Donald Trump™: política ‘a la gringa’

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El día de ayer se dio un paso muy importante sobre el rumbo que podría tomar el país más poderoso del mundo y que vivirá elecciones en noviembre próximo. Estamos muy cerca de conocer qué es lo que sucederá en Estados Unidos durante los siguientes cuatro años y todo el mundo ha puesto su atención en ello. Desafortunadamente, en quien más se ha puesto el ojo es en Donald Trump; quien en un principio parecía estar candidateándose él mismo, hoy es una realidad dentro del Partido Republicano.

Trump, fiel a su forma de ser y a su estilo arrogante, prepotente y confianzudo, se ha ganado la simpatía de muchos estadounidenses que ven en él una alternativa real para modificar la forma en la que el sistema político estadounidense funciona.

Muchas personas lo consideran como un hombre decidido a ganar y que utilizará todos los medios necesarios para hacerlo, sin pensar por un instante que la supremacía de Estados Unidos en el mundo no funciona de la misma forma que funciona el dinero en este país, sencillamente porque el mundo no es Estados Unidos.

Pareciera ser como si el mundo supiera que EEUU está a punto de dar un paso en falso y todo mundo le advierte, pero ellos, sumergidos en su propia esfera y creyendo que el mundo debe estar a sus pies, hacen caso omiso a las críticas globales y no atienden a las señales respecto al candidato que podría convertirse en Presidente. Hay que entender que si desacreditas a las dos religiones más grandes del mundo y que si consideras que tu vecino del sur (quien te provee de trabajadores, recursos naturales y con quien tienes una buena relación comercial) como un país de criminales y violadores, muy probablemente las cosas van a andar mal en el futuro.

Afortunadamente, la crítica existe también desde el interior del país. El pasado fin de semana, el comunicador John OIiver dedicó un gran segmento a hablar acerca de Donald Trump y de las cualidades que, según los mismos ciudadanos estadounidenses, lo perfilan como ser el principal candidato para asumir la presidencia. Lector, sin afán de arruinar tu experiencia al ver este video, me permito compartir algunas de las principales impresiones acerca de los temas a tratar.

Efectivamente, la supremacía de Trump tiene origen en elementos tanto tangibles como intangibles, pero son los segundos los que más sirven como arma de doble filo y a través de los que se puede desenmascarar al personaje que vemos en las ruedas de prensa y los mítines. Trump es una marca. Trump es branding. Trump es la ilusión del ‘sueño americano’ para los estadounidenses mismos. Tal como John Oliver lo ha dicho:

Trump y todas sus empresas y negocios son exitosas por sí mismas y porque la gente así lo cree. Donald Trump es la mascota de esta multimillonaria empresa así como Ronald McDonald es de la hamburguesera.

La pregunta: ¿A quién le gustaría haber heredado una compañía multimillonaria? ¿A quién le hubiera gustado tener un préstamo de un millón de dólares por ‘pequeño’ que pudiera ser? La respuesta: a cualquiera. Y es que si cualquiera tuviera el poder y la confianza que Trump tiene en sí mismo, muy probablemente tendríamos a muchos más candidatos a participar por la presidencia de Estados Unidos, pero lo más preocupante es que existiría una ‘crisis de la verdad’.

Aunque no en nuestro país, las elecciones por la presidencia de Estados Unidos nos deben importar y mucho. Lo que también nos debe importar es la veracidad, credibilidad y la precisión tanto en cada uno de los argumentos presentados como en sus presentadores. Así que, #MakeDonaldDrumpfAgain.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

¿Bush y Clinton? ¡Trump y Sanders!

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Hace poco menos de un año se daba por sentado que la pelea por ser el próximo inquilino de la Casa Blanca iba a ser entre familias titanes de la política estadounidense. Por el lado republicano, los Bush, y por el demócrata, los Clinton.

Muchas cosas han cambiado desde entonces y hoy tras el arranque de las elecciones primarias en Iowa y New Hampshire estamos hablando de dos favoritos que en ese tiempo pocos nos imaginábamos. ¿Qué sucedió? ¿Qué efectos ha tenido en Estados Unidos? Intentemos darle respuesta.

Jeb Bush, ex Gobernador del estado naranjero de Florida, pintaba como un favorito al inicio de las precampañas del Partido Republicano. Pocos esperaban la llegada de Donald Trump, empresario neoyorquino y personaje de televisión, que supo dar en el punto del votante republicano.

Desde el primer día habló sobre el “desastre” que es actualmente Estados Unidos, acusó a los mexicanos de “violadores, rateros y asesinos”. Sus propuestas, aunque suenan imposibles, son lo que muchos estadounidenses quieren escuchar.

¿Qué sucedió con Jeb? Bush seguramente abandonará pronto la carrera por la candidatura republicana y su sueño de ser Presidente como fueron su papá y su hermano.

George W. Bush dejó a Estados Unidos con un problema económico y otro de relaciones públicas con el mundo tras sus dos guerras innecesarias. Si le sumamos que a Jeb le falta carácter al momento de debatir, eso es pavimento para que candidatos como Trump, Ted Cruz y Marco Rubio lo superen hoy en los debates y las primarias.

En el lado demócrata, Hillary Clinton, ex Primera Dama y ex Secretaria de Estado, pintaba como la favorita para llevarse todo. La llegada de Bernie Sanders, Senador por Vermont y con un perfil más izquierdista (si le podemos decir así), derrumbó este pronóstico tras casi dar la sorpresa en Iowa y ganar en New Hampshire.

Las propuestas de Sanders van desde aumentar los salarios mínimos, cobrarle más impuestos a la clase alta y hasta que el Estado tenga más control sobre la educación y la salud.

A Clinton, como a Bush, le afecta su pasado. Hillary ha sido muy cuestionada por su papel al frente del Departamento de Estado del 2008 al 2012. También el año pasado sufrió el golpe del escándalo por utilizar en comunicaciones oficiales el servidor de las cuentas de correo electrónico personal en lugar de los servidores más seguros del Gobierno federal.

Para muchos, Clinton puso en peligro los intereses de Estados Unidos durante ese tiempo, pues fácilmente las comunicaciones secretas se pudieron haber filtrado.

Tanto a Bush como a Clinton les afectaron factores externos y cercanos. El desgaste político entre los dos lados es muy claro y esto mismo ha causado que candidatos no tradicionales como Trump y Sanders estén más cerca de conseguir su boleto hacia la Casa Blanca.

Cabe mencionar que Trump es hoy por hoy un peligro para el mundo. Su retórica hacia las minorías es muy peligrosa, sólo provoca más odio y racismo. De hecho la membresía al Ku Klux Klan ha ido en aumento y en algunos eventos de Trump gente del público ha gritado cosas como “White Power!”.

Bernie Sanders, por su parte, parece el más sensato, el que habla con la cabeza y el que tiene bien fundamentadas sus propuestas. Eso sí, para que Sanders pueda ganarle a Trump tendría que subir a su barco a Hillary, pues de no hacerlo corre el peligro de dividir más el voto demócrata.

Sea cual sea el resultado en julio próximo, cuando se deciden los candidatos, y el 8 de noviembre, cuando es la elección general, va a ser muy interesante ver qué pasa en el panorama político de ese país.

Al final del día ambos candidatos están cambiando las reglas de lo que el público estadounidense usualmente elige, algo como el fenómeno de los independientes en México. ¿Podría ser éste un reflejo de lo que veremos en el 2018 en nuestro País?

Defendiendo a Trump y su Factor Bronco

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Donald

Llegamos al tercer round de las elecciones primarias en Estados Unidos y el candidato preferido de la prensa, Donald Trump, volvió a ganar.

Mucho se habla de él, se le acusa de fascista, racista y de ser casi primo hermano del demonio. Sin embargo, nadie se enfoca en la situación real de su popularidad. Trump representa el Factor Bronco por su retórica “antiestablishment”, por la manera ríspida de decir las cosas, su rechazo a la “corrección política” y por la sobreexposicion de la prensa a su persona.

El Partido Republicano tiene una crisis terrible en su identidad, en sus aspiraciones y lo que ofrece a sus seguidores. Una crisis de credibilidad que se muestra claramente cuando ya casi todos los gobernadores y exgobernadores que han competido están fuera de la contienda. Y claro está, la presencia de Trump impacta.

El Partido Republicano tiene una crisis terrible en su identidad, en sus aspiraciones y lo que ofrece a sus seguidores.

Trump se ha ganado al republicano por su exacerbado nacionalismo supremacista que tiene muchos adeptos principalmente en el norteamericano de clases populares. Trump es popular por los realities donde ha participado, incluso en sus participaciones en la lucha libre WWE. Es extremadamente popular en ese sector del norteamericano principalmente de raza blanca que ve cómo los “otros” atentan contra los intereses de su “patria”. Esos otros son los musulmanes, los inmigrantes ilegales y hasta los matrimonios igualitarios.

Se han dicho muchas mentiras de Trump y la prensa (en sus intereses particulares) atacará con todo a Trump para desestabilizar su proyecto. El lobby hispano en particular de la mano de sus brazos Univisión y Telemundo pinta a Trump como el villano de la película, sin ver más allá sus propuestas, que tal vez no son lo mejor, este sujeto tiene experiencia empresarial, de negociación y sobre todo, no está “manchado” por ser político como Ted Cruz o Marco Rubio.

Trump representa un golpe contundente a la imagen del político tradicional, de trayectoria, de carrera legislativa que al ciudadano común ya no le convence.

Si bien, Trump no está como candidato independiente, técnicamente es más “independiente” que el gobernador Jaime Rodríguez dado que nunca ha participado en puestos de elección popular antes. Los dos han irrumpido en tiempos de crisis partidista, uno ganó, el otro está en veremos.

Trump representa un golpe contundente a la imagen del político tradicional, de trayectoria, de carrera legislativa que al ciudadano común ya no le convence.

En estos días, probablemente se bajen de la contienda tanto el Gobernador de Ohio John Kasich y el neurocirujano Ben Carson; Cruz y Rubio tienen que hacer algo para que la fragmentación del voto republicano que ha causado Trump no les gane al final. Sin embargo, de Cruz y Rubio no se hace uno, ambos son grises y amargos ante el “rockstar” de Nueva York.

Trump es un populista de la derecha conservadora que en caso de que ganara la candidatura y la presidencia misma no podría cumplir la mayoría de sus propuestas ultra radicales por la misma naturaleza de que las leyes tienen que ser votadas por el Congreso.

¿Y lo del muro? Bueno… También Fox se aventó aquella de “vamos a sacar de Los Pinos a las víboras prietas, las tepocatas y todo tipo de alimañas” que luego terminó apoyando… De lengua todos nos comemos un taco…
Lo dicho, dicho está.

Trump: Una amenaza para México y el Mundo

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“Aunque me ponga en la 5ta Avenida a dispararle a la gente, no perderé votantes”, fueron la palabras de Donald Trump durante uno de sus eventos de campaña en Sioux, Iowa. Estas palabras son sólo una pequeña muestra de cómo Trump es no sólo una amenaza para los Estados Unidos, sino como Trump es realmente una amenaza para el mundo entero.

Esa no ha sido la única que vez que el señor del copete dorado hace alguna referencia a favor de la violencia. Tan sólo el día de ayer en otro evento en Iowa le pidió al público que si veían a alguien dispuesto a aventarle tomates, lo golpearan y él pagaba los gastos legales. Lo preocupante no son las palabras de “The Donald” lo preocupante es que sigue siendo el candidato favorito entre los votantes republicanos, una muestra de la degradación de la sociedad en los Estados Unidos.

En las manos de un demente estaría el país con mayor capacidad militar del mundo.

Donald es un reto para la democracia de Estados Unidos. Por primera vez, un candidato sin experiencia política se le está poniendo al tú por tú a gente de la estatura de Jeb Bush, Marco Rubio e incluso Hillary Clinton. Pero ese no es solamente el reto: un candidato fascista como Trump puede llegar a la Casa Blanca y volverse el líder más poderoso del mundo libre, es decir, en las manos de un demente estaría el país con mayor capacidad militar del mundo.

¿Qué significa esto? Que la paz que impera entre los países democráticos podrían quebrantarse ante una figura que claramente no sabe medir lo que dice y que, peor aún, tiene el apoyo de la población.

El discurso de Trump está lleno de odio, pues su público también lo está. Se expresa de una forma horrible de los mexicanos (somos su principal objetivo), musulmanes (propuso prohibirles la entrada a EU), y contra cualquier minoría étnica. ¿No te da miedo esto? Estados Unidos podría caer en las manos de un personaje parecido a Adolfo Hitler y arrastrar al mundo a otro conflicto internacional sin precedentes.

Tal vez no gane, pero ya abrió la Caja de Pandora; en sus eventos, ya hay gente que grita: “White Power!”.

Estamos aún lejos de la elección del mes de noviembre, pero todo parece indicar que Donald Trump será el candidato del Partido Republicano. Tal vez no gane, pero ya abrió la Caja de Pandora; en sus eventos, ya hay gente que grita: “White Power!”. El Ku Klux Klan ha tenido un incremento en su membresía, y el odio hacia los latinos, asiáticos y musulmanes en Estados Unidos va para arriba.

Como bien diría Felipe Calderón de AMLO en el 2006 y en el 2015 de “el Bronco”: “es una amenaza para México”. Hoy yo digo y sin cola política: Trump es una amenaza para México y el mundo.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”