable de 4.61 billones de pesos, que representa un incremento de 1.3 por ciento real respecto del aprobado para 2020.

Mientras que el gasto no programable se propone sea de 1.67 billones de pesos.

A principios de noviembre, el Legislativo también aprobó la Ley de Ingresos, que fue ya remitida al Ejecutivo.

Tras la aprobación del presupuesto, el presidente Andrés Manuel López Obrador, afirmó que con el paquete económico se busca apoyar “a la gente humilde, a la gente pobre”.

Defendió la importancia de que su partido, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), tenga mayoría en la Cámara de Diputados, un órgano que se renovará en las elecciones intermedias de 2021.

(Fuente: López-Dóriga Digital)

Aprueban en lo general el Presupuesto de Egresos 2021

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La Cámara de Diputados aprobó, con 297 votos a favor, 134 en contra y cero abstenciones, en lo general el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2021, esto tras una sesión de siete horas que se dio en medio de una “guerra” de mantas y pancartas con señalamientos entre bancadas partidistas por recortes y el “jaloneo” del gasto federalizado.

Tras la aprobación en lo general y en lo particular de los artículos y anexos no reservados, el pleno decretó un receso y la sesión se reanudará a las 11:00 horas de este miércoles para continuar con la discusión en lo particular del dictamen de los artículos reservados.

El presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, Erasmo González, señaló al presentar el dictamen que el gasto neto total previsto en el PEF 2021 equivale a 6.295 billones de pesos, lo que representa una disminución real del 0.3% respecto al Presupuesto aprobado para este 2020.

“Esta reducción es reflejo de las dificultades económicas que vivimos todos, pero también de los grandes esfuerzos que se encuentra realizando el Estado mexicano por hacer mas eficiente el uso de los recursos públicos, de tal manera, el porcentaje de reducción al presupuesto es mucho menor a la caída en la actividad económica”, argumentó González

Por otro lado, expuso que el dictamen mantiene los tres pilares del gasto público contenido en la propuesta presidencial: 1) ampliar y fortalecer el sistema de salud, particularmente la atención a los grupos vulnerables, 2) promover una reactivación rápida y sostenida del empleo y de la actividad económica, y 3) reformar la red de protección social de los grupos más desfavorecidos del país.

Agregó que en el dictamen se reasignaron 2 mil 184 millones de pesos que provienen de recortes al presupuesto del Poder Judicial, que se le reducen mil 130 millones de pesos; del INE con una disminución de 870 millones de pesos; de la SEP con una reducción presupuestal de 200 millones de pesos; del Tribunal Electoral con una abajo de 195 millones de pesos; del Congreso con una baja en su presupuesto de 100 millones de pesos, y de la Fiscalía General con 71 millones de pesos.

La mayoría de los recursos reasignados, mil 175 millones 351.2 mil pesos, se destinarán a los programas de Pensión para las Personas Adultas Mayores y Pensión para las Personas con Discapacidad Permanente.

En cuanto al gasto federalizado, el PEF 2021 propone un total de 1.867 billones de pesos que incluye las participaciones, aportaciones federales y otros conceptos, monto que implica una reducción de 5.5% en términos reales o 108 mil 500 millones de pesos menos respecto del gasto federalizado aprobado para este año.

Durante la sesión de este martes, las bancadas del PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PRD subieron a tribuna a fijar sus posicionamientos haciendo hala de mantas y pancartas con reclamos por los recortes presupuestales a estados; a los sectores de salud, educación y seguridad, así como por los recursos escasos para reactivar la economía.

“Los recortes de Morena”, se leyó en una lona que mostró el PAN en tribuna; “Presupuesto de AMLO: agresión a estados y municipios”, decía una manta del PRD, y “Sí a las vacunas contra el COVID” y “Recursos para salud, YA”, coincidieron en sus pancartas los diputados de Movimiento Ciudadano y PRI.

En respuesta, Morena “desfiló” por el salón del Pleno con cuatro largas mantas con dedicatoria a los partidos de oposición que tuvieron el poder en sexenios anteriores: “Se acabaron los PRIvilegios”, “La peor PANdemia es la derecha fascista” y “Huachicoleros presupuestales”, fueron algunas de las consignas de los morenistas.

Este miércoles continuará el debate y la votación en lo particular del dictamen.

(Con información de El Financiero)

Incrementa Bronco reclamos contra AMLO

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Esta mañana, el Gobierno de Jaime Rodríguez magnificó los reclamos contra el presidente Andrés Manuel López Obrador al responsabilizarlo directamente de la eliminación de fondos que hasta este año representaban miles de millones de pesos en inversiones en Nuevo León. Esto lo realizó mediante un video difundido por el Estado, donde  se indica que la Alianza Federalista pelea por un nuevo Pacto Fiscal, ya que considera que es tiempo de adecuarlo a la realidad de México, la cual “hoy es otra, y el Presidente la tiene que ver como es“, señala el video.

Además aseguró que “de lo que se trata es de recibir un trato justo y adecuar el sistema nacional de coordinación fiscal a las nuevas necesidades del País“. Siendo que también recrimina la cancelación o disminución de fondos en lo que denomina “el presupuesto de López Obrador“.

Por ejemplo, se asegura que el estado dejará de recibir recursos del Fondo Metropolitano, y que en los últimos años había representado inversiones por unos 7 mil 500 millones de pesos. El proyecto de PEF no contempla tampoco el Fonden, del que el Estado se vio beneficiado en unos 20 mil millones de pesos en lo que va de la actual Administración estatal.

Otra situación es la del Fortaseg, que en los últimos cinco años había representado aportaciones por más de mil millones de pesos a los municipios. En este medio también asegura que los apoyos al campo se reducirán en 58 por ciento, y que no se contemplan recursos para el Fondo a la Transversalidad con Perspectiva de Género.

Con información de El Norte

Daños colaterales del COVID: millones de mexicanos con enfermedades graves han dejado de recibir atención médica

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Esta columna es parte del análisis Altius Consultores para orientar en la toma de decisiones. Consulta este y otros temas haciendo clic en https://bit.ly/Reporte19 

Animal Político señala que al menos un millón 500 mil personas con distintos padecimientos como cáncer, hipertensión o diabetes no tuvieron atención hospitalaria y de urgencias en México, sobre todo a partir de abril, cuando comenzó la pandemia por coronavirus en el país. 

Hasta junio de este año hubo 320 mil hospitalizaciones menos en las unidades de salud pública en comparación con el mismo periodo de 2019; las atenciones en urgencias se redujeron en un millón 293 mil.

Algunos de los factores que señalan expertos para dar una explicación a este fenómeno son: 

  1. Las personas no acuden a hospitales por miedo a contagiarse. 
  2. La dificultad de encontrar algún hospital si el que les corresponde sólo se enfoca en atención a COVID.
  3. La decisión del Consejo Nacional de Salud de reconvertir hospitales para dedicarse solo a la atención de pacientes contagiados por COVID.

Los datos preliminares de la Secretaría de Salud muestran que en el primer semestre de 2020 se registraron 748 mil 52 personas hospitalizadas en las unidades médicas públicas de 26 estados del país.

Hay una reducción del 30% en comparación con el mismo periodo del año pasado, en el que se registraron 1 millón 67 mil 426 hospitalizaciones. Un ejemplo de esta reducción es que mientras de enero a marzo la cifra de hospitalizados por complicaciones de diabetes se mantuvo arriba de 4 mil personas, de forma similar a 2019, en abril las hospitalizaciones se redujeron a 2 mil 500.

El doctor e investigador Alejandro Macías, quien lideró la estrategia contra la pandemia de influenza en 2009 en México, señaló que la caída en la atención y hospitalización de diversos padecimientos también ocurrió con la crisis del virus H1N1, resultado de deficiencias sistémicas del sistema de salud.

Independientemente de que no exista una estimación de cuántas muertes se están dando por la falta de atención médica, México tardará al menos 2 años para poder recuperar solo las cirugías que se han retrasado. 

Si bien la decisión de reconvertir hospitales para dar atención al COVID fue una medida necesaria para evitar el colapso en la atención de la pandemia, los daños colaterales de esta situación deben identificarse y atenderse.

El sector va a requerir una fuerte inyección de recursos para salir adelante, lo que implicará una de las variables más importantes en la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2021.

La analista Viri Ríos señala que el gasto en salud en México es de 5,5 puntos del PIB, menor al gasto de Honduras, El Salvador y Zimbabue. “El gasto no solo es extremadamente bajo, sino que de acuerdo a los estudios del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), ha caído significativamente en los últimos diez años”. 

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, un país como México debería al menos gastar el doble de lo que gasta actualmente en salud.

¿Y mañana qué?

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Bien dijo Pascal que la infelicidad del hombre se basa sólo en una cosa: que es incapaz de quedarse quieto en su habitación. Hoy nos damos cuenta que habemos muchos muy vacíos de alma; alma que explota en un momento tan complejo como este.

Sabemos que esto terminará, probablemente más tarde de lo que creemos, pero reafirmo que las calles que están hoy desiertas volverán a llenarse, abandonaremos nuestras trincheras de guerra quienes vivimos esto como tal, saldremos con los ojos iluminados de nuevo por luz, una luz diferente a la de las pantallas de celular, una luz verdadera, la que se asoma por tu ventana.

Pero, ¿será acaso que los que saldremos ese día seremos los mismos?, ¿qué tan diferente será el mundo? Hoy sabemos qué pasa, qué hay que hacer, pero ¿y mañana qué?

No es ningún engaño decir que inclusive antes de la pandemia existían voces que nos llamaban a pausar un poco, reflexionar sobre qué habíamos hecho mal como sociedad y qué cambios estábamos obligados a hacer desde diversos ámbitos.

Para crisis podemos poner un sinfín de ejemplos, y cada uno aglomera una serie de enseñanzas, desde los sismos, las guerras… hasta las pandemias. Hoy somos parte, desde mi perspectiva, de la posición de víctima y victimario. Durante décadas hemos inclinado la balanza a una estructura que castiga y agrava las consecuencias de dichas crisis teniendo como prácticas la reducción en el gasto dentro de muchas áreas, esto es parte de las políticas mal-llamadas “neoliberales” (la discusión de porqué digo que está mal utilizada esta expresión será para después).

Vivimos en un país que tan solo este año, de acuerdo al Presupuesto de Egresos de la Federación, ha recortado la inversión pública en la educación (-62%), la salud (-35%), el abastecimiento de agua potable (-11.2%), las comunicaciones y transportes (-17.6%); todo esto SOLAMENTE, repito, de un año a otro. Es increíble que contemos con una representación que tenga una cara hipócritamente de izquierda, con un cuerpo y entrañas “neoliberales“, enflacando cada vez más al gobierno.

A todo esto, y sin tratar de desviarme, mi punto regresa a decir que la pandemia nos ha dejado ver el otro lado de la globalización, un mundo tan conectado pero tan distante, tan cercano pero tan ajeno. Hoy queremos un futuro más parecido al pasado que hoy parece tan lejano.

¿Y mañana?

Lo que sucede hoy ya está, ya sucede y ya es nuestra realidad. Muy seguramente permanecerá ahí por los próximos años, será inevitable no traerlo a colación cada que nos veamos, no nos cansaremos de contarlo a nuestros hijos y nietos en el futuro. Mismo futuro que ya referimos hoy sin saber cómo será.

Están por un lado quienes opinan que este será el fin de una era, fin del capitalismo y la globalización como la conocemos; pero por otro lado están quienes creen que sucederá todo lo contrario, que será no menos que el regreso triunfal de la estructura que no ha dejado de funcionar en por lo menos los últimos 100 años.

Están también quienes creen que este será el inicio de regímenes más autoritarios, pero también quienes creen que se retomará la confianza en la democracia. Los que sueñan con un mañana brillante con una definición de ciudadano mucho más empoderado y los que leen los versículos del Apocalipsis en sus historias de Instagram.

Si me preguntan, he leído de todo, he encontrado argumentos muy sólidos desde varios lados, pero no puedo colocarme dentro de una definición correcta de qué es lo que pasará mañana. No lo sé.

Los cuestionamientos

John Stuart Mill, uno de los primeros filósofos ecologistas y economistas, describió en su libro Principios de economía política (1848) lo que llamaba una “economía de Estado estacionario“, esto como respuesta a lo que podría sustituir el aumento del nivel material como fundamento de la sociedad. Es decir, Mill reconoció el peligro de la sobrepoblación, por lo que la producción y el consumo dejarían de ser objetivo prioritario, ocasionando la reducción en la cantidad de seres humanos. “Un mundo lleno de seres humanos carecería de parejas floridos y de una vida salvaje“, decía. Esta es una de las ideas más utópicas que he leído, no obstante, no hay un fin para el crecimiento y las consecuencias del mismo, tal como lo planteaba en la teoría, ¿es la expansión sostenible indefinidamente? No sabremos de las consecuencias en el cambio climático, en las desigualdades, las rivalidades geopolíticas, en fin.

El enemigo silencioso para nuestra sangre, sudor y lágrimas

Bien dicen que los grandes asesinos de la historia de la humanidad son las bacterias, los virus y lo que han provocado a lo largo de nuestra existencia. Desde el sarampión hasta el sida o VIH. En septiembre del año pasado la Organización Mundial de la Salud publicó un informe en el que alertaba del riesgo potencial que se produjera una pandemia, y cuan profetas 2 meses después surgiría este nuevo coronavirus SARS-Cov-2.

La crisis que vivimos no es financiera, aquí no hay una disputa por dinero en los bancos, no hay una gota que derramara el vaso, pero lo que sí hay es una guerra, y hoy la vivimos; así el 2020 tiene un inicio del conflicto pero no habrá el registro de un fin. Y es que cuando un ser humano se encuentra andando por el estrecho camino de la vida y la muerte, su visión, prioridades, principios y su moral pueden cambiar radicalmente. Hoy no existen.

Una guerra es la que vivimos y hoy las palabras que pronunciaría Churchill no serían contra el fascismo, sino contra un virus y una enfermedad, un enemigo letal y silencioso. Más aún, hoy quedarían fuera de lugar estas frases luego de darnos cuenta cuán diminutos y débiles somos, siendo que el camino y pensamiento antropocéntrico ese momento debe quedar en el olvido. Un humano tiene un valor menor al que imaginamos, tal vez. Aunque dudo cambie nuestro pensamiento en el corto plazo.

Por supuesto, habrá quienes sufrirán más o menos de esta situación. Habrá quienes lo pierdan todo y quienes lo ganen en su lugar.

Somos diminutos

Hablando de cómo se ha vivido esta etapa de confinamiento, hemos sido bombardeados de recomendaciones y concursos de productividad, de libros, series, películas, idiomas que aprender, nuevas habilidades. Ignorando la posición desde la que enfrentamos la situación, suponiendo que todos vivimos en la misma burbuja. Esta competencia solo nos ha provocado una especie de preferencia a ese sentimiento provocado por la saturación de productividad, ante el sentimiento de vacío. Es decir, antes muero saturado que sólo.

Entre todas estas recomendaciones deberían existir aquellas que te inviten más al autoconomiento, al autocuidado, al manejo de las emociones para quienes nos arrinconamos en la desesperación y la incertidumbre.

Solo pensemos que tal vez debería ser importante saber en un futuro las consecuencias que tendrá esto en nosotros todo. Los casos de ansiedad y depresión que han aumentado, los lentos suicidios que ocurrirán de un tiempo a otro. Toda una generación que será afectada psicológicamente después de estos meses. ¿Qué cambiará en nosotros a la larga?

Entonces, si queremos un futuro diferente no creo que extrañar el pasado sea la mejor idea, ese pasado que hoy vemos tan lejano. Un pasado en donde la única normalidad era la crisis. Una crisis hoy infinitamente más deseable que otra.

Es difícil augurar un futuro preciso teniendo tantas nubes de emociones y pensamientos poco claros en nuestras mentes y lo digo por todos. Hoy no diferenciamos utopías de distopías, sino pánico y miedo de la realidad. Las divisiones que están en nuestro presente son producto de tantas circunstancias que hoy se han destapado por estas cegueras. No nos queda más que darle nombre a lo que vivimos y al cómo lo vivimos: llorar, gritar, escribir, dibujar. Pero todo esto a la vez de informarse y luchar, cada uno desde su trinchera.

La pandemia nos invita a pensar en que existen salidas, tan heroicas como las queramos, de la mano de una bata y un estetoscopio. Dignas de personajes épicos es que se está librando una batalla donde las armas las tienen quienes están en el frente de batalla. Donde lo único que tenemos nosotros, los no indispensables, es un litro de alcohol en gel, otro de whisky, un rollo de papel de baño y muchas horas de Netflix. Tal vez estamos obligados a pensarnos colectivamente, cooperativa y solidariamenteexigiendo una nueva realidad para todos. Pero no, hoy somos incapaces de quedarnos en casa, cuan ególatras y débiles que somos.

Lo que queda claro es que algo se quebró fuertemente en nuestro modo de existir y emergen así oportunidades para pensar y pensarnos distintos. Por un largo tiempo los abrazos y los besos, tan necesarios como son, tendrán que esperar, tendremos que ser distantes, pero no por ello deberá suceder menos amor.

Entonces… ¿y mañana qué? Supongo que por el mañana nos preocupamos después. Hoy solo queda citar de nuevo a Pascal y señalar lo infelices que somos por ser incapaces de quedarnos quietos en cuatro paredes y esperar que nada vuelva a la normalidad.

César Camacho descarta disculpa por gritos homofóbicos de diputadas del PRI

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El líder de los diputados priistas, César Camacho Quiroz, descartó que las diputadas priistas tengan que disculparse por su protesta contra el diputado Ariel Juárez, pues no expresaron ningún término homofóbico.

En entrevista, aseguró sin embargo que el PRI se seguirá ciñendo a la ley y al Código de Ética “impulsado por una priista y nos someteremos a cualquier escrutinio”.

“El PRI no agravió a nadie en los términos que están considerando”, insistió tajante, tras argumentar que “lo que las compañeras gritaron fue bruto, y eso nos parece que no constituye ningún agravio”.

Camacho Quiroz resaltó que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) les envió un escrito, con el que “sustancialmente coincidimos con todo lo que dice”.

Empero, recalcó en que al juicio de la bancada priista “no implica ningún agravio, por eso, insisto, no habrá desagravio cuando nosotros no hemos ofendido a nadie”.

El priista rechazó la versión de la diputada Rocio Nahle de que había diputados alcoholizados durante la discusión del Presupuesto de Egresos 2018, la cual calificó como una expresión irresponsable, sin fundamento y ofensiva.

Sobre estos hechos ocurridos en la pasada aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación, el líder parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés enfatizó que independientemente del género, debe existir respeto entre todos los integrantes de la legislatura.

Frente Ciudadano presenta iniciativa para crear Fondo de Reconstrucción Nacional.

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El Frente Ciudadano Por México, integrado por los grupos parlamentarios del PANPRD y MC, presentaron en voz de Clemente Castañeda, coordinador de Movimiento Ciudadano, una iniciativa que reforma la Constitución Política en materia de financiamiento público a los partidos políticos y eliminación de gastos no indispensables para la operación del gobierno.

De esa manera proponen eliminar el financiamiento público, tanto para actividades ordinarias como de campañas de los partidos políticos, e incluyen la significativa reducción “de los excesivos gastos del Ejecutivo, como es la publicidad gubernamental”.

En la exposición de motivos, se argumenta que en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación presentado por el Ejecutivo federal para 2018, se plantea que el gasto en publicidad sea de 2 mil 623 millones de pesos, lo que representa 3.5 por ciento menos frente a los 2 mil 720, del 2017.

La iniciativa propone, además, que en las visitas de Estado sólo se destinen recursos públicos en carácter de apoyos y gastos sujetos a comprobación de manera limitada.

Asimismo, se suscribe que no podrán destinarse recursos públicos para adquirir seguros de gastos médicos mayores.

También prohíbe la entrega de telefonía celular, vehículos y gasolina, que actualmente se proporciona a los altos mandos, principalmente en el Ejecutivo Federal con cargo al presupuesto público.

En lo que respecta a los partidos políticos, en el documento se detalla que es necesario posibilitar el financiamiento de las actividades de éstos, a través de las aportaciones de particulares, personas físicas y jurídicas, tanto militantes como simpatizantes.

Generar un lineamiento constitucional para que los topes de precampañas y campañas se fijen de acuerdo a los principios de eficacia, eficiencia, economía y austeridad, a efecto de que dichos procesos sean consecuentes con la realidad económica que enfrenta el país.

Es urgente crear un mecanismo que transparente y haga deducibles las aportaciones a los partidos y extenderlas a las personas morales, con esta medida se eliminará el financiamiento público y se asegurará que los recursos que llegan a los partidos son de procedencia lícita.

El costo de la democracia en México

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El Instituto Nacional Electoral (INE) solicitará un presupuesto de 25.4 mil millones de pesos para el año 2018, según Ciro Murayama, consejero presidente de su Comisión Temporal de Presupuesto “México vivirá la elección más grande de su historia, porque van a concurrir tres elecciones federales y 30 procesos locales”; la suma tendría que ponderarse porque no es menor si se considera que el presupuesto íntegro en 2017 de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) fue de 69 mil 408 millones; de SEMARNAT 35 mil 978 millones; de CONACYT 26 mil 963 millones y de la SEMAR 26 mil 336 millones. Es decir, el presupuesto del INE para el proceso electoral de 2018 es equiparable a los recursos que se destinan a los gastos de inversión y operación de la Marina Armada de México así como a los salarios de todos los marinos del país en un año.

Indican las autoridades electorales que 18 mil millones serán para gasto operativo del instituto y 6 mil millones para el financiamiento de los partidos políticos. Estas cifras, dicen también,  que es en proporción el mismo que se aplicó en los años 2000, 2006 y 2012 en tanto que instituciones encargadas de regular los comicios electorales empleaban el 0.35% del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF); si se sigue esa declaración en futuras elecciones habrá más y más gastos, y sobra decir que no se traducen en mayor confianza para la democracia o en una mejoría en su calidad; habría de señalarse que tal proporción es equívoca: es hasta mediocre argumentar una relación lineal entre gasto público y gasto electoral.

En los últimos años el INE registra una disminución en la confianza pública. Los resultados de una encuesta del periódico Reforma revelaron que el 60% de los ciudadanos consideran que el INE no está preparado para organizar las elecciones federales y el 55% estima que el Instituto es poco independiente respecto al gobierno.  Ha de decirse que en todo caso el INE actúa de ese modo porque la ley así lo establece, aunque poco ha hecho para reducir costos de operación, salarios y otros gastos. Varios de  sus Consejeros pasaron del cubículo y de escribir libros a una responsabilidad nacional, algunos sin ninguna experiencia de mediano nivel en la administración pública, se les nota a la defensiva y sin saber qué hacer.

Tomando otros indicadores como referencia puede analizarse la situación que atraviesa la democracia mexicana; de acuerdo con Latinobarómetro el 49% de los encuestados respondió de manera positiva respecto al apoyo a la democracia: 49% de los encuestados considera que es preferible la democracia a otros sistemas políticos, y para 51 por ciento no es así, este dato es preocupante  para una democracia que se gasta 25 mil millones.

El Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova señaló en un foro en la UNAM que el INE tuvo responsabilidad al no diseñar una estrategia adecuada para informar a la ciudadanía sobre temas electorales y las propias atribuciones del INE, pero sí presupuestó en 2017 para su Coordinación de Comunicación Social 68 millones de pesos. Eso se llama incompetencia en cualquier parte. Sería sano que los partidos políticos y los Consejeros acordaran reducir el gasto de los partidos por lo menos en años no electorales, pactar una renuncia en bloque del Consejo del INE, reducir el costo operativo del instituto, y designar Consejeros con capacidad administrativa y operativa, gente sobra,  aunque no salgan en la tele.

Si bien el INE precisa recursos para sufragar los costos por organizar elecciones estatales, federales y fiscalización. Lo cierto es, que en un país con 50 millones de personas en la pobreza, donde se hicieron ajustes a todas las Secretarías de Estado Federales, donde la Secretaría de Hacienda generó un presupuesto base cero para revisar los éxitos que tienen los programas y con esa base asignar recursos, habría que preguntarse sobre la ética pública de solicitar los recursos que pide el INE, así como  la propia ley y los resultados que se tienen. Porque si bien hoy no sabemos quién ganará la próxima elección, podemos estar seguros que 25 mil millones después alguien alzará la voz alegando desconfianza en el actuar del Instituto Nacional Electoral.