En días convulsos para la América Latina por las protestas multitudinarias en Chile y las polémicas en las elecciones presidenciales en Bolivia, Uruguay y Argentina, en esta entrega, se analiza lo acontecido hasta el momento en el Estado Plurinacional de Bolivia.
Actualmente, Bolivia se encuentra sumida en una crisis política que tiene al país dividido en dos grandes bandos, los pro-Evo y los anti-Evo. Y es que el presidente Evo Morales consiguió -a la mala- una candidatura presidencial y peor aún, consiguió un triunfo electoral del que los analistas políticos de su país y del mundo dudan y cuestionan su legitimidad.
El antes
El contexto de la situación empieza con el referéndum presidencial de 2016 impulsado por el MAS (partido oficialista), el cual buscaba cambiar el artículo 168 de la Constitución que limitaba a dos el número de reelecciones para el presidente. Fue así como el referéndum para cambiar dicho artículo fue llevado a cabo el 21 de febrero de 2016 ganando la opción del NO con un 51.3% de los votos.
Sin embargo, pese al resultado del referéndum, en 2017, el Tribunal Supremo de Justicia amparándose al artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos se pronunció contra el límite del mandato a pesar de lo establecido en la Constitución. Esta movida legal le permitió a Evo postularse para un cuarto mandato.
La elección
Los candidatos punteros eran el propio Evo y Carlos Mesa, político destacado y expresidente interino, el resto eran candidatos menores, salvo un coreano que de ser tratado como chiste pasó a obtener un resultado interesante.
Llegó el día de la elección, el pasado 20 de octubre, los ciudadanos bolivianos dentro y afuera de sus fronteras salieron a emitir su voto. La normativa electoral mencionaba dos condiciones para declarar un ganador sin segunda vuelta: 1) Ganar por más del 50% de los votos o 2) Ganar por más de 10% de diferencia contra el segundo lugar.
El aparente fraude estaba a punto de hornearse. Diferentes encuestadoras de salida daban una ventaja de 9 puntos a Evo frente a Mesa, entonces fue así como todos los ojos se pusieron al conteo preliminar denominado TREP, un equivalente a lo que en México llamamos el PREP. Al llegar al 83.8% de los votos computados, Evo llevaba 45.3% frente a un 38.2% de Mesa, y un 8% del coreano evangélico desconocido en la escena política.
De pronto, ¡se hizo la magia! Y se cayó el sistema. En una remembranza mexicana de 1988, a las 7:40pm, el conteo preliminar se detuvo. Ni preliminar ni el conteo voto por voto aparecían. En tanto, en la noche, salía Evo a declararse ganador -omitiendo decir- la posibilidad de una segunda vuelta.
Casi 24 horas después, el Organo Electoral publicó unos resultados que indignaron al público: Con el 95.30% de los votos contados, Evo ganaba con 46.86% frente a un 36.72% de Carlos Mesa. Por tanto, Evo lograba la segunda condición para ganar, ese 10% de ventaja.
Las calles
Para ese momento, las calles ya estaban enardecidas. En la mañana, la prensa local reportaba boletas a favor del MAS en posesión de sujetos sospechosos en distintas zonas de La Paz con la policía como cómplice, incluso reprimiendo a los manifestantes.
El eco llegó a todo el país y desde el día 21 al día de hoy han acontecido distintos hechos de protesta. Sucre registró diferentes incendios y las movilizaciones se daban en otras ciudades como Cochabamba, Tarija y Santa Cruz, obteniendo en todos los casos, la represión por parte de las autoridades nacionales. Del mismo modo, los seguidores del MAS también salieron a manifestar su apoyo a los resultados, mostrando ese músculo político que tiene el agregado de sindicatos que es el MAS, dándose eventos violentos entre oficialistas y opositores en diferentes ciudades.
La agresión al rector de la universidad más importante del país, la Universidad Mayor de San Andrés, se viralizó por todos lados, con su rostro ensangrentado por un golpe contuso en la cabeza.
Reacciones internacionales
Es de esperar que la comunidad internacional se pronunció ante tal fraude, la misión de la OEA y la Unión Europea afirmaron su preocupación por los resultados. El propio secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo pidió “restablecer el orden democrático” al gobierno boliviano.
Por otro lado, Andrés Manuel López Obrador, así como el virtual presidente de Argentina, Alberto Fernández y Nicolás Maduro han sido algunos de los líderes latinoamericanos que ya felicitaron a Evo, legitimando así el resultado. El lunes, Evo publicó un video de Diego Maradona felicitándolo por el triunfo.
La vigilia sigue
En tanto, a pesar de que Evo convocó un mitin de victoria en la ciudad de Cochabamba acusando a los opositores como golpistas, las calles están llenas de manifestantes, la sociedad está viviendo una marcada división y la situación nos muestra un golpe a la democracia latinoamericana que tendrá que defenderse a capa y espada.
Solidaridad con las y los bolivianos en la defensa del sufragio.