Embajadora de México en Estados Unidos anuncia su retiro

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La embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, anunció que se retirará del Servicio Exterior Mexicano en los próximos meses, después de 43 años de labor en los que llegó, incluso, a representar a México ante las Naciones Unidas.

En una plática en video con el Baker Institute, dijo que se retirará porque “todo tiene su tiempo, creo que Joe Biden dijo lo mismo en un discurso y soy una gran creyente de esa cita (bíblica)”.

El anuncio de su retiro se da en el contexto de cambio de presidente en Estados Unidos, luego del virtual triunfo del demócrata Joe Biden ante Donald Trump en las pasadas elecciones y quien tomará posesión de la Casa Blanca en enero.

Aunque no se dio una fecha concreta, el anuncio se da luego que el director para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco, la visitara a inicios de diciembre en una gira de trabajo que éste realizó en Washington, Estados Unidos.

En una tarjeta informativa al concluir la visita de Velasco, la Cancillería explicó que las reuniones de trabajo se dieron “en un ambiente cordial y se reafirmaron los vínculos de amistad entre los pueblos de México y Estados Unidos”.

Antes de convertirse en la primera mujer embajadora de México en Estados Unidos en diciembre de 2018 a la llegada de Andrés Manuel López Obrador a Palacio Nacional, Bárcena llegó a ser representante permanente de México en las Naciones Unidas.

Inició su carrera diplomática en 1977 y ha sido embajadora en países como Noruega, Turquía, Azerbaiyán, Kazajistán, Dinamarca, Islandia y Georgia, además ha sido cónsul en Barcelona.

Una de sus últimas gestiones relevantes como embajadora fue el acompañamiento a López Obrador a su visita a la Casa Blanca para reunirse con Donald Trump al ser el enlace directo con el mandatario estadounidense.

México en los Olímpicos

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La semana pasada en este espacio comentamos la crisis deportiva y los resultados de la delegación mexicana en los Juegos Olímpicos de Rio 2016.

Asimismo terminamos hablando de que el deporte es educación y que es vital en nuestra sociedad. Y en efecto, el deporte debe ser un eje rector en las secretarías de Educación de los estados, si bien, no es su responsabilidad directa pues existen comités o consejos del deporte para cada estado, si debe existir una vinculación directa.

Un ejemplo claro es la ausencia de torneos deportivos de gran escala en las escuelas públicas desde primaria hasta preparatoria. En nuestra ciudad, la UANL nos ha demostrado que la inversión en deporte importa y deja dividendos positivos. La Universidad ha sido anfitriona de numerosas universiadas y torneos nacionales, y sus atletas han trascendido nacionalmente.

Sin embargo, el esfuerzo queda corto, las escuelas públicas viven una crisis de infraestructura, de contenidos, de espacios adecuados para la docencia, crisis laborales y demás situaciones que no permiten que un director se avoque a que sus alumnos compitan en diversos deportes.

Como dijimos, el problema más grande del deporte en México, aparte de la corrupción es la planeación inadecuada. La planeación inadecuada provoca la falta de deportistas en numerosos deportes y/o la mala estrategia.

Un ejemplo claro es que México tenga esperanzas en pocos deportes. México compite “de buena manera” a lo mucho en clavados, taekwondo y futbol quizás. ¿Usted sabe que en estas olimpiadas, México llevó un equipo femenil de esgrima y tiro con arco?, ¿Sabía que México tuvo un atleta en bádminton y en equitación?.

Es muy difícil tener atletas de alto nivel cuando no compiten con nadie. Es correcto que existen los Juegos Panamericanos y los Juegos Centroamericanos, pero no son suficientes y en muchos deportes no son parámetro.




Hay deportes que deberían impulsarse en este país a gran escala, como el voleibol de sala, el tenis, el tenis de mesa, el bádminton, deportes que son bajo techo y no requieren una gran inversión económica en equipamiento.

Cuando se habla de mala estrategia es que el deportista no compite al máximo de su potencial por la ineptitud de entrenadores o directivos. Un ejemplo claro lo mencionó Nelson Vargas, panelista del canal 11 del Politécnico Nacional en estos Juegos, y es que en natación se debe entrenar conforme a las características físicas de los atletas que coincidan con los nuestros.

No se puede entrenar a un atleta mexicano como a Michael Phelps si no tienen el mismo peso o altura porque sería ilógico. Bien dice Vargas, que hay que copiar los modelos de Japón y China donde sus atletas a pesar de ser muy bajos de estatura y peso en comparación con otro países, compiten de buena forma usando técnicas enfocadas a sus características.

Hay deportes como la halterofilia o el box donde México tiene potencial pero el rezago es cada día más grande contra países que modernizaron sus técnicas y entrenamientos. Ejemplo son Azerbaiyán, Uzbekistán y Kazajistán, repúblicas ex soviéticas que se modernizaron en sus prácticas y son potencia mundial en esos dos deportes muy por encima de Rusia, su antigua metrópoli.

Otra opción es buscar y captar talento en otras partes del mundo para capacitar a los nuestros. México fue potencial mundial en marcha en los 80’s gracias al trabajo espléndido del gran polaco Jerzy Hausleber . En clavados hay entrenadores chinos, en taekwondo y arqueros hay entrenadores coreanos. La capacitación es clave y no nos podemos quedar atrás.

Instalaciones hay, faltan atletas, faltan apoyos para competir. Entre más y más jóvenes practiquen todos los deportes olímpicos, el país tendrá mejores atletas y tendrán un mejor futuro para sus familias.

Lo importante no es solo competir sino mejorar en cada prueba, en cada deporte donde se compita. México no está a la altura de Estados Unidos, pero si está a la altura de América Latina donde debe tratar de imponerse siempre como estándar principal.

Lo dicho, dicho está.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”