Biden ofrece a AMLO trato de iguales

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ofreció a su homólogo Andrés Manuel López Obrador no dar a México un trato de amigos del sur, sino un trato de iguales.

Durante la primera reunión entre los dos mandatarios, el estadounidense aseguró que su Gobierno construye una nueva relación con México, basada en el respeto.

“Siempre dije que no iba a ser la política de buenos vecinos sino la política de iguales. Y en realidad, señor presidente, ya no usamos expresiones como nuestros amigos del sur, sino que estamos hablando de nuestros pares, nuestros países están en pie de igualdad y eso es lo que me gusta. Y en realidad es una nueva relación, una relación emergente que se basa en el respeto mutuo”, dijo Biden en rueda de prensa en la Casa Blanca.

Por su parte, López Obrador correspondió el mensaje y celebró la postura de Biden.

“Él quiere que el trato sea respetuoso y entre iguales. Me lo manifestó desde la primera vez que conversamos por teléfono, ya como presidente de Estados Unidos, me dijo de que no nos iban a ver como el patio trasero, cosa que agradecemos, porque de esa manera no necesitamos estar reafirmando nuestros principio de independencia y de soberanía. Agradecemos mucho ese trato respetuoso y vamos a ayudar, vamos a participar para la integración económica de América del Norte y de todo el continente, fortalecer nuestra región ante el avance de otras regiones en el mundo, integración económica con respeto a nuestra soberanía”, expresó el mandatario mexicano.

Por otro lado, López Obrador cumplió con lo anunciado la semana pasada en Nueva York, donde adelantó que expresaría a Biden su pleno respaldo al plan para regularizar a 11 millones de migrantes.

“Deseamos que lo apoye el Congreso, los legisladores del Partido Demócrata como el Partido Republicano. La reforma beneficiará a millones de mexicanos que viven honradamente en Estados Unidos. Es una iniciativa con dimensión social y para hacer justicia”.

Por su parte, Biden destacó la relevancia de su Plan de Infraestructura y Gasto Social para una reactivación económica y reconoció que, en las conversaciones, se abordarán temas como control de la pandemia y migración.

López Obrador admitió la importancia del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá como elemento para la integración económica de Norteamérica.

Las expresiones públicas de ambos Jefes de Estado se registraron luego de una reunión privada de apenas unos minutos.

Siete días

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Algo curioso de la política estadounidense, es que las campañas a la presidencia duran demasiado. El presidente que busca reelección está básicamente 3 años y medio en campaña, y cualquier otro candidato debe recorrer en promedio un año y medio, desde que anuncia sus intenciones de competir, hasta el día de la elección general.

Y ya sólo faltan 7 días. De hoy en una semana estaremos siendo bombardeados (aún más) de información referente a lo que suceda en las urnas del vecino del norte. Los antecedentes no se los tengo que contar, porque ustedes ya los saben. Donald Trump y Michael Pence defienden sus cargos contra Joseph Biden y Kamala Harris. Hay quienes creen que Trump y Pence ganarán de nuevo sin mayores problemas, aunque los números indiquen lo contrario. Repasemos:

El modelo estadístico FiveThirtyEight (que es en el que yo personalmente más confío) le da un 87% de probabilidad de victoria a Joe Biden. Le da ventaja en estados clave con Pennsylvania, Florida y Carolina del Norte, así como empate técnico en Iowa y Georgia. También le da ventaja a los demócratas para mantener la Casa de Representantes y recuperar el control del Senado. Realmente todos los medios confiables (en serio, todos) le dan ventaja a Biden. Algunos más que otros pero el exvicepresidente aventaja en todos.

Otro modelo que reviso todos los días es el de The Economist. Este le da a Joe Biden un 96% de probabilidad de ganar el Colegio Electoral, y un 99.5% de probabilidad de ganar el voto popular. 

Cabe recordar que en Estados Unidos no te sirve de nada ganar el voto popular si no se gana el Colegio Electoral. 

Este sistema reparte “electores” entre todos los estados de la Unión, según el número de representantes que se tengan ante el Congreso. Por ejemplo, si Alabama tiene 7 representantes y 2 senadores, le corresponden 9 votos electorales. Y así con todos los demás. La cantidad de representantes se determina a través del censo que el gobierno realiza cada década, para asegurar que los estados tengan representaciones que se ajusten a la cantidad de gente que vive en esos estados. 

Volviendo al tema, ya sé lo que estás pensando. “Pero es que Hillary Clinton igual aventajaba a Donald Trump y mira como terminó todo”. Y sí, tienes razón. Y de hecho aún con esta desventaja Trump tiene reales posibilidades de ganar, pero te voy a contar por qué esta vez es diferente.

Primero, el promedio de ventaja que Hillary tenía sobre Trump en las encuestas era de 3 o 4 puntos, es decir, dentro del margen de error que las casas encuestadoras advierten. Al día de hoy, Joe Biden tiene 9 puntos de ventaja sobre Trump, en ocasiones sacando hasta doble dígito. Esto ya esta fuera del margen de cualquier error estadístico.

Segundo, en 2016 Hillary era quien recibía las críticas de la situación en la que se encontraba Estados Unidos, porque era la candidata del partido en el poder. Este año, el responsable es Donald Trump, y su aprobación no goza de números que lo puedan hacer sentir tranquilo respecto a su reelección.

Tercero, desde el año pasado los expertos del tema comentaban que mientras la economía estuviera bien, Trump ganaría sin problema. Con la llegada de la pandemia, la economía estadounidense colapsó. Si bien el virus no es culpa de Trump, quedó a deber con su respuesta y su última carta fuerte se desvaneció.

Cuarto, la situación social en Estados Unidos es delicada. La injusticia racial y otros grandes problemas impulsan a aquellos que normalmente no votan, a participar. De hecho, la cantidad de gente que está votando con anticipación es 10 veces mayor a la de 2016.

En pocas palabras, es muy, muy probable que 2021 comience con un nuevo inquilino en la Casa Blanca. Pero tampoco es imposible que Trump gane. Por ejemplo, por más mal que se vea en los números, sólo le bastaría ganar Florida, Pennsylvania y Wisconsin (además de todos los estados en los que mantiene ventaja) para así voltear la tendencia y quedarse con la presidencia. Difícil, sí, imposible, para nada.

Es muy interesante observar cómo se maneja la política estadounidense. No hace falta mencionar las implicaciones que los resultados del 3 de noviembre tendrán para nuestro país. Te invito a mantenerte al tanto, y si tienes alguna pregunta, no dudes en mandarme mensaje. 

Aseguran que joven buscaba “ejecutar” a Biden

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Un joven arrestado en Carolina del Norte con una camioneta llena de armas y explosivos rondó a unos 6 kilómetros de la casa del demócrata Joe Biden con una lista de tareas que incluía “ejecutarlo”, según indican documentos judiciales.

Alexander Hillel Treisman, de 19 años, fue procesado en septiembre bajo cargos de pornografía infantil y las acusaciones están contenidas en una orden de detención presentada este mes en el Tribunal de Distrito Federal de Durham, en Carolina del Norte.

Según esos documentos, divulgados este viernes por medios locales, los empleados de un banco en Kannapolis, al noreste de Charlotte, dieron cuenta el 28 de mayo de la presencia de una camioneta blanca, aparentemente abandonada.

Dentro del vehículo la Policía encontró cuatro fusiles, incluido uno de asalto Sig Sauer, una pistola de 9 milímetros, un cilindro con materiales explosivos, cajas de munición, dibujos de cruces esvásticas y de aviones estrellándose contra edificios, así como 500 mil dólares en efectivo.

Los cargos indican que entre marzo y mayo, Treisman mantuvo en redes sociales un meme con la pregunta “¿Debería matar a Joe Biden?”, y buscó el domicilio del ex vicepresidente quien, para entonces, era ya el candidato presidencial seguro del Partido Demócrata en las elecciones del 3 de noviembre.

Asimismo, el sospechoso buscó en internet información sobre las leyes estatales sobre armas de fuego, y aparatos de visión nocturna.

Los documentos judiciales indican que Treisman compró un fusil de asalto AR-15 en New Hampsire y condujo su vehículo a un restaurante Wendy’s ubicado a unos 6 kilómetros de la residencia de Biden.

Según el Buró Federal de Investigaciones (FBI), el sospechoso, que reconoció a los agentes su interés por los atentados terroristas y los tiroteos masivos, había escrito una lista de tareas a realizar en la que marcó “ejecutar”.

El FBI también encontró “un total de mil 248 videos y 6 mil 721 imágenes de pornografía infantil, así como 637 videos e imágenes de pornografía infantil que contienen escenas de sadismo y/o masoquismo”, según los documentos judiciales.

La Policía de Kannapolis arrestó a Treisman el 28 de mayo, cuando fue a buscar su camioneta al estacionamiento donde la había dejado, después de que autoridades encontraron en ella las armas y explosivos.

(Fuente: EFE)

Rompe Estados Unidos récords de voto anticipado

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Estados Unidos ha roto récords este año en cuanto al volumen de votos por anticipado que se han emitido, con más de 35 millones, a dos semanas de las elecciones presidenciales.

Catorce días antes de la fecha oficial en la que se dará a conocer al ganador entre Trump y Biden, ya se ha alcanzado el 70% del volumen total de votos por anticipado que se emitieron en los comicios de 2016, según un análisis publicado este martes por The Washington Post.

Más de 35 millones de estadounidenses ya se han manifestado en las boletas electorales -en medio de una creciente preocupación en torno a problemas con la votación por correo-, conforme a lo descrito por el independiente Proyecto de las Elecciones en EU.

Hace cuatro años, en las mismas fechas, de acuerdo con el mismo ente, menos de 6 millones de personas habían votado ya.

– Un cuarto de los votantes de 2016 –

Las papeletas que se han emitido por adelantado hasta el momento suponen, además, el 25% de los 136 millones de votos que se contabilizaron en total durante las elecciones del 2016, cuando Trump se impuso ante la demócrata Hillary Clinton.

Debido a que los simpatizantes registrados del Partido Demócrata han votado en mayor proporción que los republicanos en estados que proporcionan información sobre las preferencias electorales, como Florida, Carolina del Norte y Pensilvania, los partidarios de Biden se han mostrado esperanzados.

Conjuntamente, gran parte de quienes han votado por adelantado han sido mujeres y gente afroamericana, dos perfiles que -según datos regionales revistados por el Post- tienden a respaldar al partido azul.

No obstante, la campaña del Presidente Trump ha asegurado que sus seguidores prefieren votar el día de las elecciones. Estos votantes, de igual forma, han manifestado que prefieren ejercer su voto en persona que por correo.

Pese a que el 53% de quienes han votado por anticipado a lo largo de una veintena de entidades son demócratas y sólo el 25% republicanos, la diferencia se estrecha cuando se presta atención a quienes han ejercido el derecho en persona: 43% demócratas y 36% republicanos, de acuerdo con el Proyecto de las Elecciones.

– La complejidad del voto por correo –

A causa de la pandemia de Covid-19, las posibilidad de votar por correo se han ampliado este año; doce de los estados de la Unión Americana -entre ellos entidades claves como Arizona y Ohio- envían automáticamente solicitudes de votos postal a los hogares de cada uno de los electores registrados, mientras que otros diez mandan directamente las papeletas.

Sin embargo, en algunos estados, como Pennsylvania y Michigan, también considerados como demarcaciones bisagra, está prohibido empezar a procesar los votos emitidos por adelantado hasta el día de las elecciones. Esta situación podría generar un probable retraso en el recuenta de las papeletas.

En casi de que dichos votos acaben por inclinar dichas entidades en favor de Biden momentos después de que se estimara que iban a engrosar la columna de Trump, muchos observadores han expresado su temor por la posibilidad de que el Mandatario no reconozca el resultado, un escenario extremo que podría derivar en una crisis constitucional.

Igualmente, la entrega de cartas y paquetes por correo también ha provocado preocupación en al menos diez entidades clave, en las que el servicio de paquetería de primera clase ha ido un 7.8% más lento que a principios del año, conforme a datos del Servicio Postal que también fueron analizados por TWP.

Estos retrasos se deben en parte a los recortes que los dirigentes del Servicio Postal nominados por Trump empezaron a implementar este verano, aunque finalmente dieron marcha atrás ante la fuerte polémica generada en el país.

Las perturbaciones al interior del Servicio Postal podrían tener un impacto decisivo, ya que en estados bisagra como Michigan, Wisconsin y Georgia no se aceptarán papeletas que lleguen después del 3 de noviembre, aun si su sello postal data de una fecha previa. Mientras tanto, en lugares como Carolina del Norte no se tramitarán votos recibidos después del día 6.

(Fuente: EFE)

Pide Sanders unión contra autoritarismo de Trump

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El senador de Vermont y ex aspirante presidencial demócrata Bernie Sanders, aseguró que el presidente Donald Trump está conduciendo al país al autoritarismo y que es urgente elegir a Joe Biden como mandatario.

“Estamos en la peor crisis de salud en un siglo. Y en medio de todo esto, tenemos a un presidente que no sólo es incapaz, sino que nos está llevando a un camino de autoritarismo. Necesitamos una respuesta sin precedente. Necesitamos a Joe Biden como el próximo presidente. Bajo esta administración, el autoritarismo ha tomad raíz en nuestra nación”.

Sanders agradeció a las personas que impulsaron su campaña en 2016 y para este 2020.

“Nuestra campaña terminó hace muchos meses, pero nuestro movimiento continúa. Seamos claros: si Donald Trump es reelegido, todo nuestro progreso está amenazado”, afirmó el senador.

Por otro lado, afirmó que aunque no coincide totalmente con él, la agenda de Biden, impulsa la de su movimiento en ciertos puntos como los derechos laborales, la reforma a la justicia y la salud universal.

“El futuro de nuestra democracia está en juego. El futuro de la economía está en juego. El futuro del mundo está en juego. Debemos unirnos para derrotar a Donald Trump”.

Trump critica a Joe Biden por usar cubrebocas en público

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El candidato del Partido Demócrata para presidencia, el exvicepresidente Joe Biden, reapareció este lunes con el rostro cubierto para rendir tributo a los soldados muertos en combate, y poco después fue blanco de las críticas del presidente estadounidense, Donald Trump, que no aludió al tema de la máscara, que él se niega a usar en público.

Vestido de negro y acompañado de su esposa, Jill Biden, el líder demócrata dejó una ofrenda floral en un monumento en honor a los veteranos de la guerra en Delaware, en la que se convirtió en su primera aparición en público desde marzo pasado.

Estados Unidos contabiliza más de 1.6 millones de casos confirmados de COVID-19 y unas 98 mil muertes a causa de la enfermedad, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

El exvicepresidente, quien es el único candidato demócrata tras el retiro de sus rivales, quienes han apoyado su postulación, ha desarrollado su campaña de manera virtual.

El diario The New York Times se refirió a un comunicado emitido por la campaña de Biden, en el que destacaban que “es más imperativo que nunca honrar y recordar a los veteranos y sus familias, que sacrificaron todo para esta nación“, pero que no precisaba los planes futuros del exfuncionario.

Horas después, el presidente Trump publicó mensajes en su cuenta de Twitter en los que criticaba a Biden.

 

 

 

(Con información de EFE y López-Dóriga digital)

Biden y Sanders: hacia la recta final

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La jornada de antier con el Super Tuesday representa un parteaguas en la evolución de la carrera interna de los demócrata. Biden y Sanders fueron los grandes ganadores, mientras que Warren y Bloomberg (ya fuera de la contienda), los perdedores. El Partido Demócrata se reconfigura y dos candidatos despuntan frente al resto.

Entendiendo que dentro del partido hay dos claras posturas (una más hacia la izquierda y la otra más moderada), para Sanders la carrera había sido relativamente más sencilla: un discurso disruptivo, una candidatura diferente y un buen arranque tanto en las encuestas como en los debates. No hace mucho Sanders obtuvo resultados que lo catapultaron por encima del resto y se veía que despuntaba lo suficiente en comparación con el resto.

Para él, Warren representa la única amenaza en el espacio donde compite. La senadora había demostrado que podía mantenerse vigente explorando el tema del enfoque de género, pero desafortunadamente los resultados no la acompañaron. Cualquier candidato o candidata que quede en tercer puesto en uno de sus propios bastiones se enfrenta a una derrota segura.

Más que pensar en un regreso, en los medios y en las redes la pregunta más bien es cuándo finalmente abandonará la contienda. Sin lugar a dudas será una baja muy sensible, pues no solo define el resto del camino para Sanders, sino que significa que una vez más la ilusión de que una mujer pueda presidir los Estados Unidos se queda en el tintero.

En el ala moderada, la pluralidad de candidaturas parecía que nublaba las posibilidades de Biden. Aunque hoy resulta muy fácil decir que él siempre fue favorito, hay que recordar que Buttigieg fue el gran ganador en Iowa y que Biden tuvo un fuerte tropiezo tanto al inicio como en varios debates. Su candidatura no ha sido tan fluida como esperaba, pero gracias a la retirada del propio Pete y los recientes apoyos expresos de Klobuchar y Bloomberg (acumulando un gasto de más de $400 millones en tan solo unos meses), el camino le queda más sencillo y es, virtualmente, el único que aglutina el voto moderado.

“Comeback grandpa” (Biden) parece ser que tiene grandes posibilidades de conseguir el resultado final. Aunque todavía estamos a medio camino, el hecho de llevar la delantera y recuperarse después de un revés le da un impulso que da pie a que siga cosechando buenos resultados. Sanders sigue haciéndole frente y, una vez más, el ala moderada y la izquierda demócrata se miden para, como hace cuatro años, luchar contra Donald Trump. En aquél entonces, Biden poco podía hacer para abollarle el camino y Sanders, quien finalmente perdió ante Hillary, ahora busca una revancha directa contra el actual presidente.

Ahora que hay dos claros favoritos, la campaña dará un respiro y se concentrará en el verdadero rival. En lugar de desgastarse y quererse diferenciar entre ellos, los mensajes ahora tienen claves distintas. “La política tradicional vs. la política moderna” (Sanders) y “Sólo un verdadero demócrata sacará a Trump de la Casa Blanca” (Biden) son las claves de lo que viene.

La moneda está en el aire, pero ya viene de bajada. Cara o cruz. Biden o Sanders

Buttigieg abandona la contienda demócrata para la Presidencia de Estados Unidos

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El candidato demócrata Pete Buttigieg abandonó este domingo la carrera para ser el próximo candidato de su partido en las elecciones presidenciales de 2020.

“Esta noche tomé la difícil decisión de suspender mi campaña por la presidencia (…) pero haré todo en mi poder para garantizar que tengamos un presidente demócrata en enero próximo”, dijo Buttigieg sin especificar a quién respaldará.

“Nuestro objetivo siempre ha sido ayudar a unificar a los estadounidenses para vencer a Donald Trump (…) y reconocemos que en este momento en la carrera la mejor manera para mantener la esperanza en esos objetivos e ideales es apartarnos y ayudar a unificar a nuestro partido y país”, agregó.

En un emotivo discurso que dio en la ciudad de Indiana que gobernó, South Bend, el político de 38 años les pidió a sus seguidores “continuar en la causa asegurando de generar cambios en la Casa Blanca”.

Buttigieg entró en la contienda de las primarias demócratas como un joven con políticas moderadas al que no le importó declarar abiertamente que es homosexual y está casado. Ante decenas de simpatizantes, él dijo que espera que otros vean que fue posible para un político gay “liderar una campaña presidencial con su esposo a su lado”.

Inicialmente, su nombre no estuvo entre los favoritos, pero poco a poco comenzó a subir en las encuestas e incluso llegó a liderar algunos sondeos de opinión. Además, su triunfo en Iowa, aunque por un estrecho margen, lo puso nuevamente como uno de los posibles contrincantes a Donald Trump en 2020. Sin embargo, en las siguientes contiendas para la designación del candidato demócrata, Buttigieg comenzó a tener resultados menos prometedores.

“Nada de esto habría sucedido sin su apoyo, gracis al poder de la visión de esta campaña, prueba de que Estados Unidos tiene hambre de un nuevo tipo de políticos”, expresó la noche del domingo.

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Tolerancia cero “no es funcional ni moral”, dice el candidato Pete Buttigieg a Enrique Acevedo mientras comen tacos

El candidato “millennial, gay y episcopaliano”, como él mismo se describe, quedó en un modesto cuarto puesto en las primarias de este sábado en Carolina del Sur, lo que significa que no sumó ningún delegado. De hecho, según han ido avanzando las primarias hacia estados más diversos, su atractivo para los votantes se ha reducido, revelando las dificultades que tuvo su campaña para atraer a las minorías.

Hasta ahora, se situaba en tercer lugar en el conteo total de delegados, con 26, por detrás de Bernie Sanders (que lleva 58) y Joe Biden (50).

Las previsiones, según las encuestas, no eran buenas para Buttigieg para las próximas citas. Según una encuesta de esta semana de Univision Noticias, el exalcalde de South Bend tenía solo un apoyo del 6% en Texas, uno de los estados que vota el próximo Supermartes y en el que se decidirán 261 delegados, el mayor número después de California.

Pese a su pronta salida, la presencia de Buttigieg pasará, sin duda, a la historia. Con solo 37 años, solo dos más que lo que marca la ley para ser presidente de Estados Unidos, se hubiera convertido el mandatario más joven en la historia estadounidense y también el primero abiertamente gay. Tienen experiencia militar (fue veterano en Afganistán) y es muy religioso, dos cosas a las que alude en sus discursos, a los que suele acudir con su esposo.

(Fuente: Univision)

Resultados preliminares dan empate técnico entre Buttigieg y Sanders en Iowa

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El senador Bernie Sanders y el ex Alcalde Pete Buttigieg avanzaron al frente entre otros aspirantes demócratas a la Presidencia luego de que fuera revelados los primeros resultados de las asambleas de Iowa. 

Buttigieg obtuvo un 26.9% en el cálculo de delegados y Sanders recibió 25.1%. Elizabeth Warren tenía 18.3% y el ex Vicepresidente Joe Biden quedó en cuarto lugar con 15.6%.

Mientras tanto, en el conteo del voto popular, Sanders logró un 28% de los votos y Buttigieg 27%.

Los resultados llegaron con horas de retraso a causa de una falla en el sistema de entrega de datos a través de una aplicación móvil, según reportó el Partido Demócrata.

“La entrega de los resultados y las circunstancias alrededor de los caucus de Iowa de 2020 son inaceptables. Me disculpó profundamente”, reconoció Troy Price, líder del Partido en Iowa. 

El proceso del caucus, una asamblea abierta donde los votantes pueden elegir, debatir y cambiar su apoyo a un precandidato, inició a las primarias demócratas para elegir al rival del presidente Donald Trump en noviembre.

El proceso llega a Iowa después de que los demócratas llevaban meses promocionando la consulta como oportunidad para depurar su fila de aspirantes.

Sin embargo, al final del día no hubo ganador claro y abundaron los reclamos de que Iowa debería dejar de tener el status de primero en la serie de contiendas internas.

 

Con información de Grupo Reforma. 

El Talón de Aquiles: EL RETROCESO DEL PROGRESO

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El 23 de junio de 2016, el 52% de los británicos votaron a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. El 3 de octubre, 50.21% de los votantes en un referéndum, seis millones y medio de colombianos, se opusieron a un acuerdo de paz. El 8 de noviembre, Hillary Clinton obtuvo más de dos millones y medio de sufragios que Donald Trump (voto popular), quien sin embargo ganó los votos electorales.

Presentar un texto argumentando que en este 2016 triunfaron el temor y la ignorancia es insuficiente, pues opinólogos y futurólogos ya se me adelantaron. Procedo entonces a desarrollar dos factores que dan profundidad a esa tesis: la incapacidad ciudadana a alimentar un régimen que requiere de participación de calidad, y una desconexión indulgente de las fuerzas políticas que deberían defender las conquistas sociales logradas durante la segunda mitad del Siglo XX, explican por qué estamos como estamos.

La democracia representativa: víctima del capitalismo (casi) salvaje

Soy el producto de un mundo socialdemócrata que la revolución neoconservadora de los años 1980 destruyó. Se me enseñó que cada derecho conlleva una responsabilidad, que es adeudo del ciudadano informarse y contribuir al debate, y que el interés colectivo pasa por encima del individual. No me considero “socialista”, mucho menos “comunista”, pero sin duda soy “izquierdista”.

 




Se me convenció que el principal rol del Estado es la moderación política: al redistribuir la riqueza y fortalecer la clase media, el Estado evita las derivas extremistas tanto de izquierda (revolución bolchevique) como de derecha (nazismo), que se alimentan de pobreza e ignorancia. La democracia solo funciona en donde la clase media, urbana, y educada, es fuerte. La educación es antídoto a la manipulación y demagogia.

Una de las primeras víctimas del neoliberalismo fue la educación. La obsesión por controlar el déficit fiscal y la nefasta idea que el sector privado siempre es mejor que el público, evaporaron presupuestos, debilitaron servicios, y alentaron privatizaciones.

La educación privada nunca ha sido reconocida por inculcar valores de solidaridad social; y la pública, aunque quisiera, no tuvo condiciones. Se crearon así brechas entre los que pudieron pagar una educación de calidad, y los que no.

Los resultados están a la vista: a los ciudadanos de hoy no les interesa lo público, ya sea porque no le dan importancia (creen que no la tiene), o debido al exceso de trabajo – la pauperización del mercado laboral también es una realidad – que no permite una participación política activa de calidad.

A este escenario agréguesele la explosión en importancia de internet, de las redes sociales, y la consolidación de una cultura en donde el límite entre espectáculo y realidad se borraron. Hoy, no se sabe qué información es real e irreal. Los “trolls” desinforman, distorsionan, y divulgan falsedades adrede a quienes no saben, y no quieren aprender a distinguir, como decía la canción, “entre besos y raíces”. Hoy, la política es espectáculo, el ciudadano espectador, y el votante consumidor.

Las marchas de salvación de la patria y de dignidad nacional organizadas por el uribismo contra un acuerdo de paz en Colombia, son ejemplo de ello. De nada sirvió defender uno de los acuerdos de paz más ambiciosos y sofisticados que se hayan firmado, que contaba con el apoyo unánime de la comunidad internacional.

Pudo más la desinformación. También eso explica el éxito de las campañas de los líderes aislacionistas del Reino Unido y de Trump, cuya sorpresa ante sus propias victorias apenas superó las evidentes muestras de la falta de preparación para las mismas. La cohesión social del consenso keynesianismo fue rota hace tiempo. Hoy, las consecuencias son evidentes.

Brechas y condescendencias

Claro, el neoliberalismo no es culpable de todo. La izquierda también lo es. Primero, dejamos de ser izquierda. Nos derechizamos. Nuestro supuesto proyecto inclusivo no lo fue tanto: siempre excluimos a religiosos y otros grupos que no dudamos en llamar “fundamentalistas”.

Si el Partido Demócrata hubiera defendido al proletariado blanco rural arruinado por la deslocalización empresarial fruto de la globalización, hubiera probablemente mantenido su apoyo. Pero la izquierda de Clinton, antiaborto y pro-gay (alienándose así el voto religioso y conservador) se convirtió además en la primera línea de defensa del libre comercio, con lo cual perdió el voto de los trabajadores. Segundo, existe en la izquierda una tendencia a la condescendencia.

Muchos nos vemos como una especie de vanguardia liberadora cuya misión es guiar a los alienados hacia el “progreso”. La educación, ese instrumento que extirpó nuestra ignorancia, nos da esa responsabilidad social, que constituye nuestra mejor muestra de consciencia y solidaridad.

Ser de izquierda es un privilegio de burgueses, y muchos de los votos “racistas, xenofóbicos, y sexistas” que vimos en 2016 son reacción a ese complejo de superioridad. ¿Cómo apoyar el aislacionismo en un mundo globalizado? ¿Cómo no entender que la paz es mejor que la guerra? Al ser parte de la “izquierda caviar”, nos hemos desconectado de las inquietudes del ciudadano común. Nos cuesta imaginar que haya gente que no piense como nosotros.

Los triunfos populistas de 2016 no nos gustan porque no se amoldan a la idea de progreso que nosotros, izquierdistas, hemos construido. Es casi patético constatar los fallidos esfuerzos del Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, para explicar, con complejos tecnicismos, sin duda correctos pero también aburridos, el acuerdo de paz, mientras Uribe ejecutaba una retórica simple, sin duda simplista aunque apasionada, que tergiversó lo acordado y le dio la victoria.

Y cuando el elector nos dijo que éramos nosotros los que no habíamos entendido su grado de frustración, los frustrados fuimos nosotros ante mayorías que se atrevieron a no compartir nuestra opinión portadora de valores progresistas dignas del siglo XXI.

Los resultados en el Reino Unido, en Colombia, y en Estados Unidos no son antidemocráticos porque son el fruto de lógicas democráticas, pero ponen en entredicho la construcción del ideal democrático de centro-izquierda, basado en el respeto, la tolerancia, y el reconocimiento de la diversidad, y en la defensa de minorías.

 




Las mujeres, que rara vez han sido minoría, también cuentan en esa visión, que ahora vemos en peligro en un mundo en donde las mayorías progresistas brillan por su inexistencia. En Estados Unidos, un tercio de los ciudadanos es incapaz de nombrar uno de los tres poderes de gobierno.

¿Cómo darle poder a tantos ignorantes? Filósofos como Platón y John Stuart Mill ya han propuesto ideas para limitar los efectos políticos perniciosos de la inopia popular. Es aquí, precisamente aquí, en donde se abre la puerta al autoritarismo de izquierda, tan peligroso como el de derecha.

Conclusión: tengo miedo

Queda todavía mucho por analizar. Se debe aceptar que esta racha victoriosa populista de derecha no se alimenta solo del temor e ignorancia: una buena proporción de la clase media, individuos con ingresos anuales de USD 100,000 o más, votaron por Trump, así como lo hicieron 42% de las mujeres y 29% de los latinos (más de los que votaron por Romney). Además, 43% de sus votantes tienen título universitario.

El retroceso del progreso ha causado una profunda división social: los treinta millones de personas votaron en el Brexit (la tasa de participación casi alcanza 72%), dividieron al Reino Unido entre Inglaterra y Gales (favorables a salir de la Unión Europea) y Escocia e Irlanda del norte (a favor de la permanencia).

Colombia, como Estados Unidos, es un país dividido, como lo muestra el proceso que actualmente se desarrolla para aprobar una nueva versión del acuerdo de paz (que sigue generando oposición). Tercero, las mayorías silenciosas pesan fuerte. El abstencionismo debe ser estudiado con mayor detalle.

 




En 2016, los intolerantes afirmaron su voz, por tanto tiempo irrespetada y ridiculizada. Basta de hablar de integración, de paz, de cambio climático, de musulmanes, y de comunidades sexualmente diversas: es hora de ocuparse de la gente “normal” con problemas reales. A partir de 2016, el fenómeno es mundial.

En Francia, los analistas monitorean con atención el apoyo a Marine Le Pen y al Frente Nacional. En Costa Rica, gárrulos oportunistas como Otto Guevara se atreven a reivindicar el discurso incendiario de Trump. Ya se propuso estudiar la abolición del beneficio de la nacionalidad costarricense a los hijos de nicaragüenses nacidos en Costa Rica. Veamos si se le ocurre construir un muro entre Costa Rica y Nicaragua.

El retroceso del progreso se alimentó por una derecha neoliberal que cercenó el consenso keynesiano, pero también por una “izquierda champagne” que en un inicio se quiso oponer, pero que terminó pactando con el capitalismo de la post-Guerra fría.

Ayer fueron los que vemos como “fundamentalistas reaccionarios” los que temieron la llegada a la Casa Blanca, de lo que vieron como un presidente negro, musulmán, que ni siquiera había nacido en Estados Unidos. Hoy, somos nosotros, izquierda y centro-izquierda, los que tememos la llegada a esa misma Casa Blanca de lo que vemos como un populista ignorante, irresponsable, e imprevisible. ¿Ignorancia versus prepotencia?

Fernando A. Chinchilla
San José (Costa Rica), diciembre de 2016

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