París es el Mundo

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París no es nuestro traspatio, sin embargo, los desgarradores ataques terroristas del fin de semana pasado se sienten con especial dolor en el mundo occidental. París es un reflejo de lo que está sucediendo en la escala mundial. Hoy, París es el Mundo. Estos párrafos -que de nuevo tuve que escribir en dos partes, ahí dispense- son un esfuerzo por conmensurar el gran panorama de la situación, para permanecer inteligentes ante las circunstancias y combatir el contragolpe de racismo y odio que estos atentados seguramente están propiciando en contra del Islam en el mundo occidental.

Desde hace cuatro años y medio existe una guerra civil en Siria que ha cobrado la vida de más de 250,000 personas, herido a más de 800,000, obligado a por lo menos 4 millones a huir del país en búsqueda de refugio y a 7.5 millones más a desplazarse de sus hogares huyendo de la violencia. Mucha atención se le ha dado a la consecuente crisis de los refugiados, calificada como la peor crisis humanitaria desde el genocidio de Rwanda.

La guerra en Siria es efecto de la llamada “Primavera Árabe”, una serie de protestas, revueltas y guerras civiles en contra de gobiernos autoritarios del mundo árabe con décadas al poder y a favor de una democracia.

La guerra en Siria es efecto de la llamada “Primavera Árabe”, una serie de protestas, revueltas y guerras civiles en contra de gobiernos autoritarios del mundo árabe con décadas al poder y a favor de una democracia. De esta Primavera, algunos países lograron derrocar a sus líderes y salieron relativamente ilesos, como fue el caso de Túnez, Egipto, Libia y Yemen; mientras que otros países como Bahrein sufrieron levantamientos más fuertes. Otros tantos experimentaron protestas que variaron en dimensión. Siria ha sido indudablemente el peor afectado, puesto que las condiciones de división política, social y religiosa, sumados a una desproporcionada represalia a las protestas pacíficas y crímenes de guerra por parte de las fuerzas de Bashar Al Assad, han favorecido un rápido escalamiento del conflicto.

El caso de Siria es en extremo complejo y representa el quiebre de numerosas tensiones preexistentes. De las que puedo enlistar se encuentran la creación de fronteras artificiales en la región del Medio Oriente por los poderes coloniales de Francia y el Reino Unido tras la 1ª Guerra Mundial, que apretujaron arbitrariamente a una diversidad de religiones y grupos étnicos; la promoción (también colonial) de una minoría religiosa para gobernar sobre las demás; el descontento social por la pobreza; la falta de oportunidades laborales; una prolongada sequía a causa del cambio climático que erradicó poblaciones enteras de ganado y cosechas de las poblaciones más vulnerables en los últimos años y la negligencia del gobierno de Assad para atender a estas necesidades, entre otras.

El problema ya no se trata de Assad y sus atrocidades, sino de nuevo de una guerra internacional en contra del terrorismo. ISIS ha probado ser uno de los grupos terroristas más violentos y exitosos de nuestros tiempos.

La situación no termina de complicarse, pues aprovechándose de la violencia y la división política en Siria, grupos militantes y yihadistas como ISIS (Estado Islámico en Irak y Siria) y el Frente al-Nusra (una rama nueva de Al Qaeda) embisten en medio del conflicto con la misión de establecer un califato islámico totalitario, hasta el punto en que el problema ya no se trata de Assad y sus atrocidades, sino de un revival de la guerra internacional en contra del terrorismo, otra demostración del choque de las civilizaciones de acuerdo a la teoría propuesta por Samuel P. Huntington en los noventa. ISIS ha probado ser uno de los grupos terroristas más violentos y exitosos de nuestros tiempos, y es aquí donde se comprende por qué Francia fue atacada. Previo a los ataques en París, Francia había incurrido directamente en dos bombardeos, uno en septiembre y otro a principios de noviembre, en contra de ISIS en Siria… causa y efecto, o un caso de estudio más de la aplicación del modelo racional de las Relaciones Internacionales.

De momento las intervenciones extranjeras disfrazadas de apoyo y amistad política no hacen nada más que prolongar el conflicto. La idea de que se busca estabilidad en la zona es también ridícula, puesto que vuelve a ser relevante el dicho de que “la cura a veces es peor que la enfermedad”. Observamos de nuevo un esquema parecido al de la Guerra Fría, en donde potencias extranjeras financian la milicia de un lado u otro de las facciones contendientes, inspirados por intereses económicos en la región y por la necesidad de demostrar una fuerte influencia política en las zonas de mayor conflicto a nivel global.

Se quede Assad o no, lo comprobado una y otra vez en las experiencias de vacíos de poder es que la guerra civil puede prolongarse aún más dadas las divisiones entre los diferentes grupos de oposición.

En este caso, mientras que los Estados Unidos, Francia y otros países europeos apoyan la salida del presidente Bashar Al Assad, afirmando que ha sido éste el responsable del estallido de la guerra, Rusia e Irán apoyan la idea de que retirar a Assad del gobierno va a causar mayor conflicto del que ahora existe. Ambos lados actúan con información imperfecta debido a la complejidad de la situación y una inhabilidad por poner un rostro claro al enemigo. Independientemente del resultado, se quede Assad o no, lo comprobado una y otra vez en las experiencias de vacíos de poder es que la guerra civil puede prolongarse aún más dadas las divisiones entre los diferentes grupos de oposición.

Se necesitarán décadas de conciliación estudiada y gran asistencia para la recuperación económica antes de lograr la estabilidad en un país tan destrozado como éste. Además de que queda la tarea de recuperar el sueño y las expectativas de la Primavera Árabe.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

LA HORA CERO CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO – PARTE 2

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En el caso de México, más allá de que la población no sepa qué es el cambio climático o que no haya voluntad política por contribuir a la mitigación, la población aún no sabe muy bien a quién y cómo le afecta. El cambio climático simplemente aún no se ve, o por lo menos no se nos presentan historias de individuos directamente afectados por él. Si bien el fenómeno de Patricia logró advertir que las poblaciones costeras en México son vulnerables a fenómenos naturales que van aumentando en fuerza y frecuencia, no existen investigaciones suficientes de todas las implicaciones humanas y económicas del cambio climático en nuestro país. ¿Qué tal acerca de los pescadores acapulqueños y el peligro de quedarse sin sustento? ¿O de las ciudades veracruzanas cuya principal actividad económica es el ecoturismo? ¿Qué si los arrecifes del caribe se mueren por completo? ¿Y si los tarahumaras se ven obligados a dejar por completo sus tierras porque ya no son fértiles? ¿Qué tal si la falta de lluvias en Sonora detiene fábricas enteras por falta de suministro de agua?

En el caso de México, más allá de que la población no sepa qué es el cambio climático o que no haya voluntad política por contribuir a la mitigación, la población aún no se sabe muy bien a quién y cómo le afecta.

En ciudades como Monterrey, una urbe protegida por las montañas y lo suficientemente poderosa como para asegurarse recursos energéticos e hídricos por décadas (Ahem, ¿Monterrey VI?), el cambio climático sólo se vuelve real cuando tu abuelita te dice en diciembre que “ni te quejes, porque el frío estaba más gacho en mis tiempos, mijita”. Eso es todo. Debido a que los efectos del cambio climático son globales, dispersos, irregulares, y en general están teñidos por la incertidumbre, pensar en que debemos de actuar con urgencia, y sobre todo invertir recursos y cambiar comportamientos ante un problema tan invisible, es una idea que roza lo ridículo.

Para ejemplificar cómo el cambio climático golpea más fuerte en algunos sitios que en otros, podemos aprender de una actual campaña por Human Rights Watch, que evidencia los golpes a los derechos humanos de los pobladores de una región dependiente de un lago al norte de Kenya. Estas personas han estado más susceptibles que nunca a patrones de lluvia impredecibles, a la reducción del flujo del río que abastece a su lago, la consecuente salificación de estas aguas y la pérdida de bancos de peces, a la pérdida del ganado por la falta de pastizales, todo a consecuencia de una prolongada sequía y la construcción de una mega presa en el país colindante de Sudán del Sur que está reduciendo sustancialmente el flujo del agua a su lago. Los kenianos también encuentran su propia seguridad e integridad en peligro, pues habitantes de poblaciones cercanas se acercan a la región para desplazarlos con amenazas mortales a manos de metralletas y machetes, todo porque no hay agua suficiente para todos.

Ante un escenario como este, ¿quién puede asistirles? El gobierno de Kenya es el único con los medios para proteger a estas personas impulsando negociaciones con Sudán del Sur para que repartan el flujo de manera más equitativa, organizando campañas de protección civil ante los enfrentamientos violentos, así como campañas de abastecimiento de alimentos, semillas más resistentes a la falta de agua, entre otras soluciones. Pero como sucede en muchos países en desarrollo, el gobierno tiene muchas otras necesidades que cubrir y pocos recursos para todas.

Hoy, más que nunca, hay una gran necesidad de conectar las evidencias globales con las locales para estar mejor preparados para los cambios que se avecinan.

Platicando con la Dra. Angelina Valenzuela, directora de los programas del posgrado en derecho en la UDEM y con experiencia en temas de derecho ambiental, comentaba ella que investigaciones sobre la migración climática[1] a nivel local son prácticamente inexistentes, pero muy necesarios. Esto es un ejemplo de cómo estamos aún en pañales en cuestión de hacer propio un problema global aún lejano, pero que sin duda ya comienza a afectar a poblaciones vulnerables en Nuevo León, y que de una manera u otra, comienza a afectarnos indirectamente también; lo que pasa es que no comprendemos cómo. Hoy, más que nunca, hay una gran necesidad de conectar las evidencias globales con las locales para estar mejor preparados para los cambios que se avecinan. La academia necesita también poner de su parte para llenar estos huecos. Es la única manera de apropiarnos de las soluciones.

Muy lamentable ha sido también que, a nivel internacional, existen pocos especialistas políticos dedicados a investigar sobre los avances en regulación sobre cambio climático. Su apoyo pudiera ser crucial para avanzar más rápido hacia más y mejores políticas públicas de mitigación. Curioso que en décadas pasadas hubo extensas publicaciones sobre otras amenazas a la seguridad internacional como la guerra nuclear, y ahora, a pesar de tanta certeza y el gran alcance de este perverso problema, no haya avances en estos estudios. Dependiendo de los resultados de este evento, quizás se logren canalizar más recursos para este tipo de investigaciones.

Bien sabido es que la manera en que se ha abordado universalmente la problemática —como un problema de mitigación, y no de prevención ni adaptación— ha provocado en los países una maligna inactividad o lo que es conocido como el freerider problem. Este dilema, el de los “acarreados”, consiste en que todos los países son afectados por el mismo problema, pero impera ambigüedad acerca de a quién le afecta más, entonces los países deciden que es mejor esperar a que el otro incurra en los costos de tratar de solucionar el problema que solucionarlo ellos mismos, pues a fin de cuentas, cualquier esfuerzo que haga el otro país será beneficioso para el propio. Expertos declaran que esta cumbre será decisiva en este sentido, ya que introduce oficialmente las Contribuciones Intencionadas y Nacionalmente Determinadas (INDC por sus siglas en inglés), que son los compromisos impuestos por cada país de acuerdo a sus posibilidades económicas y planes políticos que definirán en gran medida si se logran los objetivos de reducción de impuestos en este nuevo acuerdo de 2015 o no.

En Altavoz hemos tocado varias veces el tema de la tecnología cívica, el caso de la COP21 también tiene que ver con ella. Se nos presenta la oportunidad de involucrarnos a través de numerosas herramientas a nuestra disposición para conectarnos con la problemática.

Ahora, no quiero despedirme de este artículo dejando la idea de que las maneras de involucrarse en la problemática son aún muy opacas, poco a poco iremos viendo con más claridad cómo contribuimos a la problemática y qué soluciones son más efectivas. Pero por lo pronto, recomiendo visitar el sitio oficial de la COP21 para estar presentes en este evento histórico. Singularmente, los organizadores de esta cumbre han puesto especial atención en utilizar las tecnologías para educar a la mayor cantidad de personas posible sobre la importancia de este evento. En otras palabras, todos hemos sido invitados a la gran fiesta. En Altavoz hemos tocado varias veces el tema de la tecnología cívica, el caso de la COP21 también tiene que ver con ella. Se nos presenta la oportunidad de involucrarnos a través de numerosas herramientas a nuestra disposición para conectarnos con la problemática, concientizarnos sobre nuestro papel dentro de ella y apropiarnos de las soluciones. Aplicaciones que nos retan y nos acompañan por 90 días para hacer nuestra “transición verde” en hábitos de consumo, plataformas que permiten geolocalizar a los principales emisores de GEI, y muchas más. Estas oportunas herramientas nos ayudan a jalar un tema de escala internacional al plano doméstico. Hora de sentir el cambio climático en nuestras vidas. Hora de asistir a esta fiesta de la COP21, por lo menos virtualmente. Hora de hacer el cambio nosotros.

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[1] Movimientos migratorios causados por los efectos directos e indirectos del cambio climático: sequía, malas cosechas, pérdida de tierra arable, desplazamiento de especies nativas, enfermedades, entre otros.

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LA HORA CERO CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO – PARTE 1

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Nos encontramos a 20 días de la inauguración de la COP21, o la 21ª reunión anual de todos los países que quieren tomar acción por el clima. En esta ocasión se llevará a cabo en Le Bourget, Francia, y no podría estar más emocionada. Sucede que los decisivos días del 30 de noviembre al 11 de diciembre, aún cuando existen muchas y muy grandes diferencias entre quiénes estamos informados sobre el cambio climático y quiénes no, entre cómo nos afecta diferentemente a unos y a otros (que explicaré a lo largo de esta contribución que consta de dos partes, por aquello de que me emociono), deberían de celebrarse como si fuera la llegada de los humanos a la luna, porque por primera vez en la historia, la ambición por mitigar el calentamiento global coincide con el tiempo en que es rentable reducir las emisiones gases de efecto invernadero.

Por primera vez en la historia, la ambición por mitigar el calentamiento global coincide con el tiempo en que es rentable reducir las emisiones gases de efecto invernadero.

Es la última gran oportunidad que tenemos para establecer compromisos y frenar el aumento de la temperatura global hasta los 2º establecidos por expertos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) como el límite de temperatura a la que nos podemos adaptar sin significativas pérdidas ni peligros y evitar los temibles 4º o más predichos si continuamos operando a los niveles actuales de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Aquí algo de contexto: con 196 Partes (países), la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) —que es casi universal en su composición y es el marco jurídico en el que se aprobó el Protocolo de Kyoto de 1997— es la organizadora de las COP. Para recordar qué es la CMNUCC, yo opto por la siguiente mnemotecnia: “Cómo Madres Nos Ultrajamos al Cambio Climático”, pero esa soy yo.

Este año se espera que naciones que tradicionalmente no se habían suscrito a los compromisos de reducción de GEI lo hagan, y con más fuerza que nunca.

El último objetivo de los tratados resultantes de la CMNUCC (el Protocolo de Kyoto y el nuevo por firmarse en Francia) es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias humanas peligrosas en el sistema climático. Este año se espera que naciones que tradicionalmente no se habían suscrito a los compromisos de reducción de GEI lo hagan, y con más fuerza que nunca. Además de esto, hay sinnúmero de iniciativas que acompañan a este monstruo de acuerdo que ha tomado más de 5 años en concretarse. A final de cuentas, lograr que el mundo entero se ponga de acuerdo para ver quién paga los tamales y quién se los va a comer puede llegar a ser complicado.

Si usté es de aquellos que aún consideran al cambio climático antropogénico (causado por los humanos) como pura herejía, atentamente le refiero al meta estudio publicado en Mayo de 2013 en la revista Environmental Research Letters que reunió más de 11,944 investigaciones sobre “cambio climático global” de 1991 a 2011 para cuantificar el consenso científico sobre el tema. El estudio determinó que 97.1% de esas publicaciones respaldan que el calentamiento global actual está siendo causado por nosotros los humanos. ¡Sí! ¡La ciencia nos respalda!

Alrededor del 40% de los adultos en todo el mundo nunca han oído hablar del cambio climático.

Pero alto ahí… también es real que alrededor del 40% de los adultos en todo el mundo nunca han oído hablar del cambio climático, de acuerdo a los resultados de un estudio reciente por la Universidad de Yale sobre percepciones de esta problemática. Dicha cifra se eleva a más del 65% en algunos países en desarrollo como Egipto, Bangladesh y la India. Esta ignorancia se presenta también en México, pero eso no es todo. Aún cuando la población conoce sobre cambio climático, muchas veces no entiende cómo se relaciona este con su vida diaria, principalmente porque la mayoría no siente sus consecuencias, y no son las mismas para unos que para otros. Si es así de invisible, entonces, ¿cómo y por qué estarían igual de emocionados que yo de este gran e histórico evento?

Cómo se limite al cambio climático a nivel global no sólo depende de cuántos países firmen el nuevo acuerdo, sino que va a depender de grandes cambios a las políticas públicas y del comportamiento de las personas en cuestiones de uso de energías, transportación, consumo y demás… chanfles. De igual manera, adaptarse al cambio climático va a requerir cambios en las prácticas actuales. Ambas tareas, colosales en su naturaleza, requerirán de un amplio apoyo por parte de los individuos para llevarse a cabo con éxito, por lo que los gobiernos necesitan desarrollar estrategias de educación y comunicación sobre cambio climático adaptadas a su economía, cultura, niveles de educación y muchos otros factores. Es una cuestión de caso por caso, país por país. Pero la COP21 es especial porque países con determinantes grados de influencia política y líderes en las tecnologías sustentables y energías renovables como los de la Unión Europea, los Estados Unidos y China se unen a la firma de compromisos vinculantes, lo que nos da la esperanza de que quizás en tan sólo 5 años de compromisos iniciales más países aceleren sus políticas de transición hacia energías limpias.

Hasta aquí la contribución de hoy. Espero haber podido dejar en claro por qué esta reunión es tan significativa. Mañana les explico cómo es que los efectos del cambio climático se sienten más en algunos sitios que otros y qué nos falta para entender mejor cómo nos afecta a nivel individual.

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Calaveritas en las Noticias

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Si uno ansía sentir auténticos escalofríos en la noche de Halloween como cuando era niño, no lo conseguirá saliendo a la calle, sólo necesita leer las noticias de ese día. Este sábado 31 de octubre, el avión ruso Airbus A321 cayó del cielo para despedazarse en una zona montañosa del Sinaí y llevarse consigo la vida de 224 personas. Quien no tuviera a quién dedicarle su altar de muertos, ahora lo tiene.

Este sábado 31 de octubre, el avión ruso Airbus A321 cayó del cielo para despedazarse en una zona montañosa del Sinaí y llevarse consigo la vida de 224 personas. Quien no tuviera a quién dedicarle su altar de muertos, ahora lo tiene.

El misterio recae entre que si el avión cayó por fallas técnicas, o si fue un acto de deliberado terrorismo auspiciado por militantes del estado islámico, debido a que la zona donde el avión cayó es sitio de enfrentamiento entre extremistas y fuerzas armadas egipcias.

Hasta ahora no se puede descartar ninguna de las teorías. La “menos peor” indica de que se trató de un accidente: numerosas fuentes que monitorean el aeronave, incluyendo el ministro de aviación civil egipcio, afirman que no se reportó sobre ningún problema, y expertos en aviación declaran que el momento en el que el avión comenzó a descender fue uno en donde normalmente las naves emplean el piloto automático, de los momentos más seguros de un vuelo. La teoría alternativa indica que fue un acto terrorista: la cuenta de twitter de ISIS se atribuyó el derrumbe (aun cuando expertos declaran que ISIS no cuenta con tecnología de lanzamiento de misiles que alcance las alturas que llevaba aquel vuelo). Nada quedará remotamente claro por lo menos hasta que las investigaciones oficiales terminen.

Desgarradores hechos como este han sido comunes durante el año. En el recuento podemos enlistar la caída deliberada del avión de Germanwings, otro polémico accidente a manos de un sólo individuo, la guerra civil en Siria y sus incontables bombardeos que causan la muerte de miles de civiles y obligan a miles más a escapar de sus hogares en búsqueda de refugio.

A nivel internacional, la muerte anunciada aumenta. Analistas murmuran sobre un escalamiento de conflictos hacia una posible segunda “Guerra Fría” entre los Estados Unidos y Rusia por su respectivo involucramiento en el conflicto Sirio. El aumento de armamento y la complejidad del asunto revelan que el hotspot de violencia internacional sigue ubicado en la zona de Medio Oriente y el Norte de África (MENA). Todo apunta a que dicho sitio continuará dándonos saldos rojos por un buen rato, noticias sobre la muerte masiva, violenta, de inocentes, diariamente.

La noticia siempre ha podido lucrar de la violencia, pero en la actualidad la noticia es el negocio de la muerte no sólo porque la anuncia, sino también porque la causa.

La noticia siempre ha podido lucrar de la violencia, pero en la actualidad la noticia es el negocio de la muerte no sólo porque la anuncia, sino también porque la causa. Especialmente en México, la labor de los periodistas y el de “hacer noticia” es una muy peligrosa.

A nivel nacional, un tweet de este fin de semana leía “En México todos los días es día de muertos” como mensaje dentro de las actividades de protesta por la desaparición de los 43 normalistas y otras desapariciones forzadas. Siendo hoy la celebración de los fieles difuntos, el mensaje no podía ser más acertado.

Aparece un sitio de noticias como ningún otro, Ryot News, que pretende dar al lector algo más que el sólo enterarse de los hechos.

En medio de este escalamiento de violencia y el hartazgo de ver a la noticia como el heraldo oficial de la muerte cotidiana, aparece un sitio de noticias como ningún otro, Ryot News, que pretende dar al lector algo más que el sólo enterarse de los hechos. El futuro de la noticia es poder involucrarnos y por eso nos ofrece más que el típico “qué, quién, dónde y cuándo”, se agrega el “y qué más”, el “cómo ayudo”. Hago una especial invitación a entrar a este sitio que cambia el .com por el .news en un esfuerzo por concretarse como una organización que busca el impacto social y no como un sitio con fines exclusivamente comerciales.

Quizás la violencia sea más visible porque tenemos más medios que nunca para enterarnos de ella. El acontecer internacional siempre ha estado teñido en rojo, pero es verdad también que la violencia actual es más perversa por sus alcances. Nunca antes ha habido tantas personas en conflictos armados, aunque estos no lleguen a la escala que llegaron las grandes guerras del siglo pasado. Nunca antes había habido tanta esclavitud ni trabajo forzado, aún cuando en eras pasadas dichas prácticas fueran legales. Pero convertir a la noticia en una herramienta no sólo para informarnos sino para tomar acción, es un paso inspirador hacia otras maneras de conectar como seres humanos y de aprovechar las maravillosas herramientas tecnológicas que tenemos a nuestro alcance.

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Patricia: La Tormenta Perfecta

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“Tormenta perfecta” es un término que se utiliza coloquialmente para describir una rara combinación de circunstancias que agravan a una situación drásticamente, pero también describe fenómenos naturales reales que ocurren en tal confluencia, que resultan en un evento de magnitud inusual.

Patricia ha sido la tormenta perfecta en el sentido meteorológico. Comenzó como una serie de tormentas eléctricas poco organizadas, se intensificó gracias a la inusual potencia del fenómeno estacional de El Niño, y en menos de diez horas, se coronó como la femme fatale de todas las tormentas en su carácter de “sistema tormentoso más potente y perverso del planeta”, según autoridades del Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos y del Servicio Meteorológico Nacional de México. Pero Paty también es perfecta en otro sentido: es el susto meteorológico más grande de la historia con un saldo de víctimas humanas de cero (hasta ahora).

Quizás también, Patricia haya sido el milagro por el que rezaba nuestro querido Peña Nieto, pues le otorga al impopular presidente una oportunidad de redimirse declarando que la estrategia de alerta y prevención del gobierno funcionó de tal manera que evitó la perdida de cientos de miles de vidas que se encontraban vulnerables a lo que fue el “huracán más fuerte que haya conocido el hemisferio occidental”. Menudas suertes las que le trae Patricia.

Patricia se convierte en el presagio de las catástrofes naturales por venir a consecuencia del aumento de la temperatura global.

Por otro lado y en una escala más grande, Patricia se convierte en el presagio de las catástrofes naturales por venir a consecuencia del aumento de la temperatura global, que en años recientes se ha visto exacerbado con temperaturas récord en los océanos, porcentajes de albedo[1] bajísimos también récord, temperaturas récord en diversas regiones continentales, entre muchas otras banderas rojas de temperaturas. Casi en divina casualidad, en menos de dos meses todos los países miembros de las Naciones Unidas se reúnen en París para celebrar la 21o Cumbre de Cambio Climático para firmar, tras casi cinco años de planeación, el siguiente tratado internacional vinculante[2] de mitigación de cambio climático. Este acuerdo, auspiciado por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), es el más ambicioso de toda la historia de la humanidad, pues se reescribe tras las enseñanzas que trajo el primer ejercicio de mitigación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a nivel internacional, el famoso Protocolo de Kyoto.

Este año, los países se vuelven a unir; ahora con esperanzas de que dos de los países que más contribuyen a las emisiones de GEI y los únicos no signatorios de aquél acuerdo, China y los Estados Unidos, se unan y esta vez pongan la pauta de cuán ambiciosos deben de ser los países en sus metas de reducción de GEI.

El Protocolo de Kyoto, que inició en 1997 y finalizó su segundo periodo de vigencia en 2012, fue excepcional porque estableció principios para la mitigación de GEI a nivel global y logró que casi la totalidad de las naciones se comprometieran. De ahí que nacieran los mercados de carbono, que se establecieran fondos verdes para la conservación, que se canalizaran fondos para la innovación energías renovables, entre otros muchos esfuerzos revolucionarios. Pero como todo primer intento, fue un proceso de mucho aprendizaje, de prueba y error. Este año, los países se vuelven a unir; ahora con esperanzas de que dos de los países que más contribuyen a las emisiones de GEI y los únicos no signatorios de aquél acuerdo, China y los Estados Unidos, se unan y esta vez pongan la pauta de cuán ambiciosos deben de ser los países en sus metas de reducción de GEI. A este nuevo acuerdo se le está llamando “el Tratado de París”.

Patricia tuvo que tocar el continente americano, y en especial tuvo que tocar a México que de por sí se ha mostrado muy comprometido con los objetivos de los acuerdos de mitigación desde sus comienzos hasta el fin de la etapa de vigor. Esperemos que una alerta tan fuerte, que marcó récord y dejó exclusivamente daños materiales, ponga más peso a la balanza de compromisos a los que México y sobre todo los Estados Unidos se unan. La postura que tome este país va a marcar la pauta de comportamiento de muchas regiones del planeta. Bajo esta línea, el presidente Barack Obama se ha hecho popular entre la población estadounidense y en muchas regiones del mundo comportándose como vocero e impulsor de estrategias de reducción de GEI y a las industrias de energías renovables con su Climate Action Plan. México por su parte ha sido instrumental en la creación del Fondo Verde para el Clima (GCF por sus siglas en inglés) y en la búsqueda de soluciones alternas y complementarias al próximo Tratado de París como el Programa Conjunto de las Naciones Unidas para la Reducción de Emisiones provenientes de deforestación y degradación de los bosques (ONU REDD), entre otros esfuerzos.

De entre los estragos que nos trae Patricia, que sin duda no habremos de menospreciar, existe la esperanza de que un susto como éste vaya a ser benéfico a la hora de firmar con pluma los compromisos de reducción de GEI en las mesas de París.

Así que de entre los estragos que nos trae Patricia, que sin duda no habremos de menospreciar, existe la esperanza de que un susto como éste vaya a ser benéfico a la hora de firmar con pluma los compromisos de reducción de GEI en las mesas de París. Esperemos estos récords den la pauta para que por fin haya un cambio drástico en el paradigma internacional hacia la sustentabilidad. Gracias Paty, por ser la Tormenta Perfecta.

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1 El albedo es el porcentaje de radiación solar que “rebotan” las superficies de la tierra. En los últimos años, a medida que se reduce la capa de hielo polar durante los veranos (siendo el hielo la superficie de la tierra con albedo más alto) el porcentaje de luz solar reflejada ha disminuido, calentando aún más la superficie terrestre.
2 Vinculante: que otorga responsabilidades cuyo incumplimiento trae consecuencias legales a los países.

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Millennials, o, bolas aceleradas de frustración

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Quienes recientemente hayan visto la película “The Intern” (Pasante de Moda) con Robert De Niro y Anne Hathaway, seguro encontraron que los sacos que se vendían a través de “About The Fit”, a todos nos quedaron muy bien, pun intended.

La historia sobre el choque cultural de los baby boomers y los millennials en sus hábitos y expectativas profesionales toca terrenos muy cercanos, pero más la historia de nuestros deseos frustrados. À propos de recapitular quién es quién, los baby boomers son aquellos nacidos aproximadamente entre los años 1946 y 1964 quienes experimentaron una época de expansión económica y aumento del poder adquisitivo tras la Segunda Guerra Mundial. Los millennials somos (yo incluida, por supuesto) los hijos de los baby boomers, nacidos entre los años ochenta y 1995; conformamos más de un tercio de la fuerza laboral en muchos países (porcentaje que obviamente va en crecimiento), somos conocedores de las tecnologías y los que afortunada/desafortunadamente fuimos adoctrinados para pensar que somos capaces de cambiar al mundo. Consecuentemente, los millennials somos unos bultos frustrados y acelerados. Me explico…

La historia sobre el choque cultural de los baby boomers y los millennials en sus hábitos y expectativas profesionales toca terrenos muy cercanos, pero más la historia de nuestros deseos frustrados.

Las empresas hoy en día se encuentran en una batalla constante por atraer y mantener al talento millennial. Esto es real, ya que la mayoría de los jóvenes optamos por aquellas oportunidades que ofrecen un balance entre trabajo y calidad de vida, posibilidades de progreso, capacitación y desarrollo, a veces a costa de ganar más. Si nosotros creemos que podemos hacer una diferencia, sabemos que tenemos las herramientas y el know-how tecnológicos, necesitamos flexibilidad de horarios y espacios porque tenemos mucha movilidad y energía, y ante todo queremos sentirnos valorados y apreciados; el problema es éste: no encontramos oportunidades laborales en línea con nuestros deseos y potencial.

Las empresas hoy en día se encuentran en una batalla constante por atraer y mantener al talento millennial.

Para ejemplificar nuestra contienda, puedo relatar lo que me sucedió la semana pasada cuando asistí a una entrevista para una oportunidad de trabajo en una empresa multinacional, gigante y de mucho prestigio. Tras un vistazo a mi CV (que por cierto está hecho al pie de la letra de las recomendaciones de numerosos asesores vocacionales, reclutadores profesionales, amigos y familia), unas cuantas preguntas típicas sobre las expectativas de sueldo y demás detalles, se me dijo que “aquí entra la gente porque quiere crecer rápido, o sea, ganar dinero rápido”, y cuando expresé que mi meta a mediano plazo era la de concluir una maestría se me dijo que “aquí hay chavos que han trabajado y estudiado su maestría, y no te puedo explicar como se quejan de que ya no aguantan.” En otras palabras, se me dijo que el trabajo sería tan absorbente —de 8 a 8 nomás— que no me quedaría tiempo para hacer eso… ni ninguna otra cosa.

Así, a medida que la entrevista avanzaba y yo explicaba mis intereses y aspiraciones, que en resumidas cuentas tienen que ver con que mi trabajo tenga un marcado impacto social y que de preferencia tenga una posición de investigación, notaba que mi entrevistador iba cancelando mi potencial. Fui decorosamente “rechazada” por tener un propósito que va más allá del de sólo acumular capital estable en mi juventud. No bromeo cuando digo que el entrevistador utilizó las palabras “romperíamos tu corazón” al explicarme que oportunidades como las que yo busco no son posibles en esta empresa, ni en ninguna otra que él conciba. Lo que es más, eso que yo busco, independencia económica e impacto social a la vez, no es posible, que hay que hacer un trueque entre las cosas que deseamos. Y pensar que mi perfil en LinkedIn fue lo que los instó a buscarme. Creo que no pude reflejar con mucha claridad mis objetivos “hippies” y les hice perder su tiempo.

Así, a medida que la entrevista avanzaba y yo explicaba mis intereses y aspiraciones, que en resumidas cuentas tienen que ver con que mi trabajo tenga un marcado impacto social y que de preferencia tenga una posición de investigación, notaba que mi entrevistador iba cancelando mi potencial.

Esta discusión la he tenido muchas veces con mi familia, la de que no debería esperar que mis primeros trabajos sean en ninguna manera satisfactorios y que me estoy haciendo sonsa imaginando que un ‘proyectucho’ del tipo de la iniciativa de la sociedad civil, concebido en un Starbucks por unos cuantos jóvenes de mi edad pueda ser algún día autosustentable. ¿Mande? Por esto me han recomendado muchas veces buscar trabajo en la comedia, perdón, en el área de responsabilidad social de las empresas. ¿Cómo les explico que esos departamentos que supuestamente quieren hacer la diferencia trabajan bajo el mismo modelo que rechazamos los millennials?

Finalmente, estas discusiones con los baby boomers se vuelven absolutamente fútiles cuando se trata de alguien con mi perfil, una millennial internacionalista viviendo en un país en vías de desarrollo. ¡Ay, dolor! Debido a que los internacionalistas estudian a profundidad los problemas más complejos, persistentes y extendidos alrededor del mundo —la hambruna, el cambio climático, los conflictos bélicos en todas sus escalas, las desigualdades y las crisis económicas, los movimientos sociales, entre muchos otros— la necesidad millennial de hacer una diferencia es doblemente fuerte en mí. Sumémosle a estas circunstancias el vivir en un país cuyo ambiente emprendedor/startup es a lo sumo… ¿incipiente? Y con tanta necesidad social, conformo entonces el perfil más frustrado de los frustrados de nuestra generación. ¡Ah! Y soy a la que llaman la “intensa” de mis hermanas, pa’ terminarla de acabar.

Eso sí, creo que los millennials, más que frustrados y acelerados, estamos algo asustados, pues constantemente tratamos de darle sentido a lo transitorio de nuestra existencia.

Eso sí, creo que los millennials, más que frustrados y acelerados, estamos algo asustados, pues constantemente tratamos de darle sentido a lo transitorio de nuestra existencia. Sabemos que los modelos económicos y laborales están cambiando, sabemos que aún habiendo crecido de la mano de las nuevas tecnologías, éstas nos van a lograr superar y que hay una tremenda necesidad de estar a la vanguardia. Sabemos que gozamos de más opciones y libertades que nunca, no sabemos si querremos hijos o un matrimonio estable. A final de cuentas ¿qué significa todo eso hoy por hoy? Así que mamá, papá, sorry, no se trata de una angustia adolescente extendida, se trata de que me toca hacer esfuerzos extra para encontrar aquellos ‘proyectos’ (ya no les llamaré oportunidades laborales) de los cuales me pueda enamorar.

A final de cuentas ¿qué significa todo eso hoy por hoy? Así que mamá, papá, sorry, no se trata de una angustia adolescente extendida, se trata de que me toca hacer esfuerzos extra para encontrar aquellos ‘proyectos’ (ya no les llamaré oportunidades laborales) de los cuales me pueda enamorar.

Batallaré un poco más de lo que esperaban para encontrar el medio que me vaya a hacer más independiente y feliz. Disculpen que lo que ustedes dicen que tengo: “una carrera, hablas inglés y sabes usar la computadora”, no es ni remotamente suficiente para lo que ustedes me criaron ni para el acelere del mundo de hoy. Eso sí, no duden de que en medio de todo el caos, los millennials seguiremos sorprendiendo, a nosotros mismos también.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

OpenGov y CivicTech. Y eso, ¿cómo se come?

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“Ni el #YoSoy132, ni #AyotzinapaVive, ni los partidos políticos tradicionales me habían funcionado. En Wikipolítica encontré la manera de involucrarme.” Esto decía Ana Vicencio hace dos meses cuando la conocí en una charla sobre participación ciudadana.

Ana, alta y afable, es una joven más involucrada en proyectos que encabezan la ola de innovación cívica a nivel global que, furtiva pero seguramente, cambiarán la manera en que entendemos “política” y “gobierno”. Wikipolítica fue su campo de acción, un colectivo de personas sin filiaciones partidistas que aprovechan las tecnologías para involucrar a más personas en la toma de decisiones públicas. Ana colaboró en la campaña de Pedro Kumamoto, la campaña de Kumamoto fue un proyecto de Wikipolítica. Wikipolítica es un ejemplo de Tecnología Cívica, o Civic Tech, y la Civic Tech mucho tiene que ver con Gobierno Abierto u OpenGov. ¿Me sigues?

En su definición contemporánea, Gobierno Abierto (Open Government, OpenGov) es una doctrina política que propone aplicar los principios de software libre al servicio de la democracia.

En su definición contemporánea, Gobierno Abierto (Open Government, OpenGov) es una doctrina política (mhmm, y noh fuimo’ hahta arriba) que propone aplicar los principios de software libre al servicio de la democracia. A ver… ¡¿qué?! Sí; que la legislación se abra para t-o-d-o-s y que todo ciudadano interesado pueda contribuir a la creación de política, igual que en un documento wiki. La idea es que la sabiduría colectiva reine para beneficiar el proceso de toma de decisiones y mejorar la democracia. Si algunos de los más fuertes problemas de las democracias alrededor del mundo son los errores en la representación de distintos sectores de la población y la ausencia de canales para el involucramiento de los ciudadanos, el Gobierno Abierto, con sus pilares de transparencia, participación y colaboración, se convierte en la antidroga del siglo.

Entonces, Civic Tech son aquellas aplicaciones, proyectos, plataformas digitales —que ya existen y la idea de hoy es compartirlas— que permiten la participación ciudadana para facilitar la comunicación ciudadano-ciudadano, ciudadano-gobierno, mejorar la infraestructura del gobierno y, en general, eficientar a los gobiernos locales y nacionales. Las Civic Tech conforman los primeros ejercicios reales de Gobierno Abierto, y como verás a continuación, la ola ya está crecidita.

A nivel internacional existe la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA), un esfuerzo por transparentar todos los datos que emite y controla el gobierno. Esto es gigante, ya que hasta ahora, 63 países (incluyendo México, en donde se celebrará la próxima cumbre a finales de este mismo mes) se han sumado a la iniciativa que pretende que los gobiernos no sólo divulguen los registros públicos tradicionales a petición del ciudadano, sino que proactivamente los comparta incluso antes de que estos sean solicitados. Es importante destacar que una de sus más contundentes propuestas exige la apertura de datos. A escasos días de celebrarse la cumbre internacional para concretar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, los países de AGA y muchos otros cabildean para que se adopte la Carta Internacional para Datos Abiertos, buscando incrementar la “accesibilidad, interoperabilidad, usabilidad e impacto” de los Datos Abiertos a nivel global, pues pueden ser un vehículo para el desarrollo sostenible.

A nivel nacional aparece Transparencia Mexicana, capítulo mexicano de Transparency International que busca combatir la corrupción e impulsa el sitio web 3de3.mx para conocer las declaraciones de los candidatos a puestos de representación en todo México; Codeando México, una plataforma de cívica digital que impulsa precisamente retos para que se desarrollen iniciativas Civic Tech; Ligue Político, una app a través de la cual puedes exigirles sus declaraciones a tus candidatos; Gobierno Fácil, páginas web que “decodifican” datos de gobierno y los ponen al servicio de la ciudadanía en formatos totalmente abiertos y entendibles.

A nivel local existen iniciativas como el CIC Monterrey, plataforma que recolecta diariamente reportes desde el tráfico hasta de crímenes por medio de twitter y que también desarrolló la aplicación Visor Electoral para reportar irregularidades en las elecciones pasadas; así como muchas otras más en temas especializados como Bosque Urbano México (BUM), que permite inventariar colectivamente todos los árboles, parques y azoteas verdes del área metropolitana de Monterrey; La Banqueta se Respeta, que permite reportar todas las irregularidades en el sistema de banquetas de la ciudad para exigir que sean de acceso universal; entre otras, todas promoviendo el uso de las redes sociales y aplicaciones web como canales de comunicación entre ciudadanos y gobierno.

Todas estas iniciativas y las muchas que puedo desconocer, desde la más pequeña hasta la más grande, contribuyen a un objetivo mayor, que es el de alcanzar gobiernos más abiertos, más responsables de sus actos y más responsivos para con sus ciudadanos.

Todas estas iniciativas y las muchas que puedo desconocer, desde la más pequeña hasta la más grande, contribuyen a un objetivo mayor, que es el de alcanzar gobiernos más abiertos, más responsables de sus actos y más responsivos para con sus ciudadanos.

Si en México los vicios políticos más insidiosos son la corrupción, la impunidad, y en la población es la apatía, resuelvo que los principios de OpenGov y las propuestas de las CivicTech son exactamente la cura, ¿no?

Hay que prestar atención a aquellos agentes innovadores que están proponiendo nuevos modelos de gobernanza… escritos en código.

Así, en esta época en que la política parece ser tallada en piedra todavía, hay que prestar atención a aquellos agentes innovadores que están proponiendo nuevos modelos de gobernanza… escritos en código. Por mientras dediquémonos a cerrar la brecha digital en México, para que cuando la hayamos borrado, ya estén más maduras estas propuestas de la nueva era de civismo digital y todos podamos entrarle.

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Mandada pero no Afectada, un Privilegio

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No tener que invertir un sólo pensamiento en determinado problema es la definición de privilegio.

Yo soy una persona privilegiada. No tengo que preocuparme de que el Bronco, quien este mismo domingo entró al palacio de gobierno, no invierta inmediatamente en infraestructura para el transporte público, pues me manejo en un automóvil privado. No tengo que averiguar cómo hacerle para pagar la tenencia que probablemente no se retire para aliviar el escalofriante déficit presupuestal del estado. Entre otras muchas cosas, mi colonia tiene luz, agua, gas, servicio de telefonía e internet y un guardia de seguridad privado, jamás he sido víctima de acoso ni discriminación, no vivo en medio de una red de crimen que me atrape ni me limite, desde que gozo de sueldo he podido cumplir con mis obligaciones fiscales, gozo de buena salud y cuento con un seguro privado, recibí una educación privilegiada y no tuve que trabajar por ella, el estado no ha violentado contra mí… ¿Qué demonios necesito yo de mi gobierno?

¿Qué demonios necesito yo de mi gobierno?

Es por esto, por mis estudios pseudo-políticos y por el razonamiento empírico que de nuestro nuevo gobernador, que yo no espero nada. Ni si quiera tuve la oportunidad de votar por él, ni por nadie; ya que en esas fechas me encontraba fuera del país. Últimamente, sin embargo, he estado observando al Bronco con más detenimiento. Me he informado más sobre su historia y he estado presente en por lo menos dos eventos en los que él dio una charla. También tuve la oportunidad de hacerle una pregunta personalmente, hablar con él cara a cara.

He visto como en tan sólo media hora se come a un público de centenares de personas y lo escupe a todos embelesados con su figura. He visto a mujeres llorar tras haber visto un documental en su nombre, diciéndole que su sufrimiento es ejemplo para todo el pueblo. Este hombre no es un caballo, es un encantador de serpientes… y patos, y ranas, y perros, y gatos. Este hombre lo han nombrado mártir, profeta, héroe independiente. Tal vez sea eso precisamente lo que necesitemos, pero definitivamente no se trata de un despertar de los neoleoneses hartos de los mismos partidos políticos por 88 años.

Tal vez sea eso precisamente lo que necesitemos, pero definitivamente no se trata de un despertar de los neoleoneses hartos de los mismos partidos políticos por 88 años.

Creo más bien que el Bronco, con sus recios aires de héroe, es una persona que inteligentemente ha sabido conquistar con su encanto del macho ranchero. ¿Por qué nos sentimos orgullosos de esto?

Concluyo que a este, mi nuevo gobernador, yo no lo comprendo, y lo que es más importante, no le creo nada. No sé ni desde dónde comenzar a analizar lo que viene, tal vez porque no tengo una necesidad urgente, o tal vez porque lo he visto de cerca y sólo veo su habilidad para la faramalla. Pero una figura de autoridad como él, con un historial de trabajo en lo que es el partido más tirano de México, el que en todo México, las elecciones de medio término no hayan desbancado al PRI como la mayoría, el que como gobernador de García haya librado tanta circunstancia de vida o muerte y que ha sufrido la pérdida de uno de sus hijos por lo que parece ser un involucramiento con la delincuencia no me da absolutamente ninguna pista que indique que puede hacer un trabajo inteligente. A mi gusto, el Bronco es un personaje circunstancial, su discurso y su proyecto ni son nuevos ni son brillantes, sólo apelan a lo que buscamos, honestidad tras un período de crisis de seguridad y un desorden presupuestal. Pero tal vez no sé nada, porque no soy tan tocada por el quehacer del gobernador.

Si acaso estoy equivocada, y en efecto se trata de un personaje que reescribirá la historia de nuestro estado, entonces espero que el gobernador trabaje en las cosas “burguesas”, cosas que sólo los privilegiados (chiflados, si gustan) como yo, deseamos: políticas de transparencia, es decir, que se me explique a dónde van mis impuestos, de mitigación de los efectos del cambio climático, es decir, que se mejore el sistema de transporte colectivo que tanto se necesita. Lo que quiero decir es que, aunque no me afecte directamente, los deseos que yo tengo para este nuevo período son los mismos que todos queremos, y por mi parte, estaré observando a este encantador de serpientes.

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