El populismo y su desprecio por la técnica

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El gobierno actual, así como el pensamiento colectivo, vinculan la técnica con el modelo llamado neoliberal. El mismo presidente ha denotado a los datos y a su interpretación como un mecanismo vil propio de los conservadores neoliberales.

Igualmente, un conjunto de la sociedad atribuye la capacidad de análisis al grupo denominado como tecnócratas, quienes se cree erróneamente que ascendieron en el sexenio de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, provenientes de universidades como el ITAM y el Tecnológico de Monterrey y con estudios de posgrado en prestigiosas universidades de Estados Unidos. Sin embargo, la tecnocracia no se vincula necesariamente a un modelo económico en específico, en este caso con un programa que iza las banderas de la desregulación del mercado y el fomento de la inversión privada.

La tecnocracia, entendida como el gobierno de los técnicos, implica el ascenso de una élite política que se distingue del político tradicional -carrera en la burocracia y poco acercamiento con el electorado- pero también del técnico que a mediados del siglo pasado su función se reducía al análisis y factibilidad de las políticas públicas, sin ninguna incidencia en su orientación.

Esta nueva élite política no asciende a los altos mandos de poder en la época del modelo neoliberal, sino en el del desarrollo compartido de Luis Echeverría. Siendo el primer presidente en no haber ocupado previamente un puesto sujeto a elección popular y con el objetivo de romper con el ala de Díaz Ordaz, buscó rodearse de un grupo de jóvenes técnicos al que les ofreció el mando de las secretarías financieras.

Durante este sexenio y el de López Portillo, las formas del quehacer de la política pública, en general, y de la política económica, en específico, se transformaron, priorizando la formación de un cuerpo de funcionarios letrados en el ámbito económico en tanto disciplina científica: Hugo B. Margáin, Mario Ramón Beteta, David Ibarra, Jesús Silva-Herzog, Miguel de la Madrid, Carlos Tello, Francisco Javier Alejo, José Andrés Oteyza, entre muchos otros.

El modelo desarrollista, al igual que el Estado de Bienestar en Europa, exigía rigurosidad analítica y evaluación minuciosa de los programas políticos, en tanto que el gobierno participaba activamente en la economía. Muchos de estos funcionarios, en su mayoría economistas, cursaron posgrados en universidades extranjeras, aunque el destino predilecto no era Estados Unidos como sí lo fue para los funcionarios del periodo de la liberalización económica, sino en Europa, especialmente Cambridge, un bastión keynesiano.

Fue el populismo económico de Echeverría y López Portillo y no el programa desarrollista el que generó los desajustes en la estabilidad macroeconómica del país: discrecionalidad de la política monetaria, incremento del déficit fiscal y de la deuda pública, petrolización de la economía, etc. Ya fue el caso que Margáin fue destituido por oponerse a la espiral de endeudamiento del gobierno de Echeverría, quien lo sustituyó por López Portillo.

La errónea creencia acerca del inseparable binomio neoliberalismo-tecnocracia ha legitimado el menosprecio por la técnica. Para el presidente son los datos y no las políticas las que deben de ajustarse a la realidad; una realidad que cree transformar a partir de su voluntad y virtud.

No hay nada más peligroso que un mandatario se guíe ciegamente por sus ideales sin constatar su plausibilidad en la realidad. Las utopías que ha enarbolado el populismo en distintas latitudes conllevan a desenlaces desastrosos, como el que seguramente ocurrirá en el sistema de salud pública. Sin un diagnóstico previo, sin considerar aquello que sí funcionaba, como el Fondo de Protección Contra Gastos Catastróficos, desechándolo por simplemente haberse construido en época del neoliberalismo, el gobierno federal comienza un retroceso de más de treinta años: la recentralización conlleva a la ineficiencia en la asignación de los recursos y la cobertura universal que promueve es financieramente inviable.

El populismo lopezobradorista es crítico acérrimo de la técnica en tanto la considera un correlato del modelo neoliberal. Como señaló Schumpeter en el caso de la ciencia económica, las teorías pueden verse influidas por elementos ideológicos, pero la técnica es una herramienta que no se encuentra atada a la predisposición política del sujeto que la aplica, sino a la realidad fáctica. Al igual que la democracia, la técnica se encuentra vaciada de sesgos ideológicos; tal es el caso que ambos pueden funcionar en agendas políticas diametralmente opuestas. 

Queda pendiente selección del Auditor General de la Federación

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Al no llegar la Junta de Coordinación Política (Jucopo) a un acuerdo, la Cámara de Diputados dejo pendiente la selección del nuevo Auditor General de la Federación, hasta el día de mañana o el jueves, así lo informaron los diputados en San Lázaro.

Aunque se preveía que este martes la terna fuera puesta a consideración del Pleno de la Cámara de Diputados, ya que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y aliados cuentan con la mayoría, no fue el caso.

Aunque la terna no paso de la Jucopo, los diputados esperan que esta sea aprobada y se haga la selección del nuevo auditor antes del 15 de diciembre, día en el que culmina el actual periodo de sesiones.

“Esperemos que mañana, a más tardar pasado mañana, ya se tenga una resolución”, afirmó la coordinadora de los diputados de Morena Rocío Nahle.

La terna de opciones para ocupar la Auditoria Superior de la Federación del 2018 a 2025, ha estado en medio e controversias, debido a que las opciones tiene nexos importantes con el PRI.

Salim Arturo Orcí Magaña, quien es actual auditor especial de Gasto Federalizado en la ASF, es militante del partido tricolor y además cercano al senador Emilio Gamboa, ademas de que trabajo en las administraciones de los ex Presidentes Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, según lo informa el periódico Reforma.

Por su parte David Colmenares, fue cercano a José Antonio Meade en el periodo de 2000 y 2006, cuando trabajaron juntos en la Secretaría de Hacienda.

Por ultimó, Ángel Trinidad Zaldívar, es ex comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información y cercano al priista Manlio Fabio Beltrones.

Bartlett afirma que Salinas robo elección en el 88, luego se contradice

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El ex Secretario de Gobernación durante el gobierno de Miguel de la Madrid y ex Secretario de Eduación durante la administración de Carlos Salinas de Gortari, Manuel Bartlett, afirmó que Salinas de Gortari robó la elección de 1988 tras llegar a un acuerdo con el Partido Acción Nacional (PAN).

En una entrevista con el periódico Reforma, el ahora Senador de Morena, afirmó que en las elecciones de 1988, Carlos Salinas de Gortari, se robó las elecciones y que no había sido por un fraude cibernético, sino con manipulación de cifras.

Bartlett, dio a conocer que Salinas llego a un acuerdo con el PAN, con el fin de que la Cámara de Diputados, erigida en el Colegio Electoral, calificara la elección y avalara el triunfo del entonces candidato priista.

El ahora militante de Morena, dijo en la entrevista que paquetes electorales fueron quemados, tras el acuerdo entre Salinas y el panista Diego Fernández de Ceballos.

Pero en la misma entrevista, el que estuviera al frente de la Comisión Federal Electoral en 1988, se contradijo u declaró que el no podría afirmar si Salinas ganó o perdió, ya que el nunca tuvo acceso a las actas generales y solo informo a la opinión pública los resultados.

“Yo no puedo afirmar que Salinas ganó o perdió, cuando estoy señalando que el computo de la elección se hizo en 300 distritos y que nunca tuve los paquetes ni las actas originales, porque fueron directamente desde los 300 distritos a la Cámara de Diputados, erigida en Colegio Electoral. Yo solo informé a la opinión pública resultados, en calidad de preliminares, que me remitieron los 300 distritos, donde se hicieron los cómputos” dijo.

Dimes y Diretes: “Semana de terror”

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Por mucho esta será una de las semanas más difíciles para nuestro país. El viernes 20 de enero Donald “Pelos de Elote” Trump, toma protesta como Presidente de Estados Unidos.

Trump viene con todo contra México y ya desde la semana pasada dio a conocer que su postura sobre el muro no ha cambiado y que afirmativamente habrá una guerra comercial contra México.

¿Qué hacen nuestras autoridades ante Trump? La realidad es que mucho está quedando en el discurso, aunque Enrique “Henry Monster” Peña Nieto ya repitió que México no pagará ningún muro.




Su decisión de poner a Luis Videgaray en la Secretaría de Relaciones Exteriores, me parece como si el Presidente haya decidido colocar a su amigo ahí con tal de darle un punto a favor a Trump.

También otro de los detalles que hace que México este débil en estos momentos, es la falta de legitimidad y aprobación que tiene el Presidente. Desde el sexenio de Miguel de la Madrid, no se veía tal desaprobación hacia la embestidura presidencial.

La falta de legitimidad por obvias razones le pega al Peña Nieto en la confianza que tiene al momento de tomar decisiones. Además, él sabe que haga lo que haga se enfrentará a la desaprobación del pueblo y claro su decisión será cuestionada y rechazada.

La verdad es que México no tiene para donde hacerse. Trump y su odio irracional hacia México es una amenaza sería para la estabilidad del país.




Y con un gobierno débil y desaprobado la cosa no se facilita para el país, la realidad es que no nos queda de otra más que apoyar las decisiones que vaya teniendo el gobierno mexicano, que esperemos que con la tan presumida capacidad de Videgaray sean congruentes, fuertes y efectivas.

Hoy más que nunca se necesita unidad ante la adversidad que se nos avecina con Trump.

¡Ahí Se Leen!

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”