Un partido político entre muchas cosas se distingue por sus ideologías, sus líderes, su agenda pública y estilo disciplinario.
MORENA es un partido carismático bajo la figura de un líder, el cual como fundador y dueño dicta sobre lo que hay que hacerse y cómo.
Algunos analistas en medios de comunicación han enfatizado la falta de liderazgos que lleven a MORENA a buen puerto en diversos estados. MORENA y su política cuasi bíblica de brazos abiertos está llenando sus filas de verdaderos mercenarios.
Ex militantes de [inserte partido] están presentes por toda la república. El caso más importante es Ricardo Monreal, exgobernador priista.
MORENA no tiene movimientos juveniles ni escuelas formativas, la estrategia ha sido totalmente invasiva y expansionista, esto es un riesgo para la estabilidad futura del partido.
El partido no puede navegar con una bandera ambigua, el riesgo se presenta en que el factor AMLO es determinante en cada elección. ¿Por qué es un riesgo? Porque ni AMLO es eterno ni es correcto tener al caudillismo como hilo conductor.
En el norte del país, ¿Cuál es un líder prominente del partido? Fuera del papel de la maestra Delfina en el Estado de México y Cuitláhuac García en Veracruz ¿Quién está con MORENA en los demás estados?
El pensar que la Ciudad de México y estados periféricos son el único mercado electoral posible es cerrarse.
Una posible oferta del maestro Anaya para unir el Partido del Trabajo en 2018 fue posiblemente su influencia en el norte principalmente en Nuevo León, Durango y Chihuahua.
Imagine en una mesa a Miguel Barbosa, Pablo Gómez, Alberto Anaya, Ricardo Monreal, Bartlett, Muñoz Ledo y Fernández Noroña sentados con AMLO en la cabecera… Confrontación pura.
MORENA no tiene la percha del Peronismo argentino para perdurar hasta nuestros días bajo cierta figura. Hace mucho que MORENA debió trabajar en cimientos para el futuro. El partido tiene el empuje, el envión motivacional para hacer un papel realmente valioso en 2018. Ahora que si ganan, la van a tener más difícil que cualquier gobernador PAN-PRD que ha tenido que dar concesiones al por mayor y su poder de maniobra ha sido raquítico. Sin embargo si AMLO pierde, el partido habrá de morir por su composición mercenaria, desunida, descoordinada y solo bajo el amparo de una cabeza. Tal cual. 2018 puede ser tan fuerte para el partidismo nacional como la ruptura del Cartel de Golfo y Los Zetas para el narco.
Lo dicho, dicho está.