El Presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió a su homólogo ruso, Vladimir Putin, de las consecuencias económicas si continuaba aumentando una presencia militar en Ucrania, según un comunicado de la Casa Blanca.
El esfuerzo diplomático se produjo cuando decenas de miles de tropas rusas se concentraron a lo largo de la frontera con Ucrania, lo que generó temores de una invasión.
“El Presidente Biden expresó la profunda preocupación de Estados Unidos y nuestros aliados europeos sobre la escalada de fuerzas de Rusia que rodean a Ucrania y dejó en claro que Estados Unidos y nuestros aliados responderían con fuertes medidas económicas y de otro tipo en caso de una escalada militar”, según la declaración de la Casa Blanca.
“El Presidente Biden reiteró su apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania y pidió una reducción de la tensión y un retorno a la diplomacia”.
En un enlace por video de dos horas, los líderes también discutieron el ransomware y temas relacionados con Irán. Antes de la llamada, los funcionarios de Biden dijeron que los líderes cubrirían el control de armas nucleares, la seguridad cibernética y el programa nuclear de Irán.
“¡Saludos, señor Presidente!” Putin dijo en un breve video de los momentos iniciales de la llamada lanzada por la televisión estatal rusa.
“Es bueno verte de nuevo”, respondió Biden cálidamente, después de lo que pareció ser un breve error de conexión. “Desafortunadamente, la última vez no pudimos vernos en el G20. Espero que la próxima vez que nos veamos lo hagamos en persona”.
El video mostraba a Putin sentado en un largo escritorio de madera, con Biden en una gran pantalla de video frente a él, y saludó a Biden cuando comenzó la llamada. Putin respondió a la llamada desde su residencia en Sochi, la ciudad turística rusa en el Mar Negro.
Una vez finalizada la llamada, se esperaba que Biden realizara una llamada separada con varios aliados de Estados Unidos, incluido el Presidente Emmanuel Macron de Francia, la Canciller Angela Merkel de Alemania, el Primer Ministro Mario Draghi de Italia y el Primer Ministro Boris Johnson de Gran Bretaña. Los líderes habían acordado previamente permanecer en contacto sobre el despliegue de Rusia en Ucrania, según la Casa Blanca.
La reunión virtual con Putin fue una prueba crucial para Biden en su intento de proteger a Ucrania, un aliado democrático cuya seguridad los funcionarios estadounidenses prometieron defender, y evitar una importante crisis de seguridad europea.
Putin se ha quejado de que Ucrania representa una amenaza para Rusia a través de sus estrechos vínculos militares y políticos con Estados Unidos y las potencias europeas.
Pero las opciones de Biden son limitadas. No tiene ningún deseo de enviar tropas estadounidenses a la batalla en nombre de Ucrania.
El funcionario no ofreció detalles, pero los analistas dicen que una invasión en toda regla podría desencadenar una medida de Estados Unidos para aislar a Rusia del sistema financiero internacional, una medida drástica reservada para casos extremos.
Sin embargo, no está claro si tales advertencias disuadirán al Presidente ruso, que ha resistido años de sanciones occidentales por actos de agresión pasados, incluida la anexión de Putin en 2014 de la península de Crimea en Ucrania y su apoyo desde hace mucho tiempo a una insurgencia separatista prorrusa en el este de Ucrania.
Los funcionarios estadounidenses creen que Putin no ha decidido si invadir Ucrania. Pero Estados Unidos ha revelado inteligencia que muestra que el Ejército de Rusia ha desarrollado un plan de guerra que prevé que hasta 175 mil soldados crucen la frontera de Ucrania, una fuerza de invasión que el Ejército ucraniano, a pesar del equipo y el entrenamiento proporcionados por Estados Unidos, tendría poca capacidad para detener.
(Fuente: The New York Times News Service)