Texto de Ciudadanos a Jaime Rodríguez Calderón sobre #MonterreyVI

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Ing. Jaime Rodriguez Calderón
Gobernador Constitucional del Estado de Nuevo León
Presente

Somos un grupo de ciudadanos y representantes de diversas organizaciones sociales y colectivos que nos oponemos a la realización del Acueducto Pánuco-Cerro Prieto, Proyecto Monterrey VI, el cual plantea que la solución a los requerimientos de agua para Nuevo León, es el trasvase de agua del Río Pánuco.

Como seres humanos, por derecho propio, expresamos nuestra inconformidad a dicho proyecto por consideraciones legales, éticas, morales, científicas y económicas.

Aprovechamos que estamos frente a usted, para plantearle las siguientes consideraciones:

1. Considerando que usted el 29 de agosto de 2015, en el evento del Foro Monterrey, se comprometió, explícitamente, a que dicho proyecto no se haría; y con sorpresa, vimos que después de reunirse con Enrique Peña Nieto, el ejecutivo federal, declaró que Monterrey VI si se realizaría, en una clara acción que implica no honrar su palabra; le hacemos un reclamo puntual, aunque respetuoso, por haber defraudado de este modo a la ciudadanía.

2. Considerando que el tema del agua es un asunto vital para todos; le informamos que estamos dispuestos a coadyuvar a encontrar soluciones sustentables a este problema, poniendo toda nuestra capacidad, talento, buena disposición, conocimientos, experiencia, y amor a nuestro país y a Nuevo León.

3. Considerando que el derecho al agua es un derecho humano; esto también implica que cualquier decisión en la implementación de cualquier proyecto que se aplique se respeten los derechos humanos de los mexicanos. Cualquier proyecto debe evitar el despojo a los pueblos originarios y campesinos, el daño a los ecosistemas y la corrupción en la aplicación de los recursos invertidos en ellos.

4. Considerando que el gobierno que usted encabeza, antes de determinar cualquier proyecto hídrico para Nuevo León; debe de empezar a trabajar sobre los asuntos básicos:

a. Captación de toda el agua de lluvia, que cada vez que llueve cobra vidas y colapsa la zona metropolitana.

b. Manejo eficiente del agua en el campo y en la ciudad. En el caso del campo principalmente en las zonas de riego.

c. Campaña masiva e intensiva de educación para usuarios urbanos y agrícolas, que inicie a ras de tierra, en las escuelas, en las iglesias, en los mercados, en los cruceros, en la televisión y radio públicos, etc.

d. Restauración ecológica en la zona metropolitana y sus cerros (espacios naturales, áreas naturales protegidas), para favorecer la captación, infiltración y aprovechamiento del agua, y además coadyuvar a resolver el terrible primer lugar, en América Latina, de aire con partículas suspendidas, microgramos por metro cúbico de polución anual PM2.5, más del triple de lo que indican las directrices de la OMS.

e. Combatir la avaricia de los desarrolladores y fraccionadores que infringen toda ley y ética, y que están acabando los cerros, coludidos con malos funcionarios. Si bien mucho de esto tiene que ver con permisos municipales, también es cierto que como ejecutivo usted tiene que llamar a formar un gran frente en contra de esta devastación ambiental.

f. Dejar de liberar agua de las presas El Cuchillo y La Boca en circunstancias no justificadas.

g. Que se acabe de una vez por todas con el uso patrimonialista de pozos de agua clandestinos, particulares y de empresas.

Si no se hace esto, no habrá agua que alcance, sea cual sea el proyecto que se realice.

5. Considerando que este proyecto hídrico, de traer agua contaminada del río Panuco a nuestras presas, es un proyecto que implica una carga financiera muy onerosa a las finanzas públicas, prácticamente quebradas y que afecta derechos humanos de pueblos originarios y campesinos pobres, que lastima ecosistemas y que tiene implicadas a empresas “favoritas” tanto del Presidente de la República como del ex gobernador Rodrigo Medina de la Cruz; solicitamos, bajo el amparo de los artículos 1 y 8 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos:

PRIMERO: Que se haga una Consulta Pública en torno al Proyecto Hídrico que necesita Nuevo León, llámese Monterrey VI o de otro modo, considerando para la misma todas las alternativas que está evaluando el Fondo de Agua Metropolitano de Monterrey.

SEGUNDO: Demandamos una respuesta puntual a los asuntos básicos planteados del apartado a) al g).

 

Monterrey, Nuevo León a 19 de mayo de 2016

El domicilio convencional de los que suscribimos está petición es el ubicado en José L. Garza 2701, esquina Constantino de Tárnava en la Colonia Chepevera, en Monterrey, N.L., con atención a Liliana Flores Benavides.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Violencia obstétrica…(¿Qué?)

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Al momento de hablar de violencia obstétrica lo primero que la mayoría de las personas piensan es: ¿violencia qué?, y se debe a la falta de información que se tiene sobre el tema, pero sobre todo por el desinterés social y la poca empatía que se presentan respecto a él.

A veces tenemos una idea de que el embrazo son los meses más maravilloso de las mujeres (y aunque claro para muchas así lo es), hoy en día existen muchos casos de violencia obstétrica, en los cuales, mujeres pierden a su bebé en el transcurso del parto por negligencia médica o falta de infraestructura de los hospitales.

El Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) cuenta la historia sobre tres mujeres que sufrieron y fueron víctimas de violencia obstétrica; la primera de ellas se identifica con el nombre Rosa y perdió su embarazo de 15 semanas, pidió orientación para el uso de métodos anticonceptivos y la respuesta que obtuvo fue un simple: “el mejor es decirle no al palito”; a Mildren a pocas horas de haber dado a luz la forzaron a ponerse el dispositivo intrauterino, sin esperar a su recuperación; Verónica, en el Estado de México, exigió que se le atendiera y la respuesta de los médicos y enfermeras fueron risas y burlas, que resultaron en la pérdida de su bebé [1].

Casos como estos los vemos en las noticias muy frecuentemente, a una mujer no la atienden en un hospital, el resultado es un bebé muerto. Hay que recordar a la mujer indígena Oaxaqueña que dio a luz en el jardín del hospital, pues la hicieron que se aguantara (como si fuera algo que te pudieras aguantar). Así como estas historias existen más de 6 mil 800 mexicanas que sufren algún tipo de maltrato durante su embarazo, al momento de dar a luz, o hasta en su casa después del parto [2].

Hay que recordar a la mujer indígena Oaxaqueña que dio a luz en el jardín del hospital, pues la hicieron que se aguantara…Así como estas historias existen más de 6 mil 800 mexicanas que sufren algún tipo de maltrato durante su embarazo, al momento de dar a luz, o hasta en su casa después del parto.

GIRE manifiesta en su último informe: “Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos” que, la violencia obstétrica surge a partir de la institucionalización de los partos, al momento en que el parto dejó de ser algo natural para convertirse en una práctica médica [3]. Ahora bien, esto no quiere decir que la institucionalización no haya traído grandes beneficios, sino que también se han ido formando abusos y conductas que han generado discriminación y violencia en contra de la mujer [4].

La violencia se puede manifestar de diversas formas: regaños, insultos, amenazas, burlas, aplazamiento de la atención médica, intervenciones quirúrgicas mal realizadas, así como en el parto natural métodos arcaicos los cuales ocasionan perjuicios en la madre (no aceptados por la Organización Mundial de la Salud), para poder “sacar rápido” al bebé; ente otras.

El Informe contempla por una parte la violencia física, la cual está relacionada con el suministro de medicamentos no justificado, cuando se aplaza o no se atiende a la madre en el momento oportuno a la hora del parto [5], no obstante también se habla sobre la violencia psicológica a la que se le somete, la cual está basada principalmente en el trato discriminatorio, violento, y humillante hacía la madre [6].

La violencia se puede manifestar de diversas formas: regaños, insultos, amenazas, burlas, aplazamiento de la atención médica, intervenciones quirúrgicas mal realizadas, así como en el parto natural métodos arcaicos los cuales ocasionan perjuicios en la madre…

Ahora bien, replanteo la pregunta de Estefanía Vela Barba en su columna titulada: “La violencia obstétrica”: ¿cómo, cuando se supone que la maternidad y la vida prenatal son tan valiosas, se permiten semejantes abusos?. Algo que por más que pienso no logro entender, porque es cierto que nuestras madres son unas guerreras, pero eso no significa que tengan que sufrir más después de todo lo que tienen que pasar para traernos al mundo.

La violencia obstétrica claramente es un problema de género y como otros, está estructurado, es decir no depende solamente del personal que labora en el hospital, sino de la institución misma, los recursos que el gobierno otorga al sector salud y la ineficacia de acciones y políticas publicas que se han hecho al respecto.

Con esto no quiero decir que todos los médicos y/o enfermeras(os) sean responsables o toleren este tipo de conductas, yo personalmente estoy consciente del trabajo, dedicación y entrega que tiene muchos de ellos [7], lamentablemente vivimos en un país en donde la corrupción, el desvió de fondo, la falta de educación, los estereotipos y sobre todo la violencia y discriminación han dejado a la mujer en un plano sumamente preocupante de indefensión en un proceso como el parto.

[1] GIRE, Violencia Obstétrica, 2015. Disponible en: http://www.gire.org.mx/nuestros-temas/violencia-obstetrica
[2] Id.
[3] GIRE, Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos. Disponible en: http://gire.org.mx/images/stories/Informes/informeviolenciaobstetrica2015.pdf, 2015, pág. 8.
[4] GIRE, Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos. Disponible en: http://gire.org.mx/images/stories/Informes/informeviolenciaobstetrica2015.pdf, 2015, pág. 9
[5] GIRE, Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos. Disponible en: http://gire.org.mx/images/stories/Informes/informeviolenciaobstetrica2015.pdf, 2015, pág. 12
[6] GIRE, Violencia Obstétrica: un enfoque de derechos humanos. Disponible en: http://gire.org.mx/images/stories/Informes/informeviolenciaobstetrica2015.pdf, 2015, pág. 12
[7] Para mi hermana que sé que será una gran ginecóloga y esta por presentar el ENAR.

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Homofobia: ignorancia o decisión

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Daniel tenía 24 años cuando un día se encontró en su camino con un par de sujetos los cuales decidieron terminar con su vida, ¿el problema? era gay. Antes optaron por someterlo a varias horas de inmensa tortura, la cual consistió en apagar cigarrillos y escarbar swastikas en su cuerpo.

A la mayoría de las personas no les gusta ser llamados homofóbicos, pues la palabra es fuerte y algunas veces hiere. Al escuchar comentarios como: “yo no soy homofóbico… mientras no se metan conmigo”, “yo acepto a los gays o lesbianas pero que no lo hagan enfrente de mi“, “yo apoyo el matrimonio homosexual, pero no la adopción porque se están metiendo con un niño(a) me pregunto: ¿eso no es homofobia?.

El día 17 de mayo de 1990 fue histórico, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud, eliminó la homosexualidad como enfermedad psiquiátrica. No se encontró más razón que la obvia, la orientación y preferencia sexual no constituía o provocaba una afectación en el cerebro, tampoco se pudo relacionar con el deterioro en la efectividad, no se logró demostrar que existiera algo anormal en el comportamiento de la persona, o que coexistiera un desconocimiento de la realidad, de las emociones, se determinó que ser homosexual no era un problema psicológico, sino solamente una cuestión de preferencia u orientación sexual.

A partir de ese día se ha luchado incansablemente por el reconocimiento de los derechos de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales transgénero, intersexual (LGBTTTI) en México, se han hecho importantes reformas en materia de seguridad social y salud, así como la jurisprudencia emitida por nuestro máximo Tribunal en la cual reconoce expresamente el matrimonio igualitario, además de la reforma constitucional respecto a derechos humanos, y la prohibición de todas las maneras de discriminación por sexo, orientación o preferencia sexual.

Cuando escucho frases como: “me dan asco los homosexuales”, me quedo perpleja y me vuelvo a cuestionar ¿qué tan lejos hemos llegado?, ¿qué tan mal estamos como sociedad? Para manifestar enérgicamente que una persona te pueda dar asco solamente por su preferencia u orientación sexual ¿a caso no es eso más enfermo?

Sin embargo ¿hemos avanzado realmente?, de acuerdo con CONAPRED 4 de 10 mexicanos/as no estaría de dispuesto a permitir que en su casa viviera personas homosexuales, 83.4% [1] de la población manifiesta haber sido víctima de discriminación por preferencia sexual, así como el 42.8% [2] de personas homosexuales afirman haber recibido intolerancia por parte de la policía por ser homosexual, en el año 2012 se sumaron alrededor de 273 quejas a CONAPRED por presuntos actos de discriminación en contra de personas LGBTTTI [3].

La discriminación al grupo LGBTTTI, se ha manifestado de diversas maneras, la exclusión, segregación, los tabús, el repudio y hasta la más extrema de todas que es la muerte, en donde se ha registrado en los últimos años al rededor de mil 218 homicidios en México por homofobia [4].

Cuando escucho frases como: “me dan asco los homosexuales”, me quedo perpleja y me vuelvo a cuestionar ¿qué tan lejos hemos llegado?, ¿qué tan mal estamos como sociedad? Para manifestar enérgicamente que una persona te pueda dar asco solamente por su preferencia u orientación sexual ¿a caso no es eso más enfermo?

Ahora bien, me remito a los comentarios de las personas que externan estar a favor del matrimonio igualitario, sin embargo no apoyan la adopción por familias homoparentales, esta vez no me apoyaré en argumentos jurídicos los cuales existen: la resolución de la SCJN en donde manifiestó la posibilidad para que las personas del mismo sexo puedan adoptar en la Ciudad de México, así como el precedente de la Corte IDH en donde determinó discriminatorio el separar a una madre o padre de sus hijos por su preferencia u orientación sexual, sino me referiré a lo inhumano que es privar a una persona de poder tener una familia, porque las personas no solamente se casan para tener derecho y acceso a la seguridad social (las cuales son de suma importancia), sino también para formar una familia con la cual compartir sentimiento, solidaridad, metas, sueños, unión, tradiciones, afectos e ilusiones.

La discriminación al grupo LGBTTTI, se ha manifestado de diversas maneras, la exclusión, segregación, los tabús, el repudio y hasta la más extrema de todas que es la muerte, en donde se ha registrado en los últimos años al rededor de mil 218 homicidios en México por homofobia.

En la actualidad no existe un estudio científico que determine sobre una afectación directa y real de una niño(a) adoptado(a) por una familia homoparental, la mayoría de sus argumentos están basados en la posible discriminación que podría sufrir el menor, o la fragilidad de los matrimonios homosexuales [5], no obstante en el año 2003 la Asociación Canadiense de Psicología concluyó que los hijos nacidos en familia hetrosexuales no presentan diferencias entre los hijos de familias homosexuales, de igual manera The Child Welfare League of America sustentó que, el funcionamiento emocional, cognitivo, social y sexual de los niños criados por padres hetrosexuales son los mimos que por padres homosexuales [6].

Algunas veces discriminamos sin darnos cuenta, no se perciben los alcances del actuar y las consecuencias que pueden generar, como se puede afectar a otra persona directa o indirectamente en su vida y su desarrollo. La discriminación se encuentra inmersa en la cultura, eso es cierto, sin embargo hay que recordar que la cultura la creamos nosotros como sociedad, por ello es nuestra obligación erradicar conductas que menoscaben o vulneren derechos de otras personas.

Como diría Simone De Beauvoir: En sí, la homosexualidad está tan limitada como la heterosexualidad; lo ideal sería ser capaz de amar a una mujer o a un hombre, a cualquier ser humano, sin sentir miedo, inhibición u obligación.

[1] CONAPRED, El combate a la homofobia: entre avances y desafíos, 2012, pág.6. Disponible en: http://www.conapred.org.mx/documentos_cedoc/DocumentoHomofobia_ACCSS.pdf
[2] CONAPRED, op.cit. pág. 7
[3]Id.
[4]Comisión Ciudadana contra los Crímenes de Odio por Homofobia, . Crímenes de odio por Homofobia un concepto en construcción, 2012, pág. 21 Disponible en: http://www.clam.org.br/uploads/arquivo/
Informe%20Crimenes%20de%20odio%20M%C3%A9xico.pdf http://www.clam.org.br/uploads/arquivo/
Informe%20Crimenes%20de%20odio%20M%C3%A9xico.pdf
[5] Navarro, Luis. posiciones en contra y a favor de la adopción homoparental desde la sociología y la psicología, Universidad Autónoma de México, pág. 190. Disponible en: http://biblio.juridicas.unam.mx/revista/pdf/DerechoPrivado/4/dtr/dtr7.pdf
[6] Navarro, Luis. Op.cit, pág. 199

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Un cambio naranja contra la violencia de género.

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Hoy, 25 de noviembre, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instituyó el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. A partir de este día, inicia una Campaña de 16 días en la que se invita a las y los ciudadanos a portar el color naranja como símbolo de la lucha contra la violencia física, sexual y/o psicológica contra la mujer.

De acuerdo a un estudio de ONU Mujeres, la violencia contra las mujeres se caracteriza por tres rasgos principales: invisibilidad, normalidad e impunidad.

La invisibilidad comienza cuando la mujer decide abstenerse de denunciar la violencia debido a que éste es un “asunto privado”, mientras que la “normalidad” de la violencia es aquella que justifica al hombre para “poner en su lugar” a la mujer que lo desafía o transgrede fronteras culturales de género.

Si la violencia es “normal” y un “asunto privado”, además de existir un bajo porcentaje de denuncia, también la sanción se vuelve un asunto complicado, sobre todo en sociedades patriarcales.

Si la violencia es “normal” y un “asunto privado”, además de existir un bajo porcentaje de denuncia, también la sanción se vuelve un asunto complicado, sobre todo en sociedades patriarcales donde la impunidad en la materia se vuelve cómplice del agresor.

La violencia de género surge de la discriminación, reflejando patrones de desigualdad aprendidos por medio de la cultura y la educación. Esta discriminación es transversal, ya que se presenta en escenarios varios, desde el trato más sencillo entre personas, hasta la discriminación plasmada en papel, en las leyes, en las instituciones.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, alrededor del 70 por ciento de las mujeres sufren violencia en su vida.

De acuerdo a la ONU, la disminución de la violencia contra la mujer, y por ende, la lucha por el alcance de la igualdad y la no discriminación, tienen un impacto positivo en la disminución de la pobreza, la lucha contra el VIH/SIDA y la paz y la seguridad de las naciones.

La explotación sexual, mutilación de genitales femeninos, matrimonios infantiles y el feminicidio son algunos de los ejemplos o prácticas de violencia de género a nivel internacional.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, alrededor del 70 por ciento de las mujeres sufren violencia en su vida. La explotación sexual, mutilación de genitales femeninos, matrimonios infantiles y el feminicidio son algunos de los ejemplos o prácticas de violencia de género a nivel internacional.

Sin embargo, una de las formas de violencia más comunes contra las mujeres es aquella violencia física o sexual causada por su cónyuge o pareja íntima. Tal es el caso de una de cada tres mujeres en el mundo.

Ante este panorama de alerta global, se hace un llamado internacional a sumarse a crear conciencia sobre la importancia de la educación con perspectiva de género, de la creación de políticas públicas que forjen condiciones de trabajo sin discriminación, programas de prevención de la violencia que eduquen en la creación de condiciones sin distinción para hombres y mujeres, etcétera.

En un día como éste, reflexionemos acerca de nuestro comportamiento y el de quienes nos rodean en los distintos espacios en los que nos desenvolvemos. En el trabajo, ¿las oportunidades para hombres y mujeres son equitativas?; en la casa, ¿se educa de la misma manera a los hijos e hijas?; en la escuela, ¿las actividades son inclusivas para ambos géneros?; ¿se imparte alguna materia de ética o valores en la que se refuerce la no discriminación?; con las amistades, pareja y demás círculos sociales, ¿tratamos a todos por igual?; ¿se nos trata por igual?

Si pensamos que la violencia de género es un problema ajeno a nosotros, nos daremos cuenta que estamos muy equivocados. Es nuestra tarea romper con estos ciclos y comenzar por hacer un cambio en la manera en la que educamos y nos comportamos.
En el marco de un día como hoy, es importante resaltar que estrategias de prevención en el tema son ESCENCIALES para su erradicación, sobre todo en un país donde 6 de cada 10 mujeres sufren violencia en su relación de pareja, de acuerdo a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

El cambio empieza desde nuestras casas, nuestros trabajos, nuestra forma de actuar, pensar y educar a los demás.

Sin embargo, no es necesario esperar a que los cambios surjan en la esfera pública. El cambio empieza desde nuestras casas, nuestros trabajos, nuestra forma de actuar, pensar y educar a los demás.

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