Hasta hace poco tiempo, existía en México un incuestionable duopolio televisivo con el cual era imposible competir. Televisa y TV Azteca controlan un mercado donde acaparan el 99% de los ingresos por publicidad televisiva y el 94% de las estaciones de televisión abierta.
Sin embargo, las empresas de Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego sufrieron un revés que deja entrever que el duopolio puede comenzar a perder su poderío: Carlos Slim posee los derechos exclusivos de transmisión de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016 en toda América Latina, exceptuando Brasil, a través de todas las plataformas de medios.
Por medio de una app de Claro Sports, propiedad de América Móvil, más de 400 millones de personas en México y en diversos países de Sudamérica podrán disfrutar de Rio 2016 a través de sus celulares de forma gratuita y con acceso las 24 horas.
Además, con la alianza estratégica que Claro Sports celebró con Google para que éste pueda transmitir en vivo el certamen deportivo, el Ingeniero Slim reafirma que va un paso adelante que la mayoría y sabe reconocer las nuevas formas de competir y crear valor.
América Móvil, podrá vender sus derechos exclusivos de transmisión a otras plataformas y televisoras, lo que demuestra el poder de negociación y presencia que la compañía insignia de Carlos Slim tiene en el mercado de transmisión de contenidos.
Con la adquisición en 2013 de los derechos de transmisión de los Juegos Olímpicos, Slim dio un fuerte golpe y una dura lección a Televisa y TV Azteca, que dejan ver su visión de largo plazo y estilo único de hacer negocios.
La estrategia del cuarto hombre más rico del mundo tiene dos principales connotaciones contra Azcárraga Jean y Salinas Pliego.
La primera (y menos grave) es el efecto económico directo por los ingresos por concepto de publicidad que las televisoras dejarán de percibir. Si bien directivos de las televisoras niegan ver un efecto negativo en sus ventas, la realidad es que dejarán ir un potencial incremento en su negocio y sobre todo el desprestigio de sus marcas al verse imposibilitados para transmitir las Olimpiadas.
La segunda (y más importante) es que la maniobra del gigante de las telecomunicaciones deja ver la fragilidad del duopolio que comienza a resentir la presencia de una competencia emergente. Derivado de la Reforma de Telecomunicaciones y de los avances tecnológicos en materia de transmisión de video, la televisión tradicional irá perdiendo poder y presencia en el mediano plazo y dejará su lugar a las nuevas plataformas de broadcasting que han sabido adaptarse a las nuevas tendencias. La pérdida de poder mediático, más que económico, será lo que más afecte a Televisa y TV Azteca en los próximos años.
La astucia de Slim demuestra que una industria tan cerrada puede ser lentamente fracturada y desplazada con innovación tecnológica.
Aunque desde una óptica general, la transmisión exclusiva de los Juegos Olímpicos por Claro Sports es sólo un rasguño al poder de Televisa y TV Azteca, marca el inicio de una nueva etapa de alternancia y participación de nuevos competidores en la industria de la televisión mexicana.
Con información de:
www.elfinanciero.com.mx
www.cnnexpansion.com
www.milenio.com
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