AMLO le abre la puerta a su gabinete para elecciones

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Al menos seis miembros del Gabinete presidencial dejarían pronto sus cargos para irse como candidatos a gobernador en las elecciones del próximo año.

El Presidente AMLO les abrió la puerta en su conferencia matutina de este jueves sin decir sus nombres.

Quienes más actividad han hecho en las entidades de las que son oriundos sin negar sus aspiraciones para ser gobernadores son Alfonso Durazo, Secretario de Seguridad, en Sonora. Aunque tiene una competidora, la titular de Conade, Ana Gabriela Guevara.

Además, Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, quien todos los fines de semana tiene actividades públicas en Querétaro, de donde es originario.

López Obrador reconoció que podría haber más renuncias en su Gabinete ante las aspiraciones de varios funcionarios federales por pelear algunas de las 15 gubernaturas que estarán en juego en 2021.

Para Nuevo León se mencionan los nombres de la diputada Tatiana Clouthier, pero también el del Jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo.

Aunque los calendarios electorales son distintos en cada estado, los que buscarán una gubernatura podrían dejar sus cargos en el Gobierno federal en diciembre de este año, es decir, medio año antes de la elección del 6 de junio.

Los funcionarios que aspiren a pelear por una diputación federal tendrían que renunciar en marzo de 2021, unos 90 días antes de la elección.

Sin ser miembros del gabinete, otros que podrían pedir licencia al Senado son los morenistas Félix Salgado, quien suena en la contienda para la gubernatura de Guerrero; Cruz Pérez Cuéllar, para Chihuahua; Cristóbal Arias, para Michoacán; Miguel Ángel Navarro, para Nayarit; y Rubén Rocha Moya, para Sinaloa.

La Alcaldesa de Álvaro Obregón, en la Ciudad de México, Layda Sansores, ha sido mencionada como aspirante a la gubernatura de Campeche.

 

 

(Con información de Reforma)

El régimen de las mentiras

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Desde que existe el famoso “Proyecto de Nación” de Andrés Manuel López Obrador, mucho antes de que llegara a la silla presidencial, su movimiento y base política ya tomaban como estandarte la lucha contra la corrupción. Para él, absolutamente todo es una consecuencia de la corrupción que ha lastimado profundamente a nuestro México. Y en parte, no está equivocado.

En ese proyecto confiaron más de 30 millones de mexicanos. El sentimiento era el mismo: se debía poner fin a las prácticas corruptas para construir un país justo y libre. México merecía más que lo que había vivido antes.

Personas como Javier Duarte, Emilio Lozoya y Genaro García Luna, entre muchísimos otros, terminaron por romper la poca confianza que el mexicano tenía en las instituciones y en los políticos. Ahí es dónde entra AMLO a devolverle la esperanza a sus seguidores.

Hay un pequeño problema: López Obrador y su equipo son iguales.

Verán, hay que reconocer que durante su vida, el presidente ha sabido hacer algunas cosas bien. Por eso llegó hasta donde está. Pero algo que ha hecho mal a lo largo de toda su carrera política es elegir a sus colaboradores más cercanos. Curiosamente, siempre termina defendiendo a los personajes más corruptos de la política mexicana.

Es un insulto para sus seguidores, que creen ciegamente en la transformación “austera”, que le haya asignado a Manuel Bartlett una dependencia federal tan importante como lo es la CFE. A ese personaje se le recordará siempre por deshonesto, y esa es la verdad.

También es una burla a la inteligencia de sus seguidores el haber asignado a la Secretaría de la Función Pública a Irma Eréndira Sandoval.

La SFP tiene como una de sus principales obligaciones combatir la corrupción. Recientemente salió un reportaje que afirma que la Secretaria tiene un patrimonio de 60 millones de pesos, con diversas propiedades, que desarrolló mientras laboraba en la UNAM, con salario de académica. La familia de Sandoval critica la exigencia de la ciudadanía de publicar su patrimonio, cosa que al ser funcionaria pública, se vuelve obligatoria. Curioso, ¿No?

Preocupa también que Irma Sandoval tiene a varios familiares dentro de la Administración Pública Federal, incluyendo a su hermano. Justo cuando López Obrador prometió combatir el nepotismo. Y los Sandoval no son la única familia así en este gobierno.

Gran parte de los funcionarios federales (incluyendo al Dr. Hugo López-Gatell, que debería estar atendiendo temas de urgencia) salieron en defensa de Irma Sandoval y su familia. Desde diputados hasta el Titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (que también se supone que lucha contra la corrupción).

La Secretaria llamó “sicarios mediáticos” a los periodistas que la acusan. Algo que a simple vista parecería como un ataque a la libertad de expresión.

Ellos no son los únicos políticos corruptos con los que López Obrador se ha involucrado. De hecho, la lista es bastante larga.

Carlos Lomelí, René Bejarano, Dolores Padierna, Miguel Barbosa, Yeidckol Polevnsky, Ana Gabriela Guevara, por mencionar algunos.

Todos estos personajes fueron arropados por el Presidente, haciendo parecer que la única corrupción que hay que combatir es la que ejercen quienes no comulgan con su proyecto de nación. Evitan establecer un suelo parejo, para poder construir desde ahí, un México para todos. Estos políticos de izquierda se burlan descaradamente de sus votantes, que creen genuinamente que ellos son los indicados para transformar a México.

Y para no dejarlo afuera, ahora Morena aprobó una coalición con el Partido Verde para las elecciones de 2021. El Partido que ya estuvo con el PAN y con el PRI, ahora se une a Morena. ¿A qué huele? A corrupción.

Recuerden que mentir, ocultar cifras, regalar cargos y proteger corruptos también son actos de corrupción. Esto es una burla para todos los mexicanos, y un insulto a la inteligencia de los seguidores de la Cuarta Transformación.

Pensemos bien el rumbo que queremos darle a nuestro país.