Intimidades Públicas: “Hasta pronto PRI, carta a los gobernantes”

Comparte este artículo:

El pasado 5 de junio 12 estados de la república celebraron elecciones para elegir al que sería su próximo Gobernador. Los ciudadanos de Chihuahua, Tamaulipas, Durango, Sinaloa, Zacatecas, Aguascalientes, Veracruz, Tlaxcala, Oaxaca, Quintana Roo, Hidalgo y Puebla salieron a votar en esta importante elección que serviría como antesala de los comicios Presidenciales del 2018.

Los resultados son públicos, si bien el PREP no es considerado como un resultado oficial, en la mayoría de los casos existen ventajas suficientemente amplias para definir a un candidato ganador.

El PAN logró obtener la victoria en 7 estados, algunos de ellos donde nunca había existido la alternancia como es el caso de Tamaulipas, Veracruz y Quintana Roo. Mientras que el PRI logró la victoria en 5 de ellos, rescatando los estados de Sinaloa y Oaxaca que eran gobernados por el PAN-PRD.

El común denominador es el siguiente: existió la alternancia en los estados en los que el hartazgo de la ciudadanía era suficiente. En este sentido, pareciera que la victoria no es cuestión del perfil del candidato de uno u otro partido político, sino más bien un voto de castigo por el mal gobierno que imperó en muchos de éstos estados.

El común denominador es el siguiente: existió la alternancia en los estados en los que el hartazgo de la ciudadanía era suficiente. En este sentido, pareciera que la victoria no es cuestión del perfil del candidato de uno u otro partido político, sino más bien un voto de castigo por el mal gobierno que imperó en muchos de éstos estados.

El PRI fue el principal perjudicado por esto. La premisa de la democracia es clara: gobernar desgasta; pero desgasta más cuando gobiernas mal. Y eso fue lo que sucedió.

No hay forma de ocultar lo que se hizo mal por parte de los gobernantes en algunos estados como Veracruz, Chihuahua o incluso Quintana Roo. Tan es así, que la ciudadanía hizo lo propio y en forma de desprecio, emitió su voto hacia otra opción electoral con la esperanza de encontrar una forma de llevar mejor las cosas.

No hay forma de ocultar lo que se hizo mal por parte de los gobernantes en algunos estados como Veracruz, Chihuahua o incluso Quintana Roo. Tan es así, que la ciudadanía hizo lo propio y en forma de desprecio, emitió su voto hacia otra opción electoral con la esperanza de encontrar una forma de llevar mejor las cosas.

El mensaje por parte de la ciudadanía es claro: a quien gobierne mal, se le acabó la oportunidad. Esa es la realidad del siglo XXI, y aunque existan quienes no quieran aceptarlo, no se puede gobernar en este siglo como si aún fuera un partido hegemónico donde la pluralidad era ficticia.

Los partidos políticos tienen que repensar sus estrategias y formas de hacer política.

Sin duda, la pasada jornada electoral es una carta abierta a los políticos, y particularmente en esta ocasión a los priístas: si gobiernan bien se quedan, y si lo hacen mal, se van.

Espero y tomen nota al respecto.
______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Qué hacer con los árbitros de las elecciones locales

Comparte este artículo:

El próximo 5 de junio habrá elecciones en 13 estados: Baja California, Chihuahua, Durango, Sinaloa, Aguascalientes, Tamaulipas, Zacatecas, Oaxaca, Quintana Roo, Veracruz, Puebla, Tlaxcala e Hidalgo. Con excepción de Baja California, en todos ellos se renovará la Gubernatura del Estado. Además, en la Ciudad de México los capitalinos seleccionarán a una parte de las personas que redactarán la primera Constitución de la CDMX.

Sin considerar las elecciones constituyentes en la CDMX, las cuales fueron encomendadas directamente al Instituto Nacional Electoral (INE), en el resto de los estados ha sido una constante el cuestionamiento de los árbitros electorales: Secretarías Ejecutivas removidas (Veracruz y Durango); elecciones locales atraídas por el INE (Durango); denuncias de intervención de los Gobernadores en turno en las decisiones de las y los Consejeros Electorales de los Órganos Públicos Locales Electorales (OPLEs); inacción para sancionar, en suma, árbitros electorales sin confianza y sin legitimidad.

También es de mencionarse el caso de Chiapas, en donde la totalidad de sus 7 Consejeras y Consejeros fueron removidos de sus cargos por actuar fuera de la Ley (SUP-RAP-118/2016). De hecho, el próximo 31 de mayo concluirá el concurso para la designación de nuevos integrantes del Consejo General en el OPLE de Chiapas (también se designa en esa fecha a un nuevo Consejero de la CEE, aunque la vacante se deriva de la renuncia de una de sus integrantes, actual Presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Nuevo León).

Sin considerar las elecciones constituyentes en la CDMX, las cuales fueron encomendadas directamente al Instituto Nacional Electoral (INE), en el resto de los estados ha sido una constante el cuestionamiento de los árbitros electorales…

Recordemos que en la reforma constitucional de 2014, se expresó como razón para la construcción del nuevo modelo de la administración electoral en México que existía control por parte de los Gobernadores en los Institutos Electorales de los Estados. En este sentido, se aprobó otorgar la rectoría de ciertos procedimientos al nuevo INE (fiscalización, integración de casillas, capacitación, ubicación de casillas, Servicio Profesional Electoral Nacional…).

Una actividad esencial que se atribuyó al INE fue la de nombrar y, en su caso, remover, a las Consejeras y Consejeros en los OPLEs. Esta facultad correspondía antaño a los Congresos Locales en donde, se argumentaba, los Ejecutivos Locales operaban libremente para designar a personas afines a sus proyectos políticos. Ahora, con dos procesos de designación de Consejeros de los OPLEs bajo la conducción del INE (2014 y 2015), tal parece que los problemas siguen siendo los mismos.

¿Qué hacer, entonces, con los árbitros de las elecciones locales, con los OPLEs? Evidentemente, para quien escribe desde un estado de la Federación, desaparecerlos no es opción (aunque haya personas que así lo propongan: Consejero Electoral Roberto Ruiz y Magistrado Electoral Flavio Guzmán). La solución debe pasar por su fortalecimiento, no por su eliminación.

En ese sentido, lo primero que debe hacerse es reconocer que, igual que el INE, los OPLEs cuentan con una estructura de doble naturaleza: Una de corte profesional y de carrera. Y otra con una dimensión política. Para los servidores públicos de base profesional ya comienza a operar el Sistema Profesional Electoral Nacional. Para la segunda, aún con los procedimientos implementados por el INE, no se logra generar confianza.

¿Qué hacer, entonces, con los árbitros de las elecciones locales, con los OPLEs? Evidentemente, para quien escribe desde un estado de la Federación, desaparecerlos no es opción … La solución debe pasar por su fortalecimiento, no por su eliminación.

Por tanto, una segunda decisión que debe tomarse es asumir la profesionalización completa de quienes deseen ser Consejeras y Consejeros. Esto implica al menos dos decisiones normativas importantes: Por una parte, que la designación recaiga en la mejor opción posible, de acuerdo a parámetros objetivos; y, por la otra, la oportunidad de reelección hasta por un período más de Consejeras y Consejeros, con lo cual pueda garantizarse una trayectoria profesional medianamente estable.

En suma, la clave respecto a lo que se debe hacer con los árbitros electorales en los estados reside en aquello que hemos hecho en el IFE-INE desde 1989-90: La profesionalización y el espíritu de cuerpo que responda a la Constitución, a la Ley y a una ética pública de carácter democrático. En ese sentido, dejemos en el Consejo General del INE la dimensión política de las elecciones y en los OPLEs el aspecto técnico y operativo, bajo estándares profesionales y objetivos.

Si no tomamos ese paso adicional, seguramente en 2017 y 2018 sabremos de más cuestionamientos de los árbitros electorales, de más remociones de Consejeras y Consejeros en los estados, de más elecciones atraídas por el INE o, tal vez…, estaremos discutiendo la creación del Instituto Central Electoral (ICE).

______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

La discapacidad está en la ignorancia

Comparte este artículo:

No están ustedes para saberlo, pero hace unos días sufrí un esguince en el pie izquierdo. No les cuento la historia larga porque se remonta más allá de 1998. Como parte de la recuperación me recomendaron una serie de medicamentos, cremas musculares y el uso de una férula ortopédica por 12 días.

Durante este período de recuperación/reposo, tuve la oportunidad de experimentar diferentes cosas y de reflexionar al respecto. Siempre he respetado los espacios para discapacitados… pero en esta ocasión pude percibir la indiferencia y la no-inclusión en la que vivimos. Con todo y férula (porque no pedí membrete de discapacitado ni credencial para uso del elevador) me estacionaba donde encontrara lugar, aunque eso significara caminar un poco más.

Estamos en una sociedad que no respeta; en un sinnúmero de veces vi que personas caminando “bien” se estacionaban en lugares para discapacitados porque “no se tardan mucho”, “es solo un segundo”, “nadie los ocupa”… todavía se indignan cuando los enfrentas y hasta recibí mentadas de madre. ¿En serio?

Según datos del INEGI, en México el 6% de la población (7.2 millones del total) tiene alguna discapacidad; mientras que las que están en riesgo de restricciones o limitaciones en sus actividades aumenta hasta 13.2%. Más de 39.1% de ellos participa en alguna actividad económica.

No sé si fue indignación o risa sarcástica al ver que personas bajaban un piso (sí, un piso) por el elevador con sus compras de reconocido centro comercial ahí por Gómez Morín y Vasconcelos, y a las personas que realmente necesitábamos hacer uso del elevador, nos dejaron pa’ la siguiente vuelta.

Más de una persona me veía de abajo para arriba como si fuera “extraño” ver a una persona con una férula. No quiero decir que me veían con “lástima” porque aún no aprendo a leer mentes, pero lo percibía en sus ojos. Ver como algunos hasta se reían por como caminaba, cuando desconocen el motivo de traer esa bota de robocop (como la bauticé).

Mi esguince es temporal (solo 12 días), pero ¿dónde dejamos a las personas que tienen una condición permanente? No solo estoy hablando de un tema motriz o físico, sino todos aquellos con discapacidades auditivas, visuales, intelectuales o psicosociales.
La discapacidad puede tener un gran número de causas: nacimiento, accidente, enfermedad, envejecimiento, violencia. Nada tiene que ver el nivel socioeconómico o género.

Según datos del INEGI, en México el 6% de la población (7.2 millones del total) tiene alguna discapacidad; mientras que las que están en riesgo de restricciones o limitaciones en sus actividades aumenta hasta 13.2%. Más de 39.1% de ellos participa en alguna actividad económica. Los estados que tiene mayor prevalencia son Nayarit (8.2%) y Durango (7.5%); Nuevo León se encuentra por debajo de la media nacional con 5.5% de personas con alguna discapacidad, igual que Sonora, mientras que Chiapas es el estado con menor porcentaje (4.1%).

…“Si enseñamos a los niños a aceptar la diversidad como algo normal, no será necesario hablar de inclusión, sino de convivencia”. Ciertamente, los niños no tienen esas barreras de rechazar a alguien por una discapacidad. Al contrario, aceptan a todos porque tienen la misma condición: son niños. ¿Por qué los adultos no podemos hacerlo?

Se han hecho intentos para ser una sociedad más inclusiva, pero ver que los trabajos para “personas con discapacidades auditivas, visuales o mentales” se limitan a empacar y armar cajas, cuando conozco personas con discapacidad auditiva o visual que son mucho más inteligentes que otros que ven y escuchan en su totalidad, eso no es inclusión.

Da mucho coraje cuando escuchas a alguien decir “es que está enfermito”. Una persona con una discapacidad no está “enfermito” es un sujeto con un nombre, derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, igual que todos. O cuando dicen “es que no es normal”, ¿quién dice que nosotros sí lo somos? Tenemos que enfrentarnos nuevamente a la ignorancia de las personas, porque aún no hemos aceptado la inclusión como parte de nuestro entorno.

En algún lado en redes sociales vi una imagen que decía “Si enseñamos a los niños a aceptar la diversidad como algo normal, no será necesario hablar de inclusión, sino de convivencia”. Ciertamente, los niños no tienen esas barreras de rechazar a alguien por una discapacidad. Al contrario, aceptan a todos porque tienen la misma condición: son niños. ¿Por qué los adultos no podemos hacerlo?

Reconozco los esfuerzos que muchas empresas, instituciones académicas y hasta los diferentes niveles de gobierno, tienen en el tema de discapacidad. Sin embargo, falta mucho por hacer.

______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

El gigante dormido

Comparte este artículo:

De las treinta y dos entidades que integran la república mexicana, nueve no conocen la alternancia democrática. En Campeche, Coahuila, Colima, Durango, Estado de México, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz, el PRI ha gobernado a nivel estatal desde que existe como partido.

¿Habrán encontrado los priistas la fórmula mágica para seguir siendo la preferencia electoral de la mayoría en aquellos estados tras casi noventa años ininterrumpidos en el poder?

Es bien sabido —y se observa día con día— que gobernar desgasta el capital político de las facciones partidistas. ¿Habrán encontrado los priistas la fórmula mágica para seguir siendo la preferencia electoral de la mayoría en aquellos estados tras casi noventa años ininterrumpidos en el poder? ¿Existe un avance científico que ha incrustado en el ADN de los mexicanos el fervor revolucionario-caudillista, como un culto al partido tricolor? La respuesta a ambas preguntas es un categórico “no”.

En las democracias avanzadas, los cambios en el control político reflejan el natural y cambiante sentir de la sociedad que gobiernan. La cultura popular ha popularizado la idea de que, en la vida, el cambio es la única constante. Las preocupaciones ciudadanas se desencadenan en mayorías que llevan al gobierno a las fuerzas opositoras, ello ante la frustración causada por una mezcla de irresponsabilidad con el sentimiento de insatisfacción que dejan las limitaciones propias del actuar gubernamental.

Existen dos posibilidades: en esos nueve estados, que no conocen la alternancia, seguimos siendo una democracia de tercer mundo; o hemos encontrado una verdadera utopía en la que existe un fenómeno social sin precedentes, en el que el poder político no desgasta porque se ejerce bien, el sentir ciudadano de la mayoría es estático e inmutable, y las pocas exigencias colectivas cambiantes se desahogan y satisfacen a través de la burocracia.

¿Ha pasado la dictadura perfecta de la imposición a la aceptación? Recuerdo que alguna vez alguien me dijo: “El mexicano promedio toma cerveza, le va al América, ve Televisa y vota por el PRI.”

¿Ha pasado la dictadura perfecta de la imposición a la aceptación? Recuerdo que alguna vez alguien me dijo: “El mexicano promedio toma cerveza, le va al América, ve Televisa y vota por el PRI.”

¿El control de la prensa en Coahuila y Quintana Roo, habrá desincentivado el pensamiento crítico? ¿Estará dormido, en Hidalgo y Durango, el gigante, que es la conciencia ciudadana? ¿En Veracruz y Campeche, el yugo de la pobreza habrá desplazado la preocupación por el desarrollo democrático? ¿Las mafias criminales se habrán apoderado de Tamaulipas, y las sociedades secretas, del Estado de México? ¿Tendrá Colima la oportunidad de reivindicarse este domingo, en las votaciones de la elección extraordinaria a gobernador? ¿La desigualdad económica, se habrá acentuado tanto que ha alineado los intereses políticos de las clases altas y bajas?

Creo que para lograr prosperidad, estabilidad y un desarrollo balanceado y sustentable de todos los sectores de la sociedad, la alternancia entre las facciones políticas es necesaria.

Creo que para lograr prosperidad, estabilidad y un desarrollo balanceado y sustentable de todos los sectores de la sociedad, la alternancia entre las facciones políticas es necesaria. El Estado de Derecho en México tiene un arduo trabajo por terminar. Es necesario continuar pugnando por el fortalecimiento de nuestras instituciones para incentivar la participación ciudadana y el desarrollo social, para lograr una conciencia ciudadana más libre.

El PNR –la primera versión de PRI– se fundó en 1929. ¿Continuará gobernando el grupo político de los sindicatos, el clientelismo y el corporativismo ininterrumpidamente tres sexenios más en aquellos nueve estados? Dicen que no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante…

______________________________
– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”