Nos encontramos inmersos en campañas electorales, las promesas de las candidatas y candidatos sobran e irónicamente siguen siendo las mismas de siempre que nomás no cumplen. Más seguridad, más empleos, menos corrupción y otros más y menos que terminan sobrando.
La realidad es que no hay una sola propuesta concreta e integral para atacar de frente y de manera transparente uno de los peores males que nos sigue afectando, la corrupción. En gran medida es porque quienes buscan representarnos y ostentar poder no conocen o deciden ignorar el andamiaje jurídico e institucional que ya existe. Prometen transparencia cuando ninguno de sus partidos es transparente, incluso ellos y ellas mismas siguen con las mismas prácticas de opacidad de siempre.
Las propuestas se quedan en un mar de preguntas sin responder. ¿Cómo van a luchar contra la corrupción si la Auditoría y Contraloría le responden a los mismos? ¿Cómo aseguran transparencia si no liberan sus declaraciones patrimoniales, de intereses y bancarias? ¿Cómo se impulsa la participación ciudadana cuando ni siquiera se han acercado a sus vecinos con presupuestos participativos? ¿Cómo prometen justicia si ni siquiera hay denuncias en la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción?
La corrupción es un monstruo de mil cabezas, no se da solamente mediante la mordida al tránsito o policía, sino que se da en prácticamente todos los procesos gubernamentales. Y de la mano se identifica que entre más procesos y más burocracia, más fácil se da la corrupción. Esto ha llevado a que en nuestro estado y país sea más fácil seguir alimentando este monstruo que buscar hacer las cosas bien.
Las consecuencias de la corrupción son claras, y lo podemos ver con la tragedia del metro de Ciudad de México. A pesar de señalamientos, denuncias, supuestos mantenimientos, nada de esto fue suficiente para que el sistema actuara. Esto lo vemos reflejando en Nuevo León con el mismo Sistema Estatal Anticorrupción (SEA). El SEA que supuestamente está diseñado para combatir esta problemática es una maraña burocrática e institucional donde se repiten los mismos vicios, falta de coordinación, falta de acuerdos y sobretodo falta de voluntad política para que haya una estrategia real para una lucha frontal contra la corrupción.
Ante esta realidad es inevitable que cualquier persona se sienta abrumada y rebasada ante un gobierno que no opera y no busca justicia. Es por esto que desde el colectivo El Futuro Florece decidimos decir “No Más”. Estamos hartos de que los mismos intereses políticos y económicos prevalezcan ante los intereses de las vecinas y vecinos. El reto no es menor y ya no podemos seguir posponiendo una sacudida a nuestro sistema de gobierno.
Desde la Bancada Metropolitana decimos “hasta aquí” y proponemos una ruta clara para enfrentar la corrupción en Nuevo León. Estas propuestas no surgen de un día para otro, son años de experiencia, proyectos, diagnósticos y datos que se han analizado y trabajado para saber qué tenemos que hacer y cómo hay que lograrlo, siempre de la mano de expertos y de las vecinas y vecinos de nuestra comunidad.
- Gobierno Abierto y Electrónico – asegurar una transición del aparato gubernamental y los trámites gubernamentales hacia plataformas electrónicas donde se tenga una claridad total de los documentos, requisitos y tiempos de cada trámite.
- Sistema Estatal Anticorrupción que sí opere – una coordinación real entre las instituciones vinculadas al SEA, donde sean los intereses de las vecinas y vecinos lo que prevalezca y no los intereses partidistas asegurando una autonomía real de la Auditoría, Fiscalía, Contraloría y COTAI.
- Tecnología – Utilizar herramientas tecnológicas como Blockchain e Inteligencia Artificial. La primera para entrega de licencias, permisos, presupuesto y permisos. La segunda para cruzar la información de los 3 de 3 de funcionarios con la totalidad de las licitaciones de municipios y estado, a fin de prevenir, investigar y sancionar cualquier acto de corrupción.
- Presupuesto Abierto y Participativo – Transparencia total del gasto e ingreso de los municipios y el gobierno estatal, donde se conozca el origen y fin de cada centavo de nuestros impuestos. Esto de la mano de herramientas reales de participación e involucramiento vecinal, asegurando que las prioridades y proyectos propuestos se hagan realidad.
La Bancada Metropolitana tiene como único objetivo enfrentar los retos y problemas que por años se han ignorado. No estamos dispuestos a seguir este camino de opacidad, corrupción, compadrazgo e ineficiencia.
Pero nada de esto será realidad si se quedan los mismos de siempre, urge una representación real, fresca y separada de los partidos políticos. Necesitamos una nueva generación de políticos que sí saquen los Trapitos al Sol.
Kristian Macías es profesor universitario y desarrolla proyectos de política pública. Actualmente es Candidato Independiente a Diputado Local por el Distrito 4 de Nuevo León.
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