En tiempos de coronavirus

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Cómo nos ha cambiado la vida en tan sólo una semana… Hace 14 días sabíamos que existía un nuevo virus que amenazaba la vida de las personas en China, en Europa y en algunas otras partes del mundo, sin embargo era totalmente ajeno a nosotros. El primer caso llegó al país; aún considerábamos que era sólo una persona, que todo estaría bien y seguimos saliendo a la calle a trabajar, a la escuela, a ver a nuestros amigos y familiares. 

Poco nos duraría el pensar que esto era algo lejano y que no nos contagiaríamos. Comenzaron las compras de pánico, se acabaron los antibacteriales, los limpiadores, el alcohol, el papel de baño, las latas. ¿Y el que no alcanzó a comprar por falta de dinero o tiempo? Pues a ver cómo le hace, yo ya aseguré lo mío. 

En Nuevo León, el Gobernador Jaime Rodríguez empezaba a solicitar cuarentena voluntaria y el Alcalde de San Pedro, Miguel Treviño, aislamiento obligatorio. Por el contrario, el Presidente Andrés Manuel López Obrador le decía a la gente que no se preocupara, que saliera a las calles. 

Se cancelaron clases, eventos masivos, reuniones de gobierno; a varias personas les dieron la oportunidad de realizar home-office, a otras les dijeron que debían seguir asistiendo a sus lugares de trabajo, y a las menos afortunadas las despidieron pues, si la economía disminuía, las empresas no serían capaces de pagar los sueldos.

Las familias se reencontraron en sus casas. 30 minutos juntos a la hora de la cena se convirtieron en 24 horas de convivencia, algunas con resultados exitosos, otras considerando comenzar a jugar Big Brother para eliminar miembros del hogar. 

Los padres han tenido que adaptar sus rutinas para atender de tiempo completo a sus hijos, sobre todo a los más pequeños, creando para ellos actividades entretenidas que los ayuden a pasar el rato. Los maestros han tenido que adaptar el contenido de sus clases para poder ofrecerlas en línea, y no sólo los que trabajan en las universidades, sino también los que se ganan la vida enseñando baile, pintura, música, fotografía, o cualquier otra afición que se venga a la mente. 

Los alumnos también han tenido que cambiar sus rutinas adecuando espacios para poder tomar sus materias, pudiendo despertar más tarde de lo normal, arreglándose menos sin el miedo a sentirse juzgados pues, al final, todos están detrás de una pantalla. 

¿Y la vida social? Difícil tener una en este momento. Los restaurantes entregan a domicilio o para llevar; los centros sociales, cines, bares y parques públicos están cerrados; las celebraciones religiosas, sin importar la creencia que se profese, se han cancelado; y el espacio más seguro para encontrarte con otra persona es a metro y medio de ella para disminuir la posibilidad de contagio.

Muchos se preguntan si esto terminará pronto, si después del receso de Semana Santa podremos volver a nuestra vida normal… la respuesta no está clara, tal vez no sea así. Lo que es seguro es que si queremos que esto dure el menor tiempo posible debemos acatar al pie de la letra las indicaciones, no del gobierno, sino de organismos internaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Es difícil, es cierto, lo es para todos; pero más difícil sería si no tuviéramos las herramientas electrónicas que se han desarrollado a lo largo del tiempo. La mejor manera de estar unidos con nuestros seres queridos hoy es permanecer separados. 

China cerrará sus fronteras por temor brote de coronavirus

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El Gobierno de China informó que cerrará sus fronteras a visitantes extranjeros como medida para contener un nuevo brote de Coronavirus por casos importados, esto luego de que la pandemia se trasladó hacia Europa y América.

 “En vista de la rápida diseminación del COVID-19 por el mundo, China ha decidido suspender temporalmente la entrada de visitantes extranjeros con visados válidos y permisos de residencia en China” declaró el Ministro de Relaciones Exteriores en un comunicado.

Tal medida entrará en vigor a la medianoche del próximo viernes. Esta no será aplicada a personal diplomático, ni a visados de tránsito o a los extranjeros que lleguen vía Hong Kong y Macau

Las autoridades chinas se han visto obligados a tomar medidas como el desvío de vuelos internacionales con destino a su capital o endurecer las cuarentenas a los visitantes, ya que se espera una segunda ola de contagios por casos importados.

 

(Con Información de ABC) 

 

EU toma la delantera de contagios de COVID-19 en el mundo

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Estados Unidos es ahora el país con más infectados de COVID-19 en el mundo, esto después de rebasar la cifra de contagios de China, esto de acuerdo a información de la Universidad Johns Hopkins.

Hasta el momento Estados Unidos tiene 83 mil 507 casos confirmados, mientras que en China, lugar donde supuestamente nació el virus, hay 81 mil 782 casos.

Detrás de EU y china se encuentra Italia con 80 mil 589 casos.

El estado de Nueva York, considerado el epicentro del coronavirus en Estados Unidos, reportó unos 400 fallecimientos, la mayoría en la ciudad de Nueva York, donde los hospitales fueron desbordados por pacientes.

Pese a que ya es el país con mayor cantidad de casos confirmados de COVID-19, el presidente Donald Trump informó que este fin de semana analizará opciones para reabrir la economía del país.

COVID-19, ajeno a nadie, temido por todos

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¿Qué se siente estar en el país con más muertes de COVID-19? 

Cuando en mi Universidad discutimos en un “Pizza and Politics” sobre el impacto económico, político y social del coronavirus en Asia, hablamos del mismo como algo ajeno a nosotros, y aunque no éramos indiferentes al respecto, pensábamos que en Europa no teníamos nada que temer. Semanas después, los medios nacionales nos percatan de los primeros casos del coronavirus al norte de Italia. En pocos días, las medidas sanitarias comenzaron a efectuarse al norte del país, como la clausura de escuelas y la cancelación de trenes dentro de la república italiana. El gobierno promovía las medidas sanitarias no obstante, los casos aumentaban de manera acelerada. Mis amigos alarmados se comenzaron a regresar a sus respectivos países y yo relajada pensaba “¿Pero por qué se van? es sólo en el norte”

Con alrededor de 12,000 casos confirmados, el 11 de marzo de 2020 el Primer Ministro italiano, Giuseppe Conte ordena el cierre de todos los negocios a excepción de supermercados y farmacias. Incluso para salir a los sitios autorizados las personas deben portar su “autocertificazzione” declarando así que están conscientes de que pueden ser multados en caso de que no se dirijan al súper o farmacia. A pesar de los esfuerzos, Attilio Fontana, gobernador de Lombardía (motor económico del país cuya capital es Milán) declaró “nos acercamos al agotamiento de los recursos que tenemos”. De un día para otro, Italia estaba vacía. El sol sale y se esconde, pero las calles de Roma están solas. Lo que por la noche eran risas, música y baile, hoy es silencio total. 

Para ser sincera, admiro las medidas drásticas tomadas por el Primer Ministro, pues China y Corea del Sur han demostrado que la única forma de hacerle frente a la pandemia, es el aislamiento total. Los altos números de contagios registrados en Italia son resultado de su eficaz servicio de salud gratuito a toda la población, pues cualquier persona con síntomas puede acceder a una prueba del virus, lo que en otros países no sucede.

Varios argumentan que Italia tomó medidas demasiado tarde pues tenía al menos 9,000 infectados. A comparación de China en donde se ordenó la clausura total el 23 de enero con alrededor de 40,000 infectados, Italia lo hizo a tiempo. Sin embargo, a comparación de Corea del Sur, en donde se efectuó al registrar 600 casos, Italia se retrasó.  

En los últimos tres días Italia ha registrado el mayor número de muertes por coronavirus en un día. Lo que nos ha hecho a todos cuestionarnos, ¿Realmente funciona el aislamiento total? ¿Porque si llevamos más de una semana en cuarentena los números de muertos no bajan?

Primero que nada, según University of Massachusetts Amherstel, el periodo de incubación del virus antes de presentar síntomas es de 11.5 días, lo que quiere decir que los resultados de la cuarentena serán vistos en la semana del 23 de marzo. Pues todos los casos confirmados hasta el 20 de este mes, en teoría, fueron contagios anteriores a la cuarentena.

Pero ¿Por qué Italia supera el número de muertes de China? Según el Instituto Nacional de Estadísticas italiano (Istat), en Italia existen casi 14 millones de personas mayores de 65 años, lo que representa alrededor del 22% de la población. La edad media, en tanto, es de 45,7 años. Por otro lado, en China solo el 14% de la población tiene más de 65 años. Otra importante diferencia es el tipo de régimen de ambos países, Italia es gobernada por un gobierno democrático, lo que significa que las libertades son respetadas. Por otro lado, en China, un gobierno autoritario puede realizar un “lock down” más efectivo, los civiles obedecen al gobierno pues temen del mismo. No simpatizo con gobiernos autoritarios, pero si considero que una cuarentena puede ser menos efectiva en países occidentales donde al no cumplir con la contingencia el único temor sea el ser multados. 

Como estudiante en un país ajeno agradezco que mis familiares y amigos me escriban para saber cómo estoy y no me canso de decir “estoy a salvo” porque realmente así me siento. Estoy en un país que le importa la salud de su gente antes que la economía de los peces grandes, un país que no tuvo miedo. Sin embargo, lo que me preocupan son las siguientes semanas.

Al menos para Italia, confió que en las próximas dos semanas veremos el resultado positivo de una medidas drástica de contingencia. Pero, ¿Qué será de Estados Unidos donde hoy en día se superan los 20,000 casos y aún no se ha ordenado la clausura total de los locales? ¿Que será de México y su deficiente sistema de salud? Según la OCDE, Italia invierte 3428 dólares estadounidenses per cápita en su sistema de salud y México sólo 1 138 dólares, reitero, ¿que será de México?

 Sugiero seguir las recomendaciones del Imperial College, quienes mencionan que los países con menores casos de COVID-19 han; primero, realizado en la medida de lo posible el mayor número de test, bajo la idea de “no se puede enfrentar al enemigo sin antes conocerlo” es decir, no se pueden implementar medidas, sin antes conocer los números. Segundo, aislar la población mayor de la joven, pues estos son los más vulnerables.

En conclusión, el tiempo, el sistema de salud y el cumplimiento de las medidas de contingencia por parte de los ciudadanos es clave para combatir el COVID-19. América, el COVID-19 no es algo ajeno a nosotros, no pensemos que no tenemos nada que temer, si no lo entendemos pronto, las consecuencias serán más graves.

Chinos piden a sus familiares en el extranjero que regresen para que no se contagien de COVID-19

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Mientras la pandemia del nuevo coronavirus pone en jaque a Europa, cada vez más chinos intentan convencer a sus hijos en el exterior para que regresen al país, y algunos incluso les pagan vuelos en aviones privados.

Cuando en Italia, Francia, España y Alemania el número de casos no cesa de crecer exponencialmente, en China las autoridades anunciaron este viernes, por segundo día consecutivo, que no se registraron nuevos casos de contaminación local con el COVID-19.

Como resultado, decenas de miles de estudiantes o profesionales chinos regresan a casa, así como la mayoría de los equipos de futbol de primera división, que realizaron entrenamientos de pretemporada en el extranjero.

Pero el regreso está lleno de dificultades: los vuelos a China ahora son pocos y muy caros, el contagio es posible en el avión y, a su llegada, se les impone una cuarentena de 14 días, generalmente en un hotel que tiene que pagar el repatriado.

Es un dispositivo al que Zhao Yidong, un consultor informático de 29 años que ha regresado de una misión en Francia, no ha escapado.

“Mis padres estaban muy preocupados, me llamaban todos los días”, dijo a la AFP desde un hotel de dos estrellas en Yangzhou, su ciudad natal, donde está confinado.

“Me quedaban tres semanas en Francia. Pero como (Donald) Trump cerró las fronteras estadounidenses a personas de Europa, tenía miedo que China hiciera lo mismo. Así que preferí regresar antes“, relató.

Cuando llegó a Shanghái se sometió a controles médicos y luego las autoridades lo llevaron al hotel.

“¡Los ánimos están bien! No tengo nada de qué quejarme: todos los días, un médico nos examina y los empleados nos dejan tres comidas completas en la puerta”, relató.

Las autoridades pagan la mitad de su estadía y el resto corre a su cuenta: 1.680 yuanes (220 euros, 236 dólares) por 14 noches. “Aplaudo esta cuarentena. Prefiero eso que arriesgarme a infectar a mi familia”, comentó.

Pero después de haber sido a veces víctimas de ataques racistas en Europa, como posibles portadores del virus, los chinos en el extranjero ahora se enfrentan a la desconfianza de una parte de sus compatriotas cuando regresan a casa.

En las redes sociales, varios denuncian a estos retornados “irresponsables” que reintroducen el coronavirus a China, donde ya se han identificado más de 200 casos importados.

Esta semana, el Centro de para el Control y Prevención de Enfermedades en Pekín aconsejó a los estudiantes que eviten los retornos que no sean “absolutamente necesarios”.

Esta hostilidad, sin embargo, no disuadió a Yang Qingyun, de 28 años, estudiante en Múnich, Alemania.

“Tenía la sensación de que la epidemia explotaría en Alemania. La mayoría de los alemanes no se tomaba la enfermedad en serio y temía que mi hija se infectara“, dijo a la AFP.

Ahora está en cuarentena en su casa en Shanxi, en el norte del país.

Su compatriota Effy Zhang, una investigadora de 27 años, prefiere quedarse en Düsseldorf en lugar de ceder ante sus padres y regresar a su pequeña ciudad china, donde los hospitales “le inspiran menos confianza que en Alemania”.

“Tengo mi propio departamento aquí, así que puedo aislarme fácilmente. Estoy tratando de correr más y tomar vitamina C, con la esperanza de que mejore mi sistema inmunológico”, apuntó.

Sin embargo su padre, Zhang Bing, no está tan tranquilo.

“Lo que me temo es que el sistema médico alemán esté saturado, sin los recursos necesarios en personal, material o suministros”, explicó a AFP.

Se trata de una preocupación alimentada por las imágenes que circulan en las que parece que en Europa no se teme al nuevo coronavirus, como un video en el que se ve una concentración de 3.500 personas disfrazadas de pitufos en Francia, o los parques de París abarrotados de gente. La actitud del primer ministro británico, Boris Johnson, criticado por reaccionar demasiado lentamente, tampoco ayuda.

“La epidemia es grave en el Reino Unido y la política de Boris no está adaptada”, dijo un estudiante llamado Zhou, poco después de desembarcar en el aeropuerto de Shanghái.

Un padre aterrorizado -con muchos recursos- envió un avión a Londres para repatriar a su hija, según la compañía china IFlyPlus. La factura no es para cualquiera: 1 millón de yuanes (unos 130.000 euros, 140.000 dólares).

Esa empresa afirmó a AFP que en la primera quincena de marzo había registrado un aumento del 227% en el número de conexiones a China.

Pero muchos otros chinos no tienen la posibilidad de regresar.

Sun Qiujie, de 27 años, empleado en una empresa de publicidad en París, debe “seguir trabajando”.

“Mis padres se están volviendo locos, quieren que vuelva a casa. Cada vez que hablamos por teléfono, discutimos”, dice.

Li Song, un humorista de 37 años en Francia para participar en varios espectáculos, tampoco podrá regresar. Quería adelantar su vuelo, inicialmente previsto para primeros de abril, pero le ha sido imposible.

“No puedo contactar con Air France. Y escuché que 100.000 personas iban a regresar esta semana a Shanghái, donde yo voy. Hay un riesgo de infectarse en el viaje. Entonces tal vez sea mejor quedarse aquí por ahora”, comentó.

Depende de Nosotros

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Hace dos semanas, en mi primera columna para Altavoz MX, decidí escribir sobre el brote del Nuevo Coronavirus (COVID-19). En esa columna expresé que la tasa de mortalidad del virus es mucho menor en comparación a otras enfermedades a las que el mundo se ha enfrentado. También comenté que no era necesario cambiar nuestros ritmos de vida, había que ser precavidos y tener una buena higiene. En ese momento la contingencia no estaba en el nivel en el que está ahora. Lo que escribí hace dos semanas refleja la situación que como sociedad vivíamos en ese momento, sin embargo, creo que debo modificar mi postura acorde a la situación que vivimos hoy, y lo que nos espera. Me encantaría poder escribir sobre otros temas, pero esta pandemia es algo que todas y todos debemos atender inmediatamente y con un fuerte sentido de responsabilidad.

Tan sólo en este mes hemos visto como han sido canceladas todas las ligas deportivas importantes, las fronteras de Canadá y varios países de Europa y restricciones aéreas alrededor del mundo. Aquí en México, el Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, anunció la suspensión de clases en todos los niveles educativos a partir del 20 de marzo. Sin embargo, varias instituciones académicas han decidido adelantar el periodo de suspensión al martes 17. Todas estas medidas son esencialmente de prevención, para evitar el contagio del virus y así sea posible erradicarlo. Los expertos señalan que el distanciamiento social es una de las mejores armas que tenemos como sociedad para enfrentar al virus.

Mexicanos, todos sabemos, sin importar nuestra ideología política, que el Gobierno Federal no está actuando como debería. El presidente de la Organización Mundial de la Salud, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ya advirtió que hay gobiernos que no se están tomando el tema con la debida importancia. Hay gobiernos estatales en el país que están actuando rápida y responsablemente, a pesar de la lenta respuesta del Gobierno de México. Nosotros no queremos que sea muy tarde. A pesar de lo que hagan nuestras autoridades, los mexicanos, uno por uno, debemos tomar las medidas necesarias para el bienestar de la ciudadanía. En estos tiempos en los que nuestro Presidente no se comporta como un líder, tenemos que asumir ese liderazgo todos, en conjunto.

Quiero reiterar que sí, el COVID-19 sigue con una tasa de mortalidad muy baja, y sí, hay muchas más personas que se han recuperado de las que han fallecido. Sin embargo es necesario actuar cuanto antes para que la tasa de contagio disminuya. No nos podemos dar el lujo de esperar a que la pandemia haga colapsar nuestra economía y nuestro sistema de salud. 

Les quiero exhortar a que se informen de fuentes oficiales, hagan caso a las instrucciones de la Organización Mundial de la Salud, y lean a los epidemiólogos expertos en el tema. La desinformación, los rumores, el pánico y el pesimismo únicamente agravan la situación. Si está dentro de tus posibilidades, no salgas de casa. Es muy probable que nunca te infectes de COVID-19, pero es momento de pensar en el bien común, y ser socialmente responsables. Aislarnos de la sociedad por unos cuántos días ayudará a romper la cadena de contagio y propagación, y así las autoridades sanitarias tendrán más posibilidades de sacarnos de esta crisis. 

No hay que ser alarmistas, ni aportar al pánico masivo que poco a poco se va apoderando de las personas. Depende de nosotros que el Nuevo Coronavirus pronto quede en el pasado, y no deje daños graves en nuestra nación y en el resto del mundo. 

Recuerda también que en estas crisis las cosas pueden cambiar completamente en cuestión de días, por lo que hay que permanecer abiertos a recomendaciones de expertos. Yo sólo te puedo aconsejar que mantengas una excelente higiene, evites lugares concurridos y no caigas en pánico. Y si no lo quieres hacer por ti mismo, hazlo por los que te rodean.

Para terminar, les dejo una buena noticia: en Wuhan, la ciudad donde se desató el virus, la tasa de contagio ha disminuido enormemente. La semana pasada registraron menos de 20 contagios. El presidente de China, Xi Jinping, visitó la zona cero de la pandemia y ha asegurado que vendrán tiempos mejores. Actualmente en ese país, se están recuperando más personas de las que están siendo infectadas.

Mantengamos la esperanza, que seguro salimos de esta. 

A quién exigir: COVID-19

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Desde principio de enero a la fecha, en México y el mundo ha sido materia de análisis, medidas de seguridad y sanitarias, decisiones políticas, económicas y sociales, noticias, columnas, pláticas de café, etc., el coronavirus (en adelante COVID-19) proveniente de Wuhan, China.

Esto, pues la facilidad con la que se ha propagado el virus, testimonios de países como Italia, las muertes registradas y la declaración de pandemia realizada por la Organización Mundial de la Salud, han despertado consternación y preocupación en gran parte de la población.

Y, aunque el porcentaje de mortalidad del COVID-19 es relativamente bajo, los ciudadanos tienen razón al estar preocupados respecto del avance que va teniendo la enfermedad, pues al tratarse de un tema de salud no hay duda de que este resulta de orden público.

En México, el avance del COVID-19 actualmente se encuentra en la fase 1 (importación de casos) y aunque el representante de la Organización Mundial de la Salud en el país Cristian Morales Fuhrimann ha señalado que hemos sido el primer país en poner a punto la técnica de detección del coronavirus; lo cierto es que tal y como ha sido reconocido por el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud Dr. Hugo López-Gatell probablemente en 15 días entremos a la fase 2 (transmisión comunitaria) y posteriormente a la fase 3 (etapa epidemiológica).

Derivado de lo anterior, ante el inevitable escenario de transmisión comunitaria y posteriormente epidemia, considero de suma relevancia dos cuestiones.

La primera, la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (en adelante INSABI) y el desafío que enfrenta ante el avance del COVID-19.

El INSABI, fue creado por el decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley General de Salud y de la Ley de los Institutos Nacionales de Salud publicado en el Diario Oficial de la Federación el 29 de noviembre de 2019 y su objetivo es que las personas que no cuenten con seguridad social tengan derecho a recibir de forma gratuita la prestación de servicios públicos de salud, medicamentos y demás insumos al momento de requerir la atención.

La creación del INSABI, hoy impacta positivamente en la vida de todos aquellos mexicanos que no contaban con seguridad social, pues ante la situación que enfrenta el país en relación al COVID-19, estas personas tendrán la posibilidad de atenderse en hospitales ante un eventual contagio que requiera atención especializada.

Sin embargo, no puede pasarse por alto que si bien el INSABI otorga la posibilidad para que las personas sin seguridad social tengan acceso a tratamiento médico, la realidad es que hoy el Instituto enfrenta un reto que verdaderamente pondrá a prueba su funcionamiento y que podrá terminar con las dudas de los incrédulos o bien condenarlo de ineficaz.

La segunda, la decisión de los gobiernos estatales de Nuevo León, Tamaulipas, Aguascalientes, Baja California Sur, Chihuahua, Guanajuato y Jalisco, de coordinarse y no adherirse al INSABI.

Esto, pues la decisión en defensa de su “soberanía”, que considero más bien se trato de una decisión tomada para que los Estados pudieran manejar y administrar los recursos asignados para la prestación gratuita de servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados para las personas sin seguridad social, en términos de los artículos 77 Bis 16 y 77 Bis 16 A de la Ley General de Salud, podría poner en riesgo a sus respectivos ciudadanos.

Lo anterior, pues las referidas entidades federativas tendrán que hacerse cargo a través de sus Secretarías de Salud de la atención especializada que requiera una persona infectada por el COVID-19 que no cuente con seguridad social.

Situación que en un futuro cercano podría patentizar lo atinada de su decisión, o bien, simplemente tacharla como un acto irresponsable, al haber evidenciado incapacidad y priorizado el manejo de recursos a costa de la salud.

Por último, es importante que como ciudadanos sepamos a quién exigir respuestas.

#ContraPortada: “La Pandemia de la ignorancia y el negocio”

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El mapa de infección del coronavirus a nivel mundial es de 140, 000 casos y contando en 140 países con focos de infección, las muertes se cuentan en miles desde Wuhan, China, Italia y Estados Unidos.

Como en todas las ferias, en la del Coronavirus hay de todo: países primer mundistas y países en donde la ignorancia y el negocio abundan por encima de la prevención, ¿adivinen en dónde se ubica México?

El grave problema en México no se encuentra en el peligro que el virus trae consigo, si no en la increíble pasividad que muestras las autoridades. Han tomado el virus como un tema económico y no como lo que realmente es, un agudo problema de salud pública.

El presidente de la república le ha hecho un monumento a la ignorancia y la falta de sensatez, dando abrazos, besos y hasta apapachos en sus recorridos por Hermosillo, Sonora. No se preocupa, no se alerta y no se prepara a un país que, al parecer, tendrá que defenderse solo.

A lo anterior, se suma el pánico, la psicosis y la pésima forma de manejar una alerta de los ciudadanos. A la primera llamada de prudencia, la respuesta fue acudir a saquear los centros comerciales, no hay gel antibacterial, no hay cubre-bocas, hasta se acabaron el papel de rollo… ¿el papel de rollo? demencial.

El coronavirus ha evidenciado que la pandemia que sufre México ni es nueva ni es curable: la ignorancia y el negocio.

Autoridades que esconden el problema mientras sus negocios sigan en pie, ciudadanos que generan desabasto en donde la ignorancia es lo único realmente presente.

El Coronairus se irá, como todo… lo que se queda es la pandemia de la ignorancia y el negocio, el maldito negocio.

México será la octava economía más afectada por el coronavirus, advierte la ONU

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La economía mexicana podría ser la octava más afectada por la aparición del coronavirus a nivel mundial.

De acuerdo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés), el brote de Covid-19 puede provocar una reducción de las exportaciones de México en unos 1 mil 369 millones de dólares.

Lo anterior, debido a que China se ha convertido en el centro de fabricación central de muchas operaciones comerciales globales, y una desaceleración en su producción tendrá sin duda repercusiones para un país determinado en función de qué tan dependientes sean sus industrias de los proveedores chinos.

De acuerdo a la Unctad, los sectores más afectados a nivel global serán los de instrumentos de precisión, maquinaria, automotriz y equipos de comunicación, entre otros.

En términos generales, según advierte el organismo, el Covid-19 está interrumpiendo el comercio mundial y puede provocar una disminución de 50 mil millones en las exportaciones a través de las cadenas de valor mundiales.

Además de las graves amenazas para la vida humana, el brote de coronavirus conlleva serios riesgos para la economía mundial. Cualquier desaceleración en la fabricación en una parte del mundo tendrá un efecto dominó en la actividad económica internacional debido a las cadenas de valor regionales y globales”, explicó el secretario general de la Unctad, Mukhisa Kituyi.

Entre las economías más afectadas, además de México, estará la Unión Europea (15 mil 600 mdd), Estados Unidos (5 mil 800 mdd), Japón (5 mil 200 mdd), Corea (3 mil 800 mdd), Taiwán (2 mil 600 mdd) y Vietnam (2 mil 300 mdd).

Sin embargo, los efectos globales estimados están sujetos a cambios, dependiendo de la contención del virus o a cambios en las fuentes de suministro.

En ese contexto, cabe también mencionar la preocupación del sector turístico en México ante la llegada del virus al país.

La Asociación de Secretarios de Turismo de México (Asetur) afirmó que la emergencia por el coronavirus representa una amenaza para la actividad de viajes de negocios y placer en México.

Por esa razón, piden no poner trabas a la industria e incluso reiteran su rechazo a la propuesta presidencial de eliminar los fines de semana largos, ya que esa medida afectaría fuertemente al sector.

Coronavirus: ¿Qué tan mortal es?

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Es el tema del momento: el Coronavirus de Wuhan (COVID-19) se ha esparcido con velocidad por todo el mundo, llegando ya a México. En el instante en el que escribo esto, son cinco casos confirmados de contagiados por el Coronavirus dentro del territorio nacional. El pánico se ha apoderado de la gente, escasez de tapabocas y geles antibacteriales son muestra de ello. Las noticias y los medios de comunicación están completamente enfocados en cubrir las novedades de este virus. Pero hoy te voy a contar, de manera breve, la realidad.

¿Qué tan peligroso es el Coronavirus en verdad?

Pues, empecemos aclarando que Coronavirus es una familia de virus, siendo este COVID-19 un nuevo tipo de virus, pero perteneciente a una familia ya conocida.

Dentro de la familia de Coronavirus (CoV), existen virus que causan desde un resfriado común, hasta enfermedades como MERS y SARS, de mayor gravedad.

El COVID-19 fue descubierto en los últimos días de 2019, teniendo como foco de infección un mercado de animales en la ciudad de Wuhan, en China. El virus tuvo una rápida expansión en estos primeros dos meses del año, alcanzando todos los continentes.

El COVID-19 tiene una alta tasa de contagio, siendo posible contraer la enfermedad a través del contacto físico, por saliva o por aire. Pero es muy diferente su tasa de contagio a su tasa de mortalidad.

BBC Mundo realizó una investigación en la que concluyó que, en estos momentos, la tasa de mortalidad del COVID-19 es, en promedio, de 2,3%. El grupo de personas que más riesgo corren son las mayores de 80 años, es ahí donde la tasa de mortalidad aumenta a 14,8%. 

¿2,3% es un número alto?

Bueno, pongámoslo en perspectiva. Según el Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades (CCDC), el 81% de los casos son catalogados como leves, y sólo el 4,7% de los casos se consideran críticos. 

Tedros Adhanom, presidente de la OMS, ha salido a decir que el Coronavirus de Wuhan no es tan peligroso si se le compara con el SARS y el MERS, tipos de virus también parte de la familia Coronavirus. El SARS, que tuvo su brote en 2003, alcanzó una tasa de mortalidad del 10%, y el MERS alcanzó una tasa de entre el 20% y el 40%. Es decir, eran enfermedades muchísimo más mortales.

Ahora, es importante mencionar que el COVID-19 sí es bastante más peligroso que un resfriado común. Sus síntomas se agudizan, y en caso de no ser tratado, puede ocasionar complicaciones respiratorias graves. También es importante tomar precauciones, mantener una buena higiene en las manos y en la cara, y acudir al médico si se presentan síntomas. Esto es para prevenir el contagio, como con cualquier otra enfermedad viral.

Nil Monró, un joven de 22 años que fue el segundo caso confirmado de COVID-19 de Cataluña, en España, decidió hacer uso de las redes sociales para contar su experiencia como paciente de esta nueva enfermedad.

Monró comenta que estuvo presente en la Fashion Week de Milán, y a su regreso a España comenzó a sentirse enfermo, por lo que acudió al hospital, donde dio positivo a la prueba del Coronavirus, y desde ese momento permanece en observación. Confesó haber estado muy asustado por todo lo que se comentaba del virus, sin embargo, al recibir toda la información necesaria, afirma encontrarse tranquilo. 

“Quiero decirles que en primer lugar, estoy bien, estoy estable. Y que poco a poco espero ir mejorando. En segundo lugar, me gustaría que nos informemos sólo de fuentes oficiales y que no cunda el pánico”, dio a conocer el creador de contenido a través de un comunicado en Twitter.

Para terminar, es importante decir que sí, el COVID-19 es una enfermedad sumamente contagiosa a la que no hay que menospreciar. Pero también es vital estar correctamente informados y saber que no es un virus tan mortal como en algunos lados se comenta. ¿Tomar precauciones? Sí, las necesarias.

¿Dejar de hacer cosas por temor a contagiarme? No. Sólo hay que ser cuidadosos.