Violencia de género y las respuestas del gobierno

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Me duele vivir en un México en el que a las mujeres y a las niñas las violentan, las violan, las desaparecen, las matan, las dejan tiradas en campos valdíos, en sus propias casas, en el terreno de sus universidades, en las calles. Un país en donde reina la impunidad para los  múltiples (¡y diarios!) casos de feminicidios. 

Un México en el que, cuando las mujeres se levantan y toman las calles exigiendo justicia, el Estado les responde con:

 1. Represión de la protesta, como sucedió en los casos de Guanajuato (22 de agosto), Cuidad de México (28 de septiembre), Estado de México (11 de septiembre), por mencionar algunas.

2. Detenciones arbitrarias en el marco de las manifestaciones (como ejemplo, las más recientes protestas llevadas a cabo en Guanajuato y Chihuahua).

 3. Desligitimación del movimiento feminista, llamándolas infiltradas, falsas feministas, entre otros (des)calificativos en las conferencias mañaneras y en el discurso público.

4. Invisivilización de las cifras reales de violencia de género, como cuando se declaró en el más reciente Informe Presidencial que los feminicidios habían disminuido, mientras que, contrario a lo ahí expuesto y de acuerdo a las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y julio de 2020 se registraron 556 feminicidios, lo que representa un incremento de 5.4 por ciento con respecto a 2019.

5. Desacreditación de quienes apoyan al movimiento feminista, resultando en el despido de una mujer que donó a la Okupa en la Comisión Nacional de Derechos Humanos  (como resultado de las declaraciones de Jefa de Gobierno de CDMX).

6. Bloqueo de recursos para refugios de mujeres en situación de violencia de género durante la pandemia.

7. Propuesta de reducción del presupuesto de INMUJERES para 2021. 

8. Propuesta de extinción de fideicomisos, incluyendo apoyo a protección a periodistas y personas defensoras de derechos humanos.

Y sigue la lista. 

Y, mientras tanto, no hay propuestas puntuales para fortalecer las alertas de género, no se habla de impulsar políticas públicas más eficientes en materia de acceso a la justicia para las mujeres, no se impulsan nuevos programas para prevenir la violencia de género, para construir nuevas masculinidades; no se comprenden las razones de las protestas ni se construyen propuestas con perspectiva de las víctimas, de las mujeres que buscan a sus hijas e hijos, que quieren justicia para sus hijas, para sus familiares víctimas de feminicidio.

Informa Segob que violencia contra la mujer no ha disminuido

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La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, reconoció que no ha disminuido la violencia de género en el país, esto en medio de las críticas en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador por sus declaraciones sobre el tema.

“Quiero compartirles que tampoco, lamentablemente, las violencias contra nosotras se han erradicado, se han disminuido, al contrario, siguen presentes”, dijo Sánchez Cordero durante el foro virtual “Prevenir es Convivir ” organizado por el INAFED.

“Los problemas que aún nos aquejan como mujeres son un reclamo legítimo y yo lo asiento como mujer, porque además de ser una mujer trabajadora, soy madre, soy abuela de mujeres, soy servidora pública y a mí me duele la violencia contra las mujeres, la inequidad que aún tenemos que superar”, señaló.

Cabe recordar que el pasado 15 de mayo, López Obrador dijo que el 90% de las llamadas por violencia doméstica al 911 son falsas, y que ese fenómeno no ha aumentado durante el confinamiento, por lo que especialistas y legisladoras acusaron al presidente de invisibilizar ese delito.

La titular de la Segob subrayó que todas las instituciones involucradas en la atención de dichos problemas como la Conavim, el Conapred, el DIF, Indesol e Inmujeres deben dar resultados en el corto plazo.

“Erradicar la violencia contra las mujeres y compartir las labores de cuidado en el hogar, las tareas en el hogar, estas dos demandas que fueron ostensibles, estos días 7, 8 y 9 de marzo, como ustedes saben el 9 las mujeres decidieron no trabajar, ni en casa ni en sus oficinas. Para saber lo que significaba el trabajo de las mujeres y poner en el centro precisamente las labores de cuidado y las tareas del hogar compartidas. Curiosamente, la pandemia puso en el centro estos dos temas”.

Al hablar ante representantes de municipios de todo México, la ex ministra enfatizó que las acciones del gobierno y del orden político son importantes para lograr una nueva realidad de igualdad y de justicia para las mujeres en el país.

“Los derechos y libertades de las mujeres deben ser reconocidos, protegidos, defendidos y garantizados por el Estado, pero nosotros y ustedes a nivel de gobierno municipal tienen que hacer realidad esto”, pidió.

Ciberacoso contra mujeres, una epidemia de violencia en línea que permanece impune

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“Ya es legal”, “sabrosa”, “te comería entera”. Para Nadia, hija del exentrenador de Cruz Azul, Francisco Jemez, este tipo de comentarios son ‘comunes’ en sus fotografías y redes sociales.

Nadia Jémez es una de las aproximadamente nueve millones de personas que han vivido “ciberacoso” en el país, de acuerdo con el informe La violencia en línea contra las mujeres en México , elaborado por Luchadoras.

En el reporte Ciberviolencia contra mujeres y niñas, elaborado por la ONU en 2015, el organismo señala que las mujeres son 27 veces más vulnerables a ser víctimas de algún tipo de violencia en internet, en comparación de los hombres, y que, en el 61% de los casos, los agresores son hombres.

Las mujeres de entre 18 y 24 años corren mayor riesgo de estar expuestas a todo tipo de violencia en internet.

Esto sucede ya que “internet y redes sociales presentan una dualidad en su uso y funcionamiento, porque, por un lado, funcionan como un medio de expresión y comunicación, sobre todo para los jóvenes, pero a la vez reproducen, habilitan y potencian situaciones de violencia y desigualdad, donde se ejerce y reproduce la violencia de género”, explicó Delfina Schenone, académica de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

Según Schenone, “cuando se indagan las razones por las cuales puede producirse esta violencia, nos percatamos que es algo parecido a lo que sucede en el mundo offline, es decir, que se da cuando hay participación activa de mujeres en espacios que solían estar ocupados por hombres, al denunciar agresiones o por el simple hecho de expresarse”.

Sin embargo, estas expresiones no son castigadas, ni investigadas, pues “no están tipificadas como delito”, señaló en entrevista Lucía Lagunes, directora de la organización Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC).

A su salida de México, el exentrenador del Cruz Azul, Francisco Jémez, habló con ESPN sobre la multa que recibió en agosto pasado, luego de hacer una seña obscena a un aficionado que, durante un partido, estuvo gritándole insultos sobre su hija.

Para Lucía Lagunes, estas expresiones son un reflejo de que “en México tenemos esta cultura del doble sentido; hay todo un juego que tiene que ver con el albur… de reconocer que a cierta edad las mujeres están aptas para tener relaciones sexuales, esto pensado desde el deseo y placer de los hombres, no necesariamente desde los derechos de las mujeres”.

De acuerdo con el documento CDMX Ciudad Segura y Amigable para las Mujeres y las Niñas, publicado por el Instituto de las Mujeres capitalino (Inmujeres), “con la llegada de las nuevas tecnologías de la información y, en específico, las nuevas plataformas sociales en internet (…) existen cada vez más casos reportados sobre expresiones de violencia y de violaciones a la integridad, seguridad y derechos de las mujeres”.

“En las redes sociales, diariamente se encuentran comentarios, fotos o videos con estereotipos sexistas, bromas ofensivas, contenidos machistas, justificación de la violencia, pornografía y/o acoso sexual. Estas expresiones de violencia (…) se han convertido en prácticas normalizadas, toleradas, compartidas y celebradas por no pocas personas usuarias de internet”, acusa el Inmujeres.

Por ello, la Organización de las Naciones Unidas reconoce a la ciberviolencia contra las mujeres como un problema de proporciones epidémicas.

Con información de Animal Politico.

Vagones Exclusivos para Mujeres en el Metro de Monterrey: ¿Una medida de prevención, o simple segregación?

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El acoso sexual en México es una realidad crítica. Nacionalmente, “63 de cada 100 mujeres de 15 años y más han padecido algún incidente de violencia ya sea en el ámbito público o privado.” (Amnistía Internacional, 2015). La Procuraduría General de la República, reportó que en el 2012 se realizaron alrededor de 14,000 denuncias por violación ante los Ministerios Públicos. Sin embargo, Pablo Navarrete, de INMUJERES (2013) afirma que solo 1 de cada 9 delitos de violación, son revelados antes las autoridades.

Fue apenas en el 2007 cuando el gobierno mexicano publicó la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (reformada por última vez en el 2015). Fue hasta ese año cuando se reconoció el acoso sexual como una forma de violencia que forma parte de la vida laboral y docente de los mexicanos; en la mayoría de los casos, las víctimas son las mujeres.

¿Y por qué son las mujeres las víctimas? Antes de caer en la errónea idea de que los hombres tienen un “apetito” sexual mayor que el de las mujeres, y que por eso llegan a tener estas actitudes hacia las mismas, hay que pensar un poco más en la cultura de nuestro país. El mismo sitio web de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (2014) establece que el acoso sexual puede ser la “expresión de una cultura en la que se han normalizado la violencia y discriminación sustentada en los estereotipos y roles de género, y en la existencia de roles desiguales de poder entre mujeres y hombres.”

¿Hasta que punto podremos sentirnos seguras en nuestra ciudad? Existen varias medidas que pueden disminuir los casos de violencia en contra de las mujeres… Una de estas medidas, que ya fue aplicada por la Ciudad de México, así como ciudades en Brasil, Egipto, India y Japón, es la implementación de transporte público exclusivo para mujeres.

La idea de que está en nuestra “naturaleza” seguir ciertos patrones sexuales (dominación masculina y subordinación femenina), el acoso sexual es más bien una construcción social que nace de la libre práctica del machismo en nuestro país, sin repercusión alguna de parte de nuestras autoridades, o de nuestra misma comunidad.

Ahora bien, existen diferentes esferas privadas y públicas en las que se puede dar el acoso sexual, como el hogar, el trabajo, la escuela, el transporte público y en las calles de la ciudad. Edith Flores Pérez (2014), de la Universidad Autónoma Metropolitana, escribe un artículo académico para la Revista “Ángulo Recto”, sobre lo que significa ser mujer en la Ciudad de México. Entre los muchos relatos que ella nos comparte, se leen historias de vulnerabilidad, riesgo e inseguridad de parte de todo tipo de mujeres, sin importar edad, ocupación, o apariencia física: la mayoría de ellas han pasado por una situación de acoso, o conocen alguna otra mujer a la que le ha pasado.

¿Hasta que punto podremos sentirnos seguras en nuestra ciudad? Existen varias medidas que pueden disminuir los casos de violencia en contra de las mujeres, específicamente el acosos sexual en la esfera pública. Una de estas medidas, que ya fue aplicada por la Ciudad de México, así como ciudades en Brasil, Egipto, India y Japón, es la implementación de transporte público exclusivo para mujeres. Existen diferentes argumentos a favor de esta medida, así como existen en contra.

…es cierto que la medida de restringir a las mujeres a ciertos espacios para que eviten situaciones de acoso sexual puede parecer superficial. Sin embargo, no me parece justo que en el tiempo que toma cambiar la mentalidad machista que se observa en la mayoría de la sociedad mexicana, las mujeres tengan que seguir soportando estas manifestaciones de violencia, sin ninguna medida preventiva o correctiva.

Al realizar encuestas generales sobre que tan seguras las mujeres se sienten, o se podrían sentir, con transportación exclusiva para mujeres, se encontraron resultados positivos. De una muestra de 6,300 mujeres encuestadas por Thompson Reuters Foundation y YouGov en el 2014 (Adler et al, 2015), en 15 diferentes grandes capitales en el mundo (400 mujeres por ciudad aproximadamente), se reportó que 7 de cada 10 mujeres afirmaron que se sentirían mas seguras en trenes y autobuses exclusivos para mujeres.

Sin embargo, también existen los argumentos en contra de dicha implementación. Algunas de las culturas más progresistas en cuánto a la equidad de género, piensan que esta medida es otro tipo de discriminación sexual, y la verdadera medida con la que las mujeres podrán viajar seguras por la ciudad, se basa en la educación y el respeto humano (Adler et al, 2015).

El … sitio web de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (2014) establece que el acoso sexual puede ser la “expresión de una cultura en la que se han normalizado la violencia y discriminación sustentada en los estereotipos y roles de género, y en la existencia de roles desiguales de poder entre mujeres y hombres.”

Esto es lo que yo opino al respecto: es cierto que la medida de restringir a las mujeres a ciertos espacios para que eviten situaciones de acoso sexual puede parecer superficial. Sin embargo, no me parece justo que en el tiempo que toma cambiar la mentalidad machista que se observa en la mayoría de la sociedad mexicana, las mujeres tengan que seguir soportando estas manifestaciones de violencia, sin ninguna medida preventiva o correctiva.

Mi equipo y yo, quienes proponemos la implementación de vagones exclusivos para mujeres en el Metro de Monterrey, no pensamos que esto sea lo único por hacer por nuestra comunidad. Crear espacios así, si bien de forma práctica podrían disminuir los incidentes de acoso sexual contra la mujer, también pueden utilizarse para promover la equidad de género, la libre denuncia y el resto a los derechos humanos fundamentales.

…nosotros queremos preguntarle a la comunidad: ¿son necesarios los vagones exclusivos para mujeres en el Metro de Monterrey? Nuestra propuesta es que si se deben de implementar estos vagones, pero también queremos tomar en cuenta la opinión de los demás regiomontanos. Contesta nuestra encuesta aquí.

Monterrey aun no tiene la magnitud que tiene la Ciudad de México en cuánto a población y necesidad de transporte público. Sin embargo, tampoco hay que dejar que lleguemos a la magnitud de casos de violencia contra la mujer. Algunos podrían argumentar que en nuestra ciudad no se dan tantos casos como en la capital. Sin embargo, yo quisiera saber…¿Cuántos casos serán suficientes? ¿Cuántas más mujeres tendrán que sufrir un abuso para que se tome en serio esta problemática? La prevención puede ser la clave para Monterrey.

Es por eso que, nosotros queremos preguntarle a la comunidad: ¿son necesarios los vagones exclusivos para mujeres en el Metro de Monterrey? Nuestra propuesta es que si se deben de implementar estos vagones, pero también queremos tomar en cuenta la opinión de los demás regiomontanos. Contesta nuestra encuesta aquí y compártenos lo que piensas.

COLABORACIÓN TAMBIÉN POR: ALEJANDRA MONCADA, MARIANA RINCÓN Y GUILLERMO GONZÁLEZ.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”