Confirma INEGI que economía repuntó 12.1% durante tercer trimestre del 2020

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Tras un desplome de 18.7%, en el segundo trimestre del año, la economía mexicana presentó un repunte de 12.1% durante el tercer trimestre, confirmó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Este incremento, respecto al periodo anterior, es el más alto del que se tenga registro para un trimestre, según datos ajustados por estacionalidad del Producto Interno Bruto (PIB).

Esta tasa fue ligeramente superior al 12% de la estimación oportuna realizada por el INEGI previamente.

El repunte de 12.1% en el tercer trimestre del año, se dio tras la caída de 18.7% en el segundo trimestre, debido a las medidas restrictivas tomadas para frenar la epidemia de COVID-19 en el país.

El desempleo de la economía en México fue mejorado por varios factores, entre ellos, la reapertura de actividades económicas, el relajamiento de medidas de distanciamiento, la fortaleza de la demanda externo y las ganancias adicionales del empleo y confianza del consumidor.

También influyó la fortaleza de las remesas, lo que ayudó al avance de la masa salarial y el ingreso de las familias.

El crecimiento de las actividades industriales fue el principal motor de la recuperación, al reportar un avance de 21.7% en el tercer trimestre, que aunque se trata de una tasa menor al 22% calculado inicialmente, contribuyó al avance de la economía en México.

Un mayor dinamismo en manufacturas y minería, el cual podría impulsar los servicios de transporte de carga, compensó la disminución en el sector de la construcción.

Los servicios como transporte y comercios presentaron un alza de 8.8%. Este sector fue beneficiado con el relajamiento de las medidas de distanciamiento social.

Las actividades agropecuarias también presentaron un ligero crecimiento de 8%, la tasa mayor del periodo anterior fue 7.4.

En su comparación anual el PIB tuvo un retroceso de 8.6% en el tercer trimestre.

Sufre México caída histórica de 18.7% de su PIB

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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer el dato para el Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre  de 2020: una histórica caída del 18.7 por ciento en su comparación anual, y del 17.1 por ciento respecto al trimestre previo. 

El colapso está relacionado con el periodo de confinamiento por la pandemia del coronavirus Covid-19, debido a que de los meses de abril a junio fue cuando se implementó la suspensión de actividades más estricta en todo el territorio nacional.

De acuerdo con Julio Santaellla, director del INEGI, para observar un mismo nivel del producto en cuanto a lo alcanzado para el segundo trimestre, de alrededor de 15 billones 55 mil 411 millones de pesos, se tiene que retroceder hasta el tercer trimestre de 2010, cuando la producción se ubicó en 15 billones 27 mil 282 millones de pesos. 

El desplome de 18.7 por ciento no tiene precedentes, pues los colapsos previos más pronucniados no estuvieron cerca de ese nivel. En el segundo trimestre de 1995 se produjo una caída del 8.6 por ciento, mientras que en el segundo trimestre de 2009, la baja fue del 7.7 por ciento.

(Fuente: SDP Noticias)

Vuelven 5.7 millones al mercado laboral tras reapertura gradual ante el COVID-19

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El mercado laboral en México registró una recuperación de la ocupación y el empleo en junio respecto al mes previo, principalmente impulsada por la reapertura gradual de los negocios y empresas en actividades económicas no esenciales.

La Encuesta Telefónica Ocupación y Empleo (ETOE) en el sexto mes de 2020, reportó un incrementó de 5.7 millones de personas en la Población Económicamente Activa (PEA), de acuerdo con lo publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) este miércoles.

De dicho incremento, la población ocupada fue de 48.3 millones de personas, con un aumento de 4.8 millones de personas respecto a mayo.

Por otro lado, la población desocupada aumentó de 4.2% en mayo a 5.5% de la PEA en junio de 2020, alcanzando una cifra de 2.8 millones de personas, o 901 mil personas más que en el mes inmediato anterior.

La ETOE en junio reportó un incremento de PEA, con una tasa de participación económica de 53.1% respecto a la población de 15 años y más, cifra5.7 puntos porcentuales superior a la de mayo pasado.

En su interior, la población ocupada ausente temporal con vínculo laboral disminuyó en 2.4 millones entre mayo y junio de este año. Los ocupados con jornadas de 35 a 48 horas aumentaron en 4.4 millones de personas en el mismo periodo.

Además, en el informe, se observó que la ETOE en el sexto mes del año registró una tasa de subocupación de 20.1%, cifra menor en 9.9 puntos porcentuales a la de mayo del mismo año. Este descenso representa una variación de 3.3 millones de personas ocupadas.

Para el caso de la ocupación informal, ascendió a 25.6 millones, al tiempo que la tasa de informalidad laboral (TIL1) se situó en 53%, cifra mayor en 1.2 puntos porcentuales comprada con la del mes previo.

Economía mexicana registra su peor caída de la historia, se desploma 18.9% en segundo trimestre

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La actividad económica mexicana se contrajo 18.9% anual en términos reales y con cifras desestacionalizadas en el segundo trimestre del Gran Confinamiento, este ha sido su peor descenso en la historia, esto de acuerdo con la información de la estimación oportuna publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi). 

Este dato sucede a la caída de 2.2% a tasa anual que la economía de México tuvo en los primeros tres meses de este año, y es la quinta contracción consecutiva, tal como sucedió en 1985 luego del terremoto. De confirmarse esta proyección en el dato final del Producto Interno Bruto (PIB) a divulgarse el 26 de agosto pasará a la historia como la caída más aguda para la actividad económica de un segundo trimestre, consecuencia del impacto de la pandemia por Covid-19. Por su parte, el presidente del Inegi, Julio Santaella, evidenció en un tweet que este desplome “supera con creces las bajas en el segundo trimestre de 1995 (-8.6%) y el mismo periodo en 2009, en donde se resentía la crisis inmobiliaria y la pandemia por influenza de H1N1 (-7.7%).

Se resalta que el comparativo trimestral, en comparación con lo que sucedió entre enero y marzo del presente año, la caída fue de 17.3% en el periodo abril-julio, con lo que se acumula cinco trimestres consecutivos en contracción, con esto se cumple la definición del Buró Nacional de Investigación Económica (NBER), que es el Comité para el Fechado de los Ciclos de la Economía de Estados Unidos, como una recesión técnica. 

Esto implica que la contracción anual para la primera mitad del año queda definida en -10.5% con series desestacionalizadas.

Se cumplen pronósticos

Citibanamex había pronosticado una contracción de 18.1%; Santander, de 18%; Banorte, de 19.5%, y HSBC estimó una caída de 20.5%. Además de que se adelantó la contracción con los resultados del Índice Global de la Actividad Económica de México (IGAE), que en abril y mayo reportó un descenso histórico de 19.6 y 21.6% anual, respectivamente.

Por actividades

La contracción del PIB incorporó que la caída de las actividades secundarias fue la más grave, de 26%. En este segmento se encuentran actividades como minería; generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y gas, construcción y las industrias manufactureras.

Por otro lado, las actividades terciarias completaron un desplome también histórico, que de acuerdo a la estimación preliminar, de 15.6%. En este segmento se encuentran actividades como el comercio, transporte, correo y almacenamiento, información de medios masivos, servicios financieros y de seguros, servicios profesionales y científicos, alquiler de bienes, muebles e intangibles, servicios educativos, de esparcimiento y culturales, así como actividades legislativas.

Por último, en el desagregado del PIB se observa que las actividades primarias, que albergan la agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento, pesca y casa; que habían sido  las únicas con registro positivo en los  trimestres previos, también presentaron un desplome de 15.6% en el comparativo anual.

Con información de El Economista y El Financiero

Actividad económica de México cae 21.6% en mayo

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El Índice Global de la Actividad Económica de México (IGAE) registró en mayo un descenso de 21.6& anual, segundo mes de confinamiento por el COVID-19, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El dato representa su segundo mes consecutivo en registrar mínimos históricos. En abril, el indicador descendió 19.6%.

Con este resultado, la actividad económica del país acumula trece meses consecutivos en terreno negativo. Además, refleja las afectaciones por la pandemia causada por la nueva cepa de coronavirus.

En su reporte mensual, se observó que dos de los tres sectores de la economía mexicana presentaron descensos durante el quinto mes del año.

El sector industrial retrocedió 29.7% a tasa anual durante mayo del presente año. Esta caída es igual a la registrada el mes de mayo y es la más profunda desde que hay datos, en 1994.

Por su parte, el sector terciario descendió 19.1% en el quinto mes del año respecto al mismo periodo de 2019; es su peor contracción desde que hay datos disponibles.

Por otro lado, el sector agrícola subió 2.5% anual, su mayor desde marzo del presente año, cuando ganó 8.1%.

A tasa mensual, la actividad económica mostró una disminución de 2.6% en términos reales en el quinto mes del presente año respecto al mes previo, con cifras desestacionalizadas.

Por grandes grupos de actividades, las secundarias cayeron 1.8%, las terciarias en 3.2% y las primeras subieron 1.6% durante mayo de 2020 frente al mes precedente.

Suman más de 15.7 millones de mexicanos sin empleo por la pandemia de COVID-19

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En abril, 15.7 millones de mexicanos manifestaron no tener empleo, en medio de la emergencia sanitaria por COVID-19.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló los resultados de su Encuesta Telefónica sobre COVID-19 y Mercado Laboral, aplicada en abril.

De 68.2 millones de personas encuestadas de 18 años y más, 13.6 millones manifestaron ser Personas No Económicamente Activas (PNEA) y 2.1 millones señalaron ser Población Desocupada Abierta.

De los 13.6 millones de mexicanos sin empleo, 11.9 millones manifestaron deseos de trabajar. De estos últimos, cinco millones consideran que retomarán su trabajo al terminar la emergencia sanitaria.

Los trabajos temporalmente perdidos por el coronavirus son en su mayoría (71.1 por ciento) del sector terciario.

Respecto a las 32.9 millones de personas con trabajo, el 23.5 por ciento laboró desde su casa, para el 46.1 por ciento disminuyó su ingreso y el 21.8 por ciento se mantuvo ausente de su trabajo aunque mantuvo su vínculo laboral.

Más de 90% de las empresas ha tenido afectaciones durante la pandemia; solo 7.8% ha recibido apoyo

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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó este jueves los resultados de las encuestas para identificar el impacto de la pandemia de COVID-19 en la actividad económica y en el mercado laboral del país.

A nivel empresarial, 93.2 por ciento de las empresas del país se han visto de alguna forma afectadas por la emergencia sanitaria decretada por la pandemia.

No obstante que sólo 7.8 por ciento han recibido algún tipo apoyo ya sea del gobierno o de cámaras empresariales para reducir sus afectaciones.

De acuerdo con la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por COVID-19 (ECOVID-IE), entre las principales afectaciones destaca la disminución de los ingresos de las empresas de hasta 56.3 por ciento.

El 91.3 por ciento de las encuestadas, refiere que esa ha sido su principal afectación, principalmente en las más pequeñas.

Mientras en las grandes unidades económicas la disminución promedio de ingresos es de 27.7 por ciento, en las micro alcanza a 56.7 por ciento. Esto se acompaña de baja de demanda, escasez de insumos, reducción del personal y reducción de remuneraciones y prestaciones.

Inegi reportó que 15.4 por ciento de las empresas han reducido personal y lo han hecho hasta en 44.9 por ciento; mientras que 19.1 han reducido salarios y prestaciones hasta en 49.7 por ciento.

Por otra parte, las encuestas elaboradas vía telefónica por el Inegi, dan cuenta también de que seis de cada 10 se mantuvieron en paro técnico por la contingencia sanitaria.

No obstante, los apoyos no han llegada ni a una de cada diez empresas. Entre abril y mayo, 7.8 por ciento tuvo acceso alguno, el 88.8 por ciento provino del gobierno federal; 8.2 por ciento recibió de cámaras y organizaciones empresariales.

Los apoyos varían. Por ejemplo, las microempresas son las que acceden primero a las transferencias en efectivo, mientras los apoyos fiscales y subsidios a la nómina se centran en las grandes.

Entre las principales razones que dan las empresas del por qué no cuentan con un apoyo, 37.4 por ciento dijo no tener conocimiento de ellos. Otro 18.2 por ciento dijo que la solicitud es demasiado complicada y 17.5 dijo pedir el apoyo, pero no lo recibió.

Dependiendo del tamaño de la empresa, creen que se deben reforzar distintas medidas para la situación actual. Por ejemplo, las reducciones o exenciones fiscales son el rubro más reiterado por grandes y medianas y pequeñas empresas, lo mismo el diferimiento de impuestos.

No obstante, las micro abogan por un mayor respaldo en aplazamiento de pagos por servicios y transferencias de efectivo.

(Fuente: El Mañanero Diario)

Critica Tatiana Clouthier iniciativa que faculta a INEGI a investigar riqueza

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La vicecoordinadora de Morena en la Cámara de Diputados, Tatiana Clouthier, aseguró que no se pueden dar más facultades al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y menos si se atenta contra las libertades al acceder “sin restricción” a cuentas.

“El Bienestar y uso final de recurso público son fundamentales. Más no se deben dar más facultades a INEGI. Y menos si se violenta el uso de datos personales y se atenta contra libertades al acceder “sin restricción” a cuentas y otros”, digo Clouthier en su cuenta de Twitter.

La respuesta de la diputada federal morenista se da después de que el dirigente nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, propuso, entre otras cosas, facultar al INEGI para ingresar a domicilios y así medir la “desigualdad y la concentración de la riqueza”.

“El INEGI debe entrar, sin ningún impedimento legal, a revisar el patrimonio inmobiliario y financiero de todas las personas. Cada dos años debe de dar cuenta de los resultados que arroja la totalidad de los activos con los que cuenta cada mexicano”, se lee en la propuesta del líder interino morenista.

Morena propone que INEGI acceda a patrimonio y finanzas de mexicanos

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El partido Morena propuso que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) pueda acceder al patrimonio y las finanzas de todos los mexicanos.

El objetivo de la propuesta del dirigente nacional del partido, Alfonso Ramírez Cuéllar, es que el INEGI pueda medir la “riqueza” en México.

Morena externo su intención mediante un documento de que “el bienestar social y la lucha contra la desigualdad pueden iniciar los trabajos para el diálogo y el acuerdo nacional”, a partir de un análisis de la realidad política, social y económica del país.

Por otro lado, se propone que se constituya un Consejo Fiscal o un organismo autónomo yu profesional que dependa del Congreso de la Unión para medir y evaluar de manera permanente la calidad de los ingresos y gastos del Estado.

Además se recomienda que se fortalezca y brinden mayores facultades a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), todo lo cual serviría para asentar las bases de la discusión de una agenda para transformar estructuralmente al país.

 

La crisis que se ignora y el enemigo invisible

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La emergencia sanitaria por el covid-19 tomó el control de la agenda pública global, y no es para menos, pues lo que esta en riesgo es la vida de todos los seres humanos. Sin embargo, esta situación inédita ha desencadenado otras 2 crisis (económica y social), ambas con el mismo grado de importancia y vinculadas entre sí. 

En México, a principios del mes de marzo, cuando se presentaron los primeros casos de covid-19, la emergencia sanitaria alteró los planes del Gobierno Federal, pues una pandemia merece una reestructuración de prioridades -sobre todo en el tema presupuestal-. Sin embargo, en semanas recientes, el tema económico empezó a dominar la conversación, esto a raíz de la decepción generada por la presentación del plan económico emergente del Presidente, que siendo coherente con el guion que lo llevó a la Presidencia de “primero los pobres” dejó relegado a un sector importantísimo de la economía mexicana: las micro, pequeñas y medianas empresas, mismas que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) generan el 72% de los empleos en el país.

Lo anterior cobra relevancia porque según datos de la Secretaría de Economía (SE), entre el 13 de marzo y el 6 de abril se han perdido 346,878 empleos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que serán 3 millones de empleos los que se perderán en el país este año -más plazas laborales que todas las creadas en 2019, que fueron 342,077 de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)-.

El enemigo invisible, como algunos llaman al coronavirus, además de estas dos crisis, (sanitaria y económica) arrastra otra más de la que pocos hablan: La social; misma que dependerá de lo que hagan o dejen de hacer los gobiernos durante la emergencia sanitaria, no obstante, la tendencia al alza en la comisión de varios delitos, son síntomas que nos hacen presumir que podríamos estar entrando a una crisis social, provocada entre otras cosas por el desempleo y el confinamiento. Explico el por qué:

La Jornada Nacional de Sana Distancia implementada por el Gobierno Federal, apuesta principalmente a la responsabilidad ciudadana de los habitantes como factor clave que posibilita la dilatación de la propagación del virus, dependiente de los comportamientos sociales individuales y no a medidas coercitivas. Dicha estrategia, tiene a una buena parte del país aislada en sus hogares, bajo la premisa de que es necesario el confinamiento para prevenir que el número de contagios se disparen, se pierdan vidas y se sature nuestro inoperante sistema de salud. Sin embargo, el confinamiento no es positivo para todos, si bien salvaguarda tu salud al no estar expuesto, para algunas mujeres, adultos mayores o menores de edad, esta condición significa estar 24/7 conviviendo con sus agresores.

Expertos en la materia pronostican que durante esta cuarentena se podría elevar hasta en un 95% la violencia intrafamiliar en el país. En el caso de Nuevo León, de acuerdo con la Fiscalía General de Justicia del Estado, este mismo delito incrementó 32%, al pasar de 1,258 denuncias en Febrero a 1,670 en marzo. El Consejo Cívico ha señalado que la ansiedad, el hacinamiento, el consumo de sustancias adictivas, la pérdida de empleo, entre otros, son factores que podrían agravar la violencia en los hogares en las próximas semanas.

Con ese panorama, algunos gobiernos subnacionales (estados y municipios) han venido realizando esfuerzos con el objetivo de intentar desactivar los riesgos de violencia en los hogares, ejemplo de ello han sido la apertura de líneas de auxilio, redoblar los esfuerzos desde los sistemas DIF municipales y ministerios públicos para la atención efectiva a víctimas, acondicionamiento de refugios, coadyuvar esfuerzos con organizaciones de la sociedad civil en temas de concientización y prevención, entre otros. Sin embargo, estos han sido esfuerzos aislados y no sistemáticos que permitan incidir en un marcado descenso de estos delitos.

Un factor más, es el miedo a adquirir el virus, lo cual lleva a la población a ejecutar conductas antisociales y asumir actitudes irracionales. Si bien es cierto, en nuestro país se han mostrado distintas expresiones de solidaridad con el personal médico, en contraste, contrario a lo que acontece en otros países -como en Francia con el homenaje de aplausos diarios al personal médico a las 8pm desde los balcones-, en algunos municipios del país, se les ha discriminado, insultado y en algunas ocasiones hasta atentado contra su integridad física; y aquí es importante apuntar que si bien esta emergencia global reavivó un debate antiguo pero necesario sobre ¿Cuál debe ser el rol del Estado?, no todo le compete al poder público, pues hay una responsabilidad de todos los ciudadanos que la frustración y psicosis frente al enemigo invisible merma su capacidad racional y no les permite asumirla.

Es necesario reajustar prioridades, cuestionar paradigmas y asumir responsabilidades, pues hoy el Gobierno de la República afirma que las medidas tomadas se basan en el asesoramiento científico, pero este poco servirá para atender la serie de efectos sociales negativos que se pueden salir de control no solo durante la cuarentena, sino en los meses post-coronavirus. Como toda crisis, producirá cambios positivos o negativos una vez superada la pandemia y esta tercer crisis en particular va a ser clave para evaluar la eficacia de los gobiernos locales, pero dependerá en cierta medida, de lo que se haga o deje de hacer desde la Federación en el tema de salud pública y sobre todo económico, pues como lo señaló el Presidente Ronald Reagan alguna vez: “El mejor programa social es el empleo”.

El debate enriquece la mente, se vale discrepar.