Estados Unidos anunció este miércoles que estaba a favor de levantar las patentes de las vacunas contra la covid-19, una medida excepcional en un momento en que los países pobres carecen de las preciadas dosis, claves para frenar la pandemia.
“Se trata de una crisis sanitaria mundial y las circunstancias extraordinarias de la pandemia de covid-19 exigen medidas extraordinarias”, declaró la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, en un comunicado.
“La administración cree firmemente en la protección de la propiedad intelectual, pero para detener esta pandemia, apoya el levantamiento” de las patentes, dijo Tai, que añadió que Washington estaba participando “activamente” en las negociaciones en la Organización Mundial del Comercio (OMC) al respecto.
Las patentes están sobre todo en manos de los laboratorios estadounidenses, que se oponen a su eliminación porque, según ellos, esto les privaría de una ganancia financiera necesaria para compensar sus costosas innovaciones.
“Estamos completamente de acuerdo con el objetivo de que las vacunas anticovid-19 se repartan rápidamente y de forma equitativa en el mundo. Pero como hemos dicho constantemente, una suspensión es la respuesta sencilla, pero incorrecta a un problema complejo”, reaccionó la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (IFPMA).
“Suspender las patentes no aumentará la producción ni proporcionará las soluciones prácticas que necesitamos para combatir esta crisis sanitaria mundial”, añadió el grupo de presión en un comunicado.
– Un acceso desigual –
La brecha se amplía entre los países ricos, donde las campañas de vacunación permiten un levantamiento progresivo de las restricciones, y las naciones más pobres.
Señal de esa desigualdad, Canadá aprobó este miércoles el uso de la vacuna Pfizer-BioNTech a partir de los 12 años, convirtiéndose en el primer país en autorizarla para personas tan jóvenes, y Estados Unidos se dispone a seguir ese camino la próxima semana.
Más de 1.200 millones de dosis se han administrado a nivel global, pero menos del 1% se inyectó en los países menos desarrollados.
Después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidiera solidaridad al G7, los miembros de ese grupo (Estados Unidos, Japón, Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) abordaron durante una reunión en Londres la distribución de las vacunas.
En su comunicado, el G7 prometió apoyar económicamente el programa de reparto Covax “para permitir un despliegue rápido y justo” de las dosis, aunque no anunció ayuda adicional para los países pobres.
– Hospitales llenos en América –
La semana pasada, un 40% de las muertes por covid-19 en el mundo se produjeron en la región de las Américas, donde más países que nunca reportan balances superiores a los 1.000 casos diarios, indicó Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en una rueda de prensa virtual.
“Los hospitales de la región están peligrosamente llenos”, advirtió.
A pesar de los esfuerzos en el último año por expandir las capacidades hospitalarias, en abril de este año la ocupación promedio de las camas en unidades de cuidados intensivos era de 80%, según un estudio de la OPS, la oficina regional de la OMS, en 16 países de la región.
Argentina registró este miércoles 633 fallecidos, el mayor número de muertes por covid-19 en un solo día desde que empezó la pandemia, lo que elevó el total de decesos a 65.865, informó el Ministerio de Salud.
Más de tres millones de personas contrajeron la enfermedad en el país de 45 millones de habitantes.
– La segunda ola de India –
India es uno los países que reclaman un levantamiento temporal de las patentes sobre las vacunas, frente a otros, como Francia, que abogan por hacer donaciones a las naciones más desfavorecidas.
El gigante asiático registró el jueves el récord de casi 4.000 muertos de covid-19 en un día y 412.000 casos nuevos, en plena segunda ola de la pandemia. El coronavirus se cobró más de 232.000 vidas en el país y se han contagiado más de 21 millones de habitantes, un balance que muchos consideran muy por debajo de la realidad.
Esta situación se atribuye en particular a las reuniones religiosas, como la enorme peregrinación hindú Kumbh Mela, que atrajo a millones de personas, y a los mítines políticos autorizados en los últimos meses, así como a la inacción del gobierno de Narendra Modi.
Los hospitales están desbordados y faltan suministros de oxígeno, medicamentos y camas, a pesar de la afluencia de ayuda internacional.
La pandemia mató a más de 3,2 millones de personas en todo el mundo desde que la oficina de la OMS en China informó del brote de covid-19 a finales de diciembre de 2019, según un recuento de la AFP realizado con datos oficiales.
(Fuente: AFP)