#Kleroterion: “Felipe, el oscuro”

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Felipe, el oscuro. El más reciente libro de la escritora argentina Olga Wornat debe ser lectura obligada para cualquier que quiera comprender la espiral de violencia y degradación política en la cual se sumergió México con las administraciones panistas y que se ahondó de manera vertiginosa durante el llamado calderonato. 

El libro, por el cual la periodista denuncia haber sufrido censura y una persecución que la puso al borde de la locura durante el sexenio de Calderón, hace un recuento de las figuras claves y el papel que tuvieron en ese sexenio marcado por la guerra contra el narco.

La argentina arranca su obra con el capítulo titulado “El mariscal de la destrucción”. En este devela el supuesto pacto entre Vicente Fox y Martha Sahagun con Felipe Calderón para que éste les asegurará no sólo impunidad por supuestos actos de corrupción en el sexenio foxista sino que además les habría dado manga ancha para seguir operando. 

El capítulo resucita la alianza de Calderón con Elba Esther Gordillo, a quien señala como la operadora que le permitió hacerse con la Presidencia a la vez que deja claro que la guerra contra el narcotráfico emprendida en enero del 2007 fue la estrategia usada para legitimarse y disipar la sombra de que él no había sido el candidato que había ganado.

En esas pagina Wornat hace un recuento de la vida del Michoacano, el largo periplo dentro de acción nacional hasta llegar a Los Pinos en donde de acuerdo a lo que escribe la argentina, Calderón solapó actos indebidos de su gabinete y se perdió en el poder… 

Hay una declaración que Manuel Espino, Presidente del PAN en aquella elección, le hace a la periodista en la cual desnuda de forma lapidaria que en el sexenio de Calderón se hicieron cosas malas.

En “El topo”, capítulo dedicado a Genaro García Luna, se narran las casualidades siniestras que acompañaron durante su carrera como súper policía del panismo a quien ahora se encuentra preso en Estados Unidos en espera de ser juzgado.   

Según este capítulo, García Luna no iba a ser coordinador de inteligencia de la PFP con Vicente Fox, puesto que lo catapultó a las grandes ligas y a la fama. El elegido era Juan Pablo Tavira quien fue asesinado en circunstancias extrañas.

Se da cuenta también de la cancelación de último momento que supuestamente hizo García Luna para asistir a aquella gira que devino en el accidente de avión en el que murieron Juan Camilo Mourhino, Secretario de Gobernación, y Santiago Vasconcelos, funcionario de la PGR,  en quien supuestamente, a diferencia de García Luna, las autoridades estadounidenses si confiaban.

El libro toca las actividades de espionaje en contra de opositores al Presidente Calderón presumiblemente llevadas a cabo por García Luna y su equipo. Y como era de esperarse hace eco de las supuestas relaciones con el crimen organizado.

La acusación más grave de este capítulo es que de acuerdo a la información recabada por la periodista argentina, Felipe Calderón siempre supo de las andanzas de García Luna. De ser cierto cabe preguntarse:

¿Por qué lo permitió? ¿Por qué era tan imprescindible Genaro García Luna para el entonces Presidente de México al grado de permitirle hacer lo que le diera la gana?    

En el tercer capítulo Olga Wornat lo dedica a Margarita Zavala. Destaca su papel como principal apoyo de Calderón, la historia de su familia, su paso como estudiante destacada de la Libre de Derecho y su periodo como una diputada federal competente en asuntos técnicos en la cámara de diputados.

Luego relata la metamorfosis que sufrió en Los Pinos, no con un protagonismo mediático como su antecesora sino con un perfil más de operadora política y de consejera del mandatario.

En Profetas de la guerra santa y los negocios millonarios Olga Wornat retrata la influencia y el poder desmesurado que llegaron a tener en el sexenio calderonista dos fundamentalista evangélicos que literalmente se colaron al círculo de poder más alto.

El matrimonio formado por Rosa María de la Garza Orozco, quien incluso llegó a ser diputada federal en ese sexenio y candidata al Senado, y su esposo Alejandro Lucas Orozco Rubio quien fungió algún tiempo como director del INAPAM, se convirtieron en los asesores espirituales del matrimonio presidencial.

Desde ahí supuestamente se aprovecharon para no sólo tener grandes cargos públicos sin experiencia que ameritara sino que además se habrían favorecido con contratos y hecho negocios al amparo de los puestos que ostentaron.

Quizás la escena que más sacude este capítulo es la recreación de las lectura sagradas que el matrimonio de evangélicos le hacía a Felipe Calderón. En esas sesiones, según el libro, lo convencieron de que era un predestinado por Dios y que era orden diva emprender la guerra contra el narco.  

En el capítulo Ivan el santo y la muerte en Los Pinos se narra el origen de Juan Camilo Mouriño, de dónde venía, cuáles eran los negocios de su familia y el motivo por el cual decidió entrar en política y su rápido ascenso ligado a Felipe Calderón con quien mantenía una relación de hermanos.

Wornat desentierra aquel escándalo en el que Juan Camilo se vio envuelto por firmar contratos millonarios para una empresa de su familia siendo él mismo el funcionario público encargado de asignar los contratos.

El paso efímero por la política del amigo más cercano de Calderón no justifica los honores que se le rindieron después de aquel trágico accidente. El libro documenta que un columnista escribió en aquella época que los honores nos correspondian al personaje pues se le daba un trato de héroe superior al de Hidalgo o Juárez.

En cualquier caso, el capítulo deja abierta la sospecha de que aquel accidente no fue tal, sino un atentado del crimen organizado contra el hombre más cercano al mandatario.

En el capítulo de La favorita Olga Wornat relata el ascenso de Patricia Flores Elizondo, a la que identifica como “señora 10%” de una posición administrativa en la cámara de diputados hasta convertirse en la Jefa de la Oficina Presidencial.

El libro documenta que desde esa posición Flores Elizondo supuestamente incrustó a familiares suyos en altos puestos de la administración calderonista y relata los supuestos actos de corrupción, que luego le costaron ser despedida, como encargada de la construcción de la Estela de Luz. 

Pero en ese capítulo hay una escena en particular que, de ser cierta, debería investigarse. En plena pandemia de influenza A1H1, Flores Elizondo detiene la compra de unos ventiladores, ¿la razón? La empresa ganadora del contrato no es la que ella quiere que gane. 

La compra de los ventiladores se retrasa semanas hasta que La favorita, como la llama Olga Wornat, cede a cambio de que el 50% de los ventiladores se le compren a la empresa que ella quiere y el resto a la que ya se los habían asignado.

En los capítulos Feos, sucios y malos y El capo del sexenio Olga Wornat devela el papel de la DEA y la influencia estadounidense en la política de seguridad seguida durante el calderonato.

Entre otros episodios se desentierra el operativo Rápido y furioso, como este fue una violación a la soberanía del país y las amargas consecuencias que conllevó dejar que los narcotraficantes se hiceran de más y más armas.

Como era de esperarse la argentina hace un relato de la influencia del narcotraficante más famoso de aquellos años. Su ascenso vertiginoso durante los dos sexenios panistas a los que alguna vez el escritor Juan Villoro se refirió como “La docena trágica” 

Por último la periodista le dedica un capítulo a todas las víctimas de aquellos tiempos aciagos.  

En “Los nadies”, así se llama el capítulo, Wornat documenta testimonios estremecedores.

Los llamados daños colaterales a los que alguna vez hizo referencia Felipe Calderón. Soldados desaparecidos o que se suicidaron, estudiantes ejecutados, activistas secuestrados, periodistas asesinados. 

Todos víctimas de una guerra por la cual el pueblo de México no votó. Como siempre pasa, los políticos toman las decisiones, pero el pueblo es quien pone las bajas.

Si bien el libro es un documento periodístico y no un expediente judicial ni mucho menos una sentencia legal… lo que no cabe duda es que los hecho sucedieron y que le toca al lector contrastar para entender y juzgar a sus protagonistas 

Sólo de esa forma, conociendo nuestra historia y meditando sobre ella podemos asegurarnos que tragedias como las que han ocurrido en la historia de este país no vuelvan a pasar.

#Kleroterion: “¿Quién dividió a México?

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Casi todos los días quienes están en contra del Presidente López Obrador y de su gobierno critican las acciones del mandatario y lo acusan de dividir al país con las cosas que dice y hace sobre todo en su conferencia mañanera.

De entrada quienes hacen esa crítica pasan por alto que las mañaneras son un ejercicio de comunicación y transparencia nunca antes visto. Pero también, las mañaneras es pasar al presidente al escrutinio público de manera diaria y evitar que esté aislado en ese monte del olimpo donde se toman decisiones y nunca se tiene contacto con la población.

Parece que extrañan el secretismo y la opacidad con la que se conducían otros presidentes a los cuales era imposible cuestionarlos por nada y cuando salían a los medios era, en la gran mayoría de los casos, en escenarios controlados y entrevistas a modo.

PERO lo más lamentable de la postura de esos críticos es que pretendan atribuirle a López Obrador el clima de división y polarización que impera en México. 

¡ESTÁN EQUIVOCADOS!

No es el discurso de Andrés Manuel López Obrador el que dividió al país y le engendró tanto rencor a la gente.

Los culpables de esa división, de ese rencor fueron los políticos corruptos que por décadas saquearon a México. 

Esos que al llegar a un puesto público se asumían de la realeza y se comportaban de forma prepotente mientras se paseaban en coches de lujo y con su séquito de guaruras, todo pagado con los impuestos de la gente.

Lo que dividió a México fueron los Presidentes frívolos y alejados de la gente, inaccesibles como si fueran estrellas de televisión.

Esos que nunca se dignaron a abrir las puertas de su oficina para recibir peticiones de la gente, pero que aprovechaban cualquier ocasión para ofrecer fiestas suntuosas a sus “amigos poderosos”.

O para brindar con otros miembros destacados de sus partidos o departir con opinólogos y comentaristas a modo mientras salían en la tele.  Esos que pensaban que la política y el país era un legado. Que tener un apellido rimbombante, clasista pero sobre todo de origen político implicaba pasarle al hijo, al nieto, el poder político porque finalmente qué… El país les pertenecia. No es el Presidente López Obrador quien divide al pueblo de México. 

Quienes lo dividen, quienes siembran odio, clasismo y rencor entre los mexicanos son los golpistas que inventan un día sí y otro también mentiras para dañar a México

Como esa de señalar a López Obrador de comunista. Aunque ni ellos sepan qué significa eso.

Lo que dividió a México fue el saqueo, la corrupción voraz, la impunidad, el capitalismo de cuates, los acuerdos “en lo obscurito”, la oposición vendida, los periodistas y medios de comunicación comprados. 

Los culpables de la polarización y división entre los mexicanos son los políticos que tras perder el poder se han empeñado en una campaña de manipulación y mentiras aprovechándose de la ignorancia y desinformación de quienes los siguen.

Porque los que tachan de comunistas, ignorantes, peje zombies y demás adjetivos peyorativos a quienes siguen al Presidente son en verdad los más ignorantes y manipulados. 

El país está dividido, eso es inobjetable…

Pero la división más lacerante, la que más duele, es la que existe entre quienes ya despertaron y no están dispuestos a permitir que los políticos de antes, que tanto daño le hicieron a México, vuelvan a gobernar.

Del otro lado están los que siguen con una venda en los ojos, los que todavía creen en el pasado y a todos esos partidos y políticos que por años les fallaron.

No hay peor ciego que el que no quiere ver, no hay peor odio y división que el que engendran los que por décadas fomentaron y toleraron el saqueo y la impunidad.

En ese contexto Andrés Manuel López Obrador tiene claro que su obligación moral es compensar el abuso histórico llevado a cabo por los pocos que todo pueden contra los muchos que nada tienen… 

Si lo logra México a la larga la sociedad mexicana se volverá a unir y regresará la paz social.

Esa es la vara con la cual medirá la historia López Obrador, ese es el legado que el Presidente aspira a lograr. 

#Kleroterion: “AMLO, el presidente más atacado”

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Mucha razón tiene Andrés Manuel López Obrador cuando dice que es el Presidente más atacado de la historia. 

No es sólo que hoy en día con las redes sociales cualquier persona puede expresarse y ser escuchada, incluso por el mismo Presidente, como nunca antes.

No se trata sólo de ese nuevo contexto… Hay que admitir que el Presidente está siendo atacado con particular saña por opinólogos y columnistas. 

Pero ¿sabe qué? Este ímpetu en contra de AMLO les viene desde mucho antes.

En el 2006, cuando el tabasqueño acusó que el FOBAPROA fue un negocio para unos cuantos, claro ejemplo del capitalismo de cuates, en donde bancos privados fueron rescatados con dinero público. 

Vaya, para ser más claro, que el rescate de un negocio privado quebrado se pagó con impuestos de todos los mexicanos.

Cuando López Obrador señaló eso, el resultado fue una campaña en su contra acusándolo de ser “un peligro para México”. 

Campaña que, como no podía ser de otra forma, fue suscrita y alimentada por los opinólogos y columnistas que hoy están tan enojados.

La conclusión de aquella elección fue que el verdadero peligro para México lo representó Felipe Calderón que sumió al país es un capítulo de inseguridad que costó más de 250 mil muertes y que todavía hoy no podemos cerrar.  

Luego en el 2012 cuando López Obrador que PRI y PAN eran lo mismo el resultado fue un proceso electoral desvirtuado por encuestas de todo tipo que generaron la percepción de que la elección de Peña Nieto era un trámite.

Pero ¡oh sorpresa! La conclusión en esta ocasión fue que encuestas que llegaron a dar 25 puntos de ventaja se redujeron a porcentajes cerrados y muy competitivos… En cualquier caso el golpe estaba dado.

Finalmente en el 2018 López Obrador señaló que el Pacto por México fue un Pacto contra México, que la reforma energética fue una operación concertada para vender  una empresa del estado a particulares como ya lo habían hecho PRI y PAN antes…

En esta ocasión el resultado fue un triunfo avasallador…  En palabras del mismo López Obrador “el pueblo había despertado”

Las heridas infringidas por ese triunfo del Presidente y el desmantelamiento del viejo sistema, que todavía continua, ha trastocado muchos intereses.

Quienes han sido afectados hoy tacha al Presidente de comunista e impulsan un movimiento de tinte golpista con la intención de derrocarlo. 

Son capaces de lo que sea y ahí tienen a sus opinólogos y columnistas para secundarlos.

Saca tus propias conclusiones ¿vas a permitir que te sigan lavando el cerebro los opinólogos y columnistas? ¿O vas a ver permitirte ver con objetividad y sin fobias la realidad de las cosas en el país?

#Kleroterion: “Desmantelaron Pemex a Conciencia y de manera Sistemática”

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Seguramente usted recuerda que muchos, sino es que la mayoría de quienes promovieron la reforma energética, argumentaban que había que dejar de invertir en Pemex porque “no era negocio”.

Predicaban con tanta pasión que hasta hacía parecer la entrada de capital privado como una especie de bendición divina.

“Esto no es negocio, pero si se aprueba la reforma energética no vamos a librar de meterle más lana y le vamos a endosar esa pérdida a un caritativo interés privado”

Era palabra más, palabras menos el dogma que predicaban. PERO omitían mencionar que la paraestatal “había dejado de ser negocio” porque durante alrededor de tres décadas las administraciones del PRIAN desmantelaron y desfondaron SISTEMÁTICAMENTE a Pemex con la clara intención de privatizarla. 

Usaron su poder político para trasladar un bien pùblico a manos del capital privado con la clara intención de beneficiarse ellos también de forma personal.

Como se explica usted que sin ser negocio la empresa aportó $9,163,568,000,000 a la hacienda pública en los últimos 3 sexenios, una cantidad muy similar a los $9,995,000,000,000 de la deuda neta del sector público del país en ese mismo lapso de tiempo.

¡¿Sí no era negocio cómo puedo aportar tanto?!

Dese cuenta que durante la administración de Calderón el barril de petróleo alcanzó un precio superior a los 100 dólares, pero todo ese dinero “extra” se lo gastaron en nómina o se lo repartieron a los gobernadores para que lo gastaran también en gasto corriente. 

Eso refleja que lo que no supieron hacer fue administrar a la petrolera, pero de esa incapacidad nunca hablaron.

Le repito, no es que no fuera negocio, es que las administraciones del PRIAN quebraron a Pemex con alevosía y ventaja para justificar su argumento de que había que privatizarla.  

NO faltará quien se queje y diga “¡Qué importa!… ¡Como quiera a mi Pemex no me daba nada!”

Nada más alejado de la verdad pues la realidad es que si durante años el gobierno los gobiernos pudieron permitirse, por un lado, cobrar tan pocos impuestos y por el otro condonarle impuestos a empresas en cantidades escandalosas…  Fue precisamente porque el dinero para el presupuesto salía de lo que Pemex aportaba.

No es casualidad que las reformas fiscales de los gobiernos de Calderón y Peña Nieto para quitarle carga fiscal a la petrolera y empezar a cobrarle más impuestos a los ciudadanos se dieran cuando el desmantelamiento de la empresa ya iba muy avanzado y estaba por concretarse el paso de ese negocio público a manos de capitales privados. 

Lo que hubo detrás, las complicidades componentes para llevar a cabo esa operación de privatizar Pemex que duró décadas puede comenzar a saberse con lo que declaré Emilio Lozoya

Se equivocan Quienes hoy se atreven a tachar de simulación el proceso que se sigue en contra del ex director de Pemex. 

Simulación fue la que llevaron a cabo los gobiernos del PRI y del PAN durante décadas para alcanzar su objetivo de privatizar a la petrolera mexicana y beneficiarse a algunos de sus prominentes políticos y personajes cercanos de manera personal.

Esa simulación comenzó a derrumbarse cuando se destapó la cloaca de Odebrecht y sus sobornos. 

Esa simulación, la de que Pemex no es negocio, se derrumba con el caso Lozoya. Se les quedaron sin argumento, no es que no fuera negocio es que se lo querían quedar.

#Kleroterion: “Confundidos”

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Muy confundidos así es como están los intelectuales orgánicos del antiguo régimen a raíz de que Emilio Lozoya aceptó su extradición a México y decidió colaborar con la Fiscalía General de la República. 

El ex director general de Pemex habría entregado ya unos  videos en los cuales presuntamente se exhibirá a legisladores y otros actores políticos recibiendo sobornos a cambio de aprobar la reforma energética.

Su confusión llega a tanto que han empezado a plantear versiones y argumentos que le faltan al respeto a la inteligencia y al sentir de la mayoría de la gente. 

Ahora resulta, según ellos, que está por verse si Andrés Manuel López Obrador es capaz de traicionar a quien le entregó la presidencia. 

En su lógica México no es una democracia que elige por mayoría a su presidente, en el caso de Andrés Manuel López Obrador con 30 millones de votos.

Sino una monarquía en la cual el rey en turno decide quién se queda con su trono.  Yo les pregunto: ¿en verdad así piensan al país, es esa la percepción que tienen de los mexicanos?

En todo caso y según su lógica lo obvio hubiera sido que Peña Nieto le heredará su trono a Videgaray o incluso, se me ocurre, a su ¡candidato presidencial José Antonio Meade!

A quien por cierto esos mismos intelectuales orgánicos siempre han defendido como el mejor candidato de todos.

En su fantasía o burda manipulación plantean que Peña Nieto le ordenó también a los gobernadores bajar la guarda y entregarle la presidencia a AMLO. 

Eso revelaría que con Peña Nieto los gobernadores si eran muy dejados, pero en todo caso insisten en una visión del siglo pasado, de añoranza al partido único del PRI.

Eso ya no existe. Ningún partido controla la voluntad del pueblo mexicano.

Denuncian que la llegada de Lozoya al país es un circo y que el gobierno inventó la existencia de los videos ya mencionados.

No se dan cuenta de que el circo empezó desde el triunfo de Vicente Fox cuando matamos al dinosaurio del PRI, pero nació el Leviaprian que se repartió como botín el país a costa del bienestar de los mexicanos.

Si la existencia de esos videos es un invento, no veo por qué están entonces tan alterados. Dicen una cosa y hacen otra… Le digo que están que están confundidos o quieren manipularnos.

Resulta también que para ellos castigar al cartel de la corrupción que integraron el PRI y el PAN no más que una maniobra para dañar a este último rumbo a la próxima contienda electoral.

Un absurdo porque ni el PAN ni ningún otro partido tienen suficiente apoyo de la gente como para ser competitivos electoralmente. Por eso andan promoviendo sus alianzas contranatura. Su ambición es el poder, no el bienestar de los mexicanos. 

Cuestionan que Lozoya haya ido a un hospital privado y denuncian privilegios. Llama la atención que esos intelectuales no estén enterados que el ex director de Pemex se está acogiendo a la figura de criterio de oportunidad, vaya que está en proceso de convertirse en testigo colaborador de la fiscalía y que eso evidentemente le otorga beneficios.

Le digo, pecan de ignorantes o se hacen. 

Para demostrar que su fantasía no es cierta retan al gobierno a que meta a la cárcel a Videgaray y a Peña Nieto. 

¡Eso sí sería inédito! Vociferan.    

Ya es inédito que Rosario Robles y Juan Collado estén en la cárcel, que César Duarte, Alonso Ancira y Genaro García Luna estén apunto también de ser extraditados.

Es inédito porque algo así nunca pasó en los gobiernos del PRI y del PAN.

Sobre la posibilidad de que Peña Nieto y Videgaray sean castigados no deja de ser peculiar que hoy tomen esa postura cuando en el sexenio pasado se desvivieron en elogios hacia ellos y hacia las reformas que esos dos políticos impulsaron. 

Pero puedo decirles que la mayoría del pueblo de México confía en que paguen los que tengan que pagar, y que somos pacientes, todavía quedan cuatro años.

Luego se quejan que para el Presidente el combate a la corrupción no es una causa sino pura demagogia. 

Para ser demagogia y tener 5 peces gordos en proceso ¡ojalá haya más demagogia!

Vaticinan que el gobierno irá tras quien sea menos por Videgaray y Peña Nieto. Una vez más le faltan el respeto a la gente… Primero porque todos sabemos que hoy estamos más cerca que antes de que se castigue al ex secretario de hacienda y al expresidente.

Pero también porque nada dicen del Poder Judicial que todavía está infiltrado por alfiles del PRI y del PAN. Si tanto les preocupa que se castigue a los corruptos deberían estar poniendo lupa al Poder Judicial.

Finalmente hay una parte de su lectura que, aunque incompleta, comparto. 

El Presidente está contento con la extradición de Emilio Lozoya. ¡Sin duda!

Pero lo que ellos no ven es que junto con el Presidente también están contentos millones de mexicanos que por fin están viendo que en este país se hacen esfuerzos reales por acabar con la corrupción y la impunidad. 

#Kleroterion: “Homenaje a un gigante”

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Ese pudiera ser el título de la fotografía en la que el Presidente López Obrador rinde respetos de pie frente al Monumento a Lincoln, el Presidente estadounidense que abolió la esclavitud y salvó a su país de dividirse.

La imagen, que será recordada como una de las mejores durante el sexenio de López Obrador, está cargada de simbolismo. 

Por un lado representa un sincero homenaje de nuestro pueblo hacía un Presidente que en su tiempo manifestó su apoyo a México en contra de las injusticias de Estados Unidos. 

Como Congresista Lincoln acusó en 1847 a la Cámara de Representantes y al presidente James Polk de invadir México sin provocaciones.

Pero no sólo eso, años más tarde siendo ya Presidente se negó a reconocer al Emperador Maximiliano y dio su apoyo al gobierno de Benito Juárez. 

Conociendo la influencia del benemérito de las Américas en López Obrador era de esperarse que nuestro Presidente hiciera este reconocimiento.

Sin embargo hay otras coincidencias entre Lincoln y el tabasqueño que vale la pena mencionar. 

En su momento Lincoln luchó en contra de quienes estaban a favor de la esclavitud, apostó por construir una sociedad más justa y equitativa, convencido de que ello salvaría del fracaso a Estados Unidos.

Ese fue uno de los detonantes de aquella guerra de civil con la cual un grupo de políticos del sur de ese país pretendían dividir en dos a Estados Unidos. 

Es célebre aquella frase de Lincoln en uno de sus discursos:

“Una casa dividida contra sí misma no puede seguir en pie. Creo que este gobierno no puede continuar, de forma permanente, mitad esclavo y mitad libre”. 

No deja de llamar la atención que al igual que Lincoln, López Obrador encabeza la reivindicación de los más desprotegidos, los más pobres, los olvidados de su país.

Porque aunque todavía haya quien lo niegue, la realidad es que nunca antes un Presidente y un gobierno habían estado tan comprometidos con saldar la deuda histórica que se tiene con los más pobres, y hay que decirlo también, con las comunidades indígenas.

Si bien López Obrador no abolirá la esclavitud, si aspira a abolir la desigualdad histórica a la que el pueblo de México ha sido sometido.

Pero las coincidencias también tienen su lado peligroso sobre el cual hay que estar prevenidos.

Al igual que le sucedió a Lincoln en su momento, hay un grupo contrario a López Obrador que está iracundo por las decisiones y posturas que el Presidente ha tomado y pretenden organizar un movimiento separatista. 

Bien harían estos antipatriotas con leer un poco de historia para saber cómo acaban los movimientos ilegítimos como el que encabezan.

Pero sobre todo con bajarse de su pedestal y salir de su burbuja para que se den cuenta del lado de quien está el apoyo del pueblo, quizás así abandonen de una vez por todas sus delirios separatistas. 

#Kleroterion: “¿Por qué están enojadas las elites con López Obrador?”

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Durante décadas, las élites económicas y políticas que hoy critican al Presidente, e incluso impulsan un movimiento con tintes golpistas para incitar a un grupo social a que salga a protestar y pedir su renuncia, durante años, esas elites aplaudieron y se mostraron satisfechos con gobiernos anteriores porque, según dijeron, aplicaron  fórmulas económicas responsables para mantener las finanzas públicas sanas y con ello certidumbre y estabilidad. 

En lo esencial esas “fórmulas económicas responsables” giraron en torno al manejo consciente del déficit fiscal, es decir que no hubiera o al menos no se aumentará de modo alarmante la deuda pública; que se redujera el tamaño del gobierno y que se mantuviera la independencia del Banco de México.  Por cierto estos tres punto han sido cumplidos y aplicados con un rigor nunca antes visto en el Gobierno de López Obrador. 

Se preguntará usted ¿entonces por qué esta furia contra el Presidente por parte de las elites? ¿Qué SÍ cambió con respecto a los gobiernos del PRI y del PAN? 

El fondo de este enojo de las elites, la razón por la que ahora invierten, y mucho, en manipular la opinión pública para provocar que un grupo social minoritario identificado con ellos salga a protestar, tiene que ver con acciones que el gobierno de López Obrador ha llevado a cabo y que han afectado sus intereses, vaya que les han pegado en la bolsa y eso, pegarles en el dinero, aunque sea por el bien común, es algo que a las elites los hace, perdóneme la palabra, encabronar… Ese es el fondo de su enojo, por eso sacan a las calles a su tropa, por eso salen a protestar.  

Salen a protestar porque ahora si tienen que pagar impuestos, porque en este gobierno se acabó la condonación fiscal.  En los gobierno de Peña Nieto y Calderón se condonaron alrededor de $400,902 millones, y Fox puso en resguardo la cantidad que condonó, así que le apuesto que cuando es información se haga pública la cifra será de escándalo

Salen porque ahora hay una lucha contra la corrupción, porque bajo el liderazgo del Presidente López Obrador, por ejemplo, el Congreso ha reformado nuestras leyes para clasificar el soborno y la malversación de fondos como delitos sin derecho a fianza para prevenir y castigar a corruptos.

Salen a protestar porque ya no pueden vender ni comprar facturas falsas. 

Salen a protestar porque todavía no superan que se haya cancelado la construcción de un aeropuerto alrededor del cual había negocios multimillonarios para ELLOS, financiados con deuda y dinero público, con dinero de los mexicanos.

Salen a protestar porque este gobierno aspira a recuperar la soberanía energética, y eso es un insulto para ellos porque ese negocio, el del petróleo ya estaba en sus manos. Dese cuenta que con la construcción de Dos Bocas, por ejemplo, se les arrebatará un negocio, el de la importación de gasolina que una parte de esas élites maneja.

Salen a protestar porque este gobierno quiere que los partidos políticos reciban menos dinero, y eso significa que los políticos al servicio de ESAS élites dejarían de ser financiados con nuestro dinero y tendrían que hacer carrera financiados por sus verdaderos amos.

Y hay que decirlo también, esas protestas son infladas por algunos medios y periodistas porque este gobierno cerró la llave del gasto en la publicidad oficial que durante sexenios se utilizó para cerrar bocas, comprar plumas y hermanar voluntades.   

En última instancia protestar es un derecho, que lo sigan haciendo, adelante…

PERO que quede claro que en su desesperación le han apostado ha alimentar un discurso de odio, de racismo y de clasismo que puede salirse de las manos. 

Alimentan sin escrúpulos y con total irresponsabilidad el discurso de que cualquiera que apoye al Presidente es un ignorante, un zombie, un huevón o un muerto de hambre. Están sembrando odio y divisionismo aunque luego se hagan las víctimas y los ofendidos. Tiran la piedra y esconden la mano.

Queda claro que a esa elites les arde tener que lidiar con un Presidente que no está dispuesto, como si estuvieron los demás, ha ser servil con ellos y convertirse en su lacayo. 

Acostumbrados a mandar, les irrita que este Presidente no se asuma como otro más de sus empleados y tenga la osadía de enfrentarse para defender los intereses de todos los mexicanos.

Están enojados, iracundos, fuera de sí… Pero también tienen miedo, y mucho, porque  les queda claro que Andrés Manuel López Obrador tiene el apoyo de una mayoría de millones de mexicanos que creen en él y en este cambio. 

#Kleroterion: La Reunión de AMLO y Trump en el arranque del T-MEC

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Tan pronto anunció el Presidente López Obrador que viajaría a Washington para verse con el Presidente Trump en el marco de la entrada en vigor del T-MEC, el tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, comenzaron a llover las críticas asegurando que dicha reunión sería utilizada por Trump, tal como los hizo con Peña Nieto, para fines electorales. 
Más allá de que el tema México seguramente sea utilizado electoralmente por Trump se reúna o no se reúna con el Presidente, sus críticos pasan por alto una sutileza que vale la pena mencionar.
Esta reunión próxima a llevarse a cabo será entre jefes de estado, es decir entre dos o incluso tres “iguales”, porque todavía se contempla que Justin Trudeau, el Primer Ministro de Canadá, confirme asistencia. Cuando Trump se reunió con Peña Nieto no había motivo diplomático para que este se reuniera con el estadounidense que  sólo era candidato.
Los críticos del Presidente pasan por alto también que esta reunión se da en el marco de la entrada en vigor de un tratado de libre comercio que marcará época hacía la integración de norteamérica. 
Es curioso, por decir lo menos, que constantemente expresan su preocupación porque la economía no va bien, pero pasan por alto el impacto positivo que le traerá a la economía del país la entrada en vigor de este tratado.
Me parece todavía más absurdo que se quejen de que el gobierno de México debe dar certidumbre a los inversionistas, pero no se les ocurre tampoco que asistir a esa reunión  es precisamente abonar a esa certidumbre. 
Tan empeñados están en que al país le vaya mal que no les importa ser incongruentes en sus posturas y absurdos en sus críticas. Para ellos no importa no que el gobierno haga o no haga, todo está mal.
Me ha dado por pensar que lo que los críticos del presidente no toleran es que el personaje al que ellos, con total ignorancia y guiados por el hígado, tachan de comunista sea uno de los artífices y el protagonista principal del tratado de libre comercio más importante que haya firmado un presidente mexicano. 
No le perdonan que  no fracase, que contra todos sus pronósticos y esperanzas el país no se está cayendo a pedazos ni haya un estallido social. No le perdonan que en las cosas que importan, como en la relación con el Presidente del país más poderoso y la economía más grande del mundo, López Obrador haya sacado su madera de estadista y se conduzca con dignidad y decoro, respaldado por el apoyo de millones de mexicanos.

#Kleroterion: “La línea que nadie debe cruzar”

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Mucho se ha dicho en redes sociales y en diversos medios sobre la polémica invitación que hizo la CONAPRED al  influencer y comediante Chumel Torres para que participara en un foro de racismo y discriminación y que terminó convirtiéndose en un escándalo que motivó la renuncia de la titular del organismo.

Más allá de dar una postura sobre si tal personaje debería o no participar en un foro sobre ese tema, lo que quiero es reflexionar sobre un punto que nadie ha tocado. Los derechos del hijo del Presidente y la primera dama. El jovencito de nombre Jesús Ernesto con apenas 13 años que desde la campaña del 2018 ha recibido ataques e insultos constantes por buena parte de quienes no simpatizan con su papá.

En su afán por cuestionar o incluso abiertamente golpear al Presidente sus adversarios se han pasado de la raya. Meterse con el hijo menor de alguien, así sea el de una figura pública, es algo grotesco e inmoral. Pero lo más grave es que esos ataques terminan por tener un impacto negativo en la vida de una ser humano cuyo único pecado es ser hijo de su papá. 

Si nos detenemos a pensarlo resulta imposible que esos insultos se queden en las redes sociales y no aparezcan en la vida diaria de este pequeño joven. Que no sea señalado por otros chicos y chicas  de su entorno con los apodos y calificativos que le dirigen en redes sociales. 

Sin deberla ni temerla este joven tiene que aprender a vivir siendo objeto de burlas y toda clase de insultos clasistas y racistas. Me pregunto como reaccionarían quienes en nombre de la libertad de expresión lo atacan de esa manera si fueran sus hijos quienes enfrentan una situación similar.      

Y no, no estoy defendiendo al Presidente, estoy defendiendo a un niño, a un jovencito que tiene la misma edad que mi hija y quien también, al igual que él, ha tenido que lidiar con el peso de ser hija se una figura pública. Que también ha tenido que aguantar la ira de quienes no simpatizan o concuerdan, la mayoría de las veces sin siquiera conocerlo, con su papá.

Habrá quién diga que ese es el precio de ser una figura pública, pero en estos tiempos cualquiera que tenga una cuenta de redes sociales se expone al escrutinio público y si bien los adultos saben a lo que se meten, los niños NO e insultarlos  es una línea que no debemos permitir a nadie cruzar. 

Así que no nos equivoquemos. Nada justifica que nadie ataque al hijo menor de nadie. Cuando un niño “bullea” a otro se le llama bullying, pero cuando un adulto “bullea” a un niño se convierte en un acosador, aún y cuando quiera esconderlo como libertad de expresión.

#Kleroterion: “Los sabios de las Redes”

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Un fenómeno se repite cada vez más en redes sociales. Repentinamente aparecen por todos lados personas que saben de todo y denostan sin contemplaciones el esfuerzo o trabajo de quien sea. No importa si la persona a quien critican ha invertido décadas capacitándose o tomando experiencia en alguna disciplina. Para los sabios de las redes eso no tienen ningún valor y a su juicio experto los demás siempre hacen las cosas mal y ellos tienen la solución para todo.

No importa que su experiencia se limite a publicar contenido en redes sociales y su conocimiento provenga de lo que encuentran en google o, si bien nos va, de lo que leyeron en wikipedia. Estos personajes opinan sin descaro de lo que sea. Desde economía, salud, energía hasta de fútbol o incluso, si el tren del mame del momento es ese, hasta de física.

Por supuesto que todo mundo tenemos derecho a un opinión, pero vale la pena reflexionar si esa opinión tiene el mismo valor que la de los expertos a quienes estos sabios de sofá, sin contemplación, señalan de mentirosos, ignorantes, criminales, pen$&#* o hasta vendidos. 

Vale la pena reflexionar si una búsqueda en google vale lo mismo que un doctorado. Si 500 mil seguidores en una red social son equiparables a 10, 20 0 30 años de experiencia ejerciendo cualquier profesión u oficio. Vale la pena reflexionar si lo que dice un “influencer” sobre cualquier cosa tiene el mismo valor que tiene la opinión de un experto reconocido en un campo específico.

Que cualquier se atreva a opinar de cualquier cosa no es el problema, lo lamentable, lo alarmante es que le creemos a cualquiera que habla sobre cualquier cosa y despreciamos, en base a lo que estos sabios de las redes dicen, a las personas que invirtieron años de su vida ganando experiencia para ejercer, COMO EXPERTOS, una profesión u oficio. 

Y así un día escuchamos al que denosta a un médico y recomienda, contra su opinión, que no te tomes tal medicina. Al que nos dice qué debe hacer el país con el petróleo o al que tiene la solución para acabar con la pobreza o con el coronavirus. Repito, los alarmante no es que quien sea tenga su opinión, lo alarmante es que la gente le crea a cualquiera, esa es la plaga que como sociedad nos está llevando al precipicio. 

Tal vez tengamos que empezar a pensar en un solución, así como twitter ya lo hizo con Trump al ponerle una etiqueta de “potencialmente engañosos” a su comentarios, o como google hace al etiquetar como tal a un anuncio. Se me ocurre una etiqueta para utilizar cada que se identifique a alguien opinando sobre algo de lo cual no tiene conocimiento experto:

Opinión de un amateur. ¡PELIGRO!