La pandemia por la que esta atravesando el mundo nos tomó por sorpresa y detuvo, en su mayoría, las actividades económicas alrededor del globo. Sin embargo, el mercado de valores continuó sus operaciones y los inversionistas mostraron temor ante el panorama de incertidumbre que se presentó. En el mes de marzo los principales índices cayeron, por lo menos, un 20% de su punto más alto mostrado en el mes de febrero.
Además, durante el mes de abril el índice de desempleo en Estados Unidos estuvo cerca del 16%, según el Buro de Estadísticas Laborales, siendo el sector manufacturero el más afectado.
El impacto más significativo de la pandemia es para las economías emergentes y esto debido a que los países más desarrollados buscan reducir sus costos operativos y emplean a estos países para poder cumplir con sus demandas de productos.
Un gran ejemplo de lo anterior es lo vivido durante la presidencia de Donald Trump, en dónde fracturo la alianza con China y así el país vecino volteo a México para hacernos su principal socio y mejorar nuestra balanza comercial en relación de exportaciones contra importaciones.
Si las economías se detienen y las demandas en la cadena de suministro disminuyen y se recortan los empleos el efecto con la inflación es una tasa baja y es así los bancos centrales buscan incentivar su consumo interno reduciendo a su vez la tasa de préstamo a las instituciones financieras.
En este sentido actualmente la tasa de referencia para México se mantiene en un 4.25%, mientras que la tasa de Estados Unidos se encuentra en un rango de 0% a 0.25%.
Los inversionistas que buscan mejorar sus rendimientos en bonos de gobierno pudieran ver atractiva la diferencia de tasas entre las economías emergentes y las economías desarrolladas; sin embargo, ante lo que vivimos hoy en día la cautela se encuentra y lo hace migrar a monedas con mayor certidumbre política y económica.
Los capitales en las bolsas de valores comenzaron a moverse a acciones de empresas denominadas “quédate en casa”, las cuales se esperaba que los resultados trimestrales fueran a favor dado que estas empresas, gran parte de ellas, se dedican al comercio electrónico como ejemplo: Netflix (NFLX) y Amazon (AMZN).
El movimiento cíclico se da principalmente entre los inversionistas que mantienen una gestión activa en el mercado y buscar maximizar el alfa (rendimiento) de sus portafolios aprovechando las tendencias macroeconómicas.
¿Dónde estamos el día de hoy?
Durante los primeros meses de Covid-19 se desconocía que empresa sería la que tuviera resultados sobre las pruebas para una vacuna que pudiera detener este virus.
A 10 meses que empezarán los confinamientos en Asía y Europa, en la semana 46 del año los titulares se volcaron a los resultados de la posible vacuna de Pfizer (PFE).
Este candidato por parte de la empresa norteamericana y en colaboración con su similar alemán BioNtech cuenta con un 90% de efectividad como tratamiento del SARS-CoV-2.
Así mismo, esta semana la empresa de biotecnología Moderna (MRNA) también dio sus resultados de la última etapa de sus pruebas para la vacuna con un contundente 94.5%.
Las vacunas BNT162b2 (Pfizer) y mRNA-1273 (Moderna) están en la mira de la comunidad cientifica, esto debido a que son las primeras en su tipo en tener la tecnología mRNA (mARN en español). El ARN, ácido ribonucleico, es lo que permite que la información de nuestro ADN sea comprendida por células, lo anterior (a mi entender) funciona como un código que es llevado al cuerpo del paciente sin tener que inyectar el virus.
De esta manera el cuerpo recibe un código genético y comienza a generar anticuerpos contra el virus, lo que lo hace más seguro.
Las principales diferencias de estos dos candidatos son: la dosis, almacenamiento, costo y eficacia. Te presento las diferencias a continuación:
Pfizer / BioNtech |
Moderna |
Dosis: 30 microgramos |
Dosis: 100 microgramos |
Eficacia: 90% |
Eficacia: 94.50% |
Almacenamiento: -70º centigrados |
Almacenamiento: -20º centigrados |
Costo: $19.50 dólares /dosis |
Costo: $37dólares /dosis |
Fuente: reportado en las páginas de las empresas.
Lo que aún no se tiene conocimiento en concreto es si las vacunas ayudan a prevenir la propagación del virus y el funcionamiento de las mismas en diferentes grupos de personas por edades.
Las pruebas que realizo Moderna fueron a personas entre 18 y 55 años con un estado de salud reportado como saludable.
¿Estamos en el fin de la pandemía?
Aún no, si bien los resultados son prometedores y de continuar así pudieramos estar esperando vacunas para el mes de marzo.
En conclusión, el mercado continua reaccionando ante las noticias venideras de los candidatos a la vacuna, por otra parte, los casos siguen en aumento y los inversionistas vuelven a colocar su dinero en los activos de resguardo (como el oro y bonos de gobierno). Las tasas de referencia a nivel mundial continúan bajando por la incertidumebre de quienes buscan esta seguridad.
Lo más importante es mantener una visión objetiva sobre como serán los siguientes meses para las economías y tratar de minimizar los impactos en los portafolios.