Pide AMLO a feministas no pintar paredes y puertas

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El presidente AMLO pidió a los grupos de feministas que se han manifestado en la ciudad que “no nos pinten las puertas, las paredes” porque su gobierno está trabajando para que no haya feminicidios.

Durante su conferencia matutina y en medio de una nueva manifestación por el asesinato de una menor de 7 años, el jefe del Ejecutivo se comprometió a que los homicidios contra mujeres se van a castigar y sobre todo “evitando que se den estos crímenes de odio“.

Les digo a las feministas con todo respeto que no nos pinten las puertas, las paredes. Que estamos trabajando para que no haya feminicidios. No somos simuladores y que no esperen que nosotros actuemos como represores, que no nos confundan; sabemos, porque llevamos años luchando, cómo sacarle la vuelta a la provocación y que respetamos el derecho de todos a la manifestación“, dijo.

Explicó que parte de las acciones que está realizando su gobierno es que haya más presencia de la Guardia Nacional en todo el territorio, así como cambiar el régimen en donde prevalecieron la corrupción, las injusticias y los privilegios. 

El Presidente afirmó que este tipo de crímenes forman parte de un proceso de degradación que está relacionado con el modelo neoliberal porque se han enfocado en medir el desempleo y el crecimiento económico, pero no el grado de descomposición social.

También, afirmó que estos temas que afectan a la sociedad tienen como posibilidad la unión de los ciudadanos para tener una sociedad mejor;no le veo otra salida, porque lo produjo el neoliberalismo, una crisis, produjo una decadencia“.

 

 

(Con información de Milenio)

#8M: ¿Para Qué?

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I.PAN Y ROSAS

A mediados del siglo XIX, se vivía una época donde las mujeres se incorporaban a la producción, cada vez más. Entre roles y estereotipos, se abrieron paso al mundo laboral, dominado por los hombres.

Hace 160 años, el día 8 de marzo de 1857, 40 mil obreras huelguistas marcharon por las calles de la ciudad de Nueva York, hacia el parque Washington Square. Entre insultos y chiflidos, costureras de la compañía Lower East Side marcharon, protestando por las terribles condiciones de trabajo en las que las tenían sus patrones: salarios minúsculos, prestaciones nulas y jornadas de más de 12 horas.

Las costureras de Lower East Side no iban a permitir que las pisotearan sólo por ser mujeres, ya que los hombres la tenían mucho mejor que ellas (los salarios de ellas eran entre un 60% y un 70% menor al de ellos[1]).




Al llegar a Washington Square, llamaron la atención de las costureras que se encontraban en la fábrica Cotton Textile, quienes, al igual que las de Lower East Side, eran abusadas laboralmente. Alrededor de 120 a 150 costureras de esta fábrica (no hay certeza sobre este dato numérico), quisieron declararse también en huelga y unirse a la marcha de sus compañeras. Al percatarse de la incitación en sus obreras, el dueño de Cotton Textile ordenó que cerraran las puertas de la fábrica, imposibilitándolas de asistir a la marcha y obligándolas a seguir produciendo.[2]

A la fecha, no se sabe a ciencia cierta si lo que siguió fue por orden del dueño de Cotton Textile, pero hubo un incendio provocado en la fábrica que acabó con la vida de las costureras. Su delito, querer exigir igualdad. Su consecuencia, la pérdida de la vida de una de las formas más atroces: las quemaron vivas.[3]

Éste fue el primer antecedente del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que después se nombraría también como Día Internacional de la Mujer, nada más, por la Organización de las Naciones Unidas en 1975.

Pero no fue ni la primera ni la última vez en que las mujeres trabajadoras se organizaron para luchar por sus derechos. 51 años después, también en marzo, 15 mil costureras se movilizaron en la misma ciudad bajo la consigna “¡Pan y rosas!”, para exigir mejor paga, una jornada más humana y prestaciones sociales, así como el fin del trabajo infantil y el derecho al sufragio.[4]

La lucha de las mujeres nació de las obreras. Éstos son algunos antecedentes (por supuesto que no los primeros) del movimiento feminista.

II.MUCHAS GRACIAS, PERO…

Hace seis días se conmemoró el Día Internacional de la Mujer. Era de esperarse que el 8 de marzo iba a estar plagado de videos, columnas, artículos y mensajes de Whatsapp machistas, así como de valientes intentos de feministas por contestar a ese incansable intento del patriarcado por conquistar nuestros espacios.

Después del breve recuento histórico, queda claro por qué las feministas decimos que el Día de la Mujer es un día que se conmemora y no se celebra. Pero, ¿por qué pedimos que no nos feliciten?

Se agradece el gesto, pero muchas veces las personas desconocen la raíz de su felicitación. Que se nos festeje el hecho de “ser mujer” tiene varios problemas de fondo.

Primeramente, reproduce la idea de que sólo hay un tipo de mujer, lo cual es excluyente para las demás. Ésto es un problema análogo al que generó el Frente Na(z)ional por la Familia, que “defiende” (¿de quién?) un único tipo de familia, excluyendo a las que no encajan en ese modelo tradicional (y eso que las familias no tradicionales son, en conjunto, mayoría en México; pero ese es otro tema[5]).

Generalmente, cuando pensamos en “mujer” pensamos en el arquetipo de la mujer tradicional[6], con estereotipos y roles de género. Por ello, lo mejor es hablar de “las mujeres”. Así, en plural.

En segundo lugar, la felicitación por ser madres, esposas, hermanas, hijas y novias continúa perpetuando la idea de las mujeres únicamente en función de su relación con hombres y no como seres independientes y autónomos.

Este problema es preocupante, ya que se ha incursionado incluso en el pensamiento de los hombres progres que se autodenominan feministas, pero que no lo son:  “yo soy feminista, porque tengo madre/esposa/hija.”

¿Por qué son incorrectas este tipo de consignas? Porque reproducen la idea de que nosotras sólo merecemos respeto e igualdad de derechos porque funcionamos a un hombre. Ésto no tiene nada de feminista. No deben de luchar por los derechos de las mujeres y respetarnos porque somos sus hermanas o novias, hay que hacerlo porque también somos seres humanos.

Lo que me lleva al tercer punto: hay que luchar, no celebrar. Felicitarnos el 8 de marzo invisibiliza una fecha que conmemora un hecho político, volviéndola algo vacío. Un hombre feminista[7] no invisibiliza nuestro movimiento, sino que, en la medida de lo posible, cede sus espacios a éste, habla con los demás hombres sobre sus privilegios y llama la atención cuando uno de sus amigos dice algún comentario misógino. Un hombre feminista no felicita a las mujeres en “su día”, sino que se une al movimiento por la igualdad de derechos de todas las personas.

 

III. FEMINISMO(S): AYER Y HOY

A todo ésto, cabe preguntarse: ¿qué es el feminismo? En una definición básica y general del concepto, el feminismo es un movimiento heterogéneo que busca alcanzar la igualdad de género. Es heterogéneo porque hay muchos feminismos, muchas formas de analizar la opresión y luchar por la igualdad. Por ello es que, generalmente, hablamos de feminismos, en plural.

Pero todos los feminismos tienen (por lo menos) dos puntos en común: 1. existe un sistema patriarcal que ha vulnerabilizado y oprimido a las mujeres; y 2. tenemos que hacer algo para erradicar esa situación. Cabe citarse: “una de las pocas cosas en las que todos los feminismos coinciden es que se trata siempre de una teoría crítica. Una teoría que trata de pensar desde los márgenes, de buscar alternativas, de transformar una realidad social que nos enoja e indigna.”[8] Es a estos principios comunes a los que nos referimos cuando hablamos de feminismo, en singular.

El 8 de marzo abundó la doble moral de ciertos hombres: felicitaron a las mujeres, pero criticaron el feminismo (sin conocerlo, obvio). Muchas instituciones y medios de comunicación compartieron videos dándole difusión al movimiento feminista y conmemorando el Día de la Mujer.

Los trolls no tardaron en aparecer. Repetían una y otra vez las mismas críticas: “las feministas de hoy son un chiste, no como las verdaderas feministas de antes”, “el feminismo ya no es necesario”, “las mujeres tienen las mismas oportunidades que los hombres, o más”, etcétera.

Quiero desmentir estas tres típicas frases que dicen ciertos hombres para desacreditar el movimiento – y que únicamente prueban su desconocimiento en el tema.

¿A qué se refieren los trolls con “las feministas de antes”? Generalmente, la mayoría se refiere a las feministas de la Primera Ola (en la versión americana de la historia oficialista del feminismo, misma que es la equivalente a la Segunda Ola en la versión europea)[9], es decir, a las sufragistas.




Las personas que dicen este tipo de cosas, piensan que las únicas pugnas válidas de las mujeres son las de los derechos civiles y políticos. Piensan que las mujeres que hoy pugnamos por la erradicación de la cultura de la violación[10] y por un feminismo más incluyente (interseccional[11]), peleamos contra algo que no existe y que ya no es necesario. Ésto resulta irreflexivo, pues que haya igualdad formal (a nivel constitucional) no significa que haya igualdad sustantiva.

Además, como todo movimiento ideológico y social, el feminismo ha evolucionado. Lo que comenzó como feminismo blanco, hoy ya no es aceptable entre las feministas por ser racista y trans-exclusivo. A base de prueba y error, las feministas hemos construido nuestro movimiento – por lo que, obviamente, (casi) nada se parecen el feminismo blanco y el feminismo interseccional, por ejemplo. Ésto no es un problema, sino todo lo contrario.

Ahora bien, la lucha desde y para las mujeres sigue teniendo vigor. Hoy, en México:

  • El 65% del trabajo total de las mujeres, se integra por labores no remuneradas en el hogar;[12]
  • La brecha salarial de género tardará por lo menos otros 156 años en cerrarse;[13]
  • 81 de cada 100 víctimas de violencia sexual son mujeres;[14]
  • Sólo se consigna al 1% de los agresores sexuales (siendo que el 90.5% son hombres);[15]
  • El 93% de las mujeres víctimas de violencia de pareja no recibió ayuda médica o psicológica alguna;[16]
  • 1.4 millones de mujeres sufren acoso sexual en el trabajo (ésto, sin contar la cifra negra de 99.7%);[17]
  • Sólo 11 mujeres han sido Ministras en toda la historia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación;[18]
  • Sólo 7 mujeres han sido Gobernadoras de entidades federativas – y una de ellas fue solamente por interinato;[19]
  • Hemos tenido 0 mujeres como Presidente de la República; y
  • Hay 7.2 feminicidios al día.[20]

Los datos no mienten: la violencia contra las mujeres no es cosa del siglo pasado, como los anti-feministas se empeñan en desinformar. La violencia de género, en sus múltiples facetas, se da aquí y ahora.

Nos queda mucho camino por recorrer para alcanzar la igualdad de género; aunque, incluso si ya la hubiéramos alcanzado, valdría la pena seguir luchando: hay que seguir luchando para no retroceder.

Hace aproximadamente un mes, el Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, despenalizó la violencia doméstica en su país (siempre que el agresor no reincida en un periodo de un año y no ocasione lesiones mayores a la víctima).

Hace aproximadamente dos meses, Donald Trump, un (presunto) acosador serial, tomó protesta como Presidente de los Estados Unidos de América. Hace dos días, en Guatemala, murieron quemadas 39 niñas – y contando – en un albergue para víctimas de violencia doméstica, cuando protestaban por las agresiones sexuales en dicho lugar.  Estos acontecimientos son prueba de que cuando creemos que hemos conquistado una causa, es cuando más debemos de combatir para mantenerla. Por ello, nunca será absurdo hablar de feminismo.




Es por todo lo anterior que, en fechas como el 8 de marzo, las mujeres intentamos visibilizar las violencias diarias de la que somos víctimas.

El Día Internacional de la Mujer existe para conmemorar las luchas feministas – como la de las costureras de la fábrica Cotton Textile –, no para celebrar. El 8 de marzo es un día para recordar que aún no hemos alcanzado la igualdad y para inspirarnos a seguir peleando por ella.

 

 

[1] González, Elena. Historia del 8 de marzo: Día Internacional de la Mujer. Disponible en línea: <http://tinyurl.com/blog-egonzalez-8m>.

[2] Ulloa Ziáurriz, Teresa. 8 de marzo: Un Día de Lucha por los Derechos de las Mujeres. Disponible en línea: <http://tinyurl.com/8m-cimac>.

[3] Centro de Documentación del Inmujeres. Antecedentes del 8 de marzo de 1857. Disponible en línea: <http://tinyurl.com/cedoc-inmujeres-08031857>.

[4] Ulloa Ziáurriz, Teresa. Op. cit.

[5] Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. Boletín de prensa 038/2016: Pronunciamiento del Conapred sobre el matrimonio igualitario. Disponible en línea: <http://tinyurl.com/conapred-0382016>.

[6] Guil Bozal, Ana. El papel de los arquetipos en los actuales estereotipos sobre la mujer. Disponible en línea: <http://tinyurl.com/arquet-mujeres>.

[7] Soy una feminista que piensa que los hombres sí pueden ser feministas, pero reconozco que hay algunos feminismos que consideran que no pueden serlo, sino que únicamente pueden ser aliados. Esta última también es una postura válida. Para mí, un hombre feminista es un hombre que reflexiona sobre sus privilegios y busca renunciar a ellos, dándoles su espacio a las mujeres, reconociendo su movimiento y abogando por sus derechos. Sobre este tema, recomiendo leer este artículo: Utt, Jamie; McCrayer, Jenika. Can Men Be Feminists? And 9 Other FAQs We Often Get from Men. Disponible en línea: <http://tinyurl.com/feminist-men>. Si les interesa un contenido más detallado, recomiendo leer Men and Feminism: Seal Studies, libro de Shira Tarrant.

[8] Flores Garrido, Natalia. Feminismos, en plural. Disponible en línea: <http://distintaslatitudes.net/feminismos-en-plural>.

[9] Para conocer más de la historia oficialista (europea) del feminismo, recomiendo leer el libro Feminismo para principiantes, de Nuria Varela.

[10] Aquí desarrollo un poco más este tema: <http://tinyurl.com/blog-msv-cdv>.

[11] Recomiendo leer este artículo: Uwujaren, Jarune; Utt, Jamie. Why Our Feminism Must Be Intersectional (And 3 Ways to Practice It). Disponible en línea: <http://tinyurl.com/intersecc-fem>.

[12] Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. Estadísticas a propósito del Día Internacional de la Mujer, 2016. Disponible en línea: <http://tinyurl.com/est-8m-2016inegi>.

[13] Foro Económico Mundial. Informe Global de la Brecha Salarial de Género, 2016. Disponible en línea: <http://tinyurl.com/genderpaygap-wef>.

[14] Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas. Primer Diagnóstico sobre la Atención de la Violencia Sexual en México, 2015. Disponible en línea: <http://tinyurl.com/ceav2015-violenciasexual>.

[15] Ibídem.

[16] López Barajas, María de la Paz. Violencia contra las mujeres en México: tendencias actuales. Disponible en línea: <http://tinyurl.com/VCM-mex-tendencias>.

[17] Ramírez, Gabriela. Reportaje especial: Víctimas de hostigamiento sexual a la deriva. Disponible en línea: <http://tinyurl.com/acosolaboral-997>.

[18] Martínez Rivas, Julio. La historia de las mujeres en la Suprema Corte. Disponible en línea: <http://tinyurl.com/mujeres-scjn>.

[19] Milenio Digital. Las gobernadoras que ha tenido México. Disponible en línea: <http://tinyurl.com/gobernadoras-milenio>.

[20] ONU Mujeres. La violencia feminicida en méxico, aproximaciones y tendencias 1985-2014. Disponible en línea: <http://tinyurl.com/onumujeres-2014>.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

 

 

Ella perseguía su libertad, él reclamaba su poder

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Al interior de un hogar, el lugar que cualquiera supondría le brindase amor y seguridad, yace el cuerpo de una mujer. Su cuerpo ya no es el mismo, es un cuerpo desgarrado por el odio y destrozado por la violencia, es un cuerpo muerto. Sus planes y sus sueños ya no están, todo le fue arrebatado en ese espacio familiar que también era suyo.

Al interior de ese hogar también está un hombre, al que ella amaba y con quien compartió la vida. Él es un adicto de sus creencias y un enfermo de sus valores, él no pudo comprenderla en vida y no quiso verla disfrutar de su libertad, entonces él se disfrazó de ladrón y le robó la vida.

En su entender, en ese hogar no había espacio para los dos. Una infidelidad a los valores tradicionales, a las prácticas culturales, a las costumbres sociales, a la pareja merece un castigo. Para él cualquier tipo de infidelidad es inaceptable e imperdonable, pues atenta contra el honor familiar.

Pero el deshonor no lo hizo ella, al romper con los valores esperados o el estilo de vida impuesto; sino él al sentirse dueño de un cuerpo ajeno. Un cuerpo de una mujer emancipada que decidía por sí misma, ante tal “amenaza” él tuvo que poner un alto, silenciar su voz y preservar el honor familiar. Esté fue un crimen de honor.

Mientras ella perseguía su libertad, él reclamaba su poder y rescataba su “dignidad” y en este desencuentro el atropello de su libertad fue el precio a pagar. Otro feminicidio, una mujer más víctima de la violencia de género, una vez más lo personal es político.

Este relato puede contextualizarse en Punjab, Pakistán o a cientos de kilómetros de ahí en Monterrey, México. Él se puede llamar Muhammad Waseem y ella puede ser Qandeel Baloch, una paskitaní de 26 años y estrella de las redes sociales que murió el viernes 15 de julio ahorcada por su hermano Muhammad tras una discusión por el trabajo de modelo y las fotografías que su hermana compartía.

Pero él también se puede llamar Ernesto Robledo y ella puede ser Devani Montelongo, una mexicana de 22 años que murió acuchillada el miércoles 22 de julio tras sostener una discusión con su pareja, según informan algunos medios locales, por una supuesta infidelidad.

De Pakistán a México hay miles de kilómetros de distancia, pero para la violencia de género no existen fronteras. Según cifras oficiales de la Naciones Unidas (2015) dos de cada tres víctimas de violencia y homicidios familiares son mujeres [1].

De acuerdo la última edición del Estudio mundial Sobre el homicidio (2013) de la Oficina de la UN contra la Droga y el Delito [2], se estima que en la mitad de los casos de mujeres asesinadas en el 2012 el autor de la agresión fue un familiar o compañero sentimental.

En México las tasas de defunciones femeninas por presunción de Homicidio (DFPH) [3] por arma de fuego ocurridas en el hogar alcanzaron su máximo en 2010 y en 2014 alcanzan la misma magnitud que 16 años atrás. Lo cual indica la urgencia por erradicar la violencia doméstica y romper con prácticas machistas.

El caso de Qandeel y Devani son una historia más de la violencia y la desigualdad de género que aqueja a las mujeres. Estas historias – y muchas otras atrocidades que viven las mujeres y que no son contadas- son un llamado de atención para la sociedad, son también evidencia de la vigencia y universalidad del discurso feminista que parte de la opresión de las mujeres en un sistema patriarcal.

La absurda necesidad de Muhammad y Ernesto por dominar y controlar a la mujer los llevó a buscar el poder en un acto de deshonor, el asesinato de un ser humano. Devani y Qandeel, son dos ejemplos de miles de mujeres víctimas, son un recordatorio de la presente desigualdad de género. Sus cuerpos son un cuerpo más muerto a manos del vivo patriarcado.

[1] Departamento de Asuntos Economicos y Sociales de las Naciones Unidas (2015). The world’s Women 2015, Trends and Statistics. Recuperado de: www.unwomen.org/es/what-we-do/ending-violence-against-women/facts-and-figures#notes

[2] Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2014). Global Study on Homicide 2013, p. 14. http://www.unwomen.org/es/what-we-do/ending-violence-against-women/facts-and-figures#notes

[3] “La violencia feminicida en México: aproximaciones y tendencias 1985-2014” , p. 11. Recuperado de: http://www2.unwomen.org/~/media/field%20office%20mexico/documentos/
publicaciones/2016/02/violencia%
20feminicida%20en%20m%C3%A9xico%20aproximaciones%
20y%20tendencias%201985_2014.pdf?v=1&d=20160418T214527

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Sobre las presentadoras del clima

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Estamos tan acostumbrados al sexismo en la televisión nacional, que hasta parece inútil quejarse, pero más inútil es mirar en silencio esta explotación descarada y formar parte del ciclo vicioso. El día de hoy, quiero enfocarme en las presentadoras del clima de Monterrey y es que los argumentos que dieron las televisoras el pasado 21 de enero para el reportaje de Elena Reina en El País son un insulto a nuestra inteligencia (1).

Entre los argumentos ridículos (de los cuales está lleno el video adjunto) se encuentra el de la presentadora de Televisa Monterrey, Gabriela Lozoya. Ella declara que si ve a alguien feo en la televisión le cambia al canal porque “¿qué necesidad de estar viendo a alguien feo en la tele?” A ver, a ver, a ver… yo, como televidente, decido sintonizar el pronóstico del tiempo para saber si necesito salir de mi casa con suéter o paraguas, pero –según la lógica de esta mujer— alguien “feo” me ofendería tanto, que preferiría quedarme con la duda y cambiarle o apagarle. ¿¡Qué!?

Con la línea de pensamiento de Lozoya, supongo que la señorita no ha volteado a ver a su colega, Mauro Morales. Ese hombre no parece precisamente uno de los hermanos Hemsworth.

Esto deja bien claro lo que todos ya sabemos: el conocimiento pasa a segundo plano y lo atractivo se exige como parte del currículum solo a las mujeres. Una exigencia dictada por parámetros subjetivos —muchas veces inalcanzables y hasta racistas— que hace que el puesto venga con fecha de caducidad. Lozoya tiene la esperanza de seguir trabajando ahí en 10 años, aunque sabe que mantener el físico requerido será difícil. Una preocupación que Morales no comparte.

Morales afirma que si la mujer que presenta la sección es guapa, se traduce en un mayor impacto para el producto de los anunciantes. Pero que sea rentable no lo hace moralmente correcto y hasta va en contra de los mismos lineamientos establecidos por la empresa. De acuerdo con el código de ética de Televisa, “las personas merecen el mismo trato independientemente de su género (…) [y] el personal no deberá llevar a cabo prácticas discriminatorias de ningún tipo” (2)

Yanet García, también de Televisa Monterrey, comenta que las presentadoras se convierten en una aspiración para otras mujeres. ¿De verdad hay que aspirar a tan poco? ¿A conformarte con que se te valore durante los pocos años que la industria te considera atractiva? ¡Qué bueno que son jóvenes, hacen ejercicio y comen saludable! Pero eso no es suficiente para volverse figuras a las que aspirar. Las mujeres admirables no tienen miedo de levantar la voz y exigir que se les trate con igualdad en su campo de trabajo.

Después, Morales nos condena a un futuro de lo mismo, diciendo que el sexismo es parte de la cultura de México y que no se puede “ir en contra de la corriente.”

¡Qué bueno que este señor no vivió en la época en que la esclavitud era legal! No hubiera movido un dedo, después de todo –aunque inmoral— la práctica era bastante rentable. Sus declaraciones también empequeñecen el potencial formativo que tiene la televisión para promover un cambio de cultura en su audiencia.

La cereza del pastel se la lleva Abimael Salas, meteorólogo de Multimedios, quien sin vergüenza alguna, dice que “las mujeres tienen un toque especial para presentar el pronóstico del tiempo”. Obviamente, el señor hace alusión a un par de atributos que nada tienen que ver con talento e inteligencia, características que, sabemos, están presentes en ambos sexos.

Es lamentable que noticieros que se dicen serios contraten mujeres siguiendo las pautas de Hooters, obstaculizando las posibilidades de muchas otras con currículos fuertes. Mientras esto pasa, Morales y Salas saben perfectamente que nadie les está midiendo la cintura, que si suben o bajan de peso a nadie le interesa y que lo que importa es lo que saben. Su físico no es un impedimento para que salgan a cuadro.

Si esto no es suficiente para que se contrate a meteorólogas bajo los mismos lineamientos que a sus colegas hombres y que se les trate con respeto, entonces que las televisoras dejen de ser negligentes con el 50% de su audiencia, que escondan a sus meteorólogos detrás de cámaras y contraten presentadores que se parezcan más a mi fantasía personal: abdomen marcado, brazos enormes y una camisa a medio abrir (puntos extra si se parecen a Joe Manganiello) ¿No suena ridículo? Exacto… y así es como suenan ustedes.

Hoy en día, muchos vemos a la televisión local con la misma mórbida curiosidad que despierta un aparatoso accidente en la calle y ese tipo de atención no dura más que segundos. Un porcentaje cada vez mayor de espectadores ya exige contenido diferente y opta por plataformas en línea (3).

Pero el cambio también debe venir desde adentro, las cosas no van a cambiar mientras las mujeres se sigan sometiendo a estos tratos sin protestar. Yanet, ¿de verdad quieres convertirte en una aspiración? Aquí está tu oportunidad. Mientras tanto, yo voy a estar aquí, revisando el clima en la app de mi celular.

(1) Elena Reina, “Las ‘muñequitas’ del clima,” 21 de enero del 2016, El País, http://internacional.elpais.com/internacional/2016/01/20/mexico/1453260912_983797.html.

(2) Televisa, Código de Ética de Grupo Televisa. S.A.B. y subsidiarias, Junio 2012,
http://i2.esmas.com/documents/2014/08/28/3281/codigo-de-tica.pdf, p. 16.

(3) Jenaro Villamil, “Televisa se tambalea,” 30 de enero del 2016, Proceso, http://www.proceso.com.mx/428230/televisa-se-tambalea.

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Arrodillados: Crisis de Derechos Humanos en México

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“México, uno de los países del mundo más violento para ejercer el periodismo” ha sido una aseveración bastante escuchada las últimas semanas. En lo que va del año, en México han asesinado a 3 periodistas, pero ¿cuántas personas detenidas por estos horribles crímenes? Ninguno. México se ha convertido o sigue siendo uno de los lugares más peligrosos para ser mujer, ser estudiante, ser de la comunidad LGBTTTI, ser indígena, ser migrante, para expresarte, incluso, si eres delincuente de bajo nivel. Hasta en eso México es elitista.

México se ha convertido o sigue siendo uno de los lugares más peligrosos para ser mujer, ser estudiante, ser de la comunidad LGBTTTI, ser indígena, ser migrante, para expresarte, incluso, si eres delincuente de bajo nivel. Hasta en eso, México es elitista.

Estamos en una crisis de Derechos Humanos; el gobierno no puede asegurar las necesidades básicas de la sociedad. La mitad de los mexicanos está en extrema pobreza, no hay seguridad en ningún Estado de la República, no hay educación y la que tenemos no es de calidad: estamos sobreviviendo.

La mitad de los mexicanos está en extrema pobreza, no hay seguridad en ningún Estado de la República, no hay educación y la que tenemos no es de calidad: estamos sobreviviendo.

Es indignante que desaparezca una persona cada dos horas en el gobierno de Enrique Peña Nieto; no sólo eso, además, se duplicó la cifra de las agresiones que sufren los periodistas y el 48% de esas agresiones las cometió algún funcionario público. El 80% de los migrantes que cruzan por México no logran llegar a su destino. Desde el 2006, se estima que hay entre 70 y 120 mil migrantes desaparecidos. En México, 2 de cada 3 mujeres han sufrido violencia, en la mayoría de los casos a manos de sus parejas. México es el segundo lugar a nivel mundial en crímenes por odio a la comunidad LGBTTTI. En Nuevo León, el día 10 de febrero murieron en un motín 49 presos y 12 resultaron heridos.

En México, 2 de cada 3 mujeres han sufrido violencia, en la mayoría de los casos a manos de sus parejas. México es el segundo lugar a nivel mundial en crímenes por odio a la comunidad LGBTTTI.

Es preocupante que ante el hecho ocurrido en Nuevo León, haya gente que justifique estás muertes, total eran criminales, como si su vida valiera menos o sus derechos pudieran pisotearse. Incluso sacan conclusiones sobre el poque estaban en un penal, “Si así son las madres, golpeando la puerta qué se puede esperar de los hijos” o “Dónde estaban las mamás”. ¿Dónde estaban los ciudadanos? ¿Dónde estaban los papás? Dónde estaba el gobierno que dejo a la mitad del país en pobreza extrema.

Tenemos peores cifras de muertes y violencia que muchas dictaduras latinoamericanas. ¿Cómo podemos autodenominarnos un país en “vías de desarrollo” si no se garantiza algo tan indispensable como los Derechos Humanos?

Es indignante que sigamos permitiendo este tipo de prácticas; la violencia va más allá de las fronteras del gobierno de EPN, ¿bajo qué sistema estamos viviendo si estamos en guerra todos los días? ¿Qué es lo que le permitimos a nuestros gobernantes para generar tanta violencia y qué no estamos haciendo como sociedad para pedir que se detenga esta masacre? Tenemos peores cifras de muertes y violencia que muchas dictaduras latinoamericanas. ¿Cómo podemos autodenominarnos un país en “vías de desarrollo” si no se garantiza algo tan indispensable como los Derechos Humanos?

Vivimos en una pasividad colectiva. Son pocos los que han despertado y que han decidido luchar por su país, por su gente, por sus libertades y obligaciones. Son pocos los que han logrado hacer a un lado el sentimiento individualista y logran empatizar con su gente, con sus problemas. ¿Por qué los demás no podemos? ¿Por qué no hacer un frente común para exigir y trabajar? ¿Por qué permitimos que el sistema siga oprimiendo la diversidad? Mi respuesta es la falta de libertad. Hace unos días, escuché una frase que me hizo entender nuestra situación como mexicanos: “A una persona libre no se le puede arrodillar”. Nunca hemos estado verdaderamente libres; una persona que vive en libertad y goza de sus derechos jamás pueden arrodillarla. Es algo que no hemos experimentado los mexicanos.

¿Cómo empezar a luchar por un país más justo e incluyente? Amando a nuestro país y enseñando a las nuevas generaciones la importancia que tiene el respeto, la libertad, tolerancia, equidad, justicia, empatía, pero, sobre todo, las ganas de ver un nuevo México, uno que esté libre del rojo vivo que hoy lo mancha.

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Los Óscares se ponen feministas

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Recientemente, la equidad de género como discurso se encuentra muy elevado en la agenda de algunas figuras políticas de alto perfil internacional. Hillary Clinton, ex-secretaria de estado de los Estados Unidos y autora de uno de los discursos políticos más inspiradores de la historia titulado “Women’s Rights Are Human Rights”, se llevó las elecciones de medio término hace dos días como candidata a la presidencia. Por otro lado, Justin Trudeau, recién convertido en primer ministro de Canadá, además de ser galanazo, hace un despapaye por declararse feminista públicamente. Casi como si la palabra “despapaye” significara ‘que se le quita lo papacito’… ¡Ajá!, pues porque hay muchos para quienes todavía la “F-word”… (No, no, no. No F**k, sino Feminismo) es extremadamente imprudente y destruye el atractivo.

Las cintas nominadas a los Óscares este 2016 tienen un leitmotiv: el abuso (físico, verbal, sexual, económico) y la opresión a la mujer, a los niños y niñas.

Pero lejos de estos montajes de engalanados discursos y lustradas fachadas políticas construidas para atraer votos, los reflectores que mejor están retratando los “asuntos de la mujer” son los del cine. Las cintas nominadas a los Óscares este 2016 tienen un leitmotiv: el abuso (físico, verbal, sexual, económico) y la opresión a la mujer, a los niños y niñas.

En la cinta Carol, observamos a una mujer socialmente castigada por su marido tras descubrir su involucramiento en una relación sexual con otra mujer. La hija de Carol y la misma Carol sufren las consecuencias de las libertades que ella decide darse, teniendo que vivir separadas por lo que se consideraba una “conducta perversa”. El tema de mujeres que desean tener relaciones amorosas y sexuales con otras mujeres es un tema feminista.

Para el pensamiento de la época, querer convertirse en el “sexo débil” sobrepasaba lo absurdo y se interpretaba como demencia.

En The Danish Girl, vemos un caso un tanto más profundo, pues una persona que es biológicamente hombre pero mental y espiritualmente mujer, desea ser liberada y vivir como quien realmente es. Lili Elbe, por sus deseos de vivir su verdadera identidad, experimenta la invisibilidad, la negación de sus condiciones, y recibe el castigo de la exclusión social y la violencia. Para el pensamiento de la época, querer convertirse en el “sexo débil” sobrepasaba lo absurdo y se interpretaba como demencia. El tema de la identidad de género y las complejidades de la identidad psico-sexual son un tema trasversal al feminismo.

Mad Max (¡ay, que no he visto!) cuenta una historia de venganza contra un tiránico hombre que esclaviza y explota mujeres: una de las favoritas para el Óscar.

The Hunting Ground relata la obscura realidad que decenas de miles de jóvenes estudiantes en campus universitarios enfrentan: el abuso sexual y la consecuente culpabilización de las víctimas.

En la sección de documentales, The Hunting Ground relata la obscura realidad que decenas de miles de jóvenes estudiantes en campus universitarios enfrentan: el abuso sexual y la consecuente culpabilización de las víctimas.

Spotlight cuenta la historia verídica del destape de una de las maquinarias más impactantes de pederastia en la historia moderna. El abuso sexual a los niños y las niñas también está estrechamente relacionado con la mujer, pues, al centro de la vida familiar está, generalmente, la mujer. El abuso infantil y a la mujer son muy similares, así como se utiliza la vulnerabilidad y la falta de criterio de los niños para conseguir el “consentimiento” en el acto sexual, también sucede con las mujeres en su vida joven y adulta. Se toma provecho de la indoctrinación a la que muchas veces la mujer ha sido sometida desde que nace, la que la hace sentirse culpable de su sexualidad, la que la obliga a permanecer callada ante el abuso, a obedecer y a no cuestionar.

Curiosamente, aún cuando la cinta representa la relación entre un captor y una rehén, las escenas del día a día de estos dos personajes no distan mucho de lo que es la realidad en muchos hogares actualmente.

La película Room es quizás la muestra más espeluznante de lo que una mujer y sus hijos(as) pueden sufrir a la merced de un hombre violento. Curiosamente, aún cuando la cinta representa la relación entre un captor y una rehén, las escenas del día a día de estos dos personajes no distan mucho de lo que es la realidad en muchos hogares actualmente —el control de los recursos económicos, la virilidad violenta, la culpabilidad… —, aún cuando estas relaciones son consensuales: un matrimonio, un concubinato, una dinámica familiar.

Por último, la cinta Suffragette, que no ha sido digna de galardones esta temporada, es un relato basado en las vivencias de uno de los movimientos feministas más influyentes del siglo XX y su líder intelectual, Emily Pankhurst.

La demanda de estas cintas es claramente la equidad: el deseo por erradicar la violencia a las mujeres en todas sus formas. Lo malo es que tanto la demanda por la equidad de género como el conformismo con el status quo aparecen casi con la misma frecuencia en la cultura pop, confirmando el dicho que dice: “Tenemos la cultura que nos merecemos”.

En realidad, en los medios siempre veremos exactamente lo que pedimos, nuestros vicios y virtudes amasados y embarrados en las pantallas, las páginas y las ondas de radio. Yo por eso le digo a los críticos de Fifty Shades of Grey que se aguanten, porque esas deliciosas asquerosidades, ese “guácala, que rico” de una historia que está malísima, pero con unos forrazos de actores y actrices es exactamente lo que queremos ver, aunque no lo queramos aceptar. Sucede que como aún tenemos relaciones heterosexuales en las que la mujer se encuentra fascinada de ser la criatura sumisa que es suave y consideradamente desflorada, para después ser azotada en consenso.

El 2015 fue un año importante para el feminismo a nivel mundial: mujeres saudíes pudieron votar por primera vez, y recientemente se abrió la primera universidad para mujeres en Afganistán. Mujeres por fin pueden casarse con otras mujeres en los Estados Unidos y aquí en México también hubo avances legales en la misma cuestión. No obstante, las estadísticas pintaron un 2015 con más feminicidios e incidentes de violencia intrafamiliar que en años pasados, razón por la cual se instauró por primera vez la alerta de género como medida de seguridad estatal (¡bah!, después de casi una década de haberse instaurado en nuestra legislación y habiendo sido demandada con anterioridad).

Si la declaración à la Canal de las Estrellas de que el dólar “no va a afectar su economía personal” es para nosotros los mexicanos como que nos “den atole con el dedo”, quisiera pensar que además de la apreciación del dólar, lo que sí nos va a afectar de los Estados Unidos por el efecto de “derrame” cultural: es esta clara demanda por sociedades más equitativas entre hombres y mujeres, sociedades mucho menos violentas… y mucho más amorosas.

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LA CULTURA DE LA DISCRIMINACIÓN Y CORRUPCIÓN

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Es tan cotidiano ser víctima o victimario de la discriminación en México que se ha arraigado en la esencia más profunda de nuestra cultura. Somos constantes “defensores” de los derechos humanos, pero de los que mejor nos parecen o se acomoden a nuestra situación.

Defendemos a las mujeres, pero en casa sólo ellas pueden hacer el aseo. Buscamos la igualdad, pero existe un tabú enorme cuando una mujer percibe un sueldo mayor al de su esposo.

Defendemos a las mujeres, pero en casa sólo ellas pueden hacer el aseo. Buscamos la igualdad pero existe un tabú enorme cuando una mujer percibe un sueldo mayor al de su esposo. Las mujeres son fuertes y capaces pero alcanzan un porcentaje menor de oportunidades ante los hombres, hombres que no pueden ser sensibles porque irremediablemente se relaciona con “debilidad” o “mariconería”.

La religión es pureza y unión hasta que comienza el debate entre “fieles” católicos que critican en nombre de Dios la decisión de otro grupo llamado “agnóstico” de no creer en algo que no pueden ver. Creemos en Dios mientras no se interponga en un pecado carnal de fin de semana, y si se interpone lo olvido un momento y al día siguiente acudo a misa. Una misa donde la iglesia se ha convertido en una de las empresas más rentables del mundo mientras la mayoría de sus creyentes viven a veces no tienen para comer.

Nos quejamos del policía corrupto hasta que nos detienen a nosotros y lo solucionamos con un “moche” rápido. El gobierno es la corrupción andando hasta que para sacar la licencia de conducir preferimos “agilizar” el trámite con un dinerito extra que nos permite el sistema. Nos pasamos cualquier cantidad de semáforos en rojo hasta que cruzamos la frontera y recordamos que en algún lugar del mundo la cultura positiva existe.

La cultura de la discriminación y la corrupción está tan profunda en nuestra sociedad que resulta complicado hacerle frente. Vivir con ella ha significado enormes pérdidas económicas y un estancamiento constante en el tercer mundo.

La cultura de la discriminación y la corrupción está tan profunda en nuestra sociedad que resulta complicado hacerle frente. Vivir con ella ha significado enormes pérdidas económicas y un estancamiento constante en el tercer mundo. ¿México está destinado a convivir con esta cultura?

Me gusta creer en que el rumbo puede cambiar de destino. Me agrada la gente que respeta aún sin recibir lo mismo. Me fascina las personas que sueñan con la transformación de esta cultura pero que sueñan haciendo. Me gusta creer y hacer, aunque me consideren iluso; que México, tarde o temprano, dará el salto que tanto necesitamos. ¿Te gusta creerlo?

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LA OTRA CARA DE MÉXICO

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Una de las características culturales que más identifican a los mexicanos es la constante manera de menospreciar y criticar a la tierra que nos vio nacer. Constantemente relacionamos lo “hecho en México” como falto de calidad o sin la preparación adecuada. Por ello hoy quiero escribir sobre la otra cara de México, una conversación distinta de la realidad de nuestro país.

La comida mexicana conformada por una mezcla de sabores, colores, culturas, magia y arte está por ser declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

1. En México, las mujeres, además de ser hermosas, son parte primordial en el desarrollo económico del país; 3 de cada 5 pequeñas y medianas empresas son lideradas por mujeres. PILARES.

2. La comida mexicana conformada por una mezcla de sabores, colores, culturas, magia y arte está por ser declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. DELICIAS.

El Sistema Emprendedor del país ha permitido el nacimiento de nuevas empresas mexicanas con proyección internacional, al grado de nombrar a Nuevo León la cuna del emprendimiento en América Latina.

3. Las pirámides de Chichén Itzá son consideradas una de las 7 maravillas del mundo por sus asombrosas construcciones muestra de un avanzado desarrollo arquitectónico. MARAVILLA.

4. El Sistema Emprendedor del país ha permitido el nacimiento de nuevas empresas mexicanas con proyección internacional, al grado de nombrar a Nuevo León la cuna del emprendimiento en América Latina. INNOVACIÓN.

La fuerza laboral es de las más fuertes del mundo y está conformada por una cultura apegada al trabajo. Hombre y mujeres trabajadoras despiertan antes de ver el sol y concluyen sus labores una vez que éste se esconde.

5. La fuerza laboral es de las más fuertes del mundo y está conformada por una cultura apegada al trabajo. Hombre y mujeres trabajadoras despiertan antes de ver el sol y concluyen sus labores una vez que éste se esconde. TRABAJADORES.

6. Prensa internacional y turistas de diversos países han destacado al mexicano como una persona alegre y de gusto por la fiesta. Quienes hemos tenido la oportunidad de viajar sabemos que al extranjero le agrada el mexicano por naturaleza. ACTITUD.

7. México se destaca por sus increíbles destinos con playas, nieve, centros históricos, increíbles puestas de arte e inolvidables paisajes naturales. HERMOSO.

México tiene dos caras como todo país. Una plagada de errores que no hemos aprendido y otro repleto de experiencias que jamás podremos olvidar. Necesitamos, en condición de urgente, cambiar la conversación de nuestro país, impulsar las maravillas que tenemos, conocerlo y amarlo. Que el “Hecho en México” sea sinónimo de calidad, eficiencia y grandeza depende de nosotros, al final de cuentas siempre será nuestra casa, y no he conocido a nadie que le guste hablar de que tanto su casa está sucia.

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Si eres mujer no existes

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“Otra nota más de la captura del “Chapo” Guzmán” es lo que pienso por la mañana al ver la atención que tiene éste acontecimiento. Pues claro, podrían pensar si es la persona más buscada, es lógico que opaque las demás notas “no tan relevantes” del mundo, ya no digo de México; ¿y qué pasa los 365 días restantes?

Nuevo León es la segunda entidad en trata de mujeres para explotación sexual.

Les cuento, Nuevo León es la segunda entidad en trata de mujeres para explotación sexual. Irma Alma Ochoa de Artemisas por la Equidad expresó su preocupación por éste tema: “Aquí hay demanda de sexo comercial, por eso llegan aquí cada año más de 400 mujeres para ser explotadas sexualmente”. Ese futuro no sólo es para las mujeres provenientes de otras entidades de la república, ya que, se han entrevistado neolonesas desde los 11 hasta los 26 años, víctimas de la explotación sexual. Aunque puede sonar muy alarmante, para Nuevo León no y es que todavía hay más…

El tema de violencia de género nos incumbe a todos y es preocupante que esta institución le de la espalda a la comunidad neolonesa. Me queda la sensación de que en el Estado si eres mujer no existes.

La violencia contra la mujer se ha disparado en los últimos años, tenemos un 45% más de violencia de género. De acuerdo a la Procuraduría General de Justicia del Estado, se han contabilizado más de 14 mil 492 denuncias por este tipo de violencia. Durante el 2015, hay registro de más de 500 violaciones. No parece que se detenga pronto esta situación en Nuevo León, ya que, no existe una alerta de violencia de género. Desde el 2012, se solicitó emitir una alerta de violencia de género, pero fue negada por diferentes institutos, entre ellos uno cuyo fin máximo es la protección de la mujer: El Instituto de la Mujer. El tema de violencia de género nos incumbe a todos y es preocupante que esta institución le de la espalda a la comunidad neolonesa. Me queda la sensación de que en el Estado si eres mujer no existes.

¿Por qué queremos ocultar la dolorosa verdad de esta violencia de género? ¿Qué se está haciendo mal? ¿Hemos normalizado la violencia y en particular la de género? Todos los días vivimos con el riesgo latente de ser desaparecidas por el crimen organizado con fines de explotación, y lo peor es que las cifras demuestran que hay poca gente dentro del gobierno que busca solucionar o prevenir éste delito. Sin mencionar que no existe ayuda integral para los familiares, empezando por el término legal de “desaparecida/o”, no existes y es literal. Para la ley no existes. Las familias se quedan en un limbo sentimental y legal. ¿Qué pasa con los hijos, hijas, esposas, esposos, deudas, negocios, propiedades, etc? Nadie sabe y es que la ley tampoco tuvo a bien contemplar los efectos colaterales.

¿Por qué sigue existiendo la trata? Porque hay personas que siguen considerando a las mujeres y niñas un objeto sexual, cuyo fin único es dar placer al hombre.

Por qué seguimos tolerando esta violencia, ¿Qué les enseñamos a nuestros/as niños/as y jóvenes? Por qué la sociedad sigue inmersa en un sistema machista. No existe un trato digno para todas las personas sin importar su género, seguimos encasillando en base a los roles. ¿Por qué sigue existiendo la trata? Porque hay personas que siguen considerando a las mujeres y niñas un objeto sexual, cuyo fin único es dar placer al hombre. Porque la violencia de género en todos los niveles sigue afectando el presente de las niñas o mujeres y determinando el futuro de la sociedad. Es problema de todos.
En el Estado debemos tratarlo como un tema de suma urgencia, a Nuevo León le urge emitir la alerta de violencia de género, le urge restablecer la paz perdida hace mucho tiempo, le urge sensibilizar a la sociedad sobre temas de género. Nos urge dejar de discutir sobre quién sufre más violencia de género, nos urge el hacer.

A Nuevo León le urgen feministas.

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¿Dónde están las mujeres?

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Recientemente, la revista TIME reveló la lista de las 100 personas más influyentes del año 2015. Esta lista la encabeza una mujer: Angela Merkel. El nombramiento de Angela como la personalidad más influyente se convirtió en gran noticia pues es la 4ta. mujer reconocida individualmente con este título, a pesar de que existe el reconocimiento desde el año de 1927. Revisando la lista histórica de galardonados me doy cuenta que han predominado principalmente los presidentes de Estados Unidos de América y otros distinguidos hombres; esto llevó a preguntarme: ¿dónde están las mujeres?

Me respondo que la ausencia de las mujeres quizá sea consecuencia de que antes del año de 1999 se reconocía al Man of the Year, y que hasta que se cambió por Person of the Year, este reconocimiento se volvió inclusivo. Después me quedo pensando que en muchas ocasiones el título se ha otorgado a los presidentes. Revisando el número de mujeres que han alcanzado ese puesto a nivel internacional, resulta fácil entender la ausencia de mujeres designadas como persona del año.

ONU Mujeres indica que hasta Agosto de 2015, de los 193 Estados miembros, sólo en 13 Estados mujeres ocupan el cargo de Jefas de Estado, y en otros 12 se desempeñaban como Jefas de Gobierno.

ONU Mujeres indica que hasta Agosto de 2015, de los 193 Estados miembros, sólo en 13 Estados mujeres ocupan el cargo de Jefas de Estado, y en otros 12 se desempeñaban como Jefas de Gobierno (estas cifran han cambiado ligeramente ahora que Cristina Fernández ha dejado el poder en Argentina y que Bidhya Devi Bhandari llegara al poder en Nepal).

Buscando una explicación a estas cifras tan bajas, concluyo que esto se debe a la participación desigual de mujeres en la esfera política y a la connotación masculina que la política exterior y las relaciones internacionales siempre han tenido. J. Ann Tickner describe a la política exterior y a las relaciones internacionales como un mundo de hombres. Un mundo donde los asuntos de las mujeres han sido poco visibilizados y las mujeres han sido insuficientemente representadas. La alta política y las relaciones internacionales, en su esencia, se asocian con la “masculinidad”, lo que ha hecho que cualitativa y cuantitativamente éste sea un espacio no competitivo para la mujer.

En la alta política, se aprecian valores que son considerados “masculinos” como fortaleza, poder, autonomía, independencia y racionalidad; valores que no son asociados con las mujeres.

En la alta política, se aprecian valores que son considerados “masculinos” como fortaleza, poder, autonomía, independencia y racionalidad; valores que no son asociados con las mujeres, que suelen ser catalogadas como conciliadoras, frágiles e ingenuas. Esto lleva a la discriminación de género en la política y el sexismo de los medios de comunicación.

Podemos apreciar la discriminación de género en la política más allá de las cifras, que son evidentes, en los puestos de alto rango que las mujeres alcanzan. Suelen asignársele a las mujeres puestos en áreas de desarrollo social, salud, educación y turismo; poco en áreas de defensa y seguridad, materia económica, asuntos legales; espacios con mayor peso en la toma de decisiones políticas.

El sexismo de los medios de comunicación es evidente al analizar el contenido de las noticias que se emiten de las mujeres en el poder. Cuando hay mujeres líderes en la política, como en su tiempo fue Margaret Thatcher o ahora Angela Merkel, se les califica como bossies, bitches y se dice que actúan como hombres, porque rompen con el paradigma de lo que “debería ser y hacer” una mujer. A estas mujeres se les critica severamente y se les describe erróneamente. El sexismo en los medios resulta indignante, ¿qué tan constante se califica a un hombre como bossy o se le dice que tiene corazón de hielo por tomar una decisión política o emitir una declaración?; acusaciones con las que Thatcher lidió, y Merkel lidia.

Me percato que los medios no juzgan igual a un hombre que a una mujer en un alto mando. Esto me lleva a pensar de que otra forma se desvalora a las mujeres en la política y se me ocurre en la vestimenta. ¿Cuándo se ha hablado tanto de la vestimenta de un presidente hombre? Haciendo un ejercicio rápido, para confirmar el sexismo de los medios, decidí hacer una búsqueda rápida en Google con “Angela Merkel’s outfits”. Puedes encontrar hasta artículos de la BBC, Wall Street Journal o Forbes; criticando su vestimenta, los resultados de búsqueda son bastos. Al hacer el mismo ejercicio con Barack Obama (“Barack Obama’s outfits”), encontrarás algunos links de blogs o tabloides a partir del séptimo resultado encontrarás referencias a la vestimenta de Michelle Obama y sus hijas, no más de él.

Una mujer que se inserta a la vida política se ve en la necesidad de combatir más obstáculos, soportar críticas sexistas y romper paradigmas sociales para ser reconocida por su trabajo.

Es un claro ejemplo de que los medios de comunicación son sexistas, pero también la sociedad. No se juzga igual a una mujer que a un hombre en la política, se aprecian diferente los mismos valores y atributos de su personalidad. La mujer en la esfera internacional y en la política sigue sin ser reconocida como igual. Una mujer que se inserta a la vida política se ve en la necesidad de combatir más obstáculos, soportar críticas sexistas y romper paradigmas sociales para ser reconocida por su trabajo.

Regreso al título de persona del año, que se otorga en reconocimiento a la(s) persona(s) que tuvo gran influencia en la esfera internacional y tuvo gran efecto en las noticias del año. Entonces, el nombramiento de Angela más allá de ser inconcebible por el hecho de ser mujer, es todo lo contrario; su nombramiento como persona del año no es más que justo y en cierto punto lógico. Angela Merkel es mujer, pero también es canciller de Alemania, voz de Europa y líder de la escena internacional por más de diez años. Aspiro a que veamos muchas más mujeres reconocidas como personas del año y electas en la alta política.

Si hemos permitido que miles de hombres hayan llegado y se hayan equivocado, ¿por qué no podemos permitir que una mujer se equivoque o que nos demuestre lo contrario? Esto no es decir, que hay que elegir a mujeres por el hecho de ser mujeres, sólo hay que darles la de oportunidad de llegar, juzgarlas como a cualquier hombre y de confiar en su preparación más allá de su sexo.

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