En los últimos días distintas expresiones han estado surgiendo en redes sociales, muchas de ellas de broma, que Nuevo León o el norte del país debería independizarse parcial o plenamente de la República Mexicana. Vale la pena recalcar que muchos de los que más comparten esta idea haciendo memes y otros contenidos al respecto son los Centennials, la generación de los nacidos entre 1994 y 2010 que a diferencia de sus primos los milennial no solamente añora la libertad sino también el orden. ¿Debería de preocuparnos? En el corto plazo talvez no porque son pocos los elementos de identidad lo suficientemente fuertes para generar un verdadero sentimiento separatista en Nuevo León o en la mayoría del norte del país, fuera de la carne asada, los equipos de futbol y la narrativa que producimos más económicamente que otros estados, no hay grandes diferencias que nos hagan identificarnos como parte de una nación distinta.
Nuevo León además es un estado con muchísimos ciudadanos de otros estados del centro y sur de país que emigraron a la Zona Metropolitana de Monterrey en búsqueda de un mejor empleo y mejores condiciones de vida por lo cual siguen manteniendo muchas tradiciones y costumbres de sus entidades de origen. ¿Porqué en el mediano o largo plazo pudiese representar un riesgo? Pudiera parecer lejano que Nuevo León, Tamaulipas o Coahuila busquen su independencia, pero dentro de no muchos años la generación Centennial estará en su totalidad en edad para votar y junto con la generación Milennial representarán más de la mitad del padrón electoral del país. Recordando que son una generación que alaba a los perfiles políticos disruptivos pero nacionalistas como el partido de Bolsonaro en Brasil o el partido de ultraderecha Vox en España.
Un ejemplo de expresiones que demuestran este sentimiento es la añoranza de una historia independiente reflejado en que algunos jóvenes se les haga fácil compartir en redes sociales mapas, banderas y otro tipo de publicaciones haciendo alusión a la fallida República del Río Grande de 1840, un intento de un grupo de filibusteros para independizar y luego anexar a Estados Unidos los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila. La rebelión no tuvo todo el apoyo ni militar, ni social ni político de los 3 estados y fue suprimida rápidamente. Es ridículo tomar este intento como referencia para un nuevo movimiento separatista parcial o total y quien lo haga además de ignorante también es un traidor.
Ojo, estas expresiones en redes sociales no deben confundirse con los reclamos de estados y ciertos actores políticos de tener un acuerdo fiscal más beneficioso con las entidades que más aportan el PIB del país, al final es una petición valida que valdrá la pena analizar y discutir en su momento. Talvez valga la pena que la federación apruebe partidas extraordinarias de presupuestos para los estados y dejar una posible renegociación del pacto fiscal para después de la crisis.
Por otro lado hay que tomar en cuenta que Nuevo León no sería lo que es hoy si no fuera por el resto del país que dota de insumos y mano de obra a las industrias y comercios de nuestro estado, además que desde un punto de vista histórico han sido inversiones federales como la construcción de las líneas de ferrocarril a finales del siglo XIX las que detonaron que años después comenzaran a surgir los primeros industriales que dieron pie al estado que hoy somos.
México y la mayoría de los países en el mundo no estaban preparados para afrontar una crisis de esta magnitud pero la dificultades económicas y sociales que viviremos como consecuencia de esta pandemia no deberían dar pie a expresiones que busquen dividir a la sociedad ni mucho menos a un país, el norte de México ha logrado tener los niveles de crecimiento y desarrollo que tiene porque se ha poblado conforme ha avanzado la industrialización cuyo ritmo de expansión ha sido impulsado por nuestra cercanía con los Estados Unidos.
En resumen, soy un convencido que ante una crisis de tal magnitud tenemos que mantenernos unidos como mexicanos y no tomarnos a la ligera expresiones como el #Nortexit o el hacer una nueva república ya que para muchos podría parecer una broma pero para algunos de los más jóvenes podría representar un sentimiento real que podría convertirse en un problema cuando aumente el rencor social que vendrá como consecuencia de la crisis económica por el Covid-19.