Sobre el futuro de los sistemas políticos

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“La gran ironía de por qué mueren las democracias es porque se utiliza como pretexto la defensa de la misma democracia.” — Steven Levitsky y Daniel Ziblatt.

La democracia, el supuesto sistema político que promueve la participación ciudadana y la representación igualitaria, está enfrentando una crisis global sin precedentes. En varios rincones del mundo, la promesa de gobiernos democráticos se está desvaneciendo, reemplazada por la sombra del autoritarismo y el poder concentrado. Este fenómeno no es exclusivo de una región, sino que se manifiesta tanto en naciones desarrolladas como en desarrollo, afectando a potencias mundiales y a países con democracias emergentes.

El regreso de la hegemonía en México

Las elecciones recientes en nuestro país han puesto de manifiesto una tendencia hacia el resurgimiento de un poder hegemónico. Durante décadas, el país luchó para liberarse del dominio de un solo partido, logrando establecer una pluralidad política que, aunque imperfecta, representaba un avance significativo. Sin embargo, los resultados recientes sugieren un regreso a los viejos tiempos, donde una élite política y moral busca monopolizar el poder.

La concentración del poder no solo erosiona la pluralidad política, sino que también amenaza la rendición de cuentas y la transparencia. Este resurgimiento hegemónico podría llevar al deterioro de las instituciones democráticas, una disminución de los derechos civiles y la generación de una apatía social.

Frente a la democracia como espectáculo

Del otro lado del Río Bravo, se preparan para unas elecciones que parecen más un espectáculo de entretenimiento que un proceso democrático serio. Las campañas políticas se asemejan a programas de televisión, donde los candidatos actúan más como celebridades que como servidores públicos. Esta teatralización de la política ha desviado la atención de los problemas fundamentales y ha polarizado aún más a la sociedad.

Estados Unidos pareciera estar cimentado sobre instituciones sólidas; sin embargo, el ADN de la sociedad del espectáculo infecta la política, provocando una aparente polarización. Debord, en su libro “La sociedad del espectáculo”, argumenta que la vida social auténtica ha sido sustituida por su imagen representada en forma de espectáculo en la sociedad moderna. Existe una “separación espectacular” donde la vida real está mediada por una serie de imágenes o filtros que nos alejan de la capacidad de generar una realidad diferente. Las lógicas míticas que constituyen nuestra manera de pensar y entender el mundo son el espectáculo.

Hoy en día, la línea entre realidad y ficción parece desdibujarse cada vez más. Incorporamos ilusiones y elementos irreales en nuestra vida diaria a través de la realidad aumentada y virtual. Parece que realidad y ficción han encontrado su punto de encuentro e interaccionan entre sí para cambiar el mundo real y virtual según nuestras necesidades.

En este contexto, no es sorprendente que pensar en “conspiraciones” sea visto con menos escepticismo, cuando en realidad podrían ser estrategias de control de la narrativa por parte de quienes detentan el poder político y económico.

El sistema político estadounidense enfrenta desafíos similares a los de muchas otras democracias en crisis. El próximo 5 de noviembre vivirán una de sus elecciones más interesantes, la sexagésima. En medio del delicado atentado contra Trump y la renuncia de Biden a su reelección, el futuro político de una de las economías más trascendentales se enfrenta a la incertidumbre.

Reflexión: ¿Hacia Dónde Van los Sistemas Políticos?

La crisis de la democracia es solo una parte de un fenómeno global más amplio: la transformación de los sistemas políticos. ¿Es la democracia todavía un sistema vigente en el siglo XXI? ¿Vale la pena luchar por ella, o debemos explorar alternativas más adecuadas para las realidades contemporáneas?

El libro “Cómo mueren las democracias” de Steven Levitsky y Daniel Ziblatt analiza cómo las democracias pueden deteriorarse y colapsar, incluso sin un golpe militar o una revolución violenta. Los autores, investigadores de la Universidad de Harvard, argumentan que las democracias actuales tienden a morir de una manera más sutil, a manos de líderes electos democráticamente que subvierten gradualmente las instituciones y normas democráticas. Esto se logra a través de reformas constitucionales, plebiscitos y fallos judiciales, sin necesidad de tanques en las calles.

Los líderes autoritarios suelen llegar al poder a través de elecciones, utilizando la democracia como pretexto para socavarla. Emplean estrategias como polarizar a la sociedad, deslegitimar a los oponentes y debilitar instituciones clave como la prensa y el sistema judicial. La preservación de la democracia requiere un esfuerzo constante de la sociedad civil y el compromiso de los partidos políticos con las normas democráticas. Los autores proponen vías para evitar el declive democrático, como la destitución de líderes antidemocráticos, la no reelección y el fortalecimiento de los contrapesos institucionales.

“La gran ironía de por qué mueren las democracias es porque se utiliza como pretexto la defensa de la misma democracia”. Levitsky y Ziblatt nos recuerdan que la democracia puede ser socavada desde dentro. Si se quiere evitar que el poder se concentre en manos de unos pocos y asegurar que la democracia, o cualquier sistema político que adoptemos, sirva a los intereses de todos los ciudadanos, es necesario rescatar el interés público e involucrarnos activamente.

La pregunta fundamental es si estamos dispuestos a comprometernos y reinventar nuestros sistemas políticos bajo la idea de hacerlos más inclusivos, justos y representativos. La respuesta no es simple, pero la necesidad de un cambio es innegable.

*Economista y consultor

El Fracaso de la Izquierda: Latinoamérica

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Durante la década de los 90´s el mundo se encontraba dividido por dos grandes bloques que se repartían y pugnaban la hegemonía política: el Capitalismo y el Comunismo, pero la disolución de grandes potencias comunistas como lo fue la URSS arrinconó la ideología socialista-comunista, y apartada de los reflectores políticos, se mantuvo ausente, casi inexistente, creyéndose finiquitada.

Por el otro lado una vertiente del capitalismo, que data sus inicios en los 80´s, propuso una formula distinta al sistema político como solución a sociedades modernas y cambiantes que la nueva revolución tecnológica transformó a finales del siglo, logrando posicionarse en cada rincón del mundo occidental con marcada tendencia económica, social y política: el Neoliberalismo.

Y cuando el mundo convergía hacia una nueva y prospera época de bienestar el sistema económico colapso a finales del siglo XX, dejando expuesto las debilidades de esta corriente económica, forjando inconformidad social y cuestionamiento de la eficiencia del Neoliberalismo en Latinoamérica, alentando un cambio en el panorama político que enmendara las fallas que el capitalismo había dejado a su paso.

La llamada izquierda política, el Socialismo, resistió el avasallante crecimiento del Neoliberalismo Latinoamericano hasta su colapso sistémico con las crisis de sus principales exponentes –México 1994; Brasil 1999; Argentina 2001/2002– propiciando una revolución sociopolítica que intento alejarse de los efectos negativos del Neoliberalismo y cómo un efecto dominó, la izquierda se esparció por toda América Latina, con tal rapidez dentro del periodo de una década, similar a una epidemia ideológica propagándose por toda la región, la llamada Marea Roja o en palabras del periodista Larry RohterNew York Times-, una Marea Rosa, al no verse influenciada con tendencias extremistas del Comunismo y acercarse más a un sistema Social-Demócrata, es decir, un Socialismo más light.




Un movimiento sociopolítico, nombrado por algunos expertos como el Socialismo del Siglo XXI, aunado a una serie de eventos que marcaron el inicio del período izquierdista, dieron cabida a la constitución de la Izquierda como la principal fuerza política hegemónica de toda la región, y como reacción en cadena, el fantasma del Socialismo –en palabras de Karl Marx– se propagó a lo largo del continente, Hugo Chávez en Venezuela (1999), Ricardo Lagos en Chile (2000), Lula da Silva en Brasil (2003), Néstor Kirchner en Argentina (2003), Tabaré Vázquez en Uruguay (2005), Evo Morales en Bolivia (2006), Rafael Correa en Ecuador (2007), Fernando Lugo en Paraguay (2008) y Ollanta Humala en Perú (2011).

Toda Latinoamérica se repartió entre partidos de ideas marxistas o similares. Creando un conglomerado geopolítico, sin precedentes, fortificando y estrechando las relaciones comerciales, económicas y políticas entre los países latinos.

El auge izquierdista de Latinoamérica se vio acompañado de un amplio crecimiento económico y un gran desarrollo social en todos los países que alinearon su postura a la tendencia política, pero este apogeo debe su razón de ser a dos factores: 1) la alta demanda del mercado mundial de materias primas, petróleo principalmente, y al 2) fracaso sistémico del Capitalismo.

Y así como su rápida propagación, el final de la izquierda llegó velozmente, la caída de los petroprecios y los abundantes casos de corrupción, liquidaron el desarrollo de los países y crearon en las sociedades un hartazgo social con individuos apolíticos y antisistémicos, cansados de una economía fallida y gobiernos de ideologías carentes.

Concluyendo que el crecimiento económico que los países alcanzaron durante la primera década del siglo XXI, no se debe a que los gobiernos latinoamericanos hayan adaptado una postura populista, sino que el crecimiento mismo creo las condiciones ideales para el aumento de regímenes con dicha personalidad, similar a una moda, con la finalidad de integrarse a la ola de beneficios que la tendencia produjo.

Por lo que el decremento económico de toda la zona y los fuertes golpes que ha sufrido la izquierda en los últimos años: la muerte de sus principales defensores, Chávez y Castro, la perdida de la hegemonía política de la zona, reelecciones frustradas (AMLO, México 2006/2012), crisis económicas (Hipotecaria 2008), casos de corrupción (Lula da Silva/Dilma Rousseff, Brasil; Cristina Fernandez de Kirchner, Argentina), han sido los parteaguas del desplome de la marea ideológica.




Dejando a su paso concluida una etapa de fugaz beneficio y un sinfín de interrogantes e inquietudes del futuro que le espera a esta región, de potencial mal aprovechado y esclavizado por las grandes potencias que, de algún modo, se favorecen manteniendo a Latinoamérica en limitado desarrollo.

En la actualidad, el cambio de postura, el fracaso de la izquierda, ha quedado muy claro, la mayoría de los países que hace no más de diez años poseían gobierno populistas (Imagen) han puesto en la mira distintos horizontes políticos dejando atrás posturas ideológicas de carácter populista y centrando sus políticas públicas en tendencia más conservadoras, intentando aminorar los efectos negativos que el fantasma izquierdista causó.

Y exponiendo ante el mundo entero, que una vez más, un gobierno con personalidad socialista, carece de lo necesario para posicionarse como una potencia mundial por tiempo indefinido.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Recuperemos Nuevo León

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Nuevo León siempre fue un estado de trabajo. El de la fundidora y la cervecería. Donde surgieron grandes empresas como FEMSA y CEMEX o instituciones tan loables como el ITESM. Su gente era emprendedora y leal. Nuestras calles eran pacíficas y todas las familias se conocían. No por nada nos decíamos primos entre nosotros.

 




Cuando eras niño ¿Tuviste miedo alguna vez de caminar a solas rumbo la tienda a las 8 de la noche? ¿Vendiste limonada en la cochera de tu casa sin mayor riesgo que el de un fracaso económico?

Secuestros, extorsiones, cuerpos en la calle, muertos en los puentes, miedo a salir de tu casa. Eso era algo inimaginable ¿En qué nos convertimos? ¿Por qué dejamos que nos arrebataran a nuestro estado de las manos?

Cuando la corrupta policía atrapa a los criminales ¿podrías decir de qué familias provienen esos sujetos? ¿Es casualidad que a menudo no sean regiomontanos?

Los centroamericanos que están por las calles sin papeles ¿vienen a trabajar o a pedir limosna? ¿Por qué han sido sorprendidos cometiendo delitos?

¿No sientes miedo cuando ves camionetas con placas de determinadas entidades federativas?
¿No te molesta que los policías liberen a los criminales? ¿No serían más fácil si todos estuviésemos armados? ¿Por qué existen los derechos humanos para los que rompen la ley? ¿Por qué los delincuentes andan de llorones y no los pueden ni tocar? ¿No sería justo y hasta útil que se les intimidara para sacarles información?

El mundo está al revés.

Estamos hartos de la clase política que salta de un puesto a otro y vota en los congresos sin pensar en el beneficio de la ciudadanía ¿por qué? Porque los políticos sirven a su partido antes que a nosotros.

Los neoloneses somos gente de trabajo, somos gente honesta, nunca nos hemos dejado de nada ni de nadie ¿qué estamos esperando? hagamos de Nuevo León un gran Estado nuevamente.

Esa última frase te habrá dado una pista de a dónde me estoy dirigiendo pues lo que intento decirte es que si toda esa retórica barata llena de lugares comunes, conjeturas hechas sin el menor tiempo de reflexión y sentimentalismos de lo más elementales te parecieron atractivos, no puede sorprenderte que Donald Trump ganara la presidencia, por el contrario, me atrevo a decir que muy probablemente tú habrías votado por él.

Porque el truco de enaltecer a los locales y desdeñar “al otro”, al externo y después sugerir que todo tiempo pasado fue mejor, haciéndote sentir indignado por haber sufrido el despojo de una supuesta grandeza por un, también supuesto otro, puede enamorar a cualquier sector de la ciudadanía inconforme que no muestre interés en enterarse ni mucho involucrarse en la circunstancias de algo que exceda su esfera personal.

 




El discurso está repleto de falacias. Por Ejemplo: Todos pueden corroborar que Nuevo León era un estado ejemplar en lo que respecta a la industria pero ¿podemos establecer un nexo comprobable entre la disminución de la seguridad y la llegada de personas de otras entidades federativas?

Intente realizar el mismo ejercicio de comprobación en las demás aseveraciones contenidas en la primera parte de este texto por la que, de antemano, ofrezco una disculpa.

Eso es lo peligroso: no hace falta fundar porque no nos los exigirán, sólo hay que intentar convencer. Disfracemos nuestras deficientes conclusiones de “sentido común” o bajo frases como “Todos sabemos” o “Es bien sabido”.

Mezclar datos ciertos de comprobación sencilla con datos falsos de comprobación compleja y apelar a las emociones del auditorio, es y ha sido una estrategia efectiva, mucho más en tiempos de insatisfacción y el discurso del inicio, como el de Trump contiene datos innegables combinados con afirmaciones agresivas que no están sustentadas pero que fácilmente pueden convencer.

 




Es cierto que nuestra situación es diferente a la de Estados Unidos pero ello no significa que no estemos a merced de un artero seductor que nos conmueva y nos prometa recuperar algo que presumimos perdido.

Porque mientras no comprendamos nuestra realidad a fondo y nos refugiemos en frases como: “Todos son lo mismo, todos roban”, “Hay que pensar en uno mismo, en los suyos y ya”, “Los que verdaderamente mandan son otros”, “Está todo arreglado” y un largo etcétera, podremos parecer tan saturados de información que llegamos al hastío, cuando la realidad es que sólo estamos repitiendo frases que no entendemos pero nos permiten disfrazar nuestro desinterés e ignorancia.

Y es esa ignorancia la que nos coloca en una posición sumamente vulnerable. Pueden despojarnos de derechos, hacerse más poderosos y cometer múltiples atrocidades mientras nosotros creemos que lo hacen por nuestro bien, que son “daños colaterales”, que son sacrificios, actos en esencia malos que se llevan a cabo para garantizar un supuesto bien mayor.

Si no conocemos nuestro sistema político, las funciones de nuestros representantes, la razón de ser nuestros derechos y las limitantes del Estado, estamos bajando los brazos.

México es un país sumamente insatisfecho, con hambruna, pobreza, desempleo, impunidad, corrupción, analfabetismo y un fuerte desinterés. Me atrevo a decir que en cada rubro que mencioné superamos a EEUU. Nosotros ya hemos caído victimas del populismo y la demagogia que por “fortuna” ha sido utilizada por sujetos menos macabros.

Sin embargo, creo que la mesa está servida para cualquier persona déspota, ignorante, prepotente, narcisista, envalentonada que logre enamorarnos y eso me preocupa mucho más que lo que pueda hacer el déspota, ignorante, prepotente, narcisista y envalentonado Donald Trump.

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Dimes y Diretes: “#LadyMedina”

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Ayer los reflectores estuvieron encima de nuestro “ex gober” Rodrigo “Golden Boy” Medina, pues a pesar de lo que muchos creían, se presentó a comparecer y a escuchar de viva voz de la justicia de que se le acusa, además de que ya se le vinculó ficialmente a proceso.

Rorro no tuvo mucho que decir, más que es inocente (ajá) y que él tiene la conciencia tranquila por qué nada hizo mal (ajá). Las otras personas que se llevaron los reflectores, incluso más que el mismo “Rorro” fueron las #LadyMedina, que desde temprano se presentaron para manifestar su apoyo al “ex gober”… Sí, leyó bien, apoyo.

Lo siento, yo creo en la libertad en que se puede apoyar a quien uno quiera, pero estas dos ñoras cayeron en lo ridículo. Las razones que dieron para ir a mostrar su apoyo a Medina fueron las siguientes: porqué él le daba mucho a las colonias populares, despensas, útiles escolares, ayuda a jefas de familia y que todos esos apoyo (es decir el lonche y el frutsi) se les fueron con el nuevo gobierno.

Verán, estas dos señoras son la muestra de lo que le ha hecho este sistema político a los mexicanos, ellas quieren que “papá gobierno” les esté dando todo, que las mantenga, que mantenga sus familias sin que ellas levanten un solo dedo.




También estas señoras no saben, o tal vez no quieren saber, que los regalitos que les daba su “Golden Boy” no eran de parte de él, sino de todos los y las que pagamos impuestos en el estado de Nuevo León, es decir “Rorro” solamente se dedicaba a repartir el dinero y claro con eso estar comprando al pueblo (y no dudemos que hasta se llevaba alguna tajadita de ahí, investíguenle) y para que en momentos como el de ayer vayan y lo apoyen.

Es el problema en nuestro país y si seguimos con el sistema actual vamos a seguir produciendo a gente floja que espera que les estén dando de a gratis en lugar de buscar trabajo, de partírsela todos los días como lo hacemos muchos de nosotros.

Ciertamente, el único sacrificio que han hecho estas señoras, al parecer, es irse a parar el día de ayer para apoyar a Rodrigo “Rorro” Medina.

Ahí se leen.

P.D. Dicen por ahí las malas lenguas que una de las ñoras es priista y controladora desde hace muchos años de zonas de San Bernabé, según esto desde el gobierno de Carlos Salinas “El Pelonchas” de Gortari, ¿alguien sabe?

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Carta Abierta a Funcionarios Públicos

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Ya me cansé, ya me harté, se que no todos son iguales, pero esta carta va para todos y cada uno de nuestros funcionarios públicos en Nuevo León y a lo largo y ancho de nuestra hermosa República Mexicana. Mi pregunta va directa ¿cuántos más pobres debe de haber en nuestro país? ¿Cuántos muertos debe de haber? ¿Cuántos desaparecidos? ¿Mutilados? ¿Secuestrados? Para que por fin se pueda hacer algo en este México.

Veo con mucha tristeza, coraje y desilusión el show que nuestros diputados se aventaron hace dos días con tal de quizás aplazar las revisiones de las cuentas públicas de tres personajes políticos de Nuevo León, de igual manera no aprobar una importante reestructuración de la deuda del estado.

Yo personalmente no se si sea teatro de los partidos políticos o no, pero si me indigna ver como gastan su tiempo haciendo panchos en lugar de trabajar verdaderamente por la ciudadanía y haciendo lo que la ciudadanía les pide y exige. Me molesta ver como hay diputados que por más que quieran dar explicaciones de que los están espiando y que la cosa no iba por ahí, gasten su tiempo en grupos o conversaciones de Whatsapp, en lugar de legislar.

Veo con mucha tristeza, coraje y desilusión el show que nuestros diputados se aventaron hace dos días con tal de quizás aplazar las revisiones de las cuentas públicas de tres personajes políticos de Nuevo León…

Me molesta también que exista una ineficacia por parte de los gobierno estatales y federales en ejecutar y cristalizar propuestas que hicieron de campaña, de tener un acercamiento hacia las zonas más vulnerables, en lugar de gastar en sus viajes lujosos o en darle dinero a sus compadres.

Es hora de que nuestro México despierte, que nosotros como ciudadanos dejemos de ver a los funcionarios públicos como Dios o como los que vendrán a solucionar todos los problemas que tenemos tanto sociales y económicos. Es hora que despertemos y veamos que la solución está en nosotros, no en los otros, pues los otros simplemente seguirán con sus juegos políticos y que ya no hay solución, ya que siguen las líneas del partido.

Eso si en tres años debemos de castigar con nuestro voto a los funcionarios que hoy en día no están haciendo la chamba, que no están representando los intereses de los ciudadanos, sino los intereses de sus partidos políticos o peor aún los propios.

Cuestiones como la de hace dos días simplemente muestran que tan corrompido y podrido esta nuestro sistema político en México.

Es hora de que nuestro México despierte, que nosotros como ciudadanos dejemos de ver a los funcionarios públicos como Dios o como los que vendrán a solucionar todos los problemas que tenemos tanto sociales y económicos. Es hora que despertemos y veamos que la solución está en nosotros, no en los otros…

Situaciones como los linchamientos de personas, demuestran que tan harta esta la ciudadanía de la inactividad y la impunidad en nuestro país.

Mexicano, la solución está en nuestras manos, no en la de los funcionarios públicos, nosotros podemos ser los propulsores de un cambio en México. En verdad el día que nos dejen de ver la cara, será el día que vena que nosotros solos hacemos los cambios y que no dependemos de una iniciativa de ley o una propuesta o incluso en ellos mismos para concretar metas.

Mientras tanto funcionarios públicos de todos los niveles, hagan su chamba, déjense de shows mediáticos y en verdad realicen actividades que hagan un cambio fundamental en nuestro estado y en el país.

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Corrupción como problema de todos

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Hace unos días, en el seminario: “México 2016: el desafío anticorrupción”, se tuvo como invitado a Daniel Carrillo, dialogando sobre “Corrupción: el reto de comportamiento y el caso de Nuevo León”. A lo largo de la plática, nos presentó la corrupción con un enfoque diferente, aterrizándola a la sociedad.

Como sociedad nos es difícil aceptar, o llegar a darnos cuenta de que la corrupción es un problema de todos, cuando ésta solo culpa a las autoridades por su existencia. El tema de la corrupción es un muy amplio puesto que lo podemos definir como uso indebido de la información, soborno, fraude, extorsión, y un sin fin de palabras que se nos vienen a la mente cuando se nos menciona.

Como sociedad nos es difícil aceptar, o llegar a darnos cuenta de que la corrupción es un problema de todos, cuando ésta solo culpa a las autoridades por su existencia.

La corrupción en el país ha estado igual desde hace 30 o 40 años, pero ahora la conocemos mas, por eso está siendo un tema de moda y posiblemente el mas hablado por la sociedad. Actúa de manera ineficiente, porque no se logra alcanzar el bien común de los mexicanos. Además el debilitamiento de las instituciones dentro del sistema político, colabora para que la corrupción aumente y así deslegitima al mismo gobierno. La sociedad esta cansada del abuso del poder público para el bienestar privado, y de ver como se despilfarra el dinero originalmente para el beneficio de la ciudadanía. Pero aquí es donde entra un tema debatible, ¿el gobierno es el único que realiza actos de corrupción?

Nosotros como sociedad fallamos a nuestros valores civiles, donde todo se critica pero no se corrige. Trabajamos en conjunto para quebrantar la ley, pues es más fácil quebrarla que hacerla cumplir. El problema esta en que la misma sociedad no ha recuperado los valores, que buscan darle fin a la impunidad en México, a la desigualdad que se vive, a la discriminación, a abandonar nuestras raíces. Donde a las autoridades no se les puede culpar o no son responsables de nuestros valores, porque esos se aprenden en el hogar. Sin olvidar que el país vive con un problema de justicia y a la vez de democracia.

…el debilitamiento de las instituciones dentro del sistema político, colabora para que la corrupción aumente y así deslegitima al mismo gobierno. La sociedad esta cansada del abuso del poder público para el bienestar privado…

Les hago un llamado para que ustedes mexicanos no se sientan solos, que cuenten con esa responsabilidad de desempeñar el papel de un buen ciudadano y no dejarse llevar por la mayoría. Nosotros mexicanos solo estamos siendo habitantes y no ciudadanos. Ser un ciudadano va mas allá de solo pertenecer a un país, sino de ser un miembro activo dentro de este. Involucrarse en asuntos de la sociedad, velar por los intereses de los mismos y no solo ser un miembro más.

La corrupción ha crecido debido a nuestra falta de confianza y credibilidad en nosotros mismos. Puesto que es mas fácil hacer lo correcto cuando se te esta viendo, pero cuando no, es mas fácil faltar a tus principios, actuando con una doble moral. No culpemos a las instituciones o al mismo gobierno por los malos manejos administrativos, sino darnos cuenta que es lo que le hace falta a este país para que el habitante se sienta ciudadano y actúe como este.

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