Encuestas de Salida, Desastre Electoral

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Ayer oficialmente acabaron los comicios de este año en 13 estados de la República Mexicana y ahora no tardamos en saber de las impugnaciones en varias de las mismas elecciones. Pero vaya jornada electoral que tuvimos el domingo, un desastre electoral donde tuvimos más de 20 nuevos gobernadores, tragedia para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), victoria para el Partido Acción Nacional (PAN) y un Morena que crece, pero no a las dimensiones esperadas.

Tan sólo marcaron las 6 de la tarde del domingo y todos los candidatos a la gubernatura de diversos estados y partidos políticos se declararon ganadores de las contiendas electorales, ¿su base para decir eso? Las famosas encuestas de salida que varios medios de comunicación compartieron al filo de la hora que cerraron las casillas. Nunca antes, en mi corta vida, había visto tal desastre electoral motivado 100% por los mismos candidatos, la pregunta es ¿qué fue lo que sucedió?

Elección tras elección hemos visto como las encuestas han sido mecanismos manipulados por medios de comunicación y casas encuestadoras que se prestan a los juegos políticos de los partidos. El domingo las encuestas de salida marcaban resultados que resultaron en varios casos 0% acertados. Por ejemplo en Veracruz se marcaba como ganador al candidato del PRI, Héctor Yunes, para más tarde saber que el verdadero ganador había sido el candidato del PAN, Miguel Ángel Yunes.

Elección tras elección hemos visto como las encuestas han sido mecanismos manipulados por medios de comunicación y casas encuestadoras que se prestan a los juegos políticos de los partidos. El domingo las encuestas de salida marcaban resultados que resultaron en varios casos 0% acertados.

Tras el desastre de las encuestas de salida, los institutos estatales electorales no mejoraron la situación, ya que en casos como en Quintana Roo el computo comenzó pasadas las 10 de la noche, cuando en realidad debería de haber comenzado a las 8 P.M. Los demás sistema de PREP tuvieron serias fallas técnicas y hasta uno podía ver en redes sociales como se comenzaba a cuestionar la legitimidad de las elecciones, hubo quien se atrevió hasta a decir que se había caído el “sistema” recordando el lamentable incidente en la elección de 1988.

En general hubo una falta de responsabilidad de los candidatos al autoproclamarse ganadores de las elecciones sin tener la más mínima idea de hacia donde se perfilaban los resultados. Claramente se necesitan mejores controles para evitar incidentes como los de hace dos días, ya que en el 2018 puede llevar a serios conflictos post electorales que nos lleven a un escenario parecido al que tuvimos en la elección presidencial del 2006.

Pero bueno, yendo a los resultados, fue la noche triste para el PRI. Aunque en algún momento el Presidente Nacional de este partido dijo que ganarían 9 estados, la realidad fue otra, soló ganaron 5 entidades, pero perdieron importantes bastiones como lo son Veracruz, Quintana Roo, Tamaulipas y Chihuahua. Un duro golpe para el partido que creía que iba a tener un 5 de junio lleno de éxitos. Aunque suene exagerado, los cuestionamientos de la permanencia de Beltrones comienzan a sonar duro en el mundo político, una salida de este tipo acabaría con las aspiraciones presidenciales del sonorense.

En general hubo una falta de responsabilidad de los candidatos al autoproclamarse ganadores de las elecciones sin tener la más mínima idea de hacia donde se perfilaban los resultados. Claramente se necesitan mejores controles para evitar incidentes como los de hace dos días, ya que en el 2018 puede llevar a serios conflictos post electorales que nos lleven a un escenario parecido al que tuvimos en la elección presidencial del 2006.

El ganador fue el PAN y su alianza en algunos estados con el PRD, que vio la luz con esta alianza. Acción Nacional le quitó los estados clave al PRI, adicionalmente mantuvo Puebla, lo que coloca al actual gobernador, Rafael Moreno Ovalle, en una muy buena posición para el 2018. El PAN junto con el PRD en algunos estados gana, por el voto de castigo, el hartazgo de malos gobiernos y tendrá ahora en adelante el trabajo de hacer buen gobierno y marcar la diferencia para que realmente este cambio surta efecto en el 2018.

Morena es el partido que crece y crece en cada elección, aunque no concretó ninguna gubernatura como se esperaba, logro obtener dos tercer lugares, un segundo lugar y ganar en la Ciudad de México en la conformación de la Asamblea Constituyente. Con estos resultados le arrebato la posición de tercera fuerza política al PRD. Aunque críticos creen que este partido desacelero su paso, debido a que no gano ninguna gubernatura, debemos hacer notar que es un partido relativamente nuevo.

Finalmente, tenemos a los independientes, que brillaron pero su ausencia. Fue un escenario muy diferente el que tuvimos este año al pasado, donde Jaime Rodríguez Calderón, ganó la gubernatura de Nuevo León. Parece que el furor por los independientes se apagó, o no hubo candidatos que llenaran a los ciudadanos, pero esto sí puede ser un reflejo de lo que veamos en el 2018.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

“Chapulineo” y otras artimañas políticas para eludir el poder demoráctico

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En la política mexicana bien se sabe que, existen lagunas y privilegios dentro de la ley, los cuales fungen como herramientas para aquellos servidores públicos, cuya hambre de poder se encuentra muy por encima del objetivo principal de su cargo: servir al pueblo. Entre aquellas herramientas se pueden concebir, entre las más escuchadas, al fuero político: entendido como una inmunidad la cual “salva”, por medio del voto del congreso que se erige como juez, a los funcionarios públicos de ser procesados penalmente.

Asimismo, entre tales “artimañas” cabe resaltar al chapulineo; este mismo se comprende como un artilugio a través del cual, un servidor público puede pedir permiso a su partido (y no a la ciudadanía que lo votó) para desocupar su cargo popular, con el objetivo de competir por otro igualmente, designado por el voto. Cabe destacar que, como se ha observado en diversos casos, en la ley no existe ningún impedimento para que, le sea impedido volver a aquel funcionario a su cargo anterior luego de haber perdido la contienda electoral.

…considero que, uno como funcionario público, debe tener la vergüenza y el compromiso suficiente para ocupar el cargo por el que la gente lo eligió, no la mitad de este mismo, o un cuarto o un tercio, sino TODO el tiempo que dura el cargo popular; los ciudadanos no elegimos a una persona para que este una parte del periodo de tal puesto…

Los ejemplos de esta traición hacia la voluntad del pueblo (hay que llamar a las cosas por su nombre) sobran; Ivonne Álvarez, con su conocido “dobleteo” en la materia, primero pediría licencia para dejar su cargo de Presidenta municipal con el fin de competir por la senaduría. Posteriormente, esta misma nuevamente pediría licencia del cargo nombrado previamente para contender por la gubernatura de Nuevo León, resultando en el ya conocido desenlace, donde pierde las votaciones, y como era de esperarse, vuelve al senado sin el más mínimo remordimiento.

Otro ejemplo destacable radica en la ex-alcaldesa de Monterrey: Margarita Arellanes. Como muchos recordarán, a pesar de su pésima administración como presidenta municipal, esta tuvo un mayor deseo por el poder que el del hecho de sentir vergüenza, por lo que decidió imitar los pasos de su contraparte priísta (Ivonne Álvarez), e intentó recurrir al llamado “chapulineo”, con el fin de competir por la candidatura a gobernador por el Partido Acción Nacional. El desenlace fue el esperado: Arellanes teniendo por pérdida la candidatura, con su imagen más golpeada de lo que ya se encontraba, y contemplando el fin de su carrera política.

En la política mexicana bien se sabe que, existen lagunas y privilegios dentro de la ley, los cuales fungen como herramientas para aquellos servidores públicos, cuya hambre de poder se encuentra muy por encima del objetivo principal de su cargo: servir al pueblo.

Estos ejemplos del chapulineo nos hacen reflexionar, a cada uno de nosotros, en el hecho de que como ciudadanos, no nos podemos permitir este tipo de conductas entre nuestros servidores públicos, los cuales como menciona su nombre, son nuestros servidores y no al contrario. Que si daña el derecho a ser votado el luchar por eliminar la posibilidad de chapulinear dirán algunos partidarios de esta práctica. No obstante, considero que, uno como funcionario público, debe tener la vergüenza y el compromiso suficiente para ocupar el cargo por el que la gente lo eligió, no la mitad de este mismo, o un cuarto o un tercio, sino TODO el tiempo que dura el cargo popular; los ciudadanos no elegimos a una persona para que este una parte del periodo de tal puesto, yo voté por una persona para que sea gobernador 6 años, no 5 ni 4, sino 6 años completos. Lo mismo con los alcaldes, diputados, senadores y demás cargos, por lo que si un político desea conservar o recuperar su credibilidad, y le importa un poco su gente, que no “chapulinee”, y respete la decisión de quienes lo votaron.

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