Vagones Exclusivos para Mujeres en el Metro de Monterrey: ¿Una medida de prevención, o simple segregación?

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El acoso sexual en México es una realidad crítica. Nacionalmente, “63 de cada 100 mujeres de 15 años y más han padecido algún incidente de violencia ya sea en el ámbito público o privado.” (Amnistía Internacional, 2015). La Procuraduría General de la República, reportó que en el 2012 se realizaron alrededor de 14,000 denuncias por violación ante los Ministerios Públicos. Sin embargo, Pablo Navarrete, de INMUJERES (2013) afirma que solo 1 de cada 9 delitos de violación, son revelados antes las autoridades.

Fue apenas en el 2007 cuando el gobierno mexicano publicó la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (reformada por última vez en el 2015). Fue hasta ese año cuando se reconoció el acoso sexual como una forma de violencia que forma parte de la vida laboral y docente de los mexicanos; en la mayoría de los casos, las víctimas son las mujeres.

¿Y por qué son las mujeres las víctimas? Antes de caer en la errónea idea de que los hombres tienen un “apetito” sexual mayor que el de las mujeres, y que por eso llegan a tener estas actitudes hacia las mismas, hay que pensar un poco más en la cultura de nuestro país. El mismo sitio web de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (2014) establece que el acoso sexual puede ser la “expresión de una cultura en la que se han normalizado la violencia y discriminación sustentada en los estereotipos y roles de género, y en la existencia de roles desiguales de poder entre mujeres y hombres.”

¿Hasta que punto podremos sentirnos seguras en nuestra ciudad? Existen varias medidas que pueden disminuir los casos de violencia en contra de las mujeres… Una de estas medidas, que ya fue aplicada por la Ciudad de México, así como ciudades en Brasil, Egipto, India y Japón, es la implementación de transporte público exclusivo para mujeres.

La idea de que está en nuestra “naturaleza” seguir ciertos patrones sexuales (dominación masculina y subordinación femenina), el acoso sexual es más bien una construcción social que nace de la libre práctica del machismo en nuestro país, sin repercusión alguna de parte de nuestras autoridades, o de nuestra misma comunidad.

Ahora bien, existen diferentes esferas privadas y públicas en las que se puede dar el acoso sexual, como el hogar, el trabajo, la escuela, el transporte público y en las calles de la ciudad. Edith Flores Pérez (2014), de la Universidad Autónoma Metropolitana, escribe un artículo académico para la Revista “Ángulo Recto”, sobre lo que significa ser mujer en la Ciudad de México. Entre los muchos relatos que ella nos comparte, se leen historias de vulnerabilidad, riesgo e inseguridad de parte de todo tipo de mujeres, sin importar edad, ocupación, o apariencia física: la mayoría de ellas han pasado por una situación de acoso, o conocen alguna otra mujer a la que le ha pasado.

¿Hasta que punto podremos sentirnos seguras en nuestra ciudad? Existen varias medidas que pueden disminuir los casos de violencia en contra de las mujeres, específicamente el acosos sexual en la esfera pública. Una de estas medidas, que ya fue aplicada por la Ciudad de México, así como ciudades en Brasil, Egipto, India y Japón, es la implementación de transporte público exclusivo para mujeres. Existen diferentes argumentos a favor de esta medida, así como existen en contra.

…es cierto que la medida de restringir a las mujeres a ciertos espacios para que eviten situaciones de acoso sexual puede parecer superficial. Sin embargo, no me parece justo que en el tiempo que toma cambiar la mentalidad machista que se observa en la mayoría de la sociedad mexicana, las mujeres tengan que seguir soportando estas manifestaciones de violencia, sin ninguna medida preventiva o correctiva.

Al realizar encuestas generales sobre que tan seguras las mujeres se sienten, o se podrían sentir, con transportación exclusiva para mujeres, se encontraron resultados positivos. De una muestra de 6,300 mujeres encuestadas por Thompson Reuters Foundation y YouGov en el 2014 (Adler et al, 2015), en 15 diferentes grandes capitales en el mundo (400 mujeres por ciudad aproximadamente), se reportó que 7 de cada 10 mujeres afirmaron que se sentirían mas seguras en trenes y autobuses exclusivos para mujeres.

Sin embargo, también existen los argumentos en contra de dicha implementación. Algunas de las culturas más progresistas en cuánto a la equidad de género, piensan que esta medida es otro tipo de discriminación sexual, y la verdadera medida con la que las mujeres podrán viajar seguras por la ciudad, se basa en la educación y el respeto humano (Adler et al, 2015).

El … sitio web de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (2014) establece que el acoso sexual puede ser la “expresión de una cultura en la que se han normalizado la violencia y discriminación sustentada en los estereotipos y roles de género, y en la existencia de roles desiguales de poder entre mujeres y hombres.”

Esto es lo que yo opino al respecto: es cierto que la medida de restringir a las mujeres a ciertos espacios para que eviten situaciones de acoso sexual puede parecer superficial. Sin embargo, no me parece justo que en el tiempo que toma cambiar la mentalidad machista que se observa en la mayoría de la sociedad mexicana, las mujeres tengan que seguir soportando estas manifestaciones de violencia, sin ninguna medida preventiva o correctiva.

Mi equipo y yo, quienes proponemos la implementación de vagones exclusivos para mujeres en el Metro de Monterrey, no pensamos que esto sea lo único por hacer por nuestra comunidad. Crear espacios así, si bien de forma práctica podrían disminuir los incidentes de acoso sexual contra la mujer, también pueden utilizarse para promover la equidad de género, la libre denuncia y el resto a los derechos humanos fundamentales.

…nosotros queremos preguntarle a la comunidad: ¿son necesarios los vagones exclusivos para mujeres en el Metro de Monterrey? Nuestra propuesta es que si se deben de implementar estos vagones, pero también queremos tomar en cuenta la opinión de los demás regiomontanos. Contesta nuestra encuesta aquí.

Monterrey aun no tiene la magnitud que tiene la Ciudad de México en cuánto a población y necesidad de transporte público. Sin embargo, tampoco hay que dejar que lleguemos a la magnitud de casos de violencia contra la mujer. Algunos podrían argumentar que en nuestra ciudad no se dan tantos casos como en la capital. Sin embargo, yo quisiera saber…¿Cuántos casos serán suficientes? ¿Cuántas más mujeres tendrán que sufrir un abuso para que se tome en serio esta problemática? La prevención puede ser la clave para Monterrey.

Es por eso que, nosotros queremos preguntarle a la comunidad: ¿son necesarios los vagones exclusivos para mujeres en el Metro de Monterrey? Nuestra propuesta es que si se deben de implementar estos vagones, pero también queremos tomar en cuenta la opinión de los demás regiomontanos. Contesta nuestra encuesta aquí y compártenos lo que piensas.

COLABORACIÓN TAMBIÉN POR: ALEJANDRA MONCADA, MARIANA RINCÓN Y GUILLERMO GONZÁLEZ.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

¿Por qué no tenemos políticos como Justin Trudeau?

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Justin Trudeau es prácticamente el it boy de la política… carismático, amante de los animales, comprometido con la defensa de los derechos de los indígenas, impulsor de la equidad de género… en fin, el escenario internacional se vuelca en demostraciones de aprobación, afecto y afición hacia el Primer Ministro canadiense quien desde su campaña, demostró tener un perfil muy diferente al del político convencional.

Pero, ¿por qué en México no tenemos a un político como él? O por lo menos, uno que no tenga miedo de hablar de frente sobre temas como el feminismo, cambio climático, y la mariguana. Muchos podrán ser los motivos, pero me permito enlistar algunas de las razones por las cuales considero que en nuestro país, no vemos un liderazgo que busque romper paradigmas:

1. Por que no queremos.
Así, simple y llanamente no queremos. Nos gusta pensar en que necesitamos una irrupción en el orden establecido. Nos sentimos cómodos con el estereotipo de político que ha permanecido por varias décadas en México y que, para bien o para mal, nos ha llevado hasta donde estamos actualmente.

…es muy válido no compartir la idea de que el Primer Ministro canadiense es una figura política la cual debemos aspirar tener. Más bien, el objetivo de este ejercicio es invitarlos a la reflexión de que es posible divorciarnos de la idea que impera sobre el político como un ser egoísta, corrupto y vergonzoso…

2. Porque no nos la creemos.
O bueno, tal vez sí queremos tener a alguien con el liderazgo como el de Trudeau, pero ¿cómo? si “somos muy corruptos” y “es diferente porque es Canadá”. Y muchos otros argumentos pueden surgir… sin embargo, no olvidemos que desde el lenguaje inicia la construcción del mundo que percibimos con nuestros sentidos. Mientras que no nos creamos dignos de tener algo diferente, mantendremos el resultado constante.

3. Porque desconfiamos de los demás.
Relacionado al punto anterior, no solo nos falta creer que podemos tener líderes diferentes, sino que cuando surge un perfil preparado y dispuesto a hacer las cosas bien, la envidia de quienes hacen las cosas mal y la desconfianza del público general se encarga de opacar ese acenso. Justos pagando por pecadores y así el cuento de nunca acabar… o, aprendamos a observar y analizar antes de criticar y opinar.

4. Porque nos gusta que nos digan qué hacer.
Lamentablemente, este rasgo se puede trazar desde nuestro sistema educativo. Nos enseñan a seguir órdenes y ponernos límites que muchas veces están por debajo de nuestra capacidades reales. Lo peor de todo esto es que no solo nos subestimamos, sino que tomamos una actitud pasiva y nos deslindamos de nuestras responsabilidades, ya que estamos esperando a que ese líder mesiánico nos diga qué hacer, y nosotros contestarles “Sí, Lic.” “Sí, Inge” “Sí, señor presidente”.

Nos falta agudizar nuestro sentido crítico, y entender que la participación ciudadana va más allá de ir a votar o de ningunear a un político en las redes sociales, sino de vigilar, exigir e incluso trabajar en conjunto con ellos para que salgan adelante los proyectos que apoyen al bien común.

5.Por que nuestras instituciones son débiles.
Desde las electorales hasta las de procuración de justicia y de derecho… el común denominador de las instituciones en nuestro país es que la mayoría se doblegan ante los intereses de ciertas élites. Como consecuencia, se crea un ecosistema ideal para que lleguen al poder antes y más rápido personas incapaces pero picudas, que las capaces pero rectas. Fortaleciendo nuestras instituciones podemos evitar tener malos liderazgos, o liderazgos interesados solo en su beneficio (y en el del padrino que los llevó al poder).

6. Por que nos falta madurar nuestra participación ciudadana.
Si bien, es digno de reconocerse que en los últimos años se ha visto un aumento en la participación ciudadana, esto para nada es suficiente. Nos falta agudizar nuestro sentido crítico, y entender que la participación ciudadana va más allá de ir a votar o de ningunear a un político en las redes sociales, sino de vigilar, exigir e incluso trabajar en conjunto con ellos para que salgan adelante los proyectos que apoyen al bien común.

Como mencionaba, estos no son los únicos factores que influyen en el surgimiento de una figura como Justin Trudeau. E incluso me gustaría resaltar que es muy válido no compartir la idea de que el Primer Ministro canadiense es una figura política la cual debemos aspirar tener. Más bien, el objetivo de este ejercicio es invitarlos a la reflexión que es posible divorciarnos de la idea de que impera sobre el político como un ser egoísta, corrupto y vergonzoso; y por el contrario, sí podemos tener algo diferente, alguien a quien respetar, y que nos motive a trabajar en conjunto, siempre y cuando permitamos que las condiciones se den.

Por que lo merecemos.

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Mi vida también tiene valor

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“Caminar por la calle sin que nos disparen. Estar en el trabajo, sin que nos asesinen. Estar en casa, en casa, sin que nos maten”
Estefanía Vela Barba

El 13 de diciembre del 2013 fue uno de los mejores días de mi vida, viaje a la Ciudad de México para ver a The National (el grupo que me ha robado todas mis noches desde hace más de siete años), fui con Pandy mi mejor amiga la cual también estaba llena de emoción por ver a sus tan queridos y esperados Foo Fighters. Todo apuntaba a que iba a ser una noche especial, y así fue, aunque marcada por un amargo momento. Al estar esperando, entre más se adentraba la noche y el sol se escondía por completo, un par de sujetos se acercaban cada vez más a nosotras, por más que empujábamos no lográbamos hacer nada para que se fueran, hasta que al fin intentaron tocarnos, mi primera reacción fue gritarle y estaba a punto de pegarle, sin embargo Pandy, como siempre distraída, emocionada y brincando, apenas tuvo oportunidad de percatarse de lo ocurrido. Cuando le conté ;su reacción, valiente y tierna, fue intentar protegerme, se colocó atrás de mí, intentando evitar que nadie se me acercara, su método por más noble que fuera no funcionó, pues terminamos siendo acosadas las dos.

Quisiera que la sociedad entendiera que mi cuerpo es mío y yo decido que hacer con él. Mi vestimenta y los lugares que frecuento no justifican un posible abuso ni mi muerte. Las mujeres somos el único grupo mayoritario en estado de vulnerabilidad constante por el simple hecho de ser, ¿Hasta cuándo?

Considero que la mayoría de las mujeres a lo largo de nuestra vida hemos sufrido acoso sexual, en diferentes maneras, tal vez un día cuando nos subimos al metro, al otro cuando vamos pasando por la calle y un par de sujetos se nos quedan viendo de pies a cabeza, el miedo en que nos sumergimos cuando vamos solas por un lugar obscuro, cuando un taxista se intenta pasar de listo, o hasta el caso más extremo, cuando intentan o logran abusar sexualmente de nosotras. A lo mejor es cierto que un par de mujeres en este momento estén pensando: “yo nunca he sufrido acoso sexual, yo sí me sé vestir, yo sí sé donde andar”, probablemente sea cierto y nunca han sufrido violencia de género, pero quizá a la mejor no saben realmente qué es la violencia de género, pues ésta se ha convertido en algo implícito dentro de la convivencia social.

En el año 2001 un caso emblemático marcó la historia de la mujer en México, se encontró en un campo algodonero en Cd. Juárez a tres mujeres identificadas con el nombre de Esmeralda, Claudia y Laura, sus cuerpos estaban desgarrados, violentados, ultrajados y con fuertes indicios de violación sexual. En México no solamente se mata a las mujeres, sino que antes la violan, la torturan, la destrozan, la asfixian, le rompen los huesos, la mutilan, la queman, y deciden hacerle todo lo que ellos quieran. A final de cuentas es sólo una mujer, piensan algunos absurdamente.

La Corte IDH atinadamente sentenció a México por hacer caso omiso de la grave situación de discriminación, violencia y vulnerabilidad en que se encontraban las mujeres, dejándolas en un plano de inseguridad y peligro. Las mujeres en todo México estaban siendo desparecidas, masacradas, violentadas sexualmente, y el gobierno no había hecho nada.

En noviembre de 2009 la Corte Interamericana de Derechos Humanos -Corte IDH- condenó al Estado Mexicano por las graves violaciones cometidas a los derechos humanos de Esmeralda, Claudia y Laura. El Estado reconoció parcialmente su responsabilidad internacional, alegó que efectivamente en Cd. Juárez permeaba un ambiente de discriminación hacía la mujer. Los hombres estaban enojados porque las mujeres eran contratadas por las fábricas (su mano de obra era más barata), empero esos hechos no eran imputables para el Estado, pues no los habían cometido agentes estatales [1]. La excusa de nuevo como manejo de crisis. La Corte IDH atinadamente sentenció a México por hacer caso omiso de la grave situación de discriminación, violencia y vulnerabilidad en que se encontraban las mujeres, dejándolas en un plano de inseguridad y peligro. Las mujeres en todo México estaban siendo desparecidas, masacradas, violentadas sexualmente, y el gobierno no había hecho nada.

Las noticias que he leído en las ultimas semanas me han hecho entristecer, llenarme de coraje, ira, indignación, hasta el punto de preguntarme ¿Y cuándo me va a tocar a mi? Si alguien me hubiera dicho antes de nacer que por ser mujer iba estar expuesta a los golpes, a las miradas, a que quisieran utilizar mi cuerpo como propiedad pública, a las etiquetas de “zorra y puta”, a que me violaran y todavía se me incriminara a mí – los hombres tienen instintos, tu los incitas – o me mataran, prometo que se me hubieran quitado las ganas de ser mujer, y ahorita mi madre tuviera un hijo.

En noviembre de 2009 la Corte Interamericana de Derechos Humanos -Corte IDH- condenó al Estado Mexicano por las graves violaciones cometidas a los derechos humanos de Esmeralda, Claudia y Laura.

Recuerdo cuando se tipifico el delito de feminicidio muchos decían “las feministas lograron lo que querían tener su propio tipo penal”, y siempre pensé: ¿Querían un tipo penal? Las feministas no querían un tipo penal, necesitamos un tipo penal, lo que realmente queremos es vivir.

A veces, debo admitir que se me quitan las ganas de luchar, tengo mis 5 minutos de más enojo, de más tristeza, de más frustración, pero luego recuerdo a todas las mujeres que han sufrido, que han muerto, que han marchado, que se han manifestado y luchado, que han denunciado, recuerdo a Andrea, Gabriela, Daphne, Esmeralda, Claudia, Laura, Lydia, Rosa, Mariana, Elvia, Alicia, Marta ; recuerdo que aproximadamente 5 mujeres mueren en México al día por razones de género [2]. Se me pasa y decido indudablemente unirme a su lucha, a buscar la equidad en un mundo de desigualdad social.

Las noticias que he leído en las ultimas semanas me han hecho entristecer, llenarme de coraje, ira, indignación, hasta el punto de preguntarme ¿Y cuándo me va a tocar a mi?

Quisiera que la sociedad entendiera que mi cuerpo es mío y yo decido que hacer con él. Mi vestimenta y los lugares que frecuento no justifican un posible abuso ni mi muerte. Las mujeres somos el único grupo mayoritario en estado de vulnerabilidad constante por el simple hecho de ser, ¿Hasta cuándo?

Incluso mi Word como el Estado Mexicano no reconoció la palabra feminicidio.

[1] Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Disponible en: http://www.bjdh.org.mx/interamericano/doc?doc=casos_sentencias/CasoGonzalezOtrasVsMexico_
ExcepcionPreliminarFondoReparacionesCostas.htm

[2] INGEI, Estadística a propósito del día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, datos nacionales, 2015. Disponible en: http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/aproposito/2015/violencia0.pdf

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¿Los estereotipos…Un problema del pasado?

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Creemos que vivimos en una sociedad con equidad pero el problema es que seguimos con los estereotipos del pasado. La mujer tiene que tener una imagen perfecta y estar al tanto de las necesidades de su pareja, mientras que el hombre debe de ser exitoso en el ámbito laboral.

Al momento de ver una revista, puedes notarlo. Con el simple hecho de ver la portada de esta, sabrás a que publico se dirigen. Si vez una imagen de un hombre en traje o una mujer en ropa interior con temas en los cuales se enfocan en la imagen del hombre poderoso o de mujeres siendo explotadas, evidentemente, será una revista para los hombres. Si vez una imagen de una mujer con vestido y temas a los lados hablando de que ropa y maquillaje usar será una revista para mujeres.

Hoy en día ambos sexos siguen siendo víctimas de los estereotipos de la sociedad. Lo podemos ver en simples imágenes, la mujer siendo incentivo de publicidad al mostrar su cuerpo desnudo junto al producto que se quiera vender, en revistas tanto de hombres como en las de mujeres. En algunos casos, se pone a la mujer sin ropa o poca ropa esta debajo de una silla mientras el hombre está en traje sentada en esta, como si la mujer fuera su sirvienta. En otros, se fomenta la violencia a la mujer al mostrarla desnuda con las manos atadas y un reloj en su mano con el título “Juguetes para hombres”. Creerán que son ejemplos radicales pero no es el caso, estos ejemplos son de simples revistas que pude observar la semana pasada y como estos ejemplos, existen muchos más. Otras imágenes que se pueden mostrar son de la imagen definida de la mujer. En estas revistas se muestra, siempre, a una mujer alta de complexión delgada, de piel clara, tonos de cabello normalmente uno claro junto a unos ojos claros y sobre todo el maquillaje ideal para esta.

No nos damos cuenta de lo peligroso que pueden ser estos estereotipos y en lugar de desestimular esta tendencia que tienen las revistas y del prototipo de perfección, los fomentamos al seguir comprando esta mercancía y al promover la imagen dada de perfección para querer llegar a verse o ser como estos…

Hablando del contendido textual, en las revistas de hombres se fomenta el trabajo, el éxito, el poder y las mujeres ideales para estos. Se habla de éxito ajeno, de hombres a lo que estos puedan admirar. Se muestran objetos tales como autos, relojes, lentes o trajes que el hombre debe de usar para llegar al mismo lugar donde están estos que se muestran en los artículos. En las revistas de mujeres, se mencionan artículos de como complacer al hombre en la vida sexual, de la forma en la cual la mujer puede conseguir el cuerpo perfecto y como o no vestirse. De igual forma, se muestran imágenes de ropa, bolsas, carros y objetos que esta mujer necesite para ser la definición de perfecta que da la sociedad.

Hoy en día ambos sexos siguen siendo víctimas de los estereotipos de la sociedad. Lo podemos ver en simples imágenes, la mujer siendo incentivo de publicidad al mostrar su cuerpo desnudo junto al producto que se quiera vender, en revistas tanto de hombres como en las de mujeres.

No nos damos cuenta de lo peligroso que pueden ser estos estereotipos y en lugar de desestimular esta tendencia que tienen las revistas y del prototipo de perfección, los fomentamos al seguir comprando esta mercancía y al promover la imagen dada de perfección para querer llegar a verse o ser como estos, con el fin de tener la vida de lujos que se estimula ocasionando el consumismo de productos altamente caros. Debemos dejar de buscar esta perfección dada por la sociedad y empezar a evaluar la persona con sus ideales y principios, dejando a un lado la imagen física que nos vende la sociedad. Al abandonar este prototipo de vida soñada diseñada por los medios, podremos darnos cuenta de lo que realmente importa en la vida y dejaremos tanto los clichés de perfección como el consumismo, ahora sí, en la historia.

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Solas

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El martes 8 de Marzo se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, un día lleno de lucha, esfuerzo, esperanza y entrega. Significa la lucha constante que debemos tener como sociedad para promover la equidad de género, para detener la violencia de género y entender que los roles son construcciones sociales. Construcciones que deben ser cuestionadas y eliminadas.

Hemos normalizado la violencia de género a través de la construcción social de los roles. Hemos llegado hasta el 8 de marzo con una hipocresía que aterra, en el discurso, la sociedad o la mayoría se proclama a favor de los derechos de las mujeres, incluso de la equidad, ¿Pero qué tanto los respetamos?.

A finales de febrero, 2 mujeres argentinas que viajaban por Ecuador desaparecieron. Inmediatamente, la prensa tanto local como internacional, hacia referencia a que dos mujeres que iban SOLAS desaparecieron. ¿Solas de qué o de quién?, ¿Qué hace nuestra sociedad para que dos mujeres sean consideradas solas? . ¿Qué le enseñamos a nuestra sociedad al decir que “dos mujeres iban solas por Ecuador”? Tristemente fueron encontradas muertas ambas chicas, con signos de violencia, y lo peor es que la Subsecretaria de Turismo de Ecuador afirmó que “Tarde o temprano les iba a pasar algo.” ¿Quién nos está gobernando?

Hemos normalizado la violencia de género a través de la construcción social de los roles. Hemos llegado hasta el 8 de marzo con una hipocresía que aterra…

¿Cómo podemos seguir afirmando que al ser mochileras, al ir vestidas de cierta forma, o al estar SOLAS nos pasará algo o nos merecemos esa violencia?. En México, una mujer fue acosada sexualmente por un hombre a plena luz del día, al difundir el vídeo en las redes sociales para pedir ayuda para encontrar al culpable se encontró con algo mucho peor. Comentarios haciendo referencia a su vestimenta y lo agradecida que debía estar porque se fijaran en su cuerpo. ¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Cómo es que seguimos teniendo estás actitudes misóginas? Es indignante que no nos demos cuenta de lo mal que estamos, que hacen falta espacios de diálogo para entender la magnitud del problema.

“Muere mujer colombiana en Chile” fue otra de las notas durante la semana en que conmemoramos el día internacional de la mujer. Su pareja la mató y la tiró en el lago, como si no fuera nada, un desperdicio del cual podía deshacerse y tirarlo sin que nadie se diera cuenta o la extrañara. ¿Lo vemos muy lejano a nosotros? Hace pocas semanas mataron a una niña de 14 años en Cumbres, ¿El culpable? Su novio. Para la prensa y la sociedad todas estas mujeres estaban SOLAS y me sigo cuestionando ¿SOLAS de qué?. ¿A quién o qué necesitaban para no estar SOLAS y merecer eso?

¿Solas de qué o de quién?, ¿Qué hace nuestra sociedad para que dos mujeres sean consideradas solas? . ¿Qué le enseñamos a nuestra sociedad al decir que “dos mujeres iban solas por Ecuador”?

¿Por qué seguimos justificando los comportamientos de los hombres o de la sociedad?, ¿Por qué toleramos que la noticia no sea la misoginia sino el hecho de que iban sin un acompañante masculino?. ¿Por qué no nos permitimos cuestionar nuestros roles?, ¿Por qué seguimos aceptando una construcción social creada a base de violencia?

El 8 de Marzo se conmemoró la lucha de todas las mujeres que murieron buscando la equidad y que se respetaran sus derechos. Hoy seguimos con la misma lucha, seguimos intentando cambiar los roles y estereotipos que justifican a la sociedad el tener actitudes machistas. Hoy seguimos luchando para hacer nuestras las carreteras, para que la violencia deje de permear en un viaje, en una relación, en un vestido. Hasta que no haya mujeres SOLAS para los medios. Hasta que SOLAS no sea sinónimo de violencia o asesinato, hasta que SOLAS se convierta en una realidad positiva para las mujeres.

Hoy estamos solas.

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Después del 8 de Marzo

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El 8 de marzo es uno de los pocos días en los que me atrevo a expresar a través de mis redes sociales sobre la realidad de las mujeres. Este año pensé evitar mi publicación y aprovechar la plataforma de Altavoz para expresarme. Por diferentes razones no terminé de escribir mi opinión, esto me produjo un poco de frustración y enojo; y es que el 8 de marzo es uno de esos pocos días en el que mis “declaraciones o reclamos feministas” son mejor recibidas y menos criticadas. Sentí que perdía mi oportunidad de publicar en un día tan importante, ya no tendría sentido hablar de la realidad de las mujeres un día después. ¿A quién le importaría? ¿Quién estaría hablado de las mujeres?

Esto me llevó a reflexionar sobre el Día Internacional de la Mujer y su impacto. Me quedó claro que el 8 de marzo, es un día de reconocimiento mundial para las mujeres en México y en el mundo. Éste reconocimiento puede ser por un motivo correcto u incorrecto. El incorrecto,considerar que hay que felicitar a las mujeres por el hecho de ser mujeres; o el correcto, conmemorar los avances logrados por las mujeres y exigir el pleno goce de los derechos fundamentales de ellas, lo cual sólo se garantizará con la igualdad de género.

Aunque se promueve el empoderamiento económico de las mujeres mexicanas, aún contamos con más obstáculos en la esfera laboral y menor participación en la economía mexicana, de acuerdo al Gender Gap Report del World Economic Forum, ocupamos el lugar 126 de 145 en cuanto a oportunidades y participación de la mujer en la economía.

Concluí, que sin importar los motivos, el 8 de marzo las mujeres son protagonistas. Activismo en redes sociales, seguimiento en los medios masivos de comunicación, eventos y manifestaciones, declaraciones políticas e incluso descuentos y promocionales en tiendas o restaurantes; todo debido a las mujeres. La atención mediática y social de este día es impresionante, el mundo se detiene en torno a la mujer. Pero pareciera que a media noche se acaba el efecto mágico y los asuntos de las mujeres pasan a un segundo plano. Se nos olvida que la mera existencia del día denota la urgencia e importancia que debería tener este tema. ¿Por qué hablamos tan poco de la realidad de las mujeres? ¿Es un día suficiente? Intentando responder a mis cuestionamientos me di cuenta que quizá en nuestro país nos conformamos sabiendo que en la constitución se reconoce la igualdad entre los sexos, pero, ignoramos que esto no lo ha garantizado en la realidad. Si nos detuviéramos a analizar lo que pasa con las mujeres en México, nos daríamos cuenta porque para hablar de la realidad de las mujeres un día no es suficiente.

Aunque se promueve el empoderamiento económico de las mujeres mexicanas, aún contamos con más obstáculos en la esfera laboral y menor participación en la economía mexicana, de acuerdo al Gender Gap Report del World Economic Forum, ocupamos el lugar 126 de 145 en cuanto a oportunidades y participación de la mujer en la economía.

Los roles de género afectan negativamente a las mujeres que en su mayoría desempeñan una doble rol: productivo y reproductivo. De acuerdo a cifras del INEGI el 77.5% de las horas dedicadas a tareas domésticas y cuidados a familiares, no remuneradas, son ejecutadas por una mujer; incluso aunque estas mujeres tengan un empleo remunerado. Forbes México reveló que si estas horas de trabajo se comercializarán, su valor monetario ascendería a 3.1 billlones de pesos y equivaldría al 18% del PIB; superando a sectores productivos como la industria manufacturera (16.7%) o el comercio (15.5%) .

Si nos detuviéramos a analizar lo que pasa con las mujeres en México, nos daríamos cuenta porque para hablar de la realidad de las mujeres un día no es suficiente.

En cuanto a la violencia de género el reporte Global Burden of Armed Violence (2015) señala que México está entre los 25 países con mayor tasas de feminicidios del mundo; como si esto fuera poco somos parte de los 5 países con el mayor crecimiento en las tasas de homicidios de niñas y mujeres .

Estos son sólo algunos datos que nos revelan porque un día no basta, porque el marketing/propaganda del 8 de marzo no basta. La igualdad de género se alcanzará mediante la movilización política y social, más que cambios en las leyes, requiere un cambio de mentalidad y actitudes que se deben vivir los 365 días del año. Se requieren cambios estructurales, romper con prácticas y valores tradicionales. Los esfuerzos por alcanzar la igualdad de género no son fáciles y los cambios no serán inmediatos, pero son posibles. Confío en que la generación actual de jóvenes, puede contribuir a que vivamos en un planeta 50-50 para el 2030, donde las mujeres tengan los mismos derechos y oportunidades que los hombres.

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¿Hombre o mujer? Sociedad y Humanidad

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Hace unos días se conmemoró el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), fecha en la que se recuerdan los constantes esfuerzos que la humanidad ha realizado para que las mujeres vivan en una sociedad más justa, equitativa y con mejores condiciones que les permitan desenvolverse con total tranquilidad y justicia tanto en el ámbito laboral, como en el personal y económico.

La concepción que tenemos respecto a las mujeres claramente ha variado con el paso de los años. Si consideramos que los griegos tenían conceptualizadas a las mujeres como ‘hombres mal formados’ y lo contrastamos con la idea que se tiene hoy en día, evidentemente hay una distancia muy grande entre ambas. Sin embargo, si damos un recorrido por la historia de la humanidad sólo es hasta la época contemporánea cuando finalmente nos encontramos con ligeros tintes de balance, equidad y justicia en las sociedades y la cultura occidental; vaya, la que en México estamos acostumbrados a seguir. Es claro que existen comunidades matriarcales en el mundo pero las que imperan siguen siendo las estructuras comandadas por los hombres.

El Día Internacional de la Mujer, debe servirnos, para de una vez por todas entender que somos ambos –hombres y mujeres– quienes tenemos la responsabilidad de dirigir nuestras vidas y que, nuevamente, nuestra biología no debe ser pretexto para intentar minimizar las acciones de unos u otros

De acuerdo con información de la Deutsche Welle, actualmente en el mundo sólo hay alrededor de 17 mujeres que ostentan un cargo como Presidenta o Jefa de Estado de los 193 posibles que hay de acuerdo a las Naciones Unidas. Es decir, y haciendo una asunción un poco generalista, solamente el 10% del mundo está representado por mujeres. Afortunadamente, para nosotros las mujeres poco a poco han ido escalando en la toma de decisiones y la sociedad misma ve con aprecio el que existan iniciativas que fomenten la igualdad de oportunidades y la equidad de género. Un ejemplo que es bastante tangible es la Ley de Paridad en nuestro Congreso, que aunque ha sido bastante cuestionada y tiene algunos pormenores que son discutibles, es un buen intento para avanzar y tener una proyección en el mundo sobre la sensibilidad que existe en el país con respecto al tema.

A pesar de que en América Latina aún se mantiene fuertemente el estigma de la cultura del machismo, es plausible decir que la situación se ha ido revirtiendo de a poco. Grupos como Las Madres de la Plaza de Mayo de Argentina o Las Patronas en México, son vivos ejemplos de la importancia que tienen las mujeres en nuestra sociedad; pues gracias a las iniciativas que trabajan, la colectividad escucha los reclamos de la sociedad misma. De igual manera, figuras como la de Frida Khalo también son alicientes de la proyección y relevancia que tiene la mujer más allá del rol tradicional con el que se le ha querido identificar a lo largo de la historia.

De acuerdo con información de la Deutsche Welle, actualmente en el mundo sólo hay alrededor de 17 mujeres que ostentan un cargo como Presidenta o Jefa de Estado de los 193 posibles que hay de acuerdo a las Naciones Unidas

¿Qué hubiera sido de Inglaterra sin el thatcherismo? ¿Cómo podríamos entender los derechos de los niños sin la experiencia de Malala Yousafzai? ¿Habría tenido el mismo éxito la campaña ‘He for She’ si hubiera sido dirigida por un hombre? No dudo que los proyectos, las ideas y los programas hubieran trascendido, ni tampoco que hubieran surgido nuevos, pero definitivamente ese folclor y toque que le da el ser dirigido por una mujer marca un poco la diferencia.

Este y todos los 8 de marzo de la historia deben servirnos como momentos de reflexión para concientizarnos cada vez más que para la sociedad es más dañino intentar prescindir de un aproximadamente 50% de la población mundial solamente porque biológicamente somos diferentes. El Día Internacional de la Mujer, debe servirnos, para de una vez por todas entender que somos ambos –hombres y mujeres– quienes tenemos la responsabilidad de dirigir nuestras vidas y que, nuevamente, nuestra biología no debe ser pretexto para intentar minimizar las acciones de unos u otros. El 8 de marzo nos sirve para recordar la constante lucha que la humanidad ha realizado para dar a las mujeres el lugar que les corresponde.

…si la humanidad busca que exista armonía entre las personas, debe haber armonía entre los hombres y las mujeres

Como George R.R. Martin, famoso escritor estadounidense, mayormente reconocido por obras como “Game of Thrones”, dijo en una entrevista cuando le preguntaron acerca de cómo le era posible escribir tan bien los personajes de las mujeres, la respuesta, me parece, es de lo que precisamente el Día de la Mujer trata: “Bueno, yo siempre he considerado que las mujeres son personas”.

Esta idea, por simple que parezca, es la verdadera esencia del tan criticado feminismo y la equidad de género, así como los hombres son personas, las mujeres también lo son; y si la humanidad busca que exista armonía entre las personas, debe haber armonía entre los hombres y las mujeres. Todas aquellas ideas las cuales plantean que los hombres y las mujeres tienen capacidades distintas (fuera de las biológicas, claro está), muy probablemente se encuentran sesgadas por algún tipo de pensamiento o ideología que nubla la visión correcta sobre lo que juntos, como humanidad y sociedad, debemos alcanzar.

El día en el que los hombres y las mujeres ya no se identifiquen como ‘hombre’ o ‘mujer’, sino como personas; ese día la sociedad habrá dado un salto tan grande que no habrá forma de que se pueda dar un paso hacia atrás.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Los Óscares se ponen feministas

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Recientemente, la equidad de género como discurso se encuentra muy elevado en la agenda de algunas figuras políticas de alto perfil internacional. Hillary Clinton, ex-secretaria de estado de los Estados Unidos y autora de uno de los discursos políticos más inspiradores de la historia titulado “Women’s Rights Are Human Rights”, se llevó las elecciones de medio término hace dos días como candidata a la presidencia. Por otro lado, Justin Trudeau, recién convertido en primer ministro de Canadá, además de ser galanazo, hace un despapaye por declararse feminista públicamente. Casi como si la palabra “despapaye” significara ‘que se le quita lo papacito’… ¡Ajá!, pues porque hay muchos para quienes todavía la “F-word”… (No, no, no. No F**k, sino Feminismo) es extremadamente imprudente y destruye el atractivo.

Las cintas nominadas a los Óscares este 2016 tienen un leitmotiv: el abuso (físico, verbal, sexual, económico) y la opresión a la mujer, a los niños y niñas.

Pero lejos de estos montajes de engalanados discursos y lustradas fachadas políticas construidas para atraer votos, los reflectores que mejor están retratando los “asuntos de la mujer” son los del cine. Las cintas nominadas a los Óscares este 2016 tienen un leitmotiv: el abuso (físico, verbal, sexual, económico) y la opresión a la mujer, a los niños y niñas.

En la cinta Carol, observamos a una mujer socialmente castigada por su marido tras descubrir su involucramiento en una relación sexual con otra mujer. La hija de Carol y la misma Carol sufren las consecuencias de las libertades que ella decide darse, teniendo que vivir separadas por lo que se consideraba una “conducta perversa”. El tema de mujeres que desean tener relaciones amorosas y sexuales con otras mujeres es un tema feminista.

Para el pensamiento de la época, querer convertirse en el “sexo débil” sobrepasaba lo absurdo y se interpretaba como demencia.

En The Danish Girl, vemos un caso un tanto más profundo, pues una persona que es biológicamente hombre pero mental y espiritualmente mujer, desea ser liberada y vivir como quien realmente es. Lili Elbe, por sus deseos de vivir su verdadera identidad, experimenta la invisibilidad, la negación de sus condiciones, y recibe el castigo de la exclusión social y la violencia. Para el pensamiento de la época, querer convertirse en el “sexo débil” sobrepasaba lo absurdo y se interpretaba como demencia. El tema de la identidad de género y las complejidades de la identidad psico-sexual son un tema trasversal al feminismo.

Mad Max (¡ay, que no he visto!) cuenta una historia de venganza contra un tiránico hombre que esclaviza y explota mujeres: una de las favoritas para el Óscar.

The Hunting Ground relata la obscura realidad que decenas de miles de jóvenes estudiantes en campus universitarios enfrentan: el abuso sexual y la consecuente culpabilización de las víctimas.

En la sección de documentales, The Hunting Ground relata la obscura realidad que decenas de miles de jóvenes estudiantes en campus universitarios enfrentan: el abuso sexual y la consecuente culpabilización de las víctimas.

Spotlight cuenta la historia verídica del destape de una de las maquinarias más impactantes de pederastia en la historia moderna. El abuso sexual a los niños y las niñas también está estrechamente relacionado con la mujer, pues, al centro de la vida familiar está, generalmente, la mujer. El abuso infantil y a la mujer son muy similares, así como se utiliza la vulnerabilidad y la falta de criterio de los niños para conseguir el “consentimiento” en el acto sexual, también sucede con las mujeres en su vida joven y adulta. Se toma provecho de la indoctrinación a la que muchas veces la mujer ha sido sometida desde que nace, la que la hace sentirse culpable de su sexualidad, la que la obliga a permanecer callada ante el abuso, a obedecer y a no cuestionar.

Curiosamente, aún cuando la cinta representa la relación entre un captor y una rehén, las escenas del día a día de estos dos personajes no distan mucho de lo que es la realidad en muchos hogares actualmente.

La película Room es quizás la muestra más espeluznante de lo que una mujer y sus hijos(as) pueden sufrir a la merced de un hombre violento. Curiosamente, aún cuando la cinta representa la relación entre un captor y una rehén, las escenas del día a día de estos dos personajes no distan mucho de lo que es la realidad en muchos hogares actualmente —el control de los recursos económicos, la virilidad violenta, la culpabilidad… —, aún cuando estas relaciones son consensuales: un matrimonio, un concubinato, una dinámica familiar.

Por último, la cinta Suffragette, que no ha sido digna de galardones esta temporada, es un relato basado en las vivencias de uno de los movimientos feministas más influyentes del siglo XX y su líder intelectual, Emily Pankhurst.

La demanda de estas cintas es claramente la equidad: el deseo por erradicar la violencia a las mujeres en todas sus formas. Lo malo es que tanto la demanda por la equidad de género como el conformismo con el status quo aparecen casi con la misma frecuencia en la cultura pop, confirmando el dicho que dice: “Tenemos la cultura que nos merecemos”.

En realidad, en los medios siempre veremos exactamente lo que pedimos, nuestros vicios y virtudes amasados y embarrados en las pantallas, las páginas y las ondas de radio. Yo por eso le digo a los críticos de Fifty Shades of Grey que se aguanten, porque esas deliciosas asquerosidades, ese “guácala, que rico” de una historia que está malísima, pero con unos forrazos de actores y actrices es exactamente lo que queremos ver, aunque no lo queramos aceptar. Sucede que como aún tenemos relaciones heterosexuales en las que la mujer se encuentra fascinada de ser la criatura sumisa que es suave y consideradamente desflorada, para después ser azotada en consenso.

El 2015 fue un año importante para el feminismo a nivel mundial: mujeres saudíes pudieron votar por primera vez, y recientemente se abrió la primera universidad para mujeres en Afganistán. Mujeres por fin pueden casarse con otras mujeres en los Estados Unidos y aquí en México también hubo avances legales en la misma cuestión. No obstante, las estadísticas pintaron un 2015 con más feminicidios e incidentes de violencia intrafamiliar que en años pasados, razón por la cual se instauró por primera vez la alerta de género como medida de seguridad estatal (¡bah!, después de casi una década de haberse instaurado en nuestra legislación y habiendo sido demandada con anterioridad).

Si la declaración à la Canal de las Estrellas de que el dólar “no va a afectar su economía personal” es para nosotros los mexicanos como que nos “den atole con el dedo”, quisiera pensar que además de la apreciación del dólar, lo que sí nos va a afectar de los Estados Unidos por el efecto de “derrame” cultural: es esta clara demanda por sociedades más equitativas entre hombres y mujeres, sociedades mucho menos violentas… y mucho más amorosas.

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¿La justicia tiene género?

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¿La justicia tiene género? Es una pregunta que me he estado haciendo tras los últimos atentados en Turquía, Líbano, Francia, Siria, entre otros. ¿Realmente existe la justicia? Y si es que existe, tiene alguna preferencia en el mundo machista y patriarcal en el que vivimos. Mi respuesta es sí, hasta este concepto discrimina a los sectores más vulnerables como lo son las mujeres.

Vivimos en un mundo donde hay millones de desplazados. Tan sólo en el 2011 se estimó una cifra de 43.3 millones de personas desplazadas por conflictos y persecuciones. De acuerdo a la ONU, cada minuto ocho personas lo dejan todo para huir de la guerra, la persecución o el terror. Las mujeres son el sector más vulnerable y con mayor riesgo. El problema para ellas no es solamente el desplazamiento, éste es solo el inicio de muchos más.

Denuncian hostigamiento, detenciones arbitrarias, abusos físicos, torturas, violaciones, entre muchas más. Sin embargo, esto es el inicio de lo que para ellas serán las secuelas inmediatas y permanentes de la guerra.

Se han reportado en diferentes organismos internacionales las denuncias de mujeres principalmente provenientes de Siria. Denuncian hostigamiento, detenciones arbitrarias, abusos físicos, torturas, violaciones, entre muchas más. Sin embargo, esto es el inicio de lo que para ellas serán las secuelas inmediatas y permanentes de la guerra.

De acuerdo a un estudio realizado por Human Rights Watch, estas mujeres son víctimas de todos los frentes: de fuerzas gubernamentales y leales al gobierno, también por grupos armados opositores como Liwa’al-Islam y organizaciones extremistas como el Estado Islámico, Iraq y el Levante (EIIL). Muchas mujeres aseguraron, en el reporte elaborado por la ONU “We Are Still Here: Women on the Front Line of Syria’s Conflict”, que fueron detenidas en su país por brindar asistencia médica a los heridos y por manifestarse pacíficamente en contra de los hechos violentos que se viven todos los días desde hace más de 4 años en Siria.

Este reporte se elaboró de testimonios recopilados de mujeres refugiadas en Turquía. Estas mujeres, aunque ya no viven en guerra bélica, sí siguen en guerra al seguir luchando porque se respeten sus derechos y no ser discriminadas por ser refugiadas. Que se respeten sus tradiciones y no les impongan una nueva al llegar.

En nuestro México, de acuerdo al ACNUR, se están deteniendo y deportando un 230% más mujeres centroamericanas que en 2013.

Aunque este conflicto escala todas las dimensiones de la injusticia, no es una realidad propia de los países de Medio Oriente, es una realidad tan cercana que nos es imposible percibirla. En nuestro México, de acuerdo al ACNUR, se están deteniendo y deportando un 230% más mujeres centroamericanas que en 2013. ¿Qué se debe hacer? Estas mujeres viajan buscando una mejor calidad de vida para ellas y sus familias, huyendo de las guerras, pobreza, alejando a sus hijos de la influencia de las guerrillas y de la injusticia que viven todos los días en su país de origen.

Retomando el concepto de justicia, ¿existen en México las condiciones idóneas para que puedan romper el círculo de desigualdad y puedan luchar en contra del sistema que dicta lo que deben hacer?

Deben escoger entre dos de los ritos de iniciación: relaciones sexuales con todos los miembros o una golpiza. Esto sólo para tener un lugar o grupo, el cual les asegura su supervivencia, a través de más violencia y humillaciones.

No, no las hay. A pesar de esto, sigue siendo un país de tránsito y destino para muchas de estas mujeres. En una entrevista, una mujer salvadoreña decía que vivía huyendo de la violencia generada por las pandillas o por el crimen organizado: “En mi país hay que pagar siempre el impuesto de guerra”. Más allá de un impuesto económico, es un impuesto social, donde las mujeres para sobrevivir tienen que ser parte de las pandillas. Para entrar, deben escoger entre dos de los ritos de iniciación: relaciones sexuales con todos los miembros o una golpiza. Esto sólo para tener un lugar o grupo, el cual les asegura su supervivencia, a través de más violencia y humillaciones.

¿Lo correcto es regresarlas a vivir ese infierno o dejarlas aquí y que sean presa fácil de los narcotraficantes, siendo su verdadero destino final una fosa? ¿Y la justicia? ¿Dónde queda la justicia para todas las mujeres que están sufriendo a causa de la guerra? ¿Dónde está la justicia que todos debemos tener y merecemos? ¿Cómo podemos esperar justicia si los que la prevén, en muchos casos como el de Siria o México, son los mismos que la limitan?

¿Lo correcto es regresarlas a vivir ese infierno o dejarlas aquí y que sean presa fácil de los narcotraficantes, siendo su verdadero destino final una fosa?

La justica sí tiene género y no es feminista.

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