Desde hace varias semanas, en los medios nacionales ya es tema de especulación la sucesión presidencial, cobran cada día más fuerza e intriga. Los aspirantes tejen alianzas en lo oscuro, lanzan al público Asociaciones Civiles y desde ya también, acusan a sus potenciales rivales, en ocasiones inclusive, de su mismo partido.
El esbozo del panorama político rumbo a la elección del nuevo presidente o presidenta de la República es sin duda de interés.
Sin embargo, no se ha fijado atención en las simultáneas carreras por otros cargos públicos.
En Nuevo León así va el panorama:
Gubernatura
El Bronco, lejos de desistir de sus aspiraciones presidenciales, las ha reforzado. Cerrado a la posibilidad de formar un bloque entre los independientes, Jaime Rodríguez confía en que un golpe mediático nacional de la envergadura de encarcelar a su antecesor, le brindará la posibilidad de competir en la contienda, misma que hoy día se ve improbable.
Estando decidido de querer participar (independientemente de los resultados alcanzados en su corta administración o los indicadores de opinión), seguramente lo haría rodeado de su equipo.
Es aquí donde surge la posibilidad de que Fernando Elizondo vuelva a asumir de manera interina la gubernatura del Estado, pues en el hipotético escenario, encaja con la necesidad de que alguien se quede al mando (1) y que no tenga intención de participar en la campaña presidencial por no formar parte del círculo cercano al gobernador (2). El propio Elizondo ha declarado no estar dispuesto volver a participar en una campaña, menos presidencial (2/2).
San Pedro Garza García
Se rumora que el diputado local Samuel García se lanzaría por la alcaldía. Rumor fundamentado en la efervescente popularidad del legislador (1). Sin embargo, esta popularidad como premisa de una candidatura potencialmente exitosa es cuestionable, puesto que el impacto que ha tenido en redes sociales (principal fuente de su notoriedad) no tiene origen exclusivo en la población sanpetrina, sino en gran medida, en el resto del área metropolitana, que no está facultada para votarlo.
Recordemos que llegó al Congreso por representación proporcional, que si bien es notorio por tratarse de haberle hecho competencia al municipio bastión a nivel nacional del PAN, sigue demostrando la precaria permeabilidad institucional de un partido como Movimiento Ciudadano tanto entre la población (2) como entre la clase política de Garza García (3). (0/3)
Quien sí tiene estos elementos a su favor es Homero Niño de Rivera, actual Secretario de Ayuntamiento. Cuenta con el respaldo de la clase política, encabezada por el alcalde (1) y ha sido electo por mayoría relativa a la Diputación Federal de la circunscripción, lo cual implica aceptación entre la población (2), así como respaldo entre la dirigencia partidista a nivel federal (3).
Su mayor desafío para competir sería la dirigencia estatal y municipal (4), que en la pasada elección mostró molestia ante la tercera postulación de Mauricio Fernández al cargo. Personajes como Alberto Coronado o Álvaro Suárez podrían complicarle el camino al exigir una renovación de grupos. (3/4)
Monterrey
La capital del Estado es pretendida por José Arturo Salinas, coordinador de la bancada del PAN en el Congreso Local. Habiendo sido director jurídico del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, se puede asegurar un respaldo por parte de la dirigencia nacional (1). En la dirigencia estatal, encabezada por su amigo Mauro Guerra, tiene también apoyo (2).
También ha sido diputado federal, pero a diferencia del caso de Niño de Rivera, esto no implica necesariamente reconocimiento ante la población (3), pues Salinas fue plurinominal.
Su mejor carta a jugar en este escenario es distanciarse de Margarita Arellanes e impulsar el proceso en su contra para así deslindarse del estigma corrupto de las administraciones municipales panistas.
La única posibilidad de que Salinas no compita es que se sume a nivel directivo de la campaña presidencial del PAN, siendo más afín a Ricardo Anaya. (2/3)
La diputada “independiente” Karina Barrón también aspira a llegar al Palacio de Cristal. La disidente de Acción Nacional carece de estructura (1) que si quiera la pueda colocar como contendiente, no tiene apoyo popular (2) y no hay forma que sus novedosos zapatos de 17,000 pesos le ayuden a conseguirlo. Sumen nula preparación académica y política (3). (0/3)
Adrián de la Garza, el alcalde en funciones tendrá la posibilidad de reelegirse en miras a la siguiente elección a gobernador. Hasta la fecha ha hecho un trabajo discreto (1), pero acciones contundentes contra las irregularidades de la administración anterior (2) lo elevarían hasta las nubes en los índices de aprobación. (1/2)
No descartemos a Felipe Enríquez, el candidato que perdió las elecciones contra Margarita Arellanes hace cuatro años y que fue enviado por su padrino, el entonces presidente electo, a Uruguay como embajador justo después.
Ayer (miércoles 17) sostuvo un encuentro privado con Enrique Ochoa Reza, en un marco de restablecer relaciones entre la dirigencia nacional del PRI y los liderazgos locales. Llama la atención que se le haya contemplada como un liderazgo local, pues desde aquella lección se mantuvo en el anonimato. ¿De qué hablaron?
El próximo viernes: Senado, San Lázaro y Guadalupe. Hagan sus pronósticos.
Hasta entonces.
______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”