La lección de Chumel

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A raíz de que Conapred invitó a Chumel Torres para participar en un foro sobre discriminación, las opiniones en redes sociales han girado en torno a varias preguntas: ¿Fue un error haber invitado a Chumel Torres a un foro validado por un organismo del Estado?¿Cuáles son los límites de la libertad de expresión en México ? ¿Debemos discutir con quienes discriminan o no dar foro para que se reproduzca el discurso de odio que predican? ¿Funciona Conapred o no? ¿Por qué? ¿Qué está sucediendo con la Cuarta Transformación y las instituciones en nuestro país? 

Conapred ha funcionado en ciertas labores de investigación, en recopilaciones de diagnósticos, en sanciones y defensa de ciertos casos. Sus agendas han servido para visibilizar a la población afromexicana, la agenda LGBT -recordemos cuando se dio Seguro Social a parejas homosexuales a pesar de las resistencias durante el gobierno de Calderón- o el acompañamiento a demandas como el que las trabajadoras del hogar puedan acceder al Seguro Social: hoy el gobierno de la transformación ha echado a andar, por mandato de la Corte, el programa piloto para impulsar sus afiliaciones al IMSS.

Sin embargo, ha habido cuestionamientos sobre el éxito y el alcance de las campañas de reeducación y sensibilización en manos de Conapred, así como de su estrategia comunicativa para multiplicar los públicos y los perfiles a los que interpela con su agenda y su poca efectividad de darse a conocer con el fin de que más grupos vulnerados puedan ser acompañados por la institución estatal a lo largo de sus luchas democráticas.

Más allá de esto, lo sucedió a raíz del foro puso sobre la mesa un debate que se ha venido perfilando desde el inicio del sexenio: la idea de democracia con la que hemos sido criados durante años en México. Desde finales del siglo pasado a los mexicanos nos fue impuesto un mito que hemos mamado sin rechistar: el mito de que con el simple hecho de tener instituciones ipso facto nuestro país se convertiría en una nación democrática. Se beatificó tanto la figura de los organismos autónomos y descentralizados, que el revisarlos o cuestionarlos en la eficacia de sus objetivos hoy es visto por muchos como una afrenta a la democracia; esto imposibilita repensar cómo mejorarlas o qué alternativas no institucionales existen para impulsar agendas.

Bajo una pantalla de supuesta neutralidad, en varias ocasiones estas instituciones han sido utilizadas para defender ciertos intereses políticos del partido en el poder en turno: en su momento, figuras emblemáticas de CONAPRED cerraron filas para validar el fraude electoral de 2006 y pedir que no se realizara el conteo de voto por voto democrático que habría podido resolver la incertidumbre alrededor de la elección AMLO- Calderón; en el sexenio de EPN la cabeza de CONAPRED aseguró que no descartaba el uso de la fuerza pública para reprimir la protestas de la CNTE, esto durante el conflicto desatado por la (mal)llamada reforma educativa que no tomó en cuenta al profesorado.  

Quizá lo que más preocupa al obradorismo en este momento es que haya habido una multiplicación de órganos e instituciones que durante varios sexenios sirvieron como cuotas políticas para académicos e investigadores orgánicos y hoy se defienda a capa y espada en ciertos sectores para mantener esas estructuras de privilegio a partir del amiguismo.  

Quizá lo que resulta más triste de todo el mito sobre esta democracia simulada es que ha permeado a tal punto que hemos visto estos últimos días cómo compañeras feministas históricas y compañeros luchadores desde la sociedad civil -hablo particularmente de Martha Lamas, Mauricio Merino y Jaqueline L’Hoist-, toman posturas tibias en televisión con relación al papel violento que ha jugado la comedia de personajes como Chumel Torres en la perpetuación de la discriminación en México; esto con tal de cerrar filas con CONAPRED y minimizar el error del equipo encabezado por Mónica Macisse al realizar el foro. Decidieron así cerrar filas con un organismo antes que cerrar filas en contra del racismo y clasismo que tanto ha dañado nuestro país. Esta era su oportunidad para demostrar dónde estaban sus prioridades.

Hay que reconocer que Conapred ha tenido éxitos y carencias. Valdría la pena por lo tanto replantear hacia delante el mito de la democracia estática con el que hemos crecido y con la que hoy nos encontramos encerrados al final de un laberinto. Comencemos a apostar por una nueva definición donde las instituciones y organizaciones estén constantemente bajo el ojo crítico de todas las personas, sin importar su nivel de estudios o su nivel politización – lo cual es particularmente importante para instituciones que trabajan con población vulnerada y que por sus condiciones socioeconómicas posiblemente contará un un nivel bajo de estudios formales-. Sobre todo, no cerremos las puertas a formas distintas de impulsar nuestras causas y convicciones más allá de las instituciones: la lucha social ha logrado impulsar múltiples esfuerzos y poner en el debate temas fundamentales contra el racismo y el clasismo. Solo así se podrá transformar el país. 

¿Y la corrupción?

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El combate a la corrupción es uno de los grandes temas que fue abanderado por la actual administración durante las elecciones del 2018. Andrés Manuel López Obrador, ha mencionado múltiples veces que la corrupción es el origen de diversos problemas en México, y que él barrería estas prácticas como a una escalera “de arriba hacía abajo”. Si bien, el análisis es correcto y la corrupción es uno de los grandes temas pendientes, las estrategias y políticas públicas no pueden justificarse sin evidencia científica, ya que no entender el fenómeno de la corrupción impacta de manera considerable en su disminución o aumento. 

Recientemente, el INEGI emitió los datos de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2019, y podemos ver que existen aciertos y retrocesos que son importantes insertar dentro del debate público. De acuerdo con dicha encuesta, la percepción ciudadana sobre la frecuencia de la corrupción, tuvo una disminución de 91.1% en 2017 a 87.0% en 2019, ello quiere decir que existe un avance del 4.1%., podemos atribuir la disminución a la narrativa loprezobradorista sobre la ética en el servicio público y la manera discursiva con la cual se ha manejado sobre este tipo de temas. 

Si bien, por primera vez en nuestro país se formuló una Política Nacional Anticorrupción por el Comité Nacional Anticorrupción sumado con el énfasis de López Obrador sobre este tema, lamentablemente, la prevalencia de hechos de corrupción aumentó a una tasa del 15,732 en 2019, una diferencia de 1,097 sobre el 2017. Esto quiere decir que existe una mayor frecuencia de reportes de hechos  relacionado a la corrupción durante el año pasado. Esto va relacionado a un tema muy preocupante que es el aumento costo de la corrupción, ya que respecto al 2017, en 2019 subió un 68%, teniendo un valor total de 12,770 millones de pesos y 3,822 pesos por persona, lo que quiere decir que a la población le está costando de manera significativa la realización de pagos, trámites y solicitudes de servicios públicos, afectando el acceso e ingresos de las personas. Aquí debemos hacer un paréntesis y aclaración, si analizamos los tipos de contactos con la autoridad en donde existió dicho aumento de prevalencia y costo, vemos que en su gran mayoría son temas locales como tenencia o impuestos vehicular, seguridad, educación, etc. Esto es importante que refuerza este señalamiento de diversos académicos y expertos en temas de corrupción, que señalan las estrategias locales son imperativas para poder combatir de manera efectiva la corrupción, ya que son el primer contacto con el ciudadano, haciendo especial énfasis en los ayuntamientos. 

En temas específicos, vemos que la corrupción aumentó en rubros como de servicios municipales que son permisos para vender en vía pública, servicios de agua potable y drenaje, etc. Si bien, los índices de corrupción sobre contacto con elementos de seguridad pública se mantiene casi igual, aún así continúa elevado el porcentaje ya que el 59.5% de la población que tuvo contacto con la policía sufrió de un hecho de corrupción, lo cual nos obliga a atender los orígenes y medios de control para evitar las malas prácticas dentro de los cuerpos policiacos. Todo lo anterior contrasta con la percepción de la confianza en instituciones públicas, ya que se percibe un aumento en la confianza al gobierno federal, gobiernos municipales estatales, jueces y magistrados, policías, etc. 

Otra evaluación que puede sumar al análisis es el índice de Percepción de la Corrupción de 2019 realizado por Transparencia Internacional ya que nuestro país avanzó 8 lugares en dicha evaluación, y lo más importante es que se detuvo la caída que durante 5 años consecutivos se tuvo durante la administración de Enrique Peña Nieto. En gran medida, esto se debe al énfasis de López Obrador en combatir la corrupción y los casos que la Secretaría de la Función Pública y la Unidad de Inteligencia Financiera han llevado a cabo. 

Debemos que repensar la estrategia. Estos datos son reveladles ya que confirma lo que se  ha señalado desde un inicio: no se puede basar la estrategia únicamente en el ejemplo del de arriba. La corrupción es un fenómeno completo con múltiples aristas, la administración pública federal es sólo 1 elementos de los muchos que existen sí queremos tener un avance significativo. Debemos que incluir la perspectiva local y enfatizo a los ayuntamientos ya que son ese primer contacto ciudadano y el aspecto más vulnerable dentro del federalismo mexicano. Tenemos que reforzar el Sistema Nacional Anticorrupción y verlo no cómo una herencia priista sino como una herramienta muy efectiva para el combate a la corrupción. Un tema importante además de la sanción y la impunidad, es la prevención, ya que uno de los pendientes es evitar futuros actos de corrupción, y creo que Andrés Manuel López Obrador debe medir el impacto de su llamada “austeridad republicana” y el recorte al gasto operativo de la administración pública federal, que si bien, aquí existe un tema de impacto negativo en la  eficacia de la gestión pública, es claro que dejar inoperante a los órganos públicos puede incidir en la prevalencia de casos y costos de la corrupción. Considero positivo que existe un interés y voluntad de la actual administración en estos temas, sin embargo, la voluntad política debe ir acompañada de acciones bien pensadas y estructuradas que vayan más allá del discurso y la narrativa. 

reneramirezbenitez@gmail.com 

Mientras la pobreza aumenta a causa de la pandemia, México limita los estímulos a la economía

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Esta columna es parte del análisis Altius Consultores para orientar en la toma de decisiones. Consulta este y otros temas haciendo clic en https://bit.ly/Reporte19 

El Financial Times expone que mientras otras naciones aprobaron grandes paquetes de estímulo u ofrecieron exenciones impositivas para ayudar a las empresas a mantenerse a flote y preservar empleos, la principal respuesta del Presidente López Obrador fue otorgar créditos a microempresas.

El único incentivo económico anunciado por el gobierno federal durante la pandemia -los microcréditos- ha tenido un impacto de apenas el 25% de su público objetivo.

Si bien un préstamo de 25,000 pesos podría ayudar a personas con cierto tipo de micronegocios, le sirve de muy poco a pequeñas y medianas empresas. Por ello no se espera que contribuyan considerablemente a proteger los empleos.

Como lo expusimos en Reporte-19, más de 12 millones de personas han visto suspendidas sus actividades laborales según el INEGI, y más de 10 millones de personas tienen riesgo de caer en la pobreza de acuerdo al CONEVAL.

Aproximadamente la mitad de la población mexicana trabaja en el sector informal sin beneficios como cobertura de salud y no existe seguro de desempleo.

Aunque la tendencia global es usar el gasto público para proteger a las familias más vulnerables, proteger el empleo y reactivar la economía, la postura de la administración López Obrador no ha variado.

Esto a pesar de la reciente línea de crédito otorgada a México por el Banco Mundial y la recuperación de 28 mil millones de pesos en impuestos pendientes, que fueron cobrados a multinacionales como Wal-Mart y FEMSA.

México tiene una línea de crédito flexible de 61 mil millones de dólares del FMI, por la cual paga 163 millones al año, incluso si no la aprovecha. Esto podría usarse para financiar un paquete de estímulo económico más amplio.

La decisión del gobierno federal de no brindar apoyo a pequeños y medianos empresarios podría tener un efecto considerable en aumentar la desaprobación de la clase media a la gestión de AMLO.

Mientras tanto, está por verse si el Presidente y su partido apoyan la propuesta del Ingreso Vital de Emergencia.

#ElNidoDelGavilán: “Batallas innecesarias”

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En los recientes días, el Presidente ha estado en el ojo del huracán (nada nuevo) por empezar una serie de discusiones vacías y sin sustancia que le han generado más críticas, incluso de sectores de votantes suyos. Me refiero a la cancelación del foro de CONAPRED donde se invitó a Chumel Torres y a la posterior insinuación de la desaparición de CONAPRED.

La primera discusión la empezó, su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller quien en una crítica a Chumel por lo que ha dicho este sobre su hijo, ironizó sobre la participación del influencer en el susodicho foro.

Esto levantó la polémica en Twitter y medios, haciendo que CONAPRED se echara para atrás y no realizara dicho foro. Sin embargo, dicho foro se realizó días después bajo otras condiciones, pero con los mismos invitados. 

La polémica no terminó ahí y el Presidente con su ya característica de responder preguntas de más, equiparó la invitación a Chumel como si se invitase a un torturador a una charla sobre tortura… Eso, aparte de innecesario, le dio una importancia nacional a un tema que no lo ameritaba.

Chumel, puede ser gracioso o no, clasista, racista y un sinfín de adjetivos que cada quien podrá juzgar, pero el Presidente no tenía que dedicarle espacio en su Conferencia. Por el simple motivo de que la oposición de plástico que se tiene empieza a tomar como banderas estas polémicas bobas para demeritar el trabajo del Presidente, intentar dividir a los votantes de AMLO y ridiculizar su gestión.

No bastó el sainete, para entrar a otro, en conferencia mañanera el Presidente insinuó con la desaparición de CONAPRED, que luego matizó, diciendo que “siempre no”. La existencia de organismos autónomos está discutida desde hace muchos años, pero en general (y entre otras funciones), llevan a cabo funciones esenciales del Estado moderno y tienen autonomía de gestión. En el caso de los organismos autónomos presentes en la Constitución (como el INEGI o Banco de México), pues tienen incluso más funciones, incluso como equilibrio de poderes. En este caso, CONAPRED está sectorizado dentro de la Secretaría de Gobernación.

El Presidente acusó de que “se hicieron muchos organismos para simular” generando una polémica mayor. Sin embargo, al ratificar la existencia de CONAPRED afirmó que él quisiera que una mujer indígena llevara las riendas de este Consejo.

Lo cierto, es que al día de hoy, la titular Mónica Maccise, presentó su renuncia, y el Presidente, sumó otra batalla innecesaria y sin sentido que no suma sino resta.

Estas batallas alejan a la 4T de su convicción de cambio, de impulsar un México menos desigual y con más derechos sociales, que ha sido la plataforma oficial. Distraen la atención pública hacia detalles fútiles y abonan a la erosión de la imagen presidencial (que se mantiene alta aún).

Ni AMLO ni la 4T necesitan estos enemigos, porque no lo son ni siquiera son pares en fuerza. El Presidente tiene que “serenarse” como dice él y no contestar a todo, evitar enfrascarse en politiquería y abocarse al abatimiento de la pandemia -que aún vivimos-. Si bien, la oposición es débil para sacar rédito político de esto, si desgasta al Gobierno de cara a cumplir sus misiones y objetivos trazados.

Lo dicho, dicho está.

Las mentiras de la 4T

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Afirmar que el problema del Covid-19 está dominado es una mentira peligrosa, ya que las de por si, muy flojas recomendaciones de distanciamiento social, se respetan cada día menos. La actitud del presidente y de su gobierno es responsable de miles de muertos y de decenas de miles de contagios que podrían fácilmente evitarse.

Quien siembra descuido cosecha muerte. ¿Será esto el bienestar prometido por el nuevo régimen? ¿La irresponsabilidad social no debería ser enfrentada con medidas más severas de contención? El presidente, padre del pueblo bueno, ¿tendrá miedo de generar reacciones adversas en sus electores potenciales? Prefiere claramente los miles de muertos que se acumulan a diario a molestar a su pueblo bueno y sabio. No debería olvidar que cada muerto evitable genera decenas de dolientes resentidos.

Afirmar que el problema de la Seguridad Nacional está superado y que la Guardia Nacional y el Ejercito dominan la situación, es una mentira absurda, cuando a diario aparece más evidente el dominio territorial que ejerce el crimen organizado, el cual se da el lujo adicional de amenazar a estados enteros.

¿Habrá realmente una estrategia de Seguridad o la ineptitud y los convenios pre establecidos con el propio crimen organizado impiden a las fuerzas policiacas y militares de intervenir?

Afirmar que vamos requeté bien en términos económicos es una mentira imbécil cuando todos los organismos internacionales pronostican una caída de más de 10% del PIB. Ignorar el PIB no es ninguna solución, ni siquiera ha salido la propuesta, sin fundamento, de presentar una medición más eficiente que el PIB para medir el estado de bienestar del país. Solamente ha surgido la propuesta de limitar la propiedad a un par de zapatos y de comer maíz y tortillas. ¿Será que la desnutrición del pueblo bueno y sabio es una condición de bienestar del nuevo paraíso que nos quieren proponer?

Sostener mentiras es una manera de evitar resolver los problemas vitales del país. Evidentemente, no existe ninguna voluntad de resolverlos. La curva plana seguirá vertical, el narco seguirá imponiendo su fuerza al orden público y la miseria general será la nueva medida de la economía del país. A menos que los hombres de buena voluntad y de gran capacidad se unen para enderezar este barco que se hunde bastante más rápido que anunciado.

El régimen de las mentiras

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Desde que existe el famoso “Proyecto de Nación” de Andrés Manuel López Obrador, mucho antes de que llegara a la silla presidencial, su movimiento y base política ya tomaban como estandarte la lucha contra la corrupción. Para él, absolutamente todo es una consecuencia de la corrupción que ha lastimado profundamente a nuestro México. Y en parte, no está equivocado.

En ese proyecto confiaron más de 30 millones de mexicanos. El sentimiento era el mismo: se debía poner fin a las prácticas corruptas para construir un país justo y libre. México merecía más que lo que había vivido antes.

Personas como Javier Duarte, Emilio Lozoya y Genaro García Luna, entre muchísimos otros, terminaron por romper la poca confianza que el mexicano tenía en las instituciones y en los políticos. Ahí es dónde entra AMLO a devolverle la esperanza a sus seguidores.

Hay un pequeño problema: López Obrador y su equipo son iguales.

Verán, hay que reconocer que durante su vida, el presidente ha sabido hacer algunas cosas bien. Por eso llegó hasta donde está. Pero algo que ha hecho mal a lo largo de toda su carrera política es elegir a sus colaboradores más cercanos. Curiosamente, siempre termina defendiendo a los personajes más corruptos de la política mexicana.

Es un insulto para sus seguidores, que creen ciegamente en la transformación “austera”, que le haya asignado a Manuel Bartlett una dependencia federal tan importante como lo es la CFE. A ese personaje se le recordará siempre por deshonesto, y esa es la verdad.

También es una burla a la inteligencia de sus seguidores el haber asignado a la Secretaría de la Función Pública a Irma Eréndira Sandoval.

La SFP tiene como una de sus principales obligaciones combatir la corrupción. Recientemente salió un reportaje que afirma que la Secretaria tiene un patrimonio de 60 millones de pesos, con diversas propiedades, que desarrolló mientras laboraba en la UNAM, con salario de académica. La familia de Sandoval critica la exigencia de la ciudadanía de publicar su patrimonio, cosa que al ser funcionaria pública, se vuelve obligatoria. Curioso, ¿No?

Preocupa también que Irma Sandoval tiene a varios familiares dentro de la Administración Pública Federal, incluyendo a su hermano. Justo cuando López Obrador prometió combatir el nepotismo. Y los Sandoval no son la única familia así en este gobierno.

Gran parte de los funcionarios federales (incluyendo al Dr. Hugo López-Gatell, que debería estar atendiendo temas de urgencia) salieron en defensa de Irma Sandoval y su familia. Desde diputados hasta el Titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (que también se supone que lucha contra la corrupción).

La Secretaria llamó “sicarios mediáticos” a los periodistas que la acusan. Algo que a simple vista parecería como un ataque a la libertad de expresión.

Ellos no son los únicos políticos corruptos con los que López Obrador se ha involucrado. De hecho, la lista es bastante larga.

Carlos Lomelí, René Bejarano, Dolores Padierna, Miguel Barbosa, Yeidckol Polevnsky, Ana Gabriela Guevara, por mencionar algunos.

Todos estos personajes fueron arropados por el Presidente, haciendo parecer que la única corrupción que hay que combatir es la que ejercen quienes no comulgan con su proyecto de nación. Evitan establecer un suelo parejo, para poder construir desde ahí, un México para todos. Estos políticos de izquierda se burlan descaradamente de sus votantes, que creen genuinamente que ellos son los indicados para transformar a México.

Y para no dejarlo afuera, ahora Morena aprobó una coalición con el Partido Verde para las elecciones de 2021. El Partido que ya estuvo con el PAN y con el PRI, ahora se une a Morena. ¿A qué huele? A corrupción.

Recuerden que mentir, ocultar cifras, regalar cargos y proteger corruptos también son actos de corrupción. Esto es una burla para todos los mexicanos, y un insulto a la inteligencia de los seguidores de la Cuarta Transformación.

Pensemos bien el rumbo que queremos darle a nuestro país.

#Kleroterion: “La línea que nadie debe cruzar”

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Mucho se ha dicho en redes sociales y en diversos medios sobre la polémica invitación que hizo la CONAPRED al  influencer y comediante Chumel Torres para que participara en un foro de racismo y discriminación y que terminó convirtiéndose en un escándalo que motivó la renuncia de la titular del organismo.

Más allá de dar una postura sobre si tal personaje debería o no participar en un foro sobre ese tema, lo que quiero es reflexionar sobre un punto que nadie ha tocado. Los derechos del hijo del Presidente y la primera dama. El jovencito de nombre Jesús Ernesto con apenas 13 años que desde la campaña del 2018 ha recibido ataques e insultos constantes por buena parte de quienes no simpatizan con su papá.

En su afán por cuestionar o incluso abiertamente golpear al Presidente sus adversarios se han pasado de la raya. Meterse con el hijo menor de alguien, así sea el de una figura pública, es algo grotesco e inmoral. Pero lo más grave es que esos ataques terminan por tener un impacto negativo en la vida de una ser humano cuyo único pecado es ser hijo de su papá. 

Si nos detenemos a pensarlo resulta imposible que esos insultos se queden en las redes sociales y no aparezcan en la vida diaria de este pequeño joven. Que no sea señalado por otros chicos y chicas  de su entorno con los apodos y calificativos que le dirigen en redes sociales. 

Sin deberla ni temerla este joven tiene que aprender a vivir siendo objeto de burlas y toda clase de insultos clasistas y racistas. Me pregunto como reaccionarían quienes en nombre de la libertad de expresión lo atacan de esa manera si fueran sus hijos quienes enfrentan una situación similar.      

Y no, no estoy defendiendo al Presidente, estoy defendiendo a un niño, a un jovencito que tiene la misma edad que mi hija y quien también, al igual que él, ha tenido que lidiar con el peso de ser hija se una figura pública. Que también ha tenido que aguantar la ira de quienes no simpatizan o concuerdan, la mayoría de las veces sin siquiera conocerlo, con su papá.

Habrá quién diga que ese es el precio de ser una figura pública, pero en estos tiempos cualquiera que tenga una cuenta de redes sociales se expone al escrutinio público y si bien los adultos saben a lo que se meten, los niños NO e insultarlos  es una línea que no debemos permitir a nadie cruzar. 

Así que no nos equivoquemos. Nada justifica que nadie ataque al hijo menor de nadie. Cuando un niño “bullea” a otro se le llama bullying, pero cuando un adulto “bullea” a un niño se convierte en un acosador, aún y cuando quiera esconderlo como libertad de expresión.

La no tan invisible discriminación

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A raíz de la reforma del artículo 1ro de la Constitución en 2001 se busca asegurar el respeto y protección de derechos de tod@s l@s mexican@s estableciendo la base para la prevención, investigación, sanción y reparación a sus violaciones. Esto crea en 2004, con base en ley federal, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) organismo responsable de velar por la protección, respeto y promoción del derecho a la no discriminación y la igualdad de oportunidades.

Con el fin de conocer el impacto, consecuencias y alcance de la discriminación se realiza en 2005 una primer versión de la Encuesta Nacional sobre discriminación (ENADIS). La encuesta evoluciona para en 2017 darnos una tercer versión con un primer alcance en las 32 entidades del país. Esto de la mano con estudios realizados en COLMEX y por otras universidades y académicos, ha logrado llevar el tema de la discriminación a la agenda pública. 

Nos encontramos en un momento histórico donde se está retando al status-quo arraigado en muchos países con problemáticas raciales, especialmente en EEUU donde la desigualdad y discriminación está fundada en sus instituciones políticas y de seguridad. En México no estamos muy lejos de esa realidad, nuestro mestizaje es un punto importante que ha llevado a que nos identifiquemos como un país con una preponderante combinación española con nuestras raíces de los pueblos indígenas originarios en el que 67% identifica su tono de piel como moreno o moreno claro. Pero también se cuenta con prejuicios racistas históricos donde la piel clara se considera más atractiva que la piel oscura.

Nuestro mestizaje nos ha dado un falso velo de igualdad, donde 72.8% se identifica como blanco o mestizo, haciéndonos creer que el clasismo y racismo que se sufre en el país es limitado a unos cuantos, cuando la realidad no puede ser más distante. Gracias a estos estudios contamos con datos claros que nos dan una aproximación a la desigualdad que día a día sufre la mayoría de los mexicanos por su tono de piel, manera de hablar, peso, estatura, vestimenta, clase social, lugar donde vive, sexo, creencias, edad y orientación sexual. Es tan diversa la discriminación que al menos 1 de cada 5 mexican@s ha sido discriminad@ en el último año.  

Una de las consecuencias más graves ha sido la limitación de derechos y desarrollo de las personas, así como el acceso a servicios financieros, créditos, apoyos de vivienda, y hasta el acceso y permanencia en lugares. Las principales víctimas suelen ser grupos vulnerables como personas con discapacidad física, la población indígena, grupos religiosos, mujeres, jóvenes y adultos mayores. 

Apenas estamos rasgando la superficie de un problema que llevamos siglos invisibilizando, siempre negando que hay una clara limitación de oportunidades a la mayoría de los mexicanos. Un estudio de Oxfam México nos da más claridad respecto a las consecuencias generacionales de la desigualdad. El estudio analiza cómo las características sociales o personales como el nivel socioeconómico de la familia de origen, el género, la escolaridad de los padres y las condiciones de las comunidades de origen de las personas inciden sobre sus logros educativos, ocupacionales o económicos. Es decir, hablar una lengua indígena, identificarse como parte de una comunidad indígena, negra o mulata, o tener el color de piel más oscuro reduce las posibilidades de avanzar en el sistema educativo, progresar en el ámbito laboral o escalar a la parte más alta de la distribución de la riqueza.

Si quieres salir adelante en educación, patrimonio o trabajo en el México de hoy importa más tu color de piel y donde naciste que tu esfuerzo por una mejor vida. Es urgente asegurar la protección a sus derechos y la igualdad de oportunidades a través de intervenciones sociales y legales. Acceso a empleo y derechos laborales a la población indígena; inversión en infraestructura de acceso universal para la población con discapacidad física; cursos y educación a niños, jóvenes y adultos en temas como tolerancia, respeto, diálogo y empatía; apoyo económico que de seguridad alimentaria a los adultos mayores; programas de prevención social a través de las artes, la cultura, la música, el deporte y el trabajo a jóvenes; fortalecimiento en las investigaciones y protección a las mujeres que sufren de violencia; y la urgente formalización laboral y respeto a derechos laborales de tantas trabajadoras domésticas en México. 

Si queremos un mejor país es necesario que cada un@ de nosotr@s haga una introspección a sus actitudes discriminatorias, es necesario darnos cuenta de nuestros errores del pasado y abrir espacios para diálogos y soluciones. Es necesario cambiar en lo individual y en lo familiar para que haya un impacto social real y construyamos ese país con igualdad de oportunidades, donde el pasado, tu familia, tu casa o tu piel no sea lo que defina tu futuro. 

Contrapeso a la arbitrariedad

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El martes 16 de junio, a través del comunicado 22/2020 la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Consejo de la Judicatura Federal, hicieron público un crimen atroz que todos los mexicanos debemos deplorar.

Se trata, del asesinato en el Estado de Colima y en su domicilio del Juez de Distrito Uriel Villegas Ortiz y su esposa Verónica Barajas.

Lo cual, verdaderamente constituye un hecho que como sociedad debemos lamentar.

Primero, por que se trata de la privación ilegítima de dos vidas humanas, lo cual, además de un delito, siempre será una tragedia.

Pero también, porque el fallecido se trata de un Juez federal, es decir, de un funcionario público que no es elegido por sufragio, que constantemente es susceptible de ser calumniado y difamado pues su único pecado es el no encontrarse inmerso en la política y, que al igual que la gran mayoría de su gremio alcanzó su puesto y necesariamente se desempeño cumpliendo con los principios constitucionales de excelencia, objetividad, imparcialidad, profesionalismo e independencia, que exige la carrera judicial.

Lo anterior, realizando su noble e invaluable labor, con los únicos propósitos de garantizar a todos los mexicanos el derecho humano de acceso a la justicia y salvaguardar nuestra Constitución.

Ambas, cuestiones que en nuestros días resultan para quien aún no lo tenga claro, prácticamente de procura existencial, pues implican la posibilidad efectiva del ciudadano de movilizar el aparato judicial para la defensa de sus derechos e intereses y además priorizando la interdicción de la arbitrariedad.

Así, el hecho de que nos hayan privado de un funcionario judicial no constituye únicamente un agravio en derecho penal, sino que también implica una vulneración total a la sociedad, pues precisamente para poder entablar una defensa efectiva de nuestros derechos es indispensable contar con un tribunal (juzgador).

Nunca debemos perder de vista, que son nuestros jueces quienes en esta sociedad constituyen el verdadero contrapeso contra la iniquidad e ignominia, pues precisamente son quienes someten a los legisladores y autoridades a la legalidad.

De igual forma, son quienes definen cuestiones verdaderamente relevantes para el País, cuando por irresolutos y timoratos los otros poderes no las quieren abordar.

En este sentido, hoy aprovecho para recordar:

– Que fueron nuestros juzgadores quienes declararon inconstitucional excluir a las trabajadoras del hogar del régimen obligatorio de seguridad social del IMSS.

– Que fueron nuestros juzgadores quienes resolvieron que las personas con discapacidad tienen el derecho de estar, aprender y participar en las escuelas sin ser discriminados, con todos los apoyos y ajustes razonables y que es obligación del Estado hacer lo necesario para garantizarles la educación.

– Que fueron nuestros juzgadores quienes en principio reconocieron el derecho de todas las personas a contraer matrimonio independientemente de su sexo.

– Que fueron nuestros juzgadores quienes han sometido a las autoridades de salud a garantizar el servicio médico a quienes se los han negado.

– Que fueron nuestros juzgadores quienes condenaron a la autoridad a indemnizar a quienes han sufrido un daño derivado de la actividad estatal irregular.

De ahí, que sea lamentable para todos los mexicanos la pérdida de un miembro del poder judicial.

Finalmente, invito a todo aquel que hoy me lee, a reconocer el trabajo y velar siempre por la integridad de los miembros del poder judicial, pues son precisamente ellos quienes sin titubear en última instancia nos protegen de la arbitrariedad.

Déficit de optimismo

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A pesar de que la administración actual trata de ser optimista frente a la desaceleración económica que se ha observado en el país desde el primer trimestre del 2019, las tres grandes calificadoras no han compartido ese sentimiento de próxima recuperación que caracteriza a la cuarta transformación. Moody’s recortó por primera vez nuestra deuda a largo plazo, dejándonos en el grado medio inferior de inversión. S&P nos dejó a un escalón de distancia de estar en grado especulativo y Fitch en menos de un año nos bajó del techo al piso del último grado de inversión. 

Esta incertidumbre sobre la capacidad de financiación de la deuda nace a partir de una serie de proyectos de los cuales no se prevé un retorno a corto ni mediano plazo, contrastando son sus enormes costos de construcción. Dígase el Tren Maya, el cual está envuelto en controversia por el impacto negativo que puede significar a comunidades indígenas del sureste mexicano así como las implicaciones ambientales sobre el ecosistema por donde pasará el tren. Por otro lado se tiene a la refinería Dos Bocas, la cual pretende salvar a PEMEX ignorando las repetidas ocasiones en las cuales se ha señalado que la inversión de la petrolera debería ir enfocada a la exploración y extracción, no a la refinación. Por último tenemos el cuento de nunca acabar de Santa Lucía, con costos que cual águila en vuelo no dejan de subir por los cada vez peores estorbos en el proyecto, como los fósiles encontrados en la zona de construcción o el cerro que estorba las rutas de aproximación.

Todos estos “faraónicos” derroches (como diría nuestro presidente) dieron como resultado un incremento en la fragilidad de nuestras cuentas públicas y una tendencia recesiva en el crecimiento trimestral del Producto Interno Bruto, por lo que el gobierno optó por gastar la mayor parte del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP) ya que este fondo para eso existe, para tomar medidas contra cíclicas, sin embargo no se tenían proyectados tantos trimestres consecutivos a la baja. Al perder casi todo el dinero que se tenía guardado en el FEIP, nos encontramos más a la deriva de las presiones que la actual coyuntura económica presente sobre nosotros. 

Debido a que no se tiene previsto un incremento en el FEIP ya que este solo crece en momentos de superávit fiscal, lo cual no pasará en ningún momento cercano, ahora se está buscando poder incrementar el gasto gubernamental como política fiscal expansiva a través de préstamos por parte del Banco Mundial y el manejo de activos de los Afores, sin embargo este último entra en conflicto con especialistas quienes consideran peligroso que el Estado tenga toda la concentración de los fondos de retiro, pues podría colapsar a dicho mercado si no se administran de manera adecuada. 

El Banco de México por su parte, ha tomado agresivas pero necesarias políticas monetarias expansivas, tales como los 5 recortes consecutivos que ha habido en el año en la tasa de interés interbancaria, acelerando la tendencia expansiva que se traía desde 2018. Por otro lado, en lo que va del 2020 se ha visto un incremento de alrededor de 500 mil millones de pesos en el agregado monetario M1, el más líquido de nuestro banco central y que concentra los billetes, monedas y depósitos de exigibilidad inmediata, esto para incrementar la propensión marginal a consumir y que crezca la cantidad de insumos y bienes que conforman el flujo circular de la economía. 

Estas medidas han logrado funcionar como un enorme contrapeso a las cuestionables medidas que se están tomando por parte del gobierno de México y a pesar de que se ha incrementado la masa monetaria, no se han observado presiones inflacionarias de gran relevancia por la caída en el consumo que presentó la actual pandemia, por lo tanto considero que por parte de decisiones de política monetaria, aún se puede tener un enfoque optimista por lo que nos espera.