Pareciera como si el fin estuviera a punto de llegar. La clase política en el país ha perdido tanta credibilidad que da miedo. Miedo de ya no temerla a las apariencias y ya no buscar si quiera una legitimación que parece pérdida. El político de la vieja escuela en México está dando sus últimos respiros, pero al parecer también se ahorca solo.
Presenciamos, quizá, el caos más grande de México en los últimos 30 años. Los ciudadanos- para bien y mal- están tan hartos de sus gobernantes que han decidido salir a las calles a levantar la voz, y en ocasiones, a descargar su desesperación en forma de actos de vandalismo y violencia.
Y ¿cómo no estar hartos de una clase política tan pobre? ¿Cómo defender a una camada de gobernantes tan cínicos y además incapaces?
La realidad es que la corrupción en el país representa ya una fuga de egresos insostenible. En un país donde la economía ya ni si quiera es estable, donde el alza al salario mínimo es prácticamente nula y donde los servicios básicos siguen disparándose hasta los cielos resultado de pésimas gestiones gubernamentales y de una inexistente continuidad de proyectos.
La gran crisis de políticos en México nos está dejando grandes costes. Enrique Peña Nieto, que llegaba a la presidencia bajo dos lemas que pretendían modernizar la baraja política en el país. Desde el “Nuevo PRI” hasta el “Saving México” hoy tiene en sus filas tan solo un 7% de credibilidad entre los ciudadanos de México según algunas casas encuestadoras.
Javier Duarte y una de las gestiones más oscuras de gobernadores, plagado de sangre, violencia, despilfarro, corrupción e impunidad. Borges y Padrés, dos gobernadores que salieron cortados con la misma tijera, pero de diferente color.
Hilario Ramírez mejor conocido como “Layin”, un alcalde que sí robo, pero poquito. Actualmente se perfila para ser un serio candidato a la gubernatura de Nayarit, a pesar de los grandes escándalos por sus fiestas despampanantes, por levantarle la falda a las mujeres en plenos bailes públicos e incluso por regalar coches a personas que se hacen virales por las redes sociales.
Definitivamente vivimos la peor crisis de la clase política en México, en vísperas de los comicios electorales del 2018 no hay esperanza y la realidad es que tampoco hay razones para tenerla.
¿Qué estamos haciendo como sociedad para salir de ésta crisis? O ¿Tenemos a la clase política que merecemos? Lo dejo a su consideración. Por cierto, felices XV años de Rubí y un saludo al “talentoso” Lady Wuuu.
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