“…tienes muchos “bad hombres” allá abajo, tal vez los puedo ayudar con eso.”
Esas fueron, según CNN, las palabras del Presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump durante la llamada del viernes pasado con Enrique Peña Nieto. Trump, se refería, quiero suponer al narcotráfico que desde hace años nuestro país ha combatido. Primero con fuerzas policiacas federales y desde el sexenio de Calderón con el ejército mexicano en las calles.
La realidad es que, mientras Trump culpa a México por los problemas de delincuencia y drogadicción en Estados Unidos, nuestro vecino del norte representa un mercado muy cómodo e importante para los narcotraficantes mexicanos. Sin tratar de caer en el “la culpa de la Guerra de Contra el Narco es de Estados Unidos”, dicho por Calderón hace unos años, quiero exponer de que magnitud es este problema y porqué, aunque se pongan muros, vallas, y miles de cámaras de seguridad la droga seguirá fluyendo.
Según cifras del 2014, la Unión Americana tenia aproximadamente 23.6 millones de adictos a algún tipo de droga ilícita (marihuana, cocaína, heroína, crack, metanfetaminas, etc.). También según información de la misma Agencia Central de Inteligencia, CIA por sus siglas en inglés, Estados Unidos es el mayor consumidor de cocaína del mundo, mucha de la cual procede de Colombia y pasa por nuestro país.
No solo eso, también los estadounidenses ocupan el primer lugar en el consumo de heroína colombiana y mexicana, marihuana, ecstasy y metanfetaminas. En pocas palabras, los narcotraficantes mexicanos tienen un mercado de más de 20 millones de personas al norte de la frontera mexicana.
En pocas palabras, el Sr. Trump, siendo empresario, debe de saber que si hay demanda, por supuesto que habrá oferta. Trump, más allá de preocuparse de la seguridad en la frontera sur, debería de combatir el problema de la drogadicción desde la raíz. Según cifras, solamente 1 de cada 10 estadounidenses van a algún tipo rehabilitación para sus problemas de adicción. Es decir, de los 23 millones de adictos, solamente el 10 – 11% acude a alguna institución a pedir ayuda.
Creo yo que el problema en Estados Unidos, no es la seguridad en la frontera con México, sino la cantidad de drogadictos que tiene el país, y lo poco que el sistema de salud estadounidense hace por ellos. Por otro lado, me aventuro a decir que si nuestro vecino del norte, planea verdaderamente, en algún momento enviar tropas a tierras mexicanas, entonces nuestro país debería de seriamente considerar legalizar la marihuana.
La marihuana es la principal droga consumida por nuestros vecinos. Los ingresos por impuestos son altos, simplemente en el 2014 el estado de Colorado recolecto cerca de $76 millones de dólares y, por otro lado, se le quitaría un importante negocio al narcotráfico.
¿Tú qué opinas?
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