Según datos presentados por la Consultora Etellekt, el pasado proceso electoral dejó un saldo de 102 políticos asesinados, 36 de ellos eran aspirantes y candidatos a distintos cargos de elección popular. 

Entre los fallecidos, de los 87 hombres, 29 eran aspirantes o candidatos  y de las 15 mujeres, 7 eran aspirantes o candidatas.

Es por esto que, el pasado proceso electoral de 2021 se ha convertido en el segundo con más homicidios desde el año 2000; siendo el primero las elecciones de 2018.

Los datos presentados expresan que, durante las elecciones de 2021, los homicidios de políticos bajaron un 32.8% en comparación con los 152 políticos asesinados durante el periodo electoral de 2018; sin embargo, las agresiones escalaron.

Del 7 de septiembre de 2020 al 6 de junio 2021, se registraron un total de 1,066 agresiones en contra de políticos y candidatos. Esta cifra es 38% mayor en comparación a las 774 agresiones contabilizadas durante el proceso electoral del 2018; siendo las amenazas el delito con mayor incidencia registrada.

Así mismo, el séptimo informe de violencia política en México destacó que el 75% de las agresiones fueron en contra de candidaturas opositoras a los gobiernos estatales.

En cuanto a los agresores, se registró que el 24% de los 1,066 delitos en contra de políticos y electores fueron realizados por grupos de civiles armados. En 397 delitos o agresiones no se pudo identificar a los agresores.

A pesar de que la violencia se extendió en los 32 estados de la República Mexicana, con 152 y 19 delitos respectivamente, Veracruz y Campeche fueron quiénes registraron los niveles más altos de violencia contra políticos a nivel nacional.

En el informe, Etellekt señala que el gobierno federal desplegó protección para los candidatos; sin embargo, lo hizo “sin realizar una estrategia de evaluación de riesgos que permitiera adoptar medidas preventivas”.