Los miembros de la junta de gobierno del banco central mexicano durante la reunión de política monetaria en la que se decidió por unanimidad reducir la tasa de referencia en 25 puntos base para quedar en 4.25%, han publicado mediante la publicación de la minuta 79, los pormenores de la reunión que se llevó a capo por enlaces virtuales, donde se destaca que se contó con la participación del titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrara Gutiérrez.
En dicho documento se puede apreciar que desde la perspectiva del organismo y ante una recuperación económica que se antoja difícil y prolongada sujeta a incertidumbre por el control insuficiente de la crisis sanitaria, se debe considerar reorientar el gasto público, fortalecer los ingresos de manera permanente y monitorear las reestructuras de créditos.
Esto en el marco de la política salarial del 2021 y un proceso electoral importante en el país, en donde el margen de maniobra de actuación de la política monetaria e ha reducido, consideran.
La minuta mostró preocupación por los continuos plantones, tomas de infraestructura ferroviaria y casetas de peaje, robo de combustible y aumento de la inseguridad porque no abonan para un entorno propicio para la inversión.
Algunos integrantes del órgano resaltaron el riesgo de la situación de las finanzas públicas y por el agotamiento de los recursos de los fondos de estabilización para 2021. Además, argumentaron que algunos de los supuestos en los que descansa el paquete económico del próximo año podrían no materializarse, como por ejemplo en la parte relacionada con la producción petrolera.
Opiniones en torno a la decisión de política monetaria
En cuanto a la discusión por la decisión de política monetaria, se centró en los riesgos de la decisión frente a la inflación. Entre las posturas se destaca que algunos de los miembros consideran que el margen de relajamiento monetario se ha agotado luego de los resultados en torno a los indicadores de crecimiento de precios, por lo que se complica el manejo de las políticas hacia el horizonte de convergencia del 3%.
Se colocó en la mesa el tema del desaceleramiento de la política monetaria, y reconocer también que los márgenes para un relajamiento adicional se agotaron, por lo que las decisiones en el futuro inmediato dependerán, por supuesto, de los resultados de la inflación y sus expectativas.
Otro de los miembros consideró que la reducción de 25 puntos base no pone en riesgo la estabilidad de precios y beneficiaría a la economía mexicana, opinando que si bien el ciclo de política monetaria expansiva debe desacelerarse, hay espacio para continuar, ya que desde algunas otras perspectivas en la junta de gobierno, la flexibilización monetaria aún es insuficiente.
Con información de El Universal