La actividad económica mexicana se contrajo 18.9% anual en términos reales y con cifras desestacionalizadas en el segundo trimestre del Gran Confinamiento, este ha sido su peor descenso en la historia, esto de acuerdo con la información de la estimación oportuna publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi).
Este dato sucede a la caída de 2.2% a tasa anual que la economía de México tuvo en los primeros tres meses de este año, y es la quinta contracción consecutiva, tal como sucedió en 1985 luego del terremoto. De confirmarse esta proyección en el dato final del Producto Interno Bruto (PIB) a divulgarse el 26 de agosto pasará a la historia como la caída más aguda para la actividad económica de un segundo trimestre, consecuencia del impacto de la pandemia por Covid-19. Por su parte, el presidente del Inegi, Julio Santaella, evidenció en un tweet que este desplome “supera con creces las bajas en el segundo trimestre de 1995 (-8.6%) y el mismo periodo en 2009, en donde se resentía la crisis inmobiliaria y la pandemia por influenza de H1N1 (-7.7%).
Se resalta que el comparativo trimestral, en comparación con lo que sucedió entre enero y marzo del presente año, la caída fue de 17.3% en el periodo abril-julio, con lo que se acumula cinco trimestres consecutivos en contracción, con esto se cumple la definición del Buró Nacional de Investigación Económica (NBER), que es el Comité para el Fechado de los Ciclos de la Economía de Estados Unidos, como una recesión técnica.
Esto implica que la contracción anual para la primera mitad del año queda definida en -10.5% con series desestacionalizadas.
Se cumplen pronósticos
Citibanamex había pronosticado una contracción de 18.1%; Santander, de 18%; Banorte, de 19.5%, y HSBC estimó una caída de 20.5%. Además de que se adelantó la contracción con los resultados del Índice Global de la Actividad Económica de México (IGAE), que en abril y mayo reportó un descenso histórico de 19.6 y 21.6% anual, respectivamente.
Por actividades
La contracción del PIB incorporó que la caída de las actividades secundarias fue la más grave, de 26%. En este segmento se encuentran actividades como minería; generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y gas, construcción y las industrias manufactureras.
Por otro lado, las actividades terciarias completaron un desplome también histórico, que de acuerdo a la estimación preliminar, de 15.6%. En este segmento se encuentran actividades como el comercio, transporte, correo y almacenamiento, información de medios masivos, servicios financieros y de seguros, servicios profesionales y científicos, alquiler de bienes, muebles e intangibles, servicios educativos, de esparcimiento y culturales, así como actividades legislativas.
Por último, en el desagregado del PIB se observa que las actividades primarias, que albergan la agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento, pesca y casa; que habían sido las únicas con registro positivo en los trimestres previos, también presentaron un desplome de 15.6% en el comparativo anual.
Con información de El Economista y El Financiero