Fidel

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En los últimos días, Fidel Castro, el dictador y líder de la Revolución Cubana cumplió 90 años y para festejarse el gobierno venezolano le organizó una fiesta con seguidores en el teatro Karl Marx de La Habana.

Lo que representa Fidel para la historia del mundo es más que un simple político o un vulgar dictador como tantos. Fidel Castro, un monstruo político, inteligente y visionario ha llevado a su país a una crisis que sistemáticamente ha paralizado a la sociedad en general.

La tragedia de la dictadura cubana radica en que el modelo marxista-leninista falló, que la versión de socialismo fracasó y que nunca tuvo un recambio para mantenerse en un letargo donde actualmente está.

Si bien el castrismo no será conocido especialmente por brutal o asesino, el comunismo cubano como en todas sus equivalencias mundiales no tolera ni acepta a la oposición de ningún tipo.

Podrán venir con el cuento de la educación y la salud, Cuba tiene grandes profesionales en medicina preventiva pero jamás en especialidades donde el instrumental médico es carísimo y del otro lado del mar. En cuanto a la educación, sí, el analfabetismo está casi erradicado, pero ¿para qué? La educación no los ha hecho libres, los ha hecho ser ingenieros y licenciados que no pueden ejercer y donde la gran mayoría de los choferes que llevan al turista de La Habana a Varadero con todo y su título ganan menos que un cajero de McDonald’s en Miami.

Vea usted a los cubanos en Juegos Olímpicos, ganaron 4 cubanos una medalla para España, Italia, Azerbaiyán y Turquía en diferentes deportes. No se fueron por falta de patriotismo sino por las carencias que no decidieron aguantar.

Y no es que la izquierda falle por definición, sino que el socialismo a la cubana si falló, por falta de planeación, la caída de la URSS y una cerrazón a reconocer en la década de los 90’ que la Revolución se había terminado.

Leyendo el periódico La Jornada nos encontramos con una carta escrita por políticos e intelectuales del mundo que lanzan vivas al socialismo y a Castro de una manera lambiscona y fuera de toda realidad.

En dicha carta están personajes de todo el mundo como historiadores, ex sacerdotes, políticos, escritoras, intelectuales y diversos personajes. Del lado mexicano están algunos escritores como Pablo González Casanova, políticos y personajes extraños como Gilberto López y Rivas, autonombrado ex agente de la KGB, exdelegado de Tlalpan, también conocido como el “Comandante Perisur” y Yeidckol Polevnsky o Citlalli Ibáñez o como se llame, ex senadora y una de las porristas número 1 de López Obrador en sus mítines, la misma que públicamente ha reconocido tener 3 actas de nacimiento.

Es verdaderamente ridículo que esta gente aplauda la tragedia cubana, sea partícipe, tolerante y porrista del agravio al pueblo cubano. ¿Qué nadie piensa en el cubano de a pie?, ¿A nadie le importa?

Y aún más ridículo que exceptuando los políticos venezolanos y bolivianos que firmaron la carta el resto de los firmantes son públicamente opositores a los gobiernos de sus países, opositores que tienen la libertad de manifestar una idea que paradójicamente en Cuba no podrían expresar.

Cuba ya es una Disneylandia del comunismo, se ha vuelto una caricatura decadente de políticas fallidas donde artistas y músicos de todo el mundo realizan su turismo político y ridiculizan al régimen y su ideología.

Fidel es tan grande que ha podido mantener un régimen firme, ni Stalin pudo tener un régimen así, aunque claro está que la diferencia entre el tamaño de la URSS y Cuba es como de la Tierra con el Sol.

Hablar de logros de la Revolución Cubana es mentir, porque el Marxismo-Leninismo ya no encanta a los izquierdistas de este siglo, mataron la democracia, las libertades, el periodismo, la confrontación de ideas y solo quedan recuerdos de algo que quedó en promesa.

90 años, Fidel… Felicidades al hombre, jamás al personaje ni al político.

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Talón de Aquiles: Paz en Colombia: ¿Colombia en Paz? De la Guerra Verdadera Hacia Una Paz Fragmentada

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Los tambores de guerra han callado. En la calle, líderes sociales afirman que la paz es inminente. Y sin embargo, queda todavía tela por cortar: el rol de las Fuerzas Militares en el post-conflicto no fue discutido durante este proceso de paz, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) sigue activo, y no queda claro si el Estado colombiano entrará a generar legitimidad a aquellas zonas hasta hoy controladas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia–Ejército del Pueblo (FARC-EP). En esta segunda entrega del “Talón de Aquiles” dedicado al proceso de paz en Colombia, exploro el concepto de “paz fragmentada”, y completo el sobrevuelo de los procesos de paz en ese país.

Una paz fragmentada: procesos de paz en Colombia (segunda parte)

El régimen político colombiano entró en un nuevo periodo en 1991 con la aprobación de la nueva constitución que sustituye la de 1886. El nuevo orden formalizó la eliminación de los rezagos institucionales del Frente Nacional y permitió la incorporación al sistema político del M-19, del Ejército Popular de Liberación (EPL), del Movimiento Armado Quintín Lamé (MAQL) y de la Corriente Renovación Socialista (CRS).




El proceso es considerado como “exitoso”, a pesar de que el nuevo marco democrático y pluralista colombiano no impidió la continuación del conflicto armado. El ELN siguió activo y las FARC-EP experimentaron un crecimiento como nunca antes visto.

Además, aunque la historia oficial indica que el EPL se desmovilizó en 1991, 20% de sus efectivos se negó a hacerlo.

En 2013 todavía existían remanentes activos (cerca de 200 combatientes) en Catatumbo (Norte de Santander). Y también se expandieron los paramilitares quienes, de la mano de su líder, Carlos Castaño, fundaron en 1997 las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Algunos acercamientos, en Caracas (Venezuela) y Tlaxcala (México), tuvieron lugar en 1992 y 1993. Sin embargo, son dos los procesos de paz que se desarrollaron en los quince años posteriores a 1991. El primero, con las FARC-EP, fue liderado por el Presidente Pastrana (1998-2002) y fue acompañado por gobiernos de diversos países, organizaciones internacionales, y miembros de la sociedad civil.

El mismo, que fue considerado durante años como la última oportunidad de las FARC-EP para salir de la guerra, terminó en un rotundo fracaso. En febrero de 2002, luego de casi cuatro años de diálogos caracterizados por sabotajes (por parte de las FARC-EP, el ELN, y paramilitares), de desconfianzas del Ejército (ante la desmilitarización de una zona para adelantar las conversaciones), de presiones de Washington (que ya pensaba en un “Plan Colombia”), el Presidente dio por concluido el proceso.

La gota que derramó el vaso fue el secuestro por parte de las FARC del senador Jorge Géchem. Queda deslegitimado así el diálogo, como de hecho lo demuestra la popularidad alcanzada por la mano dura defendida por Álvaro Uribe en la campaña electoral de 2002. El segundo proceso de paz, desarrollado durante el primer periodo presidencial de Uribe (2002-2006), permitió la desmovilización de cerca de 30,000 efectivos de las AUC. El proceso generó severas dudas, pero fue acompañado por la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Durante este tiempo, se vivió en Colombia, en el mejor de los casos, una “paz fragmentada”, es decir un contexto en donde se logró desarmar, desmovilizar, y reinsertar (DDR) varios de los actores armados mientras que otros se reforzaron y continuaron con el conflicto armado. A decir verdad, la tal “paz fragmentada” es en realidad un eufemismo, pues no hay paz cuando actores armados siguen usando la violencia para avanzar sus objetivos políticos.

Un proceso serio

Se sabe que el gobierno de Álvaro Uribe, por medio del Comisionado de Paz, Frank Pearl, buscó negociar clandestinamente con las FARC en condiciones similares a las actuales (sin cese al fuego y creando zonas de distensión). Sin embargo, es en 2011 que el Presidente Juan Manuel Santos (2010-2018) anuncia a las FARC-EP su intención de retomar los acercamientos, lo cual desemboca en dos reuniones exploratorias, secretas, que tienen lugar en Cuba.

El Gobierno y las FARC-EP elaboraron una agenda para establecer los parámetros que regirían encuentros posteriores. El Gobierno nombró entonces a Frank Pearl, Sergio Jaramillo, Humberto de la Calle, y a Enrique Santos en su delegación; más adelante, se sumó Luis Carlos Villegas, Jorge Enrique Mora y Óscar Naranjo.

Las FARC designaron a Iván Márquez, Mauricio Jaramillo, Marcos Calarcá, Rodrigo Granda, y Andrés París. Luego, se designó a Cuba y a Noruega como países garantes y se solicitó a Venezuela y Chile fungir como facilitadores. Entre febrero y agosto de 2012 se organizaron diez sesiones preparatorias y en septiembre, el Presidente Santos dio a conocer a la luz pública estos intercambios.

La agenda de negociación se articuló alrededor de cinco puntos: política de desarrollo agrario integral; participación política; fin del conflicto; solución al problema de las drogas ilícitas; y determinar quienes son víctimas del conflicto armado. El primer acuerdo parcial, el de la política de tierras y desarrollo agrario, se logró seis meses después de iniciado el proceso, el 26 de mayo de 2013.

Se discutieron problemas como el acceso y uso de la tierra, la formalización de títulos de propiedad, la protección de reservas, el diseño de programas de desarrollo (infraestructura, salud, educación, vivienda, erradicación de la pobreza) con un enfoque territorial.

El segundo acuerdo, que versa sobre la participación política de las FARC-EP en el post-conflicto, llegó luego de 16 rondas de negociaciones, el 6 de noviembre de 2013. Se trata, entre otros, de garantías de protección para los exguerrilleros que deseen vincularse a la política.

El 16 de mayo de 2014 se alcanzó un acuerdo en el tema del narcotráfico y cultivos ilícitos. Entre los puntos debatidos se encuentran el desminado, la entrega de rutas, estrategias para bajar el consumo de drogas, la implementación del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso ilícito, y la suspensión de las fumigaciones con glisofato.

El 23 de septiembre de 2015, como parte del punto relacionado al “fin del conflicto”, se acordó crear un sistema de justicia transicional con una jurisdicción especial de paz que investiga, juzga, y sanciona delitos relacionados al conflicto armado. El objetivo es que haya verdad, justicia, y reparación a las victimas, es decir, que no haya impunidad. El 23 de junio de 2016 se firmó el acuerdo sobre el cese al fuego bilateral y definitivo.

Poco se sabe sobre el proceso en sí, lo cual no es extraño. Las negociaciones de paz que han sido exitosas en otras partes del mundo han contado con una estrategia de relaciones públicas que limita la circulación de la información. O sea, contrariamente a otros procesos colombianos, en esta ocasión no se hizo un “espectáculo público”.

El proceso ha sido serio, ha sido apoyado por partidos políticos colombianos de (casi) todo el espectro ideológico, entre ellos el Polo Democrático Alternativo, Marcha Patriótica, y otros movimientos progresistas, el Partido Liberal, el Verde, campesinos, estudiantes, indígenas, empresarios, y líderes religiosos.

Solo el “uribismo” (corriente política a favor del expresidente Álvaro Uribe) y algunos sectores afines al partido conservador se han manifestado en contra, aduciendo que no se puede negociar si no se solicita como prerrequisito un cese al fuego y que el Marco Jurídico para la Paz podría eximir a guerrilleros acusados de crímenes de lesa humanidad de sus responsabilidades.

Pero dichos grupos se encuentran aislados, no solo a nivel nacional sino también internacional: 47 países (incluyendo los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU) han manifestado su apoyo al proceso de paz. Del mismo modo, entidades como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la Unión Europea, y organizaciones como Human Rights Watch, ven con buenos ojos las negociaciones.

La firma del acuerdo no solo es un punto de llegada; también es un punto de partida

Para varios observadores, la “verdadera Guerra” de las FARC-EP inició en 1982 cuando, durante su séptima conferencia, el grupo guerrillero se planteó convertirse en un ejército popular. Durante los siguientes veinticinco años, las FARC-EP crecieron exponencialmente.

Pero también ascendieron los paramilitares, el narcotráfico se convirtió en una problemática transversal (que afectó a todos los actores en conflicto, incluyendo al Estado), y la población se cansó de hablar de paz. Hacia 2008, luego de la desmovilización de las AUC, de la muerte del líder fundador de las FARC, Manuel Marulanda “Tirofijo”, de la captura de varios miembros del Estado Mayor Central, y de la persistente imagen que borraba la diferencia entre guerrilleros y narcotraficantes ante la opinión pública nacional e internacional, quedó claro que los “mejores tiempos” de las FARC-EP habían quedado atrás. La negociación se convirtió en una necesidad.

El proceso de paz actual excluye al ELN, y por ello es difícil argumentar que tiene la posibilidad de generar una “paz integral”. A pesar de ello, este intento es inédito al menos a dos niveles. Primero, el congreso aprobó el “Acto Legislativo para la Paz”, que permite que se incorporen rápidamente los acuerdos al régimen legal y constitucional, posibilitando que el Congreso simplemente apruebe o repruebe las reformas que presente el Presidente.

Segundo, se prevé un mecanismo de refrendación, el cual se hará por medio de un plebiscito que debe tener lugar antes que acabe el año 2016. El umbral aprobatorio se ha establecido al 13% (4,5 millones de votos).

Este es el siguiente round de los luchadores por la paz: asegurarse que los acuerdos de paz definitivos sean apoyados por la población. La batalla no está ganada, como lo demostró Guatemala en 1999, cuando se perdió el referéndum que validaba muchas de las reformas pactadas por los acuerdos de paz de 1996.

En Colombia, si bien la mayoría manifiesta actualmente que votará a favor de los acuerdos, debe recordarse que la popularidad de Santos está por los suelos – se sitúa actualmente en el 25% – y que la mayoría se ha manifestado en contra del proceso de paz. Los colombianos prefieren hoy aprobar un “mal acuerdo” a que continúe una “buena guerra” que, desde hace tiempo se sabe, nadie era capaz de ganar.

Cali (Colombia) y Ciudad de México (México), Julio y agosto de 2016

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EL MARKETING DE LOS OBAMA

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En pocos meses la familia Obama terminará uno de los mandatos presidenciales más populares en la historia política no solo de Estados Unidos, sino del mundo entero.

A pesar de algunos sin sabores durante su gestión, decisiones un tanto intransigentes y varias crisis de todo tipo en el país norteamericano, Barack Obama se convirtió en el presidente favorito de millones de personas alrededor del globo.

Como mercadologo político, me gustaría analizar la magnífica campaña mercadológica de los Obama al frente de la nación más poderosa del mundo en 5 puntos:

Capacidad de conciliar: En un país con enfrentamientos constantes, invasiones y guerras, Barack logró conciliar con enemigos políticos históricos. Su más grande logro lo realizó en su visita a Cuba después de casi sesenta años de una relación congelada y hostil entre ambas naciones. Su discurso en La Habana, le dio la vuelta al globo.

Humildad: En un perfecto aprovechamiento de la era digital, Obama apareció incansablemente chocando el puño con algún jardinero, saludando a los trabajadores en plena Casa Blanca e incluso sirviendo la cena en la noche de Navidad; esto le valió ser el presidente de la “sencillez”.

Sentido del humor: Ser presidente es una tarea estresante, una vida muy ocupada y un trabajo bastante serio, pero Barack no perdió jamás la oportunidad de contar sus mejores chistes durante las conferencias de prensa presidenciales, situación que lo colocó en la preferencia de millones de personas en Estados Unidos y cientos de millones más en el mundo.

Sensibilidad: Estados Unidos suele ser considerado como un país increíblemente poderoso, pero sobretodo repleto de personas frías e indiferentes. Barack dio su cara más sensible en las masacres, crisis, asesinatos, hambruna y discriminaciones hasta el grado de soltar lágrimas en repetidas ocasiones. Y claro, jamás faltó una cámara para capturar el momento y compartirlo en sus redes sociales.

Michelle Obama: El punto clave más importante de la gestión presidencial, Michelle Obama se ganó los corazones del mundo entero. Bailando en programas de televisión, haciendo bromas, vistiendo ropa barata como cualquier ciudadano común e incluso entregando premios en festivales importantes aunado a una capacidad oral increíble, un portafolio académico y profesional destacado, así como la realización perfecta del papel de primera dama, lograron colocarla como la mejor primera dama de los últimos 100 años en encuestas realizadas por diarios estadounidenses.

La pareja Obama que aparece en una foto viral viviendo de manera humilde y que años después se convertirían en los líderes de la nación más poderosa del mundo, lograron transformar su popularidad en votos para reelegirse.

El que hoy sean la pareja presidencial más popular del mundo se debe a un elemento vital para los políticos actuales: la mercadotecnia política.

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PAZ EN COLOMBIA: ¿COLOMBIA EN PAZ? EL CONFLICTO ARMADO EN SU PRIMERA FASE

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El 23 de junio de 2016 se firma en la Habana, Cuba, el cese al fuego entre el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).

¿Estamos siendo testigos del fin de un conflicto armado interno de más de medio siglo de existencia (54 años para ser exactos)? Para entender el significado de dicho acuerdo, conviene recordar las raíces históricas del conflicto y hacer un repaso de las intentos (abortados y “exitosos”) para alcanzar la paz en Colombia.

Solo así podremos evaluar sus prospectos de éxito. Naturalmente, esta labor no se puede realizar en un corto artículo de opinión, por lo que dedicaré varias columnas al tema. Este mes muestro las particularidades históricas de la primera fase de este conflicto. Más adelante, revisaré los obstáculos a la paz, analizaré la historia de este proceso, y disertaré sobre sus probabilidades de “exito”.

Las particularidades del conflicto armado colombiano

Durante la Guerra Fría, se desarrolla en el “Tercer Mundo” lo que se identifica como “Guerras de Baja Intensidad”. Se trata de enfrentamientos militares entre grupos armados patrocinados por las superpotencias – los Estados Unidos (EEUU) y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) – y Estados soberanos, pero cuyos efectos se limitan a nivel local.

Para algunos, estas son guerras idealistas, sobre todo si se compara con la violencia étnica, la cual parece a primera vista irracional (los genocidios en la antigua Yugoslavia y Ruanda son dos claros ejemplos al respecto), y a la “narco-violencia”, alimentada supuestamente por la codicia y el egoísmo individual de criminales que buscan enriquecerse a toda costa.




En los “años dorados”, señala la versión romántica del guerrillero asociada al Che Guevara, se defendían ideales progresistas solidarios ligados entre otros a la justicia social.

En América Latina, la mayoría de esfuerzos revolucionarios fueron de “izquierda” (contra dictaduras “de derecha”), aunque también hubo esfuerzos contrarrevolucionarios, es decir de grupos armados apoyados por la derecha, que se levantaron contra gobiernos de izquierda ajenos a la definición convencional de democracia. Esta imagen es, por supuesto, reduccionista.

Se ignora, por ejemplo, que en la mayoría de los casos latinoamericanos, la URSS no tuvo un rol directo en el expansionismo revolucionario (la influencia de Fidel Castro es más significativa). Además, esta imagen desatiende factores internos como pobreza, injusticia, desigualdades, y represión, que han alimentado legítimamente reivindicaciones sociopolíticas en la región.

En fin, desconoce que movimientos revolucionarios de izquierda iniciaron guerras contra gobiernos de centro-izquierda elegidos democráticamente, como lo hizo Sendero Luminoso en el Perú. Es decir, cada actor armado en América Latina es particular, y en ese sentido, los actores armados colombianos no son la excepción.

Las FARC no fueron, al menos en sus inicios, una guerrilla ideológica con un universo conceptual claro y un proyecto alterno de sociedad. Al contrario, son el prototipo de la guerrilla campesina que nace como grupo de autodefensa, y cuyo ideario ideológico es definido por primera vez en los años 1970s.

Además, las FARC nunca recibieron grandes sumas de dinero de patronos externos, sino que desde un inicio financian su esfuerzo de guerra de manera interna, principalmente por medio de la extorsión, los secuestros, y el pago de peajes o cuotas. El conflicto en Colombia es entonces “diferente”, pues no obedeció a factores geopolíticos internacionales.

Además, el esfuerzo revolucionario nunca se hizo en contra de una dictadura, sino más bien contra el Frente Nacional, un régimen que si bien no era democrático en el sentido liberal del término, tampoco cuadraba con el autoritarismo tradicional latinoamericano. Y a partir de 1991, la lucha fue contra lo que muchos expertos coinciden en definir como una democracia representativa.

La transformación del conflicto armado colombiano a través del tiempo

La violencia política en Colombia solo se entiende si se enmarca en un contexto histórico que, para los efectos de este ensayo, ubicaré en el periodo conocido como “La Violencia”, una guerra civil entre los partidos Liberal y Conservador que se desata oficialmente en abril de 1948, con el homicidio del José Eliecer Gaitán (líder del Partido Liberal para las elecciones de 1949).

Asesinatos, agresiones, persecuciones, y otros, son parte de ese marco de violencia perpetrado por paramilitares, reclutados por los conservadores, para defender el gobierno de Mariano Ospina Pérez (1946-50) ante la inestabilidad creada por “el Bogotazo” (turbas populares generadas por el asesinato de Gaitán).

Para poner fin a “La Violencia”, liberales y conservadores acuerdan en 1956 la creación del “Frente Nacional” (el cual entra en vigencia en 1958), un pacto que distribuye equitativamente los puestos administrativos estatales entre ambos partidos (Poderes Ejecutivo, Legislativo, y Judicial) y determina previamente los resultados electorales (alternancia entre los dos partidos tradicionales) durante 16 años (1958-76).

El acuerdo permitió poner fin al único gobierno que ha llegado al poder en Colombia por medio de Golpe de Estado en el siglo XX, el del General Gustavo Rojas Pinilla (1953-57), respetando la despolitización de la policía por él iniciada y la desmovilización de algunas de las guerrillas liberales activadas durante “La Violencia”. Pero el pacto también generó resistencia.

En 1962, el gobierno de Guillermo León Valencia (1962-66) atacó una de las “Repúblicas Independientes” (que no reconocían la autoridad estatal), bajo control de una comunidad de campesinos que se habían negado a entregar las armas, y que se habían refugiado en esa zona para escapar del acoso de las autoridades. Este es el inicio de ataques destinados a “pacificar” el país y a extender el imperio de la ley del Estado colombiano en su territorio.

En 1964, estos grupos se reagruparon en el denominado “Bloque Sur”, y en 1966 se convirtieron en las FARC. Un origen igualmente contestatario ante el Frente Nacional tiene el Movimiento 19 de Abril (M-19), una guerrilla urbana que se levantó en 1974 ante el “fraude electoral” cometido en 1970 sobre el General Rojas Pinilla (candidato presidencial que perdió frente al del Frente Nacional).

Comunidades indígenas también se armaron en 1984 para defenderse de los ataques de militares, terratenientes, Gobierno, y otros grupos, creando el Movimiento Armado Quintín Lamé (MAQL). Orígenes más ideológicos tienen el Ejército de Liberación Nacional (ELN), un grupo fundado en enero de 1965 por sacerdotes armados (Teología de la Liberación) y estudiantes universitarios recién llegados de Cuba (adeptos al “foquismo” del Che), y el Ejército Popular de Liberación (EPL), una guerrilla originalmente maoísta, fundada en julio de 1967, que en 1975 viró hacia la línea marxista-leninista. Pero estos modelos “socialistas” sirvieron, en el mejor de los casos, tan solo como marcos de referencia.

Sin el afán de adentrarnos en la minucia de las diferencias ideológicas de las guerrillas, deseo destacar que otros fenómenos de igual importancia para explicar la violencia en Colombia han quedado por fuera de este análisis, como lo son el financiamiento, por parte de las élites agrarias (con el entrenamiento del Ejército), de grupos de autodefensas (o paramilitares), y el surgimiento de una élite económica rural ligada al florecimiento del narcotráfico (que luego se reagrupó en los Carteles de Medellín y de Cali).

La conjunción de todos estos factores hacen que la década 1980 sea especialmente violenta en Colombia, con cinco grupos guerrilleros activos luchando contra el Estado (en esa época el país se gana la reputación de ser un “laboratorio guerrillero”), paramilitares atacando a las guerrillas, y dos carteles de droga luchando entre sí, contra el Estado, y contra las guerrillas.

El clímax de este cuadro se alcanzó a finales de la década, cuando cuatro aspirantes presidenciales, Jaime Pardo Leal (Partido Unión Patriótica), Bernardo Jaramillo Ossa (sustituto de Pardo Leal), Luis Carlos Galán (Partido Liberal), y Carlos Pizarro Leongómez (Alianza Democrática M-19) son asesinados.

Colombia está al borde del colapso, y probablemente en parte gracias a ello, se abre una oportunidad para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente que permite, entre otros, eliminar los rezagos del Frente Nacional.

Procesos de Paz de Colombia (primera parte)

Durante esta primera fase del conflicto armado (1962-90), se llevan a cabo dos procesos de paz. El primero, liderado por el Presidente Belisario Betancur (1982-86) es severamente criticado, pues se señala que consistió en un cese al fuego sin punto de llegada. Fue como detener el enfrentamiento armado en la teoría (lo cual además no sucedió en la práctica), sin discutir los términos de la paz.

El proceso, que se alarga por tres años, termina abruptamente en 1985, con la trágicamente recordada toma del Palacio de Justicia por parte del M-19. El ejército contraataca y produce un baño de sangre en donde mueren 98 personas, entre ellos once magistrados.

El segundo proceso tuvo lugar durante el Gobierno de Virgilio Barco (1986-90), y produjo la desmovilización de tres movimientos guerrilleros. El M-19 firmó un acuerdo de paz el 26 de abril de 1990, el EPL lo hizo el 16 de mayo (una parte del grupo rehusó a desmovilizarse), y en mayo de 1991, se llega pacta con el MAQL.

Se aprobó, con participación de los exguerrilleros desmovilizados, la nueva constitución política, que entró en vigencia en 1991. Pero el ELN y las FARC-EP no participaron en ese proceso. Conversaciones adicionales entre estos dos grupos y el Gobierno de César Gaviria (1990-94), tuvieron lugar en Caracas (Venezuela) y en Tlaxcala (México) en 1991 y 1992. El ELN se fragmentó y un acuerdo de paz con un sector del mismo, la denominada “Corriente Renovación Socialista” es alcanzado el 9 de abril de 1994.

Dos son los elementos que deseo rescatar aquí. Por un lado, las FARC-EP y el ELN, las guerrillas más antiguas de Colombia, han siempre sido reacias a negociar. De ahí el valor del acuerdo recientemente alcanzado en la Habana. Por el otro, el conflicto armado colombiano entra a inicios de los años 1990 en una segunda fase.

Los paramilitares crecerán y fundarán las “Autodefensas Unidas de Colombia”; las FARC-EP entran en un nuevo proceso de expansión vinculado a su incursión en la economía del narcotráfico (eso es lo que la “historia oficial” reza), y el ELN, junto a los rezagos del EPL, continúan en actividad.

Se trata de un contexto de “paz fragmentada”, es decir de un marco en donde se logró el tan ansiado cese al fuego definitivo con tres guerrillas menores, pero en donde los dos grupos revolucionarios históricamente más importantes de Colombia, el ELN, y las FARC-EP, se levantaron más fuerte que nunca. A este nuevo marco es al que le dedicaré mi atención en la próxima entrega de esta columna.

Fernando A. Chinchilla
Ciudad de México (Julio 2016)

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Una Cuba libre, pero preparada con Coca-Cola

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Tras el retome de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, la isla caribeña ha ido cobrando relevancia en el ámbito internacional y recientemente comienza a ser vista con buenos ojos. A raíz de la visita del Papa Francisco y la de Obama en un acto que podría parecer como la cereza en el pastel durante su administración, los ciudadanos cubanos poco a poco empiezan a ver a más turistas estadounidenses en la isla.

¿Por qué, podría caber la pregunta, esto tendría alguna consecuencia negativa? Verdaderamente no se trata de algún tema de efecto coyuntural para Cuba, pero lo que deja entrever es la caída directa de una de las más fuertes muestras del socialismo latinoamericano; la caída de uno de los ejemplos que primero se mencionan cuando se busca nombrar países no alineados al modelo económico global.

¿Por qué, podría caber la pregunta, esto tendría alguna consecuencia negativa? Verdaderamente no se trata de algún tema de efecto coyuntural para Cuba, pero lo que deja entrever es la caída directa de una de las más fuertes muestras del socialismo latinoamericano…

Unas de las aberraciones más grandes que la vieja cúpula de gobernantes cubanos tendrá que enfrentar es ver cómo los años de trabajo y construcción de un Estado autoritario de izquierdas se derrumba con tanta facilidad. El rodaje de Rápido y Furioso 8 o las selfies de las Kardashians son imágenes que perdurarán en la dinastía de los Castro, sin mencionar que se ha incrementado el rumor sobre la ocupación del nieto de Fidel Castro, Tony Castro, como modelo de catálogo.

Aunque siempre distantes del capitalismo y anteponiendo el discurso del anti-imperalismo, ahora pareciera ser que los cubanos ven con buenos ojos que haya apertura con el antiguo gran enemigo, pues muy seguramente el turismo se disparará considerablemente en el futuro cercano. Cruceros que ya contemplan a la isla como destino y los “escapes” a la isla de fin de semana serán, a juicio de un servidor, las principales fuentes de ingreso en los próximos años, aunque muy probablemente la industria poco a poco irá entrando y comenzará a consumir los (pocos) recursos que la isla ofrece.

Aunque siempre distantes del capitalismo y anteponiendo el discurso del anti-imperalismo, ahora pareciera ser que los cubanos ven con buenos ojos que haya apertura con el antiguo gran enemigo, pues muy seguramente el turismo se disparará considerablemente en el futuro cercano.

En palabras de Isaac Nahón Serfaty, editorialista del periódico El País, hoy la isla se está convirtiendo en la Cuba-Disney que (y reiterando), aunque siempre se quiso mantener lejana a los yanquis, cuyo mayor logo internacional reconocido eran los excelentes servicios médicos y la universalidad en educación básica, hoy son el principal destino turístico de todo aquello que dijeron odiar. ¿Cómo da vueltas la vida, verdad?

La relación entre Cuba y Estados Unidos es un poco misteriosa: mientras se empiezan a liberalizar cuestiones superficiales de vida y ambiente, de los asuntos internos de gobierno, que seguramente son mucho más escabrosos, no es que se haya dicho gran cosa. Sería muy interesante conocer las condiciones de los prisioneros políticos y cómo es que se enmendarán o indemnizarán, dependiendo de los casos (y si es que sucede) a todos aquellos quienes fueron privados de sus garantías ‘por estar en contra del régimen’, mismo que hoy se libera de su propio yugo.

El gesto de Obama para con Raúl Castro (la famosa foto en la rueda de prensa) lo dice todo: vengo a tu casa, quiero que retomemos nuestra relación, pero por ningún motivo me consideres igual a ti.

Una Cuba libre, pero preparada con Coca-Cola.

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EUA-CUBA ¿Qué tan cerca, qué tan lejos?

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Fueron casi 9 décadas las que transcurrieron antes de que un presidente de Estados Unidos volviera a pisar tierra cubana, años en que la relación política y comercial de ambos países estuvo interrumpida; afectando no solo a las economías de ambas naciones, sino impactando los acuerdos comerciales de muchos otros países. Con la reciente visita del Presidente Barack Obama a Cuba se consolida el inicio de las relaciones diplomáticas entre ambos países, lo cual abre un abanico de oportunidades no solo para estas naciones sino también para México.

Pensar que el hecho de que dos países reanuden relaciones diplomáticas solo los afectan a ellos es ignorar que vivimos en un mundo en donde todos los países están relacionados de alguna forma. La apertura que está mostrando Cuba es un hecho sin precedentes que puede ser aprovechado por países como México…

Se espera que la relación entre Estados Unidos y Cuba impacte positivamente en ambos países. Dos terceras partes de la economía de Cuba están dedicadas al sector servicios, el cual se verá incentivado con la mayor afluencia de turismo proveniente tanto de Estados Unidos como de otros países que tendrán un mayor interés por conocer ese país. De igual forma, Cuba no solo atraerá a turistas, el país también se posiciona entre las opciones de los inversionistas que desean participar en distintas industrias como la farmacéutica, aviación, construcción, entre otras.

Es importante recordar que las últimas décadas no han transcurrido igual para Cuba que para el resto de los países de América, si bien la economía cubana se ha destacado por tener grandes fortalezas como su sistema médico, existen otros sectores que no han alcanzado el nivel de desarrollo de otros países. La mayor apertura que muestra Cuba beneficiará a su población porque ahora será más fácil que el país acepte las nuevas tecnologías, lo cual representa una oportunidad de negocio para países como México. La cercanía geográfica que tiene nuestro país con Cuba lo convierte en un punto estratégico para que las empresas posicionadas en nuestra nación establezcan lazos con la industria cubana, tal es el caso de las empresas armadoras de automóviles, las cuales tienen expectativas favorables de exportación a ese país.

Con la reciente visita del Presidente Barack Obama a Cuba se consolida el inicio de las relaciones diplomáticas entre ambos países, lo cual abre un abanico de oportunidades no solo para estas naciones sino también para México.

Pensar que el hecho de que dos países reanuden relaciones diplomáticas solo los afectan a ellos es ignorar que vivimos en un mundo en donde todos los países están relacionados de alguna forma. La apertura que está mostrando Cuba es un hecho sin precedentes que puede ser aprovechado por países como México, que no sólo tiene la ventaja de la cercanía con ese país, sino también la fortaleza de sus industrias que pueden ser parte de la nueva cadena de suministros de la nación cubana. El interés de Estados Unidos y Cuba por reanudar relaciones se puede traducir en una importante derrama económica para México.

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OBAMA HACE HISTORIA EN CUBA

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Mientras que en Estados Unidos la noticia del día a día es el showman Donald Trump causando división y odio entre norteamericanos y latinos; Obama hace historia restableciendo la relación por demás quebrada ante Cuba, un suceso casi del tamaño de la muralla china o el derrumbe del muro de Berlín.

El distanciamiento entre Estados Unidos y Cuba duró poco más de medio siglo, la relación no solo era distante sino también tensa. Barack Obama se ha convertido en uno de los presidentes favoritos del mundo y tal parece que le gusta hacer historia; inició como el primer afroamericano gobernando un país históricamente de cuello blanco y ahora da el paso gigante para ‘hacer las paces’ con Cuba.

La agenda de Obama incluye reuniones con todos los sectores de prioridad en La Habana; desde empresarios de alto nivel, la iglesia que es un intermediario clave en la política exterior y, por supuesto, ante el máximo líder de los cubanos: Raúl Castro.

Durante su visita está programado un discurso por demás esperado ante miles de cubanos que aún están a la expectativa de lo que pueda decir sobre las condiciones en que se restablece la relación y la opinión de Obama ante los polémicos derechos civiles de los cubanos; este discurso será transmitido en directo para la Isla, detalle que pocas veces ocurre en un país que ejerce el control total sobre los medios.

Barack Obama se ha convertido en uno de los presidentes favoritos del mundo y tal parece que le gusta hacer historia; inició como el primer afroamericano gobernando un país históricamente de cuello blanco y ahora da el paso gigante para ‘hacer las paces’ con Cuba.

Tuvieron que pasar 88 años desde la última visita del presidente de Estados Unidos, en ese entonces Calvin Coolidge, a Cuba. Además Obama no lo hace solo, sino que se deja acompañar por su familia, señal clave de la comodidad y tranquilidad que siente en su visita.

Entre los juicios políticos en Guatemala, Argentina y ahora Brasil; la visita histórica de Obama a Cuba y los constantes intentos de la ONU por evitar nuevos conflictos nucleares la pregunta inminente es: ¿Para cuándo, México?

Durante su visita está programado un discurso por demás esperado ante miles de cubanos que aún están a la expectativa de lo que pueda decir sobre las condiciones en que se restablece la relación y la opinión de Obama ante los polémicos derechos civiles de los cubanos…

Gran trabajo de un presidente fresco, frontal y amigable a las relaciones exteriores, pero sin temblar cuando hay que tener mano fuerte. Barack Obama llega a una población en la que el 80% lo recibe con los brazos abiertos en niveles históricos de popularidad en el país cubano, solo comparado con la imagen del Papa Francisco.

Mientras pasen los días de Obama en Cuba tratando sobre derechos humanos, bloqueo económico e incluso béisbol espero que en la cabeza de los estadounidenses la reflexión tenga un eco profundo y directo ante la división que Donald Trump está proponiendo con la fuerza laboral que mueve a su país. En palabras del mismo Obama: “Confío en que el pueblo de Estados Unidos valora el trabajo serio de un presidente y la importancia de ser un país amigable con el mundo” de lo contrario esta visita quedará tan solo como una estadística más en la historia. Disfrutemos el suceso histórico más importante del siglo XXI.

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El Talón de Aquiles: “El Cuento de Tía Coyote”

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Durante la próxima semana, informó el Canciller costarricense, Manuel González, el primer grupo de cubanos varados en los albergues instalados por el Gobierno de Costa Rica en su frontera con Nicaragua, un grupo de 135 familias con niños (son 7,802 cubanos los que están en espera), continuarán su viaje a Estados Unidos. El plan acordado el 28 de diciembre en Guatemala por ese país, Belice, Costa Rica, El Salvador, Honduras, México, Panamá, y la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), abre la puerta para que salgan hacia El Salvador, vía aérea, estos viajeros. De ahí, abordarán autobuses hacia Guatemala, y luego a México, país que anunció que les dará un documento temporal. Parece así resolverse una crisis migratoria que estalló el 15 de noviembre de 2015, cuando Nicaragua decidió negar la entrada a su territorio a los 1,791 cubanos que se reportaban en ese momento en Costa Rica. ¿Por qué estalló la crisis migratoria? ¿Se resolvió realmente el problema?

¿Por qué estalló la crisis migratoria? ¿Se resolvió realmente el problema?

La investigación. La historia no inicia el 15 de noviembre sino en enero de 2015, cuando autoridades ticas detienen a cinco ciudadanos cubanos. Al informárseles que se iniciaría el proceso para eventualmente otorgarles el refugio, uno de ellos indicó que no sería necesario, pues iban de paso hacia los Estados Unidos. Se conoció además que llegaban a Ecuador, atravesaban Colombia, Panamá, Costa Rica, Honduras, Guatemala, y México, antes de llegar a Estados Unidos. La Ley de Ajuste Cubano, que rige en ese país desde 1966, otorga a los isleños beneficios una vez que tocan suelo estadounidense. Ante temores (infundados) de cambio de esta ley (debido al acercamiento entre Washington y la Habana), y dado el peligro de naufragio y/o de captura por parte de autoridades estadounidenses o cubanas, la ruta por Ecuador se popularizó. El ingreso de cubanos a Costa Rica por Panamá aumentó de 132% entre 2014 y 2015. Y a pesar del peligro —el tramo entre Colombia y Panamá es de los más peligrosos— entre octubre de 2014 y octubre de 2015 entraron 23,213 cubanos a Estados Unidos por México. Solo 8,101 lo hicieron por Miami.

A pesar del peligro —el tramo entre Colombia y Panamá es de los más peligrosos— entre octubre de 2014 y octubre de 2015 entraron 23,213 cubanos a Estados Unidos por México. Solo 8,101 lo hicieron por Miami.

Se determinó además que, desde su salida, las reglas del juego eran claras: sabían los cubanos a quien contactar en cada país, donde comprar el chip telefónico para hacerlo, y cuanto debían pagar (entre USD 7,000 y USD 15,000 en total). En Costa Rica, debían contactar a quien aquí denominaremos La Tía, una coyote encargada de recogerlos en Paso Canoas (frontera con Panamá) y trasladarlos a Peñas Blancas (frontera con Nicaragua). El 10 de noviembre, La Tía y once de sus secuaces son detenidos en un operativo de la Fiscalía Adjunta contra la Trata y el Tráfico Ilícito de Migrantes, la Policía Profesional de Migración, la Unidad de Intervención Policial (UIP), y la Unidad Especial de Apoyo (UEA) de la Fuerza Pública y del Servicio de Vigilancia Aérea. A partir de ese momento, cubanos en Panamá trataron de contactarla, sin encontrar respuesta. Decidieron aventurarse, y el 13 de noviembre de 2015, cuando se empezaron a acumular, San José debió darles, por razones humanitarias, una visa temporal de siete días. Sin embargo, el 15 de noviembre, Nicaragua cerró su frontera. Para el 20 de diciembre, cuando el Gobierno decidió suspender la entrega de visas, el número de cubanos amontonados en su frontera norte llegaba casi a los 8,000.

En Costa Rica, debían contactar a quien aquí denominaremos La Tía, una coyote encargada de recogerlos en Paso Canoas (frontera con Panamá) y trasladarlos a Peñas Blancas (frontera con Nicaragua).

La crisis humanitaria y política. La tensión entre Managua y San José, alta por desavenencias fronterizas ventiladas recientemente en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), escaló: el Ejército de Nicaragua devolvió a 800 cubanos que intentaron entrar “por la fuerza” al país. Managua alegó violación de su territorio e indicó que la causa de la crisis era la irresponsabilidad tica, que deliberadamente le lanzó miles de ciudadanos a su territorio. Para Daniel Ortega, permitir la travesía era exponer a los cubanos a graves peligros, situaciones inseguras, indignas, desordenadas, e ilegales. Costa Rica y Panamá instalaron entonces albergues para crear condiciones sanitarias mínimas y algo de seguridad.

El 24 de noviembre, los ministros de Relaciones Exteriores de Centroamérica, Cuba, Ecuador y México se reunieron, sin llegar a un acuerdo. Cada país anunciaría las medidas para resolver la crisis, pero Guatemala se negó a permitir el paso de los cubanos (no habían suficientes garantías que no se quedarían ahí) y Belice adujo carecer de los recursos para garantizar el orden y la seguridad. Luis Guillermo Solís ordenó entonces suspender la participación de Costa Rica en la mesa política del Sistema de Integración Centroamericano (SICA), como protesta por la falta de solidaridad regional. La crisis humanitaria se convertía así en una crisis política.

El 28 de diciembre, sin embargo, en Ciudad de Guatemala, se llega por fin a un acuerdo: El Salvador aceptó recibir a los cubanos, Guatemala accedió a integrarse al corredor humanitario, y México reiteró su disposición a dejarlos pasar.

El 28 de diciembre, sin embargo, en Ciudad de Guatemala, se llega por fin a un acuerdo: El Salvador aceptó recibir a los cubanos, Guatemala accedió a integrarse al corredor humanitario, y México reiteró su disposición a dejarlos pasar. No se conocen los detalles de la negociación, pero un mes antes, Quito había anunciado que impondría de nuevo la visa a los cubanos. ¿Constituye este un final feliz para este cuento de Tía Coyote?

Conclusión. Aunque la investigación que capturó a La Tía se realizó en conjunto con la Fiscalía colombiana y la Embajada de estadounidense en Costa Rica, lo que esta crisis destapó fue una flagrante falta de cooperación regional para resolver un problema que evidentemente es transnacional. Los coyotes de los otros países no fueron capturados. Y aunque el flujo de cubanos se contrae, Costa Rica determinó que el lucrativo negocio también incluye a personas provenientes de países África y Asia. De hecho, el 30 de diciembre, tan solo dos días después del acuerdo regional, 51 extranjeros indocumentados fueron capturados en la costa pacífica costarricense: 26 nepalíes, 9 bangladeshíes, 9 somalíes, 4 eritreos, 2 Iraquíes, y un pakistaní. ¿Parece este ser un final feliz?

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El Balance del 2015

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El 2015 ha sido un año de grandes alegrías y triunfos, pero también el de terribles tragedias. Este año nos mostró grandes ejemplos de los efectos de la profunda globalización que predomina nuestros tiempos, misma que, en su vorágine de eventos, no es ni buena ni mala, sino que sólo es. Por eso, así como la globalización, que abre fronteras a la vez que divide naciones, que genera oportunidades económicas para unos mientras que genera condiciones de vida difíciles para otros, el 2015 no fue ni un buen ni un mal año, sólo fue un vertiginoso ciclo en que presenciamos el conflicto bélico y la paz acordada, la apertura de unas fronteras y el levantamiento de barreras, la oportunidad económica y la crisis, la división de naciones y la unión.

El diccionario Oxford de inglés se unió a enmarcar el sentimiento irónico de este año, calificando al emoji de lágrimas de alegría como la “palabra del año”. Y es que este emoji resume a la perfección las emociones vividas: muchas razones por las cuales llorar, y muchas otras por las cuales reír. ¿Tal vez al mismo tiempo?

Cada uno de los hitos de este año tuvo su lado positivo y su lado negativo, es decir, sus razones para hacernos reír y sus razones para hacernos llorar.

Cada uno de los hitos de este año tuvo su lado positivo y su lado negativo, es decir, sus razones para hacernos reír y sus razones para hacernos llorar. Por ejemplo, mientras que en este año por primera vez las mujeres en Arabia Saudita pudieron emitir su voto en las elecciones municipales y pudieron postularse como candidatas —un obvio avance que no hemos de minimizar— se debate si esta elección en realidad tiene el potencial de traer cambios para las mujeres. En este conservador reino, la mayoría de las decisiones aún son tomadas por el rey, y muchas mujeres jóvenes, educadas y con trabajos ni si quiera se enteraron de las elecciones.

Por esto, mientras nos afligimos ante la muerte de casi 8 mil personas en el devastador terremoto de Nepal en abril, nos alegramos también de que en México el huracán Patricia no haya dejado ni una sola víctima en octubre.

Asimismo, celebramos que después de 29 años, una mujer es nombrada persona del año por la revista Times, la canciller alemana Angela Merkel en su décimo año de mandato. Sin embargo reconocemos que el título se lo gana ella a capa y espada, y bajo mucha protesta: por su lucha contra la creciente islamofobia, por sus esfuerzos por mantener las fronteras alemanas abiertas ante el desborde del flujo de refugiados a Europa, y por las duras medidas financieras propuestas por ella para rescatar a Grecia de su persistente crisis.

Nos alegramos también ante el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos tras más de cinco décadas de haber cesado, pero lamentamos que, al otro lado del globo y tras unos ataques aéreos sin aclarar, Rusia y Turquía rompen relaciones indefinidamente y la guerra siria continúa creciendo y complicándose.

Nos duele el que muchos países hayan levantado muros contra el flujo de refugiados, pero nos entusiasma que, en Canadá, el nuevo primer ministro electo abre sus brazos públicamente para recibir a decenas de miles de personas huyendo del conflicto.

Nos duele el que muchos países hayan levantado muros contra el flujo de refugiados, pero nos entusiasma que, en Canadá, el nuevo primer ministro electo abre sus brazos públicamente para recibir a decenas de miles de personas huyendo del conflicto y de la violencia.

Nos alarmamos a principios del año cuando los ucranianos protestaban violentamente contra Rusia y su opresión política, y casi fuimos testigos de una secesión, pero nos unimos a celebrar que hemos encontrado agua en Marte y que es la primera vez que vemos con “ojos digitales” y de cerquita la cara de Plutón (la que tiene un corazón dibujado).

Nos compadecemos de en que los Estados Unidos se haya vivido uno de los años con más número de víctimas por tiroteos masivos, pero nos regocijamos juntos tras despenalizarse el matrimonio homosexual y el uso de la marihuana como sustancia recreativa.

¿Podríamos acaso imaginar hace unos años que 195 países se pudieran reunir en paz, armonía y con un sólo objetivo común: salvar a nuestro único hogar de su potencial catástrofe?

Y la ironía más grande, en una ciudad atacada dos veces masivamente por terroristas —Charlie Hebdo en enero y los ataques por ISIS en noviembre, de los eventos más “trending” en las noticias nivel mundial— se concreta un acuerdo internacional más ambicioso que nunca para hacer frente al cambio climático. ¿Podríamos acaso imaginar hace unos años que 195 países se pudieran reunir en paz, armonía y con un sólo objetivo común: salvar a nuestro único hogar de su potencial catástrofe?

Invito entonces a reflexionar que, ante todos estos altibajos, ante todos estos conflictos y celebraciones, nuestra tarea, como siempre, es la de observar ambas caras de la moneda, informarnos, educarnos sobre las perspectivas contrarias. Ver quién combate y quién es combatido, quién es víctima y quién es opresor, tratar si quiera de entender por qué los conflictos escalan y ver que nadie se salva de culpas. Como ciudadanos del mundo, como hombres y mujeres ligados a una misma tierra, es nuestro deber convivir con nuestro hermano y servirle ante toda esta necesidad, pues quién sabe cuándo —por azares de la vida— nos toque estar del lado no amigable del destino, tal y como este 2015 ejemplificó.

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